Es el creador de la empresa Container Consultants, desarrolladora de un nuevo sistema
de rastreo global de contenedores y de manejo más eficiente de la carga contenerizada. Un sueño tan ambicioso como llegar a ser el “Mark Zuckerberg de la logística marítima” no es algo imposible para Sebastián Mendoza, emprendedor panameño que desarrolló un sistema informático y una red de contactos fundamentales para la optimización de las operaciones administrativas de las navieras. Sin embargo, este empresario considera que la clave de su éxito está en ser visionario, perseverante, hogareño, humilde y con fuertes convicciones morales.
Mendoza es el fundador y el Chief Strategy Officer (CSO) de Container
Consultants & Systems (CC&S). “La idea del software se basa en la colaboración, estandarizando la forma en que cada empresa realiza la rotación de contenedores. Con esta red se maneja la carga en velocidades mayores. Se toma la información de cada compañía y se hace accesible a todos, permitiendo crear mejores estrategias para la logística”
Mendoza creció en un hogar con todos los
elementos para salir adelante. Su madre es una emprendedora que nunca ha dicho la frase: “No se puede”, sino que siempre encuentra la manera de sembrar la semilla del esfuerzo en sus tres hijos. Por otro lado, su padre, un profesor universitario, inculcó a su descendencia la vocación por la lucha y el estudio. Toms Shoes Este es un caso muy interesante y a la vez difícil de analizar. La historia comienza en el 2006, cuando el estadounidense Blake Mycoskie (30 años para ese entonces) vino a la Argentina a pasear y aprender a jugar al polo con un amigo argentino. En su estadía pasó por el norte del país y vió chicos en situación de pobreza extrema, mucho de ellos descalzos y con los pies heridos. Conoció a algunos trabajadores sociales del lugar que estaban repartiendo zapatillas y fue allí donde comenzó a pensar como darles un calzado a los chicos de una manera sustentable. En este mismo viaje fue cuando vió las típicas alpargatas argentinas. Así fue como Mycoskie decidió fundar ‘TOMS shoes’, una empresa que vende distintos modelos de alpargatas que van desde los 40 a los 70 dólares, y que por cada unidad vendida entrega una exactamente igual a un chico en situación de pobreza en Argentina y países africanos. La idea de crear una empresa y no una ONG fue darle sustentabilidad al proyecto. Según el mismo explicó en una entrevista que le hizo Bill Clinton en uno de sus eventos “Decidí hacer una empresa porque era una manera sustentable de poder seguir dándole a los chicos calzado. Si hubiésemos sido una ONG dependeríamos de donaciones, y quizás gente que me donó el primer año al segundo no lo hubiese hecho porque habrían elegido otra causa, por el ejemplo el huracán Katrina”. También explica que no gastan dinero en publicidad ni marketing y es por eso que pueden costear un par extra de calzado para cada chico y a la vez tener una ganancia. Mycoskie considera que cada comprador se convierte en un donante de su causa y un filántropo, y promociona sus productos con la frase ‘ayúdanos a cambiar el mundo’. Considera que el calzado hace una diferencia decisiva en la vida de estos chicos. Hasta el día de hoy, TOMS shoes ha entregado 140.000 unidades a chicos en distintos lugares del mundo.