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Modulo 3
Modulo 3
Se ha señalado, incluso, que la actividad deportiva puede ser una vía para lograr resultados
en materia de desarrollo:
Por esta razón, se demanda, en los tiempos actuales, que el Estado actúe e intervenga
promoviendo y fomentando la práctica de las actividades físicas, recreativas y deportivas
1 Jaitman, Laura y Scartascini, Carlos. Deporte para el Desarrollo (2018). Banco Interamericano de Desarrollo,
BID. Añaden los autores: “Estos efectos se refuerzan mutuamente. Por ejemplo, un alto capital social tiende a
reducir los niveles de delincuencia, y un menor nivel de delincuencia disminuye la necesidad de gasto público
en la lucha contra el delito, que a su vez puede usarse con fines más productivos. Una población más sana se
traduce en un menor ausentismo en el trabajo y en menores costos de salud para la sociedad, lo cual libera
fondos para otros fines. Una mayor confianza conlleva un incremento de la demanda de bienes públicos y una
mayor voluntad de aportar a la bolsa común, favoreciendo así la acumulación de capital a largo plazo.”
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dirigidas hacia todos los segmentos de la población, sin ningún tipo de discriminación o
sesgo. Se debe lograr que toda la población asentada en el territorio de un país practique
actividades físicas, recreativas y/o deportivas. Por esa razón, en países como el nuestro, se
suele afirmar que es necesario “democratizar” el acceso al deporte y a la actividad física.
Y, en ese objetivo, no cabe duda la importancia del rol que deben jugar los gobiernos locales,
al ser los entes estatales más cercanos al ciudadano y la población, con quienes se relaciona
de manera directa y en el día a día. Esta proximidad Municipalidad – Ciudadano, otorga a
los gobiernos locales un papel crucial para impulsar la masificación de la práctica de la
actividades físicas, recreativas y deportivas.
De esta forma, la gestión deportiva municipal se convierte en una herramienta esencial del
Estado para promover y fomentar el deporte y la actividad física en el país.
En el Perú, la relación de las municipalidades con el deporte tiene antecedentes que datan
desde fines del siglo XIX. En la primera Ley Orgánica de Municipalidades que tuvo el país,
aprobada en la legislatura ordinaria de 1892, se establecía en su artículo 77 que los
Concejos Provinciales tenían atribuciones para reglamentar, administrar e inspeccionar los
servicios relacionados a los espectáculos y diversiones públicas. Bajo este campo de
consideraba diversos tipos de actividades, como el juego de cartas, pelea de gallos y las
primeras prácticas deportivas, como era el denominado juego de la pelota, existiendo incluso
una vía conocida como la “calle de la pelota”, en lo que es hoy la sexta cuadra del Jirón
Camaná en el centro de Lima. Estas actividades eran reguladas y hasta en oportunidades
prohibidas por el gobierno de la ciudad, pues se fomentaba las apuestas, el ocio ya la
vagancia.
La incipiente práctica deportiva se fue desarrollando cada vez más por el impulso de los
migrantes europeos que llegaban a Lima, sobre todo ingleses. Ya para el año 1898 la
Municipalidad de Lima organiza el primer torneo multideportivo en la ciudad de Lima y en el
país, invitando a las escuelas más importantes de la ciudad a competir en diversas
disciplinas. Luego, en 1901 también lo hace la Municipalidad del Callao.
Cuando nace el deporte organizado, en noviembre de 1918, con la suscripción del acta de
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fundación de la Federación Atlética Peruana, fue el Alcalde de Lima quién preside la
asamblea de elección, evidenciando la importancia de la participación del gobierno local en
este aspecto y como un reconocimiento a las acciones que ya los gobiernos locales venían
desempeñando. En ese sentido, en el acta de fundación, se expresa lo siguiente:
Años más tarde, el 30 de octubre de 1933 se publicó un Decreto Supremo que regulaba la
actuación del Comité Nacional del Deporte, el cual se configuraba como una asociación de
federaciones deportivas entonces existentes, y se le asignaban funciones deportivas y
públicas por delegación. Entre sus responsabilidades, se encontraba la de asesorar a las
municipalidades respecto de las acciones que desarrollen en el ámbito deportivo.
