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MAFIA QUE OPERA EN EL PERU CON MUJERES Y MENORES.

I.- INTRODUCCIÓN.-

Efectivamente, la trata de personas es un fenómeno aterrador para sus víctimas y/o


familiares, por lo cual es reprimida y sancionada severamente por el Estado peruano y
por todos aquellos Estados comprometidos en garantizar los derechos humanos de las
personas.
La falta de información y de adecuada atención a las graves consecuencias de esta
modalidad criminal, ha llevado a elaborar el presente diagnóstico dirigido a visualizar el
fenómeno a nivel nacional en sus distintas dimensiones, contemplando varios enfoques
y ejes de actuación. Así, se busca aumentar el conocimiento y compromiso de las
autoridades y la ciudadanía para lograr mayor eficacia y colaboración en la lucha contra
este delito.
A nivel mundial, la OIT calcula1 en 2 450 000 el número de víctimas de la trata de
personas, delito que genera ingresos anuales por alrededor de 12 mil millones de
dólares, de los cuales entre 5 y 7 provienen de actividades vinculadas a la explotación
sexual, considerando sólo los beneficios producidos por la venta inicial de las mujeres.
Las ganancias de los tratantes (reportadas por las víctimas) debidas a la explotación
cotidiana, se estiman a nivel mundial en unos 32 000 millones de dólares anuales.
En el plano nacional, no se tiene estimación aproximada de los ingresos que deja este
delito, dada su naturaleza básicamente oculta. No obstante, este estudio muestra que la
trata con fines de explotación sexual en el Perú, no es en sí misma una actividad
excesivamente rentable, sino más bien se asocia al manejo de negocios colaterales como
bares, restaurantes, picanterías y otros donde se vende comida y alcohol. Muchas veces
los mismos tratantes son dueños de estos locales o resultan familiares cercanos de
quienes los administran, de modo que las víctimas son usadas como “carnada” para el
lucro de diferentes explotadores y cómplices.
Se trata de redes bien estructuradas y con complejas ramificaciones en actividades
formales y aparentemente legales, en las que la víctima es rodeada mediante presiones
1
Manual de Derechos Humanos y Trata de Personas – Titulo III – Pagina 19 Autor Fanny Polonia
Molina.
y/o violencia que la reducen a un estado permanente de violación de sus derechos. Y
ello suele ocurrir en contextos sociales permisivos, al amparo de prejuicios y falta de
información. Por ello, este trabajo busca documentar el problema con la mayor claridad
y rigor posibles, para contribuir a mejorar las definiciones, estrategias y actitudes al
respecto, como exigen los programas de prevención y de acción contra esta forma
criminal de explotación.

II.- ESTUDIO SOBRE EL ESTADO DE LA TRATA DE PERSONAS EN EL


PERU.-

1. La trata de personas no discrimina la edad de sus víctimas, pues estas pueden ser
niñas/os, adolescentes, adultos mujeres y hombres.
2. No requiere traslado transnacional ni cruce de fronteras para constituir delito. La
legislación interna contempla adecuadamente la figura de la trata interna, de
manera que basta con lograr el retiro de la víctima de su núcleo familiar o del
lugar donde vivía, con propósitos de explotación.
3. La figura delictiva se presenta en las actividades de captación, transporte,
traslado, acogida y recepción mediante amenaza, uso de la fuerza, rapto, fraude
o aprovechamiento de la condición de vulnerabilidad de la víctima y su familia.
4. El consentimiento es irrelevante, si se han empleado los medios de coerción
descritos o si la víctima es menor de edad.
5. Para sancionar la Trata de Personas no es requisito comprobar explotación
efectiva, pues basta que se acredite el uso de los anteriores recursos, sea con
fines de explotación sexual, laboral, venta de niños, mendicidad, extracción y/o
tráfico de órganos u otras formas de explotación, esclavitud o actividades
análogas a esta.

