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Oraciones de Sanación y Liberación Intergeneracional - Robert de Grandis
Oraciones de Sanación y Liberación Intergeneracional - Robert de Grandis
"La oración puede parecer algo abrumadora y puede sensibilizar algunas áreas dolorosas.
Tómalo con calma. Relájate y recuerda que Jesús es el arqueólogo. Tu no tienes que cavar. El
Espíritu Santo sacará a la superficie lo que esté preparado para ser sanado”
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NACIDO PARA SER LIBRE: Señor Jesús, gracias por tu presencia hoy. Se que me amas y que me
estás llamando por mi nombre. Viniste a liberar a los cautivos. Gracias por Tu amor y Tu piedad
que me liberan constantemente de vínculos y me llenan de Tu vida abundante. Yo te alabo, te
bendigo y te adoro. Me pongo bajo tu protección, Señor, y me cubro con Tu Preciosa Sangre y
pido a los Ángeles, a los santos y a Tu Madre Bendita que intercedan por mí.
"Él te libra del lazo del cazador que busca destruirte; te cubre con sus alas y será su plumaje tu
refugio” (Sal. 91,3 – 4)
POR EL QUE MÁS ME HA HERIDO: Señor, ahora te ruego por la persona que más daño me ha
hecho en la vida, la que es como el origen de todo mi dolor. Elevo esta persona a Ti, para que
reciba Tu bendición.
"Sopórtense y perdónense unos a otros, si uno tiene motivo de queja contra otro”. (Col 3, 13)
SEÑOR, TE PIDO PERDÓN POR ELLOS: Señor, me pongo en Tu presencia y te pido por todos
aquellos que llevan mi sangre, que no están perfectamente unidos a Ti Señor, te pido perdón
por sus culpas. Me uno a la oración de Daniel cuando intercede por su pueblo y digo: “¡Señor,
Dios grande y temible, que aguardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus
mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos sido injustos y rebeldes y nos hemos apartado
de tus mandamientos y de tus leyes” (Dn 9, 4 – 5). “... porque nos hemos sublevado contra
Yahvé. De Él esperamos solamente el perdón y la misericordia” (vs. 8 – 8). “Ahora, pues, oh
Dios nuestro, escucha la plegaria y las súplicas de tu siervo, y, por amor de ti mismo, haz brillar
Tu Rostro sobre tu santuario devastado. Dios mío, inclina tus oídos y escucha. Abre tus ojos y
mira cómo está arruinada la ciudad sobre la cual ha sido pronunciado tu Nombre. No nos
apoyamos en nuestras buenas obras, sino que derramamos nuestras súplicas ante ti, confiados
en tu gran misericordia. Señor, escucha; Señor, perdona; Señor, atiende. Obra, Dios mío, no
tardes más, por amor de Ti mismo, ya que tu Nombre ha sido invocado sobre tu ciudad y tu
pueblo”. (vs. 17 – 19)
JESÚS ES EL SEÑOR: Señor, ante ti, confieso que mis antepasados han podido estar mezclados
en ocultismo, espiritismo, brujería y toda forma de buscar información en fuentes ocultas.
Señor, perdona. En nombre de Jesús y con el poder del Espíritu Santo, tomo y uso la autoridad
que Tu me has conferido como cristiano lleno del Espíritu. Rompo el poder del mal sobre mis
antepasados con esa autoridad; acabo con todas las maldiciones, brujerías, hechizos, malos
deseos, vudú, magia negra, secretos hereditarios, conocidos y desconocidos. Deshago todos
los votos satánicos, pactos, ataduras y vínculos con fuerzas satánicas, corto la transmisión de
esos vínculos a través de mis antepasados. Rompo los efectos de todos los vínculos mentales
que haya habido con clarividentes, astrólogos, médiums, videntes ocultos y adivinos. Renuncio
a cualquier participación en sesiones de adivinación y cualquier actividad con las cartas del
tarot o tabla ouija, astrología y juegos ocultos de todo tipo. Renuncio a todas las formas en que
Satanás me puede tener cogido. Rompo con la transmisión de todas las obras satánicas que
hayan pasado a través de las generaciones. Señor, por favor, remueve de mis antepasados
todos los efectos que hayan podido provocar el estar involucrados en lo oculto. Recupero
cualquier territorio que haya sido entregado a Satanás por mis antepasados, y lo coloco bajo el
poder de Jesucristo. Señor, por favor, c rea en mi familia hombres y mujeres sanos que estén
profundamente comprometidos con Tu verdad.
