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INTEGRADOR 1

[Exp 002822-2019]

Integrantes:

Camilo Aranda Rondinel

Agosto 2023
I. Identificación de los hechos que se desprenden del tema.

La Primera Sala Penal de Apelaciones y Flagrancia de Ica, anuló la sentencia absolutoria por el
delito de violación sexual. El Superior Colegiado determinó que la sentencia recurrida vulnera
el debido proceso y afecta el derecho a la debida motivación.

La Primera Sala Penal de Apelaciones y Flagrancia de Ica, conformada por los señores jueces
superiores Osmar Albújar De La Roca (presidente), Segundo Florencio Jara Peña y Orlando
Carbajal Rivas (director de debates), declaró nula la sentencia que absuelve a Giancarlos Miguel
Espinoza Ramos, como autor del delito contra la libertad sexual – violación sexual, en la
modalidad de “aprovechándose se cualquier otro entorno de cualquier otro entorno que impida a
la persona dar su libre consentimiento”, en agravio de la persona de identidad de reservada
xxxx.

El Colegiado, luego de haber efectuado el análisis exhaustivo de la sentencia emitida por el


Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio Zona Sur, en función a los argumentos
expuestos por la parte agraviada, por el persecutor oficial del delito, y dada la actividad
probatoria actuada en primera instancia, anulo dicha sentencia, ordenando que la causa se remita
a otro Juzgado Penal Colegiado que sea el llamado por ley, para que realice nuevo juzgamiento
con arreglo a la Constitución y ley.

El Colegiado Superior señala en su sentencia de vista que la vulneración al debido proceso, en


primer lugar surge porque el Colegiado de primera instancia analizó la anulación o disminución
de voluntad de poder decidir de la agraviada, producto de la ingesta de alcohol, como si se
tratara de un delito de violación sexual en estado de inconsciencia; cuando de autos,
específicamente del requerimiento acusatorio y de la propia sentencia – rubro “calificación
jurídica”, se atribuye al acusado haberse aprovechado de cualquier entorno que impida a la
agraviada dar su libre consentimiento, obligándola a tener acceso carnal vía vaginal;
circunstancia que revelaría un vicio de motivación incongruente.

Por otro lado, el debido proceso en su vertiente formal de la debida motivación, también se
habría visto afectado porque de la conclusión a la cual arribó el Colegiado de instancia sobre los
resultados de las pericias, no se desprende de una premisa que cuestione la lógico o suficiencia
de estos exámenes (o de sus autores), sino que utiliza una premisa no razonable para desvirtuar
sus conclusiones y, por lo tanto, su valoración final no es lógica.
Así, la sentencia de primera instancia estaría incursa en vicios procesales que vulneran el debido
proceso y la debida motivación de resoluciones judiciales, puesto que se ha evidenciado que no
se ha valorado en forma individual (en su integridad) y menos en forma conjunta todos los
medios probatorios actuados en juicio oral; y con ello no se efectuó una correcta motivación de
la decisión absolutoria a favor del acusado, pues realizo una valoración de la prueba aportada
sin justificar dicho razonamiento.

Concluyeron que dichos defectos son insubsanables porque no permiten al Tribunal se Segundo
Grado emitir una sentencia de mérito, razón por la cual conforme con lo establecido en el
artículo 150, inciso d), del Código Procesal Penal, se amparó el recurso de apelación de las
entidades recurrentes y se declaró la nulidad de la sentencia, disponiendo que otro Juzgado
Penal Colegiado, proceda a emitir nuevo pronunciamiento, previo juzgamiento, observando las
garantías del debido proceso y la debida motivación de las resoluciones judiciales.

II. La identificación de los problemas jurídicos

Lo que ha provocado discusión en redes sociales no son tanto las razones que tuvo el juzgado
para absolver, sino que valorara, en su resolución del 8 de octubre de 2020, el tipo de ropa
interior que llevaba la agraviada el día de los hechos e infirió, vía «máximas de la experiencia»,
que por el tipo de trusa que vestía, ella estaba «dispuesta» a mantener relaciones sexuales.
Sumado a que ese tipo de prendas no se condecían con su personalidad tímida y pasiva.

