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FUNDAMENTOS
DE ÉTICA
Dra. Genara Castillo C.
Antecedentes históricos
Lugar: Polis griega (s. V a. C. )
Se destacaron un grupo de personas que
formaron una especie de elite
Se distinguían de los demás por su buena
conducta
Paulatinamente se habían ido posesionando
de un bien ganado prestigio.
Eran personas buenas y prudentes que
tenían ascendiente respecto de los demás
El ideal de la excelencia humana
Su conducta era observada por los demás
y había una sana emulación
Se acudía a ellos para participar de su
sabiduría
De esta manera se iba difundiendo y
fomentando un buen hacer: el
aristocrático
Así, se dio inicio a la ARETÉ: la virtud
La areté tenía dos aspectos:
a. Elegancia: la fuerza contenida: auto control
b. Valentía:
En la fortaleza lo que se probaba era hasta dónde
eran auténticas las creencias y valores de una
persona.
El sacrificio confirmaba que aquello en que creía y su
vida eran verdaderos, que no eran una pose artificial
o interesada.
La virtud, la areté, no se podía improvisar: práctica
continua.
Para ser excelente en las grandes ocasiones, había
que serlo en las ordinarias: no división entre vida
privada y vida pública.
Conlleva obrar bien para estar preparado para cumplir
una misión: entrenamiento
La areté tenía como finalidad: el honor, la gloria, el
reconocimiento.
Un maestro: Sócrates
Sócrates contribuye a identificar el lugar de la virtud que
es el alma, descubriendo que en ella está lo más esencial
del ser humano: “La virtud, ésta es la tesis socrática,
pertenece al alma. Es aquello que permite al alma estar
de acuerdo consigo, cobrarse y alcanzarse a sí misma, es
decir, no desperdigarse en la búsqueda de los prestigios
externos, en el agrado que proporcionan los bienes
exteriores que el hombre puede adquirir, pero que no le
perfeccionan por dentro; son bienes no intrínsecamente
asimilados; son medios. La virtud pertenece al alma, y por
tanto, la gran tarea de la vida consiste en ser justo
consigo mismo; más concretamente, en evitar el daño que
uno puede infligir a su humanidad. Aristóteles dirá que la
virtud es lo más intrínsecamente poseído; la virtud es
cuestión de autenticidad, no de oropeles; saberse
conducir es, ante todo, ser fiel a lo que uno es”[L. Polo]
La herencia socrática
Así pues, según los socráticos: la virtud es
propiamente humana: es ser capaz de dirigir la vida
Es poseer el alma y lo contrario es perderla.
El hombre no está “defendido” por sus instintos
Está relacionada con el placer o al dolor: si sucumbe
a ellos se pierde.
La virtud: libera del “sí mismo”, expande la mirada
Frente a la sofística, Sócrates sostiene la importancia
de buscar la verdad y servirla con la vida
Una vida sin verdad no es vida: prefiere morir
TENDENCIAS
CONDUCTA
EN EL ANIMAL
I
N
T
E
TENDENCIAS L
I
G CONDUCTA
E
N
C
I
A
EN EL HOMBRE
ARISTÓTELES: retroalimentación
LOS PRINCIPIOS DONDE SE ASIENTA LA ACCIÓN:
Las Facultades