“Por eso Dios lo engrandeció y le concedió el Nombre que está sobre tono nombre, para que,
ante el Nombre de Jesús, todos se arrodillen en los cielos, en la tierra y entre los muertos. Y
toda lengua proclame que Cristo Jesús es El Señor, para gloria de Dios Padre”. (Fil. 2, 9 – 11)
TOCA, CURA Y HAZNOS NUEVOS: Ahora ruego para que las aguas de mi Bautismo fluyan a
través de todas las generaciones pasadas, a través de mi árbol genealógico. Deja que fluya la
Sangre de Jesús, que limpia y da vida, a través de cada generación; primera, segunda, tercera,
cuarta, quinta, etc., hasta los primeros tiempos. Deja que la Sangre de Jesús fluya desde la Cruz
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a través de todos los padres y sus hijos hasta la duodécima generación, tocando y sanando
íntegramente. Ahora coloco la Cruz de Jesucristo entre mi persona y cada generación de mis
antepasados, y rompo la transferencia de todas las fuerzas opresoras de la vida que obran
contra mí, en mí o a través de mí.
“... porque ésta es Mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que es derramada por una
muchedumbre para el perdón de sus pecados” (Mt. 26, 28)
SANANDO NIÑOS HERIDOS: Señor, ahora disuelvo todos los esquemas que hirieron a los niños
en mi linaje. Voy contra todas las formas hirientes, los abortos, embarazos (interrumpidos)
perdidos, embarazos no deseados, bebés que no hayan sido bienvenidos y nacimientos
concebidos fuera del matrimonio. Renuncio a todas las formas de no valorar la vida; rechazo
todos los hábitos de destrucción, abandono y secuestro, emocional y físico de niños. Digo “no
más” a todos los tipos de partos difíciles o problemáticos y de gestaciones anormales. Señor,
te pido perdón por todas las formas en que mis antepasados han ocasionado daño a los niños.
Te pido, Señor Jesús, que intervengas personalmente, para sanar las heridas y detengas la
continuidad de este modelo satánico. Padre, haz que la gente de mi linaje respete y ame a sus
hijos y que les eduquen de forma que te honren. Haz que los futuros hijos de mi familia sepan
lo que es ser amados profundamente.
“Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mi porque el Reino de los Cielos es de los
que se asemejan a los niños” (Mt. 19, 14)
SANACIÓN SEXUAL: De nuevo me pongo ante Ti, Señor, por los pecados de mis antepasados.
Ahora pongo fin a todos los caminos profundamente surcados de pecado sexual. Digo “NO” a
todas las tendencias de exhibición indecente, violación, fornicación, masturbación, acoso
sexual, incesto y perversión. Renuncio a toda bestialidad, masoquismo, sadismo, ninfomanía,
lujuria y prostitución en mi familia. Pongo fin a toda agresión sexual, desórdenes de mi
personalidad, traumas sexuales y desviación en el comportamiento. Ordeno a cada demonio
que esté enganchado en estos esquemas que se marche ahora, en nombre de Jesús. Tomo la
espada del Espíritu Santo para romper esta cadena de vínculos malignos. Padre, perdona y trae
salud sexual e integridad donde había enfermedad. Padre, deja que todo mi linaje tenga una
sexualidad sana. Deja que cada expresión sexual sea pura y agradable a ti, Señor. Te bendigo,
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te adoro y te alabo. Gracias por ver Tu Luz, Tu integridad y Tu bendición a través de toda esta
área de mi genealogía.
“La voluntad de Dios es que se hagan santos... que cada uno sepa buscarse una esposa con
santidad y respeto” (1 Tes. 4, 3 – 4)
SALUD MENTAL: Con el poder de la Sangre de Jesús rompo todos los esquemas de enfermedad
mental y locura que puedan estar codificados en mi sistema ancestral. Rompo todo
comportamiento anormal, antisocial, paranoias, esquizofrenias, patrones pasivos o agresivos,
desórdenes de la personalidad y tics nerviosos. Rompo toda la inflexibilidad, perfeccionismo
(obsesivo), patrones de comportamiento maníaco – depresivo y rarezas. Interrumpo toda
herida y represión de la masculinidad; llevo a fin todas las formas generacionales de opresión y
daño al espíritu femenino. Sello los caminos escondidos de autodestrucción que haya habido
en mi historia familiar. Señor, llena estas áreas con tu perdón y paz. Padre, imprime en mi
linaje la salud mental y la integridad. Haz que cada uno tenga la mente en Cristo. Haz que
broten esquemas de mente clara, equilibrio emocional y relaciones sanas. Acaba con todos los
modelos profundamente oscuros de pesadez emocional
y espiritual, incapacidad de jugar, de divertirse y de expresar alegría. Te pido, Jesús, que entre
en mi linaje un espíritu risueño y alegre. Gracias, Señor Jesús.
