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La calle mas aburrida del mundo José Ignacio Valenzuela lustrociones de Luis San Vicente NARRATIVA Desde que Pepito aprendié a caminar, tiene un anhelo que espera cumnplir lo antes posible: ser un famoso detective. Jun Luli, su perra poodle, y una enorme lupa, Pepito se sienta frente a su casa a la espera de que algin crimen lame a su puerta. Pero Pepito tiene un grave problema: la calle donde vive es la mas aburrida del mundo, Jamas ha ocurrido ni el mas minimo robo, Bueno, hasta ahora Porque siempre hay una primera vez SANTILLANA OQ) La calle mas aburrida del mundo José Ignacio Valenzuela 7 \lustraciones de Luis San Vicente . ne ‘i i: SANTILLANA InfangiL <= Luli c Isol: V dondo, rostrc boca redonda; k valioso collar en Morgana Casabla: Filiberto Praderas: Misterioso y silencic ‘0 vecino de Tofiito, que vive yuna norme casa amarill ier ru. £ Jovio de dofia Isoli jor que se peina on mucho cuidade, le gu: un 0 abrigo negro y regalarle bomb« 1amorad: al quiere ser alguien muy importante, cor Presidente de la Repiblica, bombero 0 ador de leones Papa: Padre de Tofiito. Es un sefior mu me serio que se dedica onstruir cas: puentes, edificios y columpios © Mama: Madre de Tofiito @ blioteca de un Desde pequefia Trabaja en la b colegio y sus manos huelen a libros. sa enormes an teojos con mucho aumento Todo lo que hay que saber de Tofiito y de la calle donde habita No muy lejos de donde vivo, hay una casa que todos conocemos en el barrio como “la casa de Toftito”. ¥ la explicacién es muy simple: en ella reside un nifio llamado Tofiito, Lo vemos salir todas las mafianas, muy pei- nado y con su enorme mochila a la espalda, y caminar hacia la escuela, que no queda muy le- jos de nuestra calle. Horas después, regresa tan peinado como sali6, pero con una expresién de cansancio que solo cura durmiéndo profunda- mente durante ocho horas cada noche. Por eso, cuando llegan las vacaciones, Toftito es el nifio mas feliz de toda la calle. Durante un mes no tendra que levantarse temprano, pei- narse con mucha agua, hacer tareas, ni mucho menos aprenderse de memoria las le que le ensefia su maestra s mas: En casa de Tofiito viven tres persone su padre, su madre y su hermano Guille. Su pa dre siempre anda con un portafolios leno de planos, ldpices y reglas. Cuando va a revisar alguna de las obras que supervisa, se pone un casco de color rojo para que todos sepan que él Ljefe. La mami de Tofiito, que es bibliotecaria, usa enormes anteojos con mucho aumento y por es0 sus ojos se ven mas grandes de lo que son A veces, cuando se esconde detrds de algin volumen y solo deja ver parte de los cristales de las gafas y sus cejas puntiagudas, Tom imagina que su mam se convierte en un biho sabelotodo y juega a que ella de pronto suelta su libro y sale volando por una ventana, Es que Toftito es un nifio que tiene una gran imaginacién. Al menos eso es lo que siempre dice su maestra Su hermano Guille esta en plena edad de desarrollo, por lo que le crecieron los br: os aminar a lo lejos por la calle, cree que se trata Je un largo y flaco con granos en la cara, onrient ntudo, que se escapé del zool6gic« anda de ta por el barric obsesionade on decir cosas simples de manera que suenen muy solemnes. Por eso, cuando algo le gusta, ‘Mecachis!”. Y cu gusta ni le ando algo 1 slo profiere un “jInefable!”, aunqui desagrada, ‘ Como comenz¢ el primer caso de Tofiit {Qué paso? —pregunta Tohiito. Desaparecié el control remoto del televi sor! xclama molesta su mama |Mecachis| queja su hermano quien estaba a punto de sentarse a ver su pro grama favorito. @a les conté que Toniito tiene instinto natu para ser detective? ¢ on solo echar un vista: 5, Toto descubre quién es la responsable de delito, gCémo lo hizo? Muy facil. Primero vio una diminuta huella de a de su po tuada sobre el cojin del sofa, cerca de la mesit donde siempre se guarda el control remoto. Lue go advirti6 que la punta de la alfombra estat arrugada, lo cual quiere decir que la perra, en su alocada carrera por salir hacia el jardin, se tro- fest iz6 al dar la curva, como siempre le su Dor eso arrugé el tapete con su cuer: por tiltimo, no vio rastro alguno de miga: os de comida en el suelo, lo que significa que su mascota atin no almuerza y debe andar le mal genio. La conclusion es simple: jLuhir el control remoto para recordarles a sus duefios que tienen que alimentarla cuanto ant Toniito sale al jardin. Junto al tronco del enorme Arbol que Ilena de sombras el