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U. En las exposiciones clásicas de la el lugar", "el orden de las partes en El ubi se distingue realmente del si-
doctrina modal suelen simbolizarse el lugar", y, más exactamente, como tus en cuanto que el segundo puede
las proposiciones modales con "el accidente que dispone las partes no cambiar mientras que puede cam-
modus negativo y dictum negativo del cuerpo en el lugar" (accidens dis- biar el primero, y viceversa.
(V. MODALIDAD) por medio de la le- ponens partes corporis in loco). Ha ha- Con respecto a la noción de ubi-
tra 'U' ( y a veces también por me- bido entre los escolásticos muchas dis- cuidad, su significado procede del sig-
dio de la letra 'O'). 'U' representa, cusiones sobre la significación del si- nificado de ubi como "presencia". En
pues, proposiciones del tipo: Es tus en cuanto "disposición" o positio. efecto, se define la ubicuidad como
posible que no p, donde 'p' simboliza Así, por ejemplo, Duns Escoto man- la "omnipresencia" en el sentido de la
un enunciado declarativo. tiene que hay una disposición de las presencia en todos los ubi o en todos
UBI, UBICUIDAD. El adverbio la- partes del cuerpo que es el orden de los entes que tienen un ubi. Como se
tino ubi ( = "donde" ) traduce el ad- tales partes en el todo, y una dispo- dice que Dios es omnipresente y ello
verbio griego pou= que Aristóteles usó sición de las partes del cuerpo que es parece llevar a la idea de que está
para denominar una de las catego- el orden de tales partes en el todo "localmente" en todas partes, se ha
rías (véase CATEGORÍA) o predica- y en el lugar. La primera disposi- distinguido entre una ubicuidad cir-
mentos. Se usa con frecuencia el nom- ción es un "hallarse dispuesto" inse- cunscriptiva (Cfr. supra) y una ubi-
bre 'lugar' para referirse al pou= aristo- parable de la cantidad. La segunda cuidad no circunscriptiva. La primera
télico, y así lo hemos hecho en el disposición es un "hallarse dispuesto" es la ubicuidad "local" o "según el
artículo antes referido, pero sería más separado de la cantidad. En cambio, locus; la segunda es una ubicuidad
propio usar el adjetivo 'donde', ya Guillermo de Occam mantiene que el "total" o según el totum. La presencia
que la categoría en cuestión consiste orden de las partes en el todo supone no circunscriptiva es la propia de los
en determinar primariamente "dónde" un orden de las partes en el lugar; espíritus, y consiste en "operar" en el
se halla aquello de que se habla, el lo contrario sería "multiplicar los en- lugar más bien que en el estar
sujeto de la correspondiente predica- tes más de lo necesario", por lo me- (espacialmente ) en el lugar. Se han
ción. nos en cuanto que se multiplicaría admitido, además, varios modos de
En el artículo LUGAR hemos trata- innecesariamente el orden de las par- ubicuidad no circunscriptiva. Una de
do del significado de lo que Aristó- tes sin saberse, por lo demás, qué ellas es "definitiva"; ésta puede ser
teles llamó to/p oj esto es, de lo que partes tendrían en cada caso prioridad la del alma en el cuerpo (en cuyo
a veces se llama "la teoría aristotéli- sobre otras. caso es, además, "informativa") o la
ca del espacio" (véase ESPACI O). En todo caso, es común considerar de los espíritus puros. En cuanto a
Aquí trataremos del significado del que situs y ubi son dos maneras del la omnipresencia de Dios, tendrá que
ubi especialmente en la filosofía es- locus. Ahora bien, según muchos au- ser no definitiva y, además, "reple-
colástica, pero tendremos en cuenta tores, especialmente los de tendencia tiva" ( "rellenativa" ).
asimismo los conceptos de locus ( = tomista, el ubi, trascendentalmente UCRONÍA es literalmente lo que
'lugar") y situs (= posición" o "si- hablando, puede ser circunscriptivo y no tiene tiempo, lo que no está alo-
tuación") en cuanto se hallan estre- no circunscriptivo. Se entiende el ubi jado en el tiempo, y, en particular,
chamente relacionados con el ubi. no circunscriptivo como un estar en en el tiempo histórico, pasado o fu-
Se define ubi en general como "la el lugar según un modo no extenso, turo. La ucronía equivale en este sen-
presencia [de algo] en el lugar". Sien- o inextenso. El ubi circunscriptivo es tido, desde el punto de vista histó-
do el lugar (locus) "el límite, o tér- el ubi propiamente predicamental, y rico, a la utopía, a lo que no está
mino, del cuerpo continente (o cir- no puede subdividirse formalmente en "en ninguna parte". Para Renouvier,
cundante)", el ubi será entonces la otros modos de ubi, ya que la única 'ucronía' designa un tipo de conside-
presencia del cuerpo en semejante diferencia que hay entre dos o más ración histórico-filosófica relativa a un
"término" o "límite". El situs es la ubi en sentido predicamental es una pasado supuesto, no totalmente inven-
categoría (v.) que Aristóteles llama diferencia material o individual. El
tado, sino desviado de su curso efec-
kei=sqai y que hemos traducido por "si- ubi predicamental puede ser defini-
tivo por algunos acontecimientos no
tuación" o "postura"; es, por decirlo do como "la presencia [de un cuerpo]
en el lugar circunscriptivamente", y transcurridos, pero que "hubieran po-
así, el "como está situado el cuerpo" dido acontecer". La ucronía es, por
(sentado, de pie) y se define "la dis- también como "la circunscripción pa-
siva del cuerpo mediante la circuns- lo tanto, "lo que hubiera pasado
posición de las partes del cuerpo en si..." y supone la posibilidad de un
cripción activa procedente del lugar".
cambio radical de la historia por la
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UEB ULR
más ligera desviación de su curso en categorías primarias y categorías
conocido en un momento determina- derivadas. La categoría primaria su-
do. Así, el propio Renouvier ha tra- prema es la de "lo pensable", y a
tado desde el punto de vista "ucró- ellas siguen categorías como las de
nico" la historia de Europa y del ser, unidad, diferenciación, etc. Las
Cercano Oriente, en el caso de que categorías derivadas son categorías
el cristianismo, por una serie de dis- como las del concepto y el juicio.
posiciones romanas, no hubiera podi- Aunque tanto las leyes del pensar
do penetrar en Occidente, quedándose como las categorías son a priori, ello
confinado en Oriente y siguiendo allí no quiere decir que engendren la
su evolución interna. La crítica del experiencia, pues ésta permanece
cristianismo orientalizado supone en siempre como una realidad de
su obra un elogio de la moral de
hecho.
Occidente, tal como queda prefigura-
da en la Antigüedad pagana, princi- Desde el punto de vista metafísico
palmente en el estoicismo, y tal como la realidad se halla, según Ulrici, for-
supone que se desarrolló en una zona mada y determinada por una fuerza a
territorial no sometida a la influencia la vez primaria y suprema de carácter
de la teocracia. En la Ucronía se divino; es una fuerza espiritual y auto-
opone "la ley moral, fundamento de consciente. Esta fuerza ha creado el
la ley civil" a la antimoral o a la mundo de acuerdo con ciertos fines
ultramoral propias del Oriente, que y mantiene el mundo dentro de sí mis-
supone teocratizado o tiranizado. ma. Con ello Ulrici piensa que puede
Véase Charles Renouvier, Uchro- evitar el panteísmo, pero al mismo
nie. L'Utopie dans l'Histoire, 1876 tiempo una concepción de Dios ex-
(trad, esp.: Ucronía. La Utopía en la cesivamente "trascendente" a la reali-
Historia, 1944). ULRICI (HERMANN) (1806-
UEBERWEG (FRIEDRICH) (1826-
1884) nació en Pförten (Lausacia In-
1871) nació en Leichlingen (Solin-
gen). Estudió en Göttinga ( con Lot- ferior), estudió en Halle y en Berlin,
ze), en Berlín (con Trendelenburg y y fue desde 1834 "profesor extraordi-
Beneke) y en Halle. De 1852 a 1862 nario" en la Universidad de Halle.
fue "docente" en Bonn; de 1862 a En 1847 se encargó de la dirección
1868 "profesor extraordinario" y desde de la Zeitschrift für Philosophie und
1868 profesor titular en König-sberg. philosophische Kritik, fundada por
Influido primeramente por Beneke, se Immanuel Hermann Fichte en 1837
deben a Ueberweg dos importantes con el nombre de Zeitschrift für Phi-
contribuciones. En primer lugar, su losophie und spekulative Theologie.
exposición de la historia de la Como I. H. Fichte (el hijo de J.
filosofía, que ha sido refundida y G. Fichte) y Christian Hermann
ampliada luego por diversos autores Weise ( VÉANSE ), Ulrici fue uno de
(Rudolf Reicke, Max Heinze, Karl los defensores de la corriente llamada
Praechter, Matthias Baumgartner, B. "teísmo especulativo". En oposición a
Geyer, Konstantin T. Oesterreich, M. Hegel —tanto a su dialéctica como a
Frischeisen-Köhler, Willy Moog) y lo que consideraba su orientación
de la cual se está preparando una panteísta— Ulrici parte de lo que
nueva edición en 8 vols. (Véase bi- llama "la experiencia", la cual entiende
bliografía de FILOSOFÍA [HISTORIA DE en un sentido muy amplio, pues
LA ].) Esta "Historia" se ha conver- incluye, y aun destaca, la "experiencia"
tido en el tratado clásico de esta de los fenómenos "metapsí-quicos", y
disciplina. En segundo término, su afirma que esta experiencia es
exposición de la lógica, mantenida en elaborada por medio del pensamiento,
la tradición aristotélica e influida por el cual opera una diferenciación o,
Beneke y Trendelenburg. Pero Ueber- mejor dicho, una serie de
weg se aparta tanto de la lógica pu- diferenciaciones — diferencia entre su-
ramente formal como de la lógica jeto y objeto, entre objetos entre sí.
metafísica y sostiene que el pensar El pensamiento diferencia y determi-
no es algo independiente del ser ni na la experiencia por medio de dos
idéntico a él, sino una forma que re- leyes: la ley de identidad y la de no
produce el ser, que corresponde a él. contradicción, por un lado, y la ley
En su última época, Ueberweg se in- de causalidad, por otro. Organizada
clinó, influido sobre todo por Czolbe, mediante estas leyes, la experiencia
a una concepción sensualista.
es, además, elaborada mediante una
serie de categorías. Estas se dividen
845 dad creada.
ULR UNA
Véase Ernst Melzer, Erkenntnis- función de las intuiciones centrales
theoretische Erörterungen über die de su filosofía, consistente en una
Système von U. und Günther, 1886. meditación sobre tres temas funda-
— J. E. Schweicker, Ulricis Gotte-
slehre, 1905 (Dis.). — Erich Bam- mentales: la doctrina del hombre de
mel, H. Ulricis Anschauung von der carne y hueso, la doctrina de la in-
Religion, 1927 (Dis.). mortalidad y la doctrina del Verbo.
ULRICO DE ESTRASBURGO [Ul- La primera, que es acaso su problema
rich Engelbrecht, Ulricus Engelbcrti] capital y el fundamento de todo su
(t 1277), de la Orden de los Predica- pensamiento, es expuesta por Una-
dores, fue discípulo de Alberto el muno al hilo de una polémica contra
Grande y profesó durante algunos el hombre abstracto, contra el hom-
años en el Convento dominicano de bre tal como ha sido concebido por
Estrasburgo. Inspirándose en su maes- los filósofos en la medida en que
tro, muy influido por tendencias neo- hacían filosofía en vez de vivirla. El
platónicas y agustinianas, Ulrico de hombre, que es objeto y sujeto de la
Estrasburgo concibió la teología co- filosofía, no puede ser, según Unamu-
mo la ciencia encargada de entender, no, ningún "ser pensante"; por el
en la medida de lo posible, las ver- contrario, siguiendo una tradición que
dades de la fe. El primer principio se remonta a San Pablo y que cuenta
de la teología es la afirmación de que entre sus mantenedores a Tertuliano,
Dios es la verdad suprema y la causa San Agustín, Pascal, Rousseau y
de todas las verdades. Esta afirmación Kierkegaard, Unamuno concibe el
es evidente y no necesita demostración. hombre como un ser de carne y hueso,
Pero si Dios es la verdad suprema y la como una realidad verdaderamente
causa de todas las verdades, todo lo existente, como "un principio de
que Dios enseña es verdadero, y así unidad y un principio de continui-
son verdaderas las Escrituras. Estos dad". La proximidad de Unamuno al
principios o reglas (regulae) existencialismo, subrayada ya en di-
permiten, según Ulrico, probar las versas ocasiones, no impide cierta-
verdades de la fe, que se convierten mente que su intuición y sentimiento
en objeto de la teología. del hombre sean, en el fondo, de una
Ulrico de Estrasburgo elaboró la radicalidad mucho mayor que la ex-
doctrina de la jerarquía de las for- presada en cualquier filosofía exis-
ULTRAMONTANISMO. Véase tencial. En su lucha contra la filo-
mas, paralela a la doctrina de la ilu- TRADICIONALISMO.
minación (VÉASE) divina, la cual ilu- sofía profesional y contra el imperio
UMBRAL (UMBRAL DIFEREN- de la lógica, en su decidida tendencia
mina tanto el intelecto como los seres CIAL) . Véase WEBER-FECHNER ( LEY
creados por Dios. Según Ulrico, Dios a lo concreto humano representado por
DE ).
