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ORIGENES LiCl eRe et U ll ey para una dinastia C7 NED a coa |) Eye UL} Ve ay Nea El inmenso poder del segundo papa Borgia IECENAS DE ROMA Compitiendo con los a Médici de Florencia x you peste ae Seat César y Lucrecia évictimas de la leyenda negra? ne ay OA LT Se Coa TEVA =18 49 Escudo de la familia Borgia. Con la llogada ala sede papal de Alejandro VI, fen 1492, ‘empezaron las inrigas y disputas entre los pequefios ‘esiados en los ‘que estaba dvigida italia. Los Sforza, los Orsini o los Famesio fueron, a la par ‘que aliados, ‘enemigos de los Borgia AMBICIONES DESALMADAS Tiginarios de Jativa, la familia Borgia ascendié a alturas vertiginosas Jde poder a lo largo del siglo xv, en plena eclosién renacentista, cuan- do en 1492 Rodrigo Borgia ocupé la sila de san Pedro como el papa Alejandro VILA través de pactos y maquinaciones, consolidaron su poder y extendieron su influencia tanto en la corte papal como en la politica italiana, Los hijos de Rodrigo, César, Lucrecia y Juan, se convirtieron en figuras cla~ ves de una narrativa marcada por ambiciones desenfrenadas, traiciones y alianzas cambiantes y, por supuesto, su paso a la historia no esta exento de dobles lecturas. César, nacido para la guerra, que, con apenas veinte afios, fue nombrado arzobispo y, luego, cardenal y quien se arrog6 el derecho de procurarse un estado propio en el centro de Italia con el desalmado poder de su padre, fue el modelo de Maquiavelo para su célebre libro EI principe. Eneste, el Borgia aparece como alguien capaz de conseguir todo lo que se proponga y hacerlo a cualquier precio. Lucrecia, por su parte, la bella prota- gonista de nuestra portada, definida por Victor Hugo como una mujer vii sa, despiadada y maestra en venenos, fue el espléndido peén de los pactos y politicas matrimoniales de la familia, y el tenebroso asesinato de Juan aun no ha sido esclarecido. Sin duda alguna, puede decirse que en un contexto cultural y politico donde el poder y la riqueza se centrelazaban con el arte y las nuevas corrientes intelectuales, los Borgia representaron una dua- lided fascinante de proezas y escéndalos cuya controversia sigue hasta hoy. En este niimero de MUY HISTORIA, viviras de primera mano su leyenda, Disfruta de la lectura Carmen Sabalete Directora (csabalete@zinetmecia.es) EDIT | MASMUY EN TU QUIOSCO ELCONVULSO SIGLO asi P| F hl hy CASTILLOS Nira Ny ‘a i LeSitraTy Nae SUMARIO REPORTAJES Enemnigos 86 Dossier: Thomas Edward 7 wo Mecenas de Roma Casernnicg: rigen espatiol Legado artstion Mujeres: Violet Jessop Calixto ill La leyenda negra Escapadas culturales: Un Borja en la Santa Sede Castros asturianos La era de Alejandro VI SECCIONES Historias mindsculas Los descendientes Momentos estelares César, primus interpares 2 José Luis Sampedro Lucrecia Entrevista: Josiah Osgodtt** 112 Panorama Muy HisTORA El alimento estrella de los romanos se fabricaba, en Hispania, Se llamaba “garum’ y era una salsa a base de visceras y pescado ferentado muy utlizada Por Fran Navarro Etarte de la curacién en ‘Mesopotamia. Un viaie a través del tiempo para \escubrilas bases del desarrollo de la medicina ‘occidental Por Pedro Gargantilla Meditaciones de Marco ‘Aurelio: el filésoto estoica. Seguimas los ‘pasos de este emperador omano que fue conocido ‘como et rey filisofo Por Elisabet Jorda Bello Cual fue la batalla ‘mas importante de Alejandro Magno? Fue el enfrentamiento definitvo entre los macedonios y los Persas de Dario. Por Fran Navarro. MUY HISTORIAS: HISTORIASDELAFILOSOFIA PHILIPP MAINLANDER: EL SUICIDIO DE DIOS El filésofo y poeta aleman propuso una vision donde la creacién es, en realidad, un acto de autodestruccién divina. Somos los fragmentos de un dios que eligié morir. POR JORGE DE LOS SANTOS Filésofo a tesis es sorprendente. To- | ‘todo lo que se da al ser, 10 proviene de un acto de ccreacién, sino de un acto de des- ‘composicién. Son (somos) los res~ ‘tos de un naufragio. De un barco que hace tiempo zozobré. Frag- ‘mentos de una unidad de ser per- dida por haber muerto de su pro- pia mano. Restos de un suicidio. Del suicidio de Dios. Todo es, y nosotros en cuanto somos, la ex- crecencia de algo que ya no vive. De algo que cumplié su destino, antafio, suicidandose. Nuestra nica redencién, nuestra unica po- sible ética es permitir que la uni- dad se reintegre a si misma en su voluntad evitando la prolferacién de mas «fragmentos» de lo extin- to. Dejar a Dios descansar en paz de una vez. Asi como suena. CIRCUNSTANCIAS VITALES Elautor de esta inquietante idea €s Philipp Mainlénder. Un poe- ta, dramaturgo, narrador y flo- sofo nacido en 1841, de nombre de bautismo Philipp Batz y que adopt el seudénimo de Mainkain- der (La tierra de Main») por el ro, el Main