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COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL LITÚRGICA

Ciudad de México, a 16 de abril A.D. 2024.

ASUNTO: “Oremos para que, a ejemplo del Buen Pastor,


procuremos el bien común”.

A TODO EL PUEBLO DE DIOS:

I nmersos en las fiestas pascuales por el triunfo de Jesucristo sobre el pecado y sobre la
muerte, toda la Iglesia que es su Cuerpo místico, exulta de alegría por la resurrección
de su Señor, el que vive desde siempre, vive para siempre.

Y es en este contexto gozoso de la Pascua que celebramos también la Jornada Mensual de


Oración por la Paz en nuestro País, que para este domingo 21 de abril proponemos como
plegaria unánime: Orar para que, a ejemplo del Buen Pastor, procuremos siempre el Bien
Común, como un elemento esperanzador para seguir creciendo en la Caridad para con
nuestros prójimos y en la responsabilidad cívica de apostar por la Democracia.

Este IV Domingo de Pascua, llamado también “...del Buen Pastor”, es una oportunidad para
recordar como “Todos somos llamados” a una vocación específica, que nos capacita para
el servicio y el bien común para con nuestros propios conciudadanos. Es por eso que, 1
durante la reciente Asamblea Plenaria de los obispos de México, hemos inaugurado el
Itinerario evangelizador-vocacional 2031-2033, con el que nos proponemos enraizar una
cultura vocacional.

Que esta Jornada de Oración, nos anime a seguir construyendo la “casita sagrada” en la paz
y a favorecer una cultura democrática que en la preparación a los próximos comicios
electorales nos comprometa, como lo hizo Santa María de Guadalupe, a salir presurosos al
encuentro y servicio de nuestros prójimos.

Fraternalmente:

Mons. Víctor SÁNCHEZ ESPINOSA


Arzobispo de Puebla de los Ángeles
Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica

Pbro. Lic. Emanuel VÁZQUEZ CARRILLO


Secretario Ejecutivo CEPALI
COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL LITÚRGICA
JORNADA DE ORACIÓN MENSUAL
IV Domingo de Pascua - 21 de abril de 2024.
Domingo del Buen Pastor
Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

INTENCIÓN GENERAL:
“Oremos para que, a ejemplo del Buen Pastor, procuremos el bien común”.
La eucología y los textos bíblicos serán los correspondientes al IV Domingo de Pascua.
Monición de entrada:
Inmersos en las fiestas pascuales por el triunfo de Jesucristo sobre el pecado y sobre la
muerte, sean bienvenidos a esta Eucaristía, en la que, como Cuerpo místico de Cristo,
exultamos de alegría por la resurrección del Señor, que, simbolizada en el cirio pascual,
confesamos que él que vive desde siempre, vive para siempre.

Ahora que llegamos a este cuarto Domingo de Pascua, llamado también “...del Buen Pastor”
como Iglesia que peregrina en México, nos unimos una vez más para dirigir nuestras
plegarias pidiendo por la anhelada paz y orando para que, a ejemplo del Buen Pastor, los
mexicanos procuremos el bien común.
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Todos constatamos la situación tan compleja que vivimos en nuestro País, que para
superarla urge el compromiso responsable de todos los ciudadanos: urge ser constructores
de la paz; urge la acción desinteresada para promover el bien común; urge la
responsabilidad cívica de elegir a nuestros gobernantes yendo a votar en las próximas
elecciones; urge fomentar una cultura vocacional que no solo promueva las vocaciones a la
vida consagrada y al ministerio ordenado, sino que, ayude a tomar consciencia del llamado
que tenemos todos de pasar nuestra vida haciendo el bien.

Que nuestra participación en esta Eucaristía y la aspersión del agua bendita que
recibiremos, favorezca en todos nosotros un cambio de paradigma que nos inspire deseos
de ser protagonistas -ante el desafío de esta apasionante y noble tarea- para construir la
“casita sagrada” donde reine la paz y la justicia.

ORACIÓN DE LOS FIELES


El que preside: En este tiempo de alegría y gozosa esperanza en la resurrección, dirijamos
nuestra oración al Señor resucitado, diciendo:
R/. Jesús resucitado, escúchanos.
El diácono o un ministro laico hace desde el ambón u otro lugar conveniente la oración de los fieles.
COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL LITÚRGICA
1. Por todos los que formamos la Iglesia -laicos y ministros ordenados-, para que, en este
tiempo pascual, la memoria y el recuerdo de nuestro bautismo nos motive al encuentro
personal y comunitario con Cristo, experiencia vital y fundante de una fe que se traduce en
la coherencia y el testimonio de vida nueva. Oremos.

2. Por los que nos gobiernan, para que, a ejemplo del Buen Pastor, en medio de la situación
social tan compleja en que vivimos, provean de oportunidades educativas, deportivas y
económicas necesarias logrando crear la consciencia que al sanar el tejido social es posible
la promoción del bien común y del servicio a nuestros prójimos. Oremos.

3. Por todos los que nos preparamos a celebrar el Jubileo 2025, para que sea un verdadero
acontecimiento eclesial capaz de sostener la fe y ser un estímulo para la nueva
evangelización. Oremos.

4. Por todos aquellos que se dedican a la política, para que, en las jornadas de promoción
electoral, promuevan incansablemente la honestidad y la sana competencia, buscando
siempre la promoción de la paz y el diálogo que ayuda a tener una visión más sana de la
realidad que viven los diferentes sectores del País. Oremos.

5. Por todos los ciudadanos que tienen la posibilidad de votar en las próximas elecciones de 3
junio, que sean adultos audaces y patriotas, ejerciendo este derecho venciendo el pesimismo
con la consciencia que fuera de la democracia no hay ni libertad, ni paz, ni progreso, ni
civilización. Oremos.

6. Por todas las familias de nuestra Patria, para que, como iglesias domésticas, a la luz del
Itinerario evangelizador-vocacional 2031-2033, generen una cultura vocacional, que
promueva las vocaciones al ministerio ordenado, a la vida religiosa y a todas aquellas
vocaciones específicas que desde el Evangelio promueven el bien común. Oremos.

7. Por todos nosotros presentes en esta celebración, para que atentos a la realidad que nos
rodea, seamos sensibles ante los gozos y esperanzas, angustias y tristezas de tantos que
sufren por las diferentes manifestaciones de violencia que les han quitado la paz. Oremos.

Se concluye como sigue:

El que preside: Señor del tiempo y de la historia, escucha las oraciones de tu pueblo, para
que, al celebrar las fiestas pascuales, transformemos la realidad que nos rodea, te lo pedimos
a ti, que vives y reinas inmortal y glorioso por los siglos de los siglos. R. Amén.
Prefacio IV o V de Pascua.

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