Esta investigación estudia el fenómeno de la Trata de Personas desde varios enfoques


(derechos humanos, género, delincuencia nacional e internacional, aspectos migratorios
y seguridad ciudadana), constituyendo un trabajo exploratorio y descriptivo a la vez,
basado en métodos cuantitativos y cualitativos que analizan el comportamiento de 12
indicadores enmarcados en 4 ejes de acción:
1. Prevención
2. Persecución
3. Protección o colaboración y
4. Coordinación.

Las técnicas cualitativas aplicadas obtuvieron información de primera y segunda fuente


a nivel nacional. Consistieron básicamente en entrevistas (un total de 98 dirigidas a
actores del sector público, privado e internacional), análisis documental, recojo
testimonial de víctimas y tratantes (un total de 22 testimonios), técnicas participativas,
observación directa y registro fotográfico.

Para obtener la data cuantitativa, la principal técnica fue la aplicación de 104


cuestionarios a las personas entrevistadas, para complementar sus aportes, abordándose
como temas (i) el grado de coordinación y colaboración entre actores, (ii) acuerdos de
cooperación, planes regionales y locales, (iii) capacitación, formación e investigación,
(iv) corrupción y trata de personas (v) medidas de confiscación, (vi) marco legal y
políticas nacionales y (vii) proyectos de cooperación contra la Trata de Personas.

El diagnóstico está estructurado en cinco capítulos o partes, la primera de las cuales


presenta el marco referencial utilizado, detallando los elementos básicos de la Trata de
Personas, las características de delitos afines y los distintos enfoques implicados en su
análisis.

La segunda parte describe los objetivos del estudio y el enfoque metodológico usado.
Además, presenta un cuadro sistematizado donde se esquematiza en forma detallada la
metodología, incluida la selección de muestra y unidad de análisis de cada indicador
perteneciente a los ejes antes descritos. Por último, en esta parte se describe la
importancia de la zona de intervención y la metodología utilizada en el trabajo de
campo.

La tercera parte visualiza los resultados del presente diagnóstico y los clasifica en 3
(tres) sub-categorías. La primera a nivel cualitativo, donde se informan los hallazgos
según los ejes de actuación en la lucha contra la Trata de Personas. En la segunda sub-
categoría se describen los resultados alcanzados en las regiones según la intervención de
campo, que se dio en Piura, Tumbes, Cusco, Pasco, Huánuco, Loreto y Madre de Dios,
a nivel nacional; y en la ciudad de La Paz, en Bolivia. La cuarta parte explora los
resultados encontrados a nivel cuantitativo, según los resultados de los cuestionarios.

La parte final del diagnóstico expone 13 (trece) conclusiones y 17 (diecisiete)


recomendaciones, según los hallazgos a nivel central y regional, de acuerdo a los ejes de
actuación descritos. Las recomendaciones se dan principalmente a actores clave en la
lucha contra la Trata de Personas, que incluyen a instituciones pertenecientes a los
Organismos Públicos, al Grupo de Trabajo Multisectorial Permanente contra la Trata de
Personas, a las ONGs y al sector de Comunicadores.

A modo de conclusión, se pretende que el diagnóstico refuerce conocimientos


adquiridos, por parte de instituciones involucradas en el tema, que sirvan de base para
futuras capacitaciones, que sean tomados en consideración para planificar campañas
estratégicas de información sobre el delito explorado, que complementen líneas de base
para proyectos específicos de cooperación en el tema, que se recojan las
recomendaciones aquí presentadas y que se utilice el contenido del diagnóstico a fin de
generar, diseñar e implementar políticas públicas de alcance nacional en la lucha contra
este fenómeno.

Finalmente, los actores clave que trabajan para mejorar la calidad de vida de las
víctimas y potenciales víctimas de Trata de Personas, son invitados a profundizar en
ciertos puntos del diagnóstico, que, sin duda, merecen ser visualizados y estudiados
mediante enfoques ya no solo exploratorios y/o descriptivos, sino mas bien explicativos.

