Está en la página 1de 4

LA LEY DE GALATAS

¿A qué ley se refiere principalmente en el libro de gálatas?

“Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley,
para hacerlas”. (Gálatas 3:10)

La resistencia al mensaje de Minneapolis se debió al pretexto de que E.J Waggoner


y A.T Jones estaban enseñando que la ley del libro de Gálatas era la ley moral,
como anteriormente había estado enseñando su padre J. H. Waggoner. Para Butler
y Smith estas enseñanzas tenían implicancias que favorecían a la comunidad
evangélica, que había estado aludiendo a la ley moral como apoyo para decir, que
los diez mandamientos fuero los que habían quedado eliminados en la Cruz. El
problema primordial fue que nuestros líderes no fueron honesto con nuestros
mensajeros, el orgullo y la falta de voluntad a renunciar opiniones preconcebidas
como Ellen White lo dijo, los llevo a rechazar esta verdad tan claramente enseñada.
Cito textualmente las palabras de E. G. de White:
“La falta de voluntad para renunciar a opiniones preconcebidas y aceptar esta verdad fue la
principal base de la oposición manifestada en Minneápolis contra el mensaje del Señor
expuesto por los hermanos [E. J.] Waggoner y [A. T.] Jones. Suscitando esa oposición,
Satanás tuvo éxito en impedir que fluyera hacia nuestros hermanos, en gran medida, el poder
especial del Espíritu Santo que Dios anhelaba impartirles”. (1MS 276)

El problema de los oponentes de Waggoner y Jones fue que su comprensión


dispensacional de los pactos estaba comprometida al aceptar que la ley de Gálatas
era la ley moral, por eso temían tanto esta enseñanza. Waggoner y Jones no tenían
problema en eso, ya que ellos observaban junto con Ellen White y por supuesto el
apóstol Pablo, los pactos de manera vivencial y no dispensacional. (Esto puede
corroborarse en la alegoría del cap. 4 de gálatas, para no distraernos del propósito
del artículo, podemos dejar esto para un estudio posterior.)
“Probablemente no haya otra porción de la Escritura que supuestamente preste tanto apoyo a
los enemigos de la ley de Dios, como el tercer capítulo de Gálatas” (E.J. Waggoner,
Comments on Galatians 3, nº 1, Signs of the Times, 8 julio 1886, 406).

Entonces, ¿Es correcto que la ley de Gálatas es la ley moral? Observemos lo que
Ellen White escribió:
“La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la
fe”. Gálatas 3:24. EL ESPÍRITU SANTO ESTÁ HABLANDO ESPECIALMENTE DE LA LEY
MORAL EN ESTE TEXTO, mediante el apóstol. La ley nos revela el pecado y nos hace sentir
nuestra necesidad de Cristo y de acudir a él en procura de perdón y paz mediante el
arrepentimiento ante Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo. (1MS 275)
¿Por qué dice especialmente de la ley moral? ¿Indica eso que el ayo de Gálatas
pueda no solo ser la ley moral? Observe la siguiente declaración:

“SE ME pregunta acerca de la ley en Gálatas. ¿Cuál ley es el ayo para llevarnos a Cristo?
Contesto: Ambas, la ceremonial y el código moral de los Diez Mandamientos. (1MS 274.)

Para los que somos adventista del séptimo día, estas declaraciones pueden parecer
suficiente, y dado que el mundo evangélico no discreparía ya que es su argumento
para sostener que la ley fue anulada, no habría necesidad de ser meticuloso o
exhaustivo en este estudio, pero me gustaría resaltar aquí un punto que creo que
robustecerá el “por qué” puede ser ambas, y primordialmente la ley moral. Leamos
nuevamente el texto problemático
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el LIBRO DE LA LEY,
para hacerlas”. (Gálatas 3:10)

Aquí pablo está citando el libro de Deu_27:26 “maldito el que no confirmare las
palabras de esta ley para cumplirlas”. Esta misma palabra es citada por Jeremías
mucho tiempo antes “oíd las palabras de este pacto…Maldito el que no obedezca
las palabras de este pacto” (Jeremías 11:2-4) Es aquí donde aparece la formula
negativa que pablo usa en Gálatas; es indudable que Jeremías esté hablando aquí
de la ley moral. Ahora, observemos el capítulo de Deuteronomio que Pablo ha citado
para saber a qué libro se refiere. Vamos a analizar apenas unos textos para
sostener la tesis presentada. Observemos que, el capítulo en análisis amplifica la
ley moral dada a Moisés en tablas de piedra.
En el libro dice: “Maldito el hombre que haga una escultura e imagen” (Deuteronomio
27:15)
En las tablas dice: “No te harás imagen a ninguna semejanza” (Éxodo 20:4)

En el libro dice: “Maldito el que deshonre a su padre”. (Deuteronomio 27:16)


En las tablas dice: “Honra a tu padre y a tu madre”. (Éxodo 20:12)

En el libro dice: “Maldito el que desplace el límite de su prójimo.” (Deuteronomio 27:17)


En las tablas dice: “No robaras.” (Éxodo 20:15)

En el libro dice: “Maldito el que se acueste con la mujer de su padre. (Deuteronomio 27:20)
En la tabla dice: “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14)

El libro dice: “Maldito aquel que mata a traición a su prójimo”. (Deu 27:24)
Las tablas dicen: “No mataras.” (Éxodo 20: 13)
Es por eso que el libro nos solamente era llamado el libro de la ley de Moisés. (ver
Nehemías 8:1-3) sino que también era considerado como el libro de la ley de
Jehová, ya que contenía principios de la ley moral incluidos en ella.
“Y leían en el LIBRO DE LA LEY DE DIOS claramente, y ponían el sentido, de modo que
entendiesen la lectura”. (Nehemías 8:8)

“Y leyó Esdras en EL LIBRO DE LA LEY DE DIOS cada día, desde el primer día hasta el
último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea,
según el rito”. (Nehemías 8:18)

“Y puestos de pie en su lugar, LEYERON EL LIBRO DE LA LEY DE JEHOVÁ SU DIOS la


cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios”.
(Nehemías 9:3)

Cuando lees el capítulo completo te das cuenta que es el libro, que muchas veces
es llamado el libro de Moisés. Entonces, nuestra conclusión aquí es que, la ley a la
cual Pablo este apelando directamente aquí, es la ley moral, según el contexto.
Ahora, ¿Porque no puede ser específicamente la ley ceremonial?
Waggoner expuso algunas razones:
“Dado que algunos... han supuesto que Gálatas 3 se refiere principalmente a la ley ceremonial,
quizá sea apropiado mostrar brevemente por qué es imposible que la ley ceremonial sea el
objeto de la disertación en ese capítulo” (E.J. Waggoner, Comments on Galatians 3, nº 9,
Signs of the Times 12, 34, 2 septiembre 1886, 534).

“Para empezar, las ordenanzas (ley ceremonial) nunca condenaban a nadie. Enseñaban el
evangelio en la “época judía”. En segundo lugar, ni de nosotros hoy ni de los gentiles de
Galacia se puede decir que hayamos sido redimidos de la ley ceremonial. Por el contrario,
nosotros, los gentiles, estamos bajo la condenación de la ley moral y encerrados bajo ella.
[Esa ley] revela a todo hombre que es un pecador (Id.)

La siguiente exposición de Waggoner trató de Gálatas 3:15:


“...un pacto, aunque sea hecho por un hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida ni le
añade”.

Waggoner explicó:
“Hasta los antinomianistas aceptan que la ley de Dios estaba en plena vigencia hasta la
muerte de Cristo; por lo tanto, Gálatas 3:15 debiera convencerlos de que hoy sigue estando
en plena vigencia” (Id.).

Así, Waggoner no era dispensacionalista respecto a los pactos, y tampoco


antinomianista a pesar de que, igual que los antinomianistas, creía que la ley en
Gálatas 3 se refería a los Diez Mandamientos. En marcado contraste con E.J.
Waggoner, los antinomianistas procuraban despreciar la ley debido a su concepto
dispensacionalista respecto a los pactos.
La ley ceremonial presentaba el evangelio en figuras, mostrándonos a aquel puede
limpiar nuestros pecados, en ese sentido era también el ayo. Pero Pablo aquí está
apelando a la ley moral, ya que ella es la que muestra nuestra condición
pecaminosa, señalando nuestra esclavitud y nos lleva a Cristo en la necesidad de
limpieza y redención del pecado. Es la ley moral la que muestra como el pecado
nos mantiene sujeto a maldición, mientras en contraste presenta a aquel (Cristo)
que puede libertarnos del pecado, y revertir esa maldición en bendiciones, haciendo
posible que en sus méritos la ley encuentre cumplimiento.
"Hoy pongo ante vosotros la bendición y la maldición. La bendición si obedecéis los
Mandamientos del Eterno vuestro Dios, que os prescribo hoy. Y la maldición si no obedecéis
los Mandamientos del Eterno vuestro Dios" (Deu_11:26-28)

Escrito por: Esaú Jiménez L.

También podría gustarte