césped, ve un montoncito de tierra fresca que no estaba ahi esa majiana. Con la punta del pie lo remueve y aparece uno de los extremos del control remoto. Una vez mas, fonito ha resuelto un enigma causado por Luk Es que Luli siempre lo mete en lios. Desde su primer dia de vida, la poodle se obsesioné por Tas cosas de muchos color: , que suenan, tienen 16 o rebotan. Por lo tanto, se siente atraida por casi todo lo que on las cosas que le gustan? Las toma con todo cuidado ay en casa de Tottito. Y qué hace Lult « con su ho e las leva al jardin, donde nntierra al pie del tinico arbol. Por eso a Toftito no le costé nada de trabajo resolver el misterio del control remoto perdido. Suspira aburrido mientras termina de desente rrarlo para devolvérselo a su mam ‘lama Guille cuando lo ve én perdido en una de sus manos. veria un misterio das sus aCuando re plejo, que requiriera di inteligencia? gCuando?! La respuesta inespe- rada a esta pregunta llega casi de inmediato: justo cuando Tofiito termina de formular su deseo, un nuevo grito se escucha por toda la calle. Esta vez no ha sido su mamé ni su her- mano, que ya habia encendido el televisor. Tampoco fue el voceador de periédicos que a veces cruza por la esquina del barrio. No. Fue un grito que provino desde la casa ve cina. Un grito desesperado que se escuché mas o menos asf —ijiSocorro!!! Que alguien me ayude! Y Tofiito sonrie feliz porque su intuicién le confirma, sin duda alguna, que el primer caso real de su vida acababa de comenzar. 17 La vecina, el robo y las primeras averiguaciones de Tofiito La auto a del grito que todos escuchamos resulta ser dofia Isolina Montenegro, la vecina de Tofiito. Vive en la casa contigua desde an tes de que Tonto naciera, por lo que se conocen desde s Al igual que todos nosotros en el barrio, la er dia de vida. pri vio engordar con el paso de los afios hasta con vertirse en una sefiora redonda y sonriente de mejillas siempre coloradas, labios muy rojos y brillantes, y llamativos sombreros que iempre combinan 4 la perfeccién con la tela de sus am plios vestidos. Ademas de sombreros, a doi: olina le gus ta usar collares de bolitas de diferentes colo: res, pulseras que suenan cada v que mueve brazos, aretes tan grandes como la sortija de 1n gigante, tacones altos que parecen zancos y uanto antes la escena del crimen. Si presta largas pestafias postizas que se sacuden con el tancion ¥ concentra, de seguro ser car viento, Ella siempre comenta con indisimulado Je encontrar tod. vista le permiti orgullo a todos aquellos que quieran oirla que ran descubrir al autor de la fechoria uu vestuario esta al ultimo grito de la m isi Jo hu nido tiempo de ir pc 2c Perc ve Tofiito no la enct tra cc uu bur e ‘0 las huell: vitales a ino de ombreros preferidc 1 be 1r6n estan por todas part menos que t 4i con pestarias postizas agitandose en el de un ladrén profesional, clar haya usado viento. La sefiora ni siquiera se ha puesto su uant < los que usa ladrone tacones y esté descalza en la acera frente a st profesionales en las pelicula: hogar. Se ha arropado con una florida bata d Estaba en la ducha cuando escuché un seda brillante que apenas cubre su cuerpo ll uido extrafio —dice la mujer ¢ ntrado no de redondeces, y trae su pelo atin moja ras el r envuelto en una toalla que se ha enrollado er Describa el ruido —pide ‘Toftito con tono la cabeza a modo de turbante profesi¢ jDomia Isolina jamds ha salido asi a la calle! Bueno... fue un ruido como... —doiia Iso: Toftito comprende que algo verdaderamente na hace una pausa y exclama al tiempo que le grave debe haberle sucedide vanta ambos brazos, gruesos como troncos dé Se robaron mi collar favorito! exclama arbol A, um! 4 mujer Ilena de hipos y sollozos Un ruido: jpum! Toitito frunce el ceiio. Sin que nadie le impida el paso, Tofito se sro, el bandido tropez en su camino hacia mete veloz en la residencia de dofia Isolina -Si —dice la mujer al ver que el nifio se h quedado observando la caja de terciopelo— Ese es mi joyero y ahi guardaba el collar. Es 1 una herencia muy valiosa que muchos en esta calle envidiaban! Para que lo sepas, pertenecia a mi abuela, dofia Gumercinda Gatica, viuda de vest aprendié imit 1 su madr Montenegro. 