Justicia

ocupacional 20
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

ANN A. WILCOCK Y
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

ELIZABETH A. TOWNSEND

Objetivos de aprendizaje
Después de leer este capítulo, será capaz de:
1. Describir la justicia ocupacional.
2. Describir la integración de la justicia ocupacional dentro de la
terapia ocupacional.
3. Identificar las injusticias ocupacionales con relación a los clientes.
4. Explicar los enfoques para propulsar y mediar el cambio que
permite a los clientes participar en ocupaciones de acuerdo con
sus necesidades.

L a justicia ocupacional es un aspecto integral pero sólo recientemente

reconocido de la Terapia Ocupacional. Desde los comienzos de la profe-
sión, los terapeutas basaron sus intervenciones en la idea de que las ocupa-
ciones contribuyen a la salud y que las personas tienen tanto la necesidad
como el derecho de participar en ocupaciones significativas (Dunton, 1915;
LeVesconte, 1935; Meyer, 1922; Wilcock, 1998). Para ilustrar el poder y el
potencial de la justicia ocupacional, se presentan tres escenarios de interven-
ción que utilizan una perspectiva de justicia ocupacional.
El concepto de justicia ocupacional expresa las posiciones histórica y ética
implícitas de los terapeutas ocupacionales para ocuparse de las injusticias
potenciales o reales (Wood, Hooper y Womack, 2005). A mediados de la déca-
da de 1990 surgió el concepto de justicia ocupacional a partir de dos direccio-
nes de estudio en dos lugares diferentes del mundo. Una dirección, vinculada
con el conocimiento de la relación entre ocupación y salud, descubrió que los
resultados beneficiosos o negativos de la salud relacionados con las ocupacio-
nes dependen de determinantes sociopolíticos o culturales que pueden ser
enmarcados en términos de justicia (Wilcock, 1993, 1995, 1998). La otra direc-
ción, vinculada con los análisis sociales críticos de la práctica centrada en el
cliente, descubrió que el trabajo de permitir al cliente el empoderamiento a tra-
vés de la ocupación es congruente con el trabajo de la justicia social (Townsend,
1993, 1996, 1998). Ambas direcciones de la investigación generaron reflexio-
nes sobre la ocupación y la justicia social, y sobre el hecho de si la justicia social
encara suficientemente los derechos de las personas, en formas individual y
colectiva, para participar en ocupaciones significativas, o no lo hace. Los tera-
peutas ocupacionales de todo el mundo discuten actualmente si la justicia ocu-
pacional no es más que un aspecto importante de la justicia social o un concep-
 to por sí mismo. Algunos argumentan que ambos conceptos
consideran las sociedades ideales gobernadas por un conjun-
to de principios éticos, morales y cívicos sobre los derechos y
las responsabilidades entre las personas; las formas en las
cuales se tratan y relacionan unas con otras, las libertades y
las autonomías sociales, y la distribución de los recursos
humanos y económicos. Otros argumentan que como la jus-
ticia social no se ocupa suficientemente de la diferencia entre
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las naturalezas y las necesidades ocupacionales del individuo,
justicia ocupacional y justicia social deben considerarse enti-
dades separadas, de modo que no se pasen por alto los aspec-
tos importantes de la justicia ocupacional. Ambas perspecti-
vas reconocen que todas las personas son seres ocupaciona-
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les con diferentes naturalezas y necesidades, y que el satisfa-
cer esas necesidades es cuestión de salud, lo que lo convierte
en una cuestión de justicia.
CÓMO DESCRIBIR LA JUSTICIA
OCUPACIONAL
No existen traducciones simples para los términos ingle-
ses ocupación y justicia que transciendan las diferencias
culturales, lingüísticas y sociales. En cambio, es necesario
considerar los cuatro términos relacionados: ocupación,
justicia, justicia social y, finalmente, justicia ocupacional.
