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Zorro (serie de televisión de 1957)

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Zorro
Serie de televisión

Guy Williams, protagonista que interpreta a don Diego de la Vega.


Género Aventura
Creado por Johnston McCulley
Dirigido por Norman Foster
Protagonistas Guy Williams1
Gene Sheldon
Henry Calvin
George J. Lewis
Compositor(es) William Lava
País de origen Estados Unidos
Idioma(s) original(es) Inglés
N.º de temporadas 3
N.º de episodios 82 (lista de episodios)
Producción
Productor(es) ejecutivo(s) Bill Anderson
Duración 22–24 minutos
Empresa(s) productora(s) The Walt Disney Company
Lanzamiento
Medio de difusión ABC
Horario Jueves, 20:00 (EST)
Primera emisión 10 de octubre de 1957
Última emisión 2 de junio de 1959
Intervalos de emisión Bandera de la Unión de Naciones Suramericanas Jetix
Bandera de Argentina eltrece
Bandera de Guatemala Canal 3/Trecevisión
Bandera de Panamá RPC/Telemetro
Bandera de Paraguay Paravisión
Bandera de Uruguay Monte Carlo TV
Bandera de Venezuela RCTV/Venevisión/TVes
Bandera de Perú Latina/Panamericana
Bandera de Ecuador Teleamazonas
Bandera de Chile Canal 13
Disney+
Cronología de producción
Zorro Zorro and Son (1983)
Enlaces externos
Ver todos los créditos (IMDb)
Ficha en IMDb
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Zorro (conocida en español como El Zorro) es una serie de televisión estadounidense
producida por The Walt Disney Company en los años cincuenta, emitida originalmente
en blanco y negro. La serie está ambientada en Los Ángeles, California, en la
década de 1820, cuando era parte de la antigua California Mexicana, donde el pueblo
está oprimido por sus gobernantes.2

La serie salió al aire por primera vez el 10 de octubre de 1957, por la cadena ABC,
y finalizó su emisión original el 2 de julio de 1959. La primera temporada logró
ubicarse en el puesto #30 de audiencia, con 26.6 puntos de rating según Nielsen
Media Research (primetime, temporada 1957-58).3 Zorro se emitió los días jueves, a
las 20:00 (EST).4

En 1992 se lanzó una remasterización de las dos primeras temporadas en la que se


agregó color, quedando solamente los últimos cuatro episodios —de la tercera— sin
modificarse.5 La tercera entrega es catalogada como «episodios especiales» y no
forma parte de la reemisión de la serie.6

La historia
Corría el año 1820 en la California española cuando, recién llegado desde el reino
de España, el apuesto joven Diego de la Vega vuelve a su hogar en Los Ángeles, al
que había dejado tres años atrás con el propósito de formarse académicamente en una
de las universidades que el reino tenía en aquel entonces. El motivo de su regreso
se debe a un desesperado pedido de su padre, el rico hacendado don Alejandro de la
Vega, quien le comenta, a través de las cartas que le enviaba, la terrible
situación política y económica a la que el pueblo había llegado pues, desde hacía
ya mucho tiempo, las órdenes impuestas por el comandante Enrique Sánchez Monasterio
oprimían a los ciudadanos y les privaban de ciertas libertades que hasta ese
momento tenían, y del cual eran cómplices muchos de los miembros de la milicia, los
llamados soldados del rey, junto con otros amigos y aliados del mismo.

Como Diego era un experto en esgrima y además conocía excelentes tácticas de


defensa aprendidas durante su estadía en el reino, entendió que él debía estar en
su pueblo cuanto antes pero, a su vez, pensó que si actuaba abiertamente mostrando
sus singulares habilidades ante las situaciones a las que la sociedad estaba
expuesta, arriesgaría a su padre a límites no deseados, por ende, decide al llegar,
aun sin saber a ciencia cierta cuál era la real situación (apenas descripta en las
cartas y por el capitán del navío en el que vino), que se camuflará y será apodado
bajo el alias que él mismo inventó, que es el del Zorro, haciendo honor a su mítica
frase de que «si no puedes vestir la piel del león, entonces viste la del zorro».