23 Tonito frunce el cefio y revisa una ve: més el arto con su mirada de investigador pro sional. No hay nada fuera de sitio. La ven tana est abierta de par en par y las cortinas se mueven como alas de mariposas a causa del viento que entra desde el exterior. En una de ear | las mesitas junto a la cama hay un vaso lleno fio se hubi ntado 1. Bajo un, | de refresco, que de seguro no es de dieta, y un plato con galletas bafiadas con crema a medio or frascos, frasquitos y frascotes llenc comer, En el suelo ve un bote de helado de vai- fumes, crer Ivos y ungiientos que de nilla que, probablemente, se cayé del velador, A lo el x suro dofia Isolina se echa en todo el cuerpo. Habra sido ese el ruido que escuché doria Iso- lina desde el bafio? caja de terciopelo azul con su tapa levantada —Me voy a vestir para ir a hacer la denun- xclama, porque él siempr cia —dice ella algo apurada—. jLa policia tiene imaginado que los detectives dicen asi cuando que encontrar mi collar! quieren llamar la atenciéi Tofiito sale a la calle con una nueva tarea en le del robo ant mente: descubrir al respons de que lo haga la policia. {Lo mejor es que ya var! sabe por dénde come: Las reflexiones de Toftito sobre el misterioso caso Hace mucho, Tofiito ley6 en un libro que le egalé su papd que todo detective debe tener al menos tres cosas p: a ser considerado un ver dad investigador: un fiel asistente, una lupa profesional de gran aumento y una libreta de muchas paginas para anotar todas las pistas cya lo tiene: se trata d Lulti, que lo sigue a todas partes. La lupa tam bién. Y la libreta... bueno, la libreta es lo nico que le falta, pero ya sabe dénde conseguirla Se asoma al cuarto de su hermano y lo sor- prende echado sobre la cama, intercambiando tex ana de sus amigas. Se rie nervioso cada vez que el teléfono le anuncia que ha llega do un nuevo mensaje, y saca la lengua mientras | iz, con su nueva libreta de detect 1 teclea leno de ansiedad con sus diez dedos que | _tre las manos, Toitito se encierra en su cuart e mueven a toda velocidad sobre el celular oma siento frente a su escritorio y anota en la Torito ve que en el escritorio de Guille hay wrimnera pagina con perf varios cuadernos s padres le compraron para el proximo atio escolar. $ a sigiloso, ji caee del collar desonare: elige uno ‘as verdes y desde ahi se lo en 26 sefiaasu hermano : E , como todo detective, hace un listadc {Me lo regalas? —pregunta : Inefablé —contesta Guille sin levantar Ia See Isolin. ontenegre mira El nunca s el teléfono ni fijarse en lo que dice in dio resultadd: su. hermano mayor 1 El ladrén debié abrir la ventan. | dio cuenta de que 16 autorizé a lle or ahi. Estoy se su futuro cuaderno de matem; equ Je que |a vecina no se ducha ni iste con la ventana ablerta durante un dia de viento, y mucho menos con las corgi das. As/ cualquiera se puede resfriar, y el es una mujer muy sana. Luege de rebar el collar, el ladrér hambrien que estaban en el vel sentado un momento en la came; por « una esquina del cobertor estaba arr Al sacar apura febe haber golp | que cayé al suelc 4. Tiene que hat abe salfar muy al brinco debe haber er 2 entana, pasando Ff 5 Jebe } \ \ que ne dej> huellas en la tie Ja ventana, Debe ser laco pc gerde, sus zapato hubi nel barr Vamos a ver pien. “Un I. atlético. Alguien delgado y capaz ¢ alto. Una persona que se ruido ni dejar rastro algur esta ipcion en el barr lay drén in prov 1 Filiberto Prad {Claro que si! jFilibertc le la casa amarilla! Tofiito, ven a tomar tu leche c i 5 ate! —grita su mama la coci Ivides lavarte la to se relame per enel pumoso chocolate que esté a pu Primer sospect itonces cierra el cuaderno de tapa e levant in salto para acudir Un vecino flaco, muy gil y con una cocina muy ordenada de Filiberto Praderas es la ultima res dencia de la calle donde vive Tofito. Su duefio la pinté de amarillo s atrds, por lo qu en el verano, la construccién entera reluce como un sol. En el jardin delantero hay un a h Filiberto colgé un columpic fsimo Arbol lleno ramas, del que nadie ha usa do. Al p Filiberto lo, la esposa tiempo fue Il norme caserén a Filiberto y al co andose a sus hijos, y dejé A partir de ese dia, Filiberto no volvié a ref. Su rostro se fue poniendo cada vez més palido, sus ojos se apagaron y su boca se qued6 congela- da en un gesto de profunda tristeza 32 32 Ina p ona que no sonrfe siempre resul ta sospechos; dice Tofiito en voz alta para que Lula, que camina dando saltitos a su lado, lo escuche Ysi se sospechoso es, ademas, muy delgado y gil como el mismisimo Filiberto, y sale to- dos los dias a trotar por la cuadra sin hablar ni saludar a nadie, eso lo convierte en el candida- to perfecto p a robar el lujoso collar de dofia Isolina en el la se omento preciso en que metié al bafio. gPero qué razén puede haber tenido para hurtar