II.1. Los hechos de la denuncia

La denunciante señaló a Nova Noticias que el imputado, su compañero y amigo, el día martes
29 de enero del 2019, le invitó a celebrar su titulación en un instituto. Al llegar a un local
tomaron cerveza primero y vino después. Al pasar el tiempo, ella le pidió que la llevara a su
domicilio, pero él le insistió para que se quede.

Al día siguiente, cerca de las 6:14 a. m., ella amaneció en el domicilio del denunciado
completamente desnuda. Observó que el denunciado estaba también desnudo e intentaba tener
acceso carnal, al reaccionar ella lo empujó, él se cayó y aprovechó para vestirse y retirarse a su
domicilio. Posteriormente, acompañada de su madre, acudió a la comisaría para asentar su
denuncia.
II.2. El razonamiento judicial que se cuestiona

El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio Zona Sur, integrado por Ronald Nilton
Anayhuaman Andia, Diana María Jurado Espino y Lucy Juliana Castro Chacaltana, emitió
sentencia absolutoria, pero entre varios argumentos interesantes que consideraron para absolver,
lo que llamó la atención es que hayan valorado el tipo de prenda íntima que traía la denunciante
en el momento de los hechos materia de investigación.

La mujer llevaba una “trusa femenina de color rojo con encaje en zona delantera, blondas en
contorno de pierna”. Para el colegiado penal este tipo de atuendos suelen usarse en ocasiones
especiales para momentos de intimidad. Sobre esa base, los jueces penales coligen que “la
agraviada se había preparado o estaba dispuesta a mantener relaciones sexuales con el
imputado”.

II.3. Cuestiones controversiales

Un hecho singular que no pasa desapercibido por este Tribunal y llama la atención que según
los psicólogos Calle Arévalo como De La Cruz Nieto, quienes examinaron a la agraviada
coinciden en señalar que es una mujer tímida… “muestra una actitud pasiva, dificultades para
poder ser asertiva y poder decir no, de una manera tajante, lo cual se refleja a través de su
timidez, dificultades para tomar decisiones y también que la colocan de alguna manera en una
posición de sumisión frente a otras personas…”, “rasgos de personalidad dependiente con
tendencia a la extroversión ese tipo de personalidad se caracteriza por ser una persona sensible,
indefensa, sumisa, con cierta inmadurez se percibe como débil y frágil…”, … sin embargo,
suele vestir prendas interiores como la descrita por la bióloga forense Doris Matilde García
Espinoza en su dictamen de biología forense N.º 201907000119, describiéndolo… “….trusa
femenina de color rojo con encaje en zona delantera, blondas en contorno de pierna” resultando
extraño que la supuesta personalidad que presenta la misma (tímida) no guarde relación con la
prenda íntima que utilizó el día de los hechos, pues por las máximas de la experiencia este tipo
de atuendo interior femenino suele usarse en ocasiones especiales para momentos de intimidad,
por lo conlleva a inferir que la agraviada se había preparado o estaba dispuesta a mantener
relaciones sexuales con el imputado, de allí que de forma consciente se autodeterminó quedarse
en la casa del imputado, pues contaba con la ausencia de su señora madre […]. (énfasis
agregado)
II.4. La respuesta fiscal

El caso ha causado tal revuelo que el Ministerio Público ha emitido un comunicado informando
sobre la apelación de la sentencia absolutoria y que se disponga un nuevo juicio oral ante otro
juzgado.

El Segundo Despacho de la Segunda fiscalía provincial Penal Corporativa de Ica solicitó la


nulidad de la sentencia, emitida por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio
Zona Sur, que absuelve a Giancarlo Miguel Espinoza Ramos (22), investigado como presunto
autor del delito de violación sexual en agravio de una ciudadana (20).

El fiscal adjunto provincial, Carlos Willy Guillermo Yalle, informó que interpuso el recurso de
apelación para que se adecue un mejor estudio y debida valoración la actividad probatoria; se
declare la nulidad y se disponga un nuevo juicio ante otro juzgado con las debidas garantías
contra el acusado.

Como se recordará, el Colegiado de Ica sustentó su decisión, en parte, en que el día de los
hechos, 29 de enero del 2019, la víctima usaba prendas íntimas “que suelen usarse en ocasiones
especiales para momentos de intimidad”, infiriendo que se había preparado o estaba dispuesta a
mantener relaciones sexuales con el imputado.

