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INTRODUCCIÓN

Pecar por conocer


Primer paso para salir de la minoría de edad

Para realizar esta nota de introducción consulté una serie de


textos y tuve en mi escritorio la Biblia, Platón, Agustín, Kant,
Feuerbach, Marx, Engels, Nietzsche, Kaustky, Hainchelin,
Sartre, Reich y otros. Sin embargo, luego de consultarlos
a saltos y zancadas, como diría Montaigne, sacar apuntes
y glosas, resolví no teorizar nada basado en las fuentes
señaladas, sino inferir ideas y escribir de corrido estas
sintéticas cuartillas para que sirvan como inicios a este libro,
por lo que solo citaré lo que sea absolutamente necesario.
He aquí el resultado:

Algunos autores sostienen que nuestra especie no debe


llamarse Homo Sapiens sino Homo Religiosus porque, desde
que apareció en el planeta, la religión ha sido su distintivo.
En efecto, a pesar de que la religión todo y nada explica, ha
ayudado a vivir, indispensablemente, a los seres humanos
más elementales.

La palabra religión proviene del latín re-ligare, esto es,


re-ligar, re-unir, a los hombres con Dios, después que
estos rompieron el pacto con Él por sus desobediencias,
intrepideces y pecados. Es decir, la religión es la segunda
Prolegómenos a la Filosofía José Gabriel Coley
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oportunidad de salvación para volver al paraíso perdido Una vez instalada la divinidad, fue proclamada como
y vivir la verdadera vida en el cielo, sin sufrimientos, sin suprema causa de causas incausada, el árbitro y el dispensador
muerte, a condición de que cumplan en la tierra las leyes absoluto de todas las cosas: el mundo fue ya nada, la divinidad
divinas, las cuales coinciden en esencia en todas las religiones. lo fue todo; y el hombre, su verdadero creador, después de
Pues, a pesar de los diferentes matices que existen entre haberla sacado de la nada sin darse cuenta, se arrodilló ante
cada una, no son más que la sublimación de las normas de ella, la adoró y se proclamó su criatura y su esclavo.
conducta que deben observar los individuos para que una
sociedad determinada sobreviva. Por eso, históricamente, El cristianismo es precisamente la religión por excelencia,
los Estados —hasta los modernos e incluso los socialistas— porque expone y manifiesta, la plenitud, la naturaleza,
en última instancia son teocráticos, porque Dios es la fuente la propia esencia de todo sistema religioso que es el
absoluta de toda autoridad, de todo poder y, por supuesto, empobrecimiento de la humanidad, el sometimiento y el
de todas las leyes. apocamiento de los hombres en beneficio de la divinidad.
El cristianismo, además, representa un sistema sincrético de
Como afirmara Kautsky (1980): “Todas las religiones, con sus Occidente ya que reúne creencias, mitos y tradiciones de
dioses y sus semidioses y sus profetas y sus mesías y sus santos, diferentes religiones del mundo, las cuales las ha incorporado
han sido creadas por la fantasía crédula de los hombres, que a su ser, incluyendo hasta concepciones paganas.
no habían llegado aún al pleno desenvolvimiento y a la plena
posesión de sus facultades intelectuales. En consecuencia, Y continúa Kautsky (1980):
el cielo religioso no es otra cosa que un milagro donde el
hombre, exaltado por la ignorancia y la fe, vuelve a encontrar “Para el cristianismo, siendo Dios todo el mundo real, el
su propia imagen, pero agrandada y trastocada, esto es, hombre no es nada. Siendo Dios la verdad, la justicia, el
divinizada”. bien, lo bello, la potencia y la vida, el hombre es la mentira,
la iniquidad, el mal, la fealdad, la impotencia y la muerte.
La historia de las religiones (que comenzó con la mitología), Siendo Dios el amo, el hombre es el esclavo”.
la del nacimiento, la grandeza y la decadencia de los dioses
que se sucedieron en la creencia humana, no es nada más Los cristianos dicen que en la Biblia está todo, hasta la
que el desenvolvimiento de la inteligencia y de la conciencia salvación, desde el Génesis hasta el Apocalípsis. A propósito,
colectiva de los hombres. A medida que en su marcha quiero puntualizar lo siguiente:
progresiva descubrían —fuera en sí mismos o fuera en la