una joya? Quién sabe. A lo mejor extrafia tanto a su sposa que quiere te- ner un objeto femenino que le recuerde a ella —La gente que no sonrie es muy extrafia y hace cosas que nadie entiende, como robar co- Ilares valiosos porque si —le explica Tofito ala poodle una vez mAs Tras recorrer un breve tramo de la acera, nte a la casa amarilla. Todo esta en llegan fre silencio. Las cortinas de las ventanas estn ce- do rradas. El colu pio se mece apenas, impulsa por una ligera corriente de aire. - Tofiito toca el timk e: ding, dong Nad: Ding, dong de nuevo Y nada otra vez. Parece que nuestro sospechoso no est —concluye el nifio con el cefio fruncido. Toftito esté pensando en algo importante portante. Algo que un detect ye profesional haria sin dudar un solo segur do. Algo que lo puede meter en lios, pero nc le importa. jPor fin ha ocurrido ur vat nen su calle, y va rlo! ‘ ayudante —murmura a Luli, y s uela por un espacio entre dos barrotes de la reja metilica que rodea el jardin delantero Toitito descubre una ventana abierta en la parte trasera de la casa. Ambos saben que es 4n haciendo algo que no deben, por lo que no e atreven ni a respirar para no hacer ningiin ruido que los pueda delatar. Luli brinca con ‘omo una blanca nut gran estilo rebotadora. 0 vuela a través de la ventana De un solo impul 4 y cae sobre sus cuatro patas en el firfo suelo de an esfuerzo mayor. Se aferra con fuerza en e marco, levanta ambas piernas y empuja todo s cuerpo hacia dentro. Mira, ayudante —dice Tonito—: la cocina de Filiberto Praderas es la cocina mas ordenad: que he visto en mi vida Todo esta perfectamente dispuesto, como nadie hubiera tocado las repisas y estantes jamds: las cucharas plateadas con las cucharas dorad. tenedores dorados con los ten: lores plateados, las manzanas verdes en un recipiente verde, las manzanas rojas en un ipiente rojo, los vasos en fila como solda¢ ansparentes y las cajas de cereales acomod: jas por estaturas, desde la mas pequefia hasta Por lo visto, Filiberto es maniatico del or den —dice el nifio con ojo experto. Tofiito piensa en su propia cocina, siempre llena de olores distintos, vapores que salen de las ollas y comida repartida por todo el mesén. Frunce el efio de nuevo y gira la cabeza para que sus ojos revisen con mucha atencién hasta el ultimo rincén del lugar en busca de pistas. a tanto, cuando se descubre algo que puede ser importante, dice en susurros: jajé! Aja... aj4... aj4... aj... aja... —repite y repi te, porque ha visto muchas cosas importantes Se acerca de nuevo a la ventana. Desde ahi le hace un ge to a Luli, que olisquea la puerta cerrada del refrigerador Nos equivocamos de sospechoso —dice muy despacio—. ;Tenemos que salir de aqui! La perra y el nifio regresan veloces a la calle justo cuando Filiberto Praderas da la vuelta en la esquina. Viene vestido con ropa de deporte. Pasa trotando muy dgil y eldstico junto a ellos sin mirarlos ni ofrecerles una sonrisa. Se mete ensucasay da un portazo que hace eco en todo el barrio, —Filiberto no robé el collar de dofia Isoli- na —explica Tofiito a la poodle—. Lo descubri cuando analicé con mi mirada de detective profesional la comida que tenia en su cocina 35 Solo habia frutas, verduras y productos de die ta. jFiliberto Praderas solo come alimentos que no engordan! ¥ no te olvides que el ladrén del collar se devoré una de las galletas que estaban en la mesita de noche de dofia Isolina Luli se relame los bigotes al escuchar hablar de galletas con crema. Siempre tiene hambre. Si él no es el culpable, entonces tenemos que pensar quién se comeria sin problemas una rica galleta bafiada con crema —agrega. En ese momento, un melodioso silbido lo hace girar la cabeza. En la acera de enfrente ve dofia Morgana Casablanca, una vecina muy especial que ama a los gatos mas que a los hu- manos y que tiene mas de veinte felinos vivien do con ella. La mujer camina despacio y con la espalda muy erguida; en su mano izquierda trae un delicioso helado de varios sabores y en la mano derecha una enorme barra de chocola- te con almendras a la que yale dio un mordisco, jAcabo de descubrir a nuestra segunda sospechosal —exclama Torito con un dedo en alto y una expresion de triunfo. El coche de su padre se estaciona entonce frente al hogar. El hombre se baja del interior Nueva io’ ‘ rostro. A los pocos segundos, el grito de la ma dre invade por completo la calle: —|Toitito, a cenar! j¥ no te olvides de lavar 38 anos! Justo a tiempo, porque las tripas de Tofito 4n empezando a quejarse