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UNIVERSIDAD MARANO GALVEZ DE GUATEMALA

SEDE SANTA CRUZ QUICHÉ


Curso: Psicoterapia del niño y del adolescente.
I ciclo: Licenciatura en Psicología Clínica
código: 3020-132
Fecha: 27/07/19

TEMA: APROXIMACIÓN HISTÓRICA A LA PSICOTERAPIA INFANTIL Y DEL


ADOLESCENTE

Licda. Veda Josefina Baquiax Barreno


APROXIMACIÓN HISTÓRICA A LA PSICOTERAPIA
INFANTIL Y DEL ADOLESCENTE
El tratamiento de los problemas emocionales que se
presentan en la infancia, tiene como origen los
métodos utilizados con los adultos desde el inicio del
psicoanálisis; el cual surge con Freud a finales del
siglo XIX.

Freud planteó que los problemas del adulto


neurótico se derivan de los conflictos sexuales de la
primera infancia.
En aquellos inicios aporta algunos breves elementos,
a los pilares de las psicoterapia de niños, con la
interesante y personal, descripción del abordaje
técnico que hace del trastorno fóbico que presenta el
pequeño Hans (1909. Para respaldar su hipótesis
Sigmund Freud llevó a la práctica de la psicoterapia la idea
del juego terapéutico (Freud, 1909). Escribió que el juego
cumple tres funciones principales:
1. fomentar una autoexpresión más libre (en especial de
los instintos considerados tabúes),
2. satisfacción del deseo
3. y dominio de los sucesos traumáticos.
Para dominar los eventos traumáticos por medio del juego,
el niño los recrea con un sentido de poder y control de la
situación; eso le permite llevar a la consciencia los
recuerdos reprimidos y revivirlos mientras libera el afecto
de manera apropiada
Hermine von Hug-Hellmuth (31 de agosto de 1871- 18 de
septiembre de 1924) fue una psicoanalista vienesa, pionera en el
psicoanálisis infantil. Fue la primera en plantearse la práctica
analítica con niños, aunque considerando la cara pedagógica de
ésta, limitándose a tratar niños mayores de 7 años y modificando
aspectos del encuadre y de las reglas técnicas, como por ejemplo
no emplear el diván ni las asociaciones libres, reducir el número
de sesiones, permitir el uso del juego, contar con la colaboración
de la familia, etc.​ Puede decirse que su práctica, más que
específicamente analítica, fue psicoterapéutica, lo que no resta
importancia a su clínica. Integró la Sociedad Psicológica de los
Miércoles a partir de 1913. Pionera del psicoanálisis de niños,
después de Freud y antes de Anna Freud y Melanie Klein.
Esta autora alentaba a sus pequeños pacientes a jugar libremente con
muñecas y otros juguetes y extraía sus conclusiones analíticas a partir
del juego, así como del comportamiento y manifestaciones del niño.
Hug-Hellmuth al describir su forma de análisis infantil, examinó
cuestiones esenciales en la práctica como: la falta de consciencia de
enfermedad del infante, la posición que toma el terapeuta respecto de
los padres, y la conducta del niño durante el juego así como su
interpretación. Enfatizó también la necesidad de lograr lo antes posible
una relación emocional positiva entre el niño y el terapeuta (Bierman,
1973)
Anna Freud (Viena, 1895 - Londres, 1982) Psicoanalista
británica de origen austríaco. Hija menor de Sigmund
Freud, recibió una adecuada preparación científica en el
seno de la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Se especializó
en los problemas educacionales y en el psicoanálisis infantil.
Entre 1925 y 1938 presidió Instituto de Formación
Psicoanalítica de Viena.
Las aportaciones de Anna Freud se sitúan principalmente
en el ámbito del psicoanálisis infantil. Se ocupó de
cuestiones relacionadas con problemas de la infancia y la
adolescencia, como la delincuencia juvenil, así como de
temas pedagógicos. Profundizó asimismo en los últimos
estudios de su padre; en este sentido es de fundamental
importancia su obra El yo y los mecanismos de
defensa(1936), en la que identificó los múltiples
mecanismos de que se vale el yo para afrontar las
pulsiones del ello, como la represión, la transferencia, la
racionalización o la regresión.
La meta del psicoanálisis infantil para Anna Freud,
era desarrollar el Yo hacia la síntesis, modificar el
carácter, producir identificaciones sobre el Yo, y
alcanzar un Superyó tolerante.
Lightner Witmer (1867-1956) es conocido por ser el creador del término
“psicología clínica” y el cofundador de la primera clínica psicológica en el año
