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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

BOLETIN DIVULGATIVO Nº 87

Control Químico de Malezas


• Equipos
• Calibración
• Aplicación de herbicidas

NELSON ESPINOZA N.
Ingeniero Agrónomo

ESTACION EXPERIMENTAL CARILLANCA


TEMUCO, CHILE 1981
Autorizada su reprod ucción total o parcial
con la obligación de citar la fuente y el autor

Impreso gracias al aporte de BAYER DE OIILE S.A.


División Fitosanitaria

Fe de errata
Por error del impresor, se c ambian los siguientes subtítulos
Pág. 18 Debe decir ,'ULVERIZADOR ACOPLADO AL TRACTOR
Pág . 27 Debe decir :-·ULVERIZADOR MANUAL DE ESPALDA
Programa Control de Malezas
Estación Experimental Carillanca
2. 000 ejemp lares
Julio 1981
Diseño y Montaje Sergio Hernández Hoscoso
Indice .

Introducción 5

Ge ~-a..-dac!' ...., 6

CLASIFICACION DE LOS HERBICIDAS 6


TRATAMIENTOS HERBICIDAS 6
FORMULACIONES DE HERBICIDAS 7
PREPARACION DE LA MEZCLA 7
VOLUMEN DE AGUA 8
F~..... es qu"' sectan la efectividad
de s t ..atl"'miemtt:os erbicidas 9

PREPl\RACION DEL SUELO 9


MATE~IA ORGANICA DEL SUELO 10
ñLTUR~ DE LA BARRA PULVERIZADORA 10
ALINEACION DE BOQUILLAS 12
ANGULO DEL CHORRO DE PULVERIZACION 13
VELOCIDAD 14
PRES ION 15
HUMEDAD 15
LLUVIA 16
VIENTO 16
TEMPERATURA 16
17
PULVERIZADOR MANUAL DE ESPALDA 17
PULVERIZADOR ACOPLADO AL TRACTOR 18
ESTANQUE 19
BOMBA 20
BARRA PULVERIZADORA 22
BOQUILLAS 24

r,.,,.'I; - r• o ulverizador 26

PULVERIZADOR M.\NUAL DE ESPALDA 27


PULVERIZADOR ACOPLADO AL TRACTOR 29
y. 32
· mantenimiento del equipo
LIMPIEZA 32
MANTENCION FUERA DE TEMPORADA 33

Cuadros anexos 35

Bibliograiía 39

Glosario 40
Introducción

La lucha contra las malezas en la actividad agropecuaria y forestal


de Chile ha ido tomando una importancia creciente en los últimos a-
ños, como consecuencia de una explotación más in tensiva y con mayor
uso de tecnologfa.
La incorporación del control qu1m1co en esta lucha, ha si do uno de
los factores que más han infl uído en reducir las pérdidas en los cul-
tivos . Una adecuada combinación del uso de herbicidas y algunos mé -
todos tradicionales de control, como rotaciones adecuadas, buenas
técnicas de preparación de suelos y otras, amplían la gama de posi -
bilidades con que cuenta el productor para lograr una protección más
efectiva en sus cultivos .
Un conocimiento básico de los factores que influyen en la efectivi-
dad de los tratamientos herbicidas, de los componentes fundamenta l es
del equipo pulverizador y de los aspectos prácticos de su empleo (ca-
libración, cuidados y descontam inación) será un valioso aporte, tan-
to a técnicos como a productores, en el control químico de malezas.

5
Generalidades

Los herbicidas pueden clasificarse en diferentes grupos; sin embargo,


para comprender mejor su forma de acción se les dividirá en grupos
de acuerdo a si son aplicados directamente al follaje, al suelo o al
agua.

HERBICIDAS DE APLICACION AL FOLLAJE

Estos 5e dividen en sistémicos y de contacto. Los compuestos sis-


témicos son absorbidos por las hojas y tallos para ser traslocados a
través de la planta, causando un daño generalizado o su muerte. Los
herbicidas de contacto r~ácticamente no se traslocan y sólo eliminan
las partes de la planta que han entrado en contacto con él.

HERBICIDAS DE APLICACION AL SUELO

Estos compuestos son generalmente llamados residuales y son absorbi-


dos por las raíces de las plantas o por el coleoptilo en caso de se-
millas en germinación. También pueden dividirse ·en sistémicos y de
contacto .
HERBICIDAS DE APLICACION AL AGUA

Estos productos no son clasificados en forma específica para el pro -


pósito que sirven y pueden ser tanto sistémicos, de contacto o resi-
duales

]:.:; J:> HE ~lC:::DAS

Los tratamientos herbicidas, cualquiera sea la clasificación en que


se encuentren, también reciben denominaciones específicas en cuanto
a la relación que existe entre el momento de la aplicación y el de-
sarrollo de los cultivos . Es así como se distinguen tres tipos bien
def inidos :
TRATAMIENTOS DE P::IBSIEMBRA

Son aquellos que se rea l izan antes que el cultivo sea sembrado .

6
TRATAMIENTOS DE PREEMERGENCIA

Son aquellos que se real i zan antes que emerjan las malezas o l os cul -
tivos. El tratamiento puede ser de preemergencia a ambos , culti vo
y malezas, o de preemergencia a uno de e ll os .

TRATAMIENTOS DE POSTEMERGENCIA

Son aquellos que se rea l izan después de emergido el culti vo o male-


zas .

FOR.H'LACIC'JF.S DE rtERBICIDAS

Norma l mente, los herbicidas se aplican en dosis tan bajas que deben
mezcl arse con solventes o inertes apropiados para obtener un cubri -
miento más uniforme que si el herbicida se usara solo . La mayoría
de los herbicidas se pueden formular en forma tal que posteriormente
se logre diluirlos en agua. Las formu l aciones más comunes son l as
siguientes :

SOLUCIONES

Los herbicidas solubles en agua o en ace i te se formulan como solucio~


nes. Pueden comercializarse al estado sól ido o líquido y al mezclar-
los con agua forman una so l ución transparente con o sin col or .
POLVOS MOJABLES

Los herbicidas de baja sol ubilidad en agua se formulan como po l vos


mojab l es . La mezcla con agua forma una suspensión de aparienc i a tur-
bia y con producción de espuma.

CONCENTRADOS EMULSIONABLES

Los herbicidas insolubles en agua son a menudo formulados como con-


centrados o líquidos emu l sionables . La mezc l a con agua forma una e-
mulsión de apariencia lechosa.

Cuando se trabaja con herbicidas formulados como so l uciones o concen-


tra dos emulsionables se procede primero a l l enar el estanque con agua
hasta l a mitad y recién entonces se agrega el producto; final mente se
completa el volumen de agua .