En esta aventura que se inicia, él jamás estará solo, pues a su lado, como
verdadero «compañero de armas», estará Bernardo, fiel amigo y sirviente que conoció
en España, y que es mudo, pues su anterior amo hizo que le cortaran la lengua. Para
que De la Vega sepa las cosas que a veces no puede, o necesite ayuda con ciertas
tácticas, siempre enviará a su amigo, que se hará pasar por sordo, haciendo el
excelente papel de un cómico sordomudo durante todo el resto de la serie.

Antes de arribar, y para que nadie sospeche absolutamente nada, De la Vega decide
arrojar a las aguas sus impresionantes condecoraciones y premios para así adoptar
el papel de un joven pacífico y algo afeminado, aficionado a los libros, los trajes
caros y el buen vivir, lo cual irritará muchas veces a su padre, ya que él piensa
que es un cobarde incapaz de enfrentar las situaciones que se presentarán a lo
largo del tiempo que dure la historia.

El comandante Monasterio
Recién llegado a Los Ángeles, y ante terribles situaciones padecidas en ese momento
por el pueblo (impuestos altos para los rancheros, indios explotados como esclavos
y arrancados de sus familias, entre otras), Diego se entera por su padre,
Alejandro, que un vecino de ellos, Nacho Torres, fue encarcelado por disentir, y
posteriormente protestar públicamente contra las medidas tomadas por el comandante
Monasterio.

Con un país marchando a la ruina en manos de este último, Diego decide actuar en el
papel de joven letrado y enviar una carta denunciando todo lo que ocurre respecto a
ello al gobernador de California, quien reside en Monterrey, aunque luego desiste
ya que Alejandro afirma que el correo es constantemente intervenido por los
soldados del rey a su llegada a la ciudad, y si se encuentra algo sospechoso, es
descartado para que nadie conozca las dictatoriales medidas del comandante. Es por
ello que en la piel del Zorro decide así iniciar una campaña en la que luchará codo
a codo con los soldados y Monasterio para defender a Nacho Torres, primero,
ayudándole a escapar de la prisión, luego luchando porque este se encuentre
protegido en la Misión, cercana al pueblo, y posteriormente a irse a Monterrey para
dialogar con el gobernador y que este le dé la «inmunidad» que necesitaba para
volver acompañado a Los Ángeles por una guardia real que es la que acabará con el
problema que se había originado antes.

En el medio de todo esto, Monasterio se enloquece y pierde la cabeza como nunca


antes ya que lo único que quiere es cazar y vencer al Zorro, al cual desea
fervorosamente matar para seguir favoreciéndose a sí mismo tal como lo había hecho
hasta entonces con el pueblo, el cual piensa que tendría de él, después de ese
supuesto hecho, una mejor imagen que dejaría atrás todo lo vivido. Muchas veces
Monasterio cree haber capturado al mismísimo Zorro, aunque esto nunca es cierto,
pues las veces que esto ocurre, siempre el capturado resulta ser todo lo contrario
a lo que el asegura ver, lo cual acelera su locura al extremo. Sin embargo, al
final de esta parte de la serie, Monasterio está seguro que el personaje del Zorro
es Diego de la Vega, en especial, desde que lo vio vencer a un hábil espadachín
cuando no se creía observado y tratará de hacérselo comprobar al «visitador real»,
enviado por el rey.

Este mismo llega a Los Ángeles en el marco de las muchas denuncias que resuenan en
España respecto a la dictadura que impone Monasterio, y que tratará de comprobar
con sus propios ojos, especialmente después de lo acontecido con Torres y su visita
al gobernador. Sabiendo esto, Monasterio inicia un plan para expulsar temporalmente
todos los presos del cuartel, a los cuales ubica como otros ciudadanos más, alegres
por tal visita, a cambio de beneficios en la taberna del pueblo. Además, ordena
todo lo que en aquel momento ocurría, y trata de dar la mejor impresión de él ante
todos, incluso hasta la hija del virrey (el «visitador»), a la cual pretende
seducir sin lograrlo. En un último intento, y gracias a que logra interceptarlo,
Diego cae como preso de Monasterio, que al final de una cena en honor del
dignatario en la taberna le exhibe como «sorpresa» y como la persona que está
detrás del famoso forajido llamado el Zorro. Como De la Vega no se rinde fácilmente
ante el asombro del visitador, cree ideal que el comandante salga y pruebe su
inteligencia reconociendo a tal bandido, hecho que nunca había tenido gran éxito
público. Al volver, claramente este sigue pensando que quien está allí sigue siendo
el Zorro, cuando esto no era así, y el de antifaz, capa y espada era solo un
soldado que protegía al visitador en su recorrido por el lugar.