En 1938, el Presidente Oscar R. Benavides promulga la Ley N° 8741, que crea el Comité
Nacional de Deportes como entidad pública autónoma, y aprueba por Decreto Supremo su
Estatuto, en el cual se volvía a reiterar la disposición para que asesore a las municipalidades
respecto de las acciones que desarrollen en el ámbito deportivo. Sin embargo, la mayor
responsabilidad en la promoción de las actividades deportivas recaía en el Comité Nacional
de Deportes, el cual incluso contaba con Comités Departamentales, donde los gobiernos
locales no tenían mayor participación.
En 1969 el gobierno de la Junta Militar, presidida por el Gral. EP Juan Velasco Alvarado,
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aprobó una "Ley del Deporte Nacional", a través del Decreto Ley Nº 17817. En esta norma
se agregaron limitadas funciones a las municipalidades en el ámbito del deporte. En su
artículo 36 se señalaba como obligación de los Concejos Municipales, ceder terrenos al
Comité Nacional de Deportes para la construcción de instalaciones deportivas, en beneficio
de su jurisdicción y otorgar prioridad para su construcción al programar sus inversiones.
Asimismo, los Concejos Municipales debían otorgar facilidades a las Ligas Distritales para
el establecimiento y uso de campos deportivos vecinales para beneficio de su respectiva
comunidad. Es decir, su rol estaba relacionado con el desarrollo y uso de la infraestructura
deportiva.
Para 1974, a través del Decreto Ley N° 205552, se creó el Sistema Nacional de Recreación,
Educación Física y Deporte - SISRED, a cargo del Instituto Nacional de Recreación,
Educación Física y Deporte - INRED. Este era un ente fuertemente centralizado, que de
acuerdo con su estructura contaba con órganos a nivel nacional, regional, departamental,
provincial, distrital y comunal. En los hechos asumía casi todas las competencias en lo
relacionado a la promoción del deporte.
En el caso de los gobiernos locales, el artículo 66 de esta norma disponía que debían: i)
colaborar con los coordinadores voluntarios en las actividades desarrolladas por el INRED;
ii) Promover y apoyar la organización de unidades de recreación, educación física y deportes
en su jurisdicción; iii) Apoyar al INRED en la construcción y equipamiento de instalaciones
deportivas; y, iv) Proponer a los Directores Departamentales del INRED una terna para
designar los coordinadores voluntarios del INRED.
Tuvo que pasar cerca de nueve décadas para que se aprobará una nueva Ley Orgánica de
Municipalidades. Esta nueva Ley fue aprobada el 17 de marzo de 1981 a través del Decreto
Legislativo N° 51, por parte del Presidente Fernando Belaúnde durante su segundo mandato.
Belaúnde impulsó la descentralización del Estado luego del período del gobierno militar, en
Si bien es esta la primera norma que asigna competencia directa a los gobiernos locales en
materia deportiva, solo lo hace con relación a las municipalidades provinciales. Respecto de
las municipalidades distritales no existe una mención expresa en esta norma en cuanto a la
promoción de las actividades físicas, recreativas y deportivas. Solo en su articulo 10 inciso
g) se mencionaba que era una función municipal (en forma general) la organización,
reglamentación y administración de los servicios públicos locales.
Al poco tiempo, en 1984, el Congreso de la República decide aprobar una nueva Ley
Orgánica de Municipalidades, la Ley N° 23853, derogando la aprobada por el Poder
Ejecutivo a través del Decreto Legislativo N° 51. Esta nueva ley se publica el 9 de junio de
dicho año.
