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El pez paloma

En lo más profundo del océano vivía un pez llamado Pablo. Pablo era un pez de colores brillantes,
con escamas relucientes y una cola larga y elegante. Sin embargo, a pesar de su belleza y gracia
bajo el agua, Pablo anhelaba algo más: quería volar como las palomas que veía en la superficie del
mar.

Cada día, Pablo nadaba cerca de la superficie, observando con envidia a las palomas que planeaban
en el cielo azul. Soñaba con experimentar la libertad y la ligereza que sentían las aves mientras
volaban entre las nubes.

Un día, mientras observaba a una paloma blanca surcar el cielo, Pablo decidió que no podía esperar
más. Decidió que haría todo lo posible para convertirse en una paloma y cumplir su sueño de volar.

Con determinación en su corazón, Pablo comenzó a buscar una manera de alcanzar su objetivo.
Consultó con otros peces en el océano y leyó libros sobre aves y vuelo. Finalmente, después de
mucha investigación, descubrió una antigua leyenda sobre una estrella mágica que podía conceder
deseos a aquellos que eran lo suficientemente valientes como para encontrarla.

Decidido a perseguir su sueño, Pablo se embarcó en una emocionante aventura en busca de la


estrella mágica. Nadó a través de corales coloridos, exploró cuevas oscuras y enfrentó los desafíos
del océano profundo, todo con la esperanza de encontrar la estrella que lo convertiría en una
paloma.

Después de días de búsqueda, Pablo finalmente encontró la estrella mágica brillando en el fondo del
mar. Con el corazón lleno de emoción, hizo su deseo con todas sus fuerzas: quería volar como una
paloma.

Al instante, una luz brillante envolvió a Pablo, y sintió una extraña sensación en su cuerpo. Cuando
la luz desapareció, Pablo se dio cuenta de que ya no era un pez, sino una hermosa paloma blanca,
con alas fuertes y plumas suaves.

Lleno de alegría y gratitud, Pablo extendió sus alas y se elevó hacia el cielo, dejando atrás el océano
y volando libremente entre las nubes. Finalmente, había alcanzado su sueño de volar, y lo hizo con
el corazón lleno de felicidad y gratitud por la magia del mundo que lo rodeaba.

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