III.- CONCEPTO.-

La "Trata de Personas" en el Perú existen estas mafias con mayor redundancia operan
sobre todo en Lima, Piura, Cusco, Puno, Arequipa y diversas ciudades de la selva.
Las principales víctimas de la trata de personas en el Perú son mujeres y menores de
edad, quienes son obligadas a prostituirse bajo amenaza de muerte y maltratos, o son
sometidas a trabajos forzados en fábricas, en el campo o en minas. También son
reclutadas para mendigar en las calles, trasladen droga o para comercializar sus órganos,
entre otras formas de explotación.

Es común en nuestra sociedad la explotación laboral bajo la forma de "trabajo


doméstico" que, en ocasiones, es realizado en condiciones de escasa alimentación,
ausencia o salario paupérrimo, prohibición de salidas o semi- encierro, entre otras.

Se desconoce el número exacto de peruanos que se encuentran en situación de trata. 2

Las estadísticas que el Estado maneja respecto a la trata son ínfimas: solo 14 denuncias
desde el 2004. Las herramientas, los recursos y la capacidad de organización con que
cuentan los operadores de justicia son bastante limitados en relación a las poderosas y
bien organizadas mafias que se dedican a este delito. Esto dificulta la capacidad y
posibilidad de detectar, procesar y enjuiciar a los responsables.

El 17 de enero del 2007, entró en vigencia la Ley Nº 28950; Ley contra la Trata de
Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, que permitirá y facilitará la detección de
mafias de tratantes de personas, además de establecer medidas a favor de las víctimas en
relación a la protección y asistencia.

Esta ley dispone que la venta de niños, mendicidad, explotación sexual y laboral, y
extracción o tráfico de órganos, serán tipificados como delito de trata de personas el
cuál puede ser sancionado con pena privativa de libertad de hasta 35 años.

Cabe resaltar que esta Ley se tramitó a propuesta de todas las instituciones públicas,
organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales que integran el Grupo
de Trabajo Multisectorial Permanente contra la trata de personas. A esta disposición
legal se suma la institucionalización del Sistema de Registro y Estadística del delito de
Trata de personas y Afines (RETA)- elaborado por CHS (Capital Humano y Social)
Alternativo- que contiene indicadores sobre denuncias e identificación de personas
2
Coordinación Nacional de Derechos Humanos sobre Trata de Personas – Ministerio del Interior –
Gobierno Nacional del Perú. – Titulo VI – Pagina 32.
relacionadas a la trata y afines, como herramienta utilizada por la Policía Nacional del
Perú (PNP) para contrarrestar este delito.

IV.- MODALIDADES DE LA TRATA DE PERSONAS EN EL PERU.-

1. Explotación Laboral.-

Minería, Fabrica, Trabajos Domésticos, Tala de Madera y Agricultura

2. Explotación Sexual.-

Prostitución, Pornografía y Turismo Sexual.

3. Otras Formas.-

Compra y Venta de Menores de Edad, Matrimonio Servil, Mendicidad, Trafico


de Órganos y Reclutamiento Forzoso.

V.- TRATA CON FINES DE EXPLOTACIÓN LABORAL.-

 Trabajo Forzoso sin remuneración o descanso.

 A veces se les paga con especies


 Incluye casos de trabajo domestico, en condiciones de extrema vulnerabilidad
para la victima, quien depende del victimario y que es explotada o abusada por
el.
 Otros casos se dan en la actividad de la agricultura, la tala de madera, la minería
y en las fábricas, estos constituyen entornos que muchas veces favorecen a la
trata de personas.
VI.- TRATA CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.-

 La Victima es engañada con fines de trabajo, fuera de su lugar de origen.

 Sufre encierro y le quitan sus documentos de identidad.


