de la Palabra en obediencia al Padre que le envió.
Hasta el día de su Ascensión, Jesús se
dedicó a cumplir este mandato encomendado por su Padre. I. LA MISMA MISIÓN QUE JESÚS “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” Mt 28,19
Jesús, estando todavía en la
Tierra, se encargó de que esa misión siga aun después de su partida.
Primero eligió a 12, y estos se
encargaron de acrecentar más y más el pueblo de Dios. Nuestra misión es la misma que la de Cristo y de la Iglesia de todos los tiempos: “Anunciar hoy la Buena Nueva del Reino” Y esta Buena Nueva consiste en descubrir en las personas de Cristo el plan eterno de salvación ofrecido por Dios II. EXIGENCIAS DE ESTA MISIÓN
Los líderes cristianos debemos
de llevar a cabo esta misión de la misma forma que Cristo.
Él vivió una profunda
experiencia de encuentro y comunión con el Padre y anunció fielmente la doctrina recibida de Él.
Así también debemos hacerlo
nosotros, por tanto, como partícipes de la misión de Jesús, se nos plantean 2 exigencias. 1. COMUNIÓN CON CRISTO
Jesús llamó a sus discípulos,
y los llamó,en primer lugar, para “Estar con Él”, los llama para ser “sus amigos” (Jn 15,15)
Nosotros, antes de ser enviados
a proclamar el mensaje de Jesús, somos invitados a ser sus discípulos. A. Ponerse a la escucha de la Palabra de Dios Antes de anunciar la Palabra, tenemos que:
• Acogerla por dentro para meditarla con
humildad y sencillez de corazón y alimentarnos de ella.
• Leerla con frecuencia para descubrir su
mensaje y conocer mejor cuanto el Señor ha hecho con los hombres.
• Dejarnos interrogar por ella, reconociendo que Dios
nos habla aquí y ahora y espera nuestra respuesta.
• Asimilarla hasta identificarnos con ella.
B. Asumir el programa de vida de Jesús • Los lideres cristianos no sólo leemos y conocemos la Palabra sino que somos “seguidores” de Jesús. • El seguimiento de Jesús es una de nuestras primeras tareas. • Los catequistas estamos llamados a romper con toda obra de pecado y vivir la justicia nueva, cuyas exigencias se resumen en el sermón de la montaña. • Tenemos que cambiar nuestras actitudes para saber pensar como Cristo, ver las personas y la historia como Él, amar y esperar como Él. • Hemos de saber escoger el amor a Dios y al prójimo como los valores fundamentales de la vida.
Y TAMBIEN… C. Vivir en amistad con Él
• A través de la experiencia de la escucha
de la Palabra y del intento de seguir al maestro, iremos entrando en una estrecha relación con Jesús.
• Nosotros antes que pregoneros, somos
invitados a acoger con fe y amor la amistad con Jesús. A partir de que nos identifiquemos con Cristo en nuestra vida, seremos sus portavoces. 2. ANUNCIAR SU PALABRA
• Nosotros, al igual que los apóstoles, hemos
recibido la misma misión que Jesús.
• “Como el Padre me ha enviado, así
tambien los envió yo a ustedes”
• La finalidad de nuestra tarea es ayudar a los demás a
descubrir la persona de Cristo.
• Esto no lo encontramos en otro
lugar, si no es en su Palabra. ¡Y AHORA ES TU TURNO!
Jesús te invita a que continúes y lo ayudes con su misión.
Él quiere que lleves, por donde quiera
que vayas, una propuesta distinta. Una propuesta de salvación.
Al anunciarlo, debes hacerlo con mucho amor y entrega, y llevar
el mensaje de Dios como una palabra nunca antes oida, porque es nueva e inédita como la vida de cada día. Así podremos decir: