VIDA CINCO

ESCUELA DE DESARROLLO TRANSPERSONAL

Y
Dista unos 40 kilómetros al noreste del Distrito Federal y
forma parte de los municipios de San Juan Teotihuacan y
San Martín de la Pirámides, en el noreste del estado de
México.

Teotihuacan fue inscrita en la lista del Patrimonio

de la Humanidad por la UNESCO en 1987
(náhuatl: Teōtīhuacān, “Ciudad de los dioses”)
Un lugar donde los hombres alcanzaríamos
la inmortalidad de Hombres Dioses.

Teotihuacan es el nombre dado por los mexicas al centro

urbano y la ciudad prehispánica más densamente poblada de
Mesoamérica y la de mayor apogeo durante el periodo Clásico
y actualmente una zona arqueológica localizada en el valle del
mismo nombre, que forma parte de la Cuenca de México.
 Una cronópolis, un monumento histórico en honor de
la medición del tiempo, cuyo fin es señalar la llegada de
una nueva era para la humanidad

En época de esplendor no se permitía a cualquier

persona ingresar a la ciudad , mucho menos ascender
a las pirámides.

La espectacular pirámide del sol (capital cósmica de la

constelación de acuario] es la de mayor altitud de todas
las del recinto y la tercera pirámide más grande del
mundo, solo superada por la Keops y la de Cholula.
Está orientada al punto exacto del horizonte por donde
se oculta el sol el 13 de agosto.
Se inició su construcción en 1-150 d.C., momento en el que
Teotihuacan comenzó a desarrollarse como ciudad principal
de Mesoamérica.

Tiene 65 m. de altura. En la cúspide había un templo y una

estatua de un ídolo de grandes proporciones; ahora tan
sólo queda una plataforma cuadrada de superficie un
tanto irregular.

La Pirámide del Sol retoma el respeto de un templo sagrado. En

el marco del folklore popular, de supersticiones, y creencias, se
dice que estando en la cúspide, en el centro de la plataforma, si
se pide un deseo, éste seguramente se cumplirá.

También es el lugar apropiado para recibir “energía

cósmica”; aún mas, hay padres que llevan a sus
niños en brazos hasta la cima para presentarlos al
cosmos.
La Pirámide de la Luna [la mente] se encuentra en la parte
norte de Teotihuacan y tenía ya ese perfil desde la etapa anterior
al año 200 d. C. Tiene un tamaño menor que el de la pirámide del
Sol, pero se encuentra a la misma altura por estar edificada
sobre un terreno más elevado. Su altura es de 45 m.

Delante de esta pirámide se encuentra la plaza de la luna, con

12 plataformas de templo. Algunos arqueólogos atribuyen a estas
12 formaciones más la pirámide al número 13, un número muy
importante en el calendario mesoaméricano para el cómputo de
los días.

Se encuentra esta pirámide situada muy cerca de la del

Sol, cerrando por el norte el recinto de la ciudad. Desde
su explanada se inicia el recorrido del eje principal
conocido como Vía o Calzada de los Muertos.
 Vía o Calzada de los Muertos, llamada así por
investigadores posteriores que pensaron que
en sus estructuras se alojaban tumbas de
dignatarios, fue el verdadero eje de la ciudad,
así como su centro ceremonial.

Desde la pirámide de la Luna, se inicia la Calzada de los

Muertos, que en sus costados y a lo largo de toda ella, se
encuentran treinta y tres montículos.
Comienza esta gran avenida en el recinto de la Pirámide
de la Luna y va a morir en el recinto que los españoles
del siglo XVI llamaron Ciudadela. Su longitud es de 2
km y tiene una anchura de 40 m.
La Ciudadela, se encuentra situada al final de la calle de los Muertos,
en la parte sur. Era un patio con habitaciones alrededor donde se
supone que vivían los sacerdotes y los gobernantes. En su lado este
se encuentra el templo de Quetzalcóatl, nombre que dieron los
pueblos de habla náhuatl al Ser Supremo.
 Se compone de dos raíces:
Quetzal, “pluma”, y Cóatl, “serpiente”. (la serpiente emplumada).
Las bases de la cultura Náhuatl reposan sobre la enseñanza
filosófica y religiosa de “Quetzalcoatl”, cuya elevación
espiritual es comparable a la de Cristo o Buda