Esta nueva Ley Orgánica replica el contenido del artículo 11 de su antecesora en los
siguientes términos:
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“Artículo 11.- Las municipalidades provinciales son competentes además para
regular o pronunciarse sobre las siguientes materias:
(…)
3. Cultura, recreación y deporte;”
Asimismo, en su artículo 64 inciso 3, señala que en los planes urbanos se deben delimitar
las áreas que serán dedicadas a la recreación, educación física y deportes. También en su
artículo 67 establece lo siguiente:
“Artículo 67.-
Son funciones de las Municipalidades en materia de educación, cultura,
conservación de monumentos, turismo, recreación y deportes:
(…)
8.- Normar, coordinar, programar y fomentar la recreación deportiva de la
niñez, y del vecindario mediante la promoción o la construcción de campos
deportivos y parques o la reserva y acondicionamiento de bosques, áreas de
paisaje natural o el empleo temporal de áreas y zonas urbanas apropiadas.
9.- Promover la organización de Comités Municipales de Deportes y la
construcción, habilitación y uso de sus instalaciones deportivas.”
Esta norma asigna de forma directa y expresa competencia a las municipalidades, sean
provinciales o distritales, para ya solo desarrollar infraestructura deportiva, sino también para
impulsar acciones de fomento de la práctica deportiva.
En febrero de 1985 se aprueba la Ley General del Deporte a través del Decreto Legislativo
N° 328. Esta norma fortalece las competencias de los gobiernos locales en la promoción del
deporte. Ya en su artículo 2 inciso 14 señala que busca apoyar la actividad deportiva de los
gobiernos locales.
Luego, expresa que el Deporte comprende dos áreas de acción concretas: una es el deporte
fundamental y la otra el deporte de afiliados organizado por disciplinas (artículo 4). Respecto
del deporte fundamental, señala que tiene carácter promocional, y está orientado a formar y
desarrollar la capacidad deportiva de la persona en las diferentes disciplinas. Y se impulsa
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en el ámbito comunal, escolar, universitario y laboral; correspondiéndoles a los gobiernos
desarrollar programas deportivos en el ámbito comunal (artículo 5).
El artículo 26 señala que las Municipalidades deben apoyar las actividades deportivas de
sus respectivas jurisdicciones a través de inversiones e infraestructura y equipamiento y de
programas de promoción deportiva y de recreación, en coordinación con el Instituto Peruano
del Deporte. Les corresponderá constituir Comités Municipales para la administración de su
infraestructura, con participación de las organizaciones deportivas locales. Y, en su artículo
27, establece que cada Comité Municipal de Deportes se conforma de cinco miembros, tres
de los cuales son nombrados por el Municipio y dos elegidos por las organizaciones
deportivas locales.
El 27 de julio de 1999 se publica la Ley N° 27159, Ley General del Deporte, que deroga el
Decreto Legislativo N° 328. Esta nueva norma contiene disposiciones muy precisas sobre
las responsabilidades de los gobiernos locales frente a la promoción del deporte.
Su artículo 6 trata del Sistema Deportivo Nacional, el cual es definido como el conjunto de
acciones, recursos y procedimientos destinados a vincular, impulsar, fomentar y desarrollar
el deporte en el país. Asimismo, se establece que está conformado por el IPD, como ente
rector, y por las siguientes áreas: Área de Deporte Afiliado, Área de Promoción Deportiva,
Área de Recreación Deportiva y Área de Deporte Profesional.
Los gobiernos locales participan en el Área de Promoción Deportiva, junto con los centros
educativos, universidades e institutos superiores, institutos de las fuerzas armadas y
policiales, centros laborales y otros definidos por el Consejo Directivo del IPD.
También se estable que las municipalidades participan en la elaboración del Plan Nacional
del Deporte (artículo 18) y que están obligadas a informar y coordinar con el IPD en materia
de infraestructura deportiva con el objeto de adecuar sus proyectos al Plan Nacional del
Deporte (artículo 32).
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Finalmente, se asignan a las municipalidades la responsabilidad de supervisar que toda
instalación o establecimiento en que se presten servicios de carácter deportivo, cualquiera
que sea el propietario o el responsable de la actividad, ofrezca información, en lugar visible
y accesible referente a los datos técnicos de la instalación o establecimiento, así como de
su equipamiento, el nombre y título profesional o académico de las personas que presten
servicio en los niveles de dirección técnica o enseñanza (artículo 39).