o Meno, que bafiaba su ciudad de origen, Offenbach. Su obra, su obra principal, en cuan- toallo que aqui referimos, fue F- losofia de la redencién de 1876, Una intensa y extensa reflexion de Muy HisTORM cerca de mil paginas sobre lo que ‘se enuncié de manera somera al principio. No hay una sola idea filos6fica que no se despliegue desde una biogratia, Desde un ‘cuerpo pensante que se entrenta ‘una existencia propia. En el caso de Mainlander hay algunos acon- tecimientos vitales de su existen- cia singular que pueden faciltar el ‘entender la génesis y ol engranaje de su pensamiento. Su fascina- ci6n porla obra de Schopenhauer 165 uno de ellos, de tal forma que se le puede considerar uno de los més files continuadores si bien nunca coincidieron en persona, y ccuya discrepancia mayor reside ¢en el asunto del paso al acto del Suicidio. También pudo ser signi- ficativa la herencia de metancolia severa que forié la estructura ps- ‘quica de la mayoria de sus ances~ tos y de sus hermanos. El suicidio de su hermano en Messina tras peedirle ayuda: una solicitud que le lleg6 al propio Mainlander cuando ¢l fallecimiento ya se habia produ- Ccido pero que no consiguié eximir- le de la culpa, o su alistamiento en ¢l ejército para buscar una muerte honorable, con sentido, son al- ‘gunas de las circunstancias, de las que conocemos, que sin duda lo forjaron a él y a su visién de la existencia. ESTALLIDO Y DISPERSION Dios, en cuanto fundamento de! ery del darse a ser El mismo, es ‘omnipotente y en cuanto tal su l= bertad no pude tener limite algue no. Tampoco puede ser para El un limite el optar por no ser. Siendo ta unidad mas simple de donde todo emana no se reflea en la in- ‘manencia que se percibe, don- de tado es pluraidad que entra ‘en permanente confiicto con ella ‘misma provocando una realidad atroz, barbara, de una crueldad infiita que, en su iremisible en- tropa, tiende primero al caos y f- nalmente a la destruccién. Certeza ‘que no puede escapar a la eviden- cia de nadie. Dios, por tanto, debe haber muerto, pero al1no ser nada ‘mas poderoso que e! mismo Dios, la decision de poner fin a su ser ssolo puede haber provenido de El. ‘Argumentos como estos, aqui es- ccuetamente relatados, son la dife- Afrontar el suicidio como concepto, como acto, como fundamento, es afrontar sila vida merece ser vivida 0 no Sobre estas lineas, Philipp Mainlander fotografiado hacia el ano 1867. rencia entre una ocurrencia y una idea. Dios, un buen dia «estallan, y su estallido agénico da origen ala dispersion de su propio ser, algo ue, curiosa o circunstancialmen- te, encuentra paralelismo en una teoria cientifica que forma parte del paradigma aceptado del ori- gen del universo y que se formu- l6 cincuenta afios después de la muerte de Mainlander; la teoria del “Big Bang». Si queremos redimira Dios y asumir la propiedad de su decision, no tenemos mas funda- mento ético que limitar los efectos de su descomposicion, dejar de seguir emitiendo fragmentos de la nada hacia la nada, No imponer Una légica universal que liquide lo existente, pero si posibiltar a lo existente el poder darse al no ser y particularmente no product, no engendrar nada nuevo para el proceso ireparable de descom- posicién. Nietzsche, que mencio- naalo largo de todas sus obras unas diez veces a Mainlinder, que conocia su trabajo y que sabemos, se hizo con una copia de Filosofia de la redencién, en su irrefrena- ble vitalismo lo tacha de «solte- rona» y lo categoriza como: «El dulce apéstol de la virginidad» en. el apartado 357 de La gaya cien- ia, Para Mainlander, copular para engendrar vida es contravenirla logica de la devastaciéon. En otras cuestiones menos castas la sin- tonia de Nietzsche se afina con la Mainlander. ‘eso que Mainlander sentia co- ‘mo una obligacién, Freud lo lla maria aflos més tarde la pulsion de muerte». Algo inherente, inse- parable de todo lo organico, de todo lo vivo que tiende, siente una necesidad, de cumplir su destino, de desvanecerse en la nada. De regresar y reinstaurar (asi lo apun- taria Freud cuando lo sefiala como instinto) un estado inicial exento del sutrimiento y las complicacio- nes propias de ser. Somos, lo es todo lo vivo, voluntades de morir. De acabar ya con todo esto, de precipitar el sabido de antemano @ inevitable fin sin mas dilacién, sin més tortura ni excusa. La vi da no tiene mas sentido, dird la Pulsién de muerte, que el fin de la vida. Quien nunca haya escu- chado y hasta atendido su pulsion de muerte carece tanto de vida ‘como de humanidad. Es por eso que Camus, en 1942 escribiendo Elmito de Sisifo fundamenta el principio de la pregunta floséfica en el suicidio. Afrontar el suicidio ‘como concepto, como acto, co- ‘mo fundamento, es afrontar sila vida merece ser vivida 0 no, si