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Santa citaría (2ampos

EPIGRAMAS
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VARIEDAD LIRICA

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EDITORIAL CLEPSIDRA
Calle Marín, 355

195 4
S a n t a ^ f i a r í a (2ampos

EPIGRAMAS
Y

VARIEDAD LIRICA

Santiago de (®ft.iíe
EDITORIAL CLEPSIDRA
Calle Marín, 355

195 4
OBRAS DEL AUTOR

Lunares p o r t e ñ o s .
H u r t o s al sueño.
Escafandra de seda,
La leyenda del poeta.

EN PRENSA
Máximas y mínimas.

O R
EJEMPLAR

EaiTtiui. CHARCAS Suena


El p o e t a n a c e ,
c o r n o la p e r l a :
es u n s u b l i m e
t u m o r d e la
Naturaleza.

M. S. C.

E l o g ¡o a la risa

f É V M A B L E y digno lector
he de empezar a alabarte,
por no haber t o m a d o parte,
con tu risa, en mi dolor-

Todo a u t o r festivo es triste


y el dramático, alegre,
y quien hacerte reir puede
es por qué el llanto lo asiste.
SANTA MARIA CAMPOS

La risa es bello caudal


de felicidad, si es pura;
a la tristeza la cura,
siendo al tiempo, ornamental.

Es la risa primordial
a n t í d o t o del dolor,
que a corazón dá el amor
con otro a m o r desigual.

Es el bien de la f o r t u n a ,
y la fortuna del bien,
y está reservado a quién
usa la risa o p o r t u n a . . .

Y es d a m a muy principal
entre los adustos ceños,
que se embargan en empeños
de semejarse al asnal.

Cura en tu cordialidad
a c u a n t o sujeto bruto
tiene, por grande atributo,
la feroz hostilidad.

Vale un semblante risueño


el caudal de un Potosí;
yo, triunfante siempre vi,
a su a f o r t u n a d o d u e ñ o .
E P I G R A M A S

El facial, de alegría
bañado, es como el oro,
que en su sonante está el coro
de mística hechicería.

Ríe lector, ríe t a n t o


c u a n t o puedas en tu vida;
y tén solo la medida,
a j u s t a d a , p a r a el llanto.
SANTA M A R I A C A M P O S

A WASHINGTON FíGÜEROA

PARA el dúctil Figueroa


Todo conjuro es pequeño,
Si no lo precede el libro.
Frente a él, yo 110 lo libro
Este se mude de dueño,
Sobornado por su loa.
Del polígrafo Medina
Guarda rica colección,
Siendo el más grande filón
Que conozco* de tal mina.
De Irrisari, me fastidia
Tenga t a n t o en su anaquel.
Pues, se enloquece por él,
C u a n t o yo de pura envidia.

A BOBERTO R1YAS

(Polígrafo de la acción)

Ei solo se b a s t a a sí,
Siendo competente en t o d o . . .
Pues, con tal diverso modo
Yo siempre triunfa! lo vi.
Es sin p a r en su carrera,
Por ser su voz un tesoro,
Metamorfoseando en oro
Su martillo de madera.
E P I G R A M A S

A DOMINGO EDWARDS MATE

Vive aferrado en el libro


y, con el viejo folleto,
se sustenta. En su secreto
duerme el sueño de P ó l i p o .
E s t á su alma incrustada
en bellas bibüograiías.
T a ! pasión le es taH a m a d a ,
cualNiatc sus poesías.

A RAMON EYZAGUIRRE

Semillar del gran C a n t a b r o


el cultivador de chistes,
En el clavo mucho distes
y en pocos, fué un descalabro...
Atrevido en el vocablo,
e irónico en la t a r i m a .
Cuando no es grato, lastima,
este incorregible diablo.

A FRANCISCO E9COBAR RIFFO

En su diversa t a r e a
es sinfónico maestro;
Se revela ducho y diestro
en c u a n t a empresa se v e a .
F r e n t e al Aula, soberano
SANTA MARIA CAMPOS

de un t e m a m u y escabroso;
Es el profesor famoso
del "Derecho Romano".

AL MARQUES DE TORRE-PISA

Tus lanees en el a m o r
son atrevidos, audaces,
temibles en los enlaces
por tu íama de r a p t o r ,
Eres del tímido un cuco,
por a v e n t u r a s de a l c o b a .
A la gente dejas boba,
y, a mi, me vuelves eunuco.

A RAFAEL MALUENDA

(Director y Argos del diario


EL MERCURIO)

H a y quien le enmiende la plana


a éste hábil periodista,
que dirige, con la vista,
El t i t á n de la m a ñ a n a ?

A ALONE, CRITICO LITERARIO DE E L MERCÜRIO

Me causa gozo leer


al fecundo de la pluma,
cuando acaricia, o abruma,
E P I G R A M A S

con su crítica, a algún ser.


Cumple amoroso papel
por consorte, y no por suegra,
y él, más que nadie se alegra,
si a n i m a al a u t o r novel.

A JOAQIN EDWARDS BELLO

Este intelecto m o r t a l
escogió por Elixir
el chiií, pimienta y sal,
en lo que suele escribir.
Es nodriza de su pluma.
¡Del lucro no se alimenta!
y el albedrío, s a h u m a
con sándalo de su r e n t a .

A ALÁ MIKÓ DE AYILA Y MARTEL


(Duque de Complejo-Social)

Emprende el buho la carrera


con gran silencio en la noche,
y con s a ñ a hace un derroche
en su visión carnicera.
Vive al acecho de c u a n t a
codorniz está en el suelo,
y fingiéndose el consuelo,
con su cuerpecito, y a n t a .
SANTA MARIA CAMPOS

A EUGENIO BORREGO VICUÑA

L a inteligencia se empieza
a medir por la e s t a t u r a ,
u n o treinta, t u figura,
tiene, de pies a cabeza.

AL DOCTOR PEDRO MARIN

Brinda opulento exotismo


en artículos diversos,
y por abusar de textos,
le crean un hondo abismo...
Ingenioso, galano, expresivo,
en su diverso saber.
Al i n s t a n t e suele ver
el p a n o r a m a de siglos.

A ESTANISLAO ZAMORANO

En Zamora, el z a m o r a n o ,
es límpido en su complejo,
más, en el suelo indiano,
es y nó, un ciar© espejo...
Se cubre de tal neblina,
que a fé, su rostro no veo...
Y mi cabeza, termina
agobiada por Morféo.
E P I G R A M A S

A O. Y.

Hermosas e s t a l a c t i t a s
son t u s dientes policromos,
no se asemejan a aromos
ni a campo de m a r g a r i t a s .
No abras la boca, Oscario,
que, en élla se te h a de ver,
lo que tiene un parecer,
no a d e n t a d u r a , ¡a osario!

A CARLOS SCHAIBLE

Su pasión no es la f o r t u n a . . .
Es la de un folleto raro!
Con aquella, es un Osuna,
Con éste, un terrible avaro.

A RAUL AMÜNATEGÜI JÍ^NSON

Ostenta u n a biblioteca,
que es p a r a mí, un Calvario...
produciéndome j a q u e c a
t a n t o joyel de anticuario.

A JACOBO MUNIZAGA RECHONCHON

Al tratarlo, yo reculo
por ignorar, a quien t r a t e ,
SANTA MARÍA CAMPOS

pues, no lo sé si es nonato,
machazo, o híbrido mulo.

A ADOLFO HOLLEY

Cuando pierde la razón


la recupera en San Diego;
con moral se vuelve ciego...
frente al librero bribón.

A FRANCISCO ENCINA

Con el gran fecundo Encina


discrepa, en c u a n t o a su Historia,
por creer, que hay mucha escoria,
de Don Francisco, la m i n a .
De encinas ua podador
dice que, de un sólo brinco,
de los veinte tomos, cinco
le dejaría al a u t o r .
¡Vive Dios. C u a n t o exagera
este crítico severo!
Más acertado, dijera
que a los cinco, agregue un cero.

