1. Seguridad cibernética: Existe el riesgo de ser víctima de actividades
cibernéticas maliciosas, como el robo de identidad, el fraude en línea, el phishing y el malware. 2. Violación de la privacidad: La información personal compartida en línea puede ser comprometida, ya sea a través de prácticas de recopilación de datos poco éticas, filtraciones de datos o hackeos. 3. Ciberacoso: El acoso en línea, que incluye el ciberbullying, el trolling y el acecho en línea, puede tener graves consecuencias para la salud mental y emocional de las personas afectadas. 4. Adicción digital: El uso excesivo de Internet y de dispositivos digitales puede llevar a una adicción, lo que puede interferir con las responsabilidades diarias, las relaciones interpersonales y la salud física. 5. Contenido inapropiado: Existe el riesgo de que los usuarios, especialmente los niños y adolescentes, encuentren contenido inapropiado o perjudicial en línea, como violencia, pornografía o extremismo. 6. Desinformación: Internet puede ser un caldo de cultivo para la difusión de información errónea y desinformación, lo que puede tener consecuencias graves en la toma de decisiones informadas y en la sociedad en general. 7. Dependencia de la tecnología: La dependencia excesiva de la tecnología puede llevar a problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión y la desconexión social. 8. Problemas de salud física: El uso prolongado de dispositivos electrónicos puede causar problemas físicos como fatiga visual, dolores musculares, trastornos del sueño y obesidad. 9. Suplantación de identidad: Los datos personales en línea pueden ser utilizados por terceros para suplantar la identidad de una persona, lo que puede resultar en fraude financiero u otros delitos. 10. Pérdida de productividad: El acceso ilimitado a Internet puede ser una distracción importante en entornos de trabajo o estudio, lo que puede afectar negativamente la productividad y el rendimiento académico.