ser, estando en nuestra disposici6n y condicion elegir, es preferible a ‘no ser. El suicido es un imperati- vo que la filosofia no puede obviar sino que debe atender como la mas primaria de sus cuestiones. «No hay mas que un problema fi- loséfico verdaderamente serio: el suicidion. IDEAS QUE PERVIVEN 1 de abril de 1876. Maininder acaba de recibir algunos gruesos ejemplares justificativos de Filo- sofia de la redencién. Los apilona. ‘Sube sobre ellos, rodea su cuello con una gruesa cuerda y se ahor- ca. Cuando su hermana Mina, quince afios mas tarde acaba de recopilar obras inéditas de su hermano y las publica bajo el titu- lo de Diario de un poeta, hace lo propio. La pregunta filosética so- bre el suicidio sigue en pie. De Mainlander sobreviven a la deriva las ideas, las poderosas ideas de alguien que sin estar se muestra. Los rastros vivos de la descom- posicion. MUY HISTORIA ENTREVISTA JOSIAH OSGOOD En César contra Caton, el especialista en Historia Romana revela las claves detras de la enemistad que fracturé la Republica. POR OSCAR HERRADON Pariodista y escritor Universidad de Yale, Josiah Expliquenos por qué. }sgood es actualmente pro-_ En el afio 63 a. C., un politico ro- fesor y director del departamento mano, Catia, intenté dar un gol de Clsicas en la Universidad de pe de Estado y derrocar al gobier~ Georgetown (Washington DC). __no electo de Roma. Varios de los ‘Sus éreas de especializacién son conspiradores fueron capturados la Historia Romana ya Literatu- con evidencias de su crimen. El ra Latina con especial enfoque __Senado tuvo que decidir qué ha- sobre la caida de la Republica —_cer con ellos. Catén expuso que romana. Ha publicado numero- debian ser ejecutados como tral 308 libros y articulos, incluyendo ores. César, por su parte, que- El Legadio de Roma (2020) 0 Ro- ria prision perpetua. Catén acabé ‘ma. La creaci6n de! Estado mun- _saliendo vietorioso con su argu- do (2019). Ahora, Osgood publi-_mentacién. En su discurso en el acon a editorial Critica César Sendo, intents implicar a César contra Catén. La ivalidad que _enlaconspiracién. A partir de ese destruyé la Repiblica romana, momento, ambos desconfiaron el y concede una entrevista a Muy _uno del otro. Adoptaron puntos de Historia sobre lo que se esconde vista opuestos en muchos asun- tras aquel fascinante y decisive tos politicos y, como no habia par momento histérico, tidos politicos organizados en Ro- ma, el debate a menudo se con- Usted apunta en la introduc- _centraba en torno a su rival. cién que el origen del enfren- tamiento entre César y Catén _Catén llegé incluso a acusar a el Joven hunde sus raicesen César de haber formado parte | icenciado y doctor poria _ ta Conjuracién de Catilina. BMUY HISTORIA de la conspiracién, cExiste algin indicio sélido para sostener esta hipotesis? Es casi seguro que César fue ari- {90 de Catilina y lo habia apoyado politicamente antes de la conspi- racion. Sin embargo, una vez que ‘quedé claro que Catilina planeaba marchar sobre Roma con una mi- licia, César le abandoné y se pro- puso prestar ayuda al cénsul Ci- cerén, a cargo de Roma en aquel ‘momento. Los enemigos de Cé- sar, ademas de Catén, intentaron implicarle en la conjura, pero Cice- 16n se negé a aceptar los cargos. Una de las razones de la ex- trema rivalidad entre César y ‘Catén fue que tenfan persona- lidades muy diferentes e incluso contradictorias. ¢Cué- les fueron sus principales di- ferencias en este sentido? (César fue un gran encantador. Se pavoneaba por Roma vestido ala ‘moda; tuvo aventuras amorosas Con las principales mujeres roma- fas; organiz6 lujosos juegos pa- ra entretener al pueblo y, cuando patrocinaba las luchas de gladia- dores, los combatientes llevaban armaduras de plata. Por el contra- rio, CatOn era un asceta que pre- dicd la austeridad y la practice. Uevabaa una toga vieja y sucia y su casa era modesta, Intent6 des- hacerse de los juegos y pensaba que los premios debian ser raba~ hos y pepinos en lugar de oro y lata. A Caton le gustaba el vino y César llegé a acusarie de ser un borracho, mientras el segundo di- jo que César habia sido el unico hombre que intenté destruir so- brio la reptiblica romana, ‘Aunque eran dos hombres completamente opuestos. éTenian algo en comin? Tenian aproximadamente la mis- ma edad. Ambos nacieron en fa~ mmilias nobles que esperaban que us hijos entraran en politica y compitieran por la gloria. Los dos eran, ademds, buenos oradores. ‘Sumayor similtud radica en su dominio de la politica. César acu- mul6 poder ganandose a la gente corriente de Roma con juegos y espectéculos. Catén, por su par- te, trabaj6 duro para dominar los detalles: tenia control sobre el Se- nado y el Tesoro de Roma. El tam- bién era bueno realizando ardides politicos que lo