1896, en la Universidad de Pensilvania. A demás de haber acuñado el término
“Psicología Clínica”, centra su enfoque sobre la conducta, en oposición a los
procesos internos inferidos. Este se advierte en su definición de diagnóstico
psicológico: “Una interpretación de la conducta observable de los seres
humanos (Witmer, 1907.
Witmer (1907) reconoce que el trabajo de esta clínica se origina
en el año 1896 a partir de la atención de un niño de catorce años
que presenta chronic bad speller, un problema de escritura
relacionado con la mala ortografía. Este niño es llevado al
laboratorio por su maestra de grado, la señorita Margaret
Maguire (alumna de Witmer en la universidad). Ella sostiene que
un psicólogo debe ser capaz de determinar -a través del examen-
las causas de una deficiencia en la ortografía y recomendar el
tratamiento pedagógico apropiado para su mejoría. Es decir que
la Psicología debería dar una respuesta al problema que el caso
plantea, así como definir una forma de tratamiento tendiente a
obtener la cura de la enfermedad
Melanie Klein (Viena, 1882 - Londres, 1960) Psicoanalista
británica de origen austriaco, pionera del análisis infantil y
del estudio de las psicosis. Fue la última de los cuatro hijos
de Moriz Reizes y Libusa Deutsch, ambos hebreos,
descendientes de familias de rabinos. Sin embargo, fue
educada de manera liberal, sin imposiciones religiosas.
La teoría psicoanalítica de Melanie Klein, continuadora en
numerosos aspectos con la obra de Freud, destaca por
ampliar y profundizar en aspectos del desarrollo a lo largo
de la infancia y crear un enfoque más centrado en cómo se
relaciona el individuo con los objetos (entendiendo
generalmente como tales otras personas), siendo esta la
base de la teoría de las relaciones objetales
creía que el juego permite aflorar el material inconsciente,
y que el terapeuta podría entonces interpretar los deseos y
conflictos reprimidos del niño para ayudarlo a entender
sus problemas y necesidades. Klein coincidía con la
aproximación gradual a la comprensión y asimilación de las
experiencias negativas, así como con la necesidad de
revivir y dominar esas experiencias por medio del juego
(Klein, 1955). Ella trabajó con niños más pequeños que los
que atendían los psicoanalistas tradicionales.
Para Melanie Klein, el psicoanálisis del niño comienza en la
primera sesión. Ella trabajaba con las ansiedades y la culpa
de los menores, considerando a la angustia como una
expresión de la resistencia y utilizaba al juego como vía de
acceso al material inconsciente. Los juguetes constituían la
herramienta para conocer las fantasías inconscientes, las
cuales eran interpretadas. “La representación por medio
de juguetes, es en realidad, la representación simbólica en
general, al estar hacia cierto punto alejada de la persona
misma del sujeto— está menos investida de angustia que
la revelación por la palabra hablada” (Klein, 1927, p. 95)
Klein (1955) fue pionera en el uso de una técnica en la
que se utilizan miniaturas. Cuando los niños se
entretienen con juguetes en miniatura suelen
experimentar una sensación de control sobre ellos, siendo
éstos una representación de objetos o personas reales
El desarrollo del análisis de niños, alcanzó un primer
apogeo durante la década de los veinte, con las
concepciones, opuestas y controvertidas de Anna
Freud y Melanie Klein.
Mary Cover Jones (1 de septiembre de 1896 - 22 de julio
de 1987) fue una psicóloga estadounidense. Dentro de la
psicología, Mary Cover Jones destaca como un pionero de
la terapia de conducta - Joseph Wolpe la apodó "la madre
de la terapia de conducta".​ Jones desarrolló la técnica
de desensibilización, empleada en las fobias
Exploró una variedad de métodos para eliminar los
temores en los niños. Uno de los casos más conocidos es
el de Peter (Jones, 1924), cuyo temor hacia los objetos
peludos era obsesivo, que la experimentación trató a
través de la aplicación del condicionamiento
respondiente.
(Plymouth, 1896 - Londres, 1971) Pediatra y psicoanalista
británico. Estudió en la Universidad de Cambridge y,
después de ejercer la pediatría durante más de cuarenta
años, se especializó en psicoanálisis infantil. Centró sus
estudios en la relación madre-lactante, considerada como
una unidad indisoluble, y enunció la teoría del «objeto
