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All content following this page was uploaded by Pedro Martínez García on 19 August 2021.
MURCIA
2021
Título: Poder y poderes en la Edad Media
Monografía de la Sociedad Española de Estudios Medievales,
Comité organizador:
Gregoria Cavero Domínguez (Universidad de León), Ángel Galán Sánchez (Universidad de Málaga),
Francisco García Fitz (Universidad de Extremadura), Juan Francisco Jiménez Alcázar (Universidad de
Murcia), Encarnación Martín López (Universidad de León), Germán Navarro Espinach (Universidad de
Zaragoza), Concepción Villanueva Morte (Universidad de Zaragoza).
Comité Científico:
Maria João Branco (Universidade Nova de Lisboa), José Vicente Cabezuelo Pliego (Universidad
de Alicante), Paula Pinto Costa (Universidade do Porto), Adela Fábregas García (Universidad de
Granada), Mário Farelo (Universidade Nova de Lisboa), Francisco Fernández Izquierdo (Centro de
Ciencias Humanas y Sociales-CSIC), María del Carmen García Herrero (Universidad de Zaragoza),
Armando Luís de Carvalho Homem (Universidade do Porto), Cristina Jular Pérez-Alfaro (Centro de
Ciencias Humanas y Sociales – CSIC), Rafael Narbona Vizcaíno (Universidad de Valencia), Armando
Norte (Universidade de Lisboa), António Rebelo (Universidade de Coimbra), Roser Salicrú Lluch
(Institució Milá i Fontanals-CSIC) Manuela Santos Silva (Universidade de Lisboa), Jesús Á. Solórzano
Telechea (Universidad de Cantabria), Bernardo Vasconcelos e Sousa (Universidade Nova de Lisboa),
Hermínia Vasconcelos Vilar (Universidade de Évora).
Los estudios que componen esta monografía han sido evaluados y seleccionados por los miembros
del comité científico.
La edición de este volumen ha sido financiada por la Universidad de León y el grupo de investigación
EMICAL.
ISBN: 978-84-17865-93-1
Depósito Legal: MU 739-2021
Palavras de Abertura
Maria Helena da Cruz Coelho........................................................................ 11
Palabras inaugurales
Mª Isabel del Val Valdivieso........................................................................... 15
Presentación
Raquel Martínez Peñín y Gregoria Cavero Domínguez................................... 19
Textos
Sección II.
¿Poderes ascendentes? Civitates, universitates, nationes
El precio del perdón. La penitencia en Galicia y Portugal entre los siglos XI-
XII: una muestra documental
Abel Lorenzo-Rodríguez................................................................................ 323
Sección iii.
Del consentimiento al conflicto: las interrrelaciones y los intermediarios
Los poderes y los hombres del reino de Castilla en los tratados de Badajoz
con el reino de Portugal (1252/1253 y 1267)
Manuel García Fernández.............................................................................. 403
Da Cooperação ao Conflito. Poder Régio versus Poder Senhorial em Portu-
gal através das Inquirições Gerais dos Séculos XIII e XIV
José Augusto de Sottomayor-Pizarro............................................................. 429
1. Reyes y Emperadores
1 Schneidmüller, Die Kaiser des Mittelalters. Von Karl dem Großen bis Maximilian I, p. 8.
2 En el caso de su relación con el papado, el imperio se arroga el imperium romano, pero sigue
sujeto a la necesidad de ser legitimado por este.
y el Báltico y entre el río Mosa en el oeste y una cada vez más expansiva frontera
en el este, se llamaban a sí mismos Rex Romanorum o Könige der Römer, esto
es, reyes de romanos3. Desde este momento, casi todos los monarcas alemanes
van a ser considerados reyes y a la vez emperadores romanos. La idea de una
translatio imperii4, es decir, la transferencia de soberanía de los romanos a los
alemanes estaba basada en el acto simbólico de coronación por parte del Papa.
En esta “ficción”, como la denomina Barbara Stollberg-Rilinger, van a basar los re-
yes alemanes del medievo su superioridad sobre otros monarcas y su “patronato
sobre toda la cristiandad”5.
Como indica Peter Wilson, las tres palabras clave que definen al Imperio: sacro,
romano e imperial, aparecen juntas por primera vez en junio de 1180 y después,
con más frecuencia, a partir de 1254, pero no hubo un uso constante de esta ter-
minología en los documentos oficiales6.
3 Schneidmüller, Die Kaiser des Mittelalters. Von Karl dem Großen bis Maximilian I, p. 45.
4 Sobre el concepto véase: Le Goff, La civilización del occidente medieval, p. 147.
5 Stollberg-Rilinger, El Sacro Imperio Romano-Germánico. Una historia concisa, p. 13.
6 Wilson, The Holy Roman Empire: A Thousand Years of Europe’s History, p. 19 citando a: Koch, Auf
dem Wege zum Sacrum Imperium.
