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Amor fiel

Semana 1
Pasaje del día. Oseas 1:1 Esta es la palabra del Señor que vino a Oseas
hijo de Beerí durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes
de Judá, y durante el reinado de Jeroboán hijo de Joás, rey de Israel.
2 Reyes 14:23-29

Observaciones. Según el análisis previo de la guía de estudio esto es


dirigido a la tribu de Efrain, es decir a Israel o reino del norte. Un
pueblo que conoce a Dios pero que ha decidido vivir su vida de la
forma que desea y no de la forma que agrada a Dios, pero también
menciona los reyes de Judá, la tribu que estaba en una forma mas
alineada con la voluntad de Dios, tenía el sacerdocio levítico pero,
que también necesitaba reconocer sus errores graves pues el que
mas conoce es el que mas compromiso tiene.

Aplicación. El pueblo del Señor somos todas nosotras, algunas


hemos escuchado de Dios desde pequeñas, no podríamos
argumentar ignorancia de la existencia de un Dios que se revela a
nosotras no con una prédica directamente pero si con conocimiento
aunque sea ligero de El. A pesar de esto las actitudes que tenemos no
se interesan en agradarle y vivimos totalmente alejadas de su
voluntad. Esas así seriamos como el reino de Israel. El Reino de Judá
somos las que sabemos de la Biblia, hemos estado en una iglesia,
conocemos a Dios, le hemos servido pero, un día decidimos vivir a
nuestra manera, muy a pesar de todo lo que conocemos, empezamos
a amar mas a esposo, hijos, trabajo o cualquier cosa y, vivimos
dependiendo de lo que a esos asuntos le agradan y nos entregamos a
ellos y olvidamos a Dios.

Oración. Señor, oro que tu Espíritu Santo guíe mi vida de tal manera
que lo que antes fui no marque mi presente, comprenda que Jesus
pagó precio de sangre para borrar mis pecados y hoy tengo
oportunidad de un nuevo comienzo. Entiendo hoy que todas hemos
pecado pero que tu eres bueno y fiel. Quiero estar atenta a tu voz y
recibir tu amor y no endurecer mi corazón a lo que se de Ti y lo que
quieres de mi. Soy tuya Jesus. Amen.
Día 3 Miércoles 13 de marzo 2019

LECTURA: Oseas 1:3 Oseas fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblayin, la cual
concibió y le dio a luz un hijo.
4 Entonces el Señor le dijo: «Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco haré que
la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezrel. Así pondré fin al dominio del reino
de Israel. 5 Ese día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezrel».
2 Reyes 17:21-23
DEVOCIONAL: Oseas 1:5
Lectura complementaria: 2 Reyes 17:7-20
Observaciones: 1. El profeta Oseas estaba recibiendo instrucciones claras para ser la
representación de toda la infidelidad de Israel y de Judá. Jehú fue un hombre unido
como rey de Israel en tiempos del rey Ocozias de Judá y Jorám rey de Israel, cumplió
la profecía dada por Elias acerca de los descendientes de la casa de Acab de Israel,
fue obediente en parte al matar a esas personas pero, también derramó mas y mas
sangre en celo como el decía, por amor a Dios.

2. Jehú fue extremadamente sangriento y sobrepasó la orden haciendo una gran


masacre con saña, pero ademas después que hizo la matanza se dedicó a seguir los
pasos de Jereoboam hijo de Nabat, el que había desviado a Israel en idolatría y
perdición cuando fue rey. Es decir que esa obediencia en su sabiduría no era tan
muestra de amor a Dios pues no le obedeció en serle fiel.

Aplicación: La palabra de Dios siempre se va a cumplir, esa profecía que dice


“quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel” es como si Dios dice en este tiempo
“se acaba el tiempo en que ustedes harán lo que quieren de la forma que lo quieren
hacer porque no conocían mi voluntad, es tiempo que aprendan a hacer a como yo les
mando, obedeciendo íntegramente lo que les demande porque eso les conviene”.
Ninguna de nosotras estamos exentas de pecado, seamos Israel o seamos Judá todas
estábamos perdidas. El juicio que Dios quiere hacer es de El y no de nosotras, no
acabemos con el que está a nuestro alrededor comportándonos sin misericordia porque
podríamos terminar como Jehú, mal, adorando siempre Idolos de nuestra propia fuerza
o sabiduría, creyendo que estamos tan bien y los demás están mal. Si, quizá ellos no
tienen a Cristo pero un día así estuvimos. Si hay algo que debemos raer de la faz de
nuestra vida son las costumbres que antes teníamos que nos alejaban de Dios, el trato
es de Dios con nosotras, tratando de darnos vida nueva a nosotras. Dejemos de pensar
que se trata de Palabra para otros que ni la leen, se trata de Dios llamándonos a un
nuevo estilo de vida en las fuerzas de El y no en las nuestras como antes hacíamos.

Oración: Señor, oro que me enseñes el camino por el que debo andar, lo que te
agrada, lo que quieres que elimine de mi vida para ser un testimonio vivo de
obediencia a ti, para que sea notorio en mi vida tu presencia y eso me ayude a
ganar en amor a otros para Cristo. Señor no quiero estar en desobediencia, no
quiero enorgullecerme, no quiero olvidar que todo lo que tengo es por regalo
tuyo y no quiero ser sabia en mi propia opinión. Quiero vivir la vida que tu
diseñaste para mi. Amen.

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