A GASTON RTJDDOF

Reposan en t u s estantes
joyeles de Gutyriberg,

— 10 —
E P I G R A M A S

del buen bibliófilo, a m a n t e s ,


por amor y por placer.
Si me nombras tu heredero,
muérete al tiro, Gastón,
bien sabes que yo te quiero,
más quiero tu colección.

A ALBERTO ETCHEGARAY

Cuando éste fué z a p a t e r o


se olvidaba de la suela,
y ponía, en vez de élla
el cartón, con mucho esmero,
Constructor, con m á s razón
en la construcción se esmera,
cambiando la madera
de las puertas, por cartón.
Te vengastes con v e n t a n a s
b a j o ilusión del acero,
yo me vengo en tí, usurero,
con éstos dos epigramas.

A PUDRO GONZALEZ (HIJO)

H a y quién se muere de afán


de ser, no siendo abogado.
El sér, sin legal estado
es propio de un g a n a p á n .

— 11 —
SANTA MARÍA CAMPOS

A MARIO URBUTIA DE LOS MONTEROS

No h a y cóndor, buitre, o azor


que 110 pierda al cotejarte.
Estos dejan, lo mejor
de la osamenta, u n a parte;
m i e n t r a s que tú, si te ensañas
con la víctima propicia,
en su sangre y sus entrañas,
j a m á s sacias tu codicia.

A RICARDO LATCH^ÍARN

Por ser Profesor severo


e intachable periodista,
te dicen: —"No es caballero
éste pésimo cronista".
Los pocos han de alabarte,
y muchos suelen decirte,
que al diablo puedes irte
por ser hechura de Marte,
El pollino es tu enemigo.
} el necio, adversario eterno,
y han de mandarte, te advierto,
que te vayas al infierno,
a p e n a r vivo, y no muerto.

A los Carlos que, osan don


tener, sin merecimiento,

— 12 —
E P I G R A M A S

suelen u=ar, por blasón,


un limitado talento.

A ALFREDO GARCIA JBEKJTÉ ^ \Л \ \ ^

De E s p a ñ a , J a p ó n y F r a n c i a
de Alemania, Italia y China,
g u a r d a s del arte, divina
y e n a g e n a n t e fragancia.
Sobre todo, yo venero,
de t u rica colección,
el a m o r del corazón,
en tu décimo heredero.

A GABRIEL GONZALEZ YIDELA

(PLUSCUA M P E R F E C T O )

Con cordial sonrisa gobernar;


en t r a n c e t a n difícil el Estado,
es ser de Dios, y de su pueblo, a m a d o
t a n t o c u a n t o como él lo supo a m a r .

Al pueblo, mucho complace


de Gabriel, su sonrisa,
más, con ella, hace y deshace
la política, ¡oh! ¡A prisa!

— 13 —
SANTA MARÍA CAMPOS

A JUAN DE VILLADIEGO

En San Diego del hogaño


p a s a un librero entre impresos,
t r e i n t a abriles, más un año,
con bibliógrafos progresos,
Solicítanle un Espasa,
y, presto en la vid, medita...
será —se dice— la p a s a
que 110 contiene pepita?

A UN SUYO COMEDIDO DEFENSOR

Dices, José, que no tiene


similitud, el Espasa
con la pasa? Pues, si es-pasa,
al pelo el Espasa, viene
a confirmar, que sus " f r u t o s "
no asimila éste librero,
que es notorio, en ser primero,
entre los hombres más brutos.

UN MACHAZO ILUSTRADOR DE LIBROS

El que nació en estancia,


como Tito Saubidet,
p i n t a n d o en su casa, "vé"
todo lo que vió en su infancia.

— 14 —
E P I G R A M A S

A H E C T O R P I N T O CARRERA

Como buen santiagueño,


eres afecto del mate;
más, me pones duro ceño
si, con d a m a , al rey, doy m a t e .

A JUANj. SALINAS

Los huevos de J u a n Salinas


hay que comerlos sin sal,
por criar éste animal,
en su predio, sus gallinas.

A GERMAN VON KRAUSE YON W D L O W

El honradísimo H e r m á n
roba libros, y luego,
cual buen mágico, hace el juego
de transformarlos en pan.
En San Diego, hallaba r e n t a . . .
también en Alonso Ovalle.
Y a dos gringos, el detalle
les pasaba, con la v e n t a .
Sabiendo que no eran tuyos,
quédanse siempre con ellos,
pues, ejemplares t a n bellos,
yo lo afirmo que eran suyos...

— 15 —
SANTA MARIA CAMPOS

A L E O N E L ACBYEDO DIAZ

Por t a n diestro r e t r a t i s t a
opino con g r a n cautela
si, el modelo está en la tela,
o no, en espera del a r t i s t a .

A ÜN ORADOR ARGENTINO

Con un lenguaje sonoro


suele expresarse Repetto;
solo yo, está en el secreto,
de su d e n t a d u r a de o r o .

__ 16 —
E P I G R A M A S

LA SOCIEDAD DE
BIBLIOFILOS DE CHILE

Los Bibliófilos de Chile


cuentan con un Presidente,
t a n donoso, y excelente,
como, Ricardo el Temible.

Es perfecto en lo cortés,
diplomático, y t a n ducho
que, no sé, cuando lo escucho,
si es sueco, o portugués...

AVanza, retrocede, se detiene,


a t e n t o otea el horizonte...
Y, ya le veis rinoceronte,
o gacela...si a él conviene.

Quijote en el desagravio,
siendo P a n z a en cautiverio,
En el deber un Valerio
y Aquiles en el agravio.

Presidiendo la Asamblea
con la Comisión sesuda,
su autoridad linajuda
a los Miembros devanea...

— 17 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Si, entre éllos, creía


ver el anhelo de enmandar,
suele el Presidente d a r
lecciones de tiranía...

Su sola voz se percibe


de entre los ciento notables,
y, ¡jamás! son censurables
los proyectos que concibe.

¡Que a u g u s t a conformidad!
¡Que determinismo bello!
No mezclanse en todo aquello
que, ni les viene, ni les vá...

El silencio\inca el diente
en Miembros de la Asamblea,
por qué ignorancias afea
el saber del Presidente.

L a s Bellas Artes, cotejo


j a m á s podrán resistir,
si anhelan éllos lucir,
lo editado, por espejo.

Escojen con gran primor


los textos, ya publicados,
y, como hijos amados,
los a l u m b r a n con amor.

— 18 —
E P I G R A M A S

No h a y secreto p a r a éllos
en esta técnica grave,
ni bibliógrafo no alabe
la impresión de libros bellos...

¡Ob, dioses de perfección!


¿Para que hurgar el misterio
que rodea a t a n t o imperio
en su excelente impresión?
SANTA M A R I A C A M P O S

No h a y mejor esposa que, la


del soltero empedernido
pues, cuando llega a su "nido",
fiel lo espera "Soledad".

Saltas, brincas, te detienes,


p a r a t o r n a r a brincar,
g u s t o más verte d a n z a r
si, por ^ q u i e t a , no te mueves.

A UN J O Y E N QUE L E 8ALIERON
DOS T U M O R C I L L O S E N L A F R E N T E

Te salió en muy m a l a p a r t e
la precursora señal:
¡Cuídate! que agrava el mal
solo el hecho de casarte...

P a r a Mario, tiene Inés


un gran poder de atracción.
P a r a Inés, Mario es pasión
el treinta de cada mes,

F K I N É DE TODOS LOS TIEMPOS

Lucha con Eva, vestida;


no oses, pues, desnudarla...
J a m á s élla fué vencida
con sus descubiertas "armas".

