Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RIESGOS COSTEROS
En algunas zonas de este tramo de costa, la erosión ha llegado tan lejos que solo las
estructuras costeras la separan de la primera línea de viviendas. Incluso hay algunas
casas que parecen formar un cabo, en dirección al mar, cuando se comparan con el
litoral que las rodea, que básicamente sigue la línea marcada por los espigones. Se
trata de un caso de protección costera al límite, altamente vulnerable y con algunas
zonas de alto riesgo.
DAÑOS POR EL VIENTO
El viento daña las propiedades y las infraestructuras de las zonas costeras.
Debido a su ubicación, estas infraestructuras están más expuestas a los
vientos y a los elementos que si se encontraran más hacia el interior. Además
de su papel en la formación del oleaje y en las tormentas, el viento puede
suponer un riesgo en sí mismo. Los medios costeros son menos adecuados para
la presencia de bosques, arbolados, etc. Es por ello que las propiedades y las
infraestructuras pueden estar directamente expuestas a los efectos de vientos
fuertes y vendavales y, por lo tanto, sufrir daños.
Una inundación de agua de mar puede deberse a una tormenta fuerte (como
un temporal o un aumento del nivel de las mareas), una marea equinoccial o
una combinación de ambas. Además, estas inundaciones pueden ser más
graves si coinciden con un mayor caudal en la desembocadura de los ríos, algo
especialmente evidente durante las tormentas marinas de invierno donde los
sistemas meteorológicos de baja presión son comunes.
La menor presión atmosférica durante estas tormentas permite que suban los
niveles del agua, ya que hay menos presión que empuje el agua hacia el
fondo.
INUNDACIONES COSTERAS
CALIDAD DEL AGUA
Una mala calidad del agua se considera un riesgo costero, ya que pone en
riesgo estos elementos socioeconómicos y medioambientales.
Aguas residuales urbanas, aguas fecales y vertidos industriales que van a
parar directamente al mar pueden afectar a la calidad del agua. Asimismo,
los vertidos de residuos agrícolas líquidos o los cambios en los aportes
fluviales tienen un efecto negativo en la calidad del agua.
Una buena calidad del agua es esencial para la industria acuícola y pesquera.
También es importante para los usos recreativos del litoral (playas, natación,
surf, etc.) y es de vital importancia para muchos hábitats costeros.
CALIDAD DEL AGUA
El fósforo y el nitrógeno contribuyen a
alimentar el crecimiento de las algas, y la
descomposición de éstas reduce la cantidad
de oxígeno disponible para otras criaturas
marinas, como los peces, moluscos y
crustáceos.
Los cambios en la concentración de
nutrientes también pueden modificar la
composición y diversidad de las especies de
fitoplancton.
En los casos más extremos, esta explosión
del crecimiento algal puede dar lugar a
fenómenos de eutrofización, creando
«zonas muertas» anóxicas una vez las algas
invaden un área y mueren. También pueden
causar la proliferación de algas tóxicas en
el litoral.
CAMBIO CLIMÁTICO
Las implicaciones del cambio climático para la erosión y las inundaciones costeras
son bastante obvias: el aumento de la actividad tormentosa (ya sea en
frecuencia, duración o intensidad) conducirá a un aumento de la movilidad del
litoral y de las inundaciones.
Las implicaciones para la calidad del agua son menos obvias; por ejemplo, el
probable aumento de la temperatura del agua se traducirá en una reducción de
los niveles de oxígeno en el agua y en una menor capacidad de absorción de
dióxido de carbono, o también el aumento de la actividad tormentosa supondría
la llegada de una mayor cantidad de sedimentos finos procedentes de las zonas
continentales, lo que aumentaría la turbidez de las aguas litorales.
Estos dos factores son de vital importancia para la supervivencia de los recursos
marinos y tendrían claras consecuencias socioeconómicas.
SUBIDA DEL NIVEL DEL MAR
Ligado al cambio climático, el nivel global del mar está ascendiendo: durante la
segunda mitad del siglo 20, el nivel del mar ha ascendido en 2,5 cm (IPCC, 2007).
El nivel de los mares no subirá de manera uniforme en la costa atlántica, dado que
los efectos regionales tienen un papel importante en la subida relativa del nivel
del mar. Por ejemplo, las áreas que estuvieron cubiertas de hielo durante la última
glaciación pueden todavía estar experimentando un rebote isostático de la
superficie terrestre: la desaparición de la masa glacial que ejercía una presión
sobre el continente da lugar a su elevación a lo largo del tiempo.
Si esta subida es superior a la subida global del nivel del mar, el nivel relativo del
mar desciende. Esto sucede, por ejemplo, en la mitad septentrional de Irlanda.
Por el contrario, si las zonas continentales se hunden progresivamente, ya sea a
escala regional o local, la subida relativa del nivel del mar será mayor que a escala
global.
SUBIDA DEL NIVEL DEL MAR