Una pastoral sinodal • La pastoral juvenil necesita adquirir otra flexibilidad, y convocar a los jóvenes a eventos, a acontecimientos que cada tanto les ofrezcan un lugar donde no sólo reciban una formación, sino que también les permitan compartir la vida, celebrar, cantar, escuchar testimonios reales y experimentar el encuentro comunitario con el Dios vivo. Grandes líneas de acción • Una es la búsqueda, la convocatoria, el llamado que atraiga a nuevos jóvenes a la experiencia del Señor.
• La otra es el crecimiento, el desarrollo de un
camino de maduración de los que ya han hecho esa experiencia. Distintos ámbitos para desarrollos pastorales • Muchos jóvenes son capaces de aprender a gustar del silencio y de la intimidad con Dios. También han crecido los grupos que se reúnen a adorar al Santísimo o a orar con la Palabra de Dios. • Una oportunidad única para el crecimiento y también de apertura al don divino de la fe y la caridad es el servicio: muchos jóvenes se sienten atraídos por la posibilidad de ayudar a otros, especialmente a niños y pobres. • No podemos olvidar las expresiones artísticas, como el teatro, la pintura, etc. «Del todo peculiar es la importancia de la música, que representa un verdadero ambiente en el que los jóvenes están constantemente inmersos, así como una cultura y un lenguaje capaces de suscitar emociones y de plasmar la identidad. • «Es igualmente significativa la relevancia que tiene entre los jóvenes la práctica deportiva, cuyas potencialidades en clave educativa y formativa la Iglesia no debe subestimar, sino mantener una sólida presencia en este campo. Una pastoral popular juvenil 234. En el Sínodo se exhortó a construir una pastoral juvenil capaz de crear espacios inclusivos, donde haya lugar para todo tipo de jóvenes y donde se manifieste realmente que somos una Iglesia de puertas abiertas.
Ni siquiera hace falta que alguien asuma completamente
todas las enseñanzas de la Iglesia para que pueda participar de algunos de nuestros espacios para jóvenes.
Basta una actitud abierta para todos los que tengan el
deseo y la disposición de dejarse encontrar por la verdad revelada por Dios.