creó ante todo el ser como Forma. el individuo y no por una vaga e
UNAMUNO (MIGUEL DE) (1864- inexistente "humanidad", Unamuno
Esta Forma se distingue de Dios por- 1936) nació en Bilbao. Limitándonos
que no es, como Dios, un puro ser, hace de la doctrina del hombre de
a los datos académicos, mencionare- carne y hueso el fundamento de una
sino que está mezclada de alguna ma- mos sólo que estudió en el "Instituto
nera con el no ser. Esta Forma pri- oposición al cientificismo racionalista,
Vizcaíno" de Bilbao (1875-1880) y insuficiente para llenar la vida humana
mera o Inteligencia es el principio de en la Universidad de Madrid (1880-
todas las demás formas, las cuales es- concreta y, por lo tanto, también
1884). En 1891 tomó posesión de la impotente para confirmar o refutar lo
tán penetradas de la luz divina — luz cátedra de griego en Salamanca, a la
que se difunde por todo lo creado, ya que constituye el verdadero ser de
que se acumuló luego la de filología este individuo real y actual procla-
que no hay nada de lo cual pueda comparada de latín y castellano. Fue
decirse que "es" sin recibir de algún mado en su filosofía: el hambre de
profesor (y rector) en Salamanca hasta supervivencia y el afán de inmortali-
modo la luz de Dios. su jubilación, en 1934, cuando fue
Se deben a Ulrico de Estrasburgo dad. Toda demostración conducente a
nombrado "Rector perpetuo", con ex- demostrar o a refutar estos sentimien-
comentarios (perdidos) a los Meteoros cepción de los años pasados en el
y al De anima de Aristóteles, así como tos radicales es para Unamuno la ex-
a las Sentencias. La obra principal de destierro (1924-1930), en Fuerteven- presión de una actitud asumida por
Ulrico es la Summa de bono, que tura, París y Hendaya. los que "sólo tienen razón", por los
quedó incompleta (de los 7 libros que La vida y el pensamiento de Una- que ven en el hombre un ente de
debía contener sólo fueron termina- muno, íntimamente enlazados con las razón y no un haz de contradicciones.
dos los libros I a V y parte del libro circunstancias españolas y con la gran
VI). Edición de partes de la Summa: Haz de contradicciones que se revela
lucha sostenida desde fines del siglo sobre todo cuando se advierte que el
Jeanne Daguillon, Ulrich de Stras- pasado entre los europeizantes y los
bourg. La "Summa de bono". I. In- hombre no puede vivir tampoco sin
troduction et édition critique, 1930 hispanizantes, lucha resuelta por Una- la razón, la cual "ejerce represalias"
[Bibliothèque thomiste, 12] [otras muno con su tesis de la hispanización y coloca al hombre en una inseguri-
partes, publicadas por el mismo autor, de Europa, pueden comprenderse en dad que es, a la vez, el fundamento
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UNA UNA
mismo de su vida. Pues si Unamuno píritu y flor de toda sabiduría. Una-
ha combatido sobre todo al cienti- muno niega la tesis goethiana que
ficismo y al racionalismo, ha sido por- hace de la acción el principio de todo
que ellos adquirían en cierto momen- ser para llegar a la confirmación, sus-
to un aire de ilegítimo triunfo, un tentada ya en el comienzo del Evan-
peso que hubiera en fin de cuentas gelio de San Juan, según la cual el
aplastado al hombre. El cientificismo principio es el Verbo. Pero el Verbo
y el racionalismo son uno de los ca- tampoco es para Unamuno un logos
minos que conducen al suicidio, la abstracto o sin contenido; el Verbo es
actitud adoptada por quienes, en su más bien para él la cualidad concreta
afán de teología, "esto es, de aboga- y presente del gesto y del lenguaje
cía", o en su invencible odio anti- humanos. De este Verbo, de esta vi-
teológico, no advierten en la contra- sión de lo que las cosas son en la
dicción el verdadero modo de pensar inmediata presencia de su perfil, de-
y de sentir del hombre existencial. riva para Unamuno el fundamento y
El fundamento de la creencia en la el término de toda filosofía. La filo-
inmortalidad no se encuentra en nin- sofía, definida por Unamuno como el
guna construcción silogística ni in- desarrollo de una lengua, queda,
ducción científica: se encuentra sim- pues, relativizada, pero a la vez ad-
plemente en la esperanza. Pero la quiere un carácter concreto abso-
inmortalidad no consiste a su vez luto. La identificación de la filoso-
para Unamuno en una pálida y des- fía con la filología no es la iden-
teñida supervivencia de las almas. tificación del pensamiento lógico con
Vinculándose a la concepción católi- la estructura gramatical; es el hecho
ca, que anuncia la resurrección de los de que el Verbo, como expresión di-
cuerpos, Unamuno espera y proclama recta e inmediata del hombre de carne
"la inmortalidad de cuerpo y alma" y hueso, sea el instrumento y el
y precisamente del propio cuerpo, del contenido de su propio pensamiento.
que se conoce y sufre en la vida co- Por eso Unamuno ve la filosofía es-
tidiana. No se trata, por lo tanto, de pañola no en los textos de los escolás-
una justificación ética del paso del ticos, sino en las obras de los místicos,
hombre sobre la tierra, sino simple- en las grandes figuras de la literatura.
mente de la esperanza de que la La esencia del pensamiento español,
muerte no sea la definitiva aniquila- y también, naturalmente, la esencia
ción del cuerpo y del alma de cada de su vida, son así, como las del
cual. Esta esperanza, velada en la senequismo, esta tendencia que sub-
mayor parte de las concepciones filo- raya frente a la originalidad del aná-
sóficas por nebulosas místicas y por lisis "la grandiosidad del acento y
sutiles sistemas, es rastreada por Una- del tono". El problema de la verdad,
muno en los numerosos ejemplos de problema fundamental de toda filoso-
la sed de inmortalidad, desde los mi- fía, es resuelto, pues, por Unamuno
tos y las teorías del eterno retorno mediante esta articulación interna
hasta el afán de gloria y, en última que liga al hombre concreto con su
instancia, hasta la voz constante de expresión verbal, mediante la con-
una duda que se insinúa en el cora- cepción que ve en lo que el hombre
zón del hombre cuando éste aparta dice al expresarse y en lo que dicen
como molesta la idea de una sobre- las cosas al ofrecerse al hombre la
vivencia. Demostración o refutación, revelación de su verdad.
confirmación o negación son sólo, por
consiguiente, dos formas únicas de
racionalismo suicida, a las cuales es
ajena la esperanza, pues ésta repre-
senta simultáneamente, como Unamu-
no ha subrayado explícitamente, una
duda y una convicción.
A los temas de la doctrina del
hombre de carne y hueso y de la
esperanza en la inmortalidad, con los
cuales va implicada su idea de la
agonía o lucha del cristianismo, agre-
ga Unamuno su doctrina del Ver-
bo, considerado como sangre del es-

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UNI
es único; y, en rigor, Santo Tomás
(loc. cit.) usa la demostración aris-
totélica de que el ser no puede ser un
género para probar que Dios es úni-
co.
Los diferentes modos de entender
la unicidad a que nos hemos referido
se fundan en lo que podríamos lla-
mar diversos grados de unicidad des-
de la meramente numérica de los en-
tes singulares hasta la absoluta de
Dios. Se puede plantear el problema
de cómo se religan estas diversas for-
mas de unicidad y de si hay o no lo
que podría llamarse "la analogía de
la unicidad". Se puede plantear asi-
mismo el problema de si, admitida
semejante analogía, hay algún "aná-
logo principal". Y si se acepta que lo
hay, puede entonces responderse o
que el análogo principal es Dios, co-
mo modelo supremo de cualquier for-
ma de unicidad, o que es la unici-
UNICIDAD, ÚNICO. Algo se llama dad puramente singular que por ex-
"único" cuando es numéricamente tensión da lugar a diversas formas de
uno. En este sentido todo ser singular, unicidad.
sea o no individual, es único. Algo Algunos de los problemas que se
se llama también "único" cuando no plantean respecto a la noción aquí
existe otro exactamente igual en su tratada están relacionados con las
clase. En este sentido todo individuo cuestiones que se refieren a la unidad
es único. Algo se llama asimismo y a lo Uno, a que nos referimos en
"único" cuando es el solo miembro otro artículo (véase UNO [Lo] ).
(real o posible) de su clase. En este El tema de "lo único" o, mejor di-
sentido se ha dicho que los espíritus cho, de "el único" (der Einzige) ha
puros (los ángeles) son únicos; como sido desarrollado con gran insistencia,
escribe Santo Tomás, "es imposible y no poca exaltación, por Max Stirner
que dos ángeles pertenezcan a la mis- (VÉASE). Según este autor, "yo" soy
ma especie, como sería imposible de- siempre y radicalmente único, pues
cir que hay diversas blancuras sepa- todo lo que me une a otros, o todo
das, o diversas humanidades, ya que lo que tengo en común con otros, es
las blancuras no son varias excepto en sólo relativo respecto al carácter ab-
cuanto se hallan en varias substan- soluto de "mi" unicidad. "Mi" ser
cias" (S. theol., I, q. L, a 4). Algo único es, pues, semejante, si no idén-
se dice también "único" cuando no tico, a lo que se estima como el ser
está en ningún género y cuando no absolutamente único de Dios. Stirner
sólo no hay ningún otro igual, mas parece admitir que la unicidad no es
no puede por principio haber otro el resultado de destacar máximamente
igual. En este sentido se dice que la ausencia de relación, de tal suerte
Dios es único; Santo Tomás indica, que la unicidad fuese máxima re-
en efecto, que Dios no puede estar ducción de la relación, sino lo contra-
contenido en ningún género — razón rio: toda relación podría ser consi-
por la cual, agrega, no puede ser de- derada como una reducción máxima
finido (ya que toda definición se halla de la unicidad. En suma, la unicidad
formada por el género y las diferencias) no parece ser en Stirner ausencia de
y no puede ser demostrado excepto relación, sino que la relación es au-
por medio de un efecto (ya que el sencia de unicidad.
principio de la demostración es la ÚNICO (EL). Véase STI RN E R
definición de aquello de lo cual está ( MAX); UNICIDAD, ÚNICO.
hecha la demostración) (Cont. Gent., UNIDAD. Véase NÚMERO ; UN O
I, 25, 1-8, especialmente 7-8). Del ser, (LO U N O , U NI D AD ).
considerado como "el acto de existir", UNIDAD DE FORMAS. Véase
se puede decir asimismo que FORMA; TOMISMO.
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UNI UNI UNI
UNIÓN. En cuanto acción y efec- cia; substancias para formar una subs- salidad es patente por el hecho de
to de unir, relacionar, vincular, etc. tancia compuesta o vínculo substan- que la singularidad del concepto-su-
La unión se entiende de varias ma- cial, unión substancial de forma y jeto se refiere a un género o a una
neras, dependiendo de los modos de de materia, unión de medios con fi- especie. Véase también GÉNERO.
unión —llamados a veces "modos de nes, de pensamiento o voluntad con El término "universal' se usa asimis-
unidad"— y también de los elemen- el objeto intencional, de partes con mo en teoría del conocimiento al ha-
tos que se procede a unir. todos, de pedazos con todos, de ele- blarse de los "juicios universales y ne-
Mencionaremos aquí varios modos mentos con conjuntos o estructuras, cesarios". Kant se refirió con frecuen-
de unión sin extendernos acerca de etc. En teología se usa la expresión cia a la universalidad y necesidad de
lo que caracteriza cada modo, en par- unión hipostática' (véase HIPÓSTASIS) los juicios que forman parte de las
te porque nos hemos referido ya a para referirse a la unión de dos natu- ciencias naturales (especialmente de
algunos de ellos en varios artículos ralezas en una hipóstasis o personas la física) e indicó que a menos de
de esta obra (por ejemplo, CÓPULA, (como la unión de la naturaleza divi- poder fundamentarse tal universalidad
MEZCLA, ORDEN , RELACIÓN , SUMA, na y la naturaleza humana de Cristo (y necesidad) se cae en el escepticis-
TODO , VÍNCULO ), y en parte porque en la persona del Hijo de Dios). mo y en el relativismo.
en la mayor parte de los casos se Advertimos que se habla asimismo UNIVERSALES. Los universales,
entiende fácilmente, por su mero de "unión mística" (véase MÍSTICA) y universalia, son llamados también no-
enunciado, el tipo de unión referido. de "unión metafísica", esta última co- ciones genéricas, ideas y entidades
Por lo pronto, puede hablarse de mo un tipo de unión que trasciende abstractas. Ejemplos de ellos son: el
dos tipos de unión que corresponden todas las formas de unión mencio- hombre, el triángulo, 4 (el número
a dos tipos de unidad: la unión "ló- nadas y que permite constituir una cuatro). Los universales se contra-
gica" y la unión "real". La unión ló- unidad "en sí misma". ponen, pues, a los particulares, o
gica es la que tiene lugar cuando los Para otros tipos o modos de unión entidades concretas. El problema ca-
elementos a unir no son "reales" o como modos de unidad, véase el ar- pital que presentan es el de su status
"físicos", sino "lógicos" — por los cua- tículo U N O (LO). ontológico. Se trata, en efecto, de
les se entiende los propiamente ló- UNIVERSAL. Lo universal ( to\ determinar qué clase de entidades
gicos, y también los gramaticales y, kaqo/lon ) se distingue en Aristóteles, son los universales, es decir, cuál es
en general, los llamados "elementos en cuanto general, de lo individual ( su forma peculiar de "existencia".