por la falta de Lu : i : alimento. Ya tendra tiempo después de cont! i : or ahora. nuar su investigacion. tinico que le interesa descubrir es qué acal reparar J to 16, quien su madre para la cena | | Una casa con muchos gatos Vamos, Luli —ordena Tofiito ala pod legé la hora de interrogar a nuestra segunda | sospechosa: jla sefiora Morgana Casablanca! Miau, miau”, escucha a lo lejos el nifio cuan- Miaau, mia do viene caminando por | 1”, escucha con mas intensidad cuando toca u, miaaaul!!” escucha a timbre. “jjMia: ando Morgana abre la puerta y aso olum ma la cabeza desde el interior de su casa 1 Junto a ella, veinte gatos asoman también sus cabe quedan mirando a Tofiito con ojos tan zasy's Ienos como cuarenta lunas redondas. —,Si? - una deliciosa galleta de chispas de aziicar multicolor pregunta la mujer mientras devora hocolate con relleno de crema 44 Una galleta!”, piensa Tofiito. “jUna prueba nas de que a la sospechosa le gustan las mismas galletas que tenia dofia Isolina en su velador dice Tonito con su mejo sitito y vivo al final de esta calle quién eres —responde Morgana y se limpia con la punta de un dedo las migas de galleta de las comisuras de la boca—. Tu casa queda junto la casa de dofia Isolina. Te veo las maiianas cuando vas a la escuela y todas las tardes cuando regresas. La sospechosa acaba de reconocer que cc noce dénde queda sa de la victimal”, re flexiona Tofiito. Al parecer, el caso del collar desapa ido esta a punto de resolverse nquép jaama loayudarte? 2 pregunta Mor. gana cor pilidad Mi profesora nos dejé de tarea entrevis. tar a un vecino que nos pareciera interesante inventa el nifi £Y yo te parezco interesante? —la mujer rie, mostrandole todos los dientes a Tofiito: iNadie me habia dicho una cosa asi! Entonces Morgana lo invita a pasar. Empu ja una a.una las veinte cabezas de los gatos que siguen atentos la conversaci6n, y cierra la puer ta. Se dirije al interior de su casa despacio y co jeando. Toniito la sigue. — {Le pasa algo? —la interroga el nifio. Me duele muchisimo la espalda —se que de dias cuan: ja ella—. Me lastimé hace un pai do intenté rescatar de un arbol a mi gato Mi sifas, que le tiene miedo a las alturas. ;O fue ) Domin6? Botijas? ¢ —0 sea que no puede saltar a través de una ventana —confirma Tofiitocon ciertadesilusion. —jClaro que no! —exclama Morgana y su rostro se contrae en una mueca de dolor mien tras se sienta en un sill6n—. De solo imaginar- me brincando a través de una ventana me dan ganas de gritar. De hecho, estuve varios dias en cama “Sospechosa descartada’, piensa el nifio y suspende de inmediato el interrogatorio. Por lo visto, Morgana Casablanca estaba en cama sin poder moverse el dia en que le robaron el collar a dofia Isolina. Ademés, alguien con la espalda lastimada no puede saltar a través de una ven tana, moverse a toda velocidad en un cuarto re pleto de muebles, comerse una galleta y volver al exterior en tan solo unos segundos. —Bueno —dice Morgana y pestariea muy rapido de pura emocién—, estoy lista para que comiences a entrevistarme. Lo siento —suspira Tonto mientras le ha- ce una sefia a Luhi, que no se ha movido de su lado—, pero me acabo de acordar de que tengo otra cosa que hacer y no puedo interrogarla. digo, entrevistarla. Gracias por su tiempo! Y antes de que la mujer alcance a externar su desilusion, el nifio se dala media vuelta y se echa a correr hacia la calle acompatiado por las cuatro patas de la poodle que trotaa su lado con la lengua de fuera. Pero, entonces, gquién robs ese collar? Si no fue Filiberto Praderas ni tampoco Morgana Casablanca... jgquién lo hizo?! Tofiito frunce de nuevo el cefio. En su cerebro se escucha un tic, tac, tic, tac, tic, tac, porque ue en: | jempo corre rapido y él atin no consi El misterioso hombre del abrigo negro ntrar al culpal Qué complicado es ser detective con tantas cosas en qué pensar | Toftito se sienta en el borde de la acera y, n en ambas manos. Luli se le acerca y comienza a lamerle la mejilla de manera muy amistosa iEl caso del collar perdido se complica cada vez mas! én de Tofiito. De pronto, algo llama la atenc | Voltea y descubre a un misterioso sefior que se | pasea nervioso frente a la casa de dofia Isolina Es un hombre a quien nunca habia visto en su vida. El visitante, que viste un largo abrigo ne- gro cerrado, da cuatro pasos hacia la derecha, cuatro pasos hacia la izquierda, se detiene, se seca el sudor de la frente'y traga saliva como | si estuviera a punto de hacer algo que lo pone muy nervioso. Y entonces empieza de nuevo. 