— 20 —
E P I G R A M A S

LA TEORÍA DE DARWIN

En el Zoó, miró la cara


un simio al hombre y, campante,
se dijo; ¡Oh, cosa r a r a
ver con t r a j e a un semejante!

Recién a tu torpeza hallo


explicación, lriarte:
Tiene tu peluca, p a r t e
de pelo asnal, y caballo.

UN ACTOR VANIDOSO

A verte vá t a n t a gente
noche a noche, a tu t e a t r o
que, quien diga más de cuatro,
te aseguro que no miente.

Pegar con piedra es torpeza


a quien te ofiende, J u a n Migas,
hieres más si, con fiereza,
con tu t e s t a lo castigas.

Fierro, a n t e s de ser lechero,


fué un activo aguador;
y detrás del mostrador,
sigue su oficio primero...

— 21 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Admira solo el t a l e n t o
del hombre, que el oro labra,
la mujer. ¡En t o d o tiempo
t i r a al monte la cabra...!

L a "Naturaleza M u e r t a "
hecha por tu mano, ayer,
hoy, la p l a n t ó mi mujer,
con su gran marco, en la huerta,
consumado el disparate,
veo, en pelar, se desvela,
un ángulo de la tela
donde había un t o m a t e .

ABUSO DE VENUS

En t u visita, Cornelio,
a Delia, te deja m a l .
No anticipes el final
te acompañe a tu sepelio.

UN MARIDO DESPREOCUPADO

Si no cuidas de tu honor
que Prosetpina q u e b r a n t a ,
llevarás, con gran dolor,
en las sienes sendas astas.

— 22 —
E P I G R A M A S

Tienes muchos amantes,


y es a cual de éllos el peor:
Quedate con el mejor,
que es tener un solo a m a n t e .

Eres cesante? Sencillo


será te nombren de nuevo.
Manda a tu mujer de cebo
a que lo muerda el caudillo.

A los cuernos el temor


te tiene célibe, Carlos;
cásate que, por amarlos,
la mujer a m a mejor...

Su mujer, con el banquero


tiene un crédito elevado...
Abel no g a n ó soltero
c u a n t o g a n a de casado.

Afirmas que, con dinere


compras honras, mercas todo...
Pues, tu mujer, de éste modo,
no se vendió a otro...primero?

En joven no busco plata,


más, en viejos insto al tesoro
por dar éste con su " l a t a "
ley de conversión, en o r o .

— 23 —
SANTA MARÍA CAMPOS

L E Y DE COMPENSACIONES

A Arón lo enriqueció
Rebeca, su mujer bella,
luego, él se empobreció,
por u n a fea doncella.

L a vida a i r a d a es clase
que tiene sentido práctico;
no es cimiento, pero es base
de emolumento y viático.

LA MORADA DE ÜN YAGO SANTIAGÜINO

En donde el Mapocho b a ñ a
las márgenes de la Vega,
tienes allí tu cabana,
con aguas, que el jardín riega...
Desde el puente se divisa
amplia terraza a t u s pies;
lástima que con camisa
ni con calzado, te ves.

A ROBERTO MEZQUINO

Si pones t a n t o cuidado
al invitarme a comer,
en t u casa, debe ser
por que está t o d o vedado,

— 24 —
E P I G R A M A S

en tu despensa y mujer.
Si, por atento, el Mapocho
haces correr, en vez del buen
vino, en tu mesa, ¡recorcho!
curado tu me hás de ver,
como un roto distinguido,
que sabe bien lo que bebe;
y, con tu Néctar divino,
se higieniza, en c u a n t o llueve...

UN SOÑADOR

Como el sueño debe ser,


no sé a pesar que soy su reo...
Se asegura, por t a n feo,
verlo no causa placer.
Por conocerlo, mucho empeño
110 pongo. Y es de razón,
deje esta peroración
al rendirme el dulce sueño.

USURERO Y PRESTAMISTA

Un mil pesos qne tu prestas,


siempre p a r a tí son dos...
Una mitad p a r a vos,
y la o t r a mitad, la restas.
Con dicha resta comienzas
el ínteres descontar,

— 25 —
SANTA MARÍA CAMPOS

¡y siempre te h a s de quedar
con dinero...y sin vergüenza!

SINCERA CONFESION DE
UN LADRON DE T E M P L O S

Voy a la iglesia...y no rezo.


¿En mi t a r e a he de rezar?
Si lo hago, pierdo el a z a r
de un joyel, o un aderezo.
L a casa de Dios inspira,
del beato, confianza...
Un desconfiado, a l a n z a . . .
¡A rezar, por qué me mira!

Por un beso te enfadastes,


por mil, no muestras enojos.
J u a n i t a , ¡ay! no me gastes,
la indulgencia, en tus antojos...

FELICIDADES DIVERSAS, DE
UN P U E B L O QUE LAS MEKECE

L a s riquezas, van y vienen,


como las olas del mar.
¡Ay! dos vidas, quien las tiene?
Pues...a beber y a gozar,
con el rubi, o el platino,
del fértil suelo chileno.

— 26 —
E P I G R A M A S

Más ¡ojo, oh! buen bebedor


no cometas desatino:
C u a n d o bebas, usa el freno...

Con buen vino y amores, se alimenta


un pueblo, que es celoso de su dicha.
Con besos y con trago, no hay desdicha
aún cuando se carezca de una r e n t a . . .

No es necio el pueblo que maneja


con sabia m a n o su pavón de vida.
La dá al extraño la ambición, y deja
en el trago, c u a n t o tiene, y sin medida.

Que a l t a filosofía
no deVanarse los sesos
para g a n a r en el día
u n a cifra más de pesos.

Se sufre por ser soltero


y también si se es casado;
quédese con lo primero
quien tiene el segundo estado;
y, con el segundo, espero,
gofce el primero, embobado...
J a m á s llegué a comprender
por qué gustan, en su vida
muchos hombres, a mujer
con tufillo de corrida...

_ 27 —
SANTA MARIA CAMPOS

UN SÁDICO, DE UNA CASADA, AMANTB

Te estampo, amorosa loca,


cien mil fcesos de Cupido,
si los cuenta tu marido,
mientras lo/4 doy en tu b o c a .

UN NUEVO RICO CON


ANSÍAS DE SER MECENAS

Mi espíritu lo arredre
de heliogábalos convites,
y no mi estómago medre
con excesos que permites
en mesa tan excelente.
Yo, con Minerva me exceda,
en banquetes de la mente,
que el pensamiento no Yede
el movimiento en los labios...
Los lauros de los Mecenas
no se cosechan en cenas,
donde los diversos vicios,
están bajo t u s auspicios.

Murióse de hambre un glotón


por el temor de un empacho.
Su dieta fué: el despacho
de un cordero y un j a m ó n .

_ 28 —
E P I G R A M A S

¿Eres poeta, amigo?


No es p a r a envidiar t u suerte.
El pleQeyo te convierte
en su terrible enemigo.
Como ésta clase es m a y o r
al número que te estima,
busca en la t u m b a tu clima:
¡Es tu provecho mejor!

Venerable: Tú, en el templo,


eres primer moralista;
más si te siguen la pista...
no es bueno imitar t u ejemplo.

¡Av! Sueño t a n t o con élla.


—Quién es ella?—¡La F o r t u n a !
A p a r t á t e de esta bella
inconstante, i n o p o r t u n a . . .

Muéstrame, mi dulce ser,


las perlas de tu a r m a d u r a ,
¡Oh! Que bellas se han de ver
en tu ausente d e n t a d u r a !

INVOCACION AL SOL

L e v á n t a t e Febo, y oprime,
con tu gran coraza de oro,
a quien solo ésto lo estime,
como al únieo tesoro.
— 29 —
SANTA MARÍA CAMPOS

UNA FAMILIA MODERNA

Si toca, J u l i a el piano,
es síntoma de locura.
¿No lo toca? es p r e m a t u r a
la cordura de su hermano.
Su tio Julio, un insano,
que en invierno tiene cura,
y dice, con gran cordura:
soy un loco de verano.
—De familias, cual se menta,
dime el número José.
De cien, justo, yo no sé:
pero... ¡pasan de noventa!

