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Sara Sicardi de Díaz

EL FRUTO
DEL ESPÍRITU
SANTO…
…en la vida cotidiana
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………………...5
El fruto del Espíritu en la vida cotidiana………………………………….......7
Lección 1: Haciendo real el fruto del
Espíritu……………………………........9
Lección 2:
Amor……………………………………………………………...17
Lección 3: Gozo……………………………………………………………….
Lección 4: Paz…………………………………………………………………..
Lección 5:
Paciencia…………………………………………………………….
Lección 6:
Bondad………………………………………………………………
Lección 7: Benignidad…………………………………………………………
Lección 8: Fe o Fidelidad……………………………………………………….
Lección: 9: Mansedumbre………………………………………………………
Lección 10: Templanza…………………………………………………………
Bibliografía……………………………………………………………………

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

INTRODUCCIÓN
Esta serie de estudios fue diseñada para grupos de discipulado. Nació de la
necesidad de buscar solución a un problema preocupante, muy generalizado
dentro de la Iglesia de Cristo.
En efecto, es muy común ver personas con muchos años de creyentes, cristia-
nos con mucho conocimiento bíblico y teológico, con conductas honradas y
rectas, aun siervos de Dios con abnegados ministerios, pero que por años y
años adolecen de defectos de carácter. Pueden ser muy blandos y débiles, o
muy fuertes y agresivos, o muy quisquillosos y propensos a ofenderse, o muy
duros, o con tristeza crónica, o impacientes, etc, etc. “yo soy así…”, nos justi-
ficamos, mientras esos “defectos” van socavando las relaciones familiares,
sociales, laborales, de iglesia, etc. Pero Dios ha hecho provisión para solucio-
nar este problema. Es una tarea laboriosa, cotidiana y que, probablemente, nos
llevaría toda la vida. Así lo expresa esta antigua canción:
Construimos sin cesar
Algo que perdurará
Cada hora, cada instante
Cada día que se va
Construyéndose está
El carácter que es eternal.
Y, Dios está de nuestro lado en esta lucha cotidiana porque, en efecto, Dios
quiere y puede cambiar nuestro carácter.
COMUNIDAD CRISTIANA RIO TERCERO

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO


EN LA VIDA COTIDIANA
Cuando tenemos en casa algo viejo y grande, que en vez de sernos útil nos trae cada vez
más problemas (Ej. una cañería, una instalación eléctrica, etc.), ¡qué bueno es poder cam-
biarla por una nueva! ¿Verdad?
Eso es lo que nos sucede cuando invitamos a Cristo a entrar a nuestro corazón y se produce
en nosotros esa experiencia que llamamos conversión. A partir de ese momento todo em-
pieza a ser nuevo en nuestra vida. Tenemos un nuevo nacimiento, una nueva vida, un nuevo
corazón, un nuevo camino que transitar, una nueva meta que lograr, un nuevo estilo de vida
y muchas cosas más. Bien lo expresa San Pablo en 2° Corintios 5:17 “De modo que si al -
guno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas
nuevas”.
Entre esas tantas cosas nuevas queremos destacar aquí una especial: tenemos una Meta nue-
va, o sea, un objetivo o propósito nuevo. ¿Cuál es?
EL SER HECHOS A LA IMAGEN DE CRISTO
Esto nos dice Romanos 8:29 y significa, en otras palabras, que la meta de nuestra nueva
vida es parecernos cada día más al Señor Jesús, nuestro hermano mayor.
Pero, para que eso suceda y se haga una auténtica realidad en nuestra vida cotidiana muchas
cosas tienen que cambiar en nosotros. En primer lugar, NUESTRO CARÁCTER TIENE
QUE CAMBIAR, ser “hecho nuevo”. ¿Por qué? Porque nuestro carácter determina nuestra
conducta, o en términos bíblicos, determina nuestro andar.
Y, aquí surge nuestra primera gran pregunta: ¿Es posible cambiar nuestro carácter?, o sea,
¿Es posible cambiar hábitos, actitudes, maneras de ser, conducta?, ¿Es posible revertir
aquello que se imprimió y grabó en nosotros desde nuestra infancia y que se acentuó cada
vez más con el correr del tiempo?
Esta pregunta tiene una respuesta doble:
a) Humanamente, NO. Nada más frustrante que tratar de hacerlo por nuestros propios
esfuerzos. Es como tratar de poner remiendo de tela nueva sobre tela vieja. El pre-
mio de tanto esfuerzo será la decepción. ¡No funciona!..

b) Por el Espíritu Santo, SI. Todo lo difícil, todo lo humanamente irreversible, todo lo
desahuciado, todo lo imposible, El SI lo puede hacer. ¡Si funciona!.. (Lucas 1:37).

La psicología es la ciencia que intenta explicar la conducta humana, generalmente echa la


culpa del comportamiento de la gente a los padres, al entorno social y cultural, etc. hay ver-
dad en esto, todo eso tiene mucha influencia en nuestro carácter. Pongamos un caso: Cuan-
do en un hogar faltó la verdadera autoridad establecida por Dios y, por ejemplo, la madre es

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

dominante y el padre se desentiende. O, al revés, la madre es sobreprotectora y el padre es


áspero y critica y condena todo lo que hace el hijo, ¿qué carácter desarrollarán esos chicos?
Pobre, débil, llenos de falencias y carencias que pueden llegar a ser trágicas. Pero, en el
terreno espiritual las cosas se ven diferentes. En realidad es muy cómodo echarles la culpa
de nuestro carácter a los padres, a la raza, a la sociedad, etc. Es cómodo, pero también es
trágico. Porque entonces no hay remedio. Porque, ¿Cómo hacemos para revertir todo ese
lastre?
Pero felizmente, en la Palabra de Dios las cosas se enfocan en un modo distinto. Cada per-
sona se hace responsable de su vida, de su conducta, de su carácter. Y a sus defectos, a sus
carencias, a su mal carácter les da sus nombres verdaderos. Los llama pecado. ¡Entonces si
hay esperanzas! La biblia nos habla claramente de cómo tratar con el pecado. Primero, en la
conversión, somos totalmente lavados por la sangre de Cristo. Después, en la vida cotidia-
na, Dios tiene pautas y maneras de tratar con nuestros pecados diarios y llevarnos a cambiar
radicalmente nuestro carácter. Y eso es lo que intentamos analizar juntos en estos estudios.
Pero hagámoslo con esta certeza: No importa la profundidad de esclavitud donde hemos
llegado en nuestra vida, en nuestra conducta, en nuestro carácter. En Cristo, por el Espíritu
Santo, siempre hay respuesta. Para Dios no hay nada imposible.
Resumiendo todo lo que acabamos de decir: Dios quiere que nuestro carácter sea como el
de su Hijo, Jesús. ¡Qué tremenda demanda!.. Pero, cuando Dios demanda algo de nosotros,
Él nos provee de los recursos para lograrlo. De lo contrario sería injusto y cruel, a la par
que utópico, porque Él conoce muy bien nuestras limitaciones. Salmo 103:14.
Para que nuestro carácter llegue a ser semejante al de Cristo, Dios nos ha provisto de u
precioso racimo compuesto de nueve gracias o virtudes, llamado el FRUTO DEL ESPÍRI-
TU SANTO.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

LECCIÓN 1:

HACIENDO REAL EL FRUTO DEL


ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA
¿QUÉ ES EL ESPÍRITU SANTO?
- No es:
* Una paloma,
* Un aceite,
* Una lengua de fuego,
* Un viento recio,
* Una influencia,
* Un poder,
* Una fuerza impersonal,
- Es:
* Una PERSONA,
* La tercera persona de la Trinidad,
* Es el Consolador, el Maestro, el Guía, el Redargüidor,
* El agente de Cristo, el que nos revela a Cristo, el que nos sella,
* El que nos bautiza en Cristo, el que nos une al cuerpo de Cristo,
* Y mucho más (Juan 14:16, 17, 26; 16:13. Efesios 1:13).
Aunque todas estas cosas parecen obvias, conviene examinar en lo profundo de nuestro ser
y ver cuál es la verdadera imagen o idea que nos hemos formado del Espíritu Santo.
Por lo general, no nos cuesta pensar en Dios Padre como una persona. Menos aún, (a causa
de su encarnación) nos cuesta pensar en Dios El Hijo como una persona. Pero, por alguna
razón no fácilmente explicable, a muchos les cuesta pensar en el Espíritu Santo como una
persona. Saludarlo al despertarse en la mañana, conversar con Él, consultarlo, ir afinando
nuestro oído espiritual para reconocer su voz dentro nuestro. Él no es menos que el Padre o
el Hijo. ¡Él es Dios!

¿QUÉ ES EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO?


