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Trabajos Prácticos 3er. Materia
Trabajos Prácticos 3er. Materia
2) Luego de haber leído, vamos a analizar las siguientes afirmaciones, para decir si son
verdaderas o falsas. Si resultan falsas, justificar por qué.
4) Realiza un breve relato en el que expreses si te gusta ser argentino y por qué. Cuenta
también qué cosas de nuestro país te gustaría cambiar y qué cosas de otros Estados
(países) te gustaría incorporar al nuestro.
5) Responde:
a) ¿Qué es soberanía? ¿Cómo relacionarías ese concepto con la explotación de los recursos
de la pesca en el Mar Argentino?
b) ¿Qué es el espacio aéreo?
c) ¿Cuáles son las características de nuestro sistema republicano de gobierno?
d) ¿Qué significa periodicidad de los cargos públicos?
e) ¿Cómo ejerce la soberanía el pueblo y porqué se habla de sistema representativo?
“Yo soy (di tu nombre) y decreto que durante los 7 días en los que realizo esta oración, limpio y me
libero de todo lo que no deseo para mí ni para toda mi red familiar (nombrarlos a todos)
“Yo soy (di tu nombre) y y toda mi red familiar (nombrarlos) ahora mismo, hacia adelante y atrás en
el tiempo, en esta vida, las vidas pasadas, vidas simultáneas, vidas futuras, en todas las dimensiones,
marcos temporales, ubicaciones y en mi ADN establecemos la limpieza, corte, disolución, purificación
y transmutación de:
Todos nuestros bloqueos, heridas emocionales, experiencias traumáticas, todos los códigos erróneos
en nuestros subconscientes, y todo patrón contrario a la luz heredado genéticamente de nuestras
generaciones pasadas.
Nosotros proclamamos aquí y ahora, en este plano de la manifestación, que todo nuestro linaje
genético ya está perfectamente purificado y limpio de todo patrón negativo, y ya no tiene incidencia
en nuestros seres, porque ya ha sido limpiado nuestro ADN.
Sean bendecidos y purificados en este acto todos nuestros antepasados a través del fuego redentor
del Espíritu Santo, por su gracia y misericordia. Gracias Padre Celestial, porque así es, y que se
cumpla tu voluntad y no la nuestra.”
Cuando llegue el séptimo día tienes que decir: “Decreto que esta sanación y purificación ha
finalizado y se encuentra sellada por siempre y para siempre. Está terminado” y acto seguido rezar
tres veces la Oración al Justo Juez.
“Yo soy (di tu nombre) y decreto que durante los 7 días en los que realizo esta oración, limpio y me
libero de todo lo que no deseo para mí ni para toda mi red familiar (nombrarlos a todos)
“Yo soy (di tu nombre) y y toda mi red familiar (nombrarlos) ahora mismo, hacia adelante y atrás en
el tiempo, en esta vida, las vidas pasadas, vidas simultáneas, vidas futuras, en todas las dimensiones,
marcos temporales, ubicaciones y en mi ADN establecemos la limpieza, corte, disolución, purificación
y transmutación de:
Todos nuestros bloqueos, heridas emocionales, experiencias traumáticas, todos los códigos erróneos
en nuestros subconscientes, y todo patrón contrario a la luz heredado genéticamente de nuestras
generaciones pasadas.
Nosotros proclamamos aquí y ahora, en este plano de la manifestación, que todo nuestro linaje
genético ya está perfectamente purificado y limpio de todo patrón negativo, y ya no tiene incidencia
en nuestros seres, porque ya ha sido limpiado nuestro ADN.
Sean bendecidos y purificados en este acto todos nuestros antepasados a través del fuego redentor
del Espíritu Santo, por su gracia y misericordia. Gracias Padre Celestial, porque así es, y que se
cumpla tu voluntad y no la nuestra.”
Cuando llegue el séptimo día tienes que decir: “Decreto que esta sanación y purificación ha
finalizado y se encuentra sellada por siempre y para siempre. Está terminado” y acto seguido rezar
tres veces la Oración al Justo Juez.
Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la
Virgen María por la salud del linaje humano. Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la
cruz por amor a nosotros.
Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste
vencedor de la muerte y del infierno. Justo y Divino Juez, oye nuestras súplicas, atiende nuestros
ruegos, escucha nuestras peticiones y dales favorable despacho.
Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como
Lázaro y al hijo de la viuda de Naim. El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles
salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y
perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.
Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que
fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los
orbes.Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes.
Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Suplicándote, Justo Juez, nos libres de todos nuestros
enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto nos cubra, tu sagrada sombra
nos esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que nos persiguen y a los que nos deseen el
mal, ojos tengan y no nos vean, pies tengan y no nos alcancen, manos tengan y no nos tienten, oídos
tengan y no nos oigan, lengua tengan y no nos acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales
cuando intenten perjudicarnos.
¡Oh, Jesucristo, Justo y Divino Juez!, favorécenos en toda clase de angustias y aflicciones, lances y
compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en
nuestro auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se
quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en nuestra contra se embote e inutilice.
Ni los caballos nos alcancen, ni los espías nos miren, ni nos encuentren. Tu sangre nos bañe, tu
manto nos cubra, tu mano nos bendiga, tu poder nos oculte, tu cruz nos defienda y sea nuestro
escudo en la vida y a la hora de nuestra muerte.
¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero!
¡Oh Verbo Divino hecho hombre! Yo te suplico nos cubras con el manto de la Santísima Trinidad para
que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre. Amén
Oh, Dios el creador de este vasto universo,
estoy aquí para abogar a favor
de mi vida financiera.
Que desde parte superior de mi cabeza
hasta las plantas de los pies,
yo esté rodeado por un arroyo de riqueza.
Vierte sobre mí el don de la riqueza,
para que yo vea su gloria
y proclame su existencia dondequiera que vaya.
Y que el ángel del dinero me visite
y ponga en mis manos el espíritu de la fortuna,
para que todo lo que toque venga a prosperar
y lo que sea errado pase hacer acertado.
Manifiesta en mí tu grandeza,
dame buena suerte y hazme ganar,
conquistar y enriquecer,
porque tú eres un Dios que suma,
multiplica y agrega.
Dame, oh Padre Celestial,
el espíritu de la fortuna y toda su riqueza,
y abundancia en mi vida según tus designios,
porque para ti Señor todo es posible!,
sé que el Señor puede interferir en mi vida
y que mi llamamiento para llegar a sus riquezas,
vertido en mi vida será concedido.
Amén