ideales". Tal sucede con la unión to\ kaq' e)/kaston ). Lo universal se Aunque, por lo dicho, se trata pri-
de sujeto y predicado mediante la có- refiere a una totalidad plural de mordialmente de una cuestión onto-
pula, la unión de miembros con clases objetos, con lo cual lo universal se lógica, ha tenido importantes impli-
y de clases con clases, de elementos opone a lo particular. Los juicios uni- caciones y ramificaciones en otras
en diversas relaciones, de entidades versales son los juicios de cantidad disciplinas: la lógica, la teoría del co-
matemáticas, etc. La unión real es la en los cuales el concepto-sujeto com- nocimiento y hasta la teología. La
que tiene lugar en objetos físicos o prende la cantidad de objetos-sujetos cuestión ha sido planteada con fre-
reales, pudiendo ser entonces unión mentados (todos los S son P), mien- cuencia en la historia de la filosofía,
de fenómenos por relación de causa tras los particulares comprenden un especialmente desde Platón y Aristó-
a efecto, de substancia y accidente, número parcial plural de objetos- teles, pero como fue discutida muy
etc., o bien unión de objetos por su- sujetos (algunos S son P) y los sin- intensamente durante la Edad Me-
ma, agregado, yuxtaposición, etc. gulares se refieren de un modo total dia suele colocarse en ella el origen
A los dos tipos mencionados de a un objeto singular (este S es P). explícito de la llamada cuestión de
unión puede agregarse lo que podría Los juicios universales se definen en los universales. Esta cuestión revivió,
llamarse "unión gnoseológica", es de- la lógica clásica como aquellos en en efecto, con particular agudeza
cir, la unión, o los diversos tipos de que el sujeto es tomado en toda su desde el instante en que se consideró
unión, de sujeto cognoscente y objeto extensión; sin embargo, el sujeto es como un problema capital el plan-
conocido o cognoscible, conciencia y tomado en toda su extensión en todos teado en la traducción que hizo Boe-
realidad, alma y mundo, etc. los casos, pues no se refiere a la clase cio de la Isagoge de Porfirio. El fi-
Cada uno de los tipos indicados de de objetos mentados, sino a la misma lósofo neoplatónico escribió lo si-
unión puede, además, manifestarse de cantidad en que es tomada esta clase guiente: "Como es necesario, Crisao-
diversos modos. Mencionamos como (S; algunos S; este S, donde la ro, para comprender la doctrina de
ejemplos la simple yuxtaposición, la extensión corresponde a cada una de las categorías de Aristóteles, saber lo
mezcla (ya sea simple mezcla o bien estas formas en su integridad y no que es el género, la diferencia, la
fusión), la coordinación, la serie or- solamente a S). Los juicios universa* especie, lo propio y el accidente, y
denada, la unión orgánica y la estruc- les pueden ser no sólo plurales y como este conocimiento es útil para
tural. totales, sino adoptar la forma singular la definición y, en general, para todo
En lo que toca a los elementos mis- cuando, como dice Pfánder, "los con- lo que se refiere a la división y la
mos unidos, puede hablarse, como an- ceptos-sujetos correspondientes no po- demostración, cuya doctrina es muy
tes se hizo, de elementos lógicos, nen directamente como objetos-suje- provechosa, intentaré en un compen-
reales y epistemológicos, pero más es- tos una totalidad de objetos delimi- dio y a modo de instrucción resu-
pecíficamente puede hablarse de dis- tados de uno u otro modo". Entonces mir lo que nuestros antecesores han
tintos elementos como los siguientes: se llaman más propiamente juicios dicho al respecto, absteniéndome de
causa y efecto; accidente y substan- genéricos singulares, pero su univer- cuestiones demasiado profundas y
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aun deteniéndome poco en las más siciones que, a nuestro entender, es nismo son substancialmente las mis-
simples. No intentaré enunciar si los posible adoptar con respecto al mis- mas posiciones y que, en cambio, el
géneros y las especies existen por sí mo — posiciones en las cuales esta- conceptualismo se aproxima al rea-
mismos o en la nuda inteligencia, ni, rán incluidas tanto las antiguas y lismo moderado.
en el caso de subsistir, si son corpo- medievales como las más modernas. 3. El realismo moderado, para el
rales o incorporales, ni si existen se- Advertiremos antes que el interés cual los universales existen realmen-
parados de los objetos sensibles o mostrado en la actualidad por el pro- te, si bien solamente en tanto que
en estos objetos, formando parte de blema de los universales no es sim- formas de las cosas particulares, es
los mismos. Este problema es excesivo plemente el resultado de una curio- decir, teniendo su fundamento en la
y requeriría indagaciones más am- sidad histórica, sino la consecuencia cosa: universalia in re. Los realistas
plias. Me limitaré a indicar lo más del hecho de que se trata de una moderados pueden no negar que hay
plausible que los antiguos y, sobre cuestión capital filosófica, que afecta universales en Dios en tanto que
todo, los peripatéticos han dicho ra- desde la índole de las entidades ma- arquetipos de las cosas, por lo que
zonablemente sobre este punto y los temáticas hasta el status ontológico es frecuente hallar el realismo mode-
anteriores" (op. cit. I, 1-16). Muchos de los valores. rado mezclado con el llamado rea-
autores medievales se refirieron para Las principales posiciones mante- lismo agustiniano.
solucionar la cuestión a posiciones ya nidas durante la Edad Media en el Según indica H. Collin (Curso de
adoptadas por los filósofos griegos problema de los universales son: filosofía, II, 499) es conveniente con-
del período clásico, especialmente por 1. El realismo (VÉASE), nombre siderar los universales en tres esfe-
Platón y Aristóteles, pero tomaron que se da por lo común al realismo ras: como arquetipos en la mente
como punto de partida para el exa- extremo. Según el mismo los uni de Dios, como esencias en las cosas
men del problema la forma en que versales existen realmente; su exis y como conceptos mediante los cua-
fue planteado por Porfirio. De ahí tencia es, además, previa y anterior les hablamos de las cosas. Las posi-
el interés del citado texto. a la de las cosas o, según la fórmula ciones adoptadas entonces en la cues-
Richard Hönigswald (op. cit. en tradicional, universalia ante rem. Si tión de los universales dependen de
bibliografía, págs. 13 y sigs.) indica así no ocurriera, arguyen los defen las afirmaciones o negaciones que se
que el llamado "problema de los uni- sores de esta posición, sería imposi formulen con respecto a cada una
versales, ya desdo Platón, pero sobre ble entender ninguna de las cosas de tales esferas. Así, si se niega que
todo durante la Edad Media, ofreció particulares. En efecto, estas cosas los universales estén en nuestra mente
una multiplicidad de temas y cues- particulares están fundadas (metafí- como conceptos y se declara que son
tiones. Las cuestiones principales, se- sicamente) en los universales. El mo sólo "imágenes" o "vocablos co-
gún dicho autor, son las siguientes: do de fundamentación es muy dis munes", tenemos la posición nomina-
(1) La cuestión del concepto (natu- cutido. Nos hemos referido a este lista (o, mejor, terminista). Si se
raleza y funciones del concepto; na- punto en el artículo sobre el realismo afirma que están en nuestra mente,
turaleza de lo individual y de sus re- (concepción [2]). Indicaremos, ade puede preguntarse entonces si existe
laciones con lo general); (2) La cues- más, luego que hay dos formas de o no en la realidad algo denotado
tión de la verdad (criterio o criterios realismo extremo. Nos limitaremos por ellos. Cuando se mantiene que
de verdad y de la correspondencia de aquí a declarar que cuando la ma no, la posición adoptada es la con-
lo enunciado con la cosa); (3) La yor parte de los realistas afirman que ceptualista. Cuando se mantiene que
cuestión del lenguaje (naturaleza de universalia sunt realia no quieren sí, pueden adoptarse tres opiniones:
los signos y de sus relaciones con las decir, empero, que los universales el universal existe realmente (realis-
entidades significadas). Todas estas sean reales al modo de las cosas cor mo extremo); el universal existe for-
cuestiones se plantearon, y en gran porales o de los entes "situados" en malmente en nuestro espíritu (realis-
parte resolvieron, en función de va- el espacio y en el tiempo. Si fuera mo moderado); el universal existe
rios problemas teológicos. En princi- lo último, tales universales estarían fundamentalmente en cuanto a su
pio, el problema de los universales sometidos a la misma contingencia comprensión (realismo moderado de
parece abarcar todas las cuestiones bá- que los seres empíricos y, consi sesgo conceptualista ).
sicas filosóficas, ontológicas, gnoseo- guientemente, no serían universales. El modo habitual de considerar la
lógicas y lógicas. Además, a fines de 2. El nominalismo (v. ), sobre el cuestión de los universales es el on-
la Edad Media y durante el Renaci- cual nos hemos extendido con cierto tológico. Algunos autores, empero, in-
miento, el problema de los universa- detalle en el artículo correspondien dican que es menester distinguir entre
les incluyó la cuestión de la natura- te. El supuesto común a todos los varios aspectos bajo los cuales
leza del individuo como ser pensante. nominalistas es que los universales pueden estudiarse los universales. Así,
Nos proponemos en el resto de no son reales, sino que están después T. Zigliara (Summa philosophica, I,
este artículo reseñar las posiciones de las cosas: universalia post rem. i-vii) pone de manifiesto cinco de
principales adoptadas por los autores Puede, pues, decirse, que se trata de tales aspectos: (I) El universal tal
de tendencia escolástica, especial- abstracciones (totales) de la inteli como existe en lo singular; (II) El
mente los de la Edad Media; indi- gencia. A veces se considera que el universal lógico, es decir, el universal
caremos luego la forma en que ha nominalismo puede adoptar la forma considerado formalmente o estableci-
sido revivido el problema en la épo- del conceptualismo (v.) o la del ter- do formaliter; en otros términos, el
ca contemporánea, y concluiremos minismo (v.), pero con frecuencia universal como relativo, esencialmente
con un esquema de todas las po- se estima que nominalismo y termi- ideal o como segunda intención, cu-
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yos modos son los géneros y las es- sales es un problema aparente, surgi- (3) Realismo moderado, o tesis se
pecies; (III) El universal metafísico do por el predominio de la noción gún la cual existen las entidades abs
o considerado en sí mismo, llamado de substancia y por la tesis de la tractas, y las entidades concretas: las
también universal directo, esto es, el relación sujeto-predicado implicada en primeras existen fundamentalmente en
universal bajo el modo fundamental; ella. En efecto, no parece haber modo cuanto a su comprensión; las segun
(IV) El universal respecto al modo de escapar al problema que plantea das existen fundamentalmente en
de concebir las cosas (distinto del el status existencial de la propiedad cuanto a su ser.
universal respecto a la cosa concebida que denota un predicado. Pero si (4) Conceptualismo, o tesis según
o universal metafísico), es decir, el sustituimos, según Cassirer, la noción la cual no existen las entidades abs
llamado universal precisivo; (V) El de substancia por la de función, no tractas en la realidad, sino sólo como
universal considerado concreta y nos será forzoso ya resolver la cues- conceptos de nuestra mente, es de
abstractamente; universal también en tión. Los principales inconvenientes cir, como ideas abstractas.
tanto que objeto de la metafísica, que ofrece la opinión de Cassirer son: (5) Nominalismo moderado, o te
pero bajo un distinto respecto. (a) Su concepto de función es poco sis según la cual no existen las en
Indicamos antes que el problema riguroso y está basado principalmen tidades abstractas y sólo existen las
de los universales ha sido reavivado te en la noción matemática de fun entidades concretas.
durante el presente siglo. Daremos ción tal como fue elaborada por los ( 6) Nominalismo exagerado, o tesis
cuenta de tres distintas maneras de matemáticos anteriores al siglo xx; según la cual no existen ni las en-
examinar el problema: la de algunos (b) Aun precisando el concepto de tidades abstractas ni los conceptos
lógicos contemporáneos; la de E. función, tal como lo hemos he abstractos, siendo estos conceptos abs-
Cassirer y la de R. I. Aaron. cho en el correspondiente artículo tractos sólo nombres o términos co-
La cuestión de los universales re- de este Diccionario, hay que dar una munes para designar las entidades
apareció en la lógica contemporánea interpretación de la noción de fun concretas.
principalmente cuando se trató de ción. Esta interpretación, dicho sea (7) Nominalismo absoluto, o tesis
decidir el status existencial de las de paso, es dada implícitamente por que afirma lo mismo que el nomina-
clases. Ya desde Frege resultaba claro Cassirer; como resultado de ella el lismo exagerado, agregando que los
que era difícil evitar tomar posición citado autor se adhiere a la posición términos usados para designar las en-
al respecto. El propio Frege ha sido conceptualista. tidades concretas son a la vez enti-
considerado como defensor de la Aaron, finalmente, intenta resol- dades concretas.