hicieron famoso: permitia incluso que los romanos enojados le arrojaran piedras en actos pablicos para asi hacerse pasar por un mati Si tuviéramos que valorar a ambos personajes histéricos desde una perspectiva actual, teniendo en cuenta los valo- res morales actuales de Occi- dente. :Cual de los dos teni mejores cualidades? Parte de lo que hace que la histo- ria de César y Catén sea tan fasci- ante es que cada uno tenia cua- lidades que muchos admirarian hoy en dia. César estaba en ma- ‘yor contacto con las necesidades de los romanos corrientes, y pen- saba que el gobierno debia tratar de brindar a cada ciudadano un nivel basico de dignidad. Catén fue un reformador, queria que las instituciones funcionaran. Cuando estaba a cargo del Tesoro, revisé los registros y se topé con mu- hos abusos a los que después: puso fin. Caton estaba decidido a No permitir que un hombre fuerte se apoderara de Roma. Conside- randolo todo, probablemente a César le resultaria mas facil ser un politico del siglo x«, pero necesi- tamos las cualidades de Caton. Cuando César invadié Roma en el afio 49 a. C., Cicerén huyé de la ciudad eterna. Se le puede considerar un hom- oponentes de César huir de Ro- ma, Parecia debilidad, pero Cé- sar tenia un ejército mucho mas fuerte gracias a la larga guerra que habia librado en la Galia (lo que hoy es Francia). Habria sido arriesgado para los oponentes de César enfrentarse a esa fuerza. La evacuacién dio tiempo a sus enemigos para reclutar tropas y entrenar. Lo que es indudable es que ni Cicerén ni Catén tenian realmente estémago para librar batallas. Cicerén esperaba un acuerdo dipiomético, mientas que Catén pretendia derrotar a Cé- sar cortandole el suministro. Pero César era un general muy habil, siempre dispuesto a pasar a la ofensiva. Para vencerio habia que estar dispuesto a luchar. Escribe que la guerra civil entre Mario y Sila y sus res- pectivos partidarios, asi co- mo la posterior brutalidad de los vencedores, tuvo mucha influencia en fo que luego su- cederia en el Senado. César era apenas un adolescente y Catén casi un nifo. gEn qué medida esos acontecimientos influyeron en sus vidas? La guerra en el ambito civil fue incretblemente violenta. Ambos bandos cometieron atrocidades. Sila hizo que escuadrones de asalto mataran a cientos de roma- ‘nos prominentes, y sus propieda- des fueron confiscadas. Aunque solo era un adolescente, César estaba casado con la hija de uno de los principales enemigos de Sila. Este queria que se divorcia- ra de ella, pero César se negé. Tuvo que esconderse durante un tiempo, pues temia por su vida, y dicha experiencia hizo que César se preocupase el resto de su exis- tencia por lo que podrian hacerle sus enemigos. Asi, consideré que cualquier medida para proteger- se estaba justificada. Catén, unos afios més joven, fue testigo de terribles ejecuciones. Pensé que lo acometido por Sila habia sido tremendamente injusto y por ello elresto de su vida, su gran temor «Caton era un reformador, queria que las instituciones funcionaran. A César le resultaria mas facil ser un politico del siglo xx1, pero necesitamos las cualidades de Catén» MUYHISTORAS «El “todo vale” de hoy recuerda a la politica romana, donde se difundia boca a boca todo tipo de informacién errénea» fue que otro hombre marchara hacia Roma con un ejército. Ca- ton vio en César a otro Sila. Hablando de los partidarios de Césary de los de Catén, se puede decir que alguna de las dos facciones, contribuyé mas al estallido de la guerra civil? En milibro sostengo que ambas partes tuvieron la culpa. César fue quien marché sobre Roma con Un ejército, Pero Catén y sus alia- dos lo arrinconaron y deberian haber sabido que era ariesgado lanzar una guerra contra él. Hubo Poco apoyo para luchar miitar- mente contra César. Poco antes de la guerra civil, el Senado votd que tanto César como su princi- Pal rival militar, Pompeyo, debian disolver sus ejércitos. En cambio, un pufiado de politicos, incluido Catén, instaron a Pompeyo a re- Unir tropas. En muchos sentidos, simpatizo menos con César, pero creo que sus enemigos actuaron tontamente, Las crénicas histéricas indican que mientras Caton era un estoico, César desper- dicié enormes cantidades de inero desde el desu carrera politica. El primero iba descalzo y con ropa sucia y el segundo era famoso por su narcisismo. zInfluyeron estos aspectos a la hora de ganar adeptos? Si. Con su gran encanto, a Cé- sar le resulté més facil conseguir un gran niimero de seguidores. Durante una parte importante de su carrera, tuvo a gran parte del pueblo romano de su lado. Catén, su vez, sabia atraer a los sena- dores de mentalidad tradicional, y JOMUY HSTORIA también impresion6 al piblico en general con artficios politicos: en tuna ocasién provoce a César pa- ra quelo encarcelara, lo que le hi 20 ganarse ciertas simpatias. Hoy asistimos a una tremenda polarizacién en la sociedad, por supuesto en los Estados Unidos, pero también en Espafia. 