Se llama “fruto” al carácter controlado por el Espíritu Santo. Podemos compararlo con un
racimo de uvas. Notemos que en Gálatas 5:22 no dice los frutos, sino él fruto. O sea, que se
trata de un fruto compuesto por nueve partes que podemos llamar manifestaciones, expre-
siones, gracias o virtudes. Por eso se lo compara a un racimo de uvas. Un racimo con nueve
granos.
Nota: siempre que en este estudio usemos el plural “frutos” no nos estamos refiriendo a la figura de
nueve frutos diferentes (duraznos, manzanas, bananas, etc.) sino a nueve frutitas de una sola fruta
(ejemplificada, como dijimos por un racimo de uvas). Esto nos habla de un TODO, que procede de

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un solo árbol, no de varios. Una unidad inseparable, según lo entenderemos mejor al avanzar en este
estudio.

DIFERENCIAS ENTRE FRUTOS Y DONES


En la biblia tenemos dos listas de manifestaciones del Espíritu Santo, y cada lista contiene
nueve elementos.

Nueve frutos (Gálatas 5:22-23)


Amor
Gozo
Paz
Paciencia
Benignidad
Bondad
Fe o Fidelidad
Mansedumbre
Templanza
Nueve Dones (1 Corintios 12:6-10)
Sabiduría
Ciencia
Fe
Sanidad
Milagros
Profecías
Discernimiento
Lenguas
Interpretación

Los dones son para HACER algo: hacer una tarea en la iglesia de Cristo. El Espíritu Santo
los confiere instantáneamente y en estado completo y perfecto.
* Solo hay que despertarlos y ejercerlos (2 Timoteo 1:6).
* No descuidarlos (1 Timoteo 4:14).
Los frutos son para SER algo: llegar a ser semejantes a Cristo. Aunque están dentro del
creyente desde que el Espíritu Santo entra en su vida, su completa manifestación y expre-
sión lleva su tiempo. En la medida en que el creyente se rinde al Espíritu Santo, los frutos
crecen, maduran y poco a poco van moldeando su carácter y conducta.

¿PORQUÉ NECESITAMOS DEL ESPÍRITU SANTO?

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

Sin el fruto del Espíritu Santo jamás seremos semejantes a Jesús. ¿Cómo era el carácter de
Jesús? Tenía y tiene esa singular mezcla, esa preciosa amalgama de fuerza-suavidad que
confiere al carácter del fruto del Espíritu Santo.
Veamos:
* Jesús es AMOROSO: tierno, sensible, solícito, abnegado, desprendido, etc.
* Jesús es GOZOSO: positivo, feliz, optimista.
* Jesús es LLENO DE PAZ: sereno, calmo, digno.
* Jesús es PACIENTE: sufrido, tolerante, aguantador, resistente.
* Jesús es BENIGNO: gentil, cortés amable, misericordioso.
* Jesús es BUENO: compasivo, comprensivo, noble.
* Jesús es FIEL: digno de confianza, leal.
* Jesús es MANSO: tranquilo, apacible. Sosegado, suave.
* Jesús es TEMPLADO: completo dominio propio, fuerte, equilibrado, sobrio, resis-
tente.

Se nos ordena “ser llenos del Espíritu Santo” (Efesios 5:8b). No es una sugerencia. Está en
modo imperativo. Es una orden, un mandamiento.
Ser llenos de Espíritu Santo incluye dos cosas:
* Tener los frutos.
* Tener los dones.

Nota: lamentablemente en las iglesias se observan dos extremos:


1) Los que creen que ser llenos es solo pasar por esa experiencia llamada bautismo del
Espíritu, hablar en lenguas y manifestar los dones y no preocuparse mucho por un
carácter moldeado por el fruto de Espírito Santo.
2) Por otro lado, están los que desechan los dones como anacrónicos y caducos y solo
aceptan el fruto del Espíritu Santo como su única manifestación actual.
Pero, El Espíritu Santo es UNO solo, indivisible y eterno. “Ser llenos” significa tenerlo a
Él completo, dándole vía libre en TODAS sus manifestaciones: dones, frutos, guía, consue-
lo, ayuda, etc.

¿CÓMO PUEDO HACER PARA QUE EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO


SE HAGA REAL EN MI VIDA?
Este es el punto importante, el corazón de este estudio. Rogamos que se le presente la debi-
da atención, se le dé todo el tiempo necesario y se medite profundamente hasta estar segu-
ros de haberlo entendido y asimilado completamente. La respuesta a nuestra gran pregunta
es:
* Permanecer en la vid, que es Cristo.
* Rendirnos enteramente al Espíritu Santo.
Como estos dos conceptos pueden parecer a primera vista algo místico, pidamos al Señor
que, aparte de la información que recibiremos aquí, Él nos dé su revelación a cada uno,
para que estas verdades tan importantes se hagan comprensibles y plausibles a nuestra men-

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te y podamos encararlas en nuestra vida cotidiana. Analicemos juntos estos dos puntos,
pues.
1) Para llevar fruto debemos PERMANECER EN LA VID, QUE ES CRISTO (Leer cui-
dadosamente Juan 15:1-17)

Nota: Nos preguntamos, ¿por qué el Señor eligió la metáfora de la vid y no otro árbol?
La mayoría de los otros árboles tienen ramas que se pueden quebrar o arrancar con faci-
lidad. La vid, no. Los pámpanos o ramas de la vid tienen fibras que se introducen pro -
fundamente en el tronco y son casi imposibles de quebrar.
Transcribimos aquí el siguiente párrafo tomado de “El fruto del Espíritu” de Gosper-
Graph: “Las ramas de la Vid están firmemente unidas al tronco principal. Las raíces de
la vid no solo aferran la planta a la tierra, sino también se desarrollan y absorben mi-
nerales vitales y humedad. Este líquido llamado savia sube desde las raíces y corre por
toda la vid, las ramas, las hojas y le confiere vida. ¿Cuál es la fuerza que hace que la
savia llegue hasta las hojas? La evaporación del agua de las hojas ejerce un fuerte
tirón hacia arriba. ¿No es esta una comparación interesante? El creyente también sien-
te un fuerte tirón desde arriba. En primer lugar, el creyente “nace de nuevo”, lo
cual significa “nacer de lo alto” (juan 3:3). Asimismo es guardado por la interce-
sión del Señor “desde arriba” (Romanos. 8:34).”

v Permanecer en la vid nos da unidad y dependencia:


* Unidad: Juan 15:4, 17:21-23.
* Dependencia: Juan 15:4-5.
v Permanecer en la vid posibilita que tengamos fruto (Juan 15:2,4-5) ¿Qué fruto es
éste?
* ¿Obras que hacemos para el Señor?
* ¿Dones que ejercemos?
* ¿talentos que usamos?
* ¿Almas que salvamos?

Las obras que hagamos, las almas que salvemos serán el resultado de tener esos frutos.
Pero el verdadero fruto aquí es nuestra “semejanza a Cristo”, nuestro carácter y conduc-
ta como la de Cristo. ¿Por qué?
Veamos. Ya dijimos que la savia corre por toda la vid, va a las ramas, las hojas y produ-
ce los frutos. Cuando nos convertimos somos injertados o introducidos en Cristo. So-
mos UNO con Él. Él en nosotros y nosotros en Él. Entonces la vida de Cristo (la savia)
empieza a correr en nosotros que somos las ramas o pámpanos y… ¿Qué puede produ-
cir? ¡Nada más y nada menos que lo que produce en Cristo! El mismo fruto. ¿Qué fru-
to? El fruto del CARÁCTER DE CRISTO. Y ¿Cómo era el carácter de Cristo? Ya lo
hemos visto anteriormente. Un carácter con todos los frutos del Espíritu Santo. En resu-
men, pues:

PARA QUE SE MANIFIESTEN EN NOSOTROS LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU


SANTO, TENEMOS QUE PERMANECER EN CRISTO.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

v ¿Cómo hago para “permanecer” en Cristo? Hay dos cosas importantes: comunión y
oración.
* Comunión:
 Conservar y cultivar una fluida relación con el Señor.
 Por la oración, esa oración que es dialogo y no monologo. Hablo
y escucho.
 Por la lectura de la biblia, lectura con meditación, con oído atento
para oír Su voz y poner por obra.
 Por la alabanza y adoración, profundo reconocimiento que Él es
Dios, ¡Mi Dios!
 Por una comunión con la iglesia, una comunión de compromiso,
lealtad e integridad.
* Obediencia:
 Por guardar sus mandamientos (Juan 15:1)
 De nada sirve orar, leer la biblia, adorar, comprometernos en la
iglesia si no estamos dispuestos a guardar sus mandamientos, o
sea, hacer la voluntad de Dios.

2) Para llevar fruto debemos RENDIRNOS AL ESPÍRITU SANTO.