Ocupación
Los terapeutas ocupacionales tienden a sostener diferentes
puntos de vista acerca de lo que significa la palabra ocupa-
ción. Acá, se utiliza ocupación para indicar todas las cosas
que las personas desean, necesitan o tienen que hacer, ya sea
de naturalezas física, mental, social, sexual, política, espiri-
tual o cualquier otra, incluidas las actividades de sueño y des-
canso. La ocupación permite a las poblaciones y a las comu-
nidades participar activamente para dar forma a sus destinos
(Thibeault, 2002), y puede mejorar la salud o amenazarla. La
dualidad de salud o daño en la ocupación es una tensión cen-
tral que subyace a la terapia ocupacional.
La ocupación está moldeada por el tiempo, el lugar y las
condiciones sociales, y es una unidad de economía. Es el
medio cotidiano y práctico de autoexpresión, o de hacer o
experimentar el significado, porque es el elemento activis-
ta de la existencia humana, ya sea un desempeño contem-
plativo, reflexivo y meditativo o basado en la acción. La
ocupación puede brindar el medio de suprimir el yo, la
identidad, el ser, la creencia, el espíritu y la autonomía, así
como el medio de expresarlo. Como medio fundamental de
lograr objetivos implícitos o explícitos, las relaciones de
poder son centrales para las posibilidades y las limitacio-
nes. El poder de participar en ocupaciones puede ser con-
trolado a través de la fuerza física o de forma invisible por
medio de la regulación y las expectativas culturales.
Justicia
La justicia ha sido definida de muchas formas durante
toda la historia. Ha sido igualada a palabras como aere-
chos, equidad e imparcialidad, y Benjamín Disraeli (1851)
la describió como “verdad en acción”. El término justicia
se aplica más a menudo a los sistemas legales, pero tam-
bién se utiliza para defender la igual distribución de recur-
sos y la discriminación positiva en términos de las perso-
nas marginadas (Norton, 1994).
Justicia social
La justicia social es un concepto sobre los derechos, la
equidad y la imparcialidad. Como parte aceptada de las
sociedades posmodernas, este concepto de justicia se cen-
tra en las relaciones y condiciones sociales justas indepen-
dientemente de las diferencias de raza, clase, sexo, ingre-
sos o discapacidad. La justicia social se aplica a la distribu-
ción ética y compartida de recursos, derechos y responsa-
bilidades entre las personas, y reconoce su valor de igual-
dad como ciudadanos, “el mismo derecho a poder satisfa-
cer las necesidades básicas, la necesidad de ampliar las
oportunidades y las posibilidades vitales tanto como sea
posible, y finalmente el requerimiento de reducir y, cuando
sea posible, eliminar las desigualdades injustificadas”
(Comission on Social Justice, p. 1).
Justicia ocupacional
La justicia ocupacional se equipara también con palabras
como derechos, equidad e imparcialidad. También se apli-
ca al derecho de todo individuo de poder satisfacer las
necesidades básicas, y tener oportunidades y posibilidades
en la vida que sean equitativas para alcanzar su potencial,
pero específico a su participación en ocupaciones diversas
y significativas. La justicia ocupacional es una justicia de
diferencias porque las personas tienen diferentes naturale-
zas, necesidades y capacidades que se expresan a través de
lo que hacen. Por lo tanto, la justicia ocupacional requiere
una distribución ética y compartida de recursos, derechos
y responsabilidades en relación con aquello que los indivi-
duos desean, necesitan y están obligados a hacer dentro de
los estándares sociales y éticos de una comunidad. La ocu-
pación es lo que nos lleva a la realidad de la vida diaria,
donde podemos hablar sobre las experiencias individuales,
grupales y poblacionales cotidianas de la ocupación que
ocurren dentro de condiciones y estructuras sociales
amplias que forjan las opciones a favor y en contra de la
justicia.
Las justicias social y ocupacional proporcionan diferen-
tes perspectivas para plantear cuestiones en torno a un
interés compartido en la justicia (Figura 20.1). Una teoría
exploradora de la justicia ocupacional propuesta por
Townsend y Wilcock (2004) sugiere cómo se relacionan
entre sí estas cuatro ideas: ocupación, justicia, justicia
social y justicia ocupacional.