 Se le exige el pago de una deuda por los pasajes, la alimentación y otros
conceptos.
 Así, por ejemplo se inicia la explotación sexual de la persona en la prostitución.
 Además, existen las modalidades de trata de la pornografía y el turismo sexual.

VII.- OTRAS MODALIDADES DE TRATA DE PERSONAS EN EL PERU.-

 Explotación en la mendicidad, peruanos provenientes de provincias y de los


límites de lima, mendigan para terceros.

 Matrimonio Servil, las victimas son contactadas a través de agencias de


matrimonio y luego de casarse se les recluye en condiciones de servidumbre o
esclavitud.
 Compra y venta de niñas y niños, son tratados como mercancía para ser
comprados o adoptados ilegalmente, muchas veces con fines de explotación.
 Reclutamiento Forzoso, grupos subversivos reclutan por la fuerza a adolescentes
y jóvenes para el combate.

VIII.- FACTORES DE RIESGO DE LA TRATA DE PERSONAS.-

 Trafico ilícito de migrantes, mafias organizadas captan a potenciales victimas de


trata, quienes contraen deudas por su alimentación y documentos que luego son
aprovechados para explotarlos.
 Desconocimiento del delito, muchas personas no saben qué es la trata, cómo está
definida en la Ley, como se sanciona y como denunciarla.
 Patrones Culturales, algunas costumbres se realizan ejerciendo la trata de
personas, pero no es sentido así por las victimas, al ser actividades percibidas
como normales. Los tratantes aprovechan estas situaciones, como sucede bajo la
figura del padrinazgo por ejemplo.
 La demanda, existe un mercado en el que se comercia con personas, ya sea como
mano de obra barata, ofreciendo servicios sexuales o como parejas en
matrimonios serviles.
 Discriminación de Genero, cada vez mas mujeres jóvenes se encuentran
ejerciendo el rol de cabezas de familia. Ello sumado a la falta de educación y a
la desigualdad de oportunidades entre géneros, lo hacen mas vulnerable a este
delito.
 Corrupción, funcionarios corruptos facilitan el accionar de redes de tratantes. La
fragilidad del Poder Judicial aumenta el riesgo de que ello ocurra.
 Existencia de tráfico ilícito de migrantes.
 Desconocimiento del marco legal contra la trata de personas.
 Violencia Familiar

IX.- MARCO NORMATIVO RESPECTO A LA TRATA DE PERSONAS.-

Para referirse al marco normativo de la trata de personas es imprescindible citar


el derecho internacional debido que la figura nació dentro de los parámetros de
los derechos humanos y, por ende, del derecho internacional. En ese sentido, el
documento más importante, debido a la precisión en la definición, es el
Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas,
especialmente de Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Protocolo de
Palermo, 2000).
El artículo 3 del Protocolo de Palermo define a la trata de personas de la
siguiente manera:

a) Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la


acogida o la recepción de una persona, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza u
otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una
situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de
explotación.

Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras


formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de


explotación que se tenga la intención de realizar, descrita en el apartado a) del presente
artículo, no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios
enunciados en dicho apartado.

c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño


con fines de explotación se considera “trata de personas”, incluso cuando no se recurra
a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo.

d) Por “niño” se entenderá toda persona menor de 18 años.

Esta definición concuerda con varios documentos del derecho internacional, como: el
artículo 2 del Convenio 29 OIT relativo al trabajo forzoso 6 (1930); el articulo 4 de la
Declaración 3Universal de los Derechos Humanos (1948); el Convenio 105 OIT relativo
a la abolición del trabajo forzoso (1957); el artículo 6 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (1969); el artículo 6 de la Convención para la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) (1980); el artículo 35 de

3
Manual de Declaración Universal de los Derechos Humanos – Alianza Global Contra la Trata de
Personas – José Gabriel Borrero.
la Convención sobre los derechos del niño (1989); el artículo 2 de la Convención
Interamericana sobre Tráfico internacional de menores (1994); y, el artículo 3 del
Convenio 182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil
(1999). De la misma manera, el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los
Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía (2000) consideró “(...) la importante y creciente trata
internacional de menores a los fines de venta de niños, su prostitución y su utilización
en la pornografía” y el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del
Niño relativo a la participación de niños en conflictos armados (2000) “(...) la necesidad
de fortalecer la cooperación internacional en la aplicación del presente Protocolo, así
como las actividades de rehabilitación física y psicosocial y de reintegración social de
los niños que son víctimas de conflictos armados”.

