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Las circulares internas de la empresa no

pueden alterar el convenio


Las circulares empresariales son directrices que no crean derechos ni obligaciones en el marco
de la relación de trabajo. Así se deriva de una sentencia de la Audiencia Nacional, de 7 de
febrero de 2011.

El magistrado Poves Rojas estima que "las instrucciones definen criterios a los que se han de
atener, en virtud del principio de jerarquía, los órganos de la empresa al aplicar las normas
convencionales y son así directrices que no generan derechos y deberes, sino meras
indicaciones u órdenes de actuación para los servicios de personal de la propia empresa".

El fallo resuelve la demanda interpuesta por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), en un


supuesto en que el XIV Convenio Colectivo de la Organización Nacional de Ciegos Españoles
(ONCE), declara en su artículo 81.b que, "en lo que a préstamos financieros se refiere, la ONCE
y sus trabajadores se regirán por lo preceptuado en la normativa vigente o norma favorable
que la sustituya, formando parte dos representantes del Comité Intercentros en la comisión
que se crea al efecto".

Bajo esta premisa, la ONCE hizo público un oficio-circular, por el que comunicaba la cuantía del
fondo disponible para préstamos financieros para el año 2011 y el interés aplicable. En este
contexto, CCOO interpuso demanda por la emisión del oficio-circular mediante instrucción
unilateral de la Dirección General de la ONCE, sin el preceptivo acuerdo de la Comisión
Negociadora, lo que, a su juicio, era contrario a la libertad sindical, por vulneración del derecho
a la negociación colectiva.

Así, en el caso, y dada la carencia de capacidad para crear derechos y obligaciones de las
circulares internas, la Audiencia resuelve que, por tanto, no pueden vulnerar el derecho a la
negociación colectiva "sencillamente, porque no ocupan el lugar del convenio colectivo, ni el
de las decisiones interpretativas de la comisión paritaria; sino que son solamente instrucciones
internas sin eficacia reguladora de los contratos de trabajo".

Poder general de dirección

Poves Rojas recoge con esta sentencia la jurisprudencia del Tribunal Supremo -
concretamente, la sentencia de 11 de junio de 2008-, según la cual, las instrucciones de la
empresa, "no son en nuestro ordenamiento ninguna norma, porque no forman parte del
sistema de fuentes de ordenación de la relación laboral que define el artículo 3 del Estatuto de
los Trabajadores (ET), salvo cuando pudieran generar una condición más beneficiosa que se
incorporase al vínculo contractual". Si bien, continúa la sentencia, "aún en este caso no se
trataría propiamente de una norma, sino de una condición de origen contractual".

Ahora bien, dicho esto, el fallo aclara que, no por ello puede concluirse que este tipo de
instrucciones sean necesariamente ilícitas, "pues las mismas pueden constituir un ejercicio
legítimo del poder directivo empresarial, si bien hay que aclarar que no se trata ya del poder
de dirección de la prestación laboral del artículo 20 del ET, sino del poder general de dirección
en el marco de cualquier organización compleja y jerárquica"
Fuente: Teresa Blanco

http://www.eleconomista.es/legislacion/noticias/2904822/03/11/Las-circulares-internas-de-la-empresa-no-
pueden-alterar-el-convenio.html#.Kku8WgT3WDBQQbO

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