La teoría que se presenta en la Figura 20.2 acepta que las
personas son seres ocupacionales, que participan en ocu-
paciones como seres autónomos, que la participación es
interdependíente y contextual, y que es un determinante de
salud y calidad de vida. La teoría propone los principios de
empoderamiento por medio de las ocupaciones; una clasi-
193
 194 UNIDAD 3: OCUPACIÓN Y SALUD EN LA SOCIEDAD
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ficación inclusiva de todas las ocupaciones; las habilitacio-
nes individual y colectiva del potencial ocupacional; y la
diversidad, la inclusión y la ventaja compartida en la parti-
cipación ocupacional.
El propósito primario del desarrollo de la teoría de la jus-
ticia ocupacional fue llamar la atención hacia el hecho de
que en todo el mundo las personas son limitadas, privadas
y alineadas de participar en ocupaciones que proporcionen
satisfacción, significado y equilibrio a la persona, la fami-
FIGURA 20.1 Justicia ocupacional y
justicia social que permiten la satis-
facción de las necesidades biológicas.
lia o la comunidad a través de lo que hacen. En muchos
casos, las personas no pueden cubrir las necesidades de
vida que son prerrequisitos de la salud:
Las condiciones y los recursos fundamentales de la salud son
paz, vivienda, educación, alimento, ingresos, un ecosistema
estable, recursos sostenibles, justicia y equidad sociales.
(Organización Mundial de la Salud [OMS], Health and Welfare
Canadá, Canadian Public Health Association, 1986, p. 2)
FIGURA 20.2 Teoría exploratoria de la jus-
ticia ocupacional: intersección de ideas.
(Reproducido con autorización de Prentice
Hall).

La OMS recomienda una acción para promover la salud
a todos en muchas de sus directivas, como la Carta de
Ottawa para promoción de la salud (OMS y cols., 1986),
que exige no sólo la satisfacción de las necesidades y hacer
frente al entorno, sino también el logro de las aspiraciones
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de bienestar físico, mental y social. Health for All in the
Twenty-first Century (Salud para todos en el siglo XXI)
(OMS, 1998) valida la “singularidad de cada persona y la
necesidad de responder a la búsqueda espiritual de cada
individuo de significado, propósito y pertenencia” como
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parte de la salud y como cuestión de justicia.
Durante la década de 1990, las organizaciones interna-
cionales se ocuparon del desarrollo de “sociedades acti-
vas” y “Estados habilitadores” (Gilbert, 1995; Kalisch,
1991, pp. 3-9; Organization for Economic Cooperation
and Development [OECD], 1989). Por ejemplo, la
Administración Clinton impulsó un “anteproyecto para
una nueva América” en el cual
el Estado habilitador se organice alrededor de los objeti-
vos de trabajo y empoderamiento individual... Por encima
de todo, debe ayudar a los estadounidenses pobres a de-
sarrollar las capacidades que necesitan para liberarse de
la pobreza y la dependencia... Una estrategia habilitadora
debe considerar a los pobres como agentes principales de
su propio desarrollo, más que como clientes pasivos del
sistema de bienestar. (Marshall & Schram, 1993)
La Declaración universal de los derechos humanos
(Universal Declaration of Human Rights) (Naciones Unidas
[ONU], 1998) aboga para que todas las personas tengan un
estándar de vida que sea adecuado para la salud y el bienes-
tar. La defensa es para que las personas tengan igualdad de
derechos al trabajo; a la libre elección de empleo; al descan-
so, al esparcimiento y a las vacaciones; a participar en las
artes y en los adelantos científicos; a tomar parte en los
Gobiernos nacionales; a desarrollar plenamente la personali-
dad humana. Esta declaración de los derechos fundamenta-
les para todos proporciona temas para el debate centrado en
las ideas de empoderamiento, elección y oportunidad; la ten-
sión entre los derechos individuales y colectivos; y la tensión
entre justicia para los individuos y el bien común. Vale la
pena discutir la necesidad de que dichos derechos sean con-
siderados parte de la intervención en atención de la salud en
todos los niveles. Los terapeutas ocupacionales pueden par-
ticipar en este debate al ocuparse de la necesidad de partici-
pación en ocupaciones que satisfagan las naturalezas, las
capacidades y las elecciones individuales de las personas y al
cuestionarse de qué modo se relacionan con la salud y el
bienestar.