Como se puede apreciar, la comunidad internacional ha sido -y se mantiene consciente


respecto a la problemática social de la trata de personas y, por ello, la ha legislado en los
diferentes documentos previamente señalados. ¿Pero qué sucede a nivel interno? Por
más que el Estado haya ratificado todos los documentos, la legislación peruana no
comparte la misma definición.

En la legislación peruana, no se ha identificado una definición tan completa como la del


Protocolo de Palermo; sin embargo, como el Estado peruano ha ratificado este
Protocolo, el equipo de CHS Alternativo, para efectos de una mejor comprensión y de ir
hacia una homologación de términos, ha considerado que es conveniente utilizar esta
definición internacional.

Se iniciará el análisis normativo nacional con una breve presentación de la Constitución


Política de 1993, cuyo artículo 2 inciso 24) establece que “Toda persona tiene derecho:
A la libertad y la seguridad personales. En consecuencia: No se permite forma alguna
de restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos por la ley. Están
prohibidas la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres humanos en cualquiera de
sus formas”. Este artículo rechaza claramente la trata de personas y, por ello, toda la
legislación peruana debe concordar con este rechazo.
Dentro de la realidad internacional y nacional se ha identificado que las víctimas de este
delito, en cualquiera de sus finalidades (explotación sexual, explotación laboral y tráfico
de personas), son principalmente los grupos vulnerables: mujeres, niños (as),
adolescentes, personas con discapacidad y minorías étnicas.

A lo largo del estudio, se ha encontrado que la trata de personas se relaciona


fundamentalmente con tres (3) campos del derecho nacional: penal, laboral y del niño
(a) y adolescente.

Si bien el Estado peruano ha ratificado el Protocolo de Palermo, su Código penal sólo


tipifica la trata de personas con fines de explotación sexual, en su artículo 182, Capítulo
X- Proxenetismo, Título IV- Delitos contra la libertad 13. Este artículo fue modificado
mediante la Ley Nº 28251 del 8 de junio de 2004, que sanciona las distintas formas de
abuso y explotación sexual, precisando, entre otros aspectos, que la finalidad de la trata
de personas no sólo se restringe al ejercicio de la prostitución sino a todas las formas de
explotación sexual, y que constituye circunstancia agravante la minoría de edad de la
víctima; así, señala:

“Artículo 182.- El que promueve o facilita la captación para la salida o entrada del
país o el traslado dentro del territorio de la República de una persona para que ejerza
la prostitución, someterla a esclavitud sexual, pornografía u otras formas de
explotación sexual, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco
años ni mayor de doce años.

La pena será no menor de diez años ni mayor de doce años, si media alguna de las
circunstancias agravantes enumeradas en el artículo anterior (i. La víctima tiene
menos de dieciocho años; ii. El agente emplea violencia, amenaza u otro medio de
coerción; iii. La víctima es cónyuge, concubina, descendiente, hijo adoptivo, hijo de su
cónyuge o de su concubina, o si está a su cuidado; iv. Si el agente actúa como integrante
de una organización delictiva o banda; y, v. La víctima es entregada a un proxeneta)”.