“... transfórmense por la renovación de su mente” (Ro. 12, 2)
AMOR SIN TEMOR: Ahora acabo con todas las clases de miedo en mi árbol genealógico. Tomo
autoridad sobre todo miedo de rechazo y miedo al fracaso. Digo “NO” a todos los miedos al
agua, a los hombres, a las alturas, a los éxitos o a los fracasos, al gentío, a las mujeres, a Dios, a
la muerte, a salir del hogar, a lugares cerrados, a espacios abiertos, a hablar públicamente, a
viajar en avión y al dolor. Señor, deja que mi familia en todas las generaciones, sepa que no
hay temor en el amor. Deja que tu amor perfecto llene toda mi historia familiar y que todo
recuerdo de temor desaparezca. Te alabo, te bendigo, Señor.
“En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor” (1 Jn. 4, 18)
SANANDO HÁBITOS INCORREGIBLES: Tomo la espada del Espíritu Santo y corto los efectos de
hábitos incorregibles. Pongo fin a todas las formas de adicción al juego, a comprar, a hablar, a
la bebida, a la comida y al abuso de fármacos. Rompo todos los moldes de acumular y
derrochar recursos y talentos. Me opongo a la mezquindad y al robo. Padre, perdona y libera a
mi familia de los vínculos de todos los hábitos incorregibles por Tu piedad, gracia y
generosidad.
“...Me han enviado... para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su
liberación y a los presos su vuelta a la luz” (Is. 6, 1 – 1)
DEL CRIMEN A CRISTO: Me enfrento ahora al Maligno por todo el daño hecho por estafadores,
explotadores, torturadores, chantajistas y extorsionistas en mi árbol genealógico. Cierro la
puerta al daño hecho por toda clase de criminales. Toda corrupción y brutalidad que haya
existido a través de mi linaje, tiene que cesar ahora, en el nombre de Jesús. Corto todas las
ligaduras de venganza, comportamiento violento y explosivo y todo perjuicio causado con
malicia.
“... deseamos actuar bien en todo” (Heb. 12, 18)
AMOR, NO ODIOS: Con el poder del Espíritu Santo pongo fin a todas las respuestas
profundamente enraizadas en el odio; odio a otros, odio a uno mismo, odio a Dios, odio racial
y fanatismo religioso. Padre, perdona. Haz que mi árbol genealógico esté poblado por hombres
y mujeres llenos de amor. Haz que de ellos brote la vida sana y sean donantes de vida y
sanadores.
“Mi Mandamiento es éste: Ámense unos con otros como Yo los he amado” (Jn. 15, 12)
UNA MUERTE SUAVE Y DULCE: Ahora intercedo por todas aquellas personas en mi familia que
hayan muerto en temprana edad, que no hayan sido amadas, que no hayan tenido funerales
adecuados u oraciones, y que no hayan tenido un entierro lleno de amor cristiano. También
oro por todos aquellos que han tenido muertes terribles, con largas agonías; muertes
violentas, envenenados, abaleados, muertos por fuego, por explosiones o apuñalados,
ahorcados, ahogados, en acciones de guerra o matados por animales. Pongo ante ti, Señor, a
todos mis antepasados que murieron de forma inexplicable y misteriosa, por accidentes o por
suicidio. Haz que la transmisión de tendencias a muertes horribles y fuera de lo normal, cesen
ahora. Señor, haz que tu amor que sana, que es misericordioso y que perdona, los toque con
ternura. Tu, Señor, haz que desde ahora solo tengan una muerte dulce y suave. Haz que
experimenten un tránsito cristiano de la vida a la muerte. Padre, haz que nadie en mi familia
muera hoy sin conocer personalmente a Nuestro Señor Jesucristo.
“El que vive por la fe en Mi, no morirá para siempre” (Jn. 11, 26)
SEÑOR, HAZNOS UNA FAMILIA UNIDA: Ahora pongo fin a todo tipo de ruptura en mi
genealogía. Rompo con autoridad todos los caminos de separación de la familia y de la
Religión; pongo una barrera a aquellos, niños, jóvenes, adultos y padres, que intentan
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abandonar el hogar; me opongo a toso los que se escapan para casarse, o se escapan a la
legión (grupos armados, bandas, asociaciones ilegales, etc.) o para unirse a sectas religiosas.
Disuelvo todas las raíces de aislamiento, de huidas y fugas. Padre, rodea mi árbol genealógico
con Tu corazón que perdona y ama. Codifica en mi familia un modelo de participación en una
comunidad sana. Haz que todos estén unidos. Permite que seamos gente abierta y capaz de
relacionarnos de forma entrañable.