50 2Quién es? ZY qué hace ahi, frente ala casa de la victima? ,g¥ por qué usa un abrigo tan grueso en un dia cuando brilla el sol?! Toftito recuerda una frase que todos los de. tectives famosos e inteligentes, como él, re- piten una y otra vez sin cansarse: el criminal ala escena del delito. siempre regre {Tal vez se encontraba por fin frente al autor del robo del valioso collar! Tip, tap, tip, tap Asi suenan los zapatos de Tofiito contra la banqueta cuando se acerca disimuladamente al misterioso hombre, que sigue paseandose ne vioso frente a la casa de dofia Isolin: Qué querré hacer? ¢Acaso estaré ntrar de nue- do a que nadie se dé cuenta para vo a robar alguna otra joya? Qué hacer? jPiensa, Tofiito! El nitio lo mira de pies a cabeza, como solo los detectives profesionales saben observar a sus sospechosos. Se percata de que sus zapa- tos estan Ienos de pol desde muy leje 0, por lo que debe venir caminai También nota que - | se peiné con gran cuidado y se eché fijador para que no se le moviera ni un pelo de su Ademés, parece que esconde algo bajo el abrigc porque tiene las dos manos en el mismo lugar como si estuviera apretando contra su cuerpo un objeto que no se alcanza a ver por la tela c cura que lo cut , har su nuevo botin robadc »Aito voltea a hacerle un gesto de “sige me” a Luli, pero se da cuenta de que su perra a desaparecido. De seguro le dio hamb ue a molestar a alguien para que le diera algu na galleta o le llenara su plato con las croqui tas que tanto le gustan. Por lo visto, la poodle no es una bu companera de aventuras. jl verdadero ayudante jams abandona a ug tective justo cuando se dispone a interrogar al principal sospechoso de un caso! ‘Busca a la sefora Isolina? —pregunta ito fingiendo que iba pasando por ahi EI hombre se pone aun mas nervioso. Abre parecidas a la leche con chocolate que su madr le prepara por |. we él se bebe de un olo trago. Torito frunce el cezio. ¢Qué esconde misterioso sujeto bajo su ropa?! parece de impro 1 que Tonto epa de dénde sali y se lanza frenética a lame poterons la acera. 1 r por la ex por la ion de placer de | cada vez que saca os bigc iria qu deli E colate! {Tiene chocola 1 aj Je la oscura tela Y n que pueda hacer nada lerritié los bombones jue) trafio cor pir qué le voy a re hora a m: 1ada Isolina? nit or 1c 20rque no estaba en >» de chocolate cada vez que viene a visitarla. De sin que nadie consiga detenerla, Luli P da un gran salto hacia la mano del hombre, le arrebata la caja en forma de corazén, y se aleja corriendo por la acera con su tesoro derretido entre los dientes. —jDetengan a esa ladrona! —grita el ena morado de dof Isolina. Y Tofito corriendo veloz tras Luli, la peor ayudante de detective del mundo. Registrando una habitacion Ilena de libros 57 Tofiito entra corriendo a su casa. gDénde se me tid Lula?! Se dispone a salir hacia el patio trase- ro, para ver si su desobediente ayudante se en cuentra ahi cuando la voz de su madre le llega a través dela puerta de la cocina —Hace mucho que no me regalas una joya, amor —reclama su mamé a su papa con su cla sica voz de enojo. Bueno, ti tampoco me has hecho un re galo ultimamente —se defiende el padre. iNo, pero aun asi me encantaria tener un hermoso collar para lucir la noche de nuestro aniversario! Tofiito se detiene en seco. gSu mama desea que le regalen una joya? ;gUna joya?! ¢Acaso ella podrfa...? No, no puede ser. Y, sin embargo, gqué pasaria si... si su propia madre fuera la autora del robo Decidido, dirige sus pasos hacia la pieza de su madre. Si ella es sospechosa, entonces también debe regis rar sus pertenencias. jA lo mejor est viviendo bajo el mismo techo que la responsable de la desaparicién de la joya de dofia Isolina! Traga saliva. Y si su mamé es la culpable, aseré capaz de desenmascararla frente a todos los del barrio? Cuando Tofiito entra en el cuarto de sus pa dres, descubre que la fiel Luli ya est ahi, miran dolo con sus bigotes manchados de chocolate. {Ta y yo tenemos mucho de qué hablar! —la regaiia Tosiito—. Pero ahora no. jEn este momento tengo un caso que resolver! El nifio cierra la puerta a toda velocidad. No quiere que nadie de su familia lo vea revisar los cajones ni el cléset en busca del collar de dofia Isolina. De pronto, un sonoro estornudo lo sa- cude de pies a cabeza ne loj que ya no funciona, un anteojos de repuesto que su mama guarda en caso de que se le rompan los que usa io, na colorida peineta que parece antigua y algu nos botones viejos que de