2Ve alguna similitud en los acontecimientos actuales y lo que sucedia en los momentos previos a la guerra civil romana? Elentomo digital actual ha ayu- dado a quebrar la fortaleza de instituciones tradicionales como los partidos politicos 0 los lega- cy media (empresas periodisticas tradicionales). Hay una situacién mas bien de «todo vale» y esto me recuerda a la politica romana, donde se difundia boca a boca todo tipo de informacion errénea. Come dije, no habia partidos po- liticos importantes en Roma. La politica tendia a organizarse en tomo a las contiendas entre lide- res rivales. Esto tiene resonancias con lo que estamos viviendo hoy. En la actualidad también vemos lamisma dindmica de polariza- cin: cada lado adopta posicio- nes cada vez mas extremas, y si bien esto puede generar likes © recaudar dinero, dicho comporta- miento devasta el sistema politico general Las denuncias y amenazas mu- tuas hacen que cada lado sea mas cauteloso y mas reacio a ‘trabajar conjuntamente. Esto au- menta el riesgo de conflicto inter- rho y también puede hacer que un ppafs sea més vulnerable a enemi- gos extranjeros. Una nueva crisis solo podria inflamar las disputas partidistas, Haciendo un ejercicio de ucronia. zCémo cree que ha- bria sido la historia de Roma i Pompeyo y sus seguidores hubieran ganado la segunda guerra civil? Este es el gran «zy si2». gEstaba la Republica romana moribunda y condenada a desaparecer, inclu- so sin César? Algunas personas dljeron lo mismo después de la muerte de César, y los historiado- res modernos a menudo han en- fatizado este punto de vista. Pero muchos en Roma estaban com- prometidos con las elecciones i- bres y el Estado de Derecho, pie- dras angulares de la Republica Creo que tanto César como Ca- ton eran responsables de la dis- uta que se convirti en guerra ci- vil. Pero si el bando de Catén y Pompeyo hubiera ganado, se po- dria haber preservado una mayor parte de la Republica. Esta nece- sitaba reformarse, pero la guerra civil acabé con cualquier posibil- dad de hacerlo. EI iDISFRUTA DE GRANDES LECTURAS! A pesar de su misteriosa desaparicion, no hay duda de que esta civilizacion que florecié en la regi6n suroeste de la peninsula ibérica entre los siglos vir y 1v a. C. sigue fascinando a los arqueologos y estudiosos. Con este libro, la editorial Pinolia se embarca en la aventura de desentrafiar esos enigmas de la primera civilizacién de Occidente, una de las mas enigmaticas y trascendentales de la Antigtiedad. Escanea este cédigo QR y podrés comprar facilmente este lib ARBOL GENEALOGICO ‘No.nacierom siendo nobles, pero con empeto legaron alo mds alto egando a jercer su pode sobre reyes yémperadores y tocando con la punta de los dedos el sues de tener su propio reino ena terra. Domingo de Borja procedia de los Borja plebeyos: fue el matrimonio de wna de sus his Isabel, «con Jofré de la rama noble-lo que les dio el pasado aristoeratico que ‘necesitaban para que su hijo Alfonso medrase en la iglesia. De Isabel yJotré ja euurestane Alescenderian tant los Borja yalencianos com fos Haas ‘Borgia roma- Soar nos’, empezando por Alejandro Vy continuando por sus hijos mas Famosos: (César Lvereciay Juan, Enel siglo XVL un descendiente de este éltimo evita (rein) peli el fala sabia itares, toe San fim — Francisco de Bora. hs Isabel de Borja . pf y Cavaniles fies ‘so, | 9° ‘Papa Alejandro VI | rst Beatriz rs de Borja oe Borgia A * ya 1475-1507 ‘ Jofré de Borja-Llangol Juan Sforza =~ - i e ess.588 | Cardenal Pedro \ ‘Cardenal Jt ee be Alfons I de Este a Dae de Mena eh \ een weiss ae mn ae [E a NAC BBEBES EES CSCS CS CBS SEDED ED ESE SEEN J2MUY HSTORIA MUYHISTORA 13 TMU ES ew | En la segunda mitad del ar er ET eteler Buel Clee ort ence ee oe on en pocas décadas de ser PRC ke) perce ERT nobleza del Reino OER Sy Ete ee een) ET Pee ea au ha men Om Lait esc fo OE Waar re Sea on unque su fortuna comenzé cuando uno de ir los suyos, Alfonso de Borja, se convirtié eee ee en papa con el nombre de Calixto III y el end definitivo golpe de suerte les legs cuando Messin — Rodrigo Borgia fue elegido asimismo pontifice, en Pee ME 1492, como Alejandro VI, lo cierto es que los Bor- PCICR ja —Borgia es la adaptacion fonética italiana— eran eee ees} futuro Calixto I tuna familia de antigua estirpe que aparece estableci dan el Reino de Valencia desde el siglo x1. Remontindonos un poco més atris en la historia, sus origenes estin ligados la localidad de Borja, en la pro- vincia de Zaragova, en el Alto Aragén, ya su disputada fortaleza. Tomada en la Edad Media por los moros que habian