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EL PORVENIR DE

UNA ILUSIÓN
(1927)
Temas principales:
Cultura, religión y la supervivencia o el porvenir de la especie humana.

Entre la Primera Guerra Mundial y la Depresión de 1929, Freud


escribe: "El porvenir de una ilusión", texto revelador y polémico de 1927.

En aquella época luego de los estragos bélicos entre los años 20’s y la gran
depresión económica, germina un nuevo clima, la ilusión de la unidad y la
paz; a su vez prolifera un fuerte expansionismo de la ideología nazi.

Guerra, paz, crisis del pensamiento y, entre los estragos de la Primera


Guerra, Freud sostiene que la "civilización occidental poseía ya los medios
suficientes para exterminar hasta el último hombre” y veía en ello, una buena
parte de la agitación, infelicidad y angustia de los hombres de su tiempo;
sobre este fondo con semblante fatídico su apuesta fue reforzada y no se
amedrentó.
La palabra ilusión tiene en castellano dos
significados, en cierto modo antagónicos. El
sentido propio y originario viene del latín illusio:
engaño, “concepto, imagen o representación sin
verdadera realidad, sugerida por la imaginación o
causada por engaño de los sentidos”. Todavía
presente en expresiones como “ilusión óptica” o
“vana ilusión” y en voces derivadas como iluso,
ilusorio, ilusionista, etcétera. (RAE)

El segundo sentido proviene del enriquecimiento


semántico que adquiere el termino en la literatura
romántica de las primeras décadas del siglo XIX y
que se extiende hasta nuestros días: “viva
esperanza, expectativas favorables en relación con
personas o cosas”. Acepción más vigente, popular
y arraigada actualmente en nuestra lengua.
Después de cierto lapso de tiempo vivido dentro de una cultura
determinada a menudo a uno lo tentará preguntarse por el destino lejano
que aguarda a esa cultura. Mientras menos sepa uno sobre el pasado y el
presente, más incierto será el juicio que pronuncie sobre el porvenir.

Los seres humanos vivencian su presente como con ingenuidad, sin


poder apreciar sus contenidos; primero deberían tomar distancia respecto
de él, el presente tiene que devenir pasado si es que han de obtenerse de
él unos puntos de apoyo para formular juicios sobre las cosas venideras.
“Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada
se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe formas, su
sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con
recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas.”

(Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Niestzsche)


CULTURA

Define cultura de una forma bastante amplia, como todo


aquello en que la vida humana se ha elevado por encima
de sus condiciones animales y se distingue de la vida
animal (omite diferenciar cultura y civilización).

Consta de dos aspectos:

1) El saber y poder hacer para gobernar las fuerzas de la


naturaleza, “arrancándole” a ésta los bienes que
satisfagan las necesidades de los seres humanos.
2) Las normas para los vínculos recíprocos entre los
hombres y la distribución de los bienes
La cultura deber ser protegida contra la

pulsionales, y para ello se requieren


normas que distribuyen y preserven los
bienes.

hostilidad generada por las restricciones

Las creaciones culturales (el saber


sobre la naturaleza) pueden también ser
usadas para destruir, por lo que se
requieren normas.

En el ser humano hay tendencias


destructivas, antisociales y
anticulturales.
Importante progreso en el conocimiento de la naturaleza, sin
embargo existe una apreciación no equivalente en cuanto a los
asuntos humanos y sus vínculos.

Sobre esta observación sobreviene un impulso a hacer un


nuevo vínculo entre los hombres que suprima la compulsión al
trabajo y se sofoquen las restricciones pulsionales, y así cegar
la fuente del descontento, sin embargo pareciera que la cultura
se edifica con cierta compulsión y renuncia de lo pulsional.
(teoría de la sublimación)

Lugar importante del líder de las masas (indolentes y faltas de


inteligencia), existiendo un riesgo en que éstos líderes por no
perder su influencia, den más concesiones de las necesarias a
las masas; propone que los líderes pudieran mantenerse con
cierta independencia de éstas
Se pregunta si una adecuada educación social logrará una
genuina conciencia y responsabilidad social como genuina
posesión y no necesitar una compulsión al trabajo; sin duda
siempre un porcentaje de la población permanecerá asocial, pero
con que se llegue a disminuir la mayoría enemiga de la sociedad,
es ya un logro importante.