○ Bien jurídico protegido

Es la libertad sexual de las personas o bien la moralidad pública. El Acuerdo Plenario N.º 1-
2012/CJ-116, de veintiséis de marzo del dos mil doce, precisa que la libertad sexual tiene como
objeto de tutela penal, a las facultades o capacidades de la persona de determinarse
espontáneamente en el ámbito de la sexualidad, ésta se configura como una concreción de la
“libertad personal”, automatizada a partir de la esfera social en la que se desenvuelven los
propios comportamientos sexuales. Es una concreción y manifestación individual de la libertad
personal que expresa la facultad y el poder de autodeterminarse de manera espontánea y sin
coacción externa, abuso o engaño dentro del ámbito de las conductas sexuales, por lo tanto, en
el uso de dicha libertad, toda persona tiene el derecho de decidir si desea o no tener acceso
carnal con alguien de forma libre y voluntaria. Es claro que el consentimiento expresado por el
titular del bien jurídico opera como causa de justificación en materia de sexualidad y exime de
responsabilidad penal para quien sostiene relaciones sexuales con ellos, en pro de un sistema
coherente, y opera desde los catorce años [fundamento 11].

○ Características y modalidades
Con ello la sentencia judicial se balancea entre dos extremos: la absolución o la condena; en
tanto ello, es evidente que la valoración probatoria no supera el test de suficiencia exigido por
tanto corresponde reemplazar la incertidumbre que de ella se deriva, por la certidumbre de la
inocencia del imputado, debiendo ser absuelto de los cargos atribuidos, pues conforme ha sido
señalado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos "el principio de la presunción de
inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que una persona no
pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra
ella prueba incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla",
correspondiendo en el presente caso absolver al acusado de los cargos imputados al no haberse
destruido el principio de presunción de inocencia que le asiste.

○ Autoría y participación

Se le atribuye al acusado Giancarlo Espinoza:

Calificación Jurídica: Los hechos se han subsumido en el delito de Violación Sexual, previsto en
el primer párrafo del artículo 170 del Código Penal, modificado por la Ley Nº 30838 publicado
en el diario oficial El Peruano el 04 de agosto del 2018.

Art. 170: “El que, con violencia, física o psicológica, grave amenaza o aprovechándose de un
entorno de coacción o de cualquier otro entorno que impida a la persona dar su libre
consentimiento, obliga a esta a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza
cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las
dos primeras vías, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de catorce ni mayor
de veinte años.

○ Causales de exención y gravedad

La pena privativa de libertad será no menor de veinte ni mayor de veintiséis años, en cualquiera
de los casos siguientes:

1. Si la violación se realiza con el empleo de arma o por dos o más sujetos.

2. Si el agente abusa de su profesión, ciencia u oficio o se aprovecha de cualquier posición,


cargo o responsabilidad legal que le confiera el deber de vigilancia, custodia o particular
autoridad sobre la víctima o la impulsa a depositar su confianza en él.

3. Si el agente aprovecha su calidad de ascendiente o descendente, por consanguinidad,


adopción o afinidad; o de cónyuge, excónyuge, conviviente o ex conviviente o con la víctima
esté sosteniendo o haya sostenido una relación análoga; o tiene hijos en común con la víctima; o
habita en el mismo hogar de la víctima siempre que no medien relaciones contractuales o
laborales; o es pariente colateral hasta el cuarto grado, por consanguinidad o adopción o
segundo grado de afinidad.

4. Si es cometido por pastor, sacerdote o líder de una organización religiosa o espiritual que
tenga particular ascendencia sobre la víctima.

5. Si el agente tiene cargo directivo, es docente, auxiliar o personal administrativo en el centro


educativo donde estudia la víctima.

6. Si mantiene una relación proveniente de un contrato de locación de servicios, o de una


relación laboral con la víctima, o si esta le presta servicios como trabajador del hogar.

7. Si fuera cometido por personal perteneciente a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional del
Perú, Serenazgo, Policía Municipal o vigilancia privada, o cualquier funcionario o servidor
público, valiéndose del ejercicio de sus funciones o como consecuencia de ellas.

8. Si el agente tiene conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual


grave.

9. Si el agente, a sabiendas, comete la violación sexual en presencia de cualquier niña, niño o


adolescente.