La biblia nos dice y en la práctica se observa, que hay muchas maneras de vivir la vida cris-
tiana:
* En la carne
* En el espíritu (Gálatas 5:16-17)
En otras palabras, vivir manejados por nuestro YO o manejados por el Espíritu Santo. Ha-
cer lo que se nos da la gana o hacer la voluntad de Dios. En Gálatas 5:19-21, justo antes de
la hermosa lista de frutos del Espíritu, tenemos una horrenda lista de “obras de la carne”.
Hay allí cosas que no son tan comunes entre los creyentes carnales (adulterio, fornicación,
hechicerías, herejías, homicidios, borracheras). Pero, con gran pena tenemos que admitir
que también hay en esa lista pecados que son muy comunes entre los creyentes carnales
(enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, envidias, glotonería, orgías).
Pero vivir “en la carne” no es solamente arrastrar algún pecado. Es también vivir “a me-
dias”, sin comprometerse demasiado con el Señor y Su cuerpo, con un pie en el mundo y
otro en la iglesia. Usar sólo de las bendiciones y ofertas del Evangelio y no cumplir sus
demandas, es decirle al Señor: “Señor bendíceme, cuídame, guárdame, sáname, dame traba-
jo, etc. pero en mi vida privada no te metas. No es asunto tuyo, déjame hacerlo a mi mane-
ra”.
Todo el plan de redención está condicionado al libre albedrio que Dios concedió al hombre.
Él nunca nos avasalla. Dios nos presenta claramente las opciones con sus ventajas y des-
ventajas, pero nos deja a nosotros elegir.

- salvarse, o - vivir en la carne, o


Al inconverso - perderse Al creyente - vivir en el Espíritu.

v ¿Cómo se hace para rendirse al Espíritu Santo? Se efectúa a partir de una decisión que
tiene dos aspectos:

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- una decisión inicial, global, instantánea.


- una decisión diaria, constante, paulatina.
* Una decisión global o inicial:
 Es una disposición de la voluntad, una actitud del corazón que asume.
Una determinación que se toma en un momento determinado de la vida,
dispongo así: “Señor, yo me rindo totalmente al Espíritu Santo desde
hoy”.
 Es explosiva e instantánea.
* Un práctica diaria y constante:
 Como resultado de esa decisión inicial empieza una práctica diaria en la
cual se va cediendo y rindiendo cada día, cada momento, área por área,
rincón por rincón hasta que el Espíritu Santo totalmente nuestra vida. No
se trata de ser manejado como un títere o robot, sino de aceptar la guía y
dirección de alguien infinitamente más sabio que yo.
 Esta decisión es paulatina y gradual.

v De esta manera, al tener el Espíritu Santo el control de nuestra voluntad y de todo nues -
tro ser, está en la plena facultad de hacer Su obra en nosotros. ¿y qué obra va a hacer?
¡Nada más y nada menos que producir en nosotros Su fruto, los va a hacer crecer, ma-
durar, manifestarse!

Por ejemplo: ir a la escuela.


Para aclarar mejor esta verdad insertaremos el ejemplo de la escuela. Cierto día tomamos la
decisión que vamos a asistir a la escuela primaria. Pero, ahora tengo que hacer efectiva esa
decisión y, durante seis años, cada día tengo que decidir:
- Levantarme e ir a la escuela.
- Estudiar materia por materia.
- Hacer deber tras deber.
De la misma manera pasa con nuestra rendición al Espíritu Santo.
- Cierto día decido rendirme al Espíritu Santo.
- Pero, a medida que voy teniendo luz (quizá mientras vamos haciendo este estudio)
vamos rindiendo todas las áreas de nuestro ser en que no se manifestaron ciertos
frutos del Espíritu Santo. Vamos permitiendo que el Señor pode y arranque todos
los yuyos y malezas que ahogan esos frutos y el resultado se verá en un carácter y
conducta que, día tras día, se va pareciendo más al de Jesús.

PARA QUE SE MANIFIESTEN EN NOSOTROS LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU


SANTO DEBEMOS RENDIRNOS ENTERAMENTE AL ESPÍRITU SANTO

EL COSTO DE TENER EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

Hemos visto que para que el fruto del Espíritu Santo se haga real en nuestra vida necesita-
mos hacer dos cosas:

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

1) Permanecer en le vid, que es Cristo:


- Comunión
- Obediencia
2) Rendirse al Espíritu Santo:
- Definitivamente
- Paulatinamente.

Pero aquí surge otra pregunta: ¿Es fácil hacer esto? La respuesta va a parecer paradójica,
pero es la única verdad que podemos decir:

v No es fácil, porque:
* La vid necesita ser podada:
 La poda es erradicar de la planta todo lo malo y todo lo inútil.
 Si queremos permanecer en Cristo y vivir en Su voluntad, Él tendrá que
“podar” en nosotros todo lo inútil, todo lo malo, pecados, malos hábitos,
malas actitudes. Y la “poda” siempre es dolorosa, más cuando algunos ma-
les están profundamente arraigados en nosotros.
* La carne siempre se resiste a entregarse. Cuando la carne se resiste a entregar
pecados queridos, costumbres dañinas, actitudes perniciosas, cuando uno se afe-
rra desesperadamente a sus “derechos” carnales, el Señor va a tener que quebran-
tarnos, quitarnos algo o mucho más, rasparnos, limarnos, lijarnos, pulirnos. Y
esos procesos siempre son dolorosos, y a veces, muy largos. Cuanto más nos
resistimos, más largos se hacen.
* La carne necesita ser llevada a la cruz y crucificada. (“hacer morir” día tras día
para que se rinda a su verdadero dueño, el Espíritu Santo). Todo ese penoso “tra-
tamiento” de Dios para cada uno de nosotros es necesario, casi diríamos ineludi-
ble, de veras queremos que la vitalidad de Cristo corra en nosotros y nos haga dar
frutos.
v Es fácil, porque:
* Ese fruto YA lo tenemos dentro de nosotros. Es parte de nuestra fabulosa heren-
cia en Cristo.
* El yugo del Señor es fácil. Él lleva la parte pesada. (Mateo 11:29-30). Nuestra
“parte pesada”, en la práctica, es aprender a dejarlo actuar a Él. En otras palabras,
nuestra “parte pesada” es dejarle a Él la parte pesada.
* “Él nos hace vencedores y nos lleva de triunfo en triunfo, de poder en poder” (2
Corintios 2:14 – Salmos 84:7).

La vida “en el Espíritu” está siempre llena de bendiciones, de paz, de fortaleza, de gozo.
Conduce a la madurez, a la plenitud y a la realización completa de nuestro ser.
Por el contrario, la vida “en la carne” está llena de desaciertos, confusión, frustraciones,
debilitamiento gradual, sequía, desierto, insatisfacción permanente y fracaso final.

PARA MEDITAR
1. Vuelve a leer los versículos de esta lección.
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2. Medita especialmente en Juan 15:1-17 y Santiago 4:5


3. Comparte con algún otro hermano lo bueno que el Señor te enseñe sobre esta ver-
dad.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿ Haz entendido bien la verdad de “permanecer en la vid” y rendirse al Espíritu San-
to”? (si no, vuelve a repasarlo, orando para que el Señor te ilumine).
2. ¿Sientes que hay algo en tu vida que el Señor tiene que podar? Si sabes que el Señor
te está “tratando” ¿hay algo en ti que se resiste a entregarse? ¿lo puedes identificar y
darle nombre para poder confesarlo y ser libre?
3. ¿Cómo vives normalmente la vida cristiana? ¿“En la carne” o “en el Espíritu”?
4. ¿Practicas diariamente la comunión y obediencia para poder “permanecer en la
vid”?
5. ¿Anhelas realmente que tu carácter cambie y estás dispuesto a que el Señor lo mo-
dele y lo haga semejante al Suyo? ¿estás dispuesto a rendirte al Espíritu Santo para
que lo haga?
6. Si estás dispuesto, haz tuya la oración que sigue (dilo con tus propias palabras). Si
no estás dispuesto, también díselo al Señor.

PARA ORAR
“Señor, gracias por hacerme entender que Tú estás tan interesado en mi carácter. Gracias
por estar dispuesto a cambiármelo y hacerlo como el Tuyo. Gracias porque me muestras la
manera de lograrlo. Ahora, Señor, mírame a mí (tu nombre)
____________________________________
Aquí estoy con todo mí ser abierto a ti. Quiero “permanecer en la Vid”. Y quiero rendirme
al Espíritu Santo. Haz la obra que haga falta para lograrlo. ¡Gracias, Señor! Mi corazón
está alegre, en gozosa expectativa por el cambio que vas a obrar en mi carácter. Amén.

PARA CANTAR
1. Haz lo que quieras de mí, Señor
Tú el alfarero, yo el barro soy
Dócil y humilde anhelo ser
Cúmplase siempre en mí tu querer.

2. Jesús, Jesús de Nazaret


Tu misma imagen quiero tener
Cual eres Tú anhelo ser
Jesús, Jesús de Nazaret.

3. Oh, Señor hay en mi alma una dureza,


Que me trae amargura t confusión.
Algo adentro que no quiere rendirse
Y solo lo sabemos Tú y yo.
Quita, oh Dios, este corazón de piedra,
Que no quiero seguir viviendo así.
Hazme abierto, sumiso, dócil, tierno.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

Hazlo Tú, hazlo Tú, oh Dios en mí.


¡Oh Señor, Señor, Señor, Señor, Señor!
Hazlo Tú, hazlo Tú, oh Dios en mí.