“¡Qué bueno y agradable cuando viven juntos los hermanos!” (Sal. 133, 1)
SIRVIENDO A UN SOLO DIOS: Ahora rechazo las idolatrías de las generaciones. Corto los
vínculos que conecta y me atan a esos tipos de idolatría de mis parientes en épocas pasadas.
Rechazo los ídolos de mi hogar: joyas, formas de transporte, comida, bebida, títulos, tierras,
animales y posesiones de toda clase. Padre, perdona todo esto. Hago una santa elección para
mi árbol genealógico: “solo serviremos a un solo Dios, al Dios vivo”.
“... digan hoy mismo a quiénes servirán... por mi parte, yo y los míos, serviremos a Yahvé” (Jos.
24, 15)
EL DOLOR DE SER DIFERENTES: Renuncio a todos los efectos por ser diferente que estén
grabados en mi herencia. Tomo la autoridad sobre todos los efectos de color de los ojos, de la
piel, del tamaño, del cuerpo y los talentos. Corto la transmisión del sufrimiento por tener
diferentes idiomas, cultura, raza, color, por aquellos que han sentido que sus propios padres
son feos o raros; corto la ruta del dolor transmitida por defectos visibles de nacimiento, así
como también por deformidades y retrasos. Padre, las respuestas a estas y otras diferencias
han podido transmitirse a través de generaciones. Por favor, Señor, cesa esta transmisión y
perdona a aquellos que causaron el daño. Envía tu amor a través de las generaciones para que
las toque y las sane plenamente. Gracias, Jesús.
“... me tejiste en el seno de mi madre. Te doy gracias por tantas maravillas que Tú has
ejecutado; en efecto, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe” (Sal. 139, 13 – 14)
especialmente, el tartamudeo. Gracias, Señor, por sanar a tu gente. Me opongo a todos los
medios de herir a otros verbalmente, la mentira, la calumnia, la injuria, el rumor y el chisme;
me opongo a toda blasfemia, maldad y traición por la lengua. Padre, perdona; haz que mis
familiares sean gente que comunique la sanación y la santidad. Gracias, Señor.
“Anunciaré todo el día tu justicia...” (Sal. 71, 4)
CORTAR DE RAÍZ: Ahora corto todos los patrones de sufrimiento interminable, incluyendo la
necesidad de sufrir y la necesidad de fracasar; rompo todos los caminos de sufrimiento por
sentirme inútil, indigno y sin esperanza. Quito todos los patrones repetidos de sentirme
descorazonado, sin raíces y de no pertenecer a nadie. Corto todas las raíces de desesperación
e indignidad, trauma emocional y parálisis. Digo “NO” a todos los patrones de rechazo,
amargura, resentimiento y faltas de perdón. En nombre de Jesucristo renuncio a todos los
caminos del mal, negativismo y falta de amor en mis antepasados. Señor, reclamo que quites
de mi mente cualquier pensamiento obsesivo y que Tú estés dispuesto a sanar cualquier clase
de vergüenza, dolor o pena, a revelar los pecados ancestrales y que Tú digas: Ahora es el
momento de liberación”.
“Ya llega el hacha a la raíz de los árboles” (Lc. 3, 9)
Señor, reclamo que con un soplo de Tu Espíritu envíes perdón a través de todas mis
generaciones. Gracias por tocar, sanar y hacerme nuevo, en Tu Nombre, Jesús. Amén.
Me mantengo firme, en pie “ceñida mi cintura con la verdad y revestido de la justicia como
coraza…” (Ef.6,14), “tomando siempre el escudo de la fe, para poder apagar con él todos los
encendidos dardos del maligno” (ef,6,16). Tomo también “el yelmo de la salvación y la espada
del espíritu, que es la palabra de Dios” (ef, 6,17)
En nombre de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, yo ato todos los espíritus del aire; la
atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra, los abismos y el infierno. También ato la
influencia de cualquier alma errante o perdida que pueda estar presente, y de cualquier
emisario del poder satánico o de cualquier reunión de brujas, brujos o adoradores de Satán,
que puedan estar presentes de alguna forma prenatural.
Ahora coloco la cruz de Jesucristo entre mi persona y todas las generaciones de mi árbol
genealógico y reclamo en nombre de Jesucristo que no haya comunicación directa entre
ninguna de estas generaciones. Toda comunicación directa entre estas generaciones se filtrará
a través de la preciosa sangre de Jesús.
Padre, por favor, ordena a los ángeles y a los santos que me asistan.
Gloria al Padre, Gloria al hijo, Gloria al Espíritu Santo como era en un principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.