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La política, el derecho y la ética

Ontología jurídica

Dr. Cesar Palomino


Objetivos

1. Definir la Política en su rol de intervención colectiva


2. Establecer las líneas de reflexión del fin de la
Política.
3. Analizar la correlación existente entre el Derecho y
la Política.
4. Precisar los puntos de identidad entre la Ética, la
Política y el Derecho
Significado moderno de Política
• En la época contemporánea la Política es entendida
como la actividad que crea, desenvuelve y ejerce
poder. Ejercicio del poder con una finalidad específica,
encaminada a la cohesión de un grupo, mediante el
derecho.
• “Política” se emplea para designar la esfera de
acciones que se refieren directa o indirectamente a la
conquista y ejercicio del poder último (supremo o
soberano) sobre una comunidad de individuos en un
territorio.
¿Fin o fines?
EL FIN DE LA POLÍTICA
Acción y fines propios
• Toda acción por lo general es motivada por algo
o encaminada hacia algo. Y si por política
entendemos una actividad realizada por el
hombre, luego debe haber una razón o muchas
para realizarla.
• En toda actividad hay algo común que es la
exigencia fundamental de que debe existir una
correspondencia real y clara entre el fin que se
pretende alcanzar y los medios utilizados para
ello.
El fin de la política

• El fin es determinante, pues es el que califica


formalmente las acciones previas a la
consecución del mismo.
• Pero en este caso, no se trata de un individuo
físico quien realiza la acción, sino de una
entidad que depende de aquellos que la crean y
le dan vida: los políticos; por lo cual no puede
decirse que existan fines de la política de una
vez y para siempre, y mucho menos un fin que
incluya a todos los posibles y que pueda ser
considerado como el fin de la política.
¿Fin o fines?
• Sostendremos que los fines de la política son tantos
como metas un grupo organizado se propone, según el
tiempo y las circunstancias.
• Esto no le impide exista cuando menos un fin mínimo de
la política: el orden público en las relaciones internas y
la defensa de la integridad nacional en las relaciones de
un Estado con los demás.
• Este fin es mínimo para la obtención de los demás fines:
la paz, la tranquilidad, la seguridad, la justicia, el bien
común, el ejercicio y práctica de los derechos humanos.
La política, perfeccionamiento humano como
fin
• La política tiene por objeto la convivencia social en
su más alto nivel.
• Pretende establecer una organización racional del
poder político y de la sociedad política, que convierte
al hombre en sujeto autónomo de derecho, que
participe en la toma de decisiones políticas, y que
aparezca como objetivo y fin último de la actividad
política para hacer posible el pleno desarrollo de su
dignidad como persona, es decir, como ser que elige,
ser racional, ser comunicativo y ser moral.
¿La política busca la perfección humana?
• Contrario a esta idea Maquiavelo tiene como punto de partida
en su pensamiento político una consideración negativa sobre
el hombre porque en la práctica tiende a actuar con
fingimiento, volubilidad y codicia, lo cual le lleva al mismo
tiempo a distinguir entre moral natural y moral evangélica,
quedándose con la primera y pretendiendo, al mismo tiempo,
deducir normas para la política de la consideración de la
naturaleza humana, “tal como es y no tal como debe ser”.
• Su política se nos muestra como una
sutil dosificación de brutalidad y
disimulo, según las circunstancias y la
naturaleza de las cuestiones particulares,
dándose por supuesto que lo que se
considera es el resultado, el fin que se
persigue.
Política: el fin determina la bondad o maldad
• En el capítulo XVIII de El príncipe, Maquiavelo expone
claramente su pensamiento allí donde afirma que para juzgar
sobre la bondad o maldad de una acción es preciso mirar al
fin (en otras palabras, el resultado de la acción).
•Y formula la siguiente
máxima: “El príncipe no ha de
hacer más que vivir y
sostenerse en su Estado; los
medios que emplee para
conseguirlo siempre
parecerán honrados y
laudables porque el vulgo
juzga siempre por las
apariencias y sólo se atiene a
los resultados”.
Aristóteles: fin de la política es el bien humano
colectivo