expulsado del territorio alos cristianos, la deno- minaci6n de la localidad deriva de la etimologia drabe que le dieron los musulmanes, que se establecieron en el siglo vin sobre la antigua Borsao. A principios del siglo x11 se inicié desde Navarra la reconquista del valle del Ebro y el castillo de Borja fue recuperado en 1120, de manera pacifica, por las fuerzas de Alfonso I. El escudo de armas delos Borja mostraba en su campo su. perior, precisamente, el castillo con sus muchas torres. La ascensién social de los Borja aragoneses comenz6 en 1348 con el apoyo a Pedro IV el Ceremonioso en la Guerra de la Unién, revuelta encabezada por la ciudad de Valencia y seguida por varias villas yaldeas del reino, excepto Burriana y Xativa. Afios mas tarde, cuando a mitad del siglo x11 Jaime T se lanz6 a la conquista del vecino reino musulman de Valencia, formaban parte de su ejército bastantes habitantes procedentes de Borja que siguieron al rey hacia el sur hasta alcanzar el valle de Xativa, la anti gua Saetabis romana. En esta ciudad de la Corona, que poseia un buen castillo, hospitales y conventos, nueve miembros de la familia Borja recibieron tierras ‘como recompensa a los méritos demostrados en el campo de batalla, y alli se asentaron con Esteban Borja, como jefe del clan. A finales del siglo x1y, su linaje estaba tan bien considerado que Rodrigo Gil (abuelo de Alejandro VI) pudo escoger como esposa a una joven de una distinguida familia de la nobleza local. ta primera dama de la familia, una Doms, llevaba en su escudo tres rayas doradas sobre pafio azul oscuro, que Alejandro VI haria que figurasen més tarde en el escudo familiar. LOS BORJA PLEBEYOS Pero antes de eso, el que legarfa a ser Calixto III no pertenecia al tronco principal de la familia Borja, si no a una rama secundaria més pobre. Cuando nacié Alfonso de Borja, en Xétiva habia varias familias con su apellido, pero solo los Gil de Borja pertenecian a MUYHISTORA 15 Alfonso de Borja, de la familia Bor Ja nobleza. La rama de la que procedia él, plebeya, formaba parte de la élite mercantil local. Sus padres, Domingo de Borja y Francisca Llangol, vivian en Ja Torre de Canals, lugar que le vio nacer el 31 de diciembre de 1378. Alfonso tenia cuatro hermanas: Juana, Catalina, Isabel y Francisca, Francisca quedé soltera, Juana contrajo matrimonio con un tal Marti, Catalina con, Juan de Milé (sus hijos y nietos tendrian un papel importante en la historia del linaje papal) e Isabel con su primo paterno, Jofré Gil de Borja. El futuro de Alfonso empezé a perfilarse siendo 4lbien nitio, cuando el dominico Vicente Ferrer, al terminar un sermén, se aproximé al joven y le pro: fetiz6 que llegaria a papa y que luego lo canonizaria a dl Aunque se trata de un hecho no documentado, si existe documentacién en la que queda patente que Calixto III relataba esta anécdota con total con. vencimiento, En cualquier caso, Ferrer convencié a su madre para que dejara a Alfonso emprender la carrera eclesidstica, asegurandole que le aguardaba tun gran porvenir, El joven inicié sus estudios en Xativa y luego irfa las Escuelas Eclesidsticas de Zara- goza, y deal al Estudio General de Lérida. Se puede decir que dela adolescencia ala treintena Alfonso Rodrigo compro el ducado de Gandia a Fernando el Catdélico para su hijo Pedro Luis 18MUY HSTORIA Negaria a ser Galixto ll (dcha., retratado por Juan de Juanes), no pertenacia al tronco principal el centro, escudo), pero tuvo a Alfonso V de Aragén el Magndnimo (izda.) como protector. de Borja llevé una existencia tranquila, dedicado en cuerpo y alma al estudio. Eligié la carrera de Derecho, necesaria para ocupar cargos relevantes, dentro de la Iglesia y para la que estaba dotado ex- cepcionalmente. En 141] era doctor en Derecho Canénico y en 1413 licenciado en Derecho Civil. COMO CONVERTIRSE EN NOBLE Pero, a pesar de su valia, su origen no aristocritico era. un escollo para su promocién eclesiastica. Por 80, organizé la boda de su her mana Isabel con su primo paterno, Jofré Gil de Borja, de la rama no. ble de la familia (era el hijo de Rodrigo Gil y de la noble Sibilla Doms). La novia aporté una buena dote y un hermano influyente a unos aristécratas mermados politica y econémicamente y los Borja comerciantes, ricos pero de bajo linaje, entroncaron con la nobleza de Xétiva, Desde ese momento, los Gil de Borja pasaron a llamarse solo Borja: asi se unificaban ambas ramas y Alfonso adquiria al fin la cuna noble que necesitaba. Del matrimonio de Jofré Gil de Borja e Isabel de Borja nacieron cinco hijos: Pedro Luis, Rodrigo, Tecla, Juana y Beatriz. Rodrigo, como segundo hijo, estaba destinado a la Iglesia, y con el apoyo de su tio Alfonso (ya como Calixto IID) Hegaria lejos. Cualquiera que fuere la opinidn