4. Quiero verte, Oh Dios, sentado en el trono de mi corazón


Y ante tu altar, hoy está mi vida la vengo a entregar.
Dispuesto estoy, a oír tu voz, a oír para obedecer.
Quiero adorar tu nombre, haciendo tu voluntad
Y detrás de tus huellas, mis pasos hoy echo a andar.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

LECCIÓN 2:

Amor
“UN MANDAMIENTO NUEVO OS DOY: QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS;
COMO YO OS HE AMADO” Juan 13:34
¿Qué sería del mundo si no existiera el amor? No sería posible imaginarse algo más horren-
do y pavoroso. Mucho se ha escrito sobre el amor y ¡Cuánto queda por decir aún! ¿Cómo
hacer para aprisionar en un papel un tema tan inagotable? ¿Cómo describir una cosa tan
multifacética?
Con mucha razón un autor lo denomina con la palabra del latín “summum bonum”, que
quiere decir “el supremo bien”, y su libro sobre el amor (al cual nos referimos a menudo) lo
ha titulado “la cosa más grande del mundo”.
La Biblia también lo denomina “el supremo bien”. En 1° Corintios 13:13 dice:
“y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el
amor”.
Pedro también dice:
v “y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor” 1 Pedro 4:8 (VRV)
v “Haya sobre todo mucho amor entre ustedes” 1 Pedro 4:8 (VP)

Y Juan lo remata marcando:


v “Dios es amor” (1 Juan 4:16)

¿Por qué, entonces decimos que un mundo sin amor sería horrendo? Porque sería un mundo
sin Dios. Donde hay amor allí está Dios. Ausencia de amor, ausencia de Dios.
El amor es la bandera del reino de la Luz. La bandera sirve para identificar un país. El amor
identifica a un discípulo de Cristo (Juan 13:35).

El amor es la base de toda relación perfecta en el cielo y en la tierra.


El amor debe ser la mismísima atmosfera de la vida cristiana.
El amor es el emblema de la comunidad cristiana.
Una iglesia en la que haya amargura y contienda puede llamarse iglesia de los
hombres pero no de Cristo.
William Barclay
(Palabras griegas del nuevo testamento)

En la lista del fruto del Espíritu Santo el amor aparece en primer lugar. No exageramos si
decimos que es el mayor de los nueve. En otras palabras podemos decir, que es como un
estuche que contiene dentro a los otros ocho frutos restantes. Sino preguntémonos ¿es posi-
ble tener autentica bondad, benignidad, mansedumbre, paciencia, etc… sin amor?
El amor es revolucionario. Es la clave para este cambio que estamos anhelando en nuestras
vidas. El amor cambia nuestra vida, nuestro carácter, nuestro hogar, nuestro lugar de traba-
jo, nuestra iglesia, cambia TODO. Cuando le damos vía libre podemos decir sin pecar de
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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

hiperbólicos, que sus efectos son ilimitados. Podemos cambiar toda la cuadra donde vivi-
mos, todo el barrio, todo el pueblo, toda una nación. En efecto, si la iglesia del Señor dejara
fluir el amor como el Señor anhela que lo haga ¿no sería muchísimo más grande su influen-
cia en el mundo?
La biblia le dedica tanto espacio a esta palabra (aparece 240 veces con sus derivados) que
sería imposible meditar en tantos versículos aquí. Pero vamos a limitarnos a los que consi-
deramos esenciales para entender este magno tema.

¿QUÉ ES EL AMOR SEGÚN LA BIBLIA?


Sabemos que el idioma original del nuevo testamento es el griego. Ese idioma tan rico tiene
cuatro términos para expresar nuestra palabra castellana “amor”.
* “Eros – Amor sexual”. Amor entre un hombre y una mujer (de allí nuestro término
“erótico”).
* “Philia – Amor cálido hacia allegados y familiares”. Amor hacia el bien (de allí
nuestro término “filantropía” o sea, hacer obras de bien).
* “Storge – Afecto”.
* “Ágape – Amor Sacrificial”. Bondad invencible, benevolencia insuperable. Amor
hasta lo sumo.
El amor del cual nos habla Gálatas 5:22 y 1° Corintios 13 es el amor “Ágape.

¿CÓMO ES EL AMOR ÁGAPE?


* Nace de la voluntad. No nace del sentimiento.
 En contraste, el amor “eros, philia y storge” expresan una emoción o un sen-
timiento. Pero ágape tiene que ver con la mente y con la voluntad.
 Esto puede suscitar cuestionamientos ¿verdad? Pensar en un amor que solo
nace de la voluntad puede parecer un amor forzado o prefabricado. Pero lo
bueno de esto es que, al llevarlo a la práctica, trae consigo de la mano el
sentimiento y las emociones que condimentan el amor. Un ejemplo de esto
lo tenemos en el amor de Dios hacia el hombre. ¿Qué había en el hombre
digno de ser amado? Absolutamente nada. Pero Dios, se propuso en su vo-
luntad, amarnos. Y de la mano del amor ágape volcó sobre nosotros todos
sus sentimientos, todas sus emociones, toda su ternura, su voluntad, su com-
pasión.
 Este amor es una proeza, una conquista, una victoria.
* Es la facultad de amar a lo que no es amable (enemigos, antipáticos, chocantes) su-
perando nuestras inclinaciones naturales y emocionales.
* Apela a todo el hombre para realizarse: su corazón, su mente, su voluntad. El ágape
cristiano es imposible para el no cristiano. El hombre natural no lo puede producir.
Obligatoriamente tiene que ser un producto, un fruto del Espíritu Santo.
* El “Ágape” cristiano es el amor que quiere lo mejor para el otro.
 ¿Qué significa lo mejor para el otro? 1 lo mejor para el ser amado es tratar
como Dios trata. Lo cual no significa permitirle hacer cuanto le parezca.

1
Este punto es muy importante. Se ruega considerarlo detenidamente.

19
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

 En todas las relaciones humanas (esposo, padres e hijos, compañeros de tra-


bajo, hermanos en Cristo) observamos muy a menudo un amor mal entendi-
do. Por no ofender, por no herir, dejamos a nuestros amados hacer lo que se
les da la gana, complacerlos en todo, darles todos los gustos, creyendo que
les estamos haciendo bien. Dios no obra de esa manera. (hebreos 12:6; Pro-
verbios 27:6; 20:30).
 El amor “Agape” que quiere lo mejor para el otro significa que, en algunos
casos tendremos que ser duros (pero con gracia), corregir, aun disciplinar y
castigar, si eso va a significar su bien…2

UN VISTAZO A 1° CORINTIOS 13, EL GRAN CAPITULO DEL AMOR


La mejor descripción del amor ágape la tenemos en este magnífico y excepcional capitulo.
Aquí veremos que este amor encierra como un estuche (como ya dijimos antes) todos los
otros frutos del Espíritu Santo, aparte de otras gracias más.

GOZO No se goza en la injusticia, más se goza en la verdad (v.6)


PAZ No se irrita (v.5)
PACIENCIA El amor es sufrido (v.4) Todo lo sufre, todo lo espera,
Todo lo soporta (v.7)
BENIGNIDAD Es benigno (v.4) No hace nada indebido (v.5) No se irrita (v5)
BONDAD No busca lo suyo (v.5) No guarda rencor (v.5)
No tiene envidia (v.4)
FIDELIDAD No busca lo suyo (v.5) No guarda rencor (v.5)
No tiene envidia (v.4)
MANSEDUMBRE Todo lo cree, todo lo espera (v.7) Nunca deja de ser (v.8)
TEMPLANZA Es sufrido (v.4) No hace nada indebido (v.5) No es jactancioso,
No se envanece (v.5) Todo lo espera, todo lo soporta (v.7)

¿DONDE SE EXPRESA EL AMOR SEGÚN LA BIBLIA?


* En el cielo:
o El Padre ama al Hijo (Juan 3:35)
o El Hijo ama al Padre (Juan 14:31)
o El Padre ama a la humanidad (Juan 3:16)
o El Hijo ama a la humanidad (Juan 13:1)
o El Espíritu Santo nos ama a nosotros (Santiago 4:5)

* En la tierra
o En el hogar
 Debe haber amor entre los esposos (Efesios 5:28)
 Debe haber amor entre padres e hijos.
 Debemos amar a todo el vecindario.
 Debemos amar a nuestros enemigos (Mateo 5:44)
2
Estos puntos fueron extractados, reelaborados y ampliados de Palabras griegas del nuevo testamento de
William Barclay

20
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

 Debemos amar a nuestros animales (Proverbios 12:10)


o En el trabajo /escuela (1° Pedro 2:17; 1° Timoteo 2:1-2)
 Debemos amar a nuestros superiores
 Debemos amar a nuestros subordinados
o En la iglesia
 Debemos amarnos entre los hermanos (1° Pedro 1:22)
 Amar a los ricos y a los pobres
 Amar a los enfermos y a los sanos
 Amar a los ignorantes e ilustrados
 Amar a los ancianos y niños
 Amar a los débiles y fuertes
 Amar a los simpáticos y antipáticos
 Amar a los rectos y equivocados
 Amar a los espirituales y carnales
 Debemos servirnos (gálatas 5:13)
Si alguna duda nos queda, todo queda encerrado en el gran mandamiento: AMA A TU
PRÓJIMO COMO A TI MISMO (Marcos 12:30)

LOS YUYOS QUE AHOGAN EL AMOR


Probablemente el primer antónimo que se nos ocurre es odio. Pero en realidad, básicamente
lo contrario a amor es el egoísmo. ¿Por qué?
Porque la esencia del amor es darse, volcarse, entregarse al objeto amado. Lo contrario a
esa esencia es el egoísmo, o sea vivir solo y exclusivamente para sí mismo, o sea, un en-
diosamiento del Yo en desmedro de todos los demás.
Pero, además, podemos poner una lista, incompleta por cierto, de cosas contrarias al amor,
y cada uno podrá agregar las que no están registradas aquí.