Entre las formas de explotación sexual que también tipifica el Código penal peruano, se
encuentran los siguientes delitos contra la libertad en el capítulo Proxenetismo:
favorecimiento a la prostitución (artículo 179), usuario- cliente (artículo 179- A),
rufianismo (artículo 180), proxenetismo (artículo 181) y turismo sexual infantil (artículo
181-A); y, en el capítulo Ofensas al pudor público: pornografía infantil (artículo 183-
A).

De la modificación legislativa introducida por la Ley Nº 28251, se advierte que no se


regula la trata de personas con fines de explotación laboral y tráfico o extracción de
órganos y tejidos humanos, señalados en la definición del Protocolo de Palermo. No
obstante, hemos podido identificar los siguientes tipos penales que prevén conductas
que se enmarcan en esta definición internacional, principalmente en los delitos contra la
vida, el cuerpo y la salud, contra la libertad personal, contra la libertad de trabajo y
contra la tranquilidad pública.

En el caso de la explotación laboral, se ha identificado la coacción laboral en el artículo


168 del Código penal, Capítulo VII- Violación de la libertad de trabajo, Título IV-
Delitos contra la libertad. Este artículo fue modificado mediante el Decreto Supremo Nº
001-97-TR del 1 de marzo de 1997, que aprobó el Texto Único Ordenado de
Compensación por Tiempo de Servicios, que señala:

“Artículo 168.- Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años el
que obliga a otro, mediante violencia o amenaza, a realizar cualquiera de los actos
siguientes:

1. Integrar o no un sindicato.
2. Prestar trabajo personal sin la correspondiente retribución.
3. Trabajar sin las condiciones de seguridad e higiene industriales determinadas por la
autoridad.

La misma pena se aplicará al que incumple las resoluciones consentidas o


ejecutoriadas dictadas por la autoridad competente; y al que disminuye o distorsiona la
producción, simula causales para el cierre del centro de trabajo o abandona éste para
extinguir las relaciones laborales”.
X.- CONCLUSIONES.-

 Reacción del Estado.-

El Gobierno peruano ha tomado conciencia de la importancia de este flagelo que merma


la vida de muchas personas y sus familias. Un crimen que tiene un alto precio para las
sociedades y los estados y que está conectado con otros delitos como el lavado de
dinero, el narcotráfico o la falsificación de documentos, entre otros que favorecen el
crimen organizado debilitando a gobiernos y socavando el estado de derecho.

El 16 de enero de 2007, fue publicada la Ley No 28950, “Ley contra la Trata de


Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes” y posteriormente su Reglamento aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 007-2008-IN, ambas normas impulsadas por el Grupo de
Trabajo Multisectorial Permanente contra la Trata de Personas (GTMPTP) donde
participan sectores del Estado peruano, Organismos No Gubernamentales y agencias de
la cooperación internacional.

El PNAT está estrechamente interconectado con la Ley 28950 que tipifica el delito y el
Reglamento, que establece las normas para una intervención integral.

El PNAT presenta un modelo de intervención centrado en torno a tres lineamientos


estratégicos fundamentales: la prevención del delito, la persecución de los tratantes y la
protección de la víctima. Establece acciones de coordinación e iniciativas en el país a
fin de evitar duplicar esfuerzos innecesarios en un entorno de limitados recursos.
PERÚ Mi
La Secretaría Técnica del Grupo de Trabajo Multisectorial Permanente contra la Trata
de Personas, inmersa en la Secretaría Permanente de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos del Ministerio del Interior (SPCNDHMININTER), estará a cargo de la
implementación, seguimiento y monitoreo del PNAT.

Siguiendo uno de los principios rectores fundamentales en torno al enfoque


descentralizado que cruza el PNAT, se propone la creación de Grupos Regionales
contra la Trata de Personas encargados de la implementación y vigilancia en las
provincias, dependientes del GTMPTP.