Entonces Monasterio se desespera y trata de probar, a muerte, que quien es el Zorro


es Diego, e inicia una intensa pelea en la cual este último se ve débil y
confundido. En ese preciso momento, Bernardo, haciéndose pasar por el Zorro y en
ayuda a su amigo, monta en un caballo y hace un paseo fugaz, dejando una carta por
fuera de la taberna en la cual afirma que aún sigue esperando su captura.

Confundido pero alegre, Diego observa como su amigo disfrazado se aleja, y viendo a
su vez cómo Monasterio y su secuaz, el licenciado Piña, son puestos en la cárcel
por su abuso de poder, y otras tantas fechorías. Quien sucede a Monasterio es el
sargento Demetrio López García, quien desde el inicio de la serie se presenta como
un personaje de tinte humorístico, apasionado por comer y beber, más que trabajar,
y que se transformará en un gran amigo de los De la Vega.

El Águila
«El Águila» es el sobrenombre del Administrador del Área Sur de California, José
Sebastián Vargas, un ser corrupto, vil y sanguinario que desea obtener beneficios
propios vendiendo California a Rusia o Inglaterra. Desde el inicio, sus planes
empiezan a salir a la luz, en gran parte por la presencia del Zorro, y las
operaciones que él hace para vencer a todos sus enviados a Los Ángeles. Cada uno de
estos últimos posee una pluma de águila, la cual está recortada, marcando así un
código interno que indican que misión deberá emprender cada uno. Siempre estos
parecen personas comunes, ciudadanos como tal, aunque en el fondo buscan
desmoralizar a la sociedad como lo que son. El primer enviado en aparecer en la
historia es Esteban Rojas, quien con la anuencia del nuevo magistrado del rey,
Carlos Galindo, también enviado por el Águila, asesina al Capitán Meléndez,
designado como comandante de Los Ángeles tras la partida de Monasterio, el mismo
día en el que inicia sus actividades. Su asesinato era debido a lo recto y
respetuoso que este era para con la Ley, hecho que a lo largo de la historia será
todo lo contrario a lo que Vargas busca en la sociedad californiana.

Seguido a estos hechos, más asesinatos, robos y demás hechos corruptos ocurren,
como el tráfico de joyas robadas a diversas misiones en América del Sur, entre las
que se encuentra la famosa «Cruz de los Andes», hecha en oro puro, o el asesinato
de otro hombre que sería comandante de Los Ángeles, Juan Ortega, quien es tirado al
mar, y suplantado por Andrés Fernández, otro emisario más que tiene la misión de
equilibrar la situación de Los Ángeles para que le de beneficios al mismísimo
Águila, que siempre controlaba sus operaciones desde Monterrey.

La carrera de Fernández suplantando a Ortega se termina muy temprano, sin hacer


grandes cambios, debido a que el Zorro, siempre presente detrás de cada hecho,
impide que pueda ejercer su mandato de tiranía al frente del cuartel. En esos días
llega al pueblo «Rosarito» Cortez, amiga de la infancia de Diego. La muchacha
viajaba en la primera clase del barco junto al verdadero comandante Ortega y el
señor Fernández, su impostor, sólo que ella desembarcó en San Pedro. Al ver que su
entorno empieza a sufrir ciertas decisiones apresuradas del nuevo comandante, pide
a Diego, del cual tenía una imagen de fuerza y coraje, su intervención en los
conflictos que acontecen, pero este se niega y siempre afirma que enviará mensajes
al gobernador para que solucione lo que ocurre. Rosarito queda encantada
profundamente con el Zorro, y a partir de sus encuentros, en los cuales este último
salvó su vida, alienta a Diego a ser como él, o parecido. Al verla comprando en el
mercado de la plaza, el «comandante Ortega» se asusta y le revela a Galindo la
posibilidad de que lo reconozca como un farsante.