7 Peter Rassow insiste en la importancia del uso del honor imperii por encima del concepto de Sacro
Imperio, mucho menos referenciado en la documentación de la época. Rassow, P, “Honor imperii. Die
neue Politik Friedrich Barbarossas 1152-1159”.
EL PODER EN EL SACRO IMPERIO: LAS JOYAS DEL REICH 143
Hoy sabemos que Otón de Freising fue una figura central que contribuyó al pro-
grama imperial y universalizador de su sobrino10 incluyendo varias referencias a
la autoridad del monarca sobre el ‘Imperio Romano’ en su obra postrera Gesta
Frederici Imperatoris11.
Entre los siglos XIII y XIV, coincidiendo con un período de lucha entre poderes re-
gionales en Alemania, se desarrolló un debate intelectual sobre los conceptos de
Imperio y monarquía universal. En esos momentos ni siquiera había un auténtico
emperador con poder real en el Imperio y los señores locales, como los Kurfürsten
o príncipes electores empezaban a recuperar poder en detrimento del monarca.
A partir de 1356, con Carlos IV de Luxemburgo en el trono, la Bula de Oro13 fijó nu-
merosos aspectos de la estructura constitutiva del imperio, afianzando procesos
de elección, leyes y privilegios que tuvieron validez hasta la disolución del mismo.
Este conocido texto, llamado así por el sello dorado que le acompaña, establecía
de forma oficial la lista de siete príncipes electores (tres eclesiásticos y cuatro
seculares) encargados de la elección del nuevo rey14, fijaba la regla de la mayoría;
de forma que, a partir de este momento, cuatro votos bastaban para escoger a
8 Sulovsky, “The concept of sacrum imperium in historical scholarship” citando a Appelt, Die Kai-
seridee Friedrich Barbarossas.
9 Idem.
10 Ayala Martínez, “El Preste Juan: el «otro» cristiano en la frontera del mito (siglos XII-XIII)”, Véase
también: Cardini, Barbarroja. Vida, triunfos e ilusiones de un emperador medieval.
11 idem, véase: Freising-Rahewin, Gestas de Federico Barbarroja.
12 Kantorowicz, The King’s Two Bodies: A Study in Medieval Political Theology, p. 207.
13 Fritz, “Die Goldene Bulle Kaiser Karls IV. vom Jahre 1356, Text”.
14 Se confirmó como electores, con sus respectivos títulos ceremoniales a los siguientes señores,
que ya llevaban de facto actuando como electores desde 1298: como eclesiásticos al Arzobispo de
Maguncia, que además era canciller imperial de Alemania, el Arzobispo de Colonia, canciller de Italia
y al Arzobispo de Tréveris, canciller de Borgoña. Los electores seculares confirmados fueron el Rey
de Bohemia, copero del Imperio; el Conde Palatino del Rin, senescal; el Duque de Sajonia, Mariscal
y el Margrave de Brandemburgo, chambelán.
144 PEDRO MARTÍNEZ GARCÍA
Con la confirmación del estatus de los electores, que ya llevaban actuando desde
1298 “pro salubri sacri status imperii reformacione”17, Carlos IV, buscaba compo-
ner un colegio favorable que, en la medida de lo posible, consolidara la dinastía
Luxemburgo en el poder. La medida sirvió en realidad para reforzar la naturaleza
oligárquica del Imperio18. A partir de este momento los grandes príncipes logra-
rán ampliar su poder hasta conseguir un “estatus de soberanía a costa del poder
imperial”19, de forma que, a lo largo de la baja Edad Media, mientras otras monar-
quías europeas tendían a centralizar el poder, el Reich, que era una monarquía
electiva, iba por el camino contrario y estaba cada vez más descentralizado.
15 Los casos de Aquisgrán y Frankfurt son más conocidos fuera del mundo germano parlante por
el simbolismo de las ceremonias que se celebraban allí. El futuro de Núremberg quedará unido al
de la Bula de Oro, como señala Hans Liermann, esta ciudad, una de las más importantes del Reich,
perderá su independencia a la vez que se disuelve el imperio en 1806, pasando a formar parte del
Reino de Baviera. Lierman, “Die Goldene Bulle und Nürnberg”, p. 121.
16 Wolf, “Die Entstehung des Kurfürstenkollegs 1198-1298. Zur 700-jährigen Wiederkehr der ersten
Vereinigung der sieben Kurfürsten”, p. 99.