7
Se debe evitar siempre echar el producto puro directamente al estan-
que, de lo contrario la bomba y las tuberías quedarán en contacto
con el producto concentrado, ocasionando graves daño s y quemaduras
al cultivo en el comienzo de la labor.

Cuando se trata de herbicidas formulados como polvos mojables se pre-


para primero una pasta en un balde, a la que se le agrega lentamente
agua, agitando siempre para evitar la formación de grumos. Una vez
que la mezcla tenga un buen grado de fluidez y esté bien homogénea,
se la vierte en el estanque, que también en este caso deberá tener
agua hasta la mitad. Finalmente, se procede a agregar el volumen to-
tal de agua antes de la aplicación.

' J _.' '1EN ..,E A 'UA

El volumen de agua con que se aplica un herbicida está determinado


por su tipo (contacto o sistémico), densidad del follaje y especies
de malezas.

Según el volumen de agua empleado, las pulverizaciones son clasifica-


das en :

Volumen muy bajo 10 - 50 litros/ha


Volumen bajo 50 - 200 litros/ha
Volumen medio 200 - 600 litros/ha
Volumen alto sobre 600 l itros/ha

Los herbicidas sistémicos, vía al follaje, pueden ser efectivamente


aplicados con bajo volumen, debido a que el herbicida se trasloca,
no siendo necesario que toda la planta quede mojada después de la
aplicación. En cambio, los herbicidas de contacto requieren que la
maleza quede bien mojada, por lo que es necesario un volumen de agua
mayor. Cuando se aplican herbicidas sistémicos o de contacto al sue-
lo (residuales) debe emplearse un volumen de agua medio a alto.

RECUERDE QUE ES UN ERROR APLICAR LA MISMA CANTIDAD DE AGUA PARA CUAL-


QUIER TRATAMIENTO HERBICIDA.

8
Factores
que afectan la efectividad
de los tratamientos herbicidas
!)')J:'PARACION DET ~t!F.T r.

Cuando se usan herbicidas preemergentes o incorporados, es requisito


esencia1 una buena preparación del suelo (mullido). La presencia de
terrones impide que el producto se ponga en contacto con las semillas
de las malezas a tratar disminuyendo la efectividad de su control.

FIG. 1. l.a. aplicación de herbicidas al suelo exige unapreparación


que lo deje libre de terrones, para evitar que semillas de
malezas escapen a la acción del producto.

9
i1A rER..:.A ORGAN ICA DEL SUELO

La materia organ1ca del suelo, debido a su capacidad de ad sorción,


influye en la cantidad de herbicida que queda disponible para las
plantas; en consecuencia, en aplicaciones de herbicidas al suelo de-
ben emplearse dosis menores en suelos de textura liviana que en sue-
1os arcillosos o de alto contenido de materia orgánica.

A /i llM DL: I,A BARRA PU ..,l/EIU 1.1\0ü {l\

Para obtener una óptima cobertura es necesario fijar la barra a una


altura adecuada y paralela a la superficie que se desea aplicar (Fi -
guras 2 y 3}.

Traslape Zona sin tratar


adecuado

FIG. 2 . Cuando la barra no se fij a paral ela a la superficie del sue-


lo se obtiene un trasl ape desuni fonne de l os abanicos de pul-
verizaci ón.
En general, la barra debe regularse de tal modo que si la aplicación
se efectúa sobre el suelo sin vegetación (aplicaciones de preemergen-
cia o de presiembra) los chorros del líquido proporcionados por bo-
quillas vecinas se traslapen en buena forma sobre la superficie del
suelo. Si la aplicación se realiza sobre el cultivo y la maleza
(apli caciones de postemergencia) , debe subirse la barra para l ograr
el mismo efecto, pero sobre las malezas.

10
FIG . 3. Método para fijar el traslape adecuado de los abanicos de
pulverización.

En condiciones de terreno muy desparejo, en que l a altura de la ba-


rra respecto al suelo varía mucho, se puede trabajar con ella al do-
ble de su altura nermal. De esta forma se obtiene una cobertura do-
ble, que permite asegurar una aplicación de por lo menos la mitad de
la dosis deseada sobre toda el área. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que, con este sistema, se aumenta el riesgo de deriva del her-
bicida por el viento.

/
FIG . . 4 . Sistena de doble cobertura para condiciones de terreno des-
parejo.

11
,i\. Hi r ,

Las ranuras de todas las boquillas deben ubicarse en una misma línea
a fin de evitar que los chorros estén en diferentes ángulos unos res-
pecto a otros. Con ello se impide que queden franjas de suelo o ma -
lezas sin cubrir.