* Contrario al amor es el odio, el aborrecimiento


* Contrario al amor es el rencor, amargura
* Contrario al amor es la dureza, legalismo
* Contrario al amor es la incomprensión
* Contrario al amor es la malicia, inquina, animadversión
* Contrario al amor es la saña, venganza
* Contrario al amor es la mezquindad, avaricia
* Contrario al amor es la murmuración, calumnia, difamación
* Contrario al amor es la desconfianza, rechazo
* Contrario al amor es la descortesía, falta de respeto
* Contrario al amor es la desconsideración
* Contrario al amor es la indiferencia, insensibilidad
* Contrario al amor es la contienda, discordia, pelea
* Contrario al amor es la mala voluntad
* Contrario al amor es el mal genio, modales chocantes, palabras hirientes
* Contrario al amor es el ofender, lastimar, agredir

21
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

* Contrario al amor es la falta de perdón, no olvidar las injurias

COSAS QUE AYUDAN O QUE SON PRODUCTO DEL AMOR


El amor produce:
* Ternura, dulzura, suavidad
* Comprensión, buena voluntad, simpatía
* Generosidad, desprendimiento
* Abnegación, altruismo
* Compasión, sensibilidad
* Cortesía, amabilidad
* Devolver bien por mal
* Aceptación, confianza
* Perdón, reconciliación
* Buen carácter
No leamos estas dos listas de manera superficial, sino hagámoslo más bien en forma perso-
nal. Analicemos detenidamente punto por punto, mientras nos vamos preguntando.
Lo contrario al amor:
- ¿Tengo este yuyo o maleza en mi corazón?
- ¿Cuándo nació? ¿Por qué lo retengo?
- ¿Quiero que sea arrancado?

Lo que produce en amor


- ¿No tengo esto?
- ¿Lo tuve alguna vez?
- ¿Dónde y cuándo lo perdí?
- ¿Quiero recuperarlo?

¿COMO HACER PARA TENER EL AMOR ÁGAPE O COMO APRENDER


A AMAR?
De nada nos sirve todo lo que acabamos de estudiar, si no buscamos enseguida, sin dilacio-
nes, de llevarlo a la práctica. Pero nos preguntamos ¿Cómo hacerlo? No podemos dar rece-
tas mágicas, solamente dar algunas sugerencias, luego el Espíritu Santo nos guiará a cada
uno sobre lo que debemos hacer a lo que debemos decir. Pero hay dos cosas importantes
que inevitablemente tendremos que hacer si queremos aprender a amar. Son dos acciones:
creer y practicar. Veámoslo.
* Creer
 Que ese amor ya está en nosotros. No lo tendremos en cuenta-gota, sino derra-
mado. (Romanos 5:5)
 Que el estar en la vid y permanecer en ella, por fuerza, la vida de Cristo, el
Dios que es amor, corre como la sabia en nosotros, y nos hará producir amor.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

 El amor es un efecto ¿Cuál es la causa? Cristo mismo. (Juan 4:19)3


* Practicar ¿Cómo llega un deportista a ser un buen tenista, futbolista, etc.? ¿Cómo se
llega en el arte a ser un buen pianista, pinto, etc.? ¿Cómo se aprende un idioma, una
artesanía, etc.?
 Todo se logra practicando, practicando y practicando.
 Un autor dice:
El amor no es asunto de emoción entusiasta. Es una expresión rica,
fuerte, varonil y vigorosa de un carácter cristiano completo, una
naturaleza semejante a la de Cristo, en su más completo desarrollo.
Y los elementos de este gran carácter solamente pueden ser obteni-
dos por una práctica constante.4
Algunas maneras no prácticas de poner en obra el amor
 NO
o Dejar de quejarnos y sentirnos victimas de alguien que, a nuestro parecer nos
trata mal (conyugue, hijo, pariente, suegra, vecino, jefe, profesor, hermano de
la iglesia, pastor, etc…) y empezar a amarlo con amor ágape.
o Dejar de renegar de las almas pequeñas con quienes nos toca vivir o trabajar
y empezar a amarlas.
o Dejar de angustiarnos por el círculo mezquino donde nos toca vivir o trabajar
y empezar a amar.
o Dejar de recordar continuamente los agravios recibidos. Es mejor dejar que
Dios sane los recuerdos y empezar a amar.
o Dejar de sentirse más espiritual que los otros hermanos criticándolos siempre
y empezar a amar.
o Dejar de murmurar y publicar las debilidades de los otros para que resalte
nuestra bondad y empezar a amar.
o Dejar de vernos a nosotros mismos solamente, nuestros problemas, nuestras
penas y empezar a ayudar a los demás y a amarlos.
o Dejar de ser indiferentes e insensibles a los problemas de los otros y empezar
a amar.
o Dejar de contestar en forma agresiva, hiriente, cortante, burlona, sarcástica,
despectiva o indiferente y empezar a amar.
o Dejar de juzgar con dureza y legalismo e intransigencia y empezar a amar.
o Dejar de desconfiar, ser malicioso y pensar siempre lo malo de todo el mundo
y empezar a amar.
o Dejar de irritarse, impacientarse, ser desmedidamente exigente e incompren-
sivo y empezar a amar.
o Dejar de ofenderse por todo y empezar a amar.
o Dejar esperar que me saluden, me visiten y me atiendan. Salir yo a saludar,
visitar y atender y empezar y amar.
 SI

3
Según los exégetas la traducción le amamos a Él es incorrecta, o sean la causa de que Él nos amó primero,
produce el efecto de que nosotros lo amamos a Él y amamos a todo el mundo. (Tomado de “La cosa más
grande del mundo” de Drummond)
4
Drummond página 32.

23
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

o Orar por aquellos que nos cuesta amar, vez tras vez, hasta que nuestro cora-
zón se abra y dé cabida al amor que el Señor quiere poner en él. Bendecirlo.
Hablar bien de él en todo lo posible y en toda ocasión.
o Expresar de alguna forma nuestro amor o nuestra disposición de amar. de-
mostrar interés y solicitud: con una tarjetita, una carta, una llamada telefóni-
ca, una corta visita- un regalito, una palabra de alieno y fe. Una palabra de
reconocimiento y de elogio.
o Pedir perdón y reconocer nuestras faltas.
o Acudir a ayudar a la necesidad del otro. Sacrificando tiempo, fuerza, trabajo,
dinero.
o Invitar a comer, a pasear, a ir juntos a algún lado, reunión, etc.
o Regalar algo que nos cueste.
o Estar constantemente velando, alerta a seguir los impulsos del Espíritu Santo.
o Hacernos vez tras vez las preguntas que veremos en la próxima sección.

PARA MEDITAR

1. Volvamos a leer los versículos de este estudio.


2. Meditar detenidamente sobre 1° Corintios 13.
3. Meditar en el amor ágape de Dios hacia nosotros: del Padre, del Hijo, del Espíritu
Santo.
4. Comparte con algún otro hermano lo que Dios te hable en tu meditación.

PARA REFLEXIONAR
1. ¿Tengo y muestro amor por mi esposo/a, hijos, padres, suegros, parientes, vecinos,
superiores, compañeros de trabajo, o escuela, pastores, lideres, hermanos en Cristo?
2. ¿Expreso bien mi amor hacia ellos con palabras, actitudes, acciones?
3. ¿Cuál es el tema del amor que está más foja en mi vida?
4. ¿Quiero, de veras, que el fruto amor crezca?

PARA ORAR
Señor, cuan agradecido estoy por tu enorme e incomprensible amor. Me amas a mi
_____________________________________ sin que haya en mi vida nada digno de ese
amor. También te agradezco, Padre, por haber derramado ese amor en mi corazón por el
Espíritu Santo. Pero, Señor, reconozco y te confieso que estoy falto en el área
____________________________. No puedo sentir ni manifestar amor allí. Perdóname y
límpiame de mi ___________________. Quiero amar a
_________________________________ como tú me amaste a mí. Quiero manifestar y
expresar y derramar ese amor tuyo a donde yo vaya. ¡Aleluya Señor! ¡Te necesito! Amén.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

PARA CANTAR
1. Grande amor, profundo amor, tremendo amor,
el de Cristo Jesús para mí.
No lo puedo entender, pero Él me ama.
No lo comprendo, pero él me cubrirá.
Todo mi ser se llena de él,
porque profundo y tremendo es su amor.