posición realista, o como prefiera hoy ver el problema de los universales ( 1 ) y ( 2 ) han sido llamados tam-
llamarse, platónica. Esta posición fue mostrando que un universal no es bién platonismo; (2) y, en ocasio-
mantenida por Russell, cuando sino un principio de clasificación, de- nes, (3) ha sido llamado también
menos durante la primera década de terminado por el uso, y por los inte- aristotelismo; (6) ha sido llamado
este siglo; muchos lógicos se adhirie- reses del sujeto que clasifica, pero también terminismo; (7) puede ser
ron a ella o trabajaron, sin saberlo, apoyado en el hecho de la "recurren- calificado de inscripcionismo (V. INS-
dentro de sus supuestos. Veinte años cia" de los fenómenos. El principal CRIPCIÓN ). Cada una de estas po-
después, autores como Chwistek, Qui- inconveniente de esta tesis es que siciones se ha presentado con fre-
ne, Goodman (y, más recientemente, retrotrae la discusión acerca de los cuencia mezclada con alguna otra
R. M. Martin) abogaron por la universales a una fase pre-kantiana, y en la historia de la filosofía; es, pues,
posición nominalista frente a la po- que, a pesar de sus correcciones "ob- difícil hallar representantes puros de
sición platónica ( defendida, por ejem- jetivistas" (la "recurrencia"), se fun- ninguna de ellas. En particular po-
plo, por Alonzo Church). La diferen- da últimamente en disposiciones psi- siciones como (3) y (4), y como
cia entre platonismo y nominalismo cológicas. (4) y (5), están tan próximas entre
en esta cuestión puede resumirse, Según indicamos, procederemos sí que puede dudarse de si cabe
grosso modo, como sigue: los plató- ahora, para concluir, a dar un esque- establecer entre ellas una distinción
nicos reconocen las entidades abs- ma de las posiciones posibles que rigurosa. Por eso se suele adoptar
tractas; los nominalistas, no las re- pueden ser adoptadas en la disputa muchas veces la clasificación antes
conocen. Las discusiones entre uno y de los universales: citada de realismo exagerado, nomi-
otro grupo han sido muy fecundas, (1) Realismo absoluto, o tesis se nalismo y realismo moderado (a ve-
no sólo porque han arrojado viva luz gún la cual sólo los universales (que ces llamadas respectivamente realis-
sobre el problema, sino también por- llamaremos ahora entidades abstrac mo, nominalismo y conceptualismo),
que, a través de una serie de etapas tas) existen, siendo los individuos cada una de las cuales comprende
(que aquí no podemos dilucidar), se (que llamaremos ahora entidades con diversas variantes.
ha hecho posible un acercamiento de cretas) copias o ejemplos de las enti Sobre la Isagoge de Porfirio, véase
las dos posiciones. Es corriente hoy dades abstractas. la bibliografía dedicada a este filó-
que tanto los platónicos como los no- (2) Realismo exagerado, o tesis sofo, así como el libro de A. Busse,
minalistas reconozcan las entidades según la cual las entidades abstrac Die neuplatonischen Ausleger der
abstractas, aun cuando sea distinto tas existen formalmente y constituyen Isagoge des Porphyrios, 1892.
la esencia de la entidades concretas, Indicamos a continuación, simple-
el sentido que cada uno de ellos da mente por orden cronológico de apa-
a tal reconocimiento. las cuales existen en una serie de rición, una serie de escritos, tanto his-
Cassirer, por su lado, intentó mos- grados de aproximación a las enti tóricos como sistemáticos, sobre el
trar que el problema de los univer- dades abstractas. problema de los universales; a esta
851
UNI UNI
UNIVERSALISMO. En la teología H. Ràber, O. Spanns Philosophie des
es la doctrina según la cual Dios Universalismus, 1937.
otorga a todos los hombres, sin ex- UNIVERSAL CONCRETO. Es co-
cepción, la gracia para su salvación mún considerar que lo universal ( VÉA-
final. En filosofía se llama univer- SE) —y también lo general— es abs-
salista a toda teoría que sostenga el tracto, en tanto que lo particular es
carácter totalitario orgánico, ya sea concreto (v.). Ello no dice todavía
del conjunto de las cosas (universa- gran cosa acerca de lo que es lo uni-
lismo metafísico), o de todos los versal; en efecto, la naturaleza de lo
hombres (universalismo sociológico), universal cambia de acuerdo con lo
por el cual cada cosa o cada hombre que se entienda por 'entidad abstrac-
adquiere consistencia en virtud de ta' y también de acuerdo con el tipo
su referencia al conjunto. El univer- de relación que se postule entre lo
salismo se opone así, en el primer universal y lo particular. Sin embar-
caso, al atomismo o al pluralismo, go, cualquiera que sea la interpreta-
y en el segundo al individualismo. ción dada a lo universal y la tesis
El universalismo ha sido defendido mantenida respecto a su relación con
especialmente por Othmar Spann lo particular, lo corriente es concebir
—quien califica de este modo a su la contraposición entre lo universal y
doctrina—, no sólo en la filosofía, lo particular como idéntica, o cuando
como predominio de lo orgánico sobre menos paralela, a la contraposición
lo mecánico, de la totalidad sobre la entre lo abstracto y lo concreto.
suma atomista, sino también y muy En cambio, Hegel ha propuesto la
particularmente en la esfera de la idea de que lo universal puede ser o
sociología. Las teorías sociológicas y abstracto o concreto y, por tanto, ha
políticas de Othmar Spann y de sus admitido que puede hablarse de un
discípulos destacan con toda claridad y "universal concreto". Así, lo universal
consecuencia los objetivos abstracto ( o universalidad abstracta )
perseguidos. Así, Heinrich, uno de se contrapone en Hegel a lo universal
los discípulos de la escuela univer- concreto (o universalidad concreta).
salista de Viena, señala que el Estado Lo universal abstracto es lo simple-
debe organizarse corporativament e, mente común a varios particulares.
de a cuer d o con un es que ma que En tal caso, lo universal es negado
responde a una estructura de los por lo particular. Pero si negamos a
grados del espíritu en la capa más su vez lo particular obtenemos un uni-
elemental y profunda, la llamada versal que en vez de estar separado
"espiritualidad sensible-vital", consti- de lo particular es la realidad misma
tuida por los trabajadores; en la de lo particular en su rica concre-
siguiente capa, la "espiritualidad su- ción. Este universal representa, como
perior", constituida por los artesanos, dice Hegel en la Logik, III, sec. 1,
los intelectuales de menor categoría, cap. 1, "la totalidad del concepto".
los empresarios y organizadores La universalidad concreta es "preci-
económicos; en la tercera y última sión absoluta"; por consiguiente, "le-
capa, los "espíritus creadores" — fun- jos de estar vacía, posee, gracias a su
cionarios superiores, artistas de mayor concepto, un contenido en el cual no
capacidad, inventores, jefes de sólo se conserva, sino que le es pro-
Estado, del Ejército y de la Iglesia pio e inmanente". Cuando se hace abs-
y, como coronación, los "auténticos tracción del contenido, se obtiene, en
creadores". Las organizaciones de este efecto, el concepto abstracto. Éste es
tipo se oponen, pues, del modo más "un momento aislado e imperfecto del
radical a toda concepción modern a concepto, y no corresponde a la ver-
d e l a s ocie da d y a t od a te oría dad". Pero cuando se incluye el con-
que sostenga, ya sea como un tenido en el concepto, no es ya un mo-
simple hecho o como una aspira- mento aislado, sino la verdad misma.
ción, las posibilidades de "circu- El universal abstracto es el produc-
lación de las élites". to del pensamiento; el universal con-
O. Dittrich, Individualismus, Uni- creto es el pensamiento mismo en su
versalismus, Personalismus, 1917 marcha hacia la realidad. El univer-
(Kantstudien. Ergänzungshefte 14). — sal concreto es, por tanto, "el uni-
Karl Gerber, Der Universalismus bei versal verdadero" — que es el univer-
O. Spann in Hinblick auf seine sal de la razón ( VÉASE ) y no del me-
Religionsphilosophie, 1934 (Dis.). — ro entendimiento (v.).
852
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Se ha alegado al respecto que la que el entero alcance de un tema a nificación. Otra consiste en mantener
tesis hegeliana implica que hay un debatir es, para los propósitos del de- que la expresión en cuestión sigue te-
universal que incluye todas las carac- bate, lo que he llamado un universo, niendo significación, pero no se re-
terísticas de los particulares. En este es decir, un orbe de ideas que se ex- fiere a una entidad perteneciente a
caso, los particulares serían deduci- presa o entiende como si contuviera un universo especial no real (por
bles del universal concreto. Sin em- todo el asunto en discusión." ejemplo, a un supuesto "universo de
bargo, debe tenerse en cuenta que al De Morgan se refería con ello al entidades ficticias"), sino a un pen-
hablar de un universal concreto Hegel significado de términos negativos con samiento, a una idea, a una creencia
se ha desprendido ya de las nociones el fin de limitar su aplicación al uni- que, como tales, son reales. Otra con-
que corresponden a todo universal verso del discurso determinado por los siste en poner de relieve la ambigüe-
abstracto, de modo que el primero es correspondientes términos positivos. dad del predicado 'existe'. En lo que
concebible de modo muy distinto que Así, por ejemplo, el término 'no mor- toca a nombres que se refieren a en-
el segundo. Ahora bien, hay distin- tal' pertenece, según ello, al univer- tidades ficticias se indica que se trata
tos modos de concebir el universal so del discurso determinado por el de frases descriptivas (véase DES-
concreto hegeliano. Puede entenderse término 'mortal'. CRIPCIÓN, ad finem; véase también
como el modo en el cual lo universal En cuanto a Boole, consideró como EXISTENCIA), las cuales pueden usarse
se realiza efectivamente en cada uno universo del discurso la llamada "cla- sin necesidad de suponer que hay "una
de los particulares, de suerte que el se ( v. ) universal", es decir, la clase entidad ficticia" o, en general, "una
universal es distinto en cada uno de simbolizada por "V a la cual pertene- entidad irreal" correspondiente a
ellos. Puede entenderse asimismo co- ce todo. El universo del discurso se tales frases. En cuanto a las clases,
mo la actividad pensante que, como define como la clase de todos los x puede adoptarse la tesis de que se
tal, piensa lo particular y concreto en tales que x = x. La noción de univer- trata de construcciones lógicas. Si no
su "riqueza" y no en su "pobreza on- so del discurso puede trasladarse de se admite la idea de que la signifi-
tológica". En cualquiera de estos ca- la lógica de las clases a la de las re- cación de una frase descriptiva (o
sos lo universal concreto aparece como laciones. "descripción definida") radica en la
la síntesis de lo general y de lo par- Posteriormente se tendió a conside- referencia a una entidad, puede acep-
ticular. Siendo síntesis, supera lo ge- rar, de un modo más general, el uni- tarse la tesis de que una frase des-
neral en su carácter abstracto y lo verso del discurso como un universo criptiva es analizable en términos de
particular en su carácter concreto. lingüístico, o conceptual, o ambos a su uso ( VÉASE ) (véase DESCRIPCIÓN,
La idea de lo universal concreto ha un tiempo, que corresponde a un uni- ad finem). En todos estos casos, sin
sido adoptada por la mayor parte de verso caracterizado por cierto modo embargo, se rechaza que haya un
los autores más o menos influidos por de ser. En otras palabras, se tendió "universo ontológico" descriptible me-
Hegel. Especialmente importante es el a considerar que todo término que diante un "universo del discurso".
uso de la noción de universal concreto posee una connotación posee asimis- UNÍVOCO. En Analogía ( VÉASE )
en Croce y en Gentile. Para ambos mo una denotación, aun cuando el nos hemos referido a los términos
autores, la universalidad unida al ca- "objeto" apuntado por el término no unívocos. Completamos la informa-
rácter concreto trasciende las repre- sea "real". Así, por ejemplo, se pensó ción con algunas aclaraciones, en par-
sentaciones particulares como particu- que (en uno de sus usos) el término ticular sobre la doctrina de la univo-
lares; el universal concreto es la sín- 'Venus' denota un modo de ser que cidad del ser en Juan Duns Escoto.
tesis que permite pasar de los particu- puede llamarse "mitológico" o, más Gilson llama la atención (Cfr. Jean
lares y de lo que ellos tienen en co- generalmente, "irreal". 'Venus' no de- Duns Scot, 1952, págs. 87 y sigs. ) so-
mún a su realidad verdadera — una nota ningún ser real, pero denota, se- bre el hecho de que en el origen de
realidad "total" y no simplemente gún ello, un modo de ser "no real" la noción de unívoco se halla la no-
"parcial" como la que tienen los par- — el cual no deja de ser "un modo ción de sinónimo (v.). Así como
ticulares en su particularidad y en su de ser" por el hecho de que no po- puede hablarse de cosas sinónimas,
abstracta generalidad. sea realidad "física". puede hablarse de cosas unívocas.
