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21ABR 2016
Las Bistecs, un dúo musical catalán formado por Carla Moreno y Alba Rihe,
“dedicado al electro-disgusting para público especializado y avanzado” como
ellas mismas se definen, lo expresaron divinamente en su
temazo HDA (Historia del Arte). En su vídeoclip, las barcelonesas recuerdan
con tedio algunos de los más famosos pintores (hombres) y se vanaglorian de
la llegada de Cecilia Giménez Zueco, la célebre “restauradora” del Ecce
Homo de Borja, a la Historia del Arte:
En la Europa del Siglo XII, con la llegada de las primeras universidades, las
mujeres volvieron a quedarse en la puerta de la calle porque los nuevos
centros educativos superiores solo estaban dirigidos a los varones. Así que si
eras rica, o te casabas o te metías a monja, y se eras pobre, te casabas y a
trabajar. Además, dependiendo de donde nacieras la cosa podía variar. Si
durante el Humanismo en Italia las clases altas comenzaron a dar educación a
las jóvenes y muchas llegaron a ser mujeres cultas, en la España Barroca del
Siglo XVII, por el contrario, la Contrarreforma asfixió un poco más a las
mujeres, que se vieron sometidas al encierro doméstico y a la incultura. Eso
en el mejor de los casos, porque si pensamos que el principal instrumento de
la Contrarreforma fue la Inquisición, lo más bonito que le hacían a aquellas
que osaban destacar en cualquier práctica no apta para seres con vagina
(blasfemas, herejes y brujas) era desgarrarle los senos con este bonito
instrumento.
El Desgarrasenos: Así se las gastaba, la Inquisición
Y, sin embargo, pese a las barreras en las sociedades del pasado que excluían
del mundo del arte a las mujeres, hubo excepciones. Mujeres que pese a todo,
lograron dedicarse a su vocación; aunque, por lo general, a éstas como a las de
Altamira, tampoco se las conoce porque la tendencia habitual ha sido ignorar
el arte de las mujeres, no solo en las artes plásticas, sino en la generalidad del
mundillo.
Afortunadamente, cada vez son más las mujeres que con su activismo y con
boicots como el del Festival del Cómic ce Angulema,visibilizan la
invisibilidad de las mujeres en el mundillo artístico. Y lo que es aún mejor,
muy de vez en cuando llega a la Historia del Arte una Cecilia Giménez y
planta un pino.
BONUS TRACK
Ana Belén Rivero: Somos pobres en euros pero ricos en pelos de coño