El modelo de intervención propuesto sigue una metodología utilizada en planes de


acción que tienen el objetivo fundamental de convertirse en políticas públicas
interiorizadas por los países. Establece un Objetivo General para desglosar diez
objetivos estratégicos demarcados en 30 metas, 70 actividades y más de 125 indicadores
de medición. El PNAT se articula, asimismo, en torno a una serie de PRINCIPIOS
RECTORES que guían el conjunto del documento y plantean cuestiones transversales
como la ejecución descentralizada, la intervención de la sociedad y de las empresas, así
como la coordinación con otros planes naciones de acción que tienen vinculación con la
trata de personas.

El PNAT promueve en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, Gobiernos


Regionales y Locales, así como organismos autónomos, el compromiso de implementar
los objetivos y actividades para consolidar las políticas públicas en la lucha contra la
trata de personas. Esto implica garantizar la inclusión y ejecución de las metas y
actividades en sus documentos de gestión y planificación.

La labor de seguimiento y monitoreo corresponde a la Secretaría Técnica del GTMPTP


y a los Grupos Regionales contra la trata de personas, encargados de concretar
compromisos de las entidades públicas y privadas, de la administración central y
regional en presupuesto, el apoyo de la cooperación internacional u otros activos.

La disposición de un Plan de Acción y el desarrollo de políticas públicas tiene por


vocación perdurar y sobrevivir al cambio de gestores políticos y prioridades políticas
coyunturales.

Para la elaboración del PNAT se han llevado a cabo diversas entrevistas en las que se
han discutido y reflexionado acerca del tema. Se han buscado sinergias con esfuerzos
anteriores para lo que se ha coordinado con los responsables de la elaboración de otros
Planes Nacionales como: el Plan de Acción Nacional para la lucha contra el Trabajo
Forzoso; el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil; el
Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia y el Plan Nacional contra la
Violencia hacia la Mujer. A través de su conocimiento e integración se desea construir
propuestas integrales en la lucha contra la trata de personas. También se han analizado
documentos similares elaborados en otros países.

El contenido del PNAT se desarrolla en cuatro capítulos más los anexos. El primer
capítulo está referido al marco conceptual de la trata, sus causas y modalidades. El
segundo acápite, desarrolla el marco jurídico nacional e internacional de este delito.
Seguidamente, el tercer capítulo comprende el diagnóstico de la trata de personas en el
Perú, en sus tres ejes de intervención, la prevención, persecución de los tratantes y la
protección de las víctimas.

El cuarto capítulo 4establece la misión, visión, principios rectores y objetivos del PNAT
y finalmente el contenido general de la matriz de intervención en base a los
lineamientos de prevención, persecución y protección mencionados; así como la matriz
de implementación, seguimiento y monitoreo.

 Diagnostico.-

En lo que corresponde al Eje de prevención del delito, el Perú se ha planteado objetivos


estratégicos que tienen que ver con la Generación de Conocimiento sobre la Trata de
Personas, a través de investigaciones; estrategias de información y campañas educativas
para sensibilizar a la población, así como la vigilancia preventiva, particularmente de
los grupos vulnerables. Dentro de las acciones ejecutadas podemos destacar las
siguientes:

a) Desarrollo de actividades con el apoyo de instituciones privadas y


organismos internacionales a fin de tener un diagnóstico actualizado y
confiable sobre la Trata de Personas en el Perú.
b) Implementación de una estrategia de información y educación para
sensibilizar a la población respecto al fenómeno de la trata de personas.
4
Plan Nacional de Acción Contra la Trata de Personas – Capitulo Cuarto – Ministerio del Interior –
Gobierno nacional del Perú.
c) Vigilancia preventiva para reprimir la existencia o surgimiento de focos de
trata de personas

XI.- BIBLIOGRAFÍA.-

 Manual de Derechos Humanos y Trata de Personas.


Edición y Autor, Fanny Polonía Molina.
 Alianza Global Contra la Trata de Personas.
José Gabriel Borrero.
 Coordinación Nacional de Derechos Humanos sobre Trata de Personas.
Ministerio del Interior – Gobierno Nacional del Perú.

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