sobre la hidalguia de los Borja, cuyo ape- llido levé Calixto IIL, no hay que dudar acerca de la del marido de Isabel. Calixto III se dirigié en 1455 asuhermana Isabel llamandola Nobili Isabelle, ger mane nostre, vidue. Y, aos mas tarde, Fernando el Catélico legitimé a César, hijo del cardenal Rodrigo, para recibir feudos y baronias en los estados de la Corona de Aragén y refiriéndose a él como uno de los Borja nobles: ex eo patre genitum, qui etiam ex nobili Borgiarum progenie recta via originem ducit. ESCALANDO PUESTOS Elbuen hacer de Alfonso de Borja lleg6 a ofdos del rey Alfonso V el Magninimo y en 1417 ya era su con- sejero. Paciente y sagaz, entre sus responsabilidades estaban las negociaciones en cuestiones eclesiésti- cas. De hecho, desempeiié un destacado papel en Ja conclusién del Cisma de Occidente, pues fue él iguiendo el mandato del rey— convenci alantipapa Clemente VII, sucesor de Benedicto XIIL (el Papa Luna), para que renunciara, restableciendo asila paz entre el rey Alfonso V y el papa Martin V, elegido tras el Concilio de Constanza. ‘Como recompensa por su significativo éxito di- plomiitico fue nombrado, por peticién real, obispo de Valencia, una de las didcesis mas ricas de aquel reino, el 19 de agosto de 1429 en la villa de San Ma- teo (Castell6n). Tenia cincuenta aitos. Fue ese el momento en el que el papa Martin V decidi traduciral latin el nombre del nuevo obispo de Valencia y, partir de entonces, a familia adopts esta modificacién de su apellido como recuerdo de su importante y primer nombramiento. El Borja original de la familia, que también se escribia Boria Borge, se transformé en el Borgia de los papas en su latinizacién. ‘Alfonso continué siendo la mano derecha del ‘monarca aragonés y cuando este decidié residir en Napoles, él se instalé alli también. En sus manos recayeron la reforma administrativa del reino, la presidencia del Consejo Real y a educacién del hijo ilegitimo del rey, Ferrante. Como embajador en el Concilio de Florencia, medié entre su rey y el papa Eugenio IV, que acabé reconociendo a aquel como soberano de Napoles. El premio tampoco se hizo esperar esta vez y el Magna- nimo pidié el capelo cardenalicio para Alfonso, que fue nombrado cardenal el2 de mayo de 1444 con el titulo de I Santi Quattri Coronati (su iglesia titular seria la basilica de los Cuatro Santos Coronados, pero retenia el obispado de Valencia). Fue llegado este punto de su vida cuando Alfonso hizo de Roma su lugar de residencia permanente, alejindose asi por primera ver. del servicio directo del Magnénimo. No obstante, como no podia ser FRANCISCO, EL BORJA SANTO Ne leeeriecat ell riquez de Luna, Il duque de Gandia, y bisnieto del papa ‘Alejandro VI, Francisco de Bor- jay Aragon nacié en Gandia en 1510. La pérdida de su madre, Juana de Aragén y Gurrea (hija de Alonso, hijo ilegitimo de Fer- nando el Catéiico), cuando solo tenia 10 afios, marcé su per sonalidad. Con 15 afios sirvié alla reina Juana | en el palacio de Tordesillas como paje de la infanta Catalina: afios més tar- de, Carlos Ile reclamé desde la corte de Valladolid. Liegé a ser «gran privado» de! emperador yen 1529 se acordo su matri- monio con Leonor de Castro, amiga intima y dama de la em- peratriz Isabel de Portugal, de ‘quien Francisco fue nombrado caballerizo mayor. La muerte de la belisima esposa de Carlos | en 1539, con solo 36 afios, cau- 86 una impresion tan profunda fen Francisco de Borja, que con- sideré esa fecha como la de su conversién. La visién del cadé- ver le hizo reflexionar y determi- 16 su vocacién religiosa. Cuando su padre murié en 1543, el nuevo duque de Gandia se re- tiré a su tierra natal y llev6 una vida familiar y entregada a la fe. Invité a algunos jesuitas a Gan- dia y se convirtié en su protector y discipulo hasta que, tras enviu- dar en 1548, decidié entrar en la Compatiia de Jests. Fue autori- zado por el papa para seguir en la vida publica hasta resolver las Obligaciones con sus hijos y sus terras. Tras permitire el empera- dor renunciar a sus posesiones, abdicé a favor de su hijo mayor y fue ordenado sacerdote. Renuncié en varias ocasiones al cardenalato y llegé a ser ter- ccer superior de los jesuitas en 1865, haciendo de esta orden una institucion dedicada a la feducacién y la cultura, Murié en Roma el 30 de septiembre de 1872. El papa Urbano Vill lo beatificé en 1624 y Clemente X lo canonizé en 1671, un siglo después de su muerte. Francisca de Borja, geet) COLL oe MUYHISTORA 17 de otra manera, desde su palacio episcopal —donde pasé once afios de cardenalato— seguiria sirviendo alos intereses del rey Alfonso. DE VALENCIA A ROMA El cardenal Borgia no tenia hijos, pero se vole6 con, dos de sus sobrinos, Pedro Luis y Rodrigo, hijos de sti hermana Isabel y de Jofré. Cuando