naturaleza exterior— una fuerza, una cualidad o un gran Todos los libros sagrados de todas las culturas nos cuentan
defecto cualquiera, lo atribuían a sus dioses, después de sobre cómo el hombre perdió el paraíso, pero no cómo
haberlos exagerado y ampliado desmesuradamente, como lo recuperarlo aquí y ahora, terrenalmente, sino de manera
hacen de ordinario los niños por un acto de fantasía producto celestial y después de la muerte.
de su inocencia o ignorancia. Gracias a esa modestia y a esa
piadosa generosidad de los hombres creyentes y crédulos, Según la Biblia judeo-cristiana (1986) predominante en
el cielo se ha enriquecido con los despojos de la tierra y, por Occidente, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por
una consecuencia necesaria, cuanto más rico se volvía esté, culpa del pecado original (Génesis) que se transmitirá por
más miserable se volvía la tierra, afirma Kautsky (1980). herencia hasta el juicio final (Apocalipsis).
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En ese paraíso lleno de árboles frutales, Eva y Adán, —en para entenderlo, someterlo y construir su propio paraíso,
estado de inocencia total (o sea ausencia de conocimiento, sin la ayuda de ese Dios egoísta y castigador sino a través de
luego ignorancia) — son tentados por una serpiente que “era su propia razón. Esto es, con el “sudor de su frente”, luego
el más astuto de todos los animales que Yahvé Dios había cabeza, luego cerebro, luego pensamiento. Deseo recordar
hecho”, quien impulsa a Eva y luego a Adán, a comer del de paso que la fascinación del hombre por la serpiente se
fruto del árbol prohibido explicando: “De ninguna manera manifiesta en Esculapio, Shiva, los dragones chinos, los
moriréis. Es que Dios sabe bien que el día en que comeréis amerindios, Cleopatra, etc., que no solo en la Biblia hebrea.
de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores Es universal.
del bien y el mal… y como viese la mujer que el árbol era
bueno para comer y apetecible a la vista y excelente para No obstante, el paraíso —utopía prefigurada o no— se ha
lograr sabiduría, tomó su fruto y comió”. ido construyendo a pesar de todas las religiones, a través de
miles y miles de generaciones, con base en el conocimiento,
¡El pecado estaba consumado! el entendimiento y la utilización del mundo para el bien-
estar ascendente de la humanidad como un todo unitario. La
Al respecto pregunta el filósofo Wilhelm Reich (1982): “Si verdadera salvación de nuestra especie es el conocimiento
el árbol es un árbol del conocimiento, para conocer las para la acción y superación. Así surgió la ciencia y la
diferencias entre el bien y el mal, ¿Qué hay de malo en tecnología que le han permitido al hombre ser ilustrado y
comer de sus frutos? Y, si los comes, ciertamente podrás servirse de su propia razón, como diría Kant, alcanzando
seguir mejor y no peor los caminos de Dios (…) la “mayoría de edad” para no regresar jamás al fondo de la
caverna de Platón y poder ver la luz perpetua sin depender
“A través de todas las edades, el hombre se ve perseguido de ningún Dios y, sobre todo, sin prohibiciones. Todo está
por la necesidad de conocer a Dios, de seguir los caminos servido. ¡Salud! Y recuerden: Pecar por conocer no es pecar.
de Dios, de vivir el amor de Dios y la vida de Dios; y cuando Al contrario, os hará libres…
comienza a hacerlo se le castiga, se le expulsa del paraíso y
se le condena a la miseria eterna…”

Una vez se consumó el “pecado”, continúa la Biblia (1980):


“Entonces se les abrieron a ambos los ojos, y se dieron cuenta
que estaban desnudos; y consiguieron hojas de higuera y se
hicieron unos ceñidores”.

Es decir, el comer del fruto del árbol prohibido significa,


además, que se conocieron genitalmente y luego se
avergonzaron. Pecaron por conocer y por eso fueron
expulsados de Edén. La más hermosa serpiente de Dios,
creada por Él mismo, símbolo de la vida y del órgano sexual
masculino, los había seducido. Salieron del paraíso por amor,
no para morir sino para perpetuarse, a través de sus sexos,
pero sobre todo por conocer; no solo al sexo sino al mundo;

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