Posición correcta de las ranuras VISTA


e e é DESDE ABAJO

VISTA
DE FRENTE
~~~~~~~~~~~~~~~~~~0~~

FIG . 5. Posición correcta de las r anuras de l a s boquillas .

Con el objeto de evitar una excesiva turbulencia y goteo por el cho-


que de los chorros provenientes de boquillas vecinas, cuyas ranuras
fueron di.spuestas sobre una misma línea y a consecuencia de lo cual
se pierde uniformidad en la aplicación, en lo posible deberán orien-
tarse las ranuras en un ángulo pequeño respecto a la barra.

12
VISTA
DE FRENTE

Abanico
de cada Superposición Angulo de
boquilla requerida cada abani co
---. s +--- respecto a la barra

\
VISTA
DESDE ABAJO

FIG. 6.. Orientación de las boquillas para obtener superposición sin


goteo.

A:',GLLC ~E:. .::!CRRO DE PC:VERIZAC.:ri:'

Las boquillas son diseftadas para emitir un chorro de determinado án -


gulo a la presión norma l de trabajo (30 a 50 l ibras por pulgada cua-
drada). Es importante cerciorarse de que todas las boquillas ten-
gan el mismo ángulo para evitar que queden franjas de terreno o male-
zas sin cubrir.

13
FIG . 7 . No deben colocarse en una misma barra lx:>quillas cuyos abani-
cos sean de distinto ángulo.

Boquillas con ángulos anchos permiten una reducción de la altura de


la barra, con la ventaja de acortar la distancia que atraviesa el
herbicida y su exposición al viento. Las boquillas con ángulos pe-
queños se usan cuando la barra debe estar más arriba (o más abajo de
la superfi cie a aplicar), para evitar plantas que están creciendo o
cuando el terreno es muy désparejo.

En el Cuadro Anexo Nº 1 se indica la altura m1n1ma a que debe ubicar-


se la barra según los diversos ángulos de pulverización de las boqui-
llas. Decimos altura mínima pues no se considera el traslape, por
lo tanto, en la práctica, la barra deberá elevarse algo más para ob-
tener la superposición .deseada de los chorros . · Si la barra se ubi -
ca por debajo de la altura allí indicada, quedará entre dos chorros
consecu tivos una franja sin tratar.

Debe mantenerse siempre una velocidad de trabajo uniforme. Cuando se


usan pulverizadores de espalda, la veloci dad ideal es la de un hom-
bre caminando a paso normal (2 a 3 Km/h). En equipos acoplados al
tractor, la velocidad va a depender principalmente de la topografía
del terreno, tipo de cultivo y características del tractor . En gene-
ral, se recomienda trabajar dentro del rango de 5 a 10 Km/h.
En la tabla sigui ente se observa el efecto de la velocidad en el gas-
to de agua.

14
Cuadro l. Efecto del aumento de velocidad en el gasto de agua.

Velocidad Gasto de Agua


(Km/h) (litros/ha)

2 800
4 400
8 200

Los datos del Cuadro 1 indican que al aumentar la velocidad al doble


disminuye el gasto de agua a la mitad. Sucede lo contrario al dis-
minuir la veb1idad a la mitad.

PRES ION

Las presiones más adecuadas para aplicar herb i cidas oscilan entre 30
y 50 libras por pulgada cuadrada. Presiones muy altas producen go-
tas pequeñas, con un riesgo de deriva por el viento. A la inversa,
presiones muy bajas producen gotas muy gruesas y en consecuencia un
cubrimiento desparejo. Presiones muy altas o muy bajas también dis-
torsionan el ángulo del chorro de pulverización.
Al aumentar la presión aumenta el gasto de las boquillas y vicever-
sa . Es necesario cuadruplicar la presión para doblar e1 gasto de
las boquillas, sin embargo, debe tenerse presente que para aumentar
significativamente el gasto es más conveniente reducir la velocidad
de desplazamiento o cambiar las boquillas por otras con orificios de
mayor diámetro.

IJUtIBD/\D

La humedad relativa alta a media aumenta la efectividad de la mayo-


ría de los herbicidas aplicados al fo llaje, debido a que se reducen
las pérdidas por evaporación y se promueve la absorción de los pro-
ductos. La humedad relativa baja reduce la efectividad de los her-
bicidas debido a un aumento de l a evaporación.
En tratamientos preemergentes o de µresiemb ra, conviene que haya un
contenido de humedad adecuado en el suelo para la germinación -de las
semillas de malezas y para la activación del herbicida.

15
Cuando .1a humedad en el sue l o no es suficiente, el herbicida puede
perderse rápidamente por evaporación o difusión y, en consecuencia,
ejercer un control de malezas deficiente.

En aplicaciones al follaje debe prestarse especial atención a l a dis -


tribución de lluvias o a su pronósti co, debido a que algunos herbi-
cidas deben permanecer un lapso de tiempo mínimo en contacto con la
maleza. Las lluvias inmediatas a su·aplicación pueden dilu i rlo y
reducir su efectividad.
En aplicaciones al suel o, una lluvia moderada posterior a la apli-
cación puede aumentar la efectividad del herbicida en l a mayoría de
los casos.

'" ')

La presencia de viento durante la aplicación produce deriva del her-


bicida, lo cual entorpece su buena distribución y aumenta las posi-
bilidades de daños en cult ivos susceptibles, cercanos a la superficie
que se está aplicando.

Para aminorar el efecto del viento en la deriva de herbicidas deben


tomarse las siguientes precauciones
• Regular la altura de la barra lo más bajo posible.
• Usar boquillas que produzcan gotas gruesas.
• Operar el pulverizador a presiones bajas, no superior a 30 libras
por pulgada cuadrada.
• Ap li car cuan do el viento sopla alejándose de l os cu l t ivos suscep-
tibles y en dirección de l a superficie que se pretende pulverizar .
• No aplicar cuando l a ve l ocidad del viento supere lo s 15 Km/h.

Las temperaturas moderadas (21 a 23° C) son favorables para la apli -


cación de la mayoría de los herbicidas. Con bajas temperaturas la
acción de los herbicidas se retarda notablemente y con temperaturas
altas aumentan las pérdidas de herbicidas vol átiles y la posibilidad
de dañar lo s cultivos.

16
Tipos de pulverizadores

A continuación se hará una descripción de las partes componentes y


funcionamiento de los pulverizadores de aplicación terrestre, manua-
les de espalda y acoplados al tractor .

'l 1,\11;R[ZJ\DO ~ .Ml\'~llA'. )I ;.)l'Al,D/\

Este pulverizador está primariamente destinado a uso comercial en a-


quellas áreas de agricultura no mecanizada. Es útil para tratar pe-