2. Dios me amó con amor eterno


hace mucho tiempo se manifestó
Me prolongó su misericordia
y sobre la roca me edificó.

3. Donde hay amor los muros caerán,


donde hay amor la noche día se hará.
Donde hay amor salida siempre habrá
porque Él está donde hay amor.

4. //Su amor, su amor está corriendo ya//


Por todo el mundo está corriendo ya.
//Y tú, y tú eres quien lo hará correr//
Por todo el mundo tú lo harás correr.
//A todo aquel, que encuentres dale de ese amor//
A todo el mundo dale de ese amor.

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

LECCIÓN 3:

gOZO

“ESTAS COSAS OS HE HABLADO PARA QUE MI GOZO ESTÉ EN VOSOTROS


Y VUESTRO GOZO SEA CUMPLIDO” Juan 15:22
“GRANDES COSAS HA HECHO JEHOVÁ CON NOSOTROS: ESTAREMOS
ALEGRES” Salmos 126:3
Igual que la palabra amor, la palabra gozo aparece muchas veces en la biblia. Ocurre unas
150 veces sin contar sus sinónimos: regocijo, júbilo, alegría. Placer, delicia. ¿Por qué será
que el Señor le dio tanto espacio a este tema? ¡Es realmente admirable!
Por otro lado es realmente lamentable la falta de gozo que se observa en la vida de tantos
creyentes. Las mismas figuras e imágenes del Señor nos muestran a un Cristo grave, su-
friente y dolorido. Empecemos ya a cambiar nuestra imagen mental de nuestro Señor. Si
bien no encontramos en el Nuevo Testamento ninguna parte donde se nos cuenta que Jesús
se haya reído, o haya hecho bromas o chistes, sin embargo se nos habla mucho de Su gozo.
Y su gozo era tan grande que no le importó la vergüenza y el oprobio de la muerte de cruz
porque estimaba de tanto valor el gozo que iba a disfrutar después a la diestra de Dios.
El cual por el gozo puesto delante de Él, sufrió la cruz (Hebreos 12:2 VP)
Tanto el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento nos enseñan que los cristianos
hemos sigo llamados a una vida de goza. El gran anuncio de la venida del Señor apareció
bajo estos grandes titulares: ¡Gran noticia! ¡Nuevas de gran gozo! (Lucas 2:10). El mismo
Jesús quiso que Su gozo sea total y completo en sus seguidores (Ver Juan 15:22, Salmo
97:11). Y tenemos de Él esta maravillosa promesa:
Nadie os quitará vuestro gozo (Juan 16:22)
Nos preguntamos entonces ¿Quién se ocupa empeñosamente de robarnos el gozo? Sin duda
alguna es nuestro enemigo, el diablo “ladrón y salteador” (Juan 10:1). Él sabe el tremendo
poder y valor que tiene el gozo en la vida del creyente, la invulnerabilidad que nos otorga.
Por eso él y un ejército bien entrenado de sus secuaces se ocupan constantemente de des-
truir la alegría dentro del pueblo de Dios.
Volviendo a la promesa citada nadie os quitará vuestro gozo, la cruda realidad de la vida
nos hace hacernos estas preguntas, entre otras más:
¿Es posible tener gozo en medio de los fastidios cotidianos? por ejemplo:
- Cuando el dinero no alcanza

26
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

- Cuando no conseguimos trabajo por mucho tiempo


- Cuando se nos rompe el lavarropas, la heladera, la plancha, el vehículo o cualquier
cosa útil y aun indispensable
- Cuando tenemos mil cosas que hacer y el tiempo no nos alcanza y encima aparecen
interrupciones
- Cuando las relaciones familiares, laborables, en la iglesia, etc. no son pacíficas, sino
cargadas de tensión, desentendimientos, agresividad
- Cuando emprendemos algo (una tarea, un proyecto, etc.) con entusiasmo y expecta-
tivas y todo nos sale al revés
- Cuando un amigo nos traiciona
- Cuando un hermano, en quien invertimos mucho tiempo, lágrimas y oraciones, se
descarría
- Cuando sentimos frustraciones, confusión, complejos, remordimientos

¿Es posible tener gozo cuando la tragedia y la calamidad visitan nuestro hogar?
- Cuando, de pronto, perdemos nuestros bienes
- Cuando ocurre un accidente grave
- Cuando muere un ser querido
- Cuando la salud se quebranta en nosotros o en nuestros amados
- Cuando un hijo se descarría, se hace drogadicto o borracho o cuando nuestra hija
adolecente viene y nos dice estoy embarazada.
La respuesta es SI. Lo decimos con temor y temblor y con profundo respeto por todos aque-
llos que están pasando por una circunstancia difícil. Pero esas es la verdad bíblica. Como
veremos al entrar en este estudio, el gozo del Señor, el gozo que es una parte notable se Su
carácter, el gozo que es el fruto del Espíritu Santo, está por encima de todas las vicisitudes
de la vida.
William Barclay en su comentario lo describe así:
Es un gozo que sale a nuestro encuentro aun en medio del dolor,
aquel gozo que no puede manchar ni el sufrimiento, ni la tristeza,
ni el desamparo, ni la perdida de algo o alguien que queremos
mucho. Es el gozo que brilla a través de las lágrimas y que nada,
ni en la vida ni en la muerte, puede arrebatar.
Este gozo se nutre del amor que hemos estudiado en la lección anterior. Porque el amor
derramado en nosotros y volcado a nuestro alrededor, nos llena de ese gozo inenarrable.
Por el contrario, la ausencia de ese amor nos llena de tristeza, ira, amargura, desasosiego y
oscuridad.

¿QUÉ ES Y QUÉ PRODUCE EL GOZO SEGÚN LA BIBLIA?

27
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

La palabra griega para gozo aquí es “cara”. Básicamente se refiere al “gozo que se funda-
menta en Dios y no en la religión” (ver: Salmo 30:11; Romanos 14:17; 15:13; Filipenses
1:4; 25).
* La alegría y felicidad que otorga el mundo es muy frágil (Job 20:4-5). Puede hacer
fiestas, bochincheras, risas, cantos, bailes y algazaras, pero todo es superficial, de
corta duración y fácil de esfumarse. Depende de las circunstancias. Depende de lo
que uno tiene. desaparece cuando se lo quitan. Depende del dinero que tenemos en
el bolsillo, de la salud que disfrutamos, de la sonrisa del ser querido. Desaparece
como arte de magia cuando no se logra lo que se ambiciona. Desaparece si hay mal
tiempo, si no ganó nuestro partido político, si perdió nuestro equipo de futbol, si nos
cortaron mal el cabello en la peluquería o la modista nos arruinó la tela, si falta o le
sobra sal a la comida. En una palabra, si tengo que lo que quiero, soy feliz, pero
quiero más. Si no lo tengo soy desdichado (Eclesiastés 2:10-11; 11:8).
* Pero el gozo del Señor se auto-abastece. Está fundamentado y se nutre en Dios y
proviene de caminar de la mano de nuestro gozoso Señor. Está asegurado contra
todo accidente y riesgo. No depende de las circunstancias inestables de la vida. Es
intocable, sereno, autónomo y autosuficiente. (W. Barclay)
* El gozo del Señor nos da fuerza (Nehemías 8:10). El desaliento, la tristeza y el pesi-
mismo nos debilitan, nos quitan las fuerzas y aun nos pueden paralizar. El gozo nos
da bríos, vigoriza nuestros huesos y músculos, activa nuestra circulación, vitaliza
nuestra alma y espíritu. Nos da fortaleza en la adversidad (Habacuc 3:17-18).
* El gozo del Señor nos sana (proverbios 17:22; Isaías 61:1-3). La depresión, la an-
gustia, la amargura, el rencor, el temor, etc., son la causa de las llamadas enferme-
dades psicosomáticas. Según los médicos el 85% de las enfermedades son provoca-
das por emociones negativas (por ejemplo: ulceras gástricas, asma, ciertas reaccio-
nes cutáneas, artritis, etc.). La alegría del Señor desplaza todas esas emociones ne-
gativas. Realmente nos sana. Sana nuestra mente, nuestro corazón, nuestro cuerpo.
* El gozo del Señor nos hermosea (proverbios 15:13). Cosméticos, gimnasia, pelu-
quería, buena ropa y calzado elegante, adornos y accesorios ¡Cuánto cuestan!... aquí
tenemos un método gratis que no falla. Da brillo a la mirada, colorea delicadamente
el rostro, da garbo y soltura a nuestros movimientos y elasticidad a nuestro caminar.
No importan nuestras proporciones (o desproporciones) y dimensiones físicas, no
importa las arrugas y flacidez de la edad, no importan las imperfecciones. Cuando
irradiamos alegría, entusiasmo, cuando nos sale el gozo del Señor por todos los po-
ros ¡somos hermosos!
* El gozo del Señor influencia el ambiente que nos rodea, es contagioso y le hace
propaganda al Evangelio (Salmo 126:2). ¡Qué diferencia hay entre el hogar donde
reina el gozo del Señor y otro donde hay desesperanza, angustia y amargura! ¡Qué
luminoso, colorido y ligero es el primero! y ¡qué deprimente, oscuro y pesado es el
segundo! Tanto el gozo como la amargura son altamente contagiosos. El hogar, el
taller, la oficina, el aula, la fábrica, la congregación, ¡todo se impregna!... y ¡nada
puede resistirse a la influencia poderosa de un cristiano gozoso!
* El gozo del Señor es un mandamiento (leer en clase y estudiar a solas los siguientes
pasajes) Deuteronomio 26:11, Nehemías 8:8-10, Joel 2:23, Sofonías 3:14, Mateo
5:12, Filipenses 4:4, 1° Tesalonicenses 5:16. Los salmos están llenos de exhortacio-
nes al gozo y la alegría (2:11, 5:11, 32:11, 33:1, 68:4, 97:12… y muchos más)

