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“Aportes del ministerio de Jesús para las bases de una familia saludable”

Cuando se dice que una familia es saludable, ¿A qué nos referimos? La formación y

unidad de una familia es de vital importancia desde tiempos históricos hasta el día de hoy, el

vínculo familiar existe desde la creación de Dios, pero, ¿Qué nos dice la Biblia respecto a la

Familia? Jesús es un claro ejemplo de como mantener el amor, la unidad y el vínculo familiar;

nos habla claramente de ese respeto y amor hacia nuestros seres queridos. En el nuevo

testamento se menciona en términos generales, la vida de Jesús y su ministerio, la forma en

que impacto a las familias descritas en el Nuevo Testamento, no olvidando que Jesús mismo

fue perteneciente a una familia, criado de una manera íntegra y saludable, (Lucas 2:52) junto

con sus hermanos y hermanas, (San Mateo 5:55-57) y así mismo ya siendo un hombre adulto

siempre mostrando la importancia de la familia, manifestándose en ellas, mediante su poder,

como los milagros que él hizo en su debido tiempo y santa voluntad. Un claro ejemplo, es el

cuarto mandamiento y de hecho es el primer mandamiento con promesa que dice “Honra a tu

padre y a tu madre”, y da un porque “para que te vaya bien y seas de larga vida en esta tierra, o

como dice en otras versiones para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.

Al igual, que nuestro Señor Jesucristo dio mandatos de obediencia tanto al esposo como

a la esposa, cada uno dio una responsabilidad, así como hoy en la sociedad se rigen derechos

y obligaciones para los matrimonios, así mismo pasa en la vida cristiana, pero todo con respeto

y amor no olvidando quien es su sustentador y quien los guía por el buen camino, para que de

esa manera nuestros descendientes o generaciones lleven a cabo el mismo o un mejor modelo

a seguir en sus estilos de vida, aun que cambien muchas cosas hoy en día, puedan discernir lo

bueno y lo malo. Inclusive no solo habla de los esposos e hijos, o parientes de sangre, sino ese

vinculo de amistad, casi hermandad, en el que depositas toda tu confianza y cariño hacia esas

personas, aunque no lleven tu misma sangre, como lo fueron los apóstoles para el señor

Jesucristo, ya que fueron como sus hermanos donde lo acompañaron casi en toda su

trayectoria de vida, entonces nosotros como Iglesia cristiana, somos otro tipo de familia,

hermanos unidos en la misma fe y amistad, que compartimos ese mismo amor . En las

Sagradas Escrituras, Jesús daba palabra de aliento e instrucciones a cada miembro, por así

decirlo, de familia, haciendo referencia a la responsabilidad y deberes que se tenía en cada

familia constituida por Dios.


En la Biblia se mencionan un sinnúmero de familias, que nos dan ejemplo de como ser

una familia saludable, espiritual, armoniosa, con fe y que se traten con respeto, ya que Jesús

nos mostró en varias ocasiones un modelo a seguir para crecer en familia hablando

espiritualmente y moralmente siguiendo una serie de pasos para hacer su santa voluntad.

Jesús hasta su muerte pensó en la familia, recordando que en la muerte de cruz estaba ahí su

madre María y Juan, diciendo estas palabras “Mujer he ahí tu hijo”, después dijo al discípulo

“He ahí tu madre, es decir, que hasta el último momento pensó en esa mujer que lo crio y que lo

amaba, incluso fue tanta la confianza que tuvo en Juan, su discípulo para darle esa

responsabilidad de cuidar y proteger a su madre María. De eso se trata en la vida cotidiana, de

cuidarnos unos a otros, si llega alguien a faltar por fallecimiento o cualquier otro motivo, tener

esa confianza de delegar a alguien esa labor. De igual manera, Jesús tenia palabra e

indicadores para cada miembro de la familia, a la mujer le dio dominio propio, voz y voto y