II

La compulsión al trabajo y renuncia de lo pulsional son


necesarias en toda cultura, pero generan una oposición.

Frustración: Una pulsión no satisfecha


Prohibición: Norma que establece esta frustración
Privación: El estado producido por la prohibición
Respecto a las privaciones se refiere primero
a aquellas dirigidas a todos por igual, siendo
éstas las más antiguas, son aquellas que
lograron el despegue del estado animal:
canibalismo, el incesto y el gusto por matar.
El canibalismo enteramente superado, deseo
incestuoso se percibe detrás de la intensidad
de su prohibición y el asesinato es
practicado bajo ciertas circunstancias.

El ser humano ha tenido una evolución, esta


sucede por medio de interiorizar la
compulsión externa en el súper yo
(interiorización de prohibiciones culturales)

Así se transforman de enemigos de la


cultura a portadores de ella, ya no
requiriéndose la compulsión externa.
En el área moral esta internalización es
variable, ya que el hombre culto va a
retroceder frente al asesinato e incesto, sin
embargo frente a la avaricia o apetitos
sexuales, si no existe castigo no dudan en
lograrla con mentira, fraude o calumnias.

Privaciones dirigidas a las clases relegadas,


ésta genera envidia a los privilegiados,
dando origen a descontento y siendo la
fuente de rebelión. Si la cultura tiene por
premisa la opresión de una mayoría, existe
una hostilidad comprensible, lo que genera
un rechazo de la cultura y una no
interiorización de prohibiciones, con el afán
de destruir esa cultura.

Así se plantea que una cultura que deja


insatisfecho a un número tan grande no
puede conservarse ni lo merece.
Para reconciliar a las personas con
la cultura existen ideales dentro de
la cultura (valores supremos que
cada una tiene), los que tienen una
satisfacción narcisista. Se produce
un orgullo por el logro conseguido,
se compara con otras culturas y se
menosprecian esas. Esta
satisfacción contrarresta la
hostilidad a la cultura. El desprecio
al extranjero resarce de los
prejuicios que sufren en su propio
circulo, generando una sensación
de superioridad.

El plebeyo, a pesar de su hostilidad


hacia el señor, lo puede ver como
su ideal.
El lugar del arte es brindar satisfacciones sustitutivas para las
renuncias culturales más antiguas, que siguen siendo las
más hondamente sentidas. Sus creaciones realzan los
sentimientos de identificación de que tanto necesita todo
circulo cultural. Pero también dan satisfacciones narcisistas
cuando figura en el ideal cultural.
III

La tarea de la cultura es protegernos de la


naturaleza.

Ningún hombre cae en el espejismo de creer que


la naturaleza ya esté conquistada; y pocos osan
esperar que alguna vez la someta el ser humano
por completo.

La tierra, que tiembla y desgarra, abismando a


todo lo humano y a toda obra del hombre; el
agua, que embravecida lo anega y lo ahoga todo;
el tifón, que barre cuanto halla a su paso; las
enfermedades, que no hace mucho hemos
discernido como los ataques de otros seres vivos.

Frente a las catástrofes las enemistades se


olvidan generándose un sentimiento solidario.
“En un apartado rincón del universo donde
brillan innumerables sistemas solares, hubo
una vez un astro en el que unos animales
inteligentes descubrieron el conocimiento.
Fue el minuto más engreído y engañoso de
la «historia universal», aunque, a fin de
cuentas, no dejó de ser un minuto. Tras un
breve respiro de la naturaleza, aquel astro se
heló y los animales inteligentes hubieron de
morir.”

“Aunque alguien hubiera ideado una fábula así, no habría


ilustrado suficientemente el estado tan sombrío, lamentable y
efímero en que se encuentra el intelecto humano dentro del
conjunto de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no
existió, y cuando desaparezca, no habrá ocurrido nada, puesto
que ese intelecto no tiene ninguna misión que vaya más allá de
la vida humana.”

(Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Niestzsche)


Ante esta sensación de amenaza, primero se humaniza la naturaleza, le confiere un
carácter paterno, hace de ellas dioses, en lo cuál obedece no sólo a un arquetipo
infantil, sino también a uno filogenético.

El desvalimiento de los seres humanos y el desconcierto son irremediables.


