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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL

DESARROLLO”

INSTITUTO SUPERIOR TECNOLÓGICO PRIVADO


AMAZÓNICO

AREA : ASISTENCIA AL USUARIO ONCOLÓGICO

TEMA : MITOS DEL CÁNCER

DOCENTE : LIC. ANGELA BETANIA MENDOZA SILVA

ALUMNA : TEC. ENF. TALIA MORI ANDOA

CARRERA : TECNICA EN ENFERMERIA

CICLO : 6°

GRUPO : N° 2

2024
MITOS DEL CÁNCER
El cáncer se refiere a cualquiera de un gran número de enfermedades que se
caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen sin control y
tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido corporal normal. A menudo,
el cáncer tiene la capacidad de propagarse por el cuerpo.

El cáncer es la segunda causa principal de muerte en el mundo. Sin embargo,


las tasas de supervivencia están aumentando en el caso de muchos tipos de
cáncer, gracias a los avances en los exámenes de detección, los tratamientos y
la prevención.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas causados por el cáncer varían según la parte del cuerpo
afectada.

Algunos signos y síntomas generales asociados con el cáncer, pero no


específicos de esta enfermedad, son los siguientes:

 Fatiga
 Bulto o zona de engrosamiento que puede palparse debajo de la
piel
 Cambios de peso, como aumentos o pérdidas de peso no
intencionales
 Cambios en la piel, como pigmentación amarillenta, oscurecimiento
o enrojecimiento de la piel, llagas que no se curan o cambios en los
lunares existentes
 Cambios en los hábitos de evacuación de la vejiga o los intestinos
 Tos persistente o dificultad para respirar
 Dificultad para tragar
 Ronquera
 Indigestión persistente o malestar después de comer
 Dolor muscular o articular persistente, sin causa aparente
 Fiebre o sudoraciones nocturnas persistentes, sin causa aparente
 Sangrado o hematomas sin causa aparente.
FACTORES DE RIESGO
Si bien los médicos tienen una idea de lo que puede aumentar el riesgo de
cáncer, la mayoría de los casos de cáncer ocurren en personas que no tienen
factores de riesgo conocidos. Entre los factores conocidos que aumentan el
riesgo de cáncer, se incluyen los siguientes:

La edad

El cáncer puede tardar décadas en manifestarse. Es por eso que la mayoría de


las personas con diagnóstico de cáncer tienen 65 años o más. Si bien es más
común en los adultos mayores, el cáncer no es una enfermedad
exclusivamente de adultos, sino que puede diagnosticarse a cualquier edad.

Los hábitos

Se sabe que algunos estilos de vida aumentan el riesgo de padecer cáncer.


Fumar, beber más de una copa de alcohol por día en el caso de las mujeres y
hasta dos copas por día en el caso de los hombres, la exposición excesiva al
sol o las quemaduras por el sol frecuentes con ampollas, tener obesidad y
tener sexo sin protección pueden contribuir a causar cáncer.

Puedes cambiar estos hábitos para disminuir el riesgo de padecer cáncer,


aunque algunos hábitos son más fáciles de cambiar que otros.

Tus antecedentes familiares

Solo una pequeña parte de los casos de cáncer se debe a una afección
hereditaria. Si el cáncer es frecuente en tu familia, es posible que haya
mutaciones que pasen de una generación a la siguiente. Puedes ser un
candidato para análisis genéticos a fin de determinar si tienes mutaciones
hereditarias que puedan aumentar el riesgo de padecer determinados tipos de
cáncer. Ten en cuenta que una mutación genética hereditaria no
necesariamente significa que tendrás cáncer.

Tus afecciones médicas

Algunas afecciones médicas crónicas, como la colitis ulcerosa, pueden


aumentar notablemente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Habla
con el médico sobre tus riesgos.
El entorno

Es posible que el ambiente que te rodea contenga sustancias químicas


perjudiciales que pueden aumentar el riesgo de cáncer. Aunque no fumes,
puedes inhalar humo de segunda mano si estás en un lugar donde las
personas fuman o si vives con un fumador. Las sustancias químicas en casa o
en el lugar de trabajo, como el amianto y el benceno, también se asocian con
un mayor riesgo de cáncer.

