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PLEGARIA DE

RECONCILIACIÒN

LITURGIA FUNDAMENTAL

DOMÍNGUEZ ALMARAZ JORGE


RAÚL

PBRO. LUIS ÁNGEL


PLEGARIA
DE
RECONCILIACIÓN

℣. El Señor esté con ustedes.


℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

CP En verdad es justo darte gracias,


Padre santo, Tú eres quien ha creado todo cuanto existe,
Tú eres la fuente de todo cuanto hay de bueno en el universo entero,
pero a pesar de haber creado al hombre a tu imagen y semejanza,
este se dejó corromper por las tinieblas del pecado,
pero aún así no lo dejaste solo,
sino que enviaste a tu Hijo amado, Jesucristo nuestro Señor,
Lo enviaste no para condenar al mundo sino para salvarlo por medio de Él.

Solamente tú eres bueno, y en tu palabra has creado vida,


pues tu eres la vida misma,
por eso, innumerables ángeles y santos,
contemplando tu rostro misericordioso, te alaban y adoran.

Y con ellos también nosotros, llenos de amor y alegría


aclamamos tu nombre cantando:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.


Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CP

P adre santo, tu grandeza es incomparable, que nada

de lo que has creado puede compararse a tí, fuente de amor, perdón y misericordia.
Tú al crear todas las cosas las hiciste buenas, bellas y ordenadas,

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:


CC

Te pedimos padre amoroso,


que mires con agrado los dones y ofrendas
que hoy te presentamos, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres,
derrama tu bendición sobre estos dones

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:

para que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre

Junta las manos.

de tu Hijo amado, Jesucristo,


el cual nos salvo de la esclavitud del pecado,
donde Dios se hizo hombre, para hacer dios al hombre caído
por el pecado.
Mucho tiempo vagamos como ovejas sin pastor,
caminando errantes acusa de nuestras maldades,
pero llegando la plenitud de los tiempos,
Tuviste a bien a enviar a tu Hijo único,
que asumió nuestra naturaleza ,
menos en el pecado,
y así como se levantó la serpiente en el desierto,
para salvar al pueblo de Israel, así él fue levantado en un madero,
para la salvación de nosotros siervos tuyos.

Pero, nos amó hasta el extremo,


que no quiso dejarnos solos, sino que cumplio
lo prometido, que estaría con nosotros,
hasta el fin de los tiempos.

En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión,
como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.

Mientras comía con ellos,


Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó pan
y dando gracias te bendijo,
lo partió y se lo dio, diciendo:

Se inclina un poco.
TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo
genuflexión
Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena,


sabiendo que iba a reconciliar todas las cosas en sí mismo,
por su sangre derramada en la cruz,

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar. prosigue:

tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid,


y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:

Se inclina un poco.

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

Muestra el cáliz al pueblo. lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión.

Luego dice:
CP
Éste es el Misterio de la fe.

O bien:
Éste es el Sacramento de nuestra fe.

y el pueblo prosigue, aclamando:


Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CC

Al unirnos hoy como Iglesia, como hijos tuyos,


celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús
nuestro buen Maestro.
Así hacemos presente este memorial de salvación,
hasta la venida victoriosa en donde pasaremos de la Iglesia militante
a la Iglesia celeste.

Mira con agrado a quienes reunimos en este lugar santo,


y concédenos por la gracia del Espíritu Santo,
participar de un mismo pan y un mismo cáliz,
para que formemos un solo cuerpo,
y así podamos vivir una sola fe, en esta tu Iglesia.

C1
Cuida y santifica a nuestro Papa N, y con nuestro Obispo N,
Concédenos ser partícipes de la expansión de tu reino aquí en la tierra,
que podamos esperar la segunda venida de tu Hijo Jesucristo,
para poder adorarte junto con María,
Madre de Dios y Madre nuestra, con los apóstoles
y con todos los santos (Se puede nombrar los santos de devoción
o los que se celebra en el día), y con nuestros hermanos difuntos
que nos han presidido en la esperanza de la resurrección.

Entonces, liberados por fin de toda corrupción


y constituidos plenamente en nuevas criaturas,
te cantaremos gozosos la acción de gracias

Junta las manos.


de tu Ungido, que vive eternamente.

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice:

CP o CC
Por Cristo, con él y en él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama: Amén.

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