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1.

- Ser padres
• Ser padre es algo más grande que ser ingeniero, o abogado, o médico, o
profesor…. Porque engendrar la vida de un hijo o hija y educarlos vale más
que construir un puente o defender un pleito, o curar una herida, o sacar una
buena cosecha, o levantar un buen negocio.
• Ser padre es algo más grande y por ello más difícil.
• Sin embargo, para ser ingenieros, abogados, médicos… se preparan
durante muchos años. ¿Y para ser padres? ¿Se han preparado para educar
a sus hijos?

2.- Educar a los hijos


• EDUCAR es cultivar en el niño toda la capacidad de inteligencia para
conocer la verdad, de su voluntad para hacer el bien, de su corazón para
saber amar.
• EDUCAR es ayudar al hijo a arrancar los vicios y plantar la virtudes (detrás
de esto está el que un hijo tenga valores o no los tenga)
• EDUCAR es comunicarle un gran ideal y ayudarlo a vivirlo.
• EDUCAR es formar en cada hijo un hombre perfecto y un perfecto hijo de
Dios.
• 3.- Ante todo: una familia
• No es cuestión de dinero, ni de estudiar muchos libros de educación,
de encontrar unas recetas para casos especiales. Es necesario
ofrecerles una familia. Así como para engendrar un hijo hace falta la
fusión del cuerpo de un hombre y una mujer. Para educar a los hijos
hace falta la fusión de la mente, la voluntad y el corazón del padre
y de la madre. Estos esposos fusionados en un solo corazón por la
verdad, el bien y el amor tendrán la luz que necesitan para orientar
a sus hijos en cualquier circunstancia de su vida.
• Pero una gran condición: fundir sus corazones en la verdad, el bien y
el amor. Y no permitir que nada ni nadie interfiera entre los dos: ni la
televisión, ni el bar, ni los juegos, ni los amigos, ni los vecinos, ni los
familiares.
• Si en el hogar todo está dirigido a tener los dos un solo corazón:
trabajo, descanso, diversión, comidas, paseos, etc., la educación de
sus hijos queda garantizada. Sin esto será muy difícil.
• Pues una vida solo es engendrada en el AMOR y solo en el AMOR
puede ser formada y educada.
• 4.- DERECHO DE SUS HIJOS, DEBERES DE LOS PADRES
• Tiene derecho a que ustedes se corrijan, ¿Podrán ellos corregir
sus defectos si ustedes no liman los suyos? Sin el ejemplo sus
palabras caerán sin fuerza y sin valor.
• Tienen derecho a que les respeten su tiempo, su forma de ser y
sus ocupaciones, siempre que sean para bien. No les manden
cosas innecesarias, o cosas que ustedes tienen que hacer, no le
interrumpan el tiempo que empleen para estudiar.
• Tienen derecho a que oren por ellos, es algo que siempre
pueden hacer por sus hijos. Y es lo más eficaz. Siempre que la
oración vaya acompañada del esfuerzo.
• RESPETAR SUS DERECHOS SERÁ EL CAMINO MEJOR PARA QUE
LOS HIJOS ACEPTEN SUS PROPIOS DEBERES.
• 5.- Examen de los padres
• 1.- ¿Dialogan con sus hijos y los tratan como amigos?
• 2.- ¿se desentienden de la educación de sus hijos: de
hacerles pensar, de advertirles, de corregirles?
• 3.- ¿Cómo actúan antes los hijos?
• 4.- ¿Dedicas tiempo del días para estar con los hijos,
hablar con ellos, jugar con ellos?
• 5.- ¿Se lo dejas pasar todo?¿les corriges algo porque
lo ves muy conveniente, o porque te molesta o te hace
quedar mal ante los demás?
6.- ¿Los tienes atemorizados?¿O se han acostumbrado a tu
gritos?
7.- ¿Revisas con cariño sus deberes y trabajos, más para
alentarles, animarles y ayudarles que para
reprenderles?¿conoces y valoras sus dificultades?¿Valoran y
alaban sus pequeños esfuerzos?
8.-¿Sabes cuáles son más las cosas que actualmente preocupan
a tus hijos? ¿Sabes cuáles son sus amigos y qué influencia tienen
en ellos?
9.- ¿Permites que otras personas y medios que están en
contraste estorben en la educación de tus hijos?
10.- ¿Ven sus hijos que sus padres se aman, se corrigen, se
perdonan, se estimulan, se ayudan a mejorar?
• Algunas semanas atrás, en esta plaza, dije que para llevar adelante una
familia es necesario usar tres palabras. Quiero repetirlo, tres palabras:
permiso, gracias, y perdón. Tres palabras claves.

Pedimos permiso para no ser invasivos. En familia: ¿puedo hacer esto? ¿te
gusta que haga esto? Aquél lenguaje del pedir permiso.

Damos gracias: gracias por el amor, pero dime, ¿cuántas veces al día le das
las gracias a tu esposa? ¿Y tú a tu marido? ¿Cuántos días pasan sin decir
esta palabra? ¡Gracias!

Y la última, perdón. Todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en


la familia, en la pareja; fuerte algunas veces… Yo digo “vuelan los platos”,
¿eh? Se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen el
día sin hacer las paces. La paz se rehace cada día en la familia. Pidiendo
perdón: “perdóname” y se recomienza de nuevo.

Permiso, gracias y perdón. ¿Las decimos todos juntos? Permiso, gracias y


perdón. Bien, hagamos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.

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