seguro ni ella sabi qué prenda pertenecer ai rastro 1 oft za hacia delante y la toma fe | t it jue Tofiito atas. Luli 1 boca para ladrar y la peineta Li trando el lugar, Lul al suelo. Con un rapido movimiento, Toiii in uatro patas sobre el ecoge el botin y lo levanta triunfal n la rapidez de un rayo, la poodle hunde i! —exclama victorio: ja metali Jel interior En ese momento, se oye un clic la peineta antigua bien sujeta entre los dient js la puerta del cuarto qu ert 1 ult regar iit € descut su ac n eine ia para ll umbr lo sorprende con una mano er jardi at arla al 1 ark alto y la otra firmemente agarrada Pp le relu na de chispita i Luli. lu iL e mt Pe lo aqui? —pregunta ella {Damela! —ordena Tosiit comodandose los gruesos anteojos sobre su ro la perra no tier nes de regr nariz—. jY por qué tienes en la mano la pei arle su tro Ita desde el toc neta regalé m cuando cumpli uelo y orrer hacia la puert liez afios? le cierra el paso, las manos por delante, come ensa, Toiiito, piensa i estuviera endo el a ate el av orque iba a peinar a Luli —respondé ce aj al durante un em onant onri como sonrien los detectiv ar t utbol. Lula frena. Tofiito esti do son sorprendidos en medio de una misién brazo para intentar arrebat peineta. Lula | sect retrocede y s cabeza. Toniito da un pas¢ Su mama p. os, tres v acia ella. Luli trata de esquivarlo. Tonito se t entender qué es lo que ocurre, pero inde. Niega con la ca peza y le quita a Tonto la Esto es algo muy valioso para mi —dice lla con emocién—. gBstd claro? Tofiito va a responder, pero de su boca solo le un fuerte estornudo frotan rado por 21 nifio asiente y se dispone a salir dose la nariz que atin le pica y fru jue no alcanz6 a terminar de registrar el cuar- to. i¥ todo por culpa de su ayudante! Pero justo uando da el primer paso fuera del cuarto, se detiene en seco. {Una ladronal jBl plato de ga lletas en el velador! jLa ventana abierta con las cortinas corridas! jEl bote de helado en el suelo! {El joyero de terciopelo azul! jLa arruga ‘obre el obertor! jEl collar desaparecido! {El control remoto! jLa caja de chocolates! jLa pei neta brillante de su madre! En su mente, todas las pistas del caso del collar desaparecido se or denan de pronto una tras otra. Y como si es tuviera sentado frente al televisor viendo una clasica pelicula de policias de esas que t le gustan, puede imaginarse con toda clarid t | | lo que sucedié el dia que entraron a robar al cuarto de la victima. —Aja! —exclama més fuerte que nunca i¥a sé quién, cémo y por qué robé el collar! De ese modo, y usando solo el poder de su mente, Tofito resolvié su primer c 30 como investigador. 63 Clap, clap, clap. Bravo, detective! La calle ms entretenida del mundo aba recuperar. Mi collar —exclama la mujer con la son nds grande del do—. {Mi collarcito 2 to! gCémo lo encor as i mente para descubrir qué fue lo que sucedié el dia en que desaparecié —res ponde el nifio y trata de imitar la expresién de detective que se siente feliz de haber resuel to un misterioso caso policial. Dofia Isolina le da un beso al collar que bri- la con destellos multicolores y caja de terciopelo azul que tiene en el centro de ‘tre sus manos la dentro de la n infinito cuidado, lo guar su tocador. Entoi 1 acia Tomtito y ¢ 66 sus ojos, tan redondos como su cu po, en los de Totiito. —Quiero saber quién lo robé —ordena la seftora —Antes de decirle quign fue, voy a contarle cémo sucedieron las cosas —anuncia Toiiito y carraspea para aclarar su voz—. La culpa la tie: nen las galletas. -gLas galletas? ;Qué galletas? edteniaensuveladorla —Lasgalletas queu mafiana en que el collar desaparecié del inte rior de su joyero. Unas galletas de chocolate con relleno de crema chantilli y chispas de azi- car multicolor. gLas recuerda? —(Claro que si! Sun mis favoritas —excla- ma la mujer relamiéndose los labios. —Elladrén entré en su cuarto atrafdo por el delicioso olor de las galletas —contintia expli cando Tofito—, estaba hambriento y necesita- ba comer cuanto antes. Fascinado por el aroma, dio un brinco por la ventana y se metié en su cuarto sin hacer ruido, Usted no lo vio porque estaba en la ducha, I Isolina asiente Iena de interés. El nifio toma aire para seguir con su narracién Entonces, el ladrén fue directo hacia el x en busca de las deliciosas galletas. $ la cama y se senté para comerse una WY 61 s que se senté en mi cama? pregunta la sefiora Porque habia una arruga en el cobertor junto a la mesita de noche —dice Tonito y sube una de sus cejas—. La vi cuando entré a