queñas superficies, así como plantas individuales o manchones de ma-
lezas. Es relativamente simple, fuerte y seguro, aspectos muy im-
portantes en aquellas áreas en que las reparaciones y los repuestos
son difíciles de obtener. Consta de un estanque de metal o plásti-
co, una bomba de émbolo o de diafragma y una manguera con barra y bo-
qu i 11 a.

mi11111111n

FIG . 8. Cor te esquemáti co de una pulveri zadora manual de espal da .

17
La persona que lleva el aparato mueve la palanca hacia arriba y ~ aba­
jo para que l a bomba trabaje. Cámaras de pres i ón en al gunos modelos
eliminan variaciones en la presión . Con el objetivo de obtener uni-
formidad en la apl icación l a boquilla única puede sustituirse por
una barra con dos y hasta cuatro boqui ll as .

fP Z;\;JQR 1A lLAL DE :::.SPAL'.)fl

Estos equipos trabajan a presiones más altas, empleando un vo l umen


de agua menor. Los pu l verizado~es de uso más frecuente en el país
son los que están montados directamente sobre el tractor . En aque-
l los, la presión es dada por una bomba accionada por el toma fuerza
del tractor. Otro tipo está sobre un chasis con ruedas que se en-
gancha al tractor. La bomba en este caso puede ser accionada por
el toma fuerza del tractor mediante un cardán que trasmite el movi-
miento a ésta. También ex i ste el t i po en el cua l la bomba es accio -
nada por un motor independiente . En este último caso el tractor ha-
ce sól o el trabajo de gu í a y arrastre del equipo pulver i zador.
El rendimiento de estos equipos puede estimarse tomando en cuenta su
ancho de trabajo. Por ejempl o, suponiendo un ancho de trabajo de 8
metros (igual al número de boquillas por el espaciamiento entre bo -
quillas) y una velocidad de 6 Km/hora, en una hora habrá pu l verizado
6.000 x 8, igual a 48.000 metros cuadrados (igual a 4,8 ha).

Por lo tanto

48 .000 m2 1 ho ra
10 .000 m2 x hora

10.000 X 1
X O,21 hora 13 minutos
48.000

En 13 minutos pulveriza 1 ha; en una hora pulveriza 4,6 ha.

La mayoría de los pulver izadores acoplados al tractor tienen, esen -


cialmente, las siguientes partes : Bomba , estanque (con agitador),
regulador de pres i ón , fi l tros, válvulas, barra pulverizadora y boqui -
11 as.

18
Regulador
de presión
Manómetro~ \

paso
'l
Fil t ro Bomba
~

Barra

/Y Y V Y Y\
FIG . 9 . EsquenE. de una pulver izadora acoplada al tractor .

ESTANQUE

Este habrá de ser el depósito de diversos productos, muchos de los


cuales eje r cen acción corrosiva sobre los metales. Por lo tanto,
deberá buscar se que el estanque sea de un material resistente a la
corrosión tal como plástico o fib ra de vidrio. Si el estanque ha
de ser metálico se buscará que sea ga l vanizado, de bronce o acero
inoxidable. Todos los bordes y ángulos deberán ser redondeados a
fin de evitar toda po s ible acumulación de resíduos. Estos resíduos
no sólo ser án agentes de corrosión, sino que además podrán ocasionar
ser i os daños en caso de utilizarse e l mismo equipo en la aplicación
de otro tipo de producto sobre culti vos sensibles .
Para mantener mezclado uniformemente el líquido a pulverizar, algu-
nos equipos vienen provistos de agitadores mecánicos (agitador de pa -
letas en el fondo del estanque), o hidráulicos (agitación causada por
l a turbulencia que produce el flujo de retorno en el estanque). Este
e lemento no es imprescindible cuando se aplican l íquidos solubles,
pero es i ndispensable si el producto a utilizar es un polvo mojable.

19
BOMBA

Es posiblemente la parte más importante de la pulverizadora pues


determina su eficiencia. Es el elemento que saca la solución her -
bicida del estanque y le da presión para pulverizarlo y distribuirlo
mediante las boquillas. Sus componentes deben ser resistentes a la
corrosión y al desgaste, debiendo elegirse para el equipo aquella
bomba que sea de fácil reparación, económica, de fácil montaje 'y
adaptabilidad a la fuerza propulsora .
Existen numerosos tipos de bombas con características similares de
funcionamiento; las más comunes son las de pistón, rodillos y de dia-
fragma.

Bombas de pistón : Es la más cara, pero es de gran duración, a-


daptándose a una gran variedad de productos,
inclusive los abrasivos, como es el caso de los polvos mojables. Ade-
más se puede obtener una amplia gama de presiones, especialmente al-
tas. Tiene el inconven iente de producir pulsaciones. Está formada
por un eje cigüeñal, bielas, pistones que corren dentro de un cilin-
dro y válvulas que dirigen el liquido en un sentido. Puede desarro-
llar una presión de hasta 1.000 libras por pulgada cuadrada.

SAL IDA

ENTRADA

FIG . 10 . Banba de pistón .

20
Bombas de rodillos : Probablemente la más utilizada. Es la más
econom1ca, si se considera su resistenci a,
las presiones que alcanza, el gran volumen de líquido que propulsa y
la diversificación de sus servicios. Consta de un impulsor excén -
trico que gira dentro de una carcaza cilíndrica portando una serie
de rodillos que se ajustan contra las paredes de la carcaza, debido
a la fuerza centrífuga, provocando la succión y expulsión de l líqui-
do. Desarrolla una presión normal de trabajo de hasta 200 libras
por pulgada cuadrada.

Acop l e a 1 a
Toma de fuerza
Rodillos
~
Cfi~~

Cojinete

FIG . 1 1. Bcmba de rodillos . (Extractado de FISCHER, A. y ZAMBAA, L.


Equipos ¡:xi.re. la aplicación de herbicidas , calibr ación , ma-
nejo y mantenimiento) .

Bombas de diafragma : El principio de s~j funcionamiento está da-


do por el movimiento de un diafragma (gene-
ralmente de caucho o de material sintético similar), el cual efectúa
l a impu l sión del líquido. En genera l, desarrolla bajas presione s
y ti~ne baja capacidad de descarga. Trabaja únicamente con ~quellas
so luciones que no deterioren el diafragma . Consta de un juégo de
válvulas si mi l ar al de la bomba de pistones y también requiere de
una cámara de aire para eliminar las pu l saciones. Desarrolla una
presión de trabajo de hasta 150 libras por pu l gada cuadrada.

21
f" SALIDA

/t~D~afragma
j vá;vula L
~pr
FIG . 12. Esquema de una bcmba de diafr a gma . (Extractado de FISGlER,
A. y ZAMBRA , L. Equipos para la aplicación de herbicidas ,
calibr aci ón , manejo y mantenimiento) .

REGULADOR DE PRESION