su madre enviudé (Rodrigo tenia 10 afios), se fueron todos a vivir a Valencia al palacio episcopal con su tio. Los hermanos Borja eran los sobrinos del obispo de Valencia, pero también del canciller del rey (y po- cos aftos después de un cardenal),asi que todos los palacios de la nobleza les abrian las puertas. Habjan subido muchos peldafios en el escalaféin social de tuna ciudad importante, la més préspera, populosa y segura de Espafia. Inmerso en el mundo clerical desde los catorce afios, Rodrigo se centré en estudiar. Aunque su tio Alfonso pasaba la mayor parte del tiempo en Roma, pedia informes regulares sobre sus avances. No seria Bolonia del siglo xv era, gracias a su importante universidad, una atractiva ciudad de estudiantes y profesores. hasta el verano de 1449, ya con 18 afios, cuando por orden del cardenal se trasladara a Roma junto con su hermano Pedro Luis y su primo Luis Juan de Mil Su tio sabia que Roma no podia ofrecer gran cosa aos dos jévenes, porlo que decidié enviarlos Boloniaa estudiar leyes. Mientras que a Pedro Luis, solo le interesaban los temas militares, Rodrigo fue un excelente estudiante, terminé el doctorado en Derecho Civil y en Normas y aprendié el arte del debate y la argumentacién. Fue en Bolonia donde en 1455 recibié la noticia de la muerte del papa Ni colds V y della eleccién de su tio como Calixto IIL Los hermanos Borja pasaron asi de sobrinos de un cardenal a sobrinos del sumo pontifice. El nepotismo del nuevo papa encumbré a sus {jovenes parientes ripidamente. En febrero de 1456, rnomibré cardenales a Rodrigo, que tenia solo vein- ticinco aftos, ya su primo Luis Juan de Mili. Pocos, meses después le Hegaria el turno de las atenciones papales a Pedro Luis, que fue nombrado alcaide del Castillo de SantAngelo, portaestandarte de la Al casar a su hermana con un Gil de Borja (la rama noble), Alfonso logr6 su deseada cuna aristocratica 1BMUY HSTORA Iglesia y gobernador de Orvieto, Spoleto, Nepi y ocho plazas fuertes mas de los Estados Pontificios. Elnombramiento posterior de Rodrigo como vice- canciller de la Iglesia romana (cargo que mantuvo durante 35 aitos, sirviendo a cinco papas) supuso una atribucién extra de poder. Tras la muerte de Calixto, Rodrigo mantuvo una relacién de cerca- nia con diferentes papas: Pio II, Pablo II, Sixto IV... Veinte afios después seria nombrado papa y crearia toda una estirpe de Borgias romanos. EL DUCADO DE GANDIA En 1323, elrey Jaime Il el Justo concede el sefiorio de Gandia a su hijo el infante Pedro de Aragon y Anjou. En 1359 lo hereda el hijo deste, Alfonso de Aragon, el Viejo, quien en el afto 1399 recibe del rey el titulo de duque de Gandia —que eleva la categoria del se fiorio a ducado real— y comienza la construccién del palacio [ver recuadro] y de los edificios aledatios de Javilla, como la iglesia de Santa Maria. Su hijo, de nombre también Alfonso, serd el que herede el ducado, pero su prematura muerte sin des- cendencia, en 1424, hace que el palacio reviertaal rey. Pasa por varios duefios hasta que, en 1485, el enton- EL PALACIO DUCAL igado al ducado de Gandia 1sde el siglo xv, el Palacio Ducal de Gandia fue el antiguo centro de poder de la ciudad y festuvo en posesin de los Bor- ja-Borgia desde e! siglo xv. Con ‘su llegada en 1485, el edificio se veria ampliado y modificado. Pe- dro Luis, Maria Enriquez de Luna yy Francisco de Borja dejaron su impronta entre los siglos xv y xv. Aesta época corresponden la remodelacién del Salén de Co- ronas y el inmenso patio de ar- mas renacentista, en el que des- aca una espectacular escalinata cconstruida en dos tramos. En ‘6poca barroca, se le dio un nue- vo aire a edficio con fa remode- lacién del Salon de Aguilas y la cconstruccién de la Galeria Do- rada con azulejos originales de la época, realizada para conme- mora la canonizacin de Fran- cisco de Borja, quien nacié en festa casa y cuya habitacion se conserva practicamente intacta. En 1788, el pintor Francisco de Goya ambienté en la escalinata del patio la escena de su gran cuadro San Francisco de Bor- ja despidiéndose de su familia, tencargado por los duques de (Osuna para la catedral de Valen- cia, donde se conserva. Aban- donado por la Casa de Osuna, ces cardenal Rodrigo de Borja compra el ducado, incluido el palacio, a Fernando el Catélico para su hijo Pedro Luis. Adquiria asf uno de los ducados mis prdsperos del Reino de Valencia y nacia una saga de ‘once generaciones de los Borja en Gandia. En 1488, al morir Pedro Luis sin haber llegado a contraer el matrimonio que tenia concertado con ‘Maria Enriquez de Luna (prima hermana del rey Fernando el Catélico)y sin hijos, hered6 el ducado su hermano Juan, que inaugurarfa una linea ducal valen-

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