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Nombre de la Evidencia:
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Grupo: 6V
Lugar y fecha: San Nicolas de los Garza, N.L., 21 de abril del 2024
Introducción
La economía moderna es un sistema complejo en constante evolución, influenciado por
una multitud de factores que van desde las decisiones de los consumidores individuales
hasta las políticas macroeconómicas implementadas por los gobiernos. Entre estas
políticas macroeconómicas, dos de las más prominentes son la política fiscal y la política
monetaria. Ambas están diseñadas para influir en la demanda agregada, la producción y
los precios en una economía, pero cada una opera de manera diferente y con distintos
mecanismos de transmisión.
Este reporte de investigación documental tiene como objetivo examinar en profundidad
los efectos de la política fiscal y la política monetaria en la economía, centrándose en
cómo estas políticas afectan la demanda agregada, la producción y los precios. Para
ello, se recurrirá a una amplia gama de fuentes académicas, informes de organismos
internacionales y análisis de expertos en el campo económico.
La política fiscal se refiere al uso del gasto público y la tributación por parte del gobierno
para influir en la economía. En tiempos de recesión o desaceleración económica, los
gobiernos suelen aumentar el gasto público y/o reducir los impuestos para estimular la
demanda agregada y fomentar el crecimiento económico. Por otro lado, en períodos de
alta inflación o sobrecalentamiento económico, pueden implementar políticas fiscales
más restrictivas, como aumentar los impuestos o reducir el gasto público, para moderar
la demanda agregada y controlar la inflación.
Numerosos estudios han examinado los efectos de la política fiscal en la economía. Por
ejemplo, investigaciones como las realizadas por Blanchard y Perotti (2002) han
encontrado que los aumentos en el gasto público pueden tener efectos positivos
significativos en la producción durante períodos de recesión, pero que estos efectos
pueden ser más moderados durante períodos de expansión económica. Del mismo
modo, la reducción de impuestos puede aumentar el consumo y la inversión, lo que
también contribuye a estimular la demanda agregada y el crecimiento económico
(Auerbach y Gorodnichenko, 2012).
Sin embargo, la efectividad de la política fiscal puede variar dependiendo de una serie
de factores, como la eficiencia del gasto público, la composición de los impuestos y la
estructura económica de un país. Además, los efectos de la política fiscal pueden estar
sujetos a retardos y pueden interactuar con otras variables económicas, lo que hace que
su impacto sea complejo de evaluar.
La política monetaria, por otro lado, se centra en el control de la oferta monetaria y las
tasas de interés para influir en variables económicas clave como la inversión, el consumo
y la inflación. Los bancos centrales son los principales responsables de la
implementación de la política monetaria y utilizan herramientas como las tasas de interés,
las operaciones de mercado abierto y los requerimientos de reservas para alcanzar sus
objetivos.
Elementos del modelo de oferta y demanda agregada
Elementos del modelo de oferta agregada
La oferta agregada representa la cantidad total de bienes y servicios que las empresas
están dispuestas y son capaces de producir y vender en la economía. Representa la
relación entre el nivel de precios de la economía y la cantidad total de producción, o PIB
real, que las empresas están dispuestas a suministrar. Esencialmente, muestra cuánto
puede producir la economía a distintos niveles de precios.
Los elementos de la oferta agregada son los siguientes:
➔ El nivel medio de precios: Cuando los precios suben, los beneficios tenderán a
aumentar. Asimismo, ocurrirá lo contrario cuando los precios disminuyan. Esta variable
es la que más afecta al comportamiento de la oferta agregada y, debido a ello, estudiar
cuál es la tarifa adecuada se convierte en una tarea esencial en las empresas.
➔ Consumo privado (C): Son los bienes de consumo y servicios que demandan las
economías domésticas (las familias), tales como los alimentos, el vestido, los
automóviles y depende de su renta disponible, que será la renta personal que obtienen
menos los impuestos más las transferencias del estado. Suele ser, generalmente, el
mayor componente del PIB. Un elevado porcentaje del consumo privado (alto grado de
actividad de las familias) indica un bajo grado de desarrollo del país, ya que significa que
la actividad del resto de los agentes económicos es baja.
➔ Inversión privada (I): Son los bienes que las empresas compran como bienes de
equipo (edificios, maquinarias, etc.) y estructura de producción (materias primas,
mercaderías), incluyendo también las inversiones de las familias en la vivienda. Suelen
ser financiadas con recursos ajenos, por lo que su volumen estará en función del coste
del dinero (tipo de interés). Un elevado porcentaje de inversión privada indica que el país
está en crecimiento económico.
➔ Gasto Público (G): Se refiere al gasto en bienes y servicios de interés general, sin
una demanda individualizaba, que el Sector Público realiza como ejecución
presupuestaria, tanto en consumo (Sanidad, Seguridad Nacional, etc.) como en inversión
(carreteras, escuelas, hospitales, parques, etc.). Su porcentaje sobre el PIB dependerá
del grado de intervención del estado en los asuntos económicos.
➔ Fiscal: Nos explica los efectos sobre el PIB cuando suben o bajan los impuestos.
➔ Comercio exterior: Mide los efectos que se producen en el PIB cuando se produce
una variación en las exportaciones netas.
El ciclo económico
El ciclo económico se refiere a las fluctuaciones naturales en la actividad económica
de un país a lo largo del tiempo, caracterizadas por periodos alternos de expansión
(crecimiento) y contracción (recesión). Estas oscilaciones afectan variables como el
empleo, la producción industrial y las ventas al por menor. El ciclo económico son una
serie de fases por las que pasa la economía y que suceden en orden hasta llegar a la
fase final en la que el ciclo económico comienza de nuevo.
Fases del ciclo
Suele dividirse la vida del ciclo económico en diferentes partes:
La política fiscal se refiere a las decisiones del gobierno sobre gasto público e
impuestos. Afecta directamente la demanda agregada a través de:
Las políticas fiscal y monetaria pueden ser utilizadas de manera complementaria para
alcanzar objetivos económicos. Ambas políticas, sin embargo, vienen con efectos
secundarios potenciales. Un exceso de estímulo fiscal puede llevar a déficits
presupuestarios elevados y aumentar la deuda pública, mientras que una política
monetaria demasiado expansiva puede generar presiones inflacionarias.
Los efectos sobre la demanda son más importantes cuanto mayor es la proporción de
consumidores e inversores involucrados en contratos financieros (en forma efectiva o
potencial) de modo que las tasas de interés tengan algún peso en sus decisiones. Hay
más y más potentes canales de transmisión cuanto mayor intermediación financiera
exista en la economía. Al contrario, en una economía con poco ahorro financiero y poco
crédito, los canales de transmisión son escasos y débiles.
Las variaciones de las tasas de interés inciden sobre la demanda agregada a través de
varios canales de transmisión. Uno es el de ahorro: tasas más altas pueden inducir a
algunos consumidores a gastar menos y ahorrar más, y a la inversa. Otro canal es el de
crédito: mayor tasa de interés puede inducir menor inversión o menor consumo a crédito,
y a la inversa.
Bibliografía