El regulador de presión pe rmit e contro lar a voluntad l a presión del


líquido en las boquillas mediante un sistema de vá l vulas que gradúan
el flujo de retorno al estanque. Un ma rcado r de pres ión (manómetro),
acoplado a la tubería que va hacia la barra pulverizadora, permite
l eer la presión de trabajo .
BARRA PULVERIZADORA

Es el elemento de soporte de las boquillas . Como se ha vist o, su


altura debe se r variable a fin de poder regul ar el traslape de los
chorros pulverizadores .
Al trabajar debe verificarse la tensi ón de los resortes encargados
de mantener la barra en pos ic ión (en el caso de aquell as barras que
posean una articulación de seguridad) . De esta forma se evita que
se incline hacia adelante o hacia atrás al bajar o s ubi r un a pen dien -
te, pues de lo contrario este movimiento determina que el ancho to -
ta l de l a fra nja pulverizada sea menor en l os lugares en que la ba-
rra se inclina.

22
SUBIDA PLANO BAJADA

'Zona
sin trata r
/ ----'_..,!.!_,
I
P, .
roxima
-------
Ancho de
la franja
--y
,---

pasada pulverizada

FIG . 13. Si la barra no es suficientemente rígida se incl inará ha -


cia atrá s o hacia adelante al subir o bajar una pendiente . .
Esto det erminará una franja pulverizada de ancho variable .

Normalmente la barra es articulada de modo que las secciones late r a-


l es puedan levantarse en posición vertical para el transporte, o bien
l evantar una a fin de pu lverizar con las secciones restantes. Pa r a
esto al gunos equipos cuentan además con llaves de paso, que permi t en
anular el flujo en una mitad o sección de la barra y trabajar con el
resto .

TRAN SPORTE SOLO LA MITAD PLENA CAPACIDAD DE USO

FIG . 14 . La barra de pulverización articulada ofrece varias opciones


de trabajo .

23
BOQUILLAS

La función básica de las boquillas es dividir los l íquidos, disper-


sar éstos en un patrón específico y determinar la salida del líquido
de acuerdo a l a presión del sistema.
Las boquillas se desgastan más o menos con el uso, según el material
con el cual están hechas, cambiando su patrón de aspersión y el vo-
lumen distribuído. Se ha demostrado en algunos casos que, luego de
pulverizar 20 hectáreas, el vo l umen aumentó un 12 %.
Las boquillas más usadas en aplicación de herbicidas son : de aba-
njco plano (flat -fan) e inundación (flood-jet ) para aplicación en
cobertura total; de abanico plano uniforme (even flat-fan) para a-
pl icac1ón en bandas; yde abanico descentrado (off-center) para apli-
caciones dirigidas.

Boquil 1as de Boquina de Boquilla de Boquilla


abanico plano abanico plano inun dación descentrada
uniforme

ITG . 15 . Boquill as más usadas en aplicaciones de herbicidas .

Boquillas d e abanico plano : Aplica menos producto en los ex-


tremos. Si se superponen conve-
nientemente las zonas de aspersión se produce una aplicación unifor-
me a través de todas las boquil l as de la barra pulverizadora (Figura
15) .

Boquill a s de abanico plano uniforme : Produce una descarga


más unifonne en t odo el
ancho del abanico. Se usan preferentemente para ap l icaciones en ban-
das, donde no es n2cesaria una superposición con otra boquilla (Fi-
gura 15).

24
Boquillas de inundación : Este tipo de boquilla puede ser usado
cerca de la superficie, alcanzando sin
embargo un área rel ativamente ancha. Se usan para la aplicación de
productos vo lá ti l es ya que, además, trabajan con presiones bajas
(Figura 15).
Boquillas descentradas Este tipo de boquilla dirige la asper-
sión en una sola dirección y tiene una
aspersión uniforme en todo su abanico. Suele utilizarse en aplica-
ciones de herbicidas en banda sobre la hilera de árboles (Figura 15)
Dentro de una boquilla con un determinado patrón de aplicación exis-
ten varios ángu los diferentes . En el patrón de abanico plano y aba-
nico plano uniforme, los ángulos más usados son de 65, 73 y 80 gra-
dos. Las boquillas de inund"ación se usan generalmente con un ángu-
lo de hasta 137 grados.
Las boquillas están compuestas esencialmente de cuatro partes.

•íl8 ~--·-
Cuerpo
(
Filtro
\
Tobera
----
Tuerca de
ajuste

FIG . 16 . Partes canponent es de una boquilla pulveriza.dor a .

Cuerpo de la boquilla : E¡ emento que soporta a todos 1os demás


componentes y es el medio de unión a la
barra pulverizadora a través de una conexión macho o hembra.
Filtro : Este elemento evita que materias extrañas tapen lo s ori-
ficios de las boquillas y se produzca goteo . Hay dos ta-
maños de f il tros disponibles : Mallas 50 y 100. El tamaño de las
mallas se refiere al número de orificios por pulgada lineal, por lo
tanto, un filtro de malla 50 tiene 2.500 orificios por pulgada cua-
drada. Para la mayoría de los herbicidas el filtro de malla 50 es

25
suficiente, sin embargo, muchos de los herbici das formulados como
polvos mojables no pasan a través de un filtro de malla 100, en con-
secuencia, deben usarse solamente en boquillas con orificios muy pe-
queños para pulverizar formulaciones líquidas. Además de los fil-
tros existentes en las boqu i llas hay otros ubicados en el camino que
debe recorrer la mezcla herbicida contenida en el estanque.

Tobera o punta de la boquilla : Pieza con una ranura que forma


el abanico de la solución her-
bicida a aplicar (corrientemente a esta parte se le denomina boqui-
lla y deberá entenderse que se refiere a esta parte cuando se l amen-
ciona en el texto).
Tuerca de ajuste : Mantiene los dos elementos anteriores en el
cuerpo de la boquilla.

Calibración del
equipo pulverizador

La aplicación de herbicidas en cultivos requiere precisión, ya que


una dosis excesiva del producto podría arruinar la siembra y afectar
incluso al cultivo que sigue en la rotación; por otra parte, el no
aplicar suficiente herbic ida puede redundar en un control defi ciente
de la maleza .
Antes de aplicar un herbicida debemos asegurarnos que el equipo esté
funcionando correctamente. Esto requiere

26
• Cerciorarse que todas las boquil l as y filtros sean de tipo uni-
forme.
• Colocar sólo agua en el estanque y hacer funcionar el equipo a
la presión con que se operará en el campo.
• Chequear la uniformidad de descarga de las boquillas . Una com-
probación exacta del gasto de cada boquilla puede hacerse reco-