10. Si la víctima se encuentra en estado de gestación.

11. Si la víctima tiene entre catorce y menos de dieciocho años de edad, es adulto mayor o sufre
de discapacidad, física o sensorial, y el agente se aprovecha de dicha condición.

12. Si la víctima es mujer y es agraviada por su condición de tal en cualquiera de los contextos
previstos en el primer párrafo del artículo 108-B.

13. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en proporción
mayor de 0.5 gramos-litro, o bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o sintéticas que pudiera alterar su conciencia.

○ La pena

Pretensión Penal: Solicita CATORCE AÑOS de Pena Privativa de Libertad, para el acusado.

III. El análisis derecho comparado

Argentina
. “[…] la CIDH ha verificado que las niñas son las principales víctimas de violencia sexual y
que los agresores son generalmente del sexo masculino, con algún grado de parentesco o
relación con las víctimas; ya sean padres, padrastros, hermanos, primos, novios o cónyuges.
Esto lleva a la CIDH a afirmar que la violencia sexual contra niñas y mujeres es una de las
manifestaciones más claras de una cultura patriarcal que fomenta el control del cuerpo y la
sexualidad de las mujeres. La situación y los niveles de violencia sexual y de impunidad
tampoco son alentadores en el caso de las mujeres indígenas, las migrantes, y las mujeres
afrodescendientes, y la gran mayoría de los casos frente al sistema de justicia permanecen en la
impunidad”. CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en
Mesoamérica. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, Resumen Ejecutivo, párr. 21.

“La violencia sexual contra las mujeres […] no es un problema aislado: es el resultado de una
violencia estructural de género y de patrones socioculturales que discriminan a las mujeres. La
violencia estructural de género responde a un sistema que justifica la dominación masculina
sobre la base de una supuesta inferioridad biológica de las mujeres, que tiene su origen en la
familia y se proyecta en todo el orden social, económico, cultural, religioso y político. De esta
manera, todo el aparato estatal y la sociedad en su conjunto son incapaces de asegurar el
ejercicio de los derechos humanos de las mujeres. Los patrones socioculturales, a su vez,
reproducen e incentivan la violencia sexual, enviando un mensaje de control y poder sobre las
mujeres”. CIDH, Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en
Mesoamérica. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 63, 9 de diciembre de 2011, párr. 45

“Asimismo, en casos que involucran alguna forma de violencia sexual, se ha precisado que las
violaciones a la integridad personal conllevan la afectación de la vida privada de las personas,
protegida por el artículo 11 de la Convención, la cual abarca la vida sexual o sexualidad de las
personas. La violencia sexual vulnera valores y aspectos esenciales de la vida privada de las
personas, supone una intromisión en su vida sexual y anula su derecho a tomar libremente las
decisiones respecto a con quien tener relaciones sexuales, perdiendo de forma completa el
control sobre sus decisiones más personales e íntimas, y sobre las funciones corporales
básicas4”. Corte IDH, Caso Azul Rojas Marín y Otra Vs. Perú. Excepciones preliminares,
fondo, reparaciones y costas. Sentencia del 12 de marzo de 2020, párr. 141

España

Desde el 7 de octubre de 2022, fecha en la que entró en vigor la Ley Orgánica 10/2022, NO
EXISTE el delito de abuso sexual en el Código Penal. Ahora, cualquier acto que atente contra la
libertad o indemnidad sexual de una persona realizado sin su consentimiento es constitutivo de
un delito de agresión sexual.

Si está siendo investigado o va a ser enjuiciado por un delito contra la libertad sexual cometido
antes del 7 de octubre de 2022, le será de aplicación el Código Penal anterior a la reforma (que
era el vigente en el momento de comisión del delito) donde sí se recogían los delitos de agresión
y abuso sexual como tipos penales distintos. Esto es así salvo que la regulación actual ofrezca
un resultado más favorable al investigado/encausado, en cuyo caso se aplicará el Código Penal
en vigor actualmente (el posterior a la reforma).

Del análisis anterior surge claramente la principal diferencia entre abuso y agresión sexual, que
era el uso de la violencia o intimidación. Sin embargo, la sentencia del Tribunal Supremo STS
344/2019 sobre el caso que se conoció como "La Manada", explicitó más puntualmente las
diferencias:

La diferencia entre abuso y agresión sexual se fundamenta en el uso de la intimidación o


violencia.