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

* El gozo del Señor no es ese signado de liviandad (Proverbios 14:13; 15:21). No es


el que se expresa en una conversación superficial y alocada, en desbordes, chistes
livianos, chistes evangélicos (que tanto abundan) sobre pasajes bíblicos, canciones,
sermones, bromas pesadas que disminuyen al otro o destacan sus defectos; chistes
sobre temas sexuales, etc. En el gozo del Señor están también las risas, alegría, can-
tos, danza, fiestas, buena comida, aun algarabía, bochinche y chistes y bromas tam-
bién, pero dentro de un marco de pureza, equilibrio, respeto, consideración y amor.
Es interesante ver en el Antiguo Testamento como Dios mandaba al pueblo de Isra-
el a alegrarse, hacer fiesta, comer, etc. (Deuteronomio 12:7,21; 14:26)
* El gozo del Señor no es un estado de ánimo, sino una actitud constante, una condi -
ción permanente del Espíritu.

LOS YUYOS QUE AHOGAN EL GOZO


 Contrario al gozo es el temor, angustia, ansiedad, preocupación.
 El temor al futuro, a las enfermedades, a las calamidades, a la crisis económica, a la
vejez, al desprestigio, etc.
 Contrario al gozo es el rencor, la amargura, la falta de perdón.
 Contrario al gozo es el desaliento, desanimo, desesperanza.
 Contrario al gozo es el descontento, desagrado, la ambición descontrolada.
 Contrario al gozo es la depresión.
 Contrario al gozo es la falta de fe, dudas, pesimismo.
 Contrario al gozo es la falta de gratitud.

¿EN QUÉ Y POR QUÉ DEBEMOS GOZARNOS SEGÚN LA BIBLIA?


 Por Dios mismo (Salmo 89:16, 149:2; Habacuc 3:18)
 Por Cristo (Lucas 1:47)
 Por el Espíritu Santo (Romanos 14:17)
 Por la salvación y elección (salmo 21:1; Isaías 61:10; Lucas 10:21)
 Por la libertad (Salmo 105:43; Jeremías 31:10-13)
 Por la bondad y bendición del Señor (2° Crónicas 7:10; Joel 2:23-24; Salmo 92:4)
 Por la protección y sostén de Dios (Salmo 5:11-16, 16:8-9; 28:7, 63:7)
 Por la bendición de Dios en nuestra vida (Jeremías 32:41; Deuteronomio 30:29;
Isaías 65:19)
 Por poder ir a la casa de Dios (Salmo 122:1)
 Por cada día que nos concede (Salmo 118:24)
 Por servir al Señor (Salmo 100:2)
 Por los que se convierten a Cristo (Lucas 15:7.10; Hechos 15:3)
 Por los creyentes que crecen y maduran (1° Tesalonicenses 2:19, 3:9; Filipenses
4:1, 1:7; 3° Juan 1:4)
 Por las oraciones contestadas (Juan 16:24)
 Por las persecuciones (Mateo 5:11-12)

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

 Por las pruebas, dolores y calamidades (2° corintios 6:10, Santiago 1:2; 1° Pedro
1:6; Isaías 35:10)

CAUSANTES MÁS COMUNES DE NUESTA FALTA DE GOZO


El pecado no confesado, el sentimiento de culpa, los remordimientos (Salmos 51:8,12): el
sentimiento de culpa es bueno y saludable en cierta medida si nos conduce al arrepenti-
miento y la confesión. De lo contrario, es dañino y destructivo. ¿Por qué decimos que es
saludable si nos conduce a confesar? Porque la confesión nos lleva al perdón (1° Juan 1:7).
Y el perdón se nutre de la gracia. ¡Y aquí hay algo interesante!... las palabras gracia y gozo
tienen la misma raíz en riego. Por lo tanto, cuando la gracia de Dios nos otorga el perdón,
entonces nos llenamos de gozo. Esa fue la experiencia de David en el Salmo 51 (leer a so-
las todo el capítulo). O sea, que el proceso fue así:
1- Pecó
2- Se arrepintió
3- Confesó
4- Llamó a la puerta de la gracia
5- La gracia le otorgó el perdón
6- El perdón le quitó la culpa y… ¡restituyó el gozo de la salvación!... (Salmo 51:12,
32:5,7,11)

El sufrimiento y el dolor: El sufrimiento siempre nos conmociona. Somos seres humanos y


reaccionamos con espanto, incredulidad, confusión, desolación, tristeza. Bajamos la mirada
del Señor y las olas del dolor nos anegan (Mateo 14:28-31). El gozo desaparece. Solo vol-
viendo a levantar la mirada, solo volviendo a aferraros a Jesús, lo podremos recuperar.

Los traumas, complejos, fobias: el complejo de inferioridad por la causa que sea y cual-
quier otro complejo. Los traumas que se originaron en nosotros por experiencias negativas,
las fobias y temores ilógicos, son todas fortalezas de Satanás que ahogan el fruto del gozo
en el creyente. Pero Dios es poderoso para derribar esa fortaleza (2° Corintios 10:4-5) y
tonificarnos t sanarnos con el remedio etiquetado gozo (proverbios 17:22).

¿COMO SE OBTIENE EL GOZO DEL SEÑOR?


Como ya sabemos el gozo como fruto del Espíritu Santo ya está en nosotros. Pero también
hemos visto que hay muchas cosas que pueden ahogar ese gozo. ¿Qué podemos hacer no-
sotros para salir a la superficie ese gozo?
Ese gozo no nos vendrá por las filosofías tan en boga hoy en día que, lamentablemente han
confundido aun a algunos creyentes. Ellas son: el pensamiento positivo, el control mental,
la meditación trascendental, la armonía con el universo, el atraer las buenas ondas, etc.

30
El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

Todo esto es optimismo prefabricado. Es la bijouterie barata, la joya falsa que quiere imitar
a la verdadera. Es hueco e inestable.
El verdadero gozo del Señor se incrementa por:
* Por la confesión de pecados (Proverbios 28:13). Esto ya lo vimos en el punto ante-
rior. Solo agregaremos que únicamente un corazón limpio y puro, que no esconde
ningún pecado, puede tener el gozo del Señor.
* Por la lectura de Su Palabra: Cuando la lectura y la meditación de la Biblia llega a
hacerse en nosotros una práctica diaria será fuente de grande gozo y podremos can-
tar a dúo con el rey David los siguientes Salmos: 119:14. 16:24, 47, 54, 70, 111,
117, 162, 171, etc. Y con el profeta Jeremías (Jeremías 15:16).
* Por la oración (Juan 16:24): Pocas cosas pueden producirnos una alegría tan grande
como la que da una oración contestada. Crece nuestra fe y se hace una cadena. La fe
nos hace orar más, y las respuestas a nuestras oraciones nos dan más fe. Y todo eso
va inundando nuestro corazón de un gozo incomparable.
* Por la alabanza y la adoración:
 Todo el libro de los Salmos nos insta a: alabar y adorar con gozo, alegría y
júbilo. Con algazara, con música, con todo tipo de instrumentos, batiendo
palmas, danzando, gritando y aclamando, etc. Todas estas son expresiones
que solo pueden ser producidas por el gozo.
 Son tantos los versículos que nos mandan a alabar al Señor con gozo que no
podemos mencionarlos todos. Solamente citaremos algunos: Salmo 95:1-2,
98:4, 100:1.2, 149:1-5, 150:1-6.
 Esta alabanza puede hacerse a través de la oración hablada, a través de can-
ciones cantadas y ejecutadas en instrumentos, a través de conversaciones
con otros hermanos, y también postrados en silencio e muda adoración en la
presencia de Señor.
 La alabanza tiene un fuerte poder sobre Satanás. Como alguien lo expresó:
la alabanza es el detergente que limpia la atmósfera de ñas huestes demo-
níacas. Y eso es muy real en la vida cotidiana. A veces estamos tristes y
desalentados. Empezamos a alabar al Señor aunque sea con esfuerzo, o sea,
sacrificio de alabanza (Hebreos 13:15). Empezamos a cantar coros de ala-
banza, vez tras vez. Proclamamos con voz audibles las virtudes del Señor. Si
tenemos un pasa-cassets, escuchamos cantos de alabanza vez tras vez, nos
unimos al canto aunque sea con voz ahogada por las lágrimas. Y entonces
empieza una reacción en cadena. La presión sobre nosotros cede. Recupera-
mos la vitalidad. Nuestros ojos empiezan a brillar. ¡Ha vuelto el gozo del
Señor en nuestro corazón!
 La alabanza en medio de la congregación nos llena de gozo (salmo 42:2;
Esdras 6:22, Salmo 22:22,25, 149:1.2).