Sus discípulos se llaman

“Grandes Artesanos o Constructores <Toltecas>.
 Quetzal
cóatl

A la luz de las teogonías metafísicas, Quetzalcoatl no es simple

personaje mitológico. Es principio inteligente y germen vivo de
Dios en el corazón del hombre. Es el Cristo Cósmico, es INRI,
que analizado significa:
I gnis
N atura “El fuego renueva incesantemente
R enovatur la naturaleza”
I ntegram
El fuego quetzalcoatliano es el fuego que
radica en todo el núcleo universal que
siempre ha existido y seguirá existiendo
a través de la eternidad.

“El fuego renueva incesantemente

la naturaleza”
“He allí el misterio de las almas gemelas, uno de los misterios
más grandes y sublimes del amor.
Es mediante el sexo que nosotros podemos transformarnos y
convertirnos en seres inmortales y poderosos.
 Quetzalcóatl
Quetzalcoatl quiere a los hombres, pero todavía el “hombre estelar no existe”,
por El hombre perdió sus facultades trascendentales y degeneró totalmente.
Los dioses se volvieron demonios ¿quién lo negaría?. Estamos en una Edad
negra. La Serpiente se mordió la cola. Se fue Quetzalcoatl, pero debemos
llamarlo con todo nuestro corazón.
“Quetzalcoatl debe renacer en cada uno de nosotros”.
lo que nosotros necesitamos crear a ese
nuevo hombre, ya que dentro de
nuestras glándulas endocrinas,
llevamos los gérmenes de Dios y del
hombre.

“Ha llegado la hora que conozcamos los misterios del universo, del sexo y de la
espiritualidad para transformarnos radicalmente en hombres”
 7) CHAKRA CORONARIO – Energías Superiores
6) CHAKRA FRONTAL – Pensamientos

5) CHAKRA LARINGEO – Verbalizaciones -Expresiones

4) CHAKRA CARDIACO – Sentimientos

3) CHAKRA SOLAR – Sensaciones

2) CHAKRA ESPLENICO – Deseos

1) CHAKRA COCCIGEO – Frustraciones y Placeres

Sexuales

La pirámide del Sol es un poderoso imán de energía solar

que representa la INICIACION PSICOLOGICA para el
despertar de los 7 Grados del Poder del Fuego Sagrado.
Está orientada de manera que el 21 de Junio el Sol pasa
por el cenit del lugar y se oculta exactamente en frente de
la Pirámide, convirtiéndose así en un reloj cósmico y a la
vez, mostrándonos la RUTA SOLAR, el CAMINO
CRISTICO. Además, toda la fuerza de la Constelación de
Acuario recae sobre ella, convirtiéndola en un Ombligo
Cósmico Energético
“Quetzalcoatl, la serpiente luminosa debe renacer
en cada uno de nosotros”.
Los rituales y la religión eran muy importantes para la
civilización Azteca, porque creían que eran el pueblo elegido
del sol y que tenían que cumplir con una misión para construir
un mundo ideal.

La piedra del Sol (mide 3,60 metros de diámetro, 122

centímetros de grosor y pesa más de 24 toneladas)–común e
incorrectamente llamada Calendario Sagrado de los
aztecas– es un disco monolítico de basalto con inscripciones
alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares.

Nadie sabe con certitud cómo el calendario azteca fue

leído o interpretado, su diseño simbólico es impactante
y ha intrigado tanto a historiadores como a
arqueólogos por décadas.
Los análisis más próximos respecto a la división espacial
geométrica de su diseño nos hablan de que, siguiendo del
centro hacia el exterior, nos encontramos con una franja
circular en la cual se hallan veinte pictogramas iguales. A
esa franja se la conoce como la rueda de los días, pues
en ella se personifican los veinte glifos que representan los
veinte días del mes azteca.