El consentimiento es irrelevante en el caso de la agresión sexual, ya que es imposible que se dé,


precisamente debido al uso de intimidación o violencia.

Por lo tanto, ni el consentimiento ni la existencia o no de penetración diferenciaban el abuso de


la agresión sexual, sino expresamente el uso de la violencia o intimidación.

Desde este punto de vista se debe explicar qué se entiende por violencia o intimidación. Si bien
no existe una lista de conductas violentas, desde la jurisprudencia se entiende que violencia
equivale a acometimiento, imposición material, uso de la fuerza física u otro factor de
superioridad para vencer la voluntad de la víctima.

Por su parte, se considera que existe intimidación cuando la víctima cede ante la agresión para
evitar un mal mayor sobre su persona o bienes o sobre la persona o bienes de un tercero con
quien tenga una relación estrecha.

Por otro lado, se ha establecido que no es necesario que la amenaza sea grave, sino que basta
con que sea real y creíble por parte de la víctima.

Además, las amenazas deben ser eficaces para anular la resistencia de la víctima. Es decir que la
agresión sexual existe tanto si se utiliza la fuerza o intimidación como si se la aprovecha o
beneficia de la empleada por otras personas o ante determinadas circunstancias.
IV. Conclusiones

1. La violencia contra las mujeres es causa y consecuencia de su opresión como sexo, y es


en la violencia sexual donde más profundamente arraiga la ideología machista de
sometimiento y poder de los hombres sobre las mujeres. Es una de las mayores y más
persistentes violaciones de los derechos humanos en el mundo, siendo obligación de
todas las instituciones y un desafío para el conjunto de la sociedad su erradicación.
2. Esta violencia está en el centro de la política sexual del patriarcado y contra ella se ha
rebelado siempre el movimiento feminista. Además el feminismo, como teoría política,
ha conseguido crear la conceptualización necesaria para el cambio social.
3. Uno de los grandes impulsos de la última Ola feminista es la lucha contra el silencio y
las zonas de impunidad de la violencia sexual: contra la llamada cultura de la
violación, que cumple una función justificativa para los agresores y domesticadora para
ellas. El miedo infundido por esta violencia a la población femenina es uno de los
principales argumentos para su calificación como terrorismo sexual.
4. La lucha contra la violencia sexual en la Cuarta Ola es, en otras palabras, la vindicación
de la libertad sexual de las mujeres, como premisa de una vida digna y una sociedad
igualitaria. El feminismo radical impugna la idea del consentimiento y reivindica la de
libertad sexual: una sexualidad en la que las mujeres puedan hacer lo que desean y no
aquello que consientan. Desde esta posición, el consentimiento sexual es un concepto y
una realidad que colabora con la dominación masculina, donde hay una parte activa y
una pasiva, y descarga en las mujeres la responsabilidad de establecer límites a la
actividad masculina.
5. Para el análisis feminista, pornografía y prostitución son el núcleo duro de la cultura de
la violación: enseñan a normalizar hasta tal punto la violencia sexual que las mujeres
pueden estar disponibles sexualmente por precio. El feminismo en España denuncia la
ausencia de un marco legal abolicionista del sistema prostitucional y de la
pornografía. Exigimos la ley abolicionista ya en España, e impulsar desde nuestro país
el abolicionismo en el marco de la Unión Europea. El Proyecto de Ley contra el
proxenetismo que actualmente se tramita en las Cortes Generales puede representar un
avance significativo. Incorporar y fortalecer el movimiento de las supervivientes de la
violencia sexual y del sistema prostitucional es un acto de justicia reparativa y un
elemento estratégico por el abolicionismo.
6. La Unión Europea puede establecer y defender el derecho humano a no ser comprado ni
vendido con fines sexuales en todos los Estados miembros, tal como propone el Lobby
Europeo de Mujeres, con la aprobación de una Directiva europea contra la prostitución
y la explotación sexual, en cuya definición incluya la pornografía. En la actualidad, las
asimetrías legales entre países son aprovechadas por el sistema proxeneta, que puede
convertir las zonas fronterizas en focos de prostitución, como ya ocurre en el caso
español en La Jonquera.
7. La perspectiva de la Organización Mundial de la Salud sobre la violencia sexual no