RECONOCIMIENTO DEL LUGAR DE LA
JUSTICIA OCUPACIONAL EN LA TERAPIA
OCUPACIONAL
Además de las publicaciones de terapia ocupacional que
se concentran en la justicia, como Spirit of Survivors:
CAPÍTULO 20: Justicia ocupacional 195
Occupational Therapy Without Borders (Kronenberg,
Algado y Pollard, 2005), las ideas de justicia ocupacional
están influenciando al Gobierno, la planificación y las polí-
ticas profesionales de las organizaciones profesionales de
terapia ocupacional. El British College of Occupational
Therapists (COT, 2002) propone un plan estratégico basa-
do en ideas contemporáneas de salud y justicia social. En
2005, el COT argumentó que la igualdad y la justicia
social son centrales para el marco de referencia conceptual
de las profesiones en que “los terapeutas ocupacionales
han trabajado mucho tiempo con las personas más exclui-
das y en mayor desventaja para permitirles lograr satisfac-
ción en sus vidas como miembros de las comunidades”. El
COT continúa declarando:
La profesión utiliza el término “justicia ocupacional” para
referirse al concepto que actúa como extensión comple-
mentaria de la justicia social. La justicia ocupacional pro-
porciona un marco de referencia para formular preguntas
acerca de la desigualdad de oportunidades para el de-
sarrollo ocupacional o las inequidades relacionadas con la
falta de habilitación apropiada para aquellos que viven
con una discapacidad (pp. 2-3).
La European Network of Occupational Therapists in
Higher Education (Red europea de terapeutas ocupaciona-
les en educación superior) adoptó a la justicia ocupacional
como tema de su conferencia anual de 2003. En esa reu-
nión, Townsend (2003) preguntó: “¿Por qué los terapeu-
tas ocupacionales deberían ocuparse de la justicia ocupa-
cional?”. Las respuestas se centraron en las injusticias que
ocurren cuando los seres humanos son vedados, atrapa-
dos, confinados, segregados, restringidos, prohibidos,
incapacitados para desarrollarse, interrumpidos, alinea-
dos, desequilibrados, privados o marginados de formas
que los excluyen de participar en condiciones óptimas en
las ocupaciones que necesitan y desean hacer para mante-
ner la salud durante toda la vida.
La World Federation of Occupational Therapists
(WFOT) (Federación internacional de terapeutas ocupa-
cionales) también reconoce la necesidad creciente de que
la justicia ocupacional se oponga a los factores sociopolíti-
cos y económicos que subyacen a la discapacidad y son
consecuencia de ella. La WFOT afirma que “muchas per-
sonas con discapacidades están limitadas o se les niega el
acceso a una ocupación digna y significativa en su vida dia-
ria, y su bienestar a veces se ve comprometido por la dis-
criminación ocupacional o la privación ocupacional”
(WFOT, 2004-2005, p. 2). Además, el cuerpo profesional
internacional ha redactado una Declaración de posición
frente a los derechos humanos (Human Rights Position
Statement) que se encarga de las cuestiones de justicia
social (WFOT, 2006).
La práctica actual de la terapia ocupacional puede des-
cansar sobre el éxito de la profesión al colocar a la injusti-
cia ocupacional explícitamente en la agenda pública y mos-
trar lo que puede lograr una profesión centrada en la ocu-
pación e impulsada por la justicia. Imagine, por ejemplo,
el poder de reducir las interrupciones en las ocupaciones
 196 UNIDAD 3: OCUPACIÓN Y SALUD EN LA SOCIEDAD
de los trabajadores que han perdido sus trabajos debido a
lesiones relacionadas con ellos, de minimizar la alineación
y los desequilibrios ocupacionales de las personas que
viven con enfermedades psíquicas graves y persistentes, o
de estimular el desarrollo ocupacional de los niños con dis-
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capacidades. Más aun, imagine los impactos potenciales de
defender y participar en una reestructuración de la econo-
mía y las prácticas globales sobre las crisis colectivas de la
guerra, los refugiados, la desarticulación de los grupos cul-
turales o los desastres naturales en los cuales la privación
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ocupacional, la marginalización o la discriminación son el
resultado implícito y, a menudo, dado por sentado.