BPITAFIO

Aquí yace en ésta losa


el que vivió sin reposo,
por ser bueno y fiel esposo
de extrema mujer celosa.

SONRISAS ACADÉMICAS

Desparramas t u sonrisa,
cual el rico sus monedas;
en ocasiones las veda
y en otras, las dá a prisa.

— 30 —
E P I G R A M A S

HEREDERO DESPILFARRADOR

Por el a f á n de dejarte
la riqueza de un Osuna,
murió por su gran f o r t u n a
quien ahora, ha de acusarte,
seas Osuna, en t u yida.
Debes temer, J u a n Manuel,
que a tí te acuse con él
la Parca, de parricida!

CONTEMPLANDO A UHA BELDAD,


DESDE E L L E C H O

El r e t r a t o de tu t e l a
con la figura t a n bella
de u n a elegante doncella,
me dejó la noche en yela..
Bonel, te ruego, a tu abuela
sustituyela por élla.
El pergamino no mella
corazón, ni lo desvela!

L a mujer es fuerte hiedra


que al tronco asfixia, si abraza.
Y si no abraza, se enlaza.
¡Y, jamás, el tronco medra!

— 31 —
SANTA MARÍA CAMPOS

UTOPICO

La a p u e s t a g a n ó c o n t e n t o
Pinto, a un maestro de escuela,
por p i n t a r en la gran tela
a la invención sin invento.
Tal pintura el inventor
se la t r a j o en el m o m e n t o
en qué, por poco, éste autor,
no puede c o n t a r el cuento...

LA PALABRA NO RESTITUYE OBLIGACIONES

Confíale tu dinero
al gran amigo Medusa
que, en restituir, no usa,
t o d o lo que vale un cero.
Y, si lo llamas t r a m p o s o ,
crees t u que se conmueve?
Su honradez te explica breve,
y en devolver, es amoroso.

Reniegas porqué nacistes


e x t r e m a d a m e n t e feo,
pues, fácilmente te asistes
de bellezas, cual te veo...
Yo, que nací t a n hermoso,
de mujer tengo a tu h e r m a n a ,
que es tan gorda, cual un oso,
y chata, como u n a r a n a .

— 32 —
E P I G R A M A S

Nadie pronuncia mi nombre


con t a n t a tierna dulzura,
como mi n o v i a . ¡No asombre!
De esposa, será a m a r g u r a .

No es propio del a m o r
abrir el corazón a lengua.
Dicho todo, ¡cuanto mengua
el silencioso primor!

EXTREMOS QUE SE TOCAN

Ronda en la mesa del rico


por entre platos, la muerte.
Del pobre, la poca suerte,
menos pan, y mucho pico...

DOS CLASES DE HONESTIDAD

No es frágil la honestidad,
Lucrecia con tu f o r t u n a .
Y es de gran debilidad
si pobreza la i m p o r t u n a .

ALEJATE DBL AMARGADO

Al desdichado no te u n a s
si eres feliz con tu suerte.
Rico, sufrirá el verte,
y gozará en c u a n t o a y u n a s . . .
— 33 —
SANTA MARIA CAMPOS

Un cordobés indolente
se ha pasado cinco años,
p a r a inculcar en la mente,
de un lorito p a r a g u a y o ,
que dijera: "Buenos días".
Por él, a t o d o t r a n s e ú n t e .

Aquí yace un cordobés


que nunca en vida mintió...
Y, por no hacerlo u n a vez,
morir antes prefirió

Féliz, sin mí litRTde vivir,


me has dicho. Yo, sin tí, Cora,
no puedo. ¿De los dos, ahora,
quien más cínico en mentir?

P u e s t o a buen recaudo el vino


un curado h a de evitar.
Más, amor, después de a l t a r ,
encarna a m a n t e divino...

IDÉNTICOS DESTINOS

L a vida, la muerte y fosa;


son las tres lunas distintas,
no o b s t a n t e ser u n a cosa
que en t o d o mortal se anida.
E P I G R A M A S

Sigue asistido Leonel,


de la enfermera, en su lecho.
Afirmando qué, p a r a él
mejor médico es su pecho...

Infiel, J u a n , tal vez no sea


con secretaria t a n bella.
Solo ver su mujer fea
anhela en el rostro de élla.

ÜN SOBERBIO ENRIQUECIDO

Tienes dinero, y soberbia,


cuadros, muebles y enemigos,
Y colecciones de siervos
entre t o d o s t u s amigos.
Los muebles no te consuelan,
t u s amigos te detestan.
Y tu cadaver, lo velan,
al instante en que te acuestas

CAMELLO OPORTUNISTA

U n a fiesta es peligrosa
para el que a y u n a en semana,
por serle el h a r t a z g o fosa
que el glotón, cava con g a n a .

— 35 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Todo el verano, en la estancia


de Enrique, tu mujer pasa.
Por élla logro t u casa
"El cuerno de la a b u n d a n c i a "

TESTIMONIO DE UN REFINADO

Por amor al pobre estuve


distanciado de los ricos.
Soporté en bastos pellicos
rancio olor a indisoluble...
Y, por ésta causa he a n d a d o
mas de la c u e n t a en el pago,
sumergido h a s t a el cabello
de t a n t o trago plebeyo.
Del labio pintado anduve
(por besar sucios hocicas)
a p a r t a d o . M a g r o alago
recibí, a cambio de pingues
dones, prometidos. Todo
en alguno, o en otro modo,
no se puede conservar,
resolviendo, que he de amar,
al cuerpo m á s p e r f u m a d o .

Dejas la caña en poder


de t u amigo, con anzuelo.
Y, con el cebo de Meló,
pescar podrá a t u mujer.

— 36 —
E P I G R A M A S

PRÓDIGO ADMINISTRADOR

Regalas lo que no tienes


b a s á n d o t e en lo que tengo,
por ello observando vengo
m e r m a n d o a mi hacienda, vienes.

A ZOILO VERDOLAGA, QUE


SB CASO CON UNA JOVEN

Zoilo, dicen, que usa espuelas;


y no puede ir a caballo.
Con razón, a Zoilo, lo hallo,
un gran g a s t a d o r de suelas.

Por lo que observa Ruperto,


del matrimonio de al lado,
no piensa cambiar de estado
h a s t a que...no se h a y a m u e r t o .

E L QUE NO SE D E T I E N E
EN BAGATELAS MORALES

T a n t a es la sed de riqueza
evidenciada en t u s actos,
que inmoralidad es p a c t o
concertado en t u pobreza

— 37 —
SANTA MARÍA CAMPOS

A PEDRO, PINTOR CUBISTA

Es t a n próspera la vida
de Pedro, a r t i s t a pintor
que, a u n a puerta le hace honor,
por un plato de comida.

A Miguel le llaman loco,


al no ser común mortal...
Talentosos Dios nos dá pocos,
a cambio de mucho asnal.

Tu físico tiene, Antonio,


con t u mente relación.
H a b l a n d o , ¡que testimonio
dás, a mi cierta afirmación!

Aún qué grande fué el cordero


a t u pelada no salva;
oculta no está tu calva,
con t a n desmedido apero.

UNA HIJA QUE, CONSIENTE A SU


ESPOSO, I N S U L T E A SU MADRE

¿Por qué, Silvia, eres a m a b l e


con él, cuando insulta a su suegra?
Nadie m á s que tú, se alegra
que la veje un miserable.

— 38 —
E P I G R A M A S

•X^meiHle tü, J u a n , mujer,


¿por qué persigues mujeres?
¿no será porque el deber
lo confundes con deberes?

