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LA ESCUELA COMO UN PERFORMANCE RITUAL

PETER McLAREN: Estructura los conceptos de


enseñanza y ritual en un marco unificado. Nace en
el trabajo de campo en una escuela católica de
Toronto, en Canadá
Encontré que mis ideas acerca del ritual __y la
enseñanza__ continuaba siendo estrechas y
simplistas y que como académico había
subestimado flagrantemente el significado de la
cultura joven que existe fuera de los límites de la
vida del salón de clase.

Descubriría cosas extrañas y otras familiares que se hicieron


extrañas en sus escenarios : ritos de transición en los que el
no amilanarse bajo el dolor se convirtió en el drama cultural
prevaleciente ; un curriculum en el que la distinción entre
valores católicos y capitalistas fue anulada; estudiantes que
fueron expuestos a los sufrimientos de Cristo más que a su
enseñanza y maestros que inconscientemente hicieron de
Cristo tanto un agente secular de control social como un
cadáver espiritual
Mi propósito de proporcionar fundamentos a
esta investigación sobre el ritual en el escenario
contemporáneo del salón de clase, se basa en
las siguientes creencias: que la escuela opera
como rico receptáculo de los sistemas rituales;
que los rituales desempeñan un papel crucial e
inerradicable en el conjunto de la existencia del
estudiante, y que las variadas dimensiones de
los procesos rituales son intrínsecas a los
acontecimientos y negociaciones de la vida
institucional y a los contornos y entramado de
la cultura escolar
He adoptado una perspectiva del ritual que intenta
asumir seriamente los conceptos de poder y
dominación y que considera el ritual como un producto
cultural construido como referencia colectiva de la
experiencia simbólica y situada de la clase social de un
grupo . De acuerdo con esto, el ritual será considerado
como hecho político y como parte de las distribuciones
objetivadas del capital cultural dominante de las
escuelas (por ejemplo, los sistemas de significado,
preferencias, actitudes, y normas que legitiman el
orden social existente).
Las fuerzas sociales no sólo dan lugar a expresiones
simbólicas (como Durkheim nos ha mostrado) sino que
símbolos y rituales se encuentran ahora en trance de
crear grupos sociales.
Ubicar los avances recientes en los estudios sobre
ritual y performance dentro de la práctica del
encuentro pedagógico, proporciona al educador
partidario de las reformas un amplio dispositivo para
desvelar y por lo tanto descodificar los obstáculos e
impedimentos que encaran los estudiantes de la clase
trabajadora al adquirir un educación.

GEERTZ, por ejemplo, define a la cultura como “un


patrón de significados históricamente transmitidos
incorporados símbolos, un sistema de concepciones
heredadas expresadas en forma simbólica por medio
del cual los hombres se comunican, perpetúan y
desarrollan conocimiento y actitudes acerca de la
vida”.
VICTOR TURNER está considerado como el
principal exponte antropológico de los análisis
simbólicos (que él describe como “simbología
comparativa”) y los estudios rituales. Su trabajo es
memorable, inaugura una nueva era en la
comprensión de formas culturales tanto
contemporáneas. El trabajo de campo antropológico
inicial de Turner reflejaba un enfoque estructural
funcionalista; más tarde se esforzó por abstenerse
de entender la cultura como un momento funcional
o estático congelado en el tiempo, prefiriendo en
cambio concebir los géneros cultural, literario y
artístico como “procesos”
LA SOCIEDAD EDUCADORA
La pregunta básica es: ¿Qué tipo de educación
corresponde a un mundo como el actual.
El tema de la políticas públicas en la educación es
de trascendental importancia en el desarrollo de
una nación.
Varios investigadores coinciden que la influencia
de la escuela formal en el proceso educativo se
ha debilitado de manera ostensible. Esto obedece
a tres factores: el desarrollo de los medios de
comunicación, la urbanización acelerada de la
población; y la transformación de los procesos de
socialización de niños y jóvenes de ambos sexos.
Esta pérdida relativa de influencia no significa
que la educación formal halla perdido vigencia, o
que cerrar las escuelas sea la recomendación
más apropiada para la época.
Estas primeras reflexiones apuntan a mostrar la
gran influencia que hoy ejercen otras instancias
de la sociedad, diferentes al sistema escolar
formal.
En primer lugar, está muy claro que la
responsabilidad sobre la educación básica de
niños y jóvenes es una competencia colectiva
que no corresponde solamente al estado, sino
que debe involucrar de manera precisa y
concreta a las familias, a las organizaciones
civiles y al sector empresarial
La respuesta a las preguntas sobre el origen de las
transformaciones educativas debe buscarse en cuatro
ámbitos.
Primero, el político. Los cambios que se están operando
en las estructuras de los estados obligaran a redefinir el
lugar de lo educativo en la sociedad.
Segundo, en la formas de organización social que están
emergiendo y que producirán modificaciones en las
propias prácticas educativas.
Tercero, en la cultura de las nuevas formas de
comunicación social y de la producción del conocimiento.
Por último, en la economía, donde se están creando
formas de producción e intercambio de bienes y servicios ,
con la consecuentes modificación en las demandas
realizadas a los sistemas educativos.
Estamos viviendo una época de transición que marca el
paso del estado docente a la sociedad educadora.

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