En mayo de 2003 se publica una nueva Ley Orgánica de Municipalidades, la Ley N° 27972,
en el marco de un nuevo proceso de descentralización impulsado por el Presidente
Alejandro Toledo, y asumiendo el compromiso de fortalecer las competencias de los
gobiernos locales, afectadas en la década de 1990 durante el gobierno del Presidente
Fujimori.
En julio de 2003 se aprobó la vigente Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte, Ley N°
28036, la cual reemplaza a la Ley General del Deporte de 1999. En su artículo 5 esta
norma expresa como una de sus finalidades la de “Crear en el ámbito nacional una
moderna y globalizada estructura del Sistema Deportivo Nacional, que permita integrar,
en forma coordinada y concertada al Gobierno Nacional, los gobiernos regionales, los
gobiernos locales, el sector privado y la sociedad para beneficio del deporte en general.”
Asimismo, en su artículo 8, incisos 7 y 23, se asigna como función del IPD promover y
coordinar con los gobiernos locales, la realización de actividades deportivas, recreativas
y de educación física en su respectivo ámbito; así como elaborar y proponer normas
reglamentarias y administrativas para la promoción y desarrollo del deporte en general a
nivel local.
También establece, en su artículo 18, que cada dos años, y en coordinación con los
Consejos Regionales del Deporte, los Gobiernos Locales deben organizar sus Juegos
Deportivos Municipales, de acuerdo a sus posibilidades presupuestales.
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De la misma manera, en sus artículos 17 y 55, la Ley de Promoción y Desarrollo del
Deporte, establece que el IPD debe apoyar con asistencia técnica especializada a las
municipalidades para la elaboración de planes y programas de promoción y desarrollo en
materia deportiva, recreativa y de educación física, así como con la implementación de
Escuelas de Deportes, los cuales deben ser los pilares desarrollo del Deporte Nacional.
Por otro lado, la ley considera en su artículo 33 que el deporte en general se desarrolla a
través de tres áreas de acción que son las siguientes: i) Deporte para todos; ii) Deporte
estudiantil; y, iii) Deporte de afiliados. Se considera a la intervención denominada “Deporte
para Todos” de carácter promocional, participativo y preventivo para la salud y recreativo;
señalándose en forma expresa que se desarrolla en cualquier ámbito del país, a través de
las municipalidades, los centros laborales y las comunidades campesinas y nativas.
Cuando la Ley regula las funciones de las Ligas y Federaciones Deportivas, también
establece disposiciones relacionadas con las municipalidades, estableciendo que deberán
apoyarlas técnicamente, conforme a lo establecido en el artículo 42 inciso 3 y artícu lo 45
inciso 3, respectivamente.
Asimismo, el artículo 77 dispone que los Gobiernos Locales, deben informar y coordinar
con el Instituto Peruano del Deporte en materia de infraestructura deportiva con el objeto
de adecuar sus proyectos a los planes nacionales en materia deportiva.
Resumen
A lo largo de esta revisión del marco normativo relacionado a los gobiernos locales con la
promoción de la actividad física, recreativa y deportiva; podemos observar como en forma
paulatina se ha ido asignando cada vez más mayores roles y papel protagónico a las
municipalidades.
Si bien en un principio su rol era menor, y en ciertos momentos hasta limitado, ahora
cuentan con facultades para intervenir principalmente en lo que a la masificación deportiva
se refiere (Deporte para todos), estando en la responsabilidad de planificar, diseñar,
organizar y ejecutar la prestación de servicios públicos deportivos a su población, estando
involucradas en diversos ámbitos como la planificación, capacitación, desarrollo de
infraestructura y hasta justicia deportiva.
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Referencias bibliográficas
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municipales peruanos. Recuperado de: https://iusport.com/archive/114694/el-deporte-
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https://spij.minjus.gob.pe/spij-ext-web/#/detallenorma/H711019.
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