aunque hoy en nuestra sociedad aun exista el machismo, en México tenemos la libertad de

expresarnos, opinar y hasta tener cargos o puestos de trabajo que antes solo lo hacía el género

masculino, pero no confundamos esa libertad, con querer llamar la atención y provocar

conflictos, Dios nos ha dado un papel a cada uno de nosotros dentro del núcleo familiar, así

mismo el hombre debe portar su papel como cabeza de hogar, teniendo carácter, ya que se han

visto muchos casos hoy en día de hombres maltratados, incluso abusados psicológica y

moralmente, ya que la mujer abusa de ese poder o dominio, y libertad que se le ha dado, por

tanto es de vital importancia ser hacedores de la Palabra y oidores y no mal interpretar o tomar

argumentos a nuestro favor, sino más bien actuar como nos demanda el Señor Jesucristo a

llevar esa vida buena, plena y saludable pero ante todo con esa fe que nos debe caracterizar ,

aplicando siempre los valores que conllevan a una sana convivencia dentro del hogar.

Así mismo, los niños o nuestros hijos, son de vital importancia en la familia, Jesús mismo

los defendía a capa y espada, por su inocencia y su bondad; en la actualidad

desafortunadamente se ha ido perdiendo esa inocencia, esos valores, incluso ser ingenuos, por

la maldad del hombre y todos los cambios que se han visto durante los últimos años, en

cuestión de tendencias, modas, tecnología, costumbres y leyes que cambian constantemente

para favorecer o afectar a otros, pero Jesús hacía referencia comparándose con ellos, de una

manera humilde, incluso nos dice en su Palabra (San Juan 3:3 y 5) quien no naciera de nuevo

no puede ver el reino de Dios. Así como en otro pasaje bíblico (2da Corintios 5:17) “De modo

que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son

hechas nuevas” pero, ¿Por qué se hacen estas comparaciones? Porque los niños nacen siendo

así, de esa manera natural y espontánea, conforme van creciendo cambia su manera de ver las
cosas, pero ahí es donde entra la autoridad de los padres o quien sea encargado de ellos, aquí

se aplican las enseñanzas, la disciplina, la ética, los buenos valores y he ahí donde se tiene una

gran responsabilidad con ellos, pero llegara un momento en que ya como padres no está a

nuestro alcance en cuanto a sus decisiones y acciones; pero para ello existe la oración, que

tiene poder y nos incrementa la fe en que Dios los guiará y les hablará por medio del espíritu

santo a su vida o a su conciencia, ninguna familia es perfecta, el decir que somos una familia

cristiana no nos evita los problemas, conflictos, rivalidades, envidias, rencores, por lo regular

siempre hay uno o más miembros que no son creyentes y se dice que es es mas complicado,

pero incluso si toda la familia es cristiana, existen los problemas porque somos humanos y

fallamos, pero buscando diariamente la sabiduría, el entendimiento, la tolerancia, ese

discernimiento y esa gracia que proviene de Dios, dichos problemas serán más llevaderos y

será más fácil resolver las situaciones a las cuales nos enfrentemos en esta vida tan llena de

cambios.

Entonces, ¿Qué es ser una familia saludable?, más bien la pregunta sería para cada

uno de nosotros pertenecientes a un núcleo y/o vínculo familiar, ¿Qué debemos hacer para

llegar hacer una familia saludable? Dar el valor, respeto tolerancia, etc., de igual manera

cuando encontramos a alguien con nuestros mismos ideales, gustos y preferencia hay una

mejor química e interacción y esto puede llevar más fácilmente una relación saludable, pero

cuando tenemos diferentes caracteres, formas de pensar y de actuar, es allí donde debemos

aplicar todo lo que el señor Jesús demanda a su pueblo, y más específicamente a la familia, ya

que todos somos diferentes pero si realmente somos hijos de Dios y fieles creyentes en nuestra

doctrina, sabemos de antemano que el amar al