UNIVERSO DEL DISCURSO. Sue- La doctrina así producida es la que Ahora bien, como las cosas llamadas
le traducirse por 'universo del discur- afirma que hay tantos universos del unívocas son aquellas a las cuales
so' la expresión Universo of Discourse discurso como modos de ser, y vice- puede aplicarse un mismo término
introducida por Augustus de Morgan versa. Ejemplo de tal doctrina es la con una significación completamente
en 1847 (Formal Logic; or the Calca- teoría de Meinong (VÉASE ). En efec- semejante, se ha pasado a llamar
lus of Inference, Necessary and Pro- to, en esta teoría se admite que cier- unívoco al término que puede apli-
bable) y conocida sobre todo a partir tas entidades no existen, pero no de- carse a dos o más cosas en el men-
del uso que hizo de ella George Boole jan de "ser" de algún modo, pues la cionado sentido. Según los escolásti-
en 1854 (An Investigation of the Laws existencia es sólo un modo de seí cos, los términos específicos y gené-
of Thought). De Morgan escribió al entre otros (tales como el modo de ricos son unívocos. Un ejemplo muy
respecto lo siguiente: "Si recordamos ser llamado "subsistir"). común lo constituye el término 'ani-
que en muchas proposiciones, acaso en A esta doctrina, u otras doctrinas mal', el cual se aplica en el mismo
la mayor parte de las proposiciones, el similares, se han opuesto varias ob- sentido a todos y a cada uno de los
pensamiento alcanza menos que a lo jeciones. Una de ellas consiste en afir- miembros de la clase de los animales.
que llamamos comunmente el universo mar que toda expresión que no des- La posible objeción a este empleo
entero, descubrimos criba una entidad real carece de sig- —por ejemplo, que 'animal' se aplica
853
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en otro sentido en frases tales como to univocitatis apud Ioannem Duns contraposición se ha expresado mu-
'Fulano de Tal es un animal', donde Scotum, 1939. — Id., id., "Zum Pro- chas veces como contraposición entre
'animal' equivale a 'grosero', 'bruto', blem der Eindeutigkeit. Ein Beitrag la unidad y la pluralidad (o la di-
etc.— puede contestarse diciendo que zum Verständnis ihrer Entwicklung versidad). Se puso también de relie-
en tal caso 'animal' tiene otra signi- von Aristóteles über Porphyrius, Boët- ve que cualquier número ( entero ) está
hius, Thomas von Aquin nach Duns
ficación que el término específico Skotus", Philosophisches Jahrbuch, compuesto de unos; el número 1
'animal' como ser biológico y que, por LV (1942), 300-21. — C. L. Shir-cel, "engendra", pues, todos y cualquiera
lo tanto, se viola con ello la regla O. F. M., The Univocity of the de los números (enteros). Como la
según la cual el término debe apli- Concept of Being in the Philosophy of definición de cualquier número ex-
carse, para ser unívoco, en un sentido Duns Scotus, 1942. — M. C. Men-ges, cepto el número 1 se hizo a base del
completamente semejante. Así, la po- The Concept of Univocity re-garding número 1, se consideró que el nú-
sibilidad de univocidad de un tér- the Predication of God and Créature mero 1 es indefinible en cuanto nú-
mino depende esencialmente del sig- according to W. Ockham, 1952. — mero, y hasta que el número 1 no es
nificado en que se emplea. No hay, Michael Schmaus, Zur Discussion über
das Problem der Univo-zität im propiamente un número. Cierto que
en efecto, términos unívocos en sí. Umkreis des Johannes Duns Skotus, el número 1 es impar, y es el primero
Según hemos visto en el citado ar- 1957 [Sitzungsb. d. Bayer. Ak. d. Wiss. de los impares, pero a causa del ca-
tículo sobre la noción de analogía, Phil.-hist. Klasse, H. 4]. rácter primario y fundamental del nú-
algunos escolásticos distinguen entre UNO (LO UNO, UNIDAD). Los mero 1 se empezó a veces la serie
términos unívocos universales y tér- términos 'uno', 'lo Uno" (y también de los impares no con el 1, sino con
minos unívocos trascendentales. Los 'el Uno') y 'unidad' no tienen siem- el 3. El número 1 es Par-Impar, por-
primeros son los citados términos ge- pre el mismo significado. Por ejem- que agregado a un número impar pro-
néricos y específicos y no plantean plo, 'uno' puede significar "el núme- duce un número par, y agregado a
graves problemas. Los segundos son ro 1"; puede significar también "uno un número par produce un número
términos como 'ser', aplicados a una de tales o cuales", "uno de tantos" y, impar. Si se tiene en cuenta el O,
clase de cosas o a la clase de todas más exactamente, "un miembro de la numerología suele considerar el O
las cosas. Cuando sucede lo último una clase (como cuando se dice 'Pe- y el 1 como preeminentes; en efecto,
se plantea un problema: ¿Es el ser, dro es un músico')" así como "una el O es la negación de todo número,
como ser, unívoco? La mayor parte subclase de una clase (como cuando y el 1 es la base de todos los núme-
de los escolásticos han contestado a se dice 'El animal es un ser vivien- ros. Además, el 0 se contrapone radi-
la pregunta negativamente. Entre los te')". "Lo Uno" suele emplearse para calmente al 1: el 1 divide todos y
que han respondido a ella referir a la hipóstasis ( VÉASE ) supre- cualquiera de los números mientras
afirmativamente destaca Juan Duns ma, a la realidad divina, etc. Se usa que el O no divide ningún número;
Escoto. Así, es corriente afirmar que también 'lo Uno" y, más exactamente, el 1 no es dividido por ningún núme-
este filósofo defendió la univocidad 'el Uno' para referirse al llamado "uno ro, mientras que el O es dividido por
del ser contra la doctrina de Santo trascendental". Unidad designa el todos los números, etc., etc.
Tomás y otros autores, los cuales man- carácter de ser uno, ya sea del número Los pitagóricos desarrollaron una
tuvieron la doctrina de la analogía uno, de un miembro de una clase, de complicada numerología, asignando
del ser. Ahora bien, el citado Gilson lo Uno o el uno, pero también el ser ciertos conceptos a los primeros nú-
ha puesto de relieve que el ser de uno del "número 1". Ciertos modos de meros. Al número 1 se asignó la In-
que hablaba el doctor subtilis al de- entenderse el ser uno tienen nombres teligencia, por suponerse que es siem-
clararlo unívoco era el ser en el sen- especiales; tal ocurre con los nombres pre igual a sí misma.
tido de Avicena, es decir, el ser con- 'mónada' (véase MÓNADA y La idea del uno como "lo uno" o
cebido como una esencia (v. ) tomada MONADOLOGÍA) y 'hénada' ( VÉASE ). "unidad primordial" fue desarrollada
en sí misma y de la cual solamente Lo primero que cabe decir de por algunos filósofos presocráticos,
puede predicarse que es. En cambio, cualquiera de estos términos es, pues, que consideraron "lo Uno" como la
el ser de que hablaba Santo Tomás que hay que especificar de antemano propiedad de todo lo que es, del uni-
al declararlo análogo era el ser en el su significado. Sin embargo, hay verso en conjunto, es decir, del uni-
sentido de Aristóteles, es decir, un asimismo algo común a todos los verso en cuanto uno o unidad. El
ser que no es enteramente indiferente conceptos de uno, de lo Uno, de uni- Uno fue equiparado al Todo, e(/v kai\
a las determinaciones lógicas del dad, etc., por lo que los incluimos to- pa/n por Jenófanes. Parménides fundó
pensamiento, aun cuando no haya dos en el mismo artículo. gran parte de su doctrina de la Ver-
sido todavía determinado por éste. En lo que toca al número 1, se pu- dad en el concepto de lo Uno. En
Por tal motivo, no puede decirse que so de relieve desde los orígenes de lo efecto, lo que es Uno no puede ser
Juan Duns Escoto rechazó por en- que podemos llamar" especulación nu- múltiple, pues justamente lo Uno se
tero la idea de analogía; lo que hizo merológica", o simplemente, "nurne- opone a lo Múltiple, que es el reino
fue declarar que el ser de la esencia rología", que hay una diferencia fun- de la Ilusión y de la Opinión. Lo
en los seres singulares puede ser aná- damental entre el número 1 y los de- Uno es la identidad pura, la pura
logo, pero que el ser de la esencia más números (exceptuando el 0): simplicidad y la pura uniformidad.
como tal es unívoco. La univocidad cualquiera de los otros números na- Lo característico del Uno es el ser, co-
es, pues, a su entender, un estado turales distinto del 1 tiene la caracte- mo dijo Platón, "monoide", monoeidh/j
metafísico del ser. rística de ser más de 1. El "uno" se La especulación parmenídea sobre lo
T. Barth, O. F. M., De fundamen- contrapone, pues, a los "varios". Esta Uno y la unidad fue recogida por
854
UNO UNO UNO
Platón, el cual concibió toda idea co- uno de los grandes problemas que, colásticos, todo ente en cuanto ente
mo unidad. La idea es unidad de lo planteados por Platón, ocuparon a los es uno, no porque un ente no pueda
múltiple en el sentido de que en la neoplatónicos. De los neoplatónicos ser dividido, sino porque cuando es
unidad de la idea "se recoge" y "con- hablaremos luego. En cuanto a los pla- dividido no se convierte en cosa dis-
centra" la multiplicidad. Así, toda ac- tónicos, o llamados tales, como Es- tinta de "uno": se convierte en va-
ción generosa es generosa porque par- peusipo y Jenócrates, lo Uno repre- rios "unos".
ticipa del "ser generoso", que es uno: senta ora el principio del cual todo Para el neoplatonismo, y en particu-
la idea del ser generoso o de la Ge- deriva, inclusive la propia idea del lar para Plotino, lo Uno es la hipóte-
nerosidad es la unidad de muchos ac- Bien, ora la expresión más adecuada sis (VÉASE) originaria, la primera y
tos generosos. Puede decirse inclusive del propio Bien, que es entonces co- superior realidad, lo que posee en sí
que en Platón aparece por vez pri- mo culminación de la jerarquía de las mismo su haber y, por consiguiente,
mera con plena madurez una de las ideas y cúspide de la pirámide de los puede ser llamado con toda propiedad
cuestiones filosóficas fundamentales: conceptos, la perfecta unidad de lo una substancia. Pero resultaría erróneo
la cuestión llamada "de lo Uno y lo real —o, si se quiere, lo real como confundir lo Uno, según se hace algu-
Múltiple", la cual tiene diversos as- unidad—, el punto fundamental y nas veces con la expresión lógica del
pectos. Por ejemplo, la idea es una, esencial en que toda realidad se reco- conjunto de las realidades o con este
pero puede preguntarse si es una por- ge para concentrarse. conjunto mismo en tanto que unidad
que participa de la idea del uno (en Aristóteles se ocupó del uno, to/ e(/n, orgánica. La noción plotiniana de lo
cuyo caso tenemos dos unidades) o si en Met., D, 6, 1015 b y 16 y sigs., dis- Uno se apoya con gran frecuencia en
es una sin participar de la idea del tinguiendo, por lo pronto, entre el la idea (o en el supuesto) de que
uno (en cuyo caso no sólo tenemos uno por accidente, y el uno por sí el principio es diferente de los prin-
dos unidades, sino dos unidades se- mismo. "Coriseo músico", por ejem- cipiados. El ser no es ninguno de los
paradas). Por otro lado, aunque ca- plo, es una unidad por accidente. En seres; es anterior a todos en el doble
da idea sea una, hay una multipli- cuanto al uno por sí mismo, pueden sentido de ser comienzo y fundamento.
cidad de ideas, de modo que la idea darse como ejemplos una realidad Es revelador que los párrafos que
debe participar también de la diver- continua cualquiera, y también el ser Plotino escribe con vistas a la diluci-
sidad, y ser a la vez una y múltiple. algo indivisible por la especie (como dación de esta noción tengan un ca-
En los llamados "diálogos últimos", el agua, que es agua, y es una; o el rácter predominantemente metafóri-
especialmente en el Parménides, Pla- agua y el vino y el aceite, que son lí- co: "Es potencia de todo; si él no
tón trató de resolver el problema de quidos y como tales son "líquido existe, nada existe, ni los seres ni la
lo uno y de la unidad desarrollando uno"). En los últimos casos adverti- inteligencia ni la vida primera ni nin-
una "dialéctica de la unidad". Éste mos que el principio del conocimiento guna otra. Se halla por encima de la
comienza con las hipótesis: "Si lo Uno en cada género es el Uno — que es vida y es causa de ella; la actividad
es", "Si lo Uno no es". Si lo Uno es, pura y simplemente la unidad del de la vida en que consiste todo ser
o bien lo Uno es uno, o lo Uno es, o concepto. En Met., I, 1, 1052 a y no es primera; brota de lo Uno como
lo Uno es y no es. Si lo Uno es uno sigs. Aristóteles se refiere de nuevo a de un hontanar. Imaginad un honta-
y sólo uno, lo Uno no es nada más, lo uno, distinguiendo entre lo uno co- nar que no tenga punto de origen;
ni siquiera "ser". Si lo Uno es, lo Uno mo algo continuo (VÉASE), lo uno en él da su agua a todos los ríos, mas no
incluye lo múltiple, del cual es uni- cuanto un todo o conjunto, lo uno por ello se agota. Permanece, apaci-
dad. Si lo Uno es y no es, lo Uno es en cuanto numéricamente uno, lo ble, al mismo nivel de siempre. Los
también lo Otro, y entonces no es Uno uno en cuanto especie. En estos análi- ríos de él brotados confunden por lo
(es decir, lo Mismo), etc., etc. La sis de Aristóteles transparecen diversos pronto sus aguas antes de que cada
principal intención de Platón en esta modos de decirse 'uno' que hacen que cu al si ga su pr opi o curs o. Per o
dialéctica de la unidad es por ven- "uno" sea un concepto analógico. En ya cada cual sabe adonde le arras-
tura mostrar que la hipótesis de lo efecto, se dice de algo que es uno, trará su flujo. Imaginad también la
Uno en sus diversas formas conduce a porque es indivisible en cuanto que vida de un árbol inmenso; la vida
excluir el ser o negar lo Uno, de mo- carece de partes; en este caso, la uni- circula a través del árbol entero. Pero
do que no puede prescindirse de lo dad equivale a la simplicidad. Se dice, el principio de la vida permanece
Uno. Debe advertirse que esta dialéc- por otro lado, de algo que es uno inmóvil; no se disipa en todo el árbol,
tica de la unidad no excluye la uni- porque, aunque esté compuesto de sino que sigue en las raíces. Este
dad numérica, pero la funda en lo partes, la suma de las partes constitu- principio proporciona a la planta la
que se ha llamado "unidad metafísi- ye la unidad. En ambos casos se trata vida en sus manifestaciones múltiples,
ca". En efecto, metafísicamente ha- de "unos", pero la primera unidad es pero él mismo permanece inmóvil, y
blando lo que importa es, como dice distinta de la segunda. Estas dos sin ser múltiple es principio de esta
Platón en Phil., no que un ente sea un especies fundamentales de ser uno son multiplicidad" (Enn., III, viii, 10).