inves tigar en su dormitorio {Qué muchachito tan observador! —cele bra la vecina con admiraci6n. En su apuro por comerse otra, el intr so golped el bote de helado que cayé al suelo e hizo un ruido: pum! jEse fue justamente el ruido que escuché .de la ducha! xacto. Asustado, el ladrén se apresuré a Pero en su camino a la venta salir del cuarto. na, vio el joyero abierto. Y, en su interior, des cubrié el brillante collar —dice Toaito—. WY nuestro ladrén se siente atraido por las cosas muchos colores, que suenan, t 2 € n! _ li no qui drén tan extraiio. opin. : 1 : A 1a algo confundida ién ro no es un hor ree mujer robé la prends e los oj bo oco —T riega con la cat ioral itiendo nada! —dojia Isolina gri 1 10: ucha hasta el pa Je] 1 del i m ponsable ricién c Lo ur 0 es mi perra Lultt —declara T al re Su ayudant utora del deli oe as bal x suelta un suspiro y se rasca la « au lor » Ievanta un dedo como si quis {Mmm mport ser0 De qu Pasa undida 0 una inocent nor ust ——_—_— | iLa suya es la calle mas entretenida del mun- p erapices ar hac i do! Esta seguro de que pronto, muy pronto, un 1 ili stido con su x por nuevo caso requeriré de su imaginacién y astu- 4 ira empi ¢ nt dai cia. Es cosa de sentarse a esperar. vuelta en una esquina, su vecino lo saluda —jTofiito, a comer! —grita de pronto su ma ina inesperada sonrisa y un nto ar ma—. {¥ no olvides lavarte las manos! oso d ar { fue como todos vimos al nifio més que- 71 la acera opuest tra con Moi rido de la calle entrar corriendo en su casa, esa gana que pase te gatos al mismc que, a partir de hoy, bautizamos en el barrio tiempo, mientra e golosa un helado de do: como “la guarida del gran detective Tonito”. jer le guint ) ant de seguii anz, Jo entre m: rumt la plaza. m Jesierta, aparece el enamor le dor Isol: mw ien peinadc con su rigo § | ro recién lavad ‘on Vi it | k a de on que en esta ocasién no trae escondida baj a ropa. El sefior inclina la cabeza con simpati: ludar a Toi ante tocar imt a u novia. Toftito § atisfecho, Quién dijo que v via en un lugar aburrido? {Muy por el contrari José Ignacio Valenzuela Ja desarrollado una vasta carrera como escrito! onista de cine y television en Chile, México, Puerto Rico y Estados Unido: Entre sus libros destacan El filo de tu piel, La Mujer ha escrito una gran variedad de telenovelas. En 2005 fue nominado a un Emmy Chapter) por su autoria de la serie Amore 9 gané er Francia el premio Prix du Gran Jury, como guionis ta. En 2011 fue seleccionado por la revista About ‘om, perteneciente a The New York Times, como uno de los diez mejores escritores jévenes latinoa mericanos menores de cuarenta afios. Es autor de arias peliculas, entre las que se encuentra Miente, eleccionada como la representante de Puerto Rico en los premios Oscar 2011 En la actualidad divide su tiempo entre sus lab es de escritor, la docencia y las numerosas confe rencias y seminarios que imparte en diferentes pai es de Latinoamérica. Para mas informacién, visite Otros titulos de la serie Jim Benton Paula Danziger Sore Borreand Ana Maria del Rio Ann Cameron historia de Mand, Ellugar més bonito del mundo Abby Hanlon Esteban Cabezas Dori Fantasmagori Ole Lund Kirkegaard ‘Ana Maria Machado Mario Carvajal y De carta! Victor Hugo Rivero: Elsecuest Francisca Cortés LaMaravillosa Macedonia Andrea Maturana esoalaMaravillosa —_siriy Mateo tropica Gabriela Mistral Gillian Cross, La cabana en et drbot Christine Nostlinger Roald Dahl a Jirafa, et Pelicano y iperzorro José Ignacio Valenzuela Ha desarrollado una vasta carre jor y guionista de cine y television en Chile, México, Entre sus libros destacan Bl filo de tu piel, La Infinita, Trilogia del Malamor, Malaluna, Mi a la loca, ¢De qué color es tu sombra?. Para la television na escrito una gran variedad de telenovelas. En 2005 fue nominado a un Emmy (Suncoast Chapter) por su autoria de la serie Amores, y en 1999 gané en rancia el premio Prix du Gran Jury, como guionis ta. En 2011 fue seleccionado por la revista About. com, perteneciente a The New York Times, como no de los diez mejores escritores jévenes latinoa nericanos menores de cuarenta afios. Es autor de rias peliculas, entre las que se encuentra Miente, eleccionada como la representante de Puerto Rico en los premios Oscar 2011 En la actualidad divide su tiempo entre sus labo: res de escritor, la docencia y las numerosas confe ‘encias y seminarios que imparte en diferentes pat ses de Latinoamérica. Para més informacién, visite

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