F u m a s cigarros de a diez
en u n a boquilla de oro,
por saber que éste tesoro
no se g a s t a en una vez.

Esos dientes que Inés muestra


¡oh! que bellos a la vista!
Suyos son, por ser la muestra,
de un artífice dentista.

UN NUEVO RICO IGNORANTE

Abastada es tu despensa,
y vacía está tu casa
de libros; pues, me es ofensa
opulencia t a n escasa...

LA F E A L D A D DE LA MUJER ES, ASUNTO QUE


SOLO CONCIERNE A L OUSTO D E L VARON

Es mejor g a t o que liebre


si se come con provecho.
Bella es la fea, si de hecho,
le g u s t a a quién la requiebre.

— 39 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Amorosa sueles ser


por el interés, Lucrecia;
sin él, resulta, t a n necia,
como torpe ésta mujer.

Tienes en menos a mí
persona bibliotecario.
Expresarse en contra oí
de un ruiseñor a un canario.

Dicen que tienes cautela


en lances de valentía.
Pues yo, Julio, afirmaría,
que eres héroe de la suela.

TESORO

Muestra la mujer, el bello


principio de su caudal,
que coronó el alto cielo
su pecado original.

FRENESI

Más que nos quema, la mujer derrite


frágil pasión en su encendida boca,
con Vulcano, o Marte, élla compite,
al brindarnos su alma, embriagada y loca.

— 40 —
E P I G R A M A S

CANTARES РАКА AHUMADA

P a s a n d o por Ahumada
no pude esquivar al ser
que encadenó, en su mirada,
a quien la supo querer.

Vida y muerte tienen éllas


en su desigual conjuro.
Vivo, y no muero en aquellas
que, mentido amor, les j u r o . . .

Guay de la suerte que tiene


el sino del desgraciado,
que procura se encadene,
a él, quien mil veces ha a m a d o .

Tiene unos ojos t a n negros


que oscurecen mis pesares,
y los aclaran mis suegros,
entre dos furiosos mares.

Le entregaría mi ser
si ser posible me fuera,
a un tiempo, ser y no ser
esclavo de ésta hechicera.

— 41 —
SANTA MARÍA CAMPOS

LA ENIGMATICA

Su conjunto es, primavera en un jardín,


que florece exuberante por doquier.
¡Cuantas veces se le 'suele ver
a n i m a n d o al dandy, que sufre esplín.

PROFUNDIDAD

La m i r a d a abismal de la chilena
al cruzarse con el peregrino de amores,
no sé si a u m e n t a , disminuye, o refrena,
en el corazón, patéticos dolores...

DEDICATORIAS

A L DOCTOR ALFREDO L . PALACIOS

Tú, has sabido c o n q u i s t a r ,


(con la pluma, y no la espada)
del pobre su b i e n e s t a r ,
con el decoro en su a m a d a ,
AL DOCTOR EDUARDO J . BULLRICH

Es su más grande pasión


agregar o t r o incunable,
a su hermosa colección,
r a r a bella, y admirable.

— 42 —
D E D I C A T O R I A S

AL AUTOR DE: " E L NEGRO QUE T E N I A


E L ALMA BLANCA". ALBERTO INSÚA

En la figura de un negro
blanca el alma le p i n t ó .
Luego se arrepintió
el no haber sido su suegro.

A UNA AMIGA VELEIDOSA

Mujer: pensamiento frágil;


amistad de porcelana;
procedes li|era y ágil,
cual sombra de la m a ñ a n a .

A L POETA LEOPOLDO DIAZ

Vive en un mundo de ensueños


este dulce sonetista;
que hace reales los sueñes
con el tintero a la vista.

A UN PROFESOR

El sabio presuntuoso
es peligroso sujeto:
Más peligroso que un oso
sí no es del aro sujeto...

— 43 —
SANTA MARIA CAMPOS

A UN CRONISTA BE SOCIALES

Ser cronista de Sociales


es dón de t a l e n t o raro,
distinguir los animales
que visten un t r a j e caro.

A RAMON P E R E Z DE AYA LA

Por dominio del lenguaje,


y tu profundo talento,
¿Quién puede tener coraje
leerte, sin ser atento?

A CARLOS COURTAUX PELLEGRINÍ

Entre los S a n m a r t i n i a n o s
este amigo es el mejor,
Buscar otro, ¡esfuerzos vanos!
Tenga al héroe más amor.

A UN AFICIONADO DE LA ENCUADBRNACION

Vestirlo al libro es su afán,


con oro, seda y cuero:
T ó m a l o como un Adán;
lo deja, cual caballero.
D E D I C A T O R I A S

A RICARDO ROJAS, RECTOR DE LA


UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Tiene éste grande Rector


a los títulos, encono;
Pues, no quiso ser Doctor,
para no imitar al mono...

A JTÍZEQUIEL P . PAZ
DIRECTOR DE " L A P R E N S A "

Del diario Director,


(Baluarte independiente)
Es la suma del honor
que éste caballero, siente.

A LUIS M I T R E

Al muy noble Director


del diario " L a Nación"
nieto de aquel gran león
que fué de él fundador,

AL P O E T A ARTURO CAPDEVILA

Al V a t e > У romancero,
de la lírica argentina.
Ya no le digo: "Al primero"
temiendo punce la espina...

— 45 —
SANTA MARIA CAMPOS

AL ExjM INISTRO DOCTOR SALVADOS ORIA

Logró al Estado salvar


de un grupo usufructuario,
t a n t a riqueza a a p a ñ a r
en el P u e r t o de Rosario.

A L EX^DIRECTOR D E L MUSEO NACIONAL DE


B E L L A S ARTES, CARLOS DA ROCHA

Feliz entre el arte vive


éste grande memorista:
El, todo cuadro describe
¡Oh! sin tenerlo a la vista.

Al m u y grande historiador
Naval, CailletBois, Teodoro.
Es t a n mago n a r r a d o r
que, trocó El P l a t a , en El Oro.

A L BIBLIÓFILO TEODORO BECÚ

A Teodoro Весй,
lo reta, en serio, un poeta
que, ¡boto por Belcebú!
no con los bardos se meta.
1> К Т> I С. А Т О В I A S

A DOUSSIGNAGUE

A quien supo desdeñar


mi cariñoso soneto,
este libro ha de llevar
en sus páginas un reto.

A CARLOS S A N C H E 2 ALBÓRNOS Y MENDUIÑA

La escafandra en t u saber,
te permitió, en la Histeria,
abismarte, p a r a Yer,
de Hispania, su grande gloria.

— 47 —
SANTA MARÍA CAMPOS

HOMENAJE A LA CIUDAD
DE CHARCAS

Al visitar la ciudad
enjoyada de abolengo,
me fui en procura de aquellos
recios tórculos de cedro.

Como ancianos venerables


en la eternidad durmiendo,
pude hallar los admirables
socorros del pensamiento.

En el lecho de la gloria
yacían sus dignos cuerpos,
y en la a l m o h a d a de la historia
reposaban sus recuerdos.

— 48 —
H O M E N A J E

Tenían hondas arrugas


de t i n t a sangre en sus pechos,
y el torniquete de acero
era un espiral de espectros.

Los recios brazos en cruz


denunciaban un portento
de poder, bajo la luz
en las noches del silencio...

Con amor, el pensamiento


exprimían, de varones
patrios, ilustres talentos,
y de nobles corazones.

Que a la P a t r i a , engrandecieron
con los ejemplos sin par,
donde primero éilos dieron
el grito t a n singular.

De aquel memorable día,


¡del veinticinco de Mayo!
donde nació la agonía
del poder de un gran tirano.

Yo las palpé con mis manos,


examiné con cariño
los colosos, hoy enanos,
que han usado t a u t o armiño...