profundiza en las raíces estructurales de desigualdad entre los sexos ni exhorta a los
cambios necesarios en las relaciones de poder y la socialización masculina. Por ello, a
la perspectiva de salud pública hay que añadir que es violencia contra las mujeres por
razones de género o violencia machista. Resulta un encaje complicado, en un mismo
ordenamiento jurídico, el concepto de género como categoría a erradicar y la idea de
género como parte de la “identidad” de las personas. Esta situación está llevando a
autoras y militantes feministas a preferir la nomenclatura “violencia contra las mujeres”
o “violencia machista” para evitar ambigüedades.
8. España ha ratificado los principales tratados y convenios internacionales de derechos
humanos que obligan a luchar frente a la violencia contra las mujeres, entre ellas las
violencias sexuales. En este marco se inscriben las últimas reformas legislativas del
Gobierno, de modo destacado, la nueva Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de
garantía integral de la libertad sexual.
9. Conceptualizar políticamente la violencia sexual permite pasar de la anécdota a la
categoría, como expresión sexual del dominio masculino. Es por tanto expresión de un
problema social y en consecuencia, los actos delictivos asociados a ella deben ser
considerados como delitos públicos. No es coherente que así se exprese en el preámbulo
de la nueva Ley y que sin embargo no se haya eliminado la denuncia de la persona
agraviada como requisito de perseguibilidad.
10. La mayor parte de la violencia sexual (entre el 85 y el 90%) permanece oculta, y de la
que se denuncia solo una minoría de casos acaba en condena del agresor. Hablamos por
tanto de los actos de violencia en sí y de su silenciamiento –especialmente en el ámbito
de la pareja y en las agresiones a menores–, del maltrato institucional y de la
culpabilización de las víctimas que llegan hasta hoy.
11. El crédito social de la nueva Ley ha quedado demediado en los meses posteriores a su
entrada en vigor. La opinión pública asiste al conteo en los medios de comunicación de
las rebajas de penas de centenares de delincuentes sexuales ya condenados, más decenas
de excarcelaciones, acogiéndose a la retroactividad de las leyes penales más favorables
al reo. Distintos tribunales han rebajado condenas por delitos sexuales, otros no lo han
hecho, con un debate jurídico y político intenso y, sobre todo, con la revictimización de
quienes han visto beneficiados a sus agresores. Desde el movimiento feminista no se
reclamó nunca una rebaja de sanciones penales e incluso juristas feministas advirtieron
de ello. El Gobierno debe hacer autocrítica y estudiar posibles reformas para recuperar
el valor de la nueva Ley como referente social, político y jurídico.
12. En España, nos encontramos en un momento clave en esta materia con una gran
actividad legislativa: reformas legales en marcha – consolidación del Pacto de Estado
contra la Violencia de Género, la nueva Ley de salud sexual y reproductiva y de
interrupción voluntaria del embarazo, el Proyecto de Ley contra el proxenetismo– y
la aplicación de las recientemente aprobadas, como la Ley de protección integral a la
infancia y la adolescencia frente a la violencia de 2021 y la Ley Orgánica de garantía
integral de la libertad sexual.
13. Es preciso atender a las señales de alerta respecto a los jóvenes y el negacionismo de la
violencia machista. Esta realidad evidencia fallos importantes en la prevención de la
violencia sobre las mujeres basada en la realización del principio de igualdad en todos
los ámbitos.
14. Según la última macroencuesta oficial, en España más de 2.800.000 mujeres ha sufrido
violencia sexual a lo largo de su vida. El 99,6% de los agresores son varones. Un 2,2%
(453.371 mujeres) han sido violadas alguna vez en su vida. El 7,5% por la pareja o
expareja (1.535.941). Los grupos de mujeres especialmente vulnerables a la violencia
sexual son las mujeres con discapacidad, las mujeres jóvenes (de 16 a 24 años) y las
nacidas en el extranjero.
15. La serie histórica de la última década muestra la evolución creciente de los delitos
sexuales. Entre 2012 y 2021, el incremento de los delitos sexuales registrados en 10
años es de un 88,9%.
16. El incremento de los delitos sexuales para los nueve primeros meses de 2022 es
del 16,3% respecto al mismo periodo del año anterior. De ellos, las violaciones
registradas aumentaron un 21,5%. Entre enero y septiembre de 2022 se registraron