• Aristóteles planteó: el fin que le es propio a la


política abraza los de todas las otras ciencias, al
punto de ser por excelencia el bien humano.
• Y por más que este bien sea el mismo para el
individuo y para la ciudad, es con mucho, cosa mayor
y más perfecta la gestión y salvaguarda del bien de
la ciudad. Es cosa amable hacer el bien a uno solo;
pero más bella y más divina es hacerlo al pueblo y a
la ciudad.
Tomás: fin de la política es el obrar virtuoso de
los hombres del colectivo
• Tomás de Aquino traducirá esta idea aristotélica diciendo que,
“el bien común es el fin de las personas singulares que
existen en comunidad, como el fin del todo es el fin de
cualquiera de sus partes. Sin embargo, el bien de una persona
singular no es fin de otra”.
• Por consiguiente, el fin de la comunidad política es el fin del
hombre en la medida en que el hombre es parte de esa
comunidad.
• El fin de la política es la felicidad de los hombres, que
consiste en obrar virtuosamente. Y esa debe ser la misión de
la política: poner los medios de que legítimamente dispone
para que los ciudadanos sean buenos, y obren el bien, que
obren virtuosamente.
• Para lograr ese fin —como en otros muchos casos y
otras actividades— también la política no puede ser
autárquica (autosuficiente), necesita de otras
ciencias: la antropología social, la filosofía social, la
economía, la filosofía política, por ejemplo, de entre
todas ellas, en este momento, como un apoyo
inmediato-próximo, el derecho.
LA POLÍTICA Y EL DERECHO
Correlación del Derecho y la Política