— 49 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Los años fueron venciendo


a cuerpos tan aguerridos
y, con dolor, fui midiendo,
lo que són, con lo que han sido.

SONETOS

¡LA PATRIA!

Tiene un mágico toque a maravilla


el terrén, y la cuna en que se nace,
un algo t a n sublime, que nos hace
estremecer la voz que la mancilla.

De amor, de ensueño, y felicidad, brilla


— y en inefable dicha se deshace—
divina remembranza, que complace
en memorar la maternal semilla.

Y del dolor el ázimo pan a m a s a


el corazón, y las m a g r a s alegrías
se agostan, de la P a t r i a en la distancia.

Y el reintegro a la p a t e r n a casa,
son llagas en Cristo, y agonías,
que nos dá la morriña, en su f r a g a n c i a .

— 50 —
S O N E T O S

A E R C I L L A Y ZUÑ1GA

Vuela en el Orbe con el sino de oro,


p o r t a en su sangre t i t a n e s de Aurora,
luce en su pecho la t r i u n f a n t e prora
que rasgó el Misterio, cual un Meteoro.

Repugna a Marte: Es Palas su tesoro.


Del padre Herodoto su herencia explora
y, en L a Araucana, con aíán, devora
fúlgida testa del Ibero toro.

El a s p a empuña de los paladines,


que conmovió el ensueño universal
bajo el pendón de t a n t a bella h a z a ñ a .

Y el eco de su raza en los confines


de Arauco, une al grito inmortal
de la indómita, a f a m a d a , y noble E s p a ñ a .

Del siglo XVI, un caballero,


¡ay! mora, en éste siglo laberinto,
y llamándose CARLOS, no es el V,
por ser, entre primeros, ¡el Primero!

Por vocación: de Apeles, heredero,


por dote innato, un lúcido prosista,
y el p e n s a m i e n t o , y el pincel de a r t i s t a ,
lega al diario libro del viajero.

— 51 —
SANTA MARIA CAMPOS

Con perfil ebúrneo, y cabello cano


del de Viana su e s t a m p a principesca,
y es de la heroica grey del Citerior:

Cepa troncal del viejo castellano,


de ardiente f a n t a s í a quijotesca
y espíritu acendrado y soñador.

TRIDUANO EN EL PARQUE COUSIÑO

ÁSPERO RIGOR

El F a u n o engulle la hora m a t u t i n a ,
con los carrillos del parque sabueso,
liberto del mastín que roe el hueso
fatal, de nemorosa golosina.

L a bella y licenciosa Mesalina


detiene el labio del robusto Creso,
muy dispuesto entretejer de seda un beso,
en lacrado bucal de Proserpina.

Chirría enfadosa, grave y aguda,


vieja a r m a d u r a de andariego coche,
que al f a u n o lo carga, y a Creso, en la fuga.

La tarde esfuma, por la senda muda,


el oropel, y en el r a m a j e a r r u g a
el enlutado pliegue de la noche.

- 52 -
S O N E T O S

HOLOCAUSTO

Por la fronda pasan cuerpos venustos


de la c a s t i d a d . Estalla la risa
de la mística y nínfica Artemisa
entre Centauros, ásperos y a d u s t o s .

Liban febriles los felpudos bustos


la sustancia floral de casta brisa,
e inflama el pecho, a la sacerdotisa,
la g a l a n t e r í a de los más robustos.

Doncellas giran con las danzarinas,


bajo el tañido de los a t a b a l e s
y las ironías del viejo Sileno.

Vírgenes prenden collares de espinas,


en rosadas turgencias de Vestales,
que pulverizan un sádico veneno,

PRETERICION

Agoniza el día. Febo salpica


ténue y cribada luz en el follaje,
que se extiende, como un viejo encaje,
arrugado, en arcón de talla rica.

En el parque, hay efluvios de botica...


Un beodo perfume de brebaje,
— 53 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Y tristeza otoñal de el paisaje,


cuya serena calma, dulcifica.

Se atosiga una joven con esplín


indigesto, en ágape solitario
de nostálgica y n á u f r a g a ilusión,

Y, los niveos caninos del mastín,


destruye, con gran saña, un relicario,
de escueta forma a la de un corazón.

EPISTOLA J O C O - S E R I A A NORBERTO

Tiembla la tierra, se conmueve el mundo,


y el cielo si, con tu sabia mano,
¡Oh! genial y a r r o g a n t e Gundiano,
flagelas tu encéfalo fecundo.

Enhiesta tu figura omnipotente,


h a r á temblar a los que te r o d e a n .
Y en palaciego ambiente, secretean
los gilitos t u fama en Occidente.

¿En Occidente, digo? ¡En el mnndo entero!


sin sustraerle ni u n a r e b a n a d a .
H a s de ser todo, ¡todo! o no ser nada,
tener sumo poder, o ser un cero.

— 54 —
E P I S T O L A

Tú serás, ¡vive Dios! Bí, t ú serás!


eximio E m b a j a d o r de la Anitina,
camaleón y creador de u n a doctrina
sinuosa, maquiavélica y audaz.

Tu misión es deslumbrante, radiosa,


y alta, cual cresta del T u p u n g a t o ,
y a d m i r a d a de t o d o noble g a t o
que tiene por consorte hembra rijosa.

Tu figura de engrupido dragón


genial, clarividente, y tu a u g u s t o
pendón, premie descangallado busto,
muy digno del Olímpico Blasón.

" P a r d ó n " Norberto Gundiano, " P a r d ó n " .


Si peco de excesivo en lo modesto.
Pues, ¡ay! arrojé indignado al cesto,
el menguado galicismo: ¡El Blasón!

Tú a p l a s t a s la fama de los otros,


t u destruyes las glorias mas preclaras,
t ú a r r e b a t a s las máximas y caras
somnolencias cojudas de los potros.

H a s nacido en la inundada Boca,


famoso b a l u a r t e de ligures varones,
émulos de Colón, que nos evoca
la época de los pesados galeones.

— 55 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Sincopa de m a r c h a triunfal,
e n a j e n a n t e figura del coloso
ático gladiador, muy espantoso,
terrífico, magnífico e inmortal.

¡Oh! Casta de los otarios Titanes,


velocípedo megalítico del Orbe,
tu aliento voraz, absorbe
la bruma de los roñosos canes.

Un oso pequeño será Madrid


sí, cobijar anhela tu grandeza
en su esófago, y deglutir tu proeza
muy digna de un ignífero adalid.

Cerdos los amos, puercos los esclavos,


en v a n o el capital inque su diente
en tu m a n d a t o , y al cuerdo, por demente,
lo inmunices de inventar t a n t o s diablos.

¡Plugo al cielo!. El borrico no se olvide,


de cocear a todo asnal viviente,
t ú lo ayudarás, Norberto, y soiiriente,
d a r á s coces al pañete que incide.

Del silencio, ruiseñor insigne,


de la palabra, mudición famosa,
de la elocuencia, la azabache losa
que, al recibir tu cuerpo, 110 se indigne,

— 56 —
E P I S T O L A

Destello alucinante de otro mundo,


r a m a y a n a sideral del Macabeo,
lengua mordaz de insigne macaneo,
León, y De La Vega, por fecunda,

Cervantes, por t u esclarecido ingenio,


y Quevedo, por mordaz y agresivo.
Norberto, yo por tí, muriendo vivo,
por vivir a m a m a n t a d o de t u genio.

A LA JUVENTUD

Nada m á s propio es p a r a mí,que se-


guir la huella de la enseñanza griega, de
la escuela egregia, se entiende, que nutría
a la juventud, solapándola, y aprendía
sin saber que se le enseñaba los misterios
de la sabiduría.
La juventud estudiosa, ha de hallar,
en la composición poética precedente, un
método afín al aludido, en el que ha de
ejercitar su mente, con placer en la lectu-
ra, y rebosándose de gozo, ha de pene-
t r a r en los episodios extraídos del caudal
inagotable de la Historia Antigua, espe-
r a n d o se beneficie t a n t o c u a n t o acaricia
la esperanza de mi anhelo.