QUÉ DISCUTIR CON OTROS SOBRE LA
NATURALEZA DE LA JUSTICIA O LA
INJUSTICIA OCUPACIONAL
La justicia ocupacional reúne dos necesidades biológicas
poderosas: la necesidad de hacer y la necesidad de formar
parte de un grupo social. Ambos son mecanismos innatos de
supervivencia, como lo demuestran las investigaciones
arqueológica y antropológica (Wilcock, 1998, 2006). La
investigación sostiene firmemente la asociación entre el bie-
nestar y las relaciones que brindan apoyo (Argyle, 1987;
Blaxter, 1990; Cohén y cols., 1982; Isaksson, 1990; Warr,
1990). La asociación del bienestar con la ocupación no está
tan bien reconocida pero fue apoyada en una encuesta en la
RECUADRO INJUSTICIA OCUPACIONAL
20.1 Y PERSONAS DE EDAD AVANZADA:
LISTA DE COTEJO
1. Sentarse solo en un hogar de ancianos o en otro
ámbito restringido sin nada para hacer salvo mirar a
otros en la misma situación o una televisión que
muestra un programa tras otro que ellos no eligieron
2. Llevarlos a excursiones en las que no tienen interés
3. No ser atendidos cuando ellos hablan acerca de lo
que han hecho en sus vidas
4. No se les pide consejo ni se les presta atención
cuando lo dan
5. No tienen oportunidad de ayudar a otros
6. Se les impide hacer lo que desean en nombre del
control de riesgos
7. Se les dice que no pueden hacer algo que disfruta-
rían “por su propio bien”
8. No se les asignan recursos, asistentes, servicios o
apoyo para encontrar ocupaciones satisfactorias
9. Contacto social sólo con prestadores de servicios
pagos que llevan alimentos y cambian la ropa de
cama
10. Limitados, privados o alienados por las políticas
de los responsables de la autoridad o por la legis-
lación
que se solicitó a los participantes que definieran su concepto
de bienestar (Wilcock y cols., 1998, 2006). La respuesta más
común a una pregunta sobre la situación o el entorno que
ellos asociaban con sentimientos de bienestar se relacionó
con la ocupación, aunque la palabra ocupación no fue utili-
zada. En cambio, los participantes hablaron de esparcimien-
to, logro, trabajo, descanso, actividad desinteresada, autocui-
dados y prácticas religiosas. La siguiente respuesta en fre-
cuencia se refirió a las relaciones, lo que sugiere que lo que
las personas hacen, y hacen que otros hagan, son fundamen-
tales para el bienestar.
Se puede utilizar el término justicia ocupacional para
atraer la atención de los medios sobre problemas que de otro
modo podrían ser ignorados por aquellos que se concentran
en los aspectos técnicos de la recuperación, o que están inte-
resados en la contención de costos y la eficiencia en la inter-
vención. Después del primer Simposio canadiense sobre
ciencia ocupacional, la Corporación canadiense de transmi-
sión (Canadian Broadcasting Corporation) entrevistó a
Patricia Manuel (2003) acerca de la privación ocupacional
potencial que se experimenta cuando las áreas naturales uti-
lizadas para el juego informal de los niños que viven en la ciu-
dad son usurpadas por emprendimientos inmobiliarios. Las
referencias de Manuel a la justicia ocupacional reencuadra-
ron las consecuencias de la planificación urbana.
JUSTICIA OCUPACIONAL EXPLÍCITA
EN LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA
OCUPACIONAL
Tres escenarios muestran la práctica de la terapia ocupa-
cional con clientes cuyos problemas de justicia están rela-
cionados con el envejecimiento, los problemas sociales y la
inmigración.