PARA MEDITAR
1. Volver a leer los versículos de esta sección seleccionando uno o dos para meditar
profundamente.
2. Si te sientes desanimado reposa en los versículos del punto ¿En qué y por qué debe-
mos gozarnos según la biblia?

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

3. Medita en la actitud de Pablo y Silas en la cárcel (Hechos 16:24-25)


4. Medita detenidamente en este aspecto del carácter de Jesús: Jesús era gozoso, posi-
tivo, feliz, optimista.

PARA REFLEXIONAR
1. En las 24 horas que el Señor me regala día a día. ¿Qué porcentaje de ese tiempo
siento gozo?
a. ¿todo el tiempo?
b. ¿A menudo?
c. ¿De vez en cuando?
d. ¿Muy pocas veces?
e. ¿Nunca?
2. ¿Tengo una actitud agradecida, positiva y gozosa con los que me rodean?
3. Si estoy en el hogar, ¿hay más alegría y optimismo o más tristeza, pesimismo y
amargura?
4. Si estoy en una reunión, ¿Hay más animación o pesadez o no pasa nada?
5. Cuando estoy en mi lugar de trabajo, o en el aula, ¿es más luminoso y alegre o más
quejoso, pesimista; o en la cola del supermercado o del banco? ¿Qué irradia mi pre-
sencia en todos los lugares donde me muevo?
6. ¿Qué es lo que me ha quitado el gozo últimamente? ¿qué área de mi vida está más
floja en el tema del gozo?
7. ¿quiero de veras que el fruto del gozo crezca, madure, y se manifieste en mi vida?
8. ¿Estoy dispuesto a rendirme al Espíritu Santo y permanecer en Cristo, en el gozo
igual que en el amor?

PARA ORAR
“Señor, gracias por hacerme entender que el gozo más completo y perfecto que pueda exis-
tir es mi herencia en Ti. Tú me legaste a mí, ________________________________, este
maravilloso gozo. ¡Gracias, Señor! Pero te confieso mi pecado contra el gozo. Mi gozo fue
opacado por __________________________. Señor, perdóname y lávame en tu preciosa
sangre. Restituye el gozo de tu salvación. Que tu gozo crezca en mí, día a día, de forma que
no se pueda ocultar. ¡Gracias, Señor! Amén.

PARA CANTAR
1. //El gozo del Señor mi fortaleza es//
Su gozo sin medida El me da
Si tiene este gozo puedes hoy cantar
Si tienes este gozo puedes hoy gritar
Si tienes este gozo puedes hoy saltar
Su gozo sin medida El me da.

2. /Yo tengo paz y gozo en mi corazón,


Porque Jesucristo a mí me libertó/
Me libertó, me libertó de las cadenas me libertó.

3. Yo tengo //gozo en mi alma// y en mi ser.


Es como un //río de aguas vivas//en mi ser.
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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

4. Me alegraré, me alegraré, me alegraré en el Señor


Con aceite El me urgió y mi copa rebosa ya.
Sus mercedes y su bondad cada día me seguirán.

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LECCIÓN 4:

Paz
“LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY. YO NO LA DOY COMO EL MUNDO LA
DA, NO SE TURBE VUESTRO CORAZON NI TENGA MIEDO” (Juan 14:27)

Hay un gran parecido entre este tema y el anterior. Tanto que vamos a tener que repetir
conceptos ya analizados en el tema gozo, porque se aplica perfectamente también a la paz.
Podemos decir entonces que la paz y el gozo son hermanas siamesas, donde esta uno está el
otro, y no puede estar uno si no está el otro. También podríamos compararlo a un pájaro
con sus dos alas. Una se llama gozo, la otra paz. No se puede volar con una sola ala, hacen
falta dos. El creyente que aprende a hacer uso de estos maravillosos recursos que Dios le ha
otorgado, semejante a un águila, puede remontar vuelo muy arriba de las altas y escarpadas
montañas. En efecto, el gozo y la paz le ayudaron a sobre volar por encima de las circuns-
tancias adversas y difíciles de la vida y quizás más que ningún otro recurso.
Es interesante saber que las palabras gozo y paz juntas llegaron a ser muy usadas en la igle -
sia primitiva. Hoy en día también es así, y muchas de nuestras canciones incluyen las dos
palabras juntas.
La palabra paz aparece en la Biblia 211 veces y con sus derivados supera del 250. ¡Esto es
admirable! Por el otro lado, al igual que gozo, es también realmente lamentable la falta de
paz que se observa en tantos creyentes. Hay discordias dentro de las congregaciones. Hay
discordias en las relaciones familiares, vecinales, laborales. Hay muchos cristianos que
sufren depresión. Otros con muchas amarguras y rencores. Otros con mucha confusión y
desorientación. ¿Por qué será?
También aquí nuestro ladrón y salteador (Juan 10:1) anda muy ocupado saqueando la paz
dentro del pueblo de Dios. Esto nos demuestra qué valor tan inmenso tiene la paz. Porque
un buen ladrón solamente roba objetos de mucha valía. ¿Qué mejor para arruinar a un cre-
yente que quitarle la paz y el gozo?
Pero, la paz es un aparte inherente de nuestro Señor Jesucristo.
 Uno de los nombres de Jesús es Príncipe de Paz (Isaías 9:6)
 El cántico de los ángeles anunció que Jesús traía paz (Lucas 2:14)
 Jesús antes de irse prometió dejarnos su paz. (Juan 14:27)
 Al evangelio de Cristo que nosotros hemos creído y seguido, se lo llama el evange-
lio de la paz. (Efesios 6:5)
Si damos una mirada al mundo que nos rodea a través de los diarios, los noticieros, de la
radio y la televisión, ¿Qué encontramos? Gente en guerra en muchas partes del mundo,
peleas internas en nuestro país, los gremios, los partidos políticos, etc. Asesinatos por todos
lados, hogares que discuten, pelean, se divorcian cada vez más. Gente que toma pastillas de
todos los colores para tranquilizarse. En efecto, nos dicen que los psicofármacos son uno de
los medicamentos de más venta. Los ruidos que pueblan este mundo nuestro son espanto-
sos. Aviones, autos, motos, maquinas, radios y televisores a todo volumen, música a mu-
chos más decibeles de lo que el oído humano puede soportar. ¿Es de extrañarse que el mun-
do esté más alienado y revuelto que nunca?

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El fruto de Espíritu Santo Sara de Díaz

Solo hay un remedio para esto, y nosotros lo tenemos: es la paz de Dios. Dijimos en el
tema anterior y en este también, que la venida del Señor fue anunciada como Nuevas de
gran gozo. ¿Y cuál es el contenido de esa gran nueva?

Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz.

Esta es la gran noticia que tenemos para dar a este mundo enfermo ¡Que Dios les ofrece
paz! Hoy más que nunca necesitamos que el pueblo de Dios proclame, viva y haga bien
visible a este mundo necesitado este hermoso fruto llamado paz. Por eso, acerquémonos a
éste estudio con un corazón abierto y una firme determinación que Dios haga crecer y ma-
durar dentro nuestro ese fruto tan especial y tan anhelado.

¿QUÉ ES LA PAZ SEGÚN LA BIBLIA?5


La palabra griega que traducimos paz al castellano es eirene. Tiene dos significados. Uno
es el que conocemos: significa tranquilidad y serenidad en un país y orden en los pueblos.
Pero el otro tiene una connotación mucho más profunda. Significa esa tranquila serenidad
del corazón proveniente de la plena conciencia de que nuestro tiempo y nuestra vida está
en las manos de Dios.
Cara y eirene (gozo y paz) eran nombres muy comunes en la iglesia y muchas veces se los
encontraba juntos. 6
La palabrea eirene del Nuevo Testamento representa la palabra hebrea Shalom del Antiguo
Testamento. 7

5
Según el diccionario la palabra paz significa ausencia de guerra. Es las relaciones políticas o internacionales
es el estado que sigue a la cesación de hostilidades. Para muchos significa la ausencia de ruidos o disturbios.
Pero todos estos significados son limitados y realmente empobrecen la palabra. En la Biblia tiene un signifi-
cado mucho más amplio y más positivo. Veámoslo.
6
Tomado de El nuevo testamento comentado de W. Barclay. Vol. 10.
7
En la antigua versión llamada septuaquinta, que es la versión griega del Antiguo Testamento, se usa la
palabra griega eirene para la palabra hebrea Shalom.

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