El año azteca consiste de 18 meses, cada uno

contiene 20 días, y cada mes tenía un nombre propio;
así que esto cubre los 360 días. Cinco puntos fueron
adheridos al circulo, que son conocidos como:
Nemontemi y que son los días de Sacrificio.
 PRIMER SOL Precedido por Tezcatlipoca, fue tiempo
de gigantes que terminaron devorados
por jaguares. El Sol nunca llegó a tener
brillo por completo en este período.
Duración: 676años.

SEGUNDO SOL Tiempo precedido por Quetzalcóatl en el

que el mundo estaba habitado por
humanos convertidos en monos que
debieron sobrevivir al viento ocasionado
por los huracanes que destruyeron el
mundo y el Sol. Duración: 364 años
TERCER SOL Fue precedido por Tlaloc, durante su
duración el mundo estuvo habitado por
seres humanos que se alimentaban de
semillas acuáticas y que fueron
convertidos en perros, pavos, pájaros y
mariposas, destruidos luego por lluvias
de fuego. Duración: 312 años.

CUARTO SOL
Precedido por Chalchiuhtlicue, los
humanos se alimentaban de
Semillas Salvajes y fueron
trasformados en peces; esta edad
fue destruida por grandes
Inundaciones y el cielo se
despedazo.Duración: 676 años.
 Los cuatro Soles o Edades también
eran las cuatro estaciones del año. El
año empezaba el 12 de mayo al caer las
primeras ‘aguas’ con el Sol Atl el agua,
seguía verano con el Sol Quiahuitl la
lluvia, después otoño con el Sol Ehecatl
el viento y finalmente la temporada de
‘secas’ con el Sol Océlotl el jaguar.

El monolito conocido vulgarmente por «calendario azteca», es

un instrumento de medición del movimiento del universo, pero
también un registro de los acontecimientos universales que se
insertan en ese movimiento.
Describe la existencia de cuatro eras pasadas –alumbradas por
cuatro soles distintos– así como de la actual, que está
presidida por la luz del quinto Sol. Todo lo hecho fue aniquilado
y vuelto a hacer varias veces. Cada universo, cada civilización
dio arqueológico del orden de los soles
fue alumbrada por un sol diferente.
Más allá de las contradicciones entre los cronistas, la
asimilación de datos y elementos que podemos intentar reunir
de las conocidas fuentes señalan que los trabajos de
Quetzalcóatl y los sacrificios de los dioses fundamentaron el
quinto Sol y, como este se mueve, se llama Ollintonatíuh (Sol
de Movimiento) o Nahui Ollin (Cuatro Movimientos), lo que
hará sobrevenir una catástrofe de temblores de tierra y
hambre que hará perecer el mundo que vivimos.
 CAIMAN FLOR
VIENTO LLUVIA

CASA CUCHILLO

LAGARTIJA TERREMOTO

ZOPILOTE
SERPIENTE

MUERTE AGUILA

JAGUAR
VENADO

CONEJO CAÑA

AGUA HIERBA

PERRO MONO
Cada vez que se habla de «animales de poder», en el
chamanismo de la geografía del altiplano de México es muy
común tener presente los diez animales que aparecen en el
calendario sagrado de los aztecas; los cuales son: el Caimán
o Cocodrilo, el Lagarto, la Serpiente, el Venado, el Conejo, el
Perro, el Mono, el Ocelote o el Jaguar, el Águila y el Zopilote
o Buitre.
Así pues, de acuerdo con la tradición prehispánica, los
dioses aztecas poseían la facultad de transformarse o
adoptar formas animales para interactuar con el ser humano.

En las mitologías mesoamericanas, esta misma afirmación se

traslada a los chamanes, en la convicción de que, mediante la
magia, pueden establecer un fuerte vínculo con su nahual o
nagual (en náhuatl, «lo oculto», «lo escondido», «lo interior»),
de modo que sus sentidos y cualidades se agudizan
notoriamente.
Este don, que recibían gracias a su tótem personal, podía ser
utilizado para el bien, generalmente al convertirse en una especie
de vínculo con el mundo sobrenatural. Pero también solía ser
usado para otros propósitos, como la maldad. Por ello, a los
nahuales normalmente se les teme.