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GRUPO#1

INTEGRANTES:
 Bonilla Joel
 García Cristian
 Espinoza Livingston

Temas dese la pág. 17 hasta la 21


Ética del superhombre:
En los últimos siglos, el hombre occidental, a medida que se independiza de los
esquemas de pensamiento del mundo medieval, descubre que los valores
morales y tradicionales son puras máscaras que ocultan los intereses egoístas
de unos y las bajezas y miserias de otros. En este contexto surge la obra de
Nietzsche

La verdadera moral es la moral de los señores, que consiste en


fomentar la voluntad del poder. Se opone a la moral judeo-
cristiana de los esclavos.
Nietzsche.
Ética marxista
La ética Marxista consta de juicios de valoración moral como los siguientes: Dios no
existe por lo tanto es absurdo fundamentar el valor moral en un ente quimérico, el
hombre queda alienado y subordinado a él, suprimir esta alineación equivale a elevar
al hombre a un nivel propiamente humano; el fundamento o base para distinguir lo
bueno y lo malo es la fidelidad al comunismo la burguesía y los capitalistas constituyen
la mancha moral de la humanidad, son los responsables de la injusticia y no merecen
otra cosa, sino odio y repulsión; se proponen como ideal y mística del partido, la
justicia social por lo tanto hay que darle al obrero según su capacidad y según sus
necesidades, se debe luchar por una sociedad sin clase

Para acabar con la alineación social hay que comprometerse en


las luchas de la revolución socialista, que triunfará con la
implantación de la sociedad perfecta: el comunismo.
Marx ,Lenin
La ética axiológica
Algunos consideran el valor como un ser ideal, otros lo consideran como una
cualidad objetiva que se da en los seres. Los valores plasman ideales de
perfección que el hombre capta intuitivamente y frente a los cuales se siente
atraído en orden a una realización o práctica concreta de lo mismo. De la
percepción del valor surge el sentido del deber moral.

El bien está encarnado en el valor moral. Los valores plasman


ideales de perfección. Se ordenan jerárquicamente. De la
percepción del valor surge el sentido del deber moral. M.
Scheler y N. Hartmann.
Ética de la liberación
La ética de la liberación parte de la conciencia de la situación de opresión en que
se encuentra el pueblo latinoamericano, así como los demás pueblos del Tercer
Mundo. Esta situación, que atenta contra la dignidad de la persona humana,
impide tanto a los individuos como a los pueblos ser sujetos de su propia
historia

Para hacer posible la liberación de todas las formas de opresión


que se dan en nuestros pueblos, es necesario enfrentarse a la
“Totalidad” del sistema con un nuevo sentido del bien moral: el
respeto y el amor a “el otro” a través de la práctica de la
justicia. E. Dussel.
Ética comunicativa
Es una ética formal, basada en el diálogo y la comunicación, que hunde sus
raíces en Kant. Estos autores, preocupados por la justificación y la
fundamentación de la ética en una sociedad pluralista y democrática como la
actual, colocan el énfasis en el procedimiento para llegar entre todos a una
normativa moral universal. Según ellos, descartados desde Kant las fuentes de
legislaciones morales diferentes y trascendentes al hombre mismo, el diálogo es
el único medio que nos queda para saber si los intereses subjetivos pueden
convertirse en normas universales

Parte de la autonomía de la persona y de la igualdad de todas


las personas, que deben establecer las normas morales
universales a través del consenso, al que se llega mediante el
diálogo. Apel, Habermas, Cortina.
Crítica a los diferentes modelos éticos
Si comenzamos por la ética de Aristóteles, centrada en la virtud, vemos que es elitista y
clasista. Elitista porque su ideal está pensando para una aristocracia de hombres libres,
entre los cuales se encuentra el filósofo. Clasista porque acepta y justifica como necesarias
las diferencias de clase de la época, la esclavitud. Su ideal de perfección es un ideal
apropiado para la vida tranquila de los ciudadanos libres, pero resulta totalmente
inadecuado para orientar la superación de los conflictos sociales.
 La ética estoica, a pesar de su humanitarismo universal, en el fondo es individualista.
Su aspiración máxima no consiste en el compromiso social, sino en la perfección
individual. La obsesión por alcanzar el completo autodominio de sí y el ajuste de la
propia vida a las leyes del devenir universal, propicia el que el individuo se cierre
sobre sí mismo y se llene de orgullo perfeccionista. La perfección no se sitúa en el
servicio al otro sino en el ordenamiento de la propia vida.

 La ética platónica y neoplatónica es estrictamente individualista. Llama al individuo a


la superación mediante una rigurosa ascesis que lo llevará a la perfección espiritual.
Su práctica moral es aristocrática, reservada a algunos iniciados, y llena de desprecio
hacia las miserias en que se debate la masa de la humanidad. Por su dualismo
rechaza todo lo corpóreo y lo material
 La ética kantiana se halla reforzadas las tendencias a centrar al individuo
sobre sí mismo. El yo, representado por la voluntad autónoma, se
constituye en árbitro y juez de la vida moral. Se cae así en el voluntarismo y
el formalismo moral: no importa el resultado de la acción, sino la intención
que “yo” tengo al hacerla; no importa el contenido de la acción, sino su
formalidad.

Sin duda, la máxima formulación de una ética contraria al sentido de la


alteridad se encuentra en la ética nietzscheana del superhombre. La
voluntad del poder justifica directamente la opresión del otro, en tanto en
cuanto éste obstaculiza el logro de mi propósito. Una moral de alteridad
resulta absurda para quién ve en los necesitados no unos hombres con
dignidad a quienes hay que ayudar, sino un rebaño de esclavos infelices a
quienes los hombres superiores deben explotar. Es ésta a moral clasista y
racista por excelencia, que puede llegar a justificar las mayores
aberraciones, como lo demostró el nazismo.
 El marxismo nade un profundo sentido de la alteridad. Todo él se resuelve en
un esfuerzo por liberar al otro, el explotado y oprimido, de la alienación en
que lo mantiene el sistema. Sin embargo, en la práctica, el comunismo real
se ha convertido en una nueva Totalidad, a veces más excluyente y represiva
que la Totalidad capitalista contra la que se levantó. Preocupado sobre todo
por el bienestar material de la colectividad, cuya vocería asume
dictatorialmente la élite dirigente, puede llegar a reducir el hombre a una
pieza o elemento productivo del todo social, el cual dispone de su vida a su
antojo.
 Algo similar sucede con el aporte de las éticas dialógicas. Por el hecho de
destacar el valor del diálogo y el consenso como única forma válida para
hallar normas morales de valor universal respetando la autonomía de las
personas, han llamado positivamente la atención de las sociedades
contemporáneas tanto desarrolladas como subdesarrolladas, que tiene un
vivo sentido de la democracia.
Bibliografía
GUATO, G.; Módulo de Ética

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