ente, sino que sea uno — no "un similares, si no idénticas, a las llama- Lo Uno es, pues, fuente de toda
buey", sino "el buey uno". das luego respectivamente "unidad emanación, origen de la Inteligencia
La cuestión de cómo es posible física"— la primera, indivisible y sim- y del Alma, pero su originarse no es
concebir lo Uno como absolutamente ple, como "un espíritu"; la segunda, un perpetuo hacerse, sino un ser ya
uno, sin ninguna pluralidad, y a la compuesta y divisible, pero dejando hecho, que representa a la vez el
vez concebir la posibilidad de que de ser unidad cuando es efectivamente principio y la recapitulación de las
de lo Uno emana la pluralidad fue dividida. Como dirán luego los es- cosas. De este germen nace todo,
855
UNO UNO UNO
pero los seres distintos a que da ori- determinado); (2) el ser puede divi- Esta última puede ser: (A) del ente
gen no son desarrollos inesperados dirse en uno y múltiple, y (3) decir por sí; (B), del ente por accidente
de una semilla, sino derivaciones de "Este ser es uno" no es una tautolo- (extrínseca o intrínseca). La unidad
un principio que contiene ya cuanto gía, como lo sería si lo uno no agre- no trascendental puede ser a su vez:
ha de ser en el curso de su des- gara nada al ser. Pero habida cuenta (1) de razón (o unidad del ente, en
envolvimiento. Pues los seres son, en de que, como indicó el Pseudo-Dioni- tanto que determinado ente por abs-
rigor, imágenes de esta unidad que sio, nada hay de lo que existe que no tracción, que puede ser genérica o
es a la vez culminación y base, ori- participe de la unidad, puede con- específica) o (2) real (o unidad del
gen y finalidad, punto en que todo cluirse que la unidad no agrega al ser ente en tanto que determinado ente
se recoge y a lo cual todo se remonta, nada real, sino que separa de él so- en la naturaleza de las cosas. Esta úl-
mas con una especie de recogimiento lamente la idea de división. Lo uno tima puede ser: (a) formal (o uni-
mediato, pues no hay una derivación es el ser no dividido, de modo que el dad del ente como determinado ente
directa de cualquier ser a lo Uno, uno y el ser son convertibles (unum formal o quidditativamente) o (b)
sino el encaje de cada cosa con su convertitur cum ente). Como el ser material o numérica (o unidad del
unidad superior. El recogimiento de de una cosa comporta su indivisión, ente como tal ente material o indi-
lo real es, de consiguiente, el recogi- su ser y su unidad son lo mismo (se vidualmente). La unidad real formal
miento en lo Uno por un proceso implican mutuamente). Hay que dis- se subdivide en genérica y específi-
que no puede calificarse de exclusiva- tinguir, sin embargo, entre la unidad ca. La unidad material o numérica
mente lógico ni de exclusivamente numérica y lo uno como idéntico al puede ser substancial o accidental. La
temporal, porque es como la absor- ser; solamente lo uno numérico agre- unidad material accidental es o uni-
ción en una eternidad de un tiempo ga algo al ser, es decir, un atributo dad de los accidentes en cuanto son
que es imagen de lo eterno y que, por perteneciente al género de la canti- individuos de la substancia, o unidad
lo tanto, se halla en lo eterno en el dad. El concepto metafísico de lo uno de la cantidad en cuanto es indivi-
sentido en que lo principiado se en- es el que compete a Dios cuando duada por sí misma. Ahora bien, es-
cuentra en su absoluto principio. De se dice que Dios es uno (Deus est ta unidad de la cantidad es lo que
ahí la dificultad, sobre todo subra- unum). Dios es uno por su simplici- se llama "unidad predicamental", que
yada en el curso posterior de la his- dad, por su infinita perfección y por así se distingue de la unidad trascen-
toria filosófica, de adscribir a lo Uno la unidad del mundo. Además, Dios dental, la cual equivale a la indivi-
cualquier determinación positiva y la es soberana o máximamente (máxi- sión del ente.
tendencia a considerarlo como "todo me) uno y máximamente individuo o Las anteriores opiniones acerca de
y nada". Pues hablar de lo Uno di- máximamente (máxime) uno y máxi- lo uno y de la unidad no son com-
ciendo que es esto o aquello, es recu- mamente individuo, no estando divi- partidas por todos los escolásticos. Por
rrir a la metáfora. Y de ahí también dido ni en acto ni en potencia. En ejemplo, los que seguían a Avicena
la característica vacilación en las es- esto se distingue la unidad de Dios afirmaban que lo uno trascendental
peculaciones sobre lo Uno entre un de la de otras substancias, pues aun- añade algo a la substancia del ente.
concepto de unidad como identidad que "todo ser es uno en razón de su Así, Duns Escoto afirmaba que lo uno
y un concepto de unidad como armo- esencia o de su substancia, la subs- es extrínseco al ente. El mismo autor
nía. La primera tendencia acaba por tancia de cualquier ser [excepto Dios] distinguía entre unidad formal y uni-
suprimir lo real y aniquilar la misma no puede producir en igual grado la dad real, etc. Lo dicho hasta aquí es-
noción de hipóstasis; la segunda no unidad". tá, pues, muy lejos de agotar las po-
niega la limitada subsistencia de lo Una dilucidación del concepto de siciones escolásticas sobre lo uno y la
particular y quiere precisamente sal- "uno" (lo Uno, la unidad, el ser uno, unidad.
varla. Ambas nociones se entremez- etc. ) a la luz del pensamiento to- Durante la época moderna se discu-
clan inevitablemente en todo sistema mista se encuentra en todos los ma- tió a menudo si la identidad se funda
emanatista: una predomina cuando nuales neoescolásticos que siguen la en la unidad substancial o si ésta es
se habla del principio primero; la citada "vía". Como ejemplo resumire- una idea vacía. Los empiristas ten-
otra, cuando se habla de aquello que mos lo que dice al respecto Joseph dían a excluir la idea de unidad subs-
el principio contiene y refleja en sí Gredt en sus Elementa philosophia tancial, pero Leibniz trató de resta-
mismo como su imagen. aristotelico-thomisticae, 5 185). blecer tal idea en su teoría monado-
Los escolásticos se ocuparon con Se distingue ante todo entre la uni- lógica. En general, las discusiones
frecuencia del problema de la natu- dad trascendental (véase TRASCEN- modernas en torno al concepto de lo
raleza de lo uno y de la unidad. Con- DENTAL, TRASCENDENTALES) (que es uno y la unidad se fundaban en consi-
sideremos a Santo Tomás. Éste inves- unidad del ente, negación de la di- deraciones gnoseológicas; en vez de
tiga el problema de lo uno, unum, y visión en el ente o indivisión del ente partir del concepto de lo uno y la uni-
de la unidad, imitad, en S. theol., q., en cuanto ente) y la unidad no tras- dad partían de la cuestión de cómo
XI, a 1 (también en De veritate, 1 y cendental (o indivisión del ente en puede reconocerse que algo es uno.
en De potentia, IX, 7 ). Comienza por tanto que determinado ente). La uni- Las opiniones al respecto variaban de
preguntarse si la unidad agrega algo dad trascendental se divide a su vez acuerdo con la tendencia más o me-
al ser (ens) y manifiesta que así pa- en: (I) Unidad de simplicidad (o nos empirista o más o menos raciona-
rece ocurrir, pues ( 1 ) todo lo que unidad del ente que carece de par- lista de los correspondientes autores.
pertenece a un género determinado se tes; (II) Unidad de composición (o También en este punto trató Kant de
agrega al ser (y lo uno es un género unidad del ente compuesto de partes). superar la oposición entre una con-
856
UNO UPA
cepción puramente empírica y "ge- dos, ambos admitidos por los comen-
nética" de la unidad y una concep- taristas: uno literal, según el cual
ción exclusivamente racional y "me- designa el orden de colocación de los
tafísica". El concepto de unidad es, correspondientes escritos dentro de las
según Kant, uno de los conceptos del brahmanas (en un sentido análogo a
entendimiento o categorías; es el con- como 'metafísica' [VÉASE ] designó li-
cepto que corresponde al juicio uni- teralmente los escritos que en su edi-
versal, pues en éste se toma un con- ción del Corpus aristotelicum Andró-
junto ("Todos") como un "uno" del nico de Rodas colocó detrás de la
cual se predica algo. La idea de uni- Física), y otro interpretativo, según
dad puede, pues, proceder de la ex- el cual designa la posición espiritual
periencia, pero no está justificada por de tales escritos como culminación
la experiencia. Por otro lado, la idea de la tradición védica, de la cual son
de unidad como la unidad del ens en gran medida una aclaración y co-
realissimum trasciende toda experien- mentario.
cia posible. Así, en vez de ser un pre- La tradición hindú considera que
dicado trascendental de las cosas, la las Upanisad forman parte de los es-
unidad es requisito lógico de todo co- critos revelados. El vocablo Upanisad
nocimiento. Kant señala que en todo significa etimológicamente 'el
conocimiento de un objeto hay unidad sentarse (sad) con devoción (ni) junto
de concepto: la unidad cualitativa a (apa)' —junto a un maestro—, y
(K. r. V., B. 114). Pero, como sucede alude probablemente a las explica-
con otros conceptos kantianos, el de ciones dadas en el curso de la ense-
unidad parece desempeñar una fun- ñanza y transmisión de doctrinas sa-
ción más compleja que la de una ca- gradas. Como éstas eran consideradas
tegoría. En efecto, como el conoci- muchas veces como secretas,
miento se caracteriza por ser una sín- Upanisad ha sido identificado tam-
tesis —o una serie de síntesis— y és- bién con 'secreto'. Ahora bien, a di-
tas no son posible sin la unidad, el ferencia del carácter predominante-
conocimiento está fundado en la uni- mente ritual de la literatura védica,
dad o, si se quiere, en la unificación. las Upanisad ofrecen con frecuencia
Que Kant dé el nombre de "uni- un carácter especulativo — y hasta
dad trascendental de la apercepción" anti-ritualista. Más que los "comienzos
(VÉASE) a la síntesis suprema del co- de las brahmanas", los "fines, de las
nocimiento dentro del marco de la ex- brahmanas" o Upanisad son, pues, el
periencia posible, muestra el papel fundamento de muchos de los
central que desempeña la idea kantia- posteriores desarrollos filosóficos
na de unidad. (especialmente los de las escuelas or-
El papel del concepto de unidad es todoxas). La considerable cantidad
todavía más fundamental, si cabe, en de Upanisad transmitidas —desde la
Hegel. La dialéctica hegeliana de la época védica hasta fechas relativa-
unidad es la de la unidad en sí, que mente mucho más recientes— y la
es negada por la pluralidad. Pero la enorme copia de máximas, opinio-
negación de la pluralidad da lugar a nes, explicaciones e interpretaciones
una síntesis que es la unidad de los UNUM. Véase TRASCENDENTAL, que contienen, explican, por lo de-
opuestos. La idea de este tipo de uni- TRASCENDENTALES ; UNO (Lo UNO, más, la posibilidad —subrayada por
dad se halla en varios autores antes UNIDAD ). varios tratadistas— de que las pro-
de Hegel. Nos hemos referido a este UPANISAD. Las Upanisad (no los pias escuelas heterodoxas (nastika)
punto en el artículo OPOSICIÓN (II). Upanisad o los Upanisadas, pues, co- respecto al Veda (por ejemplo, el
En efecto, en todas las ocasiones en mo señala S. Bucea, Upanisad es budismo) hubiesen encontrado en
que se ha intentado encontrar un punto término femenino, y en sánscrito no las Upanisad varios de sus propios
de reunión y conciliación de opuestos parece formarse plural en el substan- puntos de vista. Característico del
ha surgido una idea de unidad que tivo) son consideradas tradicional- tipo de doctrinas que se hallan en
había sido ya anticipada por Platón, mente como la parte final de las las Upanisad es la serie de especula-
pero que sólo Hegel desarrolló brahmanas y, por consiguiente, como ciones sobre la Realidad Suprema o
sistemáticamente, haciendo de ella el lo que se llama también Vedanta, Causa Verdadera a las cuales hemos
principio de toda realidad. entendido este término en el sentido hecho referencia en el artículo Brah-
Sobre lo uno y la unidad en sentido de 'fin (anta) del Veda' y no como man-Atman (VÉASE). Estas especula-
propiamente numérico, véase la bi- designando la escuela o sistema de fi- ciones pueden dar origen no sólo a
bliografía del artículo NÚMERO. — concepciones metafísico-cosmológicas,
Sobre unidad, multiplicidad e inteli- losofía india del mismo nombre (véa-
se VEDANTA). La expresión 'fin del sino también a interpretaciones tra-
gibilidad, véase: Heinrich Rickert,
"Das Eine, die Einheit und die Eins. Veda' puede entenderse de dos mo- ducibles a un lenguaje filosófico más.
857
UPP URB
estricto (como pasa con los concep- cuando la polémica interna sobre di-
tos de inmanencia y trascendencia). versos puntos particulares no haya
Junto a tales especulaciones hay en estado ni mucho menos excluida y
las Upanisad desarrollos relativos a haya parecido desembocar a veces en
los diversos modos de entrenamiento divergencias de orden fundamental.
para conseguir el desasimiento de lo Miembros destacados de la Escuela de
sensible, para levantar el velo que Uppsala son: Axel Hägerström
cubre la realidad y conocer ésta tal (VÉASE), Adolph Phalén (v.), Karl
como verdaderamente es, para alcan- Hedvall (nac. 1892), Carl Hells-
zar la contemplación de lo Absoluto- tröm (nac. 1892), V. Lundstedt (nac.
divino, etc. Muchas de estas especu- 1882), C. Marc-Wogau (nac. 1902),
laciones fueron también incorporadas Harry Meurling (nac. 1878), Harald
al hinduismo tal como ha sido trans- Nordenson (nac. 1886), Gunnar
mitido hasta nuestros días. Oxenstierna (nac. 1897) y Karl Einar
J. Tegen (nac. 1884) [véase Hägers-
tröm] ).
Véase Robert T. Sandin, "The
Founding of the Uppsala School",
Journal of the History of Ideas, XXIII
(1962), 496-512.
URBAN (WILBUR M.) nac.
(1873) en Mount Joy, Pennsylvania
(EE. UU.), profesor de filosofía en la
Universidad de Yale, defiende una URRÁBURU (JUAN JOSÉ) (1844-
philosophia perennis (VÉASE) en el 1904) nació en Ceánuri (Vizcaya).
sentido de mantener viva la gran tra- Miembro de la Compañía de Jesús,
dición de la ontología occidental, con profesó de 1878 a 1886 en la Univer-
su afirmación de la existencia (v. ) de sidad Gregoriana de Roma. Resultado
un mundo inteligible y de un orbe de su enseñanza es uno de los más
objetivo de valores. Urban sostiene, extensos manuales de filosofía neo-
sin embargo, que su posición filosófica escolástica escritos por un solo autor:
UPPSALA (ESCUELA DE). El no es realista (en sentido metafísico) las Institutiones philosophicae, en 8
positivismo (VÉASE) lógico y el empi- ni tampoco idealista (en sentido meta- vols., 1890-1900. Urráburu expone en
rismo (v.) científico han sido des- físico o epistemológico). Por el contra- sus Institutiones todas las disciplinas
arrollados no sólo en los lugares seña- rio, todo su esfuerzo se cifra en la filosóficas tratadas por los neoesco-
lados en estos artículos y, desde luego, constitución de una filosofía que esté lásticos a base fundamentalmente de
en el Círculo de Viena (v.) y en el más allá del realismo y del idealismo. Santo Tomás y, en muy importante
de Varsovia (v.), sino también en Sólo en tanto que opuesta al natura- medida, de Suárez, siempre con el
los países escandinavos. Principal- lismo puede la filosofía de Urban ánimo de encontrar puntos de conci-
mente en dos lugares: en Uppsala, ser calificada de idealista; y sólo en liación entre el tomismo y el suare-
donde se ha formado la Escuela del tanto que opuesta al nominalismo cismo. De las Instituciones Urráburu
mismo nombre, y en Oslo, con los puede ser calificada de realista. El hizo un compendio: Compendium
trabajos del llamado Grupo de Oslo. pensamiento de Urban es, pues, "una philosophiae scholasticae, en 5 vols.,
La tendencia más general de uno y filosofía idealista siguiendo la direc- 1902-1904.
otro grupo consiste en el análisis lógi- ción realista", lo que significa, a su USO. El término 'uso' es empleado
co, aliado a una concepción empi- entender, el uso simultáneo de las en la literatura filosófica principal-
rista y con algunas influencias prag- dos direcciones con el fin de superar mente en las siguientes acepciones:
matistas. Los representantes de la es- el exclusivismo de cada una en par- (1) En el significado que le dan
cuela de Uppsala han consagrado la ticular. Con esto se opera, además, los lógicos cuando distinguen entre
mayor parte de su labor a un estudio una síntesis del idealismo y del na- el «so y la mención ( VÉASE ) de los
nocional de la ciencia, especialmente turalismo que puede admitir lo que signos.
de la ciencia física y muy en particu- este último tiene de justificado. De (2) En el significado que se ha
lar de las teorías físicas del siglo xx. este modo Urban concibe su philo- extendido en los últimos tiempos en
Por su lado, el grupo de Oslo (al sophia perennis como más amplia tre diversos filósofos: G. Ryle, J. L.
cual pertenece, entre otros, Arne que la así llamada por la tradición Austin, y, en general, el grupo de Ox
Naess) parece haberse interesado escolástica; en efecto, la tradición ford ( VÉASE ). Todos ellos tienen
en definir las condiciones lógicas de idealista y racionalista moderna for- como uno de sus nortes la recomen
una "teoría de la interpretación" ma, según Urban, parte esencial de dación de Wittgenstein: "No inqui
encaminada a precisar todos los usos tal philosophia. Como señala en una rir por la significación; inquirir por
nocionales. Las diferencias entre los ocasión, "tanto los postulados realis- el uso." Se trata, en efecto, de ave
grupos escandinavos y los demás tas como los idealistas son necesarios riguar cuáles son los usos de un
citados de Europa y EE. UU. no para una teoría del conocimiento in- término, principalmente de términos
son. por lo demás, considerables, aun como 'saber', 'verdadero', 'existe', 'si',
858
uso UTE UTE
etc., que desempeñan un papel cen- tológico. Para los filósofos de refe- producir, plasmar, etc., algo. En su
tral en las discusiones filosóficas y rencia, la realidad del concepto es sentido más inmediato el utensilio es
que, según dichos pensadores, son la suma de sus usos en el sentido un artefacto manual o algo que sirve
generalmente mal entendidos, porque apuntado. La otra falacia que debe de artefacto manual; el utensilio está,
no se examinan sus usos, es decir, su evitarse es la de confundir los usos pues, "a mano" y es como una pro-
"lógica". En este significado de 'uso' (uses) de un término con sus usos longación de la mano. En un sentido
se basa, pues, todo un movimiento sociales (usages). No se trata, en efec- amplio el utensilio puede no estar "a
filosófico que pretende superar las to, de saber cuál es el significado mano" inmediatamente, pero estarlo
deficiencias de los dos modos de fi- predominante de un término dentro mediatamente. También en un sentido
losofar hasta aquí predominantes. Se- de una sociedad, de una clase so- amplio el utensilio puede ser una pro-
gún tales filósofos, hay tres tipos de cial, de una profesión, o de una época longación de otro órgano corporal co-
preguntas en filosofía: (a) La pre- determinada. Por eso los filósofos del mo, por ejemplo, el ojo.
gunta "¿Qué es x?" o "¿Cuál es la uso, aunque cercanos en muchos En todos estos casos el utensilio es,
esencia de x?"; (b) La pregunta: respectos a la moderna filosofía del inmediata o mediatamente, algo "cor-
"¿Qué significa el término 'x'?", y sentido común (v. ), no se preocu- poral". Puede hablarse asimismo de
(c) La pregunta "¿Cuál es el uso pan por problemas tales como el de utensilio o instrumento en un sentido
o cuáles son los usos del término si el término 'x' está o no muy ex- "mental" o "conceptual"; tal ocurre
'x?" El tipo (a) es el metafísico; tendido, si es urbano o rural, aca- con el significado de Organon ( VÉA-
el tipo (b), el analítico; el tipo (c) démico o vulgar. Estos problemas SE ) y, en general, de toda serie de
podría llamarse pragmático siempre son de índole filológica y sociológi- reglas para el razonamiento, el cálcu-
que este término se entendiera en ca, pero no filosófica. lo, etc.
un sentido distinto al que tiene en (3) En el pensamiento de Ortega La noción de utensilio (o de ins-
el habitual y ya tradicional prag- y Gasset, 'uso' es un término que trumento) desempeña un papel im-
matismo. Ahora bien, para entender designa el modo fundamental de ma portante en varias tendencias filosó-
bien el sentido (c) de 'uso' hay que nifestarse la sociedad humana. Los ficas. Así sucede especialmente en el
evitar varias falacias. Principalmen- usos son actos humanos que pueden instrumentalismo de Dewey ( VÉASE ),
te, dos. Ante todo, hay que evitar la caracterizarse por su impersonalidad: en muchas formas de pragmatismo, en
falacia, denunciada por G. Ryle en uso es, en efecto, lo que se hace. El el marxismo, en filosofías que han
su artículo "Ordinary Language" individuo vive dentro de un sistema prestado atención particular a los pro-
(The Philosophical Review, LXII de usos a los cuales se atiene o con blemas suscitados por el trabajo ( VÉA-
[1953], 166-86), de confundir el tra los cuales protesta, pero que no SE), a las concepciones según las cua-
estudio del uso de un vocablo dado puede dejar de tener en cuenta. Co les algunos productos culturales, o in-
V en un lenguage dado, L, con una mo todo lo social, los usos tienen dos clusive la cultura en conjunto, es de
cuestión lexicográfica. Por ejemplo, aspectos: uno, su inevitabilidad; el carácter "instrumental", y, en general,
el análisis de Hume sobre la causa otro, su inautenticidad (desde el en todos los sistemas filosóficos en los
fue un examen sobre el uso de cau- punto de vista de la radical voca cuales se destaca la llamada "rela-
se, pero no un examen sobre el uso ción [v.] de la persona). Sin usos ción de instrumentalidad" entre el
del término inglés cause. Tanto co- sería imposible vivir, porque el in hombre y las cosas. Dentro de estas
mo un examen del uso de cause dividuo no puede hacerlo todo por direcciones la noción de utensilio, o
fue un examen del uso de Ursache, sí mismo. Pero a la vez que facilitan de instrumento, puede tener un aspecto
de 'causa', etc. Estudiar los usos de la vida individual, los usos la opri más o menos "técnico" según sea el
un término no equivale, por consi- men. Esta opresión alcanza propor detalle con que se ha elaborado
guiente, a estudiar las características ciones máximas cuando los usos no dicha noción. Con particular detalle
lingüísticas de tal término, exacta- son ya vigentes. Los usos son, pues, ha sido elaborada por Dewey y por
mente en el mismo sentido en que también, según Ortega, como todo lo Heidegger, si bien con muy distintos
estudiar los usos que se hace de una humano, de carácter histórico (Cfr. supuestos.
moneda no es lo mismo que estudiar O. C., IV, 297; V, 296; VI, 38, 43, Como para Dewey lo que se llama
la forma, tamaño o fecha de acuña- 53, 400; El hombre y la gente, 1957, "una cosa" es más bien "un asunto",
ción de tal moneda. Una moneda se cap. X, págs. 229-58). lo que hay que hacer no es "contem-
usa para comprar o vender algo, para (4) F. C. S. Schiller estima que plarlo", sino "resolverlo". Ahora bien,
gastarla o ahorrarla. Un término se "toda verdad debe tener un uso, por con el fin de "resolver un asunto" hay
usa para describir tales o cuales co- que debe tener un significado" (Lo que atacarlo mediante una hipótesis,
sas de tal modo o de otro, para in- gic for Use, 1929, VIII, § 10). El que es, en rigor, un "diagnóstico".
dicar, rogar, imprecar, rechazar, etc. uso es "la ratio essendi de la ver Las proposiciones que se formulen a
Con ello la filosofía del análisis del dad"; determina el significado, nues tal efecto son como utensilios o ins-
uso parece volver a la noción tradi- tras operaciones mentales, las creen trumentos (tools), de suerte que el
cional de los conceptos. De hecho, cias, los vocablos, y los símbolos (op. conocimiento es, ante todo, de carác-
G. Ryle reconoce que está más cerca cit., XX, § 2). ter "instrumental" (Cfr. sobre todo
de eÜos que de las entidades lingüís- UTENSILIO. Podemos llamar Essays in Experimental Logic, 1916;
ticas tan de moda en los últimos de- "utensilio" y también "herramienta" The Quest for Certainty, 1929, y Ex-
cenios. Pero de tales conceptos no e "instrumento" a lodo aquello de périence and Nature, 1935).
importa su origen ni su status on- que el hombre se sirva para hacer, En Dewey tenemos, pues, una con-
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cepción de la proposición como "ins- económico y sólo secundariamente un utilitarian en un texto escrito hacia
trumento". En Heidegger tenemos concepto no económico. También des- 1780 y publicado sólo postumamente
una idea del instrumento (Zeug) como empeña un papel importante en la (Cfr. David Baumgardt, Bentham and
aquello con que nos topamos en nues- ética, de suerte que ciertas tenden- the Ethics of Today, with Bentham
tras "ocupaciones". El instrumento (o cias en ética (tendencias eudemonis- Manuscripts hitherto Unpublished
utensilio) no es una "cosa aislada", tas antiguas [véase FELICIDAD], Hob- [1952]). El uso de utilitarian por
sino un complexo (Zeugganzes). El bes, materialismo francés del siglo Bentham le fue sugerido en ocasión
utensilio es fundamentalmente "algo XV III y, sobre todo, el llamado "uti- de proyectar fundar una secta llama-
para. . ." y las distintas formas del litarismo" [v.] ) pueden ser estudia- da "The Sect of Utilitarians".
ser para ( Um-zu ) son distintas for- das como girando en torno a la no- De un modo general el término
mas de "instrumentalidad". El uten- ción de utilidad. En muchos casos se 'utilitarismo' designa la doctrina se-
silio es, así, algo que se usa, se apli- ha estimado que lo útil es siempre gún la cual el valor supremo es el de
ca, se toma, se maneja. El modo de placentero, ya que todo lo que satis- la utilidad, es decir, la doctrina según
ser del ente que llamamos "utensi- face una necesidad, o un deseo, o am- la cual la proposición 'x es valioso'
lio" es el "estar a mano" o, como a bos, tiene forzosamente que producir es considerada como sinónima de la
veces se le ha llamado, la "amanuali- algún placer, pero algunos autores es- proposición 'x es útil'. El utilitarismo
dad" (Zuhandenheit) (Sein una Zeit, § timan que algo puede ser útil sin ser puede ser una tendencia práctica o
15). Ahora bien, la noción del "estar a necesariamente placentero. Así, por una elaboración teórica, o ambas co-
mano" es básica en cuanto que es ejemplo, puede ser una necesidad, y sas a un tiempo. Como tendencia
una determinación ontológica ca- una necesidad vital por cuanto contri- práctica puede ser o resultado del
tegorial de los entes tales como "están buye a la conservación propia, el so- instinto (en particular del instinto
presentes" (vorhanden). Tenemos, así, meterse a una operación quirúrgica, la de la especie), o consecuencia de un
dos determinaciones de los "entes": cual no es placentera. Sin embargo, cierto sistema de creencias orienta-
el "estar a mano" o ser utensilios puede afirmarse que en gran número das hacia las conveniencias de una
—Zuhandenes— y el estar presentes de casos el concepto de utilidad y el comunidad dada, o manifestación de
— Vorhandenes. La noción de uten- de placer, o cuando menos el de bien- una reflexión intelectual. Como ela-
silio adquiere en Heidegger, por tan- estar, van de consuno. boración teórica puede ser el resul-
to, significación ontológica en cuanto Es muy común considerar lo útil tado de la justificación intelectual
que la "instrumentalidad" constituye como un valor y distinguirlo entonces de una previa actitud utilitaria, o la
una de las estructuras que revela la de otros valores, como el de lo agra- consecuencia de una pura teoriza-
analítica del Dasein ( VÉASE ). dable, el de lo bello, etc. Los autores ción sobre los conceptos fundamenta-
ÚTIL, UTILIDAD. En los artícu- que establecen una jerarquía de va- les éticos y axiológicos, o las dos co-
los UTILITARISMO y VALOR nos he- lores suelen colocar lo útil o en la sas a un tiempo. La última combina-
mos referido a la noción de lo útil escala ínfima o en una escala inferior. ción es la habitual en las doctrinas fi-
o utilidad. Precisaremos aquí que esta Debe tenerse en cuenta, sin embargo, losóficas utilitarias. Por un lado, es
noción puede entenderse de varios que aun en el caso de considerar lo corriente que el filósofo utilitarista
modos. útil como un valor, éste no se halla posea ciertas vivencias orientadas ha-
En general se llama "útil" a todo necesariamente separado de otros va- cia el predominio de la utilidad. Por
lo que puede servir para algo. En este lores. En cuanto "sirve para algo", el otro, es necesario que su doctrina
sentido algo útil es algo "instrumen- lo útil puede servir para fomentar va- utilitaria no sea simplemente un intento
tal" y por eso se llama "útil" (aquí lores considerados como "superiores". de justificación de sus experiencias.
como sustantivo, usado especialmente Por este motivo puede también con- Esta última restricción es necesaria si
en plural: "los útiles") a un instru- siderarse lo útil como un valor pura- se quiere que el utilitarismo no sea
mento o a un utensilio (VÉASE). Más mente instrumental a diferencia de equiparado (como a veces, errónea-
específicamente se llama "útil" a todo valores no instrumentales, que serían mente, se hace) con una teoría del
lo que sirve para satisfacer necesida- fines para los cuales lo útil sería un egoísmo. La mayor parte de los utili-
des humanas, bien sea individuales, medio. tarios destacan justamente la diferen-
bien colectivas. Se agrega a veces a UTILITARISMO. John Stuart Mill cia entre el utilitarismo vulgar y el fi-
las "necesidades humanas" los "de- (Autobiography, ed. J. S. Coss [1924], losófico. El primero es muy corriente;
seos humanos", considerándose enton- pág. 56) —como veremos luego, uno el segundo, excepcional. Por eso ha
ces como útil lo que pueda satisfa- de los más destacados defensores del dicho Bergson que se requieren mu-
cer a unas o a otros, o ambos a un utilitarismo— indicó que él fue el pri- chos siglos de cultura para forjar a un
tiempo. mero en utilizar el término Utilitaria- utilitario como John Stuart Mill.
Útiles pueden ser ciertas cosas, pe- nism en relación con la "Sociedad" Es común —y conveniente— reser-
ro también ciertas acciones. El tipo que se había propuesto fundar: la var el nombre de 'utilitarismo' para
de utilidad depende en gran parte de "Utilitarian Society". Sin embargo, un cierto grupo de teorías filosóficas
la esfera a la cual se aplique el con- David Baumgardt (Cfr. Archiv für y éticas surgidas en la época moderna.
cepto de lo útil. Éste desempeña un Begriffsgeschichte, ed. Erich Rothac- En particular es recomendable res-
papel importante en la economía (v.), ker, Bd. 4 [1959], pág. 228) ha descu- tringir la aplicación del término 'uti-
hasta el punto de que algunos autores bierto que Jeremy Bentham —consi- litarismo' a la corriente que apareció
consideran que el concepto de utili- derado como el fundador del utilita- en Inglaterra a fines del siglo
dad es primariamente un concepto rismo— había usado ya el término XVIII y se desarrolló durante el
siglo XIX,
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corriente representada, aunque con sición coinciden los tres utilitarios, tham y los Mill. Tal es el caso de J.
discrepancias mutuas considerables, bien que de manera muy distinta. En J. C. Smart (op. cit. en bibliografía).
por Jeremy Bentham, James Mill y efecto, mientras Bentham determina Este autor distingue entre varias cla-
John Stuart Mill. El utilitarismo in- tal aumento y disminución de un ses de utilitarismo. Hay, por un lado,
glés no carece de precedentes. Uno modo puramente cuantitativo, y Ja- un utilitarismo extremo —que es el
de ellos es, por ejemplo, Helvecio. mes Mill le sigue con el intento que defiende— y un utilitarismo res-
Este pensador consideraba que toda de fundamentar la ética utilitaria en tringido — que es el defendido por
la vida del hombre estaba dominada el asociacionismo psicológico, John otros autores. Estos dos tipos de
por dos impulsos: el deseo de felici- Stuart Mill señala la insuficiencia utilitarismo coinciden, según Smart,
dad y la voluntad de evitar el dolor, y de la cuantificación y la estrechez de con las dos formas de utilitarismo
ello hasta tal punto que regir la un punto de vista que, extremando de los actos y el utilitarismo de las
sociedad consistía fundamentalmente sus principios, iba a desembocar en normas. Sólo el utilitarismo de los ac-
en saber tener en cuenta tales im- una negación de todo valor vital y tos puede prescindir de consideracio-
pulsos y en desarrollarlos. Pero sólo de todo espíritu. John Stuart Mill nes metaéticas. Puede hablarse tam-
los citados pensadores ingleses pre- subraya vigorosamente el carácter bién, según Smart, de un utilitarismo
sentaron teorías utilitarias suficiente- cualitativo de las afecciones, pues hedonista y un utilitarismo no hedo-
mente amplias y detalladas. El utili- "es enteramente compatible con el nista, de un utilitarismo negativo (re-
tarismo inglés fue llamado con fre- principio de utilidad reconocer el he- ducción del sufrimiento al mínimo) y
cucncia radicalismo filosófico; buena cho de que algunas especies de un utilitarismo positivo (aumento de
parte de sus ideas fueron expresadas placer son más deseables y más valio- la felicidad al máximo). El utilita-
en colaboraciones aparecidas en la sas que otras. Sería absurdo que rismo propuesto por Smart es extremo,
Westminster Review, fundada por mientras en todas las demás cosas la hedonista y positivo, y se funda en
Bentham en 1824. Advirtamos que, cualidad fuera tenida en cuenta tan- un principio moral último que expre-
sobre todo en este autor, el utilita- to como la cantidad, la estima- sa el sentimiento de benevolencia
rismo estaba ligado íntimamente con ción de los placeres dependiera úni- más bien que el de altruismo — pues
el "reformismo" — entendiendo por camente de esta última" (Utilitaria- mientras el altruismo puro podría lle-
éste el propósito de reformar a fondo nism, Cap. II). Esto permite no sólo var a diversas gentes a diferentes ac-
los usos humanos y, con ello, la señalar la superioridad específica de tos incompatibles entre sí, la benevo-
propia sociedad. La base de esta re- los placeres intelectuales y afectivos lencia permite que el agente moral
forma es el reconocimiento de que sobre los sensibles, sino superar de no se considere a si misino ni más ni
—como dice Bentham— "la natura- un modo radical todo hedonismo vul- menos importante que cualquier otro
leza ha colocado [al hombre] bajo el gar y en particular todo atomismo agente moral.
gobierno de dos maestros soberanos: social y psicológico. Las limitaciones
el dolor y el placer". De ahí la ne- naturalistas, egoístas y hedonistas del
cesidad de un análisis de la natura- utilitarismo quedan así claramente
leza humana para que el principio de salvadas, y por eso el utilitarismo de
utilidad o, como después fue llamado, John Stuart Mill no representa ya ese
el de felicidad, pueda ser aplicado utilitarismo moderno meramente ba-
íntegramente. Seguir este principio sado en los valores de lo agradable
quiere decir, en efecto, atraer el pla- y empeñado en subordinar, como ha
cer y eludir el dolor. Ahora bien, señalado Max Scheler, el fin al me-
estas operaciones solamente pueden dio. Al distinguir entre la felicidad
ser realizadas, según Bentham, me- y la satisfacción, John Stuart Mill
diante una cuantificación de las afec- invierte la jerarquía que Bentham
ciones, de suerte que el hombre pueda había intentado establecer, y por eso
con plena conciencia y seguridad si se sigue llamando a John Stuart
elegir lo que de acuerdo con el prin- Mill un utilitarista hay que convenir
cipio de la dicha le conviene. Así, en que defiende un "utilitarismo mo-
el intento de superación del utilita- derado". En todo caso, la concepción
rismo vulgar que se insinúa en toda del utilitarismo por John Stuart Mill
construcción filosófica adscrita al uti- es totalmente opuesta al "utilitarismo
litarismo se advierte ya en el propio vulgar".
Bentham cuando sustituye el princi- Principios utilitaristas o de ética uti-
pio de utilidad por el de felicidad y litaria han sido defendidos por otros
cuando señala que la determinación autores, además de los antes mencio-
de esta felicidad no puede dejarse al nados. Por ejemplo, hay fuertes ten-
albedrío del individuo. El objetivo dencias utilitarias en Henry Sidgwick.
de toda moral es entonces, como en En época más reciente se ha intenta-
las éticas clásicas, la felicidad, por la do desarrollar una ética utilitaria que
cual hay que entender, empero, sim- esté desligada de supuestos metafísi-
plemente el aumento de placer y la cos de cualquier clase, incluyendo los
disminución de dolor. En esta propo- admitidos inconscientemente por Ben-
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UTOPIA. En sentido literal 'utópi- mayor parte de ellos saben que son
co' significa lo que no está en nin- en principio irrealizables. Pero les
guna parte'. Pero como lo que no mueve el deseo de criticar la socie-
está en ninguna parte no se halla dad de su época y el deseo de me-
tampoco alojado en ningún tiempo, jorarla. El motivo principal de las
la utopía es equivalente a la ucro- utopías es, pues, la voluntad de re-
nía ( VÉASE ) (en un sentido más ge- forma. En este sentido puede decirse
neral que el dado por Ch. Renouvier que las utopías son revolucionarias,
a este último término). Junto al ci- aunque hay que tener en cuenta que
tado significado general, el vocablo la revolución que pretenden introdu-
'utopía' tiene un sentido más espe- cir en la sociedad está destinada casi
cífico: se llama utopía a un ideal que siempre a que se constituya una co-
se supone a la vez deseable e irreali- munidad humana donde no sea ya
zable. Este ideal suele referirse a una posible ninguna revolución.
sociedad humana que se coloca en Se ha criticado con frecuencia el
un futuro indeterminado y a la cual llamado espíritu utópico, al cual se
se dota mentalmente de toda suerte ha calificado de ciego para las rea-
de perfecciones. Como tal sociedad lidades humanas. En efecto, el pen-
funciona, por así decirlo, en el vacío, samiento utópico se basa en gran
parte en el olvido de ciertos aspectos
esto es, carece de resistencias reales,
de la realidad humana que son reacios
todos los problemas quedan en ella
a entrar, por principio, en el marco
solucionados automáticamente. Hay de ninguna utopía. Sin embargo, hay
rmichos ejemplos de tales utopías so- que tener presente que la utopía no
ciales; entre los más destacados fi- es totalmente inoperante. En algunas
guran la sociedad descrita en la Re- ocasiones el pensamiento utópico crea
pública de Platón, en la Utopia, de ciertas condiciones que se convierten
Santo Tomás Moro (a quien se debe en realidades sociales. En su acción
la palabra) en La ciudad del sol, de concreta, pues, el pensamiento utópico
Campanella, en la Nueva Atlántida, no es siempre utópico. Ello se debe a
de F. Bacon, en el Erewhorn, de S. lo que hemos destacado en el artículo
Butler, en la Icaria, de Cabet, en las sobre la noción de teoría (v.) como
Noticias de ninguna parte, de Wi- característico de las teorías sobre las
lliam Morris, en Una Utopía moder- realidades humanas; estas teorías pue-
na, de H. G. Wells. Estas utopías son den modificar semejantes realidades y,
muy distintas entre sí. Todas tienen, por lo tanto, no se encuentran siem-
sin embargo, algo de común: el pre- pre completamente al margen de la
sentar una sociedad completa, con realidad concreta de la sociedad.
todos sus detalles, y casi siempre Véase la edición en español por
cerrada, en el sentido de que ( a cau- Eugenio Imaz de la serie de Utopías
sa de su supuesta perfección) no es del Renacimiento en el tomo del mis-
ya susceptible de progreso. No hay mo título (comprende: T. Moro:
Utopía; T. Campanella: La Ciudad
que creer, con todo, que los autores del Sol; F. Bacon: Nueva Atlántida),
citados suponen la posibilidad de rea- 1941. — Trad. esp. de Utopía, de To-
lización de sus respectivas utopías. La más Moro por J. M. Claramunda Bes,

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