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MATERIA PRIMA
La materia prima de un componente sinterizado es siempre un polvo
metálico. Las características del material a conseguir determinan la
composición química del polvo.
Los polvos metálicos pueden ser polvos de metal puro (hierro, cobre), o
bien polvos aleados (bronce, latón, acero, etc). Existen polvos de diversa
naturaleza (esponja, irregular, esférico, laminar), que confieren diferentes
propiedades al componente.
MEZCLADO
El polvo base se mezcla con diferentes elementos aleantes, en función de
la composición química del material final (como grafito, níquel, cobre,…), con
un lubricante sólido orgánico (necesario para poder compactar), y en
ocasiones con aditivos especiales. El resultado es una mezcla de polvos con
una distribución homogénea de los aditivos. La composición química del
material se asegura mediante un estricto proceso de dosificación y
control, y es de vital importancia para conseguir las características
mecánicas, físicas o químicas del material.
UTILLAJE
La mezcla de polvos se compacta en el interior de un utillaje, que tiene la
forma del negativo de la pieza final. El utillaje es un elemento de
elevadísima precisión, y de alta durabilidad. El utillaje se monta dentro de
la prensa y se mantiene mediante técnicas SMED.
COMPACTACIÓN
La mezcla de polvos se carga en el interior del utillaje por gravedad, y se
aplica sobre ella una presión uniaxial de 200 a 1500 MPa en función de la
densidad final a conseguir. La pieza compactada se expulsa del utillaje, y el
resultado es una pieza “en verde”, que tiene una cierta consistencia
mecánica y que puede ser manipulada.
El proceso de compactación es asegurado estadísticamente mediante
controles SPC de diferentes características de la pieza.
SINTERIZACIÓN
La sinterización es un ciclo térmico consistente en calentar la pieza
compactada durante un tiempo determinado a una temperatura inferior al
punto de fusión del metal base. La elevada temperatura provoca la soldadura
de las partículas de polvo entre sí, y la difusión de los elementos aleantes,
mediante un mecanismo de difusión en estado sólido.
La sinterización se realiza en hornos continuos, a velocidad controlada, y en
atmósfera con composición química controlada. Normalmente se opera a
temperaturas entre 750 y 1300ºC en función del material y de las
características a conseguir.
El resultado de estas operaciones básicas es una pieza metálica con una
cierta micro porosidad, de elevada precisión dimensional,
y perfectamente funcional si las características obtenidas se adecúan a las
especificaciones del componente.