1. Definir la Política en su rol de intervención colectiva
2. Establecer las líneas de reflexión del fin de la Política. 3. Analizar la correlación existente entre el Derecho y la Política. 4. Precisar los puntos de identidad entre la Ética, la Política y el Derecho Significado moderno de Política • En la época contemporánea la Política es entendida como la actividad que crea, desenvuelve y ejerce poder. Ejercicio del poder con una finalidad específica, encaminada a la cohesión de un grupo, mediante el derecho. • “Política” se emplea para designar la esfera de acciones que se refieren directa o indirectamente a la conquista y ejercicio del poder último (supremo o soberano) sobre una comunidad de individuos en un territorio. ¿Fin o fines? EL FIN DE LA POLÍTICA Acción y fines propios • Toda acción por lo general es motivada por algo o encaminada hacia algo. Y si por política entendemos una actividad realizada por el hombre, luego debe haber una razón o muchas para realizarla. • En toda actividad hay algo común que es la exigencia fundamental de que debe existir una correspondencia real y clara entre el fin que se pretende alcanzar y los medios utilizados para ello. El fin de la política
• El fin es determinante, pues es el que califica
formalmente las acciones previas a la consecución del mismo. • Pero en este caso, no se trata de un individuo físico quien realiza la acción, sino de una entidad que depende de aquellos que la crean y le dan vida: los políticos; por lo cual no puede decirse que existan fines de la política de una vez y para siempre, y mucho menos un fin que incluya a todos los posibles y que pueda ser considerado como el fin de la política. ¿Fin o fines? • Sostendremos que los fines de la política son tantos como metas un grupo organizado se propone, según el tiempo y las circunstancias. • Esto no le impide exista cuando menos un fin mínimo de la política: el orden público en las relaciones internas y la defensa de la integridad nacional en las relaciones de un Estado con los demás. • Este fin es mínimo para la obtención de los demás fines: la paz, la tranquilidad, la seguridad, la justicia, el bien común, el ejercicio y práctica de los derechos humanos. La política, perfeccionamiento humano como fin • La política tiene por objeto la convivencia social en su más alto nivel. • Pretende establecer una organización racional del poder político y de la sociedad política, que convierte al hombre en sujeto autónomo de derecho, que participe en la toma de decisiones políticas, y que aparezca como objetivo y fin último de la actividad política para hacer posible el pleno desarrollo de su dignidad como persona, es decir, como ser que elige, ser racional, ser comunicativo y ser moral. ¿La política busca la perfección humana? • Contrario a esta idea Maquiavelo tiene como punto de partida en su pensamiento político una consideración negativa sobre el hombre porque en la práctica tiende a actuar con fingimiento, volubilidad y codicia, lo cual le lleva al mismo tiempo a distinguir entre moral natural y moral evangélica, quedándose con la primera y pretendiendo, al mismo tiempo, deducir normas para la política de la consideración de la naturaleza humana, “tal como es y no tal como debe ser”. • Su política se nos muestra como una sutil dosificación de brutalidad y disimulo, según las circunstancias y la naturaleza de las cuestiones particulares, dándose por supuesto que lo que se considera es el resultado, el fin que se persigue. Política: el fin determina la bondad o maldad • En el capítulo XVIII de El príncipe, Maquiavelo expone claramente su pensamiento allí donde afirma que para juzgar sobre la bondad o maldad de una acción es preciso mirar al fin (en otras palabras, el resultado de la acción). •Y formula la siguiente máxima: “El príncipe no ha de hacer más que vivir y sostenerse en su Estado; los medios que emplee para conseguirlo siempre parecerán honrados y laudables porque el vulgo juzga siempre por las apariencias y sólo se atiene a los resultados”. Aristóteles: fin de la política es el bien humano colectivo
• Aristóteles planteó: el fin que le es propio a la
política abraza los de todas las otras ciencias, al punto de ser por excelencia el bien humano. • Y por más que este bien sea el mismo para el individuo y para la ciudad, es con mucho, cosa mayor y más perfecta la gestión y salvaguarda del bien de la ciudad. Es cosa amable hacer el bien a uno solo; pero más bella y más divina es hacerlo al pueblo y a la ciudad. Tomás: fin de la política es el obrar virtuoso de los hombres del colectivo • Tomás de Aquino traducirá esta idea aristotélica diciendo que, “el bien común es el fin de las personas singulares que existen en comunidad, como el fin del todo es el fin de cualquiera de sus partes. Sin embargo, el bien de una persona singular no es fin de otra”. • Por consiguiente, el fin de la comunidad política es el fin del hombre en la medida en que el hombre es parte de esa comunidad. • El fin de la política es la felicidad de los hombres, que consiste en obrar virtuosamente. Y esa debe ser la misión de la política: poner los medios de que legítimamente dispone para que los ciudadanos sean buenos, y obren el bien, que obren virtuosamente. • Para lograr ese fin —como en otros muchos casos y otras actividades— también la política no puede ser autárquica (autosuficiente), necesita de otras ciencias: la antropología social, la filosofía social, la economía, la filosofía política, por ejemplo, de entre todas ellas, en este momento, como un apoyo inmediato-próximo, el derecho. LA POLÍTICA Y EL DERECHO Correlación del Derecho y la Política
• Si por derecho entendemos el orden normativo