El magistrado envía a Fernández a «encargarse» de Rosarito para evitar que lo


descubra. Gracias a la ayuda del Zorro ella salva su vida, con lo cual el falso
comandante escapa hacia el pueblo. Habiéndose frustrado todo el plan que le habían
encomendado, Andrés Fernández para poder escaparse, robó de la caja fuerte de su
oficina el dinero que correspondía a los sueldos atrasados de los soldados. En su
huida, el Zorro lo intercepta y comienza una persecución por los techos de las
casas y del cuartel ante la atenta mirada de García, Galindo y los Soldados. En una
lucha cuerpo a cuerpo, Fernández le arranca el antifaz al Zorro y se da cuenta de
que el Zorro es en realidad Diego de la Vega. Para escapar libremente le ofrece las
monedas que había robado, pero Diego se niega ya que le dijo que prefería todo el
botín en vez de una parte. Ni los soldados ni García logran escuchar lo que ellos
hablan en el tejado. Al dar un mal paso en un alero, Fernández cae al vacío y muere
al instante, llevándose el secreto del Zorro con él. Galindo ordena a García y los
soldados que capturen al Zorro de inmediato, pero este les arroja el dinero robado
por el falso comandante, lo que hace que los militares se distraigan juntando las
monedas mientras el Zorro escapa ante la furia del magistrado.

Sucediendo a Fernández suplantando a Ortega, llega desde España el Capitán Arturo


Toledano, acompañado de su esposa Raquel, quien sin dudas será el más fiel y
honesto de toda la historia. Inmediatamente después de su llegada, Galindo le
alienta a unirse al complot que dirige el Águila, pero este lo niega y se mantiene
fiel a la Corona Española, intentando ordenar la crisis que se había producido a
raíz de las actitudes de sus antecesores. Respecto al Zorro, tiene una mirada
negativa que luego cambia cuando este se hace aliado de él y en una ocasión
destraba las acciones que ciertos agentes del Águila, inmiscuidos en la guarnición,
intentan hacer para atentar con su vida.

En esta época, el Águila decide no perder tiempo y así inicia una misión en la cual
intentará establecer su cuartel de operaciones en Los Ángeles, lo cual sabe que
logrará con una importante revuelta en la cual se atentará contra el pueblo, siendo
la única víctima de ello. Por eso inicia el tráfico ilegalmente de armas y de
cañones que el Zorro descubre y trata de evitar, enfrentándose con sus enviados y
demás cómplices. A todo esto, Toledano es conocedor de la realidad por
intervenciones del Zorro, y trata de llegar al fondo de todo esto. Pensando que es
incorruptible, Galindo inicia una campaña para defenestrar a Toledano y cae muerto,
porque es asesinado a quemarropa dentro de una importante reunión en la taberna del
pueblo. Después de su muerte, a Arturo lo trasladan al norte, y queda a cargo de la
guarnición su esposa, quien inevitablemente cae engañada en manos de los agentes
del Águila, que la usan para robar la pólvora del cuartel a fin de iniciar el
ataque, y que al darse cuenta de lo que tramaban, intentan asesinarla, siendo esto
evitado por el Zorro, quien la envía con su marido nuevamente al puerto de San
Diego, donde se encontrarán y volverán a España, después de una intensa redada en
la que cae como principal víctima.

Como ninguno de sus enviados tuvo el impacto deseado, Vargas se traslada


directamente a Los Ángeles, donde se apropia con el abuso de su autoridad de la
hacienda de los De la Vega, y desde donde intentará vender a California a alguno de
los dos países que se mencionaron anteriormente, hecho que no sale como lo
esperado, y que le motiva a iniciar una nueva revuelta, menor, pero efectiva, que
busque dejarle California en sus manos. Debido a que el Zorro lo espía y combate
contra él, arruina todos sus planes y en tal hecho, termina derrotando a Vargas con
la ayuda de un ejército de 50 hombres que Alejandro de la Vega había convocado para
no permitir más tanta tiranía y desorden en California. Después de esto, Sebastián
Vargas es asesinado en el cuartel por Greco, su asistente personal, que se venga
por no haberle protegido en un anterior ataque contra su figura. Le apunta con la
pistola y lo balea, cayendo este sobre la bandera que él mismo levantó para
consagrar a California como suya.

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