13.455 delitos contra la libertad sexual, de ellos, 1.942 violaciones, lo que supone un
ratio de 7 violaciones al día en 2022.
17. La hipótesis del mayor afloramiento para este incremento no explica la evolución de la
cibercriminalidad sexual ni tampoco la tendencia a la bajada de la edad promedio de las
víctimas de los delitos sexuales, y debe entenderse en todo caso como explicación
parcial.
18. No hay datos de ninguna avalancha de extranjeros tras el aumento de las denuncias por
violencia sexual en nuestro país, lo que desmonta las hipótesis xenófobas. No hay
correlación con el hecho de que en estos años de incremento de la violencia sexual
registrada, el índice de población migrante apenas varió un punto porcentual entre 2014
y 2021.
19. Según los análisis sobre sentencias, los agresores de las adultas son en su
mayoría amigos o conocidos, mientras que para las víctimas menores de edad son en su
mayoría parte de la familia o conocidos a través de relaciones familiares y de vecindad,
en el ámbito educativo o de ocio y deportes. Cuando el agresor del menor es parte de la
familia, el caso más común es que sea el padre o la pareja actual de la madre.
20. La mitad de la violencia sexual registrada tiene víctimas menores. Del total de
victimizaciones (16.986), 8.317 son sobre menores (de ambos sexos). Eso supone un
49% de victimizaciones. De ellas, las victimizaciones de niñas (0-17 años) son el
83%, frente al 17% las de niños.
21. Es necesario atender las recomendaciones del EIGE y del GREVIO para de modo
urgente reconocer la ciberviolencia contra mujeres y niñas como una forma de violencia
de género, y mejorar la recopilación de datos desglosados por sexo en esta área. Forma
parte de la transformación digital de nuestras vidas, que incluye esta dimensión digital
de la violencia de género.
22. En cuanto a la ciberdelincuencia sexual, ocho de cada diez casos son contra menores de
edad. El 72% de las victimizaciones son de sexo femenino. La ciberviolencia contra la
mujer es un acto de violencia de género perpetrado directa o indirectamente a través de
las tecnologías de la información y la comunicación. La tecnología forma parte de la
vida de los adolescentes e implica riesgos en materia de violencia sexual, con cifras
procupantes de sexting, casos de grooming así como acceso a pornografía. El contacto
con desconocidos online es habitual. Las chicas reciben proposiciones sexuales por
parte de adultos mucho más frecuentemente que los chicos, mientras que el consumo de
pornografía es muy superior entre los adolescentes varones.
23. Existen evidencias de los impactos negativos de la pornografía en
adolescentes: actitudes sexistas, aumento de prácticas de riesgo y de prácticas violentas.
La nueva pornografía se ha convertido en la principal fuente de aprendizaje sexual para
menores y jóvenes, un hecho con impactos negativos en sus relaciones, en su
autopercepción y por proporcionar un escenario para la escalada hacia la
prostitución como una opción más de consumo.
24. La violencia sexual con responsables múltiples representa un 4,3% del total de las
agresiones y abusos sexuales registrados en 2021. Entre los 371 casos de 2016 y los 573
de 2021, el incremento del número de casos anuales ha sido del 54,4%. Las violaciones
en grupo se asocian en el imaginario patriarcal actual a la pornografía, que se ha
convertido en un grave problema de anti-educación sexual. En esta pornografía figura
el gangbang como modalidad frecuente, en la que grupos de tres o más hombres utilizan
sexualmente a una mujer. El grupo masculino no tiene sexo “con” una mujer sino sexo
“contra” ella. Situamos estos crímenes en el marco de la deshumanización de las
mujeres. Según la muestra de casos analizada por Geoviolenciasexual.com, una de cada
diez agresiones fue pornificada: hay constancia de la grabación de la agresión.
25. La violencia sexual es en los casos más extremos la tortura previa al feminicidio, son
las violaciones y otras agresiones sexuales; es el acoso –también en el trabajo, con
consecuencias muy graves para las trabajadoras víctimas–. Es el matrimonio de niñas,
la mutilación genital femenina, es la explotación sexual, es la violencia sexual en la
infancia: es necesario conocer y estudiar en profundidad las múltiples tipologías de una
quiebra sistémica de los derechos humanos, ya sea por la pareja, la familia o
desconocidos, en el ámbito público o privado.

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