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Tú sabes que me gusta escribir, que muchas de las cosas que he escrito, las escribí
para Dios, y está no es la excepción, pero también va dirigida a ti, pues veras, me he estado
“esforzando” por ser mejor cada día, pero en ese esfuerzo se me ha olvidado algo muy
importante, y es que absolutamente todo debo hacerlo como si fuera para Dios, el ejercicio
de conquistarte también debo hacerlo como si fuera para él, pero qué crees, he creído que
preocupaciones en mí.
no sé cómo portarme, no había llegado tan lejos en una relación y de aquí en adelanté es
mera misericordia de Dios he improvisación, recordando todo este año que hemos vivido
juntos, llego a conclusión de que, no he tenido nada más serio en mi vida que mi relación
contigo, ha sido algo tan bonito, pero también algo que me ha enseñado mucho, algo que
hecho de que siento miedo, mucho miedo, pues no quiero dañar a nadie, pero tú tienes
razón, el querer como el hacer deben ir juntos, no quiero hacerte daño, y no lo voy a hacer,
pues si hay algo que quiero en este mundo es estar a tu lado y disfrutar todo lo que Dios
ponga de ahí en adelante, te veo y es que no puedo engañar al corazón, no puedo, estas en
mi mente, en mis oraciones, estas en mis sueños, en mis planes, estas en mi vida, lo bueno
es que Dios lo sabe, ya lo he dicho muchas veces, pero me encanta lo que eres y en lo que
te has convertido, una mujer con mucha calma, serena, y especialmente sabia, prudente,
gracias por tenerme paciencia, gracias por no irte aun sabiendo el tremendo revoltijo que
soy.
Nunca había estado en esta situación en mi vida, de tener que esperar aferrado a
Dios, a veces siento que me muero en serio, pero luego puedo seguir y descargar todo en
Dios, esta locura de quererte me ha llevado a la cordura de sentarme a planear toda una vida
con Dios a tu lado, y es que todo lo que quiero contigo es serio. Podría escribir miles de
hojas de todo lo que me gusta de ti y me quedaría sin palabras, pues recuerdo que cuando
volví a la ciudad, no esperaba verte y llegar a sentir algo, pero jeje, no puedo engañar al
corazón, cuando te dije que me gustaba alguien, era yo mismo tratando de no sentir nada
por ti, pero aun así seguía queriendo ayudarte en todo y buscando la manera de que
estuvieras bien, seguía viéndote danzar, viéndote reír, y corriendo tras de ti cada vez que
necesitabas algo, aun sabiendo que no pasaría nada entre los dos, pero paso, jeje, y fue lo
más hermoso que me haya pasado, alguien que con toda sinceridad me diga siento lo
mismo por ti, que maravillosa manera de terminar el año, y es que pase de haber perdido
toda esperanza a sentir que ya todo estaba dado, y empecé a construir algo hermoso, pero
también empecé a construirme a mí mismo, y quizás no yo, sino Dios, pues si había alguien
que no sabía que era amar y querer a alguien de verdad ese era yo, me había acostumbrado
a correr, a que cuando algo se ponía muy serio le huía, mi reacción era correr, y aunque he
tenido mucho miedo de no poder ser lo quiero contigo, me he aferrado a Dios, y recuerdo
que estoy construyendo un fundamento, basado en el amor y compresión que viene de Dios,
aunque mis luchas, dudas y temores vengan, debo buscar a ese hombre que siempre me ha
ayudado, y está vez, he encontrado a alguien que me lleva a buscarle, que me guía a hablar,
alguien que me ayuda a ser mejor, y alguien que ha decidido quedarse por encima de lo que
soy, pero lo mejor de todo es que, esa persona no me justifica, si no que me impulsa a
cambiar todos mis errores, la verdad no se si lo haya hecho bien, pero aquí sigo, te quiero
demasiado, eres un vaso frágil que hasta ahora no he podido cuidar de la manera en que
quiero, y es que la manera en que quiero hacerlo es perfecta, porque para mí tú lo eres, eres
increíble, y no es solo el hecho de que tu causes ese sentimiento, sino que lo causes y poder
cuidarlo y regarlo día a día. Gracias por estar MIQUITA. TE QUIERO DEMASIADO, por
muchos años más a tu lado, gracias por tus consejos y tus enojos, tú me has enseñado