giendo en un recip iente el agua que arroja cada una de ellas, en
un minuto. La cantidad de agua que se colecta en cada recipien-
te determinará las diferencias de gasto de cada boquilla .
• Hacer un chequeo visual de los chorros que salen de cada boqui-
ll a y ver si alguna de ellas está obstruida o dañada . Limpiar
las boquillas obstruídas y cambiar las dañadas.
• Regular la altura de la barra según se trate de una aplicación
al suelo o sobre l as malezas.
• Cerciorarse que está trabajando adecuadamente el regulador de
presión y el manómetro .
• Revisar la s mangueras y conexiones para evitar pérdidas de her-
bicida y riesgo de daño al cult i vo .

·¿xisten diversos métodos de calibración. A continuación se dan a co-


nocer algunos de el l os :

o··• VP" 7?.!')ílP ACílPT nr:n AL TRACT..)R

Considere los siguientes pasos para su calibración


• Marque en el terreno una superficie de unos 10 m por l ado.
• Ll ene el estanque con agua solamente.
• Pulverice el área pre-marcada exactamente como si estuviera apli-
cando herbicida, a una velocidad de paso normal (2 a 3 Km/h).
• Después de pul verizar el área pre-marcada, re ll ene el estanque
al nivel inicial midiendo la cantidad de agua usada para el lo.
Determinará así el vo lumen de agua usado.
• Repita esta operación dos o tres veces, hasta que logre obtener
un gasto constante y permitir al operador acostumbrarse a una ve-
locidad de paso uniforme.
• El gasto de agua por hectárea del pu l verizador se obtiene resol-
viendo la siguiente proporc i ón :

27
Superficie ha (m2) x Cantidad agua usada (_,e.)
Litros/ha
Superficie prueba (m2)

Si el gasto de agua por ha no se ajusta al recomendado, el operador


deberá caminar más rápido o más lento para cubrir la superficie de
.-· .
prueba.
Ejemplo :
Agua usada 1,5 litros
Superficie de prueba 100 m2

Por lo tanto
10.000 X 1,5
Litros/ha 150
100

El pulver izador ha sido calibrado para proporcionar 150 litros de a~


gua por hectárea. Deberá entonces mezclarse la dosis de herbicida
por hectárea en 150 litros de agua.
Suponiendo que se desea conocer la cantidad de herbicida a agregar
para cada estancada, entonces deberá utilizarse la siguiente propor-
ción :

Herbicida/estancada ~ Capacidad estanque (l) x Herbicida/ha (Kg-l)


(Kg o litros) Cantidad agua/ha (l)

Ejemplo :
Dosis herbicida/ha 2 Kg
Capacidad estanque 15 ·1 itros
Cantidad agua/ha 150 litros

28
Por lo tanto
15 X 2
Herbíci da/estancada ( Kg-.f) 0,2
150

PULVERIZADOR ACOPLl1DC /,L TRACTOR

METODO ·l.
• Coloque una estaca al principio y al final de una franja de lar-
go conveniente, por ejemp lo, 100 m.
• Llene el estanque con agua solamente.
• Pulverice el área pre-marcada a presión y velocidad determina das.
• Rellene el estanque al nivel inicial, midiendo la cantidad de a-
gua usada para ello.
• El gasto de agua por hectárea se obtiene resolv iendo la siguien-
te proporción :

Superficie ha (m2) x Cantidad agua usada (.f) •


Litros/ha=
Largo de l a franja (m) x Ancho pulverización (m)

Ejemplo :
Agua usada 8 1itros
Largo de la franja 100 m
Ancho de 1a pulverización 6 m
Por lo tanto :
10 .000 X 8
Lit ros/ha = = 133
100 X 6

El gasto de agua en litros por hectárea es lo que está descargando


el equipo en ese momento. Puede ocurrir que no corresponda al volu-
men de agua por hectárea que se pretende emp l ear. En ese caso se
procede a una segunda operación de calibración.

29
Si el volumen de agua por hectárea que el equipo está descargando se
encuentra por debajo de l volumen requerido, se procede a aumentar la
presión, a cambiar las boquil l as por otras de mayor diámetro y/o dis -
minuir la velocidad de marcha del equipo. Si por el contrario, el
volumen descargado supera el deseado, se proce de en forma inversa .
Deben efectuarse tantas operaciones de calibración como sean nece -
sarias, hasta obtener el volumen de descarga requeri do .

METODO 2.
• Llene el estanque con agua solamente.
• Opere el pulverizador a presión determinada.
• Recoja el agua pulverizada de un tercio de las boquillas simul-
táneamente, durante un minuto.
• Las cantidades pulverizadas por cada boqui ll a son medidas y se
promedian. La descarga promedio de una boquilla multiplicada
por el número de boquillas, equivale a la descarga total por mi-
nuto .
• Opere el pulverizador a la velocidad a ut i lizar en l a práctica y
mida la distancia que recorre en un minuto .

Ejemplo :
Descarga total 8 litros/mi n
Ancho de la pulverización 6 m
Distancia recorrida en un minuto 100 m
De manera que se pulverizan 8 l itros en 600 m2
Por lo tanto :
600 m2 8 litros
10.000 m2 x litros

X = 10.000 X 8
133 litros
600

30
METODO 3.
En cultivos en hileras, las aplicaciones pueden restringirse a una
banda angosta sobre las hileras. En este caso, la dosis y el volu -
men recomendados para una hectárea se deben referir no a las hectá-
reas .de siembra, sino a las realmente pulverizadas.

Ejemplo :

Cantidad de agua/ha 600 l itros


Dosis herbicida/ha 3 Kg
Número de hileras/ha 125
Ancho de la hilera a tratar 0,3 m
De ma nera que la superficie por hectárea a tratar es de 3.750 m2
Por lo tanto
10.000 m2 600 litros
3.750 mZ x litros

de donde
3.750 X 600
X = 225 litros/ha
10.000

La cantidad de herbicida a aplicar es


10.000 m2 3 Kg
3.750 m2 X Kg

de donde
3.750 X 3
X = 1, 12 Kg
10.000

NOTA Si el gasto de agua por hect área que el equipo está descar -
gando usando los Métodos 2 ó 3 no corresponde al requerido,
proceda en forma análoga a lo establ ecido en el Método l.

31
Como recomendación final para la s operaciones de calibración cabe a-
cotar que es preciso i dear una forma de marcar o fijar la posición
del acelerador del tractor, para lo cual se ha efectuado la calibra- •
ción de la pulverizac i ón. De nada vale calibrar el equipo a deter-
minada ve l ocidad y luego realizar la operación a una marcha distinta
o variable .

Limpieza y
mantenimiento del equipo

Cualquiera sea el tipo de pulver izador, deberá l impiarse con detal le


cada vez que finalice la labor diaria . De esta forma se evitará el
depósito de residuos que eventualmente pueden perjudicar posteriores
aplicaciones. Esto debe tenerse muy en cuenta, especialmente en los
