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[Exp 002822-2019]
Integrantes:
Agosto 2023
I. Identificación de los hechos que se desprenden del tema.
La Primera Sala Penal de Apelaciones y Flagrancia de Ica, anuló la sentencia absolutoria por el
delito de violación sexual. El Superior Colegiado determinó que la sentencia recurrida vulnera
el debido proceso y afecta el derecho a la debida motivación.
La Primera Sala Penal de Apelaciones y Flagrancia de Ica, conformada por los señores jueces
superiores Osmar Albújar De La Roca (presidente), Segundo Florencio Jara Peña y Orlando
Carbajal Rivas (director de debates), declaró nula la sentencia que absuelve a Giancarlos Miguel
Espinoza Ramos, como autor del delito contra la libertad sexual – violación sexual, en la
modalidad de “aprovechándose se cualquier otro entorno de cualquier otro entorno que impida a
la persona dar su libre consentimiento”, en agravio de la persona de identidad de reservada
xxxx.
Por otro lado, el debido proceso en su vertiente formal de la debida motivación, también se
habría visto afectado porque de la conclusión a la cual arribó el Colegiado de instancia sobre los
resultados de las pericias, no se desprende de una premisa que cuestione la lógico o suficiencia
de estos exámenes (o de sus autores), sino que utiliza una premisa no razonable para desvirtuar
sus conclusiones y, por lo tanto, su valoración final no es lógica.
Así, la sentencia de primera instancia estaría incursa en vicios procesales que vulneran el debido
proceso y la debida motivación de resoluciones judiciales, puesto que se ha evidenciado que no
se ha valorado en forma individual (en su integridad) y menos en forma conjunta todos los
medios probatorios actuados en juicio oral; y con ello no se efectuó una correcta motivación de
la decisión absolutoria a favor del acusado, pues realizo una valoración de la prueba aportada
sin justificar dicho razonamiento.
Concluyeron que dichos defectos son insubsanables porque no permiten al Tribunal se Segundo
Grado emitir una sentencia de mérito, razón por la cual conforme con lo establecido en el
artículo 150, inciso d), del Código Procesal Penal, se amparó el recurso de apelación de las
entidades recurrentes y se declaró la nulidad de la sentencia, disponiendo que otro Juzgado
Penal Colegiado, proceda a emitir nuevo pronunciamiento, previo juzgamiento, observando las
garantías del debido proceso y la debida motivación de las resoluciones judiciales.
Lo que ha provocado discusión en redes sociales no son tanto las razones que tuvo el juzgado
para absolver, sino que valorara, en su resolución del 8 de octubre de 2020, el tipo de ropa
interior que llevaba la agraviada el día de los hechos e infirió, vía «máximas de la experiencia»,
que por el tipo de trusa que vestía, ella estaba «dispuesta» a mantener relaciones sexuales.
Sumado a que ese tipo de prendas no se condecían con su personalidad tímida y pasiva.
La denunciante señaló a Nova Noticias que el imputado, su compañero y amigo, el día martes
29 de enero del 2019, le invitó a celebrar su titulación en un instituto. Al llegar a un local
tomaron cerveza primero y vino después. Al pasar el tiempo, ella le pidió que la llevara a su
domicilio, pero él le insistió para que se quede.
Al día siguiente, cerca de las 6:14 a. m., ella amaneció en el domicilio del denunciado
completamente desnuda. Observó que el denunciado estaba también desnudo e intentaba tener
acceso carnal, al reaccionar ella lo empujó, él se cayó y aprovechó para vestirse y retirarse a su
domicilio. Posteriormente, acompañada de su madre, acudió a la comisaría para asentar su
denuncia.
II.2. El razonamiento judicial que se cuestiona
El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio Zona Sur, integrado por Ronald Nilton
Anayhuaman Andia, Diana María Jurado Espino y Lucy Juliana Castro Chacaltana, emitió
sentencia absolutoria, pero entre varios argumentos interesantes que consideraron para absolver,
lo que llamó la atención es que hayan valorado el tipo de prenda íntima que traía la denunciante
en el momento de los hechos materia de investigación.
La mujer llevaba una “trusa femenina de color rojo con encaje en zona delantera, blondas en
contorno de pierna”. Para el colegiado penal este tipo de atuendos suelen usarse en ocasiones
especiales para momentos de intimidad. Sobre esa base, los jueces penales coligen que “la
agraviada se había preparado o estaba dispuesta a mantener relaciones sexuales con el
imputado”.