Injusticia ocupacional y edad avanzada
Los adultos de edad avanzada pueden verse atrapados en
una vida estrecha con oportunidades limitadas, pocas posi-
bilidades de logro, escasa salud, bienestar reducido, menor
calidad de vida y sentimientos de falta de control para
determinar su propio destino. Por razones de justicia,
todos los adultos de edad avanzada necesitan opciones de
ocupaciones que mejoren la salud. Negarles opciones para
dicha participación es más que una cuestión de cuidados
médicos. No todas las personas de edad avanzada están
enfermos, dementes o son incapaces de luchar por los
objetivos personales, como podrían indicar algunos geren-
tes de servicios de las poblaciones que envejecen. Muchos
adultos de edad avanzada siguen interesados en el futuro y
en el papel que tendrán en él. Siguen interesados en hacer
cualquier cosa que tenga significado para ellos a menos
que, como sucede con demasiada frecuencia, estén confi-
nados o encadenados a situaciones restrictivas, inhabilita-
doras en la atención de cuidadores condescendientes e
hipervigilantes “por su propia seguridad”. La provisión de
oportunidades para satisfacer los deseos y las necesidades

ocupacionales singulares es una cuestión de justicia como
parte de un proceso de envejecimiento activo. Existe poco
énfasis en salud, bienestar social o literatura popular para
alentar a las personas de edad avanzada a participar acti-
vamente en el proceso de envejecimiento. Existen excep-
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ciones, tal vez con relación a aquellos que excepcionalmen-
te realizan cosas a una edad muy avanzada y se juzgan
extraordinarios. La naturaleza cada vez más litigante de las
sociedades occidentales se opone, en sí misma, a la justicia
ocupacional para las personas de edad avanzada. El temor
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a las acciones legales si ocurrieran accidentes cuando las
personas mayores participan en ocupaciones distintas a los
autocuidados ha conducido a que se recorten muchos pro-
gramas excelentes debido a preocupaciones de manejo de
riesgos. Desde una perspectiva ocupacional, las limitacio-
nes de los programas o el énfasis excesivo en el riesgo de
las personas mayores es discriminatorio e injusto
(Wilcock, 2005).
Estas luchas cotidianas están situadas en un contexto
social. Así, los terapeutas ocupacionales analizarían más
que los deterioros físico o mental, y podrían plantear pre-
guntas críticas para explicitar las cuestiones de justicia
ocupacional, como se muestra en el Recuadro 20.1, que se
refiere a las personas de edad avanzada.
Injusticia ocupacional y problemas sociales
El racionalismo económico y la legislación burocrática
han conducido a que muchas personas no sean capaces de
obtener un empleo pago regular que satisfaga sus intereses
y habilidades o a trabajar en forma independiente.
Condenados a vivir gracias al apoyo social o a participar en
un empleo poco satisfactorio y, a menudo de tiempo par-
ESTUDIO DE UN CASO: Petra: injusticias ocupacionales y problemas sociales
Petra tiene 8 años y es una niña pequeña, delgada, tímida y
agradable, pero con bajo rendimiento escolar. Ella asiste a un
programa de cuidados diurnos para después de la escuela,
administrado por los servicios comunitarios municipales, en
parte por su necesidad de apoyo extraescolar y en parte por-
que nadie se encuentra disponible en su hogar después de la
escuela. Su madre Juliana, de 35 años, tiene dos trabajos sólo
para mantener a su hija en lugar de aceptar el consejo del tra-
bajador social de colocarla en un hogar adoptivo. La herma-
na de Petra, Aggie, de 12 años, se está convirtiendo en una
adolescente sin control cuyo desempeño escolar es satisfac-
torio, aunque su asistencia está declinando rápidamente.
Aggie prepara a Petra para la escuela porque el primer traba-
jo de Juliana comienza a las 5 de la mañana. El tiempo duran-
te el fin de semana de Juliana es prácticamente inexistente
debido a la costura extra que realiza para hacer equilibrio
para subsistir. Un centro de desarrollo de carreras para muje-
res ha derivado a Juliana a un programa de habilidades labo-
rales operado por los servicios comunitarios municipales. La
oficina de bienestar municipal ha empleado a un terapeuta
ocupacional consultor para que trabaje con los cinco progra-
mas para después de la escuela y los diez programas de des-
arrollo de habilidades laborales que operan. El equipo profe-
sional incluye maestros de recursos y de educación especial,
y trabajadores sociales.