casos en que se usan herbicidas fenoxiacéticos, los cual es afectan a
culti vos sensibles aún en cantidades muy pequeñas.

Considere las siguientes etapas para su limpieza

32
CUANDO USO 2, 4-D amina U OTRO rIE:!i.3ICIDA FENOXI
SOLUBLE EN AGUA
• Llene el estanque con agua y agregue amoniaco al 1 %.
• Bombee l a solución limpiadora a través de todo el sistema, inclu-
yendo la barra y boquillas.
• Rellene el estanque y permita que la solucipn permanezca en él
durante 24 horas.
• Enjuague fuertemente con agua.

CUANDO USO 2,4-D éster U OT~O HERBICIDA FENOXI


SOLUBLE EN ACEITE
• Enjuague el pulverizador . con parafina o petróleo.
• Enjuague con agua y un detergente para remover el aceite.
• Continúe con las etapas para el caso anterior.

CUANDO SOLO SE USARON HERBICIDAS SOLUBLES EN AGUA

• Para la mayoría de los herbicidas solubles en agua, el enjuague


con agua debería ser suficiente.

l\.'1"I:~C JN ' F'R1\ .J , E1-' OH.J\

La mantención del equipo fuera de temporada es de vital importancia


: para prolongar su vida útil y evitar problemas durante la aplicación.
Una vez final izada la época de aplicación es necesario tomar en cuen-
ta las siguientes precauciones :
• Lavarlo interior y exteriormente con agua y un detergente. El
lavado exterior se puede realizar con la pistola rociadora s i el
equipo la posee. Se enjuaga luego varias veces haciendo funcio-
nar la bomba con agua limpia.
• Desconectar las mangueras y guardarlas en un lugar fresco, col-
gándolas verticalmente . No doblarlas sobre un gancho o clavo.
• Asegúrese que no queden restos de líquido en la bomba u otras
piezas del equipo.

33
• Limpiar filtros y boquil l as y guardarlas en parafina o aceite
delgado.

• Revisar todas las partes expuestas a deterioro como ser válvu-


las, pernos, abrazaderas , bomba, etc., cambiando aquel l as que es -
tén demasiado gastadas.

• Guardar todo el equi po en un lugar seco y protegido.

• Lubricación general de todas las partes que asi lo requieran .


' .

' .

34
CUADRO l. Relación entre altura del a barra , espaciamiento entre bo-
quillas y ángulo de pulverización. (Extractado de FISCHER,
A. y ZAMBRA, L. Equipos para la aplicación de herbicidas,
ca lib ración, manejo y mantenimiento).

Cuadros anexos

Angulo de pulverización de la boquilla (<f..)


e.
150 120 80 73 65 60 50

15 2,00 4,33 88,94 10 ,14 11,75 12,99 16,08


20 2,68 5 ,77 11,92 13,51 15,59 17 ,32 21,4.4
25 3,35 7,22 14,89 16,89 19,62 21,65 26,80
30 4,02 8,66 17,88 20,27 23,55 25,98 32 ,17
35 4,69 10,10 20,86 23,65 27,47 30,31 37,53
40 5,36 11,55 23,84 27,03 31,39 34,64 42,89
45 6,03 12,99 26,81 30,41 35,32 38,97 48,25
50 6,70 14,43 29,79 33 ,79 39,24 43,30 53,61
55 7,36 15,88 32 ,77 37,16 43,17 47 ,63 58,97
60 8,04 17,32 32 '75 40,54 47,09 51,96 64,33
65 8,71 18,76 38,73 43,92 51,01 56,29 69,70
70 9,38 20,21 41,71 47' 30 54,94 60,62 75,05
75 10,04 21,65 44,69 50,68 58,86 64,95 80,48
80 10,72 23,09 47,67 54,06 62,79 69,28 85,78
85 11,39 24,54 50,65 57,44 66, 71 72 ,61 91,14
90 12,06 25,98 53,63 60,81 70,64 77,94 96,50
95 12,73 27,42 56,61 64,19 74,56 82,27 101,86
100 13,40 28,87 59,59 67 ,57 78,48 86,60 107 ,22

La columna bajo l a l etra e. indica el espaciamiento entre boquillas


(expresado en cm) y 1os números de1 cuerpo de1 cuadro se refieren a
la altura mínima (en cm) a que debe ubicarse 1a barra pulverizadora,
según l os diversos ángulos de pulverización de las boquillas. Nor-
malmente convendrá incrementar esos valores en 10 - 13 cm a fin de
conseguir una adecuada superposición de los abanicos.

35
CUADRO 2. Velocidades de desplazamiento.
El tiempo requerido por un tractor para recorrer una distancia de-
terminada indica la veloc idad de desplazamiento, un factor que pue-
de ser necesario para la ca libración del pulverizador .
El siguiente cuadro proporciona las ve l ocidades de desplazamiento pa-
ra varios tiempos usados para recorrer una distancia determinada .

Tiempo (seg) reque rido Velocidad (Km/h)


pal"a recorrer 100 m

720 0,5
360 1,0
240 1,5
180 2,0
144 2,5
120 3,0
103 3,5
90 4,0
80 4,5
72 5,0
65 5,5
60 6,0
55 6,5
51 7,0
48 7,5
45 8,0
42 8,5
40 9,0
38 9,5
36 10,0

36
CUADRO 3. Conversión de unidades.

PESO

1 onza = 28,35 gramos


1 gramo 0,035 onzas
1 libra = 0,454 kilos
1 kilo = 2,205 libras

SUPERFICIE

1 pulgada cuadrada = 6,45 centímetros cuadrados


1 centímetro cuadrado = 0,155 pu1gadas cuadradas
1 pie cuadrado = 0,093 metros cuadrados
1 yarda cuadrada = 0,836 metros cuadrados
1 metro cuadrado = 1,196 yardas cuadradas
1 metro cuadrado = 10' 764 pies cuadrados
1 acre = 0,405 hectáreas
1 acre = 43,56 pies cuadrados
1 acre = 4,84 yardas
1 hectárea = 2,471 acres
1 hectárea = 10. 000 metros cuadrados

LONGITUD

1 pulgada 2,54 centímetros


1 centímetro 0,394 pulgadas
1 pie 0,305 metros
1 metro 3,281 pies
1 yarda 0,914 metros
1 metro 1,094 yardas
1 milla 1,61 kilómetros
1 kilómetro 0,621 mi 11 as
1 milla 5. 280 pie s

37
VELOCIDAD

1 pie/segundo 0,305 metros/segundo


1 metro/segundo 3,281 pies/segundo
1 mil la/hora 1,609 kilómetros/hora
1 kilómetro/hora 0,621 mi l las/hora
1 milla/hora 88 pies/min uto
1 pie/minuto 0,000113 millas/ hora

J
VOLUMEN
..
1 onza fluída = 28,35 milíl itros
1 mil í1 itro = 0,0352 onzas fl uídas
1 gal ón imperial = 4,55 litros
1 1 i tro = 0,22 galones imper i ales
1 galón americano = 3,783 1 i tras
1 litro = 0,264 galones americanos
1 galón imperial = 1,20 galones americanos
1 galón americano = 0,833 galones imperiales
1 ga l ón (U.S.)/acre = 9,35 litros / hectárea
1 galón imperial /acre = 11,23 litros/hectárea

PRES ION

1 libra/pulgada cuadrada 0,0703 Kg/cm2


1 Kg/cm2 14,22 libras/pu l gada cuadrada

38
Bibli_ografía

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para investigación en control de malezas. Corvallis,
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ral de Servicios Agroquímicos. 44 p.

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U.S. DEPARTMENT OF AGRICULTURE. 1980 . Suggested guidelines for weed


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ber 565) .

ZAVIEZO M. , SALOMON. 1965. Manual de control químico de malezas.


Segunda Edición. Santiago, Chile. Universidad de Chi-
1e. 160 p.
Glosario