Un hecho singular que no pasa desapercibido por este Tribunal y llama la atención que según
los psicólogos Calle Arévalo como De La Cruz Nieto, quienes examinaron a la agraviada
coinciden en señalar que es una mujer tímida… “muestra una actitud pasiva, dificultades para
poder ser asertiva y poder decir no, de una manera tajante, lo cual se refleja a través de su
timidez, dificultades para tomar decisiones y también que la colocan de alguna manera en una
posición de sumisión frente a otras personas…”, “rasgos de personalidad dependiente con
tendencia a la extroversión ese tipo de personalidad se caracteriza por ser una persona sensible,
indefensa, sumisa, con cierta inmadurez se percibe como débil y frágil…”, … sin embargo,
suele vestir prendas interiores como la descrita por la bióloga forense Doris Matilde García
Espinoza en su dictamen de biología forense N.º 201907000119, describiéndolo… “….trusa
femenina de color rojo con encaje en zona delantera, blondas en contorno de pierna” resultando
extraño que la supuesta personalidad que presenta la misma (tímida) no guarde relación con la
prenda íntima que utilizó el día de los hechos, pues por las máximas de la experiencia este tipo
de atuendo interior femenino suele usarse en ocasiones especiales para momentos de intimidad,
por lo conlleva a inferir que la agraviada se había preparado o estaba dispuesta a mantener
relaciones sexuales con el imputado, de allí que de forma consciente se autodeterminó quedarse
en la casa del imputado, pues contaba con la ausencia de su señora madre […]. (énfasis
agregado)
II.4. La respuesta fiscal
El caso ha causado tal revuelo que el Ministerio Público ha emitido un comunicado informando
sobre la apelación de la sentencia absolutoria y que se disponga un nuevo juicio oral ante otro
juzgado.
El fiscal adjunto provincial, Carlos Willy Guillermo Yalle, informó que interpuso el recurso de
apelación para que se adecue un mejor estudio y debida valoración la actividad probatoria; se
declare la nulidad y se disponga un nuevo juicio ante otro juzgado con las debidas garantías
contra el acusado.
Como se recordará, el Colegiado de Ica sustentó su decisión, en parte, en que el día de los
hechos, 29 de enero del 2019, la víctima usaba prendas íntimas “que suelen usarse en ocasiones
especiales para momentos de intimidad”, infiriendo que se había preparado o estaba dispuesta a
mantener relaciones sexuales con el imputado.
Es la libertad sexual de las personas o bien la moralidad pública. El Acuerdo Plenario N.º 1-
2012/CJ-116, de veintiséis de marzo del dos mil doce, precisa que la libertad sexual tiene como
objeto de tutela penal, a las facultades o capacidades de la persona de determinarse
espontáneamente en el ámbito de la sexualidad, ésta se configura como una concreción de la
“libertad personal”, automatizada a partir de la esfera social en la que se desenvuelven los
propios comportamientos sexuales. Es una concreción y manifestación individual de la libertad
personal que expresa la facultad y el poder de autodeterminarse de manera espontánea y sin
coacción externa, abuso o engaño dentro del ámbito de las conductas sexuales, por lo tanto, en
el uso de dicha libertad, toda persona tiene el derecho de decidir si desea o no tener acceso
carnal con alguien de forma libre y voluntaria. Es claro que el consentimiento expresado por el
titular del bien jurídico opera como causa de justificación en materia de sexualidad y exime de
responsabilidad penal para quien sostiene relaciones sexuales con ellos, en pro de un sistema
coherente, y opera desde los catorce años [fundamento 11].
○ Características y modalidades
Con ello la sentencia judicial se balancea entre dos extremos: la absolución o la condena; en
tanto ello, es evidente que la valoración probatoria no supera el test de suficiencia exigido por
tanto corresponde reemplazar la incertidumbre que de ella se deriva, por la certidumbre de la
inocencia del imputado, debiendo ser absuelto de los cargos atribuidos, pues conforme ha sido
señalado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos "el principio de la presunción de
inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que una persona no
pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra
ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla",
correspondiendo en el presente caso absolver al acusado de los cargos imputados al no haberse
destruido el principio de presunción de inocencia que le asiste.
○ Autoría y participación
Calificación Jurídica: Los hechos se han subsumido en el delito de Violación Sexual, previsto en
el primer párrafo del artículo 170 del Código Penal, modificado por la Ley Nº 30838 publicado
en el diario oficial El Peruano el 04 de agosto del 2018.
Art. 170: “El que, con violencia, física o psicológica, grave amenaza o aprovechándose de un
entorno de coacción o de cualquier otro entorno que impida a la persona dar su libre
consentimiento, obliga a esta a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza
cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las
dos primeras vías, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de catorce ni mayor
de veinte años.
La pena privativa de libertad será no menor de veinte ni mayor de veintiséis años, en cualquiera
de los casos siguientes:
4. Si es cometido por pastor, sacerdote o líder de una organización religiosa o espiritual que
tenga particular ascendencia sobre la víctima.
7. Si fuera cometido por personal perteneciente a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional del
Perú, Serenazgo, Policía Municipal o vigilancia privada, o cualquier funcionario o servidor
público, valiéndose del ejercicio de sus funciones o como consecuencia de ellas.
11. Si la víctima tiene entre catorce y menos de dieciocho años de edad, es adulto mayor o sufre
de discapacidad, física o sensorial, y el agente se aprovecha de dicha condición.