CAPITULO 20: Justicia ocupacional 197
cial, experimentan efectos negativos y prolongados sobre
la salud. Por ejemplo, algunas personas pierden la autoes-
tima necesaria para asumir la responsabilidad personal de
promover su propia salud. Otros efectos negativos pueden
incluir la pérdida de ingresos para ingerir alimentos salu-
dables, o la desconexión con los compañeros de trabajo
con los cuales se compartieron previamente algunas ocu-
paciones. Algunas personas pueden preferir aceptar el
seguro social en lugar de un empleo pago porque no exis-
ten incentivos económicos ni sociales para el trabajo a
tiempo parcial. Algunas familias podrían verse atrapadas
en políticas de empleo que esperan que ellas hagan dema-
siado o pierdan sus trabajos. El desempleo puede ser real-
mente bienvenido por aquellos que tienen habilidades ocu-
pacionales alternativas de subsistencia, como cultivar ver-
duras, cortar madera y reparar bienes o mercancías para la
reutilización y el reciclado. Las personas que carecen de
estas habilidades o de las oportunidades para participar en
ocupaciones de subsistencia pueden vivir estilos de vida
poco saludables, privados laboralmente, desequilibrados o
alienantes.
Una perspectiva ocupacional puede conducir a una
nueva forma de entender los problemas sociales. Así, los
terapeutas ocupacionales se ocuparían de las injusticias
ocupacionales al plantear interrogantes sobre la vida dia-
ria, como lo demuestra el estudio del caso que sigue.
Injusticia ocupacional, degradación
del entorno, refugiados e inmigración
En las economías agrícolas, muchas personas tienen una
necesidad desesperada de ayuda para obtener los prerre-
quisitos de salud debido a la degradación ambiental produ-
Una perspectiva ocupacional puede conducir a una nueva
forma de entender los problemas sociales. Así, los terapeu-
tas ocupacionales atenderán las injusticias ocupacionales al
plantear interrogantes sobre la vida diaria, como se mues-
tra en el estudio del caso de Petra.
Muestra de preguntas para analizar las injusticias
ocupacionales y los problemas sociales
1. ¿A quién designará el terapeuta ocupacional como
clientes: Petra o Aggie, Juliana como madre soltera, los
programas para después de la escuela, los programas
de habilidades laborales, la municipalidad?
2. ¿Qué documentación demostrará la responsabilidad
por la práctica de la terapia ocupacional: evaluación de
espiritualidad y los desempeños ocupacionales físico,
mental y cognitivo de los individuos; descripciones de
consultas de programas; datos poblacionales en niños
y padres solteros; costos y resultados del programa?
3. ¿Cuáles son los problemas ocupacionales de los niños
y los adolescentes que no están creciendo en malas
condiciones sociales? ¿De las mujeres u hombres
solos?
4. ¿Quiénes son los aliados de los terapeutas ocupaciona-
les en el trabajo por la justicia ocupacional?
 198 UNIDAD 3: OCUPACIÓN Y SALUD EN LA SOCIEDAD
ESTUDIO DE UN CASO: la familia El Khalil: injusticias ocupacionales e inmigración
La familia El Khalil estaba llena de gozo cuando arribaron
como refugiados y nuevos inmigrantes a Canadá. Ambos
padres eran médicos y los cuatro hijos, de 13, 12, 9 y 5
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años, habían sido buenos alumnos en su tierra natal en el
norte de África. Después de 2 años de dificultades de inmi-
gración por su estatus de refugiados, ambos padres están
empleados como guardias de tránsito escolar. Con pocos
ingresos, viven en un apartamento de un dormitorio de
mala muerte en un vecindario difícil, donde el hijo de 13
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años acaba de ser acusado de asalto como delincuente
juvenil. Ha sido enviado para observación a un centro de
detención juvenil, donde un terapeuta ocupacional está
empleado en un equipo de salud mental.
