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La Diferencia Moral de Dios
La Diferencia Moral de Dios
Prov. 6:16-19
Pro 6:16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete
abomina su alma:
16 Hay seis clases de gente, y puede añadirse una
más que Dios no puede soportar: 17 La gente
orgullosa, la gente violenta, la gente mentirosa, 18
la gente malvada, la gente ansiosa de hacer lo
malo, 19 la gente que miente en un juicio, y la
que provoca pleitos familiares.
INTRODUCCIÓN
Trabaje por un tiempo para una funeraria. Y lo más
repugnante que vi, fue a un hombre agusanado.
Repugnante desde que lo vi. Me causó vómitos y pasó
unos días en que me costó comer. No me gusta el olor
del cloro desde esa ocasión. Porque cada vez de toco
cloro se me viene ese cuadro completo.
Repugnante: lo mismo pasa con Dios. Existen cosas en
nuestra vida que para Dios es detestable y su ser lo
abomina. En otras palabras le da asco. En esta noche
vamos a hablar sobre esas cosas detestables y asquerosas
delante de Dios.
1. La lucha de Dios contra el orgullo
Ningún pecado es más odioso y
abominable para Dios. Los pecados de
la carne son repugnantes y tienen sus
consecuencias sociales, pero ninguno
de ellos provoca que Dios hable con
tanta rabia como Él lo hace sobre el
orgullo.
1. La lucha de Dios contra el orgullo/Cont.
Sal.101:5… No sufriré al de ojos altaneros y de corazón
vanidoso.
"...Mas al altivo mira de lejos" (Sal. 138:6).
"Seiscosas aborrece Jehová; y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos..." (Pr. 6:16-17).
" ... La soberbia y la arrogancia... aborrezco" (Pr. 8:13).
"Abominación es a Jehová todo altivo de corazón..." (Pr.
16:5).
"... orgullo de corazón..., son pecado" (Pr. 21:4).
" ... Dios resiste a los soberbios..." (Stg. 4:6).
1. La lucha de Dios contra el orgullo/Cont.
No se necesitan más palabras para expresar el
odio, la repulsión, el antagonismo de Dios
respecto al orgullo y a la arrogancia, la altanería
y la altivez.
Es una abominación para Él. Dios se opone al
orgullo y lo mantiene a distancia.
No hay punto de encuentro entre un corazón
orgulloso y Dios, pero Él no detestará un espíritu
quebrantado y contrito.
2. La esencia de la soberbia
Isa 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del
testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los
lados del abismo.
6. ¿Cuál es la cura del orgullo?
La humildad, es la virtud por la cual el hombre toma conciencia
de su poco valor propio. Nunca conquistaremos un pecado del
cual no somos conscientes ni por el cual nos lamentamos.
Debemos aborrecer lo que Dios aborrece. El conocimiento
propio no es algo fácil de lograr, puesto que todos tenemos
predisposición para estar a nuestro favor.
Vemos la paja en el ojo ajeno con gran claridad pero, con una
extraña incoherencia, no vemos la viga en el nuestro. Debemos
pedirle genuinamente a Dios que nos exponga a nosotros
mismos. Cuando, nos veamos como realmente somos, nos
hundiremos en una humillación propia