Gran Bretaña poseía 13 colonias en la costa Este de
América. Estas colonias estaban sujetas económica y políticamente a Gran Bretaña, a través del “Pacto Colonial”, que las obligaba a suministras materias primas a la metrópoli a cambio de recibir sus manufacturas. Políticamente dependían de la Corona Británica, con una escasa autonomía y sin representación en el Parlamento Británico. Las grandes decisiones sobre los asuntos coloniales se decidían en un Parlamento sin representación colonial, donde además se fijaban los impuestos. Inicio de la insurrección La crisis financiera generada por la Guerra de los Siete años se intentó paliar mediante nuevos impuestos a las colonias. Los habitantes de las colonias, conocedores del proceso político de Gran Bretaña y animados por las ideas ilustradas de igualdad y libertad, se enfrentaron a la metrópoli en defensa de sus derechos. En un primer momento consiguieron que algunos impuestos fueran retirados; sin embargo, en 1767, se establecieron nuevos impuestos sobre productos como el té. Se produjeron una serie de altercados, como el Motín del té, respondido por los británicos mediante las llamadas Leyes Coercitivas. Inicio de la insurrección En este contexto, en 1774, se celebró un Congreso en Filadelfia, en que las colonias todavía no defendían la independencia, pero donde se establecieron reivindicaciones, expresadas a través de una Declaración de Derechos y Agravios. Finalmente, ante la nula respuesta británica a estas peticiones, la guerra se inició en abril de 1975. La guerra de la Independencia (1775-1783)
La guerra adquirió un carácter internacional,
participando naciones como Francia, España y Holanda. Se desarrolló en varias fases, siendo decisiva la batalla de Yorktown (1781). El conflicto concluyó en 1783 tras la forma de la Paz de Versalles, por la que Gran Bretaña reconoció la independencia de sus colonias. Consecuencias Se creó un nuevo Estado inspirado en el pensamiento liberal e ilustrado. En él se aseguraron derechos naturales, individuales e intransferibles. Estos derechos fueron plasmados en la Declaración de Independencia (4 julio 1776) y en la Declaración de Derechos del Estado de Virginia (1776). Consecuencias Los derechos fueron recogidos en una Constitución que: o Aseguraba la separación y equilibrio de poderes. o Establecía una forma de gobierno republicana, con amplios poderes para el presidente. o Establecía una estructura federal. Los Estados del nuevo país tenían una amplia capacidad de autogobierno. o Situaba al gobierno federal por encima de los Estados, con responsabilidades en asuntos exteriores, defensa, finanzas y moneda. El texto de los siguientes apuntes han sido realizados con un total fin educativo y no lucrativo. Las imágenes extraídas para su elaboración han sido recopiladas de webs de internet mencionadas. En el caso que reconociera alguna imagen como suya y tuviera copyright, por favor, hágalo saber a maite.geohistoria@gmail.com y ésta será retirada lo más breve posible.