12. Si la víctima es mujer y es agraviada por su condición de tal en cualquiera de los contextos
previstos en el primer párrafo del artículo 108-B.
13. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en proporción
mayor de 0.5 gramos-litro, o bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o sintéticas que pudiera alterar su conciencia.
○ La pena
Pretensión Penal: Solicita CATORCE AÑOS de Pena Privativa de Libertad, para el acusado.
Argentina
. “[…] la CIDH ha verificado que las niñas son las principales víctimas de violencia sexual y
que los agresores son generalmente del sexo masculino, con algún grado de parentesco o
relación con las víctimas; ya sean padres, padrastros, hermanos, primos, novios o cónyuges.
Esto lleva a la CIDH a afirmar que la violencia sexual contra niñas y mujeres es una de las
manifestaciones más claras de una cultura patriarcal que fomenta el control del cuerpo y la
sexualidad de las mujeres. La situación y los niveles de violencia sexual y de impunidad
tampoco son alentadores en el caso de las mujeres indígenas, las migrantes, y las mujeres
afrodescendientes, y la gran mayoría de los casos frente al sistema de justicia permanecen en la
impunidad”. CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en
Mesoamérica. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, Resumen Ejecutivo, párr. 21.
“La violencia sexual contra las mujeres […] no es un problema aislado: es el resultado de una
violencia estructural de género y de patrones socioculturales que discriminan a las mujeres. La
violencia estructural de género responde a un sistema que justifica la dominación masculina
sobre la base de una supuesta inferioridad biológica de las mujeres, que tiene su origen en la
familia y se proyecta en todo el orden social, económico, cultural, religioso y político. De esta
manera, todo el aparato estatal y la sociedad en su conjunto son incapaces de asegurar el
ejercicio de los derechos humanos de las mujeres. Los patrones socioculturales, a su vez,
reproducen e incentivan la violencia sexual, enviando un mensaje de control y poder sobre las
mujeres”. CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en
Mesoamérica. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, párr. 45
“Asimismo, en casos que involucran alguna forma de violencia sexual, se ha precisado que las
violaciones a la integridad personal conllevan la afectación de la vida privada de las personas,
protegida por el artículo 11 de la Convención, la cual abarca la vida sexual o sexualidad de las
personas. La violencia sexual vulnera valores y aspectos esenciales de la vida privada de las
personas, supone una intromisión en su vida sexual y anula su derecho a tomar libremente las
decisiones respecto a con quien tener relaciones sexuales, perdiendo de forma completa el
control sobre sus decisiones más personales e íntimas, y sobre las funciones corporales
básicas4”. Corte IDH, Caso Azul Rojas Marín y Otra Vs. Perú. Excepciones preliminares,
fondo, reparaciones y costas. Sentencia del 12 de marzo de 2020, párr. 141
España
Desde el 7 de octubre de 2022, fecha en la que entró en vigor la Ley Orgánica 10/2022, NO
EXISTE el delito de abuso sexual en el Código Penal. Ahora, cualquier acto que atente contra la
libertad o indemnidad sexual de una persona realizado sin su consentimiento es constitutivo de
un delito de agresión sexual.
Si está siendo investigado o va a ser enjuiciado por un delito contra la libertad sexual cometido
antes del 7 de octubre de 2022, le será de aplicación el Código Penal anterior a la reforma (que
era el vigente en el momento de comisión del delito) donde sí se recogían los delitos de agresión
y abuso sexual como tipos penales distintos. Esto es así salvo que la regulación actual ofrezca
un resultado más favorable al investigado/encausado, en cuyo caso se aplicará el Código Penal
en vigor actualmente (el posterior a la reforma).
Del análisis anterior surge claramente la principal diferencia entre abuso y agresión sexual, que
era el uso de la violencia o intimidación. Sin embargo, la sentencia del Tribunal Supremo STS
344/2019 sobre el caso que se conoció como "La Manada", explicitó más puntualmente las
diferencias:
Desde este punto de vista se debe explicar qué se entiende por violencia o intimidación. Si bien
no existe una lista de conductas violentas, desde la jurisprudencia se entiende que violencia
equivale a acometimiento, imposición material, uso de la fuerza física u otro factor de
superioridad para vencer la voluntad de la víctima.
Por su parte, se considera que existe intimidación cuando la víctima cede ante la agresión para
evitar un mal mayor sobre su persona o bienes o sobre la persona o bienes de un tercero con
quien tenga una relación estrecha.
Por otro lado, se ha establecido que no es necesario que la amenaza sea grave, sino que basta
con que sea real y creíble por parte de la víctima.
Además, las amenazas deben ser eficaces para anular la resistencia de la víctima. Es decir que la
agresión sexual existe tanto si se utiliza la fuerza o intimidación como si se la aprovecha o
beneficia de la empleada por otras personas o ante determinadas circunstancias.
IV. Conclusiones