que impone un determinado comportamiento o que regula la conducta de un grupo organizado de hombres, la política tiene que ver con él desde dos puntos de vista: en cuanto la acción política se lleva a efecto a través del derecho, y en cuanto el derecho delimita y disciplina la acción política 1. El orden jurídico es producto del poder político • Donde no hay poder capaz de hacer valer las normas creadas por él, con el fin de lograr el bien común a través del orden, recurriendo incluso, como último recurso, a la fuerza, no hay derecho. • Se entiende que el derecho del que estamos hablando es el derecho positivo, el cual, si es producto del poder, la relación entre el poder político y el derecho es clara y simple, pues la existencia de éste depende de la existencia de un poder político definido. El orden jurídico es producto del poder político • Poder, del cual al mismo tiempo, tanto su definición como su existencia dependerán no sólo de su conformación con el ordenamiento jurídico existente, sino que además, tendrá que ser acorde con las aspiraciones, exigencias y valores de la sociedad, factores, todos ellos que lo dotarán también de legitimidad. • En este sentido podemos decir que el derecho debe estar al servicio de la política, pues tiene que ayudar a que las instituciones puedan desempeñar el cometido que la sociedad les ha confiado. Política y Derecho representan un papel de importancia definitiva en toda comunidad humana organizada: la acción espontánea y enérgica del poder político configura la comunidad y la conduce al cumplimiento de sus fines; el Derecho, por su parte, señala los cauces estrictos por los cuales debe correr esa actividad y da origen a un orden estable y firme de la convivencia social. 2. El derecho delimita y disciplina la acción política • Ya no es el poder político el que produce el derecho, sino el derecho el que justifica el poder político. • Esto podemos traducirlo en la siguiente pregunta: ¿hay alguna diferencia entre poder de derecho y poder de hecho? Para el caso podemos aplicar un principio general de filosofía moral según el cual mientras toda mala conducta debe ser justificada, no ocurre lo mismo con la buena. • Sólo la referencia a un principio de legitimación (el derecho) hace del poder de imponer obligaciones un derecho, y de la obediencia de la imposición por parte de los destinatarios un deber, transformando una relación de mera fuerza en un vínculo jurídico. El derecho delimita y disciplina la acción política • Desde Aristóteles entendemos esto: al tratar del gobierno de la ciudad, se pronunciaban a favor de la preeminencia del gobierno de las leyes y no del de los hombres. La legalidad es importante, nadie lo niega, pero no suficiente, porque si la tomamos en forma aislada y exclusiva, viviríamos en la mera formalidad. • Por esta razón es necesario acompañarla con una nota más puesto que un poder estrictamente apegado al procedimiento legal no es suficiente, porque no tiene contenido, por lo que habrá que agregar que si tal poder no es acorde con los principios, valores, ideales y aspiraciones de la comunidad, a la cual rige, y por la cual existe, será legal pero no legítimo. Prudencia política • Podemos deducir que política y derecho guardan entre sí una estrecha relación; cada uno constituye una forma de vida social y cada uno a su modo pretende ser la realización de un punto de vista sobre la justicia. • Para ello, es necesario la presencia de lo que se conoce como prudencia política, que para entenderla es preciso primero, saber qué es la prudencia en cuanto virtud moral, la cual se traduce como “la recta razón en el obrar” es decir, la virtud que ajusta y amolda la ley moral universal a todos los casos que puedan presentarse en la vida concreta. • Además, hay que tener en cuenta que a la prudencia no le corresponde fijar el fin, sino los medios convenientes y adecuados para lograrlo. Si esto lo relacionamos con el gobernante, podemos decir que la prudencia política o gubernativa consistirá en la aplicación a las circunstancias concretas de los supremos principios de la ciencia política. LA POLÍTICA Y LA ÉTICA Diferencia de Política y Ética • La política examina los comportamientos en sus relaciones con una estructura de poder; éste, pertenece a la esfera de los hechos; por eso la política pretende ser un saber sobre hechos, y sus juicios intentarán explicar el juego de las fuerzas que mueven a la sociedad, sus relaciones y las situaciones efectivas que surgen de ellas. • La ética, por su parte, considera esos comportamientos en cuanto cumplen normas e intentan realizar valores objetivos; estos valores pertenecen al ámbito del deber ser; será una ciencia de principios, un conocimiento de los valores, y sus juicios tratarán de justificar una acción o un programa colectivo porque realizan valores deseables. Diferencia teleológica • Se establece la distinción entre derecho y ética desde la diferenciación de su sujeto final: el derecho tiene por objeto las relaciones entre los hombres; la ética, por el contrario, el hombre en cuanto naturaleza individual. • La valoración jurídica caracteriza una acción como buena para la vida en comunidad; la valoración ética, en tanto buena, por antonomasia. • La capacidad humana de la persona no es un mero ser en sí mismo ni tan sólo una individualidad impregnada del yo, sino que ésta es siempre, a un mismo tiempo, individualidad social. Límite del derecho, punto de partida de la ética • No obstante que una nota característica del derecho es la fuerza, no puede obtener por ésta el cumplimiento de un deber moral, tan sólo puede posibilitarlo. • Pero si es la posibilidad de lo moral, también puede serlo de lo inmoral. Al hacer la distinción entre ética privada y ética pública, ésta última señala qué deben hacer los poderes, las autoridades y los funcionarios, quiénes pueden y son competentes para hacerlo y con qué procedimientos, precisamente para que los ciudadanos sean libres en la orientación de su moralidad privada. • Al mismo tiempo que trata de configurar una organización política y jurídica, donde cada uno pueda establecer libremente sus planes de vida