• Si por derecho entendemos el orden normativo


que impone un determinado comportamiento
o que regula la conducta de un grupo
organizado de hombres, la política tiene que
ver con él desde dos puntos de vista:
 en cuanto la acción política se lleva a efecto a
través del derecho,
 y en cuanto el derecho delimita y disciplina la
acción política
1. El orden jurídico es producto del poder
político
• Donde no hay poder capaz de hacer valer las
normas creadas por él, con el fin de lograr el
bien común a través del orden, recurriendo
incluso, como último recurso, a la fuerza, no
hay derecho.
• Se entiende que el derecho del que estamos
hablando es el derecho positivo, el cual, si es
producto del poder, la relación entre el poder
político y el derecho es clara y simple, pues la
existencia de éste depende de la existencia de
un poder político definido.
El orden jurídico es producto del poder
político
• Poder, del cual al mismo tiempo, tanto su
definición como su existencia dependerán no
sólo de su conformación con el ordenamiento
jurídico existente, sino que además, tendrá
que ser acorde con las aspiraciones,
exigencias y valores de la sociedad, factores,
todos ellos que lo dotarán también de
legitimidad.
• En este sentido podemos decir que el
derecho debe estar al servicio de la política,
pues tiene que ayudar a que las instituciones
puedan desempeñar el cometido que la
sociedad les ha confiado.
Política y Derecho representan un papel de
importancia definitiva en toda comunidad humana
organizada: la acción espontánea y enérgica del poder
político configura la comunidad y la conduce al
cumplimiento de sus fines;
el Derecho, por su parte, señala los cauces estrictos
por los cuales debe correr esa actividad y da origen a
un orden estable y firme de la convivencia social.
2. El derecho delimita y disciplina la acción
política
• Ya no es el poder político el que produce el
derecho, sino el derecho el que justifica el poder
político.
• Esto podemos traducirlo en la siguiente pregunta:
¿hay alguna diferencia entre poder de derecho y
poder de hecho? Para el caso podemos aplicar un
principio general de filosofía moral según el cual
mientras toda mala conducta debe ser justificada,
no ocurre lo mismo con la buena.
• Sólo la referencia a un principio de legitimación (el
derecho) hace del poder de imponer obligaciones
un derecho, y de la obediencia de la imposición por
parte de los destinatarios un deber, transformando
una relación de mera fuerza en un vínculo jurídico.
El derecho delimita y disciplina la acción
política
• Desde Aristóteles entendemos esto: al tratar del
gobierno de la ciudad, se pronunciaban a favor de la
preeminencia del gobierno de las leyes y no del de
los hombres. La legalidad es importante, nadie lo
niega, pero no suficiente, porque si la tomamos en
forma aislada y exclusiva, viviríamos en la mera
formalidad.
• Por esta razón es necesario acompañarla con una
nota más puesto que un poder estrictamente
apegado al procedimiento legal no es suficiente,
porque no tiene contenido, por lo que habrá que
agregar que si tal poder no es acorde con los
principios, valores, ideales y aspiraciones de la
comunidad, a la cual rige, y por la cual existe, será
legal pero no legítimo.
Prudencia política
• Podemos deducir que política y derecho guardan entre sí
una estrecha relación; cada uno constituye una forma de
vida social y cada uno a su modo pretende ser la
realización de un punto de vista sobre la justicia.
• Para ello, es necesario la presencia de lo que se conoce
como prudencia política, que para entenderla es preciso
primero, saber qué es la prudencia en cuanto virtud moral,
la cual se traduce como “la recta razón en el obrar” es
decir, la virtud que ajusta y amolda la ley moral universal
a todos los casos que puedan presentarse en la vida
concreta.
• Además, hay que tener en cuenta que a la prudencia no le
corresponde fijar el fin, sino los medios convenientes y
adecuados para lograrlo. Si esto lo relacionamos con el
gobernante, podemos decir que la prudencia política o
gubernativa consistirá en la aplicación a las
circunstancias concretas de los supremos principios de la
ciencia política.
LA POLÍTICA Y LA ÉTICA
Diferencia de Política y Ética
• La política examina los comportamientos en sus
relaciones con una estructura de poder; éste, pertenece
a la esfera de los hechos; por eso la política pretende ser
un saber sobre hechos, y sus juicios intentarán explicar
el juego de las fuerzas que mueven a la sociedad, sus
relaciones y las situaciones efectivas que surgen de ellas.
• La ética, por su parte, considera esos comportamientos
en cuanto cumplen normas e intentan realizar valores
objetivos; estos valores pertenecen al ámbito del deber
ser; será una ciencia de principios, un conocimiento de
los valores, y sus juicios tratarán de justificar una acción
o un programa colectivo porque realizan valores
deseables.
Diferencia teleológica
• Se establece la distinción entre derecho y ética desde la
diferenciación de su sujeto final: el derecho tiene por
objeto las relaciones entre los hombres; la ética, por el
contrario, el hombre en cuanto naturaleza individual.
• La valoración jurídica caracteriza una acción como buena
para la vida en comunidad; la valoración ética, en tanto
buena, por antonomasia.
• La capacidad humana de la persona no es un mero ser en
sí mismo ni tan sólo una individualidad impregnada del
yo, sino que ésta es siempre, a un mismo tiempo,
individualidad social.
Límite del derecho, punto de partida de la ética
• No obstante que una nota característica del derecho es la
fuerza, no puede obtener por ésta el cumplimiento de
un deber moral, tan sólo puede posibilitarlo.
• Pero si es la posibilidad de lo moral, también puede serlo
de lo inmoral. Al hacer la distinción entre ética privada y
ética pública, ésta última señala qué deben hacer los
poderes, las autoridades y los funcionarios, quiénes
pueden y son competentes para hacerlo y con qué
procedimientos, precisamente para que los ciudadanos
sean libres en la orientación de su moralidad privada.
• Al mismo tiempo que trata de configurar una
organización política y jurídica, donde cada uno pueda
establecer libremente sus planes de vida

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