CONSEJOS GENERALES PARA PREVENIR UN CÁNCER

Evitar algunos factores de riesgo o modificar hábitos puede ayudarnos a


disminuir las posibilidades de desarrollar cáncer:

 No consumir tabaco: dejar de fumar o no hacerlo nunca, reduce el


riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.

 Seguir una dieta saludable, alta en frutas, verduras, cereales integrales


y proteínas magras.

 Evitar la exposición excesiva al sol, quedándote en la sombra, y


usando protector solar.

 Hacer ejercicio, por lo menos 30 minutos la mayoría de los días de la


semana.
 Beber alcohol con moderación o no hacerlo.

 Aplicar las distintas vacunas que protegen de algunos


virus aumentan el riesgo de padecer cáncer: hepatitis B y el virus del
papiloma humano.

Complicaciones
El cáncer y su tratamiento pueden causar varias complicaciones, incluidas las
siguientes:

 Dolor. El dolor puede deberse al cáncer o al tratamiento


oncológico, aunque no todos los tipos de cáncer son dolorosos. Los
medicamentos y otros métodos pueden tratar con eficacia el dolor
relacionado con el cáncer.
 Fatiga. En las personas con cáncer, la fatiga tiene muchas causas,
pero a menudo puede controlarse. La fatiga relacionada con los
tratamientos de quimioterapia o radioterapia es común, pero, por lo
general, también temporal.
 Dificultad para respirar. El cáncer o el tratamiento oncológico
pueden causar una sensación de falta de aire. Esta sensación se
puede aliviar con tratamientos.
 Náuseas. Ciertos tipos de cáncer y tratamientos oncológicos
pueden causar náuseas. A veces, el médico puede predecir si es
probable que el tratamiento cause náuseas. Los medicamentos y
otros tratamientos pueden ayudar a prevenir o disminuir las
náuseas.
 Diarrea o estreñimiento. El cáncer y el tratamiento oncológico
pueden afectar los intestinos y causar diarrea o estreñimiento.
 Pérdida de peso. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden
provocar la pérdida de peso. El cáncer les quita alimento a las
células normales y las priva de nutrientes. Por lo general, esto no
se ve afectado por la cantidad de calorías o el tipo de alimentos
que se ingiere, y es difícil de tratar. En la mayoría de los casos, la
nutrición artificial mediante sondas que se insertan en el estómago
o en una vena no ayuda a mejorar la pérdida de peso.
 Cambios químicos en el cuerpo. El cáncer puede desestabilizar
el equilibrio químico normal del cuerpo y aumentar el riesgo de
sufrir complicaciones graves. Los signos y síntomas de los
desequilibrios químicos pueden incluir sed excesiva, micción
frecuente, estreñimiento y confusión.
 Problemas cerebrales y del sistema nervioso. El cáncer puede
ejercer presión sobre nervios cercanos y causar dolor y pérdida de
las funciones de una parte del cuerpo. El cáncer que afecta el
cerebro puede causar dolores de cabeza y signos y síntomas
similares a los de un accidente cerebrovascular, como debilidad de
un lado del cuerpo.
 Reacciones inusuales del sistema inmunitario al cáncer. En
algunos casos, el sistema inmunitario del cuerpo puede reaccionar
a la presencia de cáncer atacando células sanas. Estas reacciones
muy poco frecuentes, llamadas síndrome paraneoplásico, pueden
dar lugar a una variedad de signos y síntomas, como dificultad para
caminar y convulsiones.
 Cáncer que se propaga. A medida que el cáncer avanza, se
puede propagar (metastatizar) a otras partes del cuerpo. El lugar de
propagación del cáncer depende del tipo de cáncer.
 Cáncer que regresa. Las personas que sobreviven al cáncer
tienen un riesgo de recurrencia. Algunos tipos de cáncer son más
propensos a recurrir que otros. Habla con el médico sobre lo que
puedes hacer para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Es
posible que el médico diseñe un plan de atención de seguimiento
para ti después del tratamiento. Este plan puede consistir en
exploraciones y exámenes periódicos durante los meses y años
posteriores al tratamiento, a fin de detectar la recurrencia del
cáncer.
MENCIONA MEDIDAS DE PREVENCIÓN CONTRA EL CÁNCER.