transicional». Entre sus obras destacan El niño y el mundo
externo (1957), Escritos de pediatría y psicoanálisis (1958)
y La consulta terapéutica y el niño (1971).
Winnicott asignará gran importancia al juego. Este no es
sólo descarga pulsional: comienza como movimiento de
separación de la madre en un espacio potencial entre ésta
y el bebé. Se trata de una experiencia real donde está
involucrado el yo con sus capacidades, pudiendo la
excesiva excitación arruinar o detener el juego.
Otra aportación de Winnicott son los conceptos de
espacios, fenómenos y objetos transicionales que se dan al
producirse la paulatina independencia de los niños hacia la
madre. Manifiesta que los espacios, fenómenos y sobre
todo los objetos transicionales son factores substitutivos
que —en un principio ilu- soriamente— sustituyen a la
madre. El juguete preferido del niño es un ejemplo de
objeto transicional. Las actitudes que en ese momento
tiene éste junto a los fenómenos y a los objetos
transicionales le sirven de nuevo entorno y son la base
para lograr paulatinamente su autonomía y
autosuficiencia.
Virginia M. Axline (1911-1988) fue una psicoterapeuta estadounidense
que creó un tipo de terapia de juego o Ludoterapia para niños que parte
de la ideas de Carl Rogers y su Psicoterapia centrada en el “cliente”.
Esta psicoterapeuta ideó una psicoterapia no directiva que seguía ocho
principios básicos, estos principios eran los siguientes:
1. El terapeuta debe desarrollar una cálida y amigable relación con el
niño, estableciendo un buen “rapport” lo antes posible.
2. El terapeuta tendrá un profundo respecto hacia las habilidades del
niño y le dará la oportunidad de resolver sus propios problemas.
La responsabilidad de las elecciones y de los cambios será también del
niño.
3. El terapeuta establecerá una relación permisiva con el
niño de tal modo que el niño exprese sus
sentimientos libremente.
4. El terapeuta estará alerta para reconocer la clase de
sentimientos que el niño exprese y se los señalará de
vuelta al niño para que este tenga un buen “insight” de su
conducta.
5. Los únicos límites que establecerá el terapeuta serán
solo aquellos que sean necesarios para ajustar ésta a la
realidad o los que harán al niño consciente de su
responsabilidad en la relación terapéutica.
6. El terapeuta no intentará dirigir las conversaciones o la
conducta del niño. El niño liderará las sesiones y el
terapeuta le “seguirá“.
7. El terapeuta aceptará al paciente tal como es.
8. El terapeuta no intentará acelerar la terapia, ya que ésta
es un proceso gradual
Las ideas de esta psicoterapeuta están contenidas en su
libro “Terapia de juego, la dinámica interna de la infancia“.
La Ludoterapia utilizada por ella, como anteriormente ya
hicieron las psicoanalistas Anna Freud,Melanie Klein y Erik
Erikson, también tenía en cuenta al carácter simbólico y
catártico del juego.
Dibs era un niño de 5 años cuando empezó el tratamiento
y llevaba casi dos años en la escuela, no hablaba nada, se
quedaba inmóvil toda la mañana totalmente ajeno a lo
que pasaba a su alrededor, y de vez en cuando tenía
ataques de cólera. A la semana de finalizar la psicoterapia
un psicólogo le realizó a Dibs el Test de Inteligencia
Stanford-Binet dando un C:I: de 168, es decir
“superdotado“.
En los primeros tratamientos psicoterapéuticos de niños se vio que el
tratamiento de los padres repercute positivamente en el niño, pero
Virginia observó algo más “que la mejoría y curación del niño” influye
también el equilibrio psíquico de los padres.
En el prólogo del libro la autora escribe lo siguiente, “Dibs experimentó
profundamente el complejo proceso de crecer…descubrió que la
seguridad de su mundo no estaba totalmente fuera de él, sino que el
centro estabilizador que buscaba con tanta intensidad, se hallaba bien
adentro de ese yo. Y en el epílogo dice, “Si se le da a un niño la
oportunidad para ello, aflora en él ese don de la comunicación franca y
honesta. Una madre a quien se respeta y se acepta con dignidad, puede
ser también sinceramente expresiva cuando sabe que no se le va a
criticar ni a culpar”. Este libro fue y sigue siendo lectura recomendada en múltiples centros de Educación
Especial, sobre todo en el manejo del Autismo, Facultades de Psicología y Medicina de numerosos países.

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