— 57 —
SANTA MARÍA CAMPOS

DIVAGACIONES HISTÓRICAS,
FRENÉTICAS, ALUCINANTES

Pegaso, corcel alado;


Magestad del F i r m a m e n t o ,
Del espacio denodado,
Veloz como el pensamiento.

Su cuerpo sedoso y blanco,


Cascos duros, cual rubí,
Ojos turqueses de ojanco
Y cola de carmesí.

Raudo, espontáneo, vistoso;


Con el penacho encendido.
Eres pendón victorioso
De éste triunfo, que presido.

Con mi diestra he de mesarte.


Los celajes de tu crin;
Tu piafar retumbe en Marte,
Cual sonoro clarin.

Sobre t u anca poderosa,


Sobre tí, mi Serafín,
Veré milagros en Osa,
En su insondable confín.

— 58 —
D I V A G A C I O N E S

Vagar do quier por el mundo,


Y conocer personajes,
En forma de vagabundo,
Desdeñando los encajes.

Con qué se cubren m u n d a n a s


Miserias y miserables
Figurones, Cortesanas,
Y otros residuos sociales.

Ver las luchas de Centauros,


Con Hércules y con Teseo;
Y domar a Minotauros
La flauta dulce de Orfeo.

II

¡Oh! H a d o venturoso,
No en la tregua de mi aliento
Me sustraigas al reposo
Que, en la Paz, no me cimiento.

Tengo vida, tengo ardor,


Y un corazón que suspira
Por el incipiente amor
De mi e n c a n t a d o r a Elvira.

Brillante, divina luz,


Tersa y diamantina luna.

_ 59 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Ilumíname en la cruz
De Cristo, desde mi cuna.

Y el seráfico pendón
De mi destino; y el solio
De mi ínclita Razón,
Desde el s a n t o Capitolio.

E n t o n a r lauros de paz,
Como un símbolo divino,
Y el Marte, siniestro y audaz
Trueque el sable en p a n y vino.

III

Ver lo fúlgido en la Historia


De las p a s a d a s edades;
Y en su obscura trayectoria,
Con t u luz de sabio, la horades.

Y del B á r a t r o espumoso
L a s lágrimas infecundas
De un arrepentido esposo,
Y de esposas f u r i b u n d a s .

IV

Consumir anhelo al fuego


De mi pecho en la canción

— 60 —
D I V A G A C I O N E S

De Tamiras, y el sosiego,
En la llama de Sión.

A décima musa Safo,


A la s o n a n t a arpa eólica,
Y del pecho el ronco balo,
De Cirénea melancólica.

Castidad en los Vestales;


Los inciensos de pureza
En solemnes esponsales
De lealtad, y nobleza.

L a s orgías y el licor;
¡Ay! La pócima homicida
Con qué brinda el vengador
Al fin de cada comida...

El f a u s t o y el esplendor
De una vida, consumida
Entre el elixir de amor,
Y el Talismán de la vida.

El a r o m a , desprendida
De las fiestas de Fioralia,
¡Cortejo que dilapida
Las ricas flores de Italia!.

— 61 —
SANTA MARÍA CAMPOS

L a inocente, y la c a n t á r i d a ,
Y la nóbil, que alimenta
Con la P o m o n a enigmática,
Su sangría virulenta.
Fuegos atizan sus ojos,
Y nutre la brasa el alma,
Y, sin limitar antojos,
J a m á s el placer lo calma...

VI

A la Aspasia de Mileto
Divagar con el gran Sócrates,
Sobre moral, y el secreto
Divino, genial, de Hipócrates.

De S a r d a n á p a l o en Nínive
Su famosa biblioteca,
A la divina El|rídice,
Y al Gran Profeta, en la Meca.

L a s ceremonias de Alá;
El fáusto rito Masónico,
De Moisés, el Jehová,
Con pronunciamiento eufónico.

Las Zor&idas, y Bajás


Con topacios uuicórnicos:

— 62 —
D I V A G A C I O N E S

Presentes de M a h a r a j á s
Adiposos e hipocóndricos.

De los serrallos famosos


Desvanecidas princesas,

Alcázares bizantinos
Con rubíes y diamantes;
Los alígeros equinos
Y pesados elefantes.

De los palacios asirios


Los bailarinas de rango,
Atacadas de delirios,
En el demente f a n d a n g o .

VII

L a bella reina de Saba,


¡Que Corte t a n escogida!
Y, el favorito, que a m a b a
Con pasión, t a n fementida.

De Teófilo a Teodora,
Deslumbrante de belleza,
Límpida, cual luz de Aurora,
Y enjoyada de g r a n d e z a .

— 63 —
SANTA MARÍA CAMPOS

De Irene, triunfal, en carro,


(Que lo a r r a s t r a n cien corceles)
I los dirige un bizarro
Auriga, y bellos donceles.
i
De la Venus C | t e r e a
Sus celestiales amores,
Y, de la cruel Medea,
Perlas y ruiseñores.

El r a p t o de las Sabinas,
(Rómulo, pérfido, entre éllas,)
Y las giegas adivinas,
Y las Pitonisas bellas.

VIII

Testigo del perecer


De la e x t r a ñ a Cleopatra,
Turbulento y dulce ser
Del loco Antonio, idolatra.

A la menfítlca Isis,
A Jezabel a t a l a n t a ,
Y las eróticas crisis
De Nereida, comediante.

A Friné, de Praxiteles,
Sin el velo que la cubre,

— 64 —
D I V A G A C I O N E S

Bajo los ricos doseles


De los rayos del Octubre.

IX

El Templo ile Salomón,


Por artesanos, fenicios
Fabricado, y ia legión
De sus retinados vicos.

Apoltronarme en su trono,
(Un t r o n o macizo de oro)
Y escuchar el isocróno
Péndolo, de sicomoro.

X
A la bellísima Ester,
Con su consorte Asuero,
Y, he su gesto, conocer,
Cuando acusa a Amán, el fiero

A J u d i t , en la Betulia,
Con el macabro trofeo,
Que lo agita, en la tertulia
Gozosa del Macabeo.

A Mirra, concupiscente,
Pasional, incestuosa,

— 65 —
SANTA MARIA CAMPOS

Arrebatada, demente,
Lasciva, c u a n t o m o r b o s a .

La incestuosa M a r t i n a ,
Decubitada en su ieclio,
Y su boca, que calcina,
De H e r á d i o , su fuerte pecho.

La cruel y la valiente,
Y sanguinosa Atalía,
Vil corazón de serpiente
Con espíritu de Arpía.

A Virginia, al filicida,
Con la d a g a ensangretada:
Remate y fin de u n a vida,
Sin heroísmo, inmolada.

A la Julia de Tiberio,
¡Depravado ser humano!
Su refinado adulterio
Escandalizó al romano.

Con la intriga, ver el nervio


De instigación que t r a m ó
Tulia, en Tarquino el Soberbio
Que, al Servio Tulio, m a t ó .
D I V A G A C I O N E S

XI

A la pez negra de Iliria,


El Averno bullicioso;
A los troyanos, la Asiria,
Y a T r a j a n o , el belicoso.

A Palmira, en sus ruinas,


Que las contempla Cenobia;
Entre ígneas, y asesinas
Manos, sucias de hidrofobia.

XII

Contemple, de las cavernas


Los tipos mas primitivos,
Y palpe las calavernas
De Faraones, altivos.

Las embalsamadas momias


De los Chumachumuquines,
Que rindieron, con las gomias,
Del oro su bellocino.

L a sáncrita M a h a r a b a t a ,
El divino R a m a y a n a ,
La rústica colegiata
De la doctrina A r r a y a n a .