1. No consumas tabaco
Se ha vinculado fumar con varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón,
boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello del útero y riñón. Incluso
inhalar humo de segunda mano podría aumentar el riesgo de cáncer de
pulmón.
Sin embargo, fumar no es lo único dañino. Se ha vinculado el tabaco de
mascar con el cáncer de boca, garganta y páncreas.
Mantenerse alejado del tabaco, o decidir dejar de consumirlo, es una parte
importante de la prevención del cáncer. Para recibir ayuda a fin de dejar de
fumar tabaco, consulta con un proveedor de atención médica sobre productos y
otras formas para dejar de fumar.

2. Lleva una dieta saludable


Aunque comer alimentos saludables no puede garantizar la prevención del
cáncer, podría reducir el riesgo. Considera lo siguiente:

 Consume muchas frutas y verduras. Basa tu dieta en frutas,


verduras y otros alimentos de origen vegetal, como granos o cereales
integrales y frijoles (alubias o porotos). Come alimentos más ligeros y
magros al elegir menos opciones altas en calorías. Limita los
azúcares refinados y las grasas de origen animal.

 Si bebes alcohol, que sea con moderación. El alcohol aumenta el


riesgo de tener diferentes tipos de cáncer, como cáncer de mama, de
colon, de pulmón, de riñón y de hígado. Cuanto más alcohol bebes,
más aumenta el riesgo.
 Limita las carnes procesadas. Comer carne procesada a menudo
puede aumentar levemente el riesgo para ciertos tipos de cáncer.
Esta información proviene de un informe del Centro Internacional de
Investigaciones sobre el Cáncer, el organismo contra el cáncer de la
Organización Mundial de la Salud.
Las personas que siguen una dieta mediterránea, con aceite de oliva extra
virgen y frutos secos mixtos, podrían tener un menor riesgo para cáncer de
mama. La dieta mediterránea se centra principalmente en alimentos de origen
vegetal, como frutas y verduras, granos o cereales integrales, legumbres y
frutos secos. Quienes llevan una dieta mediterránea eligen grasas saludables,
como aceite de oliva en vez de mantequilla, y pescado en vez de carne roja.
3. Mantén un peso saludable y haz actividad física
Mantener un peso saludable podría reducir el riesgo de desarrollar algunos
tipos de cáncer. Estos tipos de cáncer pueden incluir cáncer de mama,
próstata, pulmón, colon y riñón.
La actividad física también contribuye. Además de ayudarte a controlar tu peso,
la actividad física por sí sola podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de
mama y de colon.
Realizar cualquier cantidad de actividad física brinda beneficios para la salud.
Sin embargo, para obtener los mayores beneficios, esfuérzate por conseguir al
menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos
a la semana de actividad aeróbica intensa.
Puedes combinar actividad moderada con intensa. Como meta general, incluye
al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria. Cuanto más, mejor.

4. Protégete del sol


El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más
prevenibles. Prueba estos consejos:

 Evita el sol del mediodía. Mantente alejado del sol de 10:00 a


16:00, cuando los rayos del sol son más fuertes.
 Quédate en la sombra. Cuando estés al aire libre, permanece en la
sombra tanto como sea posible. Los anteojos de sol y un sombrero
de ala ancha también ayudan.
 Cúbrete la piel. Usa ropa que cubra la mayor cantidad posible de
piel. Cúbrete la cabeza y usa anteojos de sol. Usa colores brillantes u
oscuros, ya que reflejan más los rayos dañinos del sol que los
colores pasteles o el algodón blanqueado.
 No escatimes en protector solar. Usa un protector solar de amplio
espectro con un factor de protección solar de al menos 30, incluso en
días nublados. Aplica mucho protector solar. Vuelve a aplicarlo cada
dos horas, o con más frecuencia si estás nadando o sudando.
 Evita las camas solares y las lámparas solares. Pueden causar el
mismo daño que la luz solar.
5. Recibe la vacuna
La protección contra ciertas infecciones virales puede ayudarte a evitar el
cáncer. Consulta a un proveedor de atención médica acerca de la vacunación
contra los siguientes virus:
 Hepatitis B. La hepatitis B puede aumentar el riesgo de desarrollar
cáncer de hígado. Los adultos con un alto riesgo de contraer hepatitis
B son aquellas personas que tienen relaciones sexuales con más de
una pareja, las que tienen una pareja sexual que tiene relaciones
sexuales con otras personas y las que tienen infecciones de
trasmisión sexual.
Otras personas de alto riesgo son aquellas que se inyectan drogas
ilícitas, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y
trabajadores de la salud o de la seguridad pública que podrían entrar
en contacto con sangre o líquidos corporales infectados.

 Virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un virus de


trasmisión sexual que puede derivar en cáncer del cuello del útero y
otros tipos de cáncer genital, así como cáncer de células escamosas
de la cabeza y el cuello. La vacuna contra el VPH se recomienda
para niñas y niños de 11 y 12 años. La Administración de Alimentos y
Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés)
aprobó recientemente el uso de la vacuna Gardasil 9 para hombres y
mujeres de 9 a 45 años.
6. Evita comportamientos riesgosos
Otra táctica eficaz para la prevención del cáncer es evitar los comportamientos
de riesgo que pueden llevar a infecciones que, a su vez, podrían aumentar el
riesgo de cáncer. Ejemplos de estas tácticas incluyen:
 Mantén relaciones sexuales seguras. Limita la cantidad de parejas
sexuales y usa un preservativo. Cuantas más parejas sexuales
tengas durante toda tu vida, mayores serán las probabilidades de
contraer una infección de trasmisión sexual, como el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) o el virus del papiloma humano
(HPV).
Las personas que tienen VIH o SIDA tienen un mayor riesgo de
desarrollar cáncer de ano, hígado y pulmón. El VPH se asocia con
mayor frecuencia con el cáncer del cuello del útero, pero también
podría aumentar el riesgo de contraer cáncer de ano, pene, garganta,
vulva y vagina.

 No compartas agujas. Inyectarte drogas ilícitas con agujas


compartidas puede llevar al contagio de VIH, así como hepatitis B y
hepatitis C, que son enfermedades que pueden aumentar el riesgo
de desarrollar cáncer de hígado. Si te preocupa el abuso o la
adicción a drogas ilícitas o de prescripción, busca ayuda profesional.
7. Consigue atención médica regular
Los autoexámenes regulares y los exámenes de detección para varios tipos de
cáncer (como el de piel, de colon, de cuello del útero y de mama) pueden
aumentar tus probabilidades de descubrir el cáncer a tiempo, cuando el
tratamiento tiene más probabilidades de tener éxito. Pregúntale al proveedor de
atención médica cuál es el mejor programa de exámenes de detección de
cáncer para ti.

MITOS SOBRE EL CÁNCER

Los antitranspirantes y los desodorantes pueden provocar cáncer de


mama.
Hecho: No hay pruebas concluyentes que relacionen el uso de
antitranspirantes o desodorantes en las axilas con el cáncer mamario.
Algunos informes han sugerido que estos productos contienen sustancias
nocivas, como compuestos de aluminio y parabenos, que pueden ser
absorbidos por la piel o entrar en el cuerpo a través de los pequeños cortes
causados al afeitarse. Ningún estudio clínico ha dado aún una respuesta
definitiva a la pregunta de si estos productos causan cáncer mamario. Sin
embargo, las pruebas realizadas hasta la fecha sugieren que estos productos
no causan cáncer.

Mito: la gente que tiene cáncer no debería comer azúcar, ya que puede
hacer que el cáncer crezca más rápido.
Hecho: se necesita más investigación para entender la relación entre el azúcar
en la dieta y el cáncer. Todo tipo de células, incluidas las cancerosas,
dependen de la glucosa en la sangre para su energía. Pero dar más azúcar a
las células cancerosas no hace que crezcan más rápido. Del mismo modo,
privar a las células cancerosas de azúcar no hace que crezcan más
lentamente.

Mito: El cáncer es contagioso.


Hecho: no hay por qué evitar a alguien que tiene cáncer. No es contagioso.
Está bien tocar y pasar tiempo con alguien que tiene cáncer. De hecho, tu
apoyo puede que nunca sea más valioso que en estos momentos.
Aunque el cáncer en sí no es contagioso, a veces los virus, que son
contagiosos, pueden llevar al desarrollo del cáncer. Algunos ejemplos de virus
que pueden causar cáncer son:

 El virus del papiloma humano, una infección de transmisión sexual,


que puede causar cáncer cervical y otras formas de cáncer
 Los virus de las hepatitis B o C, que se transmiten a través de las
relaciones sexuales o el uso de agujas intravenosas infectadas y que
pueden causar cáncer de hígado.

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