ANUAL Planta que completa en forma natura l su ciclo vi -


tal en un año, desde germinación a. producción de
sem il la y muerte .

APL ICAC ION


en bandas Cuando el herb icida se apl ica en una fran ja de
terreno limi tada a vario s centímetros a ambos la-
dos de la hilera del cu l tivo .

en manchas Cuando la male za se encuentr a aisla da y no se jus-


tifi ca una aplicación a todo el terreno.

total Apl i cación un i forme sobre toda la superficie .

dirigida Aplicación a ciertas plantas o parte de la super -


ficie (entre -hilera, taza) .

postemergencia Aplicación después que el cultivo o la male za ha


emergido sob re el terreno .

preemergencia Aplicación después dela siembra y antes de la e-


mergencia del cultivo, l a maleza o ambos .

presiembra o
preplantación Aplicación antes de sembrar o plantar (trasp l an-
tar). ·
residual Aplicación de l herbicida al sue l o, corrientemente .
BIANUAL Planta que completa su ciclo vital en dos años .
El primer año produce ho j as y almacena al i mentos
en sus órganos subterráneos; en el segundo año
fructifica y produce semi l las .
CLOROSIS A111at·i1lez de teji dos norn1almente ve1'des , como re -
sultado de fa l ta de cl orofila .

COMPATIBILIDAD Se refiere a productos químicos que pueden mez -


cla rse sin reducir su efectividad .

40
CONCENTRACION Cantidad de ingrediente activo o de equivalente
ácido en un volumen o peso determinado de produc-
to comercia l .

CONTACTO Término aplicado a un herbicida que afecta sólo


las partes de la planta que han entrado en con -
tacto con él .

CONTROL OE MALEZAS Reducción o prevención de infestaciones de male -


zas para favorecer el desarrollo y rendimiento
de los cultivos o facilitar su cosecha. En si -
tuaciones no agrícolas, los objetivos pueden ser
muy diversos.
COTILEDONES Primera o primeras hojas que salen de la semilla.

DEFOLIANTE Sustancia que provoca la caída de las hojas al


aplicarse a la planta en el estado de precosecha.
DESECANTE Sustancia que al apl icarse a la planta deshidra-
ta la parte aérea (follaje y tallos) y facilita
la cosecha .
OICOTILEDONEAS Plantas cuya semilla al germinar emiten dos coti -
ledones.
DILUYENTE Material líquido o sólido empleado para diluir
el ingrediente activo y obtener un cubrimiento
más uniforme (por ejemplo, agua o petróleo en
pulverizaciones).
DOSIS Cantidad de equivalente ácido o ingrediente ac-
tivo recomendado por unidad de superficie.
EMULSION Dispersión de un líquido en otro líquido no mis -
cibles (aceite en agua) .
EMULSIONANTE Sustancia que se agrega a la formulación para fa-
cilitar la dispersión de un líquido en otro. Dis-
minuye la tendencia a la separación y aumenta la
estabilidad de l a emulsión.
EQUIVALENTE ACIDO Contenido de sustancia activa de la formulación
expresada como el ácido puro.

41
ERRADICACION Eliminación total de las ma l ezas de un área.

ESTERILI ZANTE Herbici Ja que impide el desarrol lo de plantas,


cuando está presente en el suelo . La esterili -
zación puede ser temporal o relativamente perma -
nente. No implica l a destrucción de los micro -
organismos de l sue l o.

FITOTOXICO Capacidad de un herbicida de producir daño o re -


ducción de rendimiento de plantas .

FORMUL.A.C ION Producto comercial en que se incluye l a sustcn -


cia activa y preparado para su empleo en la prác -
tica .

FUMIGANTE Sustancia líquida o sólida que emite vapores o


gases capaces de destruir órganos subterráneos
de plantas o semillas en el suelo .

HERBACEA Planta de tejido tierno que generalmente muere al


final de la estación de crecimiento. Puede ser
anual o perenne .
HERBICID.I\ Compuesto químico empleado para destruir, contro -
lar o imped ir el desarrollo de ciertas plantas .
HOJA
trifo l iada Hoja compuesta de tres hojuelas . En plántulas
de ciertas le guminosas como trébo l y alfalfa, la
primera hoja verdadera es simp l e (unifol iada) y
no tr i foliada. La segunda y demás son trifolia -
das . La pr imera hoja trifoliada es, en consecuen-
cia, la segunda hoja verdadera .
verdadera Término emp leado para definir el estado de desa-
rrollo de una plántula. Se refiere a todas las
hojas fuera de los cotiledones.
HUMECTANTE Sustancia que al agregarse a un lí quido aumenta
sus propiedades mojantes .
INCORPORACION
al suelo Mezcla mecánica del herbicida con l a capa supe-
rior del suelo.

42
INGREDIENTE ACTIVO La fracción realmente fitotóxica de la formula -
ción herbicida.
INERTE Fracción de la formulac ión herbicida que no es
fitotóx icamente activa (sol ventes , emulsionantes,
diluyentes) .
LATENCIA Estado de 1a planta en que el crecimiento y 1 as
actividades fisiológicas se han detenido tempo-
ralmente o reducido al míni mo; la evidencia en
muchas plantas es la caída del follaje.
MALEZA Planta que nace en un lugar en que no se desea
su presencia .
MISCIBLE Se refiere a dos o más líquidos que pueden mez -
clarse y permanecer mezc lados bajo condiciones
norma1es .
MONOCOTILEDONEAS Plantas cuyas semillas al germinar emiten Lln co-
tile¿ón .
NECROSIS Muerte del tejido vegetal.

PERENNE Planta que vive más de dos años.


SINERGISMO Efecto combinado de dos o más herbicidas mezcla -
dos, que es mayor que el de cada compuesto apli-
cado separadamente.
SISTEMICO Término aplicado a un herbicida aplicado al sue -
lo o al follaje, absorbido por la planta y tras-
locado a otras partes de su organismo, afectándo -
la totalmente.

TOXICO Venenoso.
TOXICIDAD AGUDA La que se manifiesta en contacto por un corto pe -
ríodo de tiempo con el herbicida .
TOXICIDAD CRONICA La que se manifiesta cuando el herbicida actúa
sobre el organismo después de un período l argo
de tiempo en contacto , como es el uso diario .

43
TOXICIDAD ORAL Reacción tóxica resultante de ingerir el herbi-
cida.
VOLATIL Un compuesto es volátil cuando cambia de sólido
o líquido al estado gaseoso a temperatura ordi-
naria, al exponerse al aire.
baja volatilidad Herbi~ida con ingred iente activo difícilmente ga-
(L. V.) sificable a temperatura corriente, menos peligro-
so que los volátiles para cultivos susceptibles
cercanos al área de aplicación.
VOLUMEN Cantidad de líquido aplicado por unidad de super-
ficie

44

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