17 Wolf, “Kurfürsten”, (5.11.2020).
18 Whaley, Germany and the Holy Roman Empire. Volume I: Maximilian I to the peace of Westphalia
1493-1648.
19 Stollberg-Rilinger, El Sacro Imperio Romano-Germánico. Una historia concisa, p. 20.
20 Se trata de un texto anónimo redactado durante el concilio de Basilea en 1439 donde se relatan
los intentos de reforma llevados a cabo por el emperador Segismundo, fallecido dos años antes. El
documento, redactado en alemán tuvo mucha difusión en la época y además de ofrecer información
sobre los intentos centralizadores del monarca, proponía una agenda secularizadora y reformadora
de la iglesia. Boockmann, “Zu den Wirkungen der ‘Reform Kaiser Siegmunds’”.
EL PODER EN EL SACRO IMPERIO: LAS JOYAS DEL REICH 145
Uno de los símbolos de poder más importantes de los monarcas alemanes eran
las llamadas joyas del Reich, una colección de insignias, joyas y elementos litúr-
gicos usados durante la coronación real y la mayoría de las veces también du-
rante la coronación imperial. En estas ocasiones, el monarca era vestido además
con las indumenta imperialia, prendas asociadas a la colección24, como se puede
observar en los famosos retratos de Carlomagno y de Segismundo pintados por
Alberto Durero (ver Anexo). El conjunto era, al menos desde el S. XIII y probable-
mente con anterioridad, una confirmación de la legitimidad del Rey25.
Las piezas más antiguas, listadas a continuación, son las de Aquisgrán, que, se-
gún la leyenda, fueron encontradas por Otón III en la tumba de Carlomagno:
Las piezas más recientes, con la salvedad de la lanza sagrada, son las llamadas
joyas de Núremberg, entre las que destacan fundamentalmente:
– La Corona Imperial, una pieza única de oro puro y de forma octogonal, de-
corada con perlas, piedras preciosas y esmaltes y rematada por un arco
central y una cruz.
La pieza fue hecha entre los siglos IX y XII en Alemania, como indica el tex-
to del arco escrito con perlas: “CHVONRADUS DEI GRATIA ROMANORV(M)
IMPERATOS AVG(VSTUS)”. Se sabe que fue usada por tanto para la corona-
ción desde Conrado II y contamos, además, con descripciones del S. XII.
– El orbe, también de oro, piedras preciosas y perlas. Hay fuentes que confir-
man un primer uso del orbe en la coronación de Enrique II en 1014. La pieza
conservada es una joya hecha en Colonia en el S. XII, cuando el orbe ya se
usa de forma regular como símbolo de poder y de orden27.
– El cetro, de plata dorada y coronado por seis hojas de roble cerradas. Usa-
do de forma activa como símbolo de autoridad y jurisdicción. La pieza del
tesoro es de la primera mitad del S. XIV.
– La Lanza Sagrada, una punta de lanza carolingia de acero del S. VIII con
complementos de los siglos XI y XIV. En el hueco central del arma se enlazó
un supuesto clavo de la crucifixión de cristo. La lanza está cubierta en el
centro por una cobertura de oro usada probablemente para reparar una
fisura provocada por la introducción del clavo.
Este último objeto es posiblemente el más importante de todos los citados, sien-
do utilizado no solo como símbolo de poder y de legitimación, sino también como
insignia militar y signo de invencibilidad en el campo de batalla.
A todos los objetos citados hay que añadir indumentaria, como el famoso manto
de coronación siciliano, el alba, la dalmática, las calzas, los zapatos, los guantes,
la estola y otras reliquias de menor valor.
Las joyas y el ornato eran un símbolo de poder evidente y conocido, como mani-
fiesta Felipe de Suabia en una carta escrita en junio de 1206 al Papa Inocencio III
a propósito de su disputa por el trono con Otón de Brunswick:
Esta es, sin duda, una fuente elocuente para comprobar la importancia de las joyas
imperiales y de su evidente poder simbólico y político, que las convierte en lo que
Percy Ernst Schramm llamó una simbología de estado (Staatssymbolik)32, en un
contexto en el que la potestas regalis necesita una auctoritas sacrata pontificum.
La carta de Felipe de Suabia debe ser entendida en el contexto del conflicto entre
güelfos y gibelinos, que estaba teniendo lugar en el Imperio desde la muerte de
Enrique V sin descendencia en 1125.