Mecanismo para protegerse y con el su añoranza del padre y de los dioses. Estos
retienen su triple misión: desterrar los terrores de la naturaleza, reconciliar con la
crueldad del destino, en particular como se presenta en la muerte, y resarcir por las
penas y privaciones que la convivencia cultural impone al hombre.
De este modo se creará un tesoro de
representaciones, engendrado por la necesidad de
volver soportable el desvalimiento humano, y
edificado sobre el material de recuerdos referidos al
desvalimiento de la infancia de cada cual. Se
discierne que este patrimonio protege a los hombres
en dos direcciones: de los peligros de la naturaleza y
el destino y de los perjuicios que ocasiona la propia
sociedad humana.

Enlace con ese patrimonio: La vida sirve a un fin


superior, un perfeccionamiento del ser humano. Todo
sigue un curso según los propósitos de una mente
superior y el fin es el comienzo de una nueva vida.
Lo bueno halla un recompensa final y las asperezas
de la vida se recompensarán. Se genera la figura de
un Dios único (en un vínculo de niño con su padre),
queriendo establecer una relación especial y ser el
hijo más amado, “ser el pueblo elegido.”
IV

De este modo, es como la cultura crea estas


representaciones religiosas, y las pone a disposición de
sus miembros. Estás serían generadas para protegerse
frente al poder hipertrófico de la naturaleza.

La humanización de la naturaleza nacería entonces, de


la necesidad de los hombres de poner término al
desvalimiento y desconcierto (arquetipo infantil) que
siente frente a la fuerza de la naturaleza que teme.

Con las personas que formaron su primer contorno


aprendió que el camino para influirlas era establecer
una relación con ellas; de igual manera trata a todo lo
que sale a su paso.

Es connatural al ser humano personificar todo lo que


pretende concebir, a fin de gobernarlo después.
Freud pretende aclarar que la postura descrita en Tótem y Tabú y la
relación padre-hijo descrita, ahora profundiza con los sentimientos de
desvalimiento e impotencia, afirmando el rol del totemismo en el
nacimiento de las religiones, de esta nace la prohibición de matar y la
prohibición del incesto.

Motivación más profunda y la manifiesta: entre el complejo paterno y el


desvalimiento y la necesidad de protección del ser humano.

Elección de objeto según el apuntalamiento. La libido sigue los caminos


de las necesidades narcisistas y se adhieren a los objetos que
aseguran su satisfacción. Madre primer objeto de amor, también la
primera protección frente a todos los peligros exteriores, primera
protección frente a la angustia. Luego es el padre (más fuerte), con
quien hay ambivalencias porque además de admirarlo, también es una
figura temida.

Cuando un adolescente nota que será siempre un niño y que nunca


podrá prescindir de protección frente a hiperpoderes, se genera esta
añoranza del padre y se crea dioses.
V

Significado psicológico de las representaciones religiosas: Son


enseñanzas, enunciados sobre hechos y constelaciones de la
realidad exterior (o interior), que comunican algo que uno mismo no
ha descubierto y demandan creencia.

Hay muchas de tales enseñanzas acerca de las cosas más variadas


de este mundo. P. e. clases escolares.
Uno se limita a hacer que las doctrinas de la escuela se acepten
“bajo palabra”, pero sabe que el camino para obtener el
convencimiento personal permanece abierto.

En cuanto a las enseñanzas religiosas merecen fe porque ya


nuestros antepasados creyeron en ellas; poseemos pruebas que
justamente nos son transmitidas desde esa época antigua, además
que está completamente prohibido cuestionar tales dogmas. En otros
tiempos, semejante osadía aparejaba severísimos castigos, y todavía
hoy la sociedad no ve con buenos ojos que se la renueve.
Las pruebas que no han legado se consignan en escrituras que
a su vez presentan todos los caracteres de los dudoso. Son
contradictorias, han sido retocadas, falseadas, su propio texto
proviene de una revelación divina y ningún enunciado puede
probarse a sí mismo.

Si todas las pruebas que se aducen en favor de la credibilidad


de las enseñanzas religiosas provienen del pasado, es natural
que se escrute en el presente, sobre el cual es mas fácil
formular juicios, para ver si puede ofrecernos una prueba de esa
índole.

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