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Capítulo uno

Lo que ocurre con el éxito es que a veces reduce tus círculos de


amigos y tus opciones. Tamira Fontaine había visto cómo muchas
de sus amistades se desvanecían con cada logro y cada vez que
avanzaba un paso en el camino hacia el éxito. No llegaría al punto
de afirmar que tal vez esos «amigos» tenían envidia o estaban
resentidos por lo fácilmente que estaba destacando Tamira. A
simple vista parecía sencillo, pero en realidad no lo era.
Tamira se había esforzado mucho y durante mucho tiempo para
llegar a ese punto, pero en realidad el trabajo duro nunca la había
asustado. Simplemente ocurrió que cuanto más ambiciosa se volvía,
menos razones tenía para mantener a ciertas personas en su vida.
No era culpa suya que se sintieran intimidados o algo así. No podía
evitar ser emprendedora y no utilizar nunca sus humildes orígenes
como excusa.
Había empezado desde abajo, como todos los demás, y a pesar
de que algunos realmente nunca se salían del camino, Tamira
planeó no volver la vista atrás jamás. Sin embargo, ella no era del
tipo de personas que dejaban que los éxitos se le subieran a la
cabeza. Era la misma Tamira, cabezota pero auténtica, y eran las
personas que la rodeaban quienes habían cambiado, no al contrario.
Por suerte, aún había algunas personas con las que podía
contar. Como Nisha.
Y Tamira ya podía adivinar quién la estaba llamando cuando notó
vibrar el teléfono móvil en el bolso.
―Justo estaba pensando en ti ―dijo Tamira con una sonrisa.
―¿Qué ha pasado? ¿Has terminado con el equipo Cavendish?
―El animado entusiasmo de Nisha se podía sentir desde el otro
extremo de la línea.
―Sí, y ha ido de maravilla ―dijo Tamira de forma engreída―.
Acabo de terminar la reunión. Nos hemos llevado mejor de lo que
me esperaba. Sin duda es un proyecto prometedor en el que
embarcarse. Utilizar el ambiente relajando del Sky Bar para la
reunión ha sido un detalle bonito por su parte. Y ya sabes que

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