— 67 —
SANTA MARÍA CAMPOS

Verlo al primer Recaredo,


Convertirse al cristianismo,
Fiel y celoso del Credo,
Contra todo extraño cismo.

Y, cuando arroja la d a g a
El indómito Guzmán
Que, sobre el saxe, la a m a g a
Adulticida Don J u a n .
XIII
Con su peculiar arrojo
Ver al gran Caupolieán,
Defenderse del despojo
De t a n t o audaz c a p i t á n .

El sacrificio h u m a n o
En los Aztecas, a n t e el a l t a r
De los dioses; y del grano
En el Inca singular.

Los notables Sacerdotes,


De venerable faz;
Del verdugo y los azotes
En el torajido audaz,
XIV
Las reconditeces citas
Que pasión burla el sosiego,
— 68 —
D I V A G A C I O N E S

Dan fragancias exquisitas


En los capullos de fuego.

En los vergeles umbrosos,


Entre el muro alicatado,
Ocultan, muy temerosos,
Los amantes, su pecado.

Temerario desafío,
Arrojado, audaz valor,
Ansia, placer y astío,
Que dá t a n t o vario a m o r .

Cariosas carnestolendas,
Tropicantes bacanales,
Alba libación de ofrendas
Bajo luces nocturnales.

Expira, t o d o acaba,
Y a reminiscencia lega,
A aquel ángel que se a m a b a
Con locura, y con fé ciega.

En la clépsidra inerte
L a medida en su arena,
Finaliza con la muerte,
L a fecunda y cruel pena.

— 69 —
SANTA MARÍA CAMPOS

INDICE

Elogio a la risa 1
A Washington Figueroa 4
A Roberto Rivas 4
A Domingo E d w a r d s M a t e 5
A Ramón Eyzaguirre 5
A Francisco Escobar Riffo 5
Al Marqués de Torre-Pisa 6
A Rafael Maluenda 6
A Alone 6
A Joaquín Edwards Bello 7
A Alá Miró de Avila y Martel 7
A Eugenio Borrego Vicuña 8
Al doctor Pedro Marín 8
A Estanislao Zamorano 8
А О V 9
A Carlos Schaible 9
A Raúl Amunategui Jhonson 9
A Jacobo Munizaga 9
A Adolfo Holley 10
A Francisco Encina 10
A Gastón Ruddof 10
A Alberto Etchegaray Ц
A Pedro Gonzáles (hijo) 11
A Mario Urrutia de los Monteros ... 12
A Ricardo Latcham 12
A quien usa el don sin merecerlo 12
A Alfredo García Buhr 13
A Gabriel Gonzáles Videla 13

— 70 —
I N D I C E

A J u a n de Villadiego 14
A un suyo comedido defensor 14
A un machazo ilustrador de libros. 14
A Héctor Pinto Carrera 15
A J u a n Salinas 15
A Germán Von Krausse 15
A Leonel Acevedo Diaz 16
A un orador argentino 16
A la Sociedad de Bibliófilos de Chile. 17
El buey solo, bien se lame 20
A u n a pésima bailarina 20
A un joven que le salieron 20
Reciprocidad de intereses 20
Friné 20
La teoría de Darwin 21
Torpeza y figura 21
A un actor vanidoso 21
Cabeza dura 21
A un a g u a d o r desmemoriado 21
Inclinación eterna 22
Naturaleza muerta 22
M a r i d o despreocupado 22
Uno bueno, mejor a cien malos 23
Ventajas en algún casado 23
Astas provechosas 23
Un consentido 23
Inmoral enriquecido 23
Pelirroja práctica 23
Ley de compensaciones 24
R a p i ñ a n d o mendrugos 24
La m o r a d a de un vago santiaguino 24

— 71 —
SANTA MARÍA CAMPOS

A Roberto Mezquino 24
Un soñador 25
Usurero y prestaVnista 25
Sincera confesión de un ladrón 26
Disimulado anhelo 26
Felicidades diversas 26
Filosofía práctica 27
Sufrimiento del casado y del soltero 27
Míil gusto pero, general 27
Un sádico, de u n a casada, amante... 28
Un nuevo rico 28
Gula desmedida .' 28
Un alma exquisita 29
Un fraile con doble personalidad 29
Utópico 29
A u n a dentadura postiza 29
Invocación al sol 29
Uns familia moderna 30
Epitafio 30
Sonrisas aeadémicas 30
Heredero despilfarrador 31
Contemplando a una beldad 31
De todas maneras, es peligrosa 31
Utópico 32
La palabra no restituye 32
Contrastes vividos 32
E t e r n a simulación 33
Extrema confesión 33
Extremos que se tocan 33
Dos clases de honestidad 33
Aléjate del a m a r g a d o 33

— 72 —
I N D I C E

La f a m a de muchos, la lana de 34
Cinismos recíprocos 34
Frágil es el corazón 34
Idénticos destinos 34
Disimulada enfermedad 35
Por tener fea mujer 35
Un soberbio enriquecido 35
Camello oportunista 35
Prodigio de u n a mujer 36
Testimonio de un refinado 36
Un descuidado marido 36
Pródigo administrador ,... 37
A Zoilo Verdolaga 37
Ejemplos matrimoniales 37
El que no se detiene 37
A Pedro, pintor cubista 38
Un personaje singular 38
Físico y talento, corren parejos 38
Al que usaba peluca 38
Una hija que consiente 38
Un D o n j u á n 39
Un avaro, fumador consuetudinario.. 39
Ajenas bellezas 39
Un nuevo rico ignorante 39
L a tealdad de la mujer 39
Amores interesados 40
Desprecio de un necio 40
Un fanfarrón cobarde 40
Tesoro" 40
Frenesí 40
Cantares p a r a a h u a m a d a 41

— 73 —
SANTA MARÍA CAMPOS

L a enigmática 42
Al doctor Alfredo L. Palacios 42
Al doctor Eduardo J. Bullrich 42
A Alberto Insúa 43
A una amiga veleidosa 43
A Leopoldo Díaz 43
A un profesor 43
A un cronista de sociales 44
A Ramón Pérez de Ayala 44
A Carlos C a o u r t a u x Pellegrini 44
A un aficionado 44
A Ricardo Rojas 45
A Ezequiel P . Paz 45
A Luis Mitre 45
A Arturo Capdevilla 45
A Salvador Oria 46
A Carlos Da Rocha 46
A Teodoro Caillet-Bois 46
A Teodoro Becú 46
A Doussignague 4-7
A Carlos Sánchez-Albornoz.... 47
Homenaje a la ciudad de Charcas... 48
¡La Patria! 50
A Ercilla y Zúñiga 5L
Del Siglo XVI. . . . . ' 51
Aspero rigor 52
Holocausto 53
Preterición 53
Epístola joco-seria a Norberto 54
A la juventud 57
Divagaciones históricas 58

— 74 —
Este libro fué compuesto a mano, con los
antiguos t i p o s d e la E d i t o r i a l
"Charcas" propiedad de mi distinguido
amigo, Doctor Daniel Castro Pinto, e
impreso en los talleres de la misma,
para la Editorial Clépsidra,
de Santiago de Chile
que d i r i g e el a u t o r de
éste volumen, el cual se ha
t r a s l a d a d o de ex profeso
a ésta ciudad, para
cumplir con la
misión de
Argos
Se ha
hecho una
tirada especial
de 200 ejemplares
en p a p e l martillado
Atlantic Boud, numerados,
con guarismos romanos, del
I. al C. destinados a la Sociedad
de Bibliófilos de Chile, en homenaje
a su ponderable desvelo, en favor
de las Belbts Artes, y del pensamiento
flotante, y 200 ejemplares, numerados, con
guarismos arábigos, del 101 al 300, e
impresos en p a p e l de diversas clases
coronándose la impresión el 30 de Marzo de 1954.

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