cida, al menos en parte, por la codicia de las organizacio-
nes multinacionales y la falta de empoderamiento de los
ciudadanos. Muchas personas están privadas desde el
punto de vista ocupacional debido a la guerra, las agitacio-
nes políticas y las dictaduras rígidas, o a causa de desastres
naturales. Los efectos de la injusticia ocupacional en el
entorno inmediato de las personas expulsadas de sus hoga-
res debido a la guerra o a los desastres del entorno pueden
tardar en manifestarse y, en consecuencia, no son recono-
cidos ni atendidos. Gran cantidad de personas desplazadas
se aglomeran en campos de refugiados donde tienen muy
poco para hacer o donde la vida consiste en ocupaciones
de subsistencia de autoprotección persistente contra la vio-
lencia y el abuso. Algunas personas reconocen la imposibi-
lidad de mantenerse en condiciones restrictivas o alienan-
tes, por lo que buscan un futuro mejor en otra tierra. Allí,
pueden estar en desventaja por los protocolos para refugia-
dos, incluso hasta son segregados en centros de detención
mientras buscan el derecho al ingreso. Durante los proce-
sos formales de inmigración, la mayoría de las personas
tendrán acceso a una gama muy limitada de ocupaciones.
Ellos siguen teniendo ocupaciones que están lejos de ser
saludables y que son injustas en términos de derechos
humanos o necesidades para la salud. La calidad de vida,
el empoderamiento y la inclusión social en las ocupacio-
nes son cuestiones de justicia y de salud, como lo muestra
el estudio del caso anterior.
CÓMO DEFENDER O MEDIAR PARA
PERMITIR A LOS CLIENTES PARTICIPAR
EN UNA OCUPACIÓN SIGNIFICATIVA
La implementación de programas justos desde el punto de
vista ocupacional puede implicar tener siempre en cuenta la
naturaleza ocupacional de los clientes durante cualquier
interacción; hacer participar a las personas en el diálogo
acerca de cómo perciben sus necesidades ocupacionales;
evaluar según esas necesidades e implementar programas
que aseguren la satisfacción de las necesidades. La imple-
Muestra de preguntas para analizar las injusticias
ocupacionales y la inmigración
1. ¿Qué cambios en las rutinas, lugares y apoyos ocupa-
cionales es probable que haya sufrido la familia desde
la inmigración?
2. ¿Qué dificultades ocupacionales está atravesando la
familia?
3. Desde una perspectiva ocupacional, ¿qué ganará y qué
perderá el niño con su ingreso a un centro de deten-
ción?
4. ¿Qué educación pública destacaría los problemas ocu-
pacionales asociados con la inmigración y la detención
juvenil, y la necesidad de tener en cuenta las injusticias
ocupacionales?
mentación de programas justos desde el punto de vista ocu-
pacional también implica defender la justicia ocupacional y
mediar entre las prioridades de intervención y de recursos
irreconciliables. Puede ser necesario el uso de argumentos
contundentes y de los medios de comunicación para mejorar
la conciencia. Esto implica conocer y utilizar el lenguaje ocu-
pacional, estar disponible para el diálogo público acerca de
las estructuras sociales y las políticas ocupacionales habilita-
doras e incluyentes, sabiendo cuándo y cómo hablar sobre
cuestiones de justicia ocupacional, y estar listo para adelan-
tar el conocimiento público.
Tanto la ONU como la OMS son fuentes útiles de “charla
de salud” y “charla de justicia” aceptadas. El tema del
Envejecimiento activo de la OMS (2002, p. 2), por ejemplo,
proporciona el marco de referencia de políticas para el deba-
te y la acción con el fin de promover un envejecimiento salu-
dable. El marco de referencia examina la necesidad de pre-
venir la acción discriminadora que puede ser contraprodu-
cente para el bienestar y para habilitar a aquellos que son
capaces de contribuir a la sociedad de formas importantes al
plantear interrogantes que podrían ser herramientas útiles
de defensa (OMS, 2002). Elevar la conciencia entre el públi-
co general es tan importante como escribir para los terapeu-
tas ocupacionales u otros profesionales de la salud. En todas
las ocasiones, es importante introducir la idea de justicia
ocupacional y la consideración de las personas como seres
ocupacionales. Todas las personas deben ser capaces o estar
habilitadas para participar en las ocupaciones que necesitan
y eligen; de crecer a través de lo que hacen; y de experimen-
tar independencia o interdependencia, igualdad, participa-
ción, seguridad, salud y bienestar.
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