Felipe, que era un reconocido impulsor de la poesía cortesana, contó con el apoyo
de autores tan destacados como Walther von der Vogelweide, que le animaba en
un poema a “vestir el huérfano” y a someter de una vez a los reyes vasallos33. El
Weisen o ‘huérfano’ al que se refiere el poeta era un ópalo de gran dimensión que
ocupaba el plato central de la Corona Imperial, aunque aparece citado en varias
fuentes como sinónimo de corona, su valor, su naturaleza y supuesta pérdida es
discutida en la actualidad, ya que se deja de mencionar en la documentación a
partir del S. XIV. Sea como fuere, la joya funciona también en la poesía como sím-
bolo de poder y de legitimación de Felipe ante los aspirantes de la casa de Welf.
31 Pertz (ed.), Monumenta Germaniae Historica: Inde Ab Anno Christi Quingentesimo Usque Ad
Annum Millesimum Et Quingentesimum, pp. 211-1206.
32 Schramm, Herrschaftszeichen und Staatssymbolik: Beiträge zu Ihrer Geschichte vom Dritten bis
zum Sechzehnten Jahrhundert.
33 … daz nû diu mugge ir künec hât, und daz dîn êre alsô zergât! bekârâ dich, bekâre, die cirkel sint
ze hêre, die armen künege dringent dich, Philippe setze den weisen ûf, und heiz si treten hinder sich.
Vogelweide, Leich, Lieder, Sangsprüche, libro I, p. 14. Traducción propia: ¡ahora que hasta las moscas
tienen su rey y que tu honor se desvanece!, vuélvete, vuelve. (Los) de las diademas son muy orgullo-
sos. Ponte el Huérfano (weisen) y que se somentan.
EL PODER EN EL SACRO IMPERIO: LAS JOYAS DEL REICH 149
Aunque el güelfo fue obligado a abdicar 6 años más tarde, tuvo tiempo para incor-
porar la famosa espada de Mauricio, a falta de otras regalías, demostrando una
vez más la importancia que tuvieron estos objetos en la esfera política, militar y
religiosa de los monarcas.
Existe la tradición desde época carolingia de donar las joyas reales al que se quería
justificar como sucesor (Conrado I se las dio al Duque de Sajonia Enrique, Enrique
II se las dejó a Kunigunde que a su vez las donó a Conrado II y así sucesivamente).
La colección es, como se puede observar, muy variada en cuanto a objetos y anti-
güedad, algunas joyas son antiguas, de época de los otones, otras muy posterio-
res, producto de la reposición o del cambio o la incorporación, de esta manera el
tesoro imperial ya llega a la baja edad media y al final de la época Staufer como
una colección muy variada, mezcla de insignias con diferentes valores, orígenes y
antigüedades. La continuidad se da solamente en las reliquias de la pasión y en la
corona de Otón el grande. Estos 3 objetos, que tienen mayor relevancia simbólica
que el resto, serán denominadas imperialia insignia en muchos documentos38.
El famoso viajero castellano, Pero Tafur, tuvo ocasión de verlas durante su viaje
por Alemania, aunque casi le costó un disgusto, como señala en sus Andanças:
“E fui allí con los cardenales a ver aquellas reliquias e mostránonnos muchas, entre
las cuales nos mostraron una lanza de fierro tan luenga como un codo e dezían que
aquella era la que avía entrado en el costado de Nuestro Señor. E yo dixe cómo la
avía visto en Constantinopla e creo que, si los señores allí no estuvieran, que me
viera en peligro con los alemanes por aquello que dixe”41.
3. Anexo
Bibliografía citada
Ayala Martínez, Carlos de, “El Preste Juan: el «otro» cristiano en la frontera del mito
(siglos XII-XIII)”, Intus – Legere Historia, 12(2), 155-186.
Boockmann, Harmut, “Zu den Wirkungen der ‘Reform Kaiser Siegmunds’”, Deut-
sches Archiv für Erforschung des Mittelalters, 1979, pp. 514–541.
Fritz, Wolfgang D. (ed.), “Die Goldene Bulle Kaiser Karls IV. vom Jahre 1356, Text”,
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Martínez García, Pedro, El cara a cara con el otro: la visión de lo ajeno a fines de la
Edad Media y comienzos de la Edad Moderna a través del viaje, Peter Lang,
Frankfurt, 2015.
Pertz, Georg Heinrich (ed.), Monumenta Germaniae Historica: Inde Ab Anno Chris-
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Múnich, 1961.
154 PEDRO MARTÍNEZ GARCÍA
Schneidmüller. Die Kaiser des Mittelalters. Von Karl dem Großen bis Maximilian I,
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Whaley, Joachim, Germany and the Holy Roman Empire. Volume I: Maximilian I to
the peace of Westphalia 1493-1648, Oxford University Press, Oxford, 2012.
Wilson, Peter H, The Holy Roman Empire: A Thousand Years of Europe’s History,
Penguin, Londres, 2016.
ISBN 978-84-17865-93-1
9 788417 865931