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SOCIAL
MÓDULO: ACTO MORAL Y PERSONA MORAL
Curso: Responsabilidad Social
Módulo: Acto moral y persona moral
La ética, como ciencia, se ocupa de las acciones libres del ser humano, es decir, de aquellas que
tiene intención de hacer u omitir, o hacerlas de una manera u otra. Así, en el marco de la ética, la
persona moral es aquella que realiza actos que proceden de la razón práctica y la voluntad deliberada.
Al respecto, Juan Pablo II, en 1997, dijo: “El obrar es moralmente bueno cuando las elecciones de la
libertad están conformes con el verdadero bien del hombre y expresan así la ordenación voluntaria de
la persona hacia su fin último […]” (como se cita en Díaz, s. f.).
No todos los actos del hombre pueden ser juzgados como correctos o incorrectos, algunos se realizan
de manera involuntaria, es decir, se tratan de actos inexcusables. Al respecto, Valera sostiene:
[Sobre aquellos actos involuntarios] …cuya realización no puede ser evitada, como comer,
dormir, y en general todas las funciones fisiológicas de los actos que no tienen consecuencias
morales como caminar por la calle, jugar, etc., a todos estos actos no podemos considerarlos dentro
de la actividad moral del hombre […]. (2010, p. 75)
Sin embargo, existen actos que pueden ser aprobados o condenados según las normas esta- blecidas
por determinada comunidad, estos son los actos morales que, generalmente, están considerados como
actos necesariamente conscientes, pero se debe aclarar que no todo acto consciente es un acto moral;
para que este sea calificado como tal, “es necesario el requisito de la valoración y de la significación
del valor dentro del contexto cultural del individuo y su acción”. Ojeda también expone: “Un acto
moral es una acción que el hombre realiza de manera consciente, la cual es determinada por un valor.
La valoración más común está designada por lo bueno y lo malo”. Sin embargo, continúa el autor:
La definición de la moral brinda aspectos esenciales para el comportamiento humano; por tanto, es
necesario analizar el comportamiento moral de los individuos a través de los actos concretos en que se
manifiesta. En ese sentido, se debe analizar bien la estructura del acto moral, teniendo en cuenta las
siguientes partes que propone Vargas Lozano (1995):
a. Motivo del acto, vale decir, aquello que impulsa al hombre a perseguir determinado fin.
b. Conciencia del fin, entendido por ello la anticipación ideal del resultado que se pretende
alcanzar.
c. Decisión de realizar el acto: la voluntad que acompaña inseparablemente la elección de un
fin entre otros, de un deber entre varios deberes.
e. La plasmación del fin, su realización objetiva que incluye las consecuencias del acto
realizado.
Esta estructura del acto considera que no basta relacionar un acto con la norma para hablar de
conducta moral, puesto que “actos morales solo son aquellos en los que podemos atribuir al agente una
responsabilidad, no solo por lo que se propuso realizar, sino también por los resultados o consecuencias
de su acción” (Vargas Lozano, 1995, p. 554).
Conciencia
Del latín “cum scientia”, que quiere decir ‘con conocimiento’. Este se refiere al conocimiento de sí
mismo, de su entorno y del comportamiento moral social. Esta posibilidad de entenderse a sí mismos
es exclusiva de los humanos y depende de una inteligencia compleja, de la capacidad de prever el
futuro y de la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona. Entonces, el cono- cimiento advierte
completamente la acción, los matices morales de un acto, distinta o confusa según vea con claridad la
bondad o maldad en este, y lo percibe antes o después de que se produzca (Muñoz, s. f.).
Libertad
Es la facultad natural o capacidad del ser humano para obrar de una manera u otra. Una persona,
actuando de forma libre, sin impedimentos, dueña de sus actos, pone en práctica su autonomía, y esta
se convertirá en responsabilidad, en la medida en que asuma las conse- cuencias de sus elecciones.
Eso no quiere decir que puede hacer lo que quiere, sino hacer lo que moralmente es correcto.
5 JUICIO MORAL
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En el sistema moral o sistema mediante el cual estudiamos los actos humanos, en cuanto a la
moralidad, es decir la bondad o malicia de estos, existen tres componentes. El primero es la moral
ideal, mediada principalmente por la educación. Luego está el juicio moral, que depende en gran parte
del desarrollo cognitivo. Finalmente, la conducta misma, moral o inmoral, en la que intervienen todos
los elementos antes mencionados. (Murillo, 2015, pág. 74)
Un juicio moral es calificar una acción como buena o mala, como correcta o incorrecta. Así se decide
si un determinado comportamiento es congruente con los exigidos por una sociedad o por el individuo
mismo (Ojeda, 2006).
Según el teórico Kohlberg, el juicio moral es la “capacidad de tomar decisiones y hacer juicios
morales, es decir, depender de principios internos y actuar de acuerdo con dichos juicios” (como se
cita en Murillo, 2015, p. 75). Por otro lado, para George Lind, la moral consiste en gran medida en la
capacidad de resolver los dilemas morales que se nos presentan, por medio de nuestra capacidad de
juicio moral. Lind afirma que nuestras capacidades morales se ponen en marcha cuando se nos
presenta un dilema moral; las conductas que producimos a partir de esto se pueden valorar moralmente
(como se cita en Murillo, 2015).
Los valores son las actitudes que reconoces en ti y en otras personas, que te son importantes y
consideras importantes en las tomas de decisiones.
“Un valor universal es un bien (objeto, acto, persona, lugar) que es importante para todos”, afirma
Munguía (2015, p. 84). En virtud de ello, podemos afirmar que los valores universales son el conjunto
de normas de convivencia establecidas en un tiempo y época determinados.
Actualmente, prevalece la necesidad imperante de familiarizarnos con los valores universales, es decir,
educar nuestra mente para practicarlos y brindar alternativas para cambiar la forma de ver la vida.
A continuación, se presentan las definiciones que atribuye Negrete (2014, p. 4) a algunos valores:
FRATERNIDAD
VALENTÍA VERDAD
BONDAD AMISTAD
7 CONCLUSIONES
CONCLUSIÓN 1
El acto moral es libre, consciente y voluntario, y ayuda a determinar el comportamiento del ser humano.
Un acto, como moral o inmoral, se califica a partir del análisis del proceso como tal, desde el
CONCLUSIÓN 2
CONCLUSIÓN 3
Todos los días estamos enfrentándonos a situaciones nuevas en las que están presentes los dilemas
morales. Es entonces cuando se necesita tiempo para tomar decisiones bajo las con- diciones morales
de libertad, conciencia y responsabilidad moral.
CONCLUSIÓN 4
Para que sea posible una convivencia bajo el bien común, se debe practicar frecuentemente la
reflexión moral (juicio moral), solo así diferenciaremos lo correcto de lo incorrecto.
CONCLUSIÓN 5
Las personas no hacen una elección libre, consciente o responsable por el valor que tienen en sí
mismas, sino por la fuerza de los valores que impone una sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
Martinez Huerta, M. (2003). Ética con los Clásicos. México: Plaza y Valdés.
Murillo Deglane, M. (2015). Desarrollo del juicio moral en personas casadas y divorsiadas de
la ciudad de Arequipa. Unifé, 73-85. Obtenido de http://www.unife.edu.pe/publica-
ciones/revistas/psicologia/2015_1/Maria_Murillo.pdf
Ojeda, M. (2006). Ética. Una visión global de la conducta humana. México: Tipográfica
Ingramex. S.A.
Olmeda García, M. d. (2007). Ética Profesional en el ejercicio del derecho. México: Univer-
sidad Autónoma de baja California.
Vargas Lozano, G. (1995). En torno a la Obra de Adolfo Sáchez Vázquez: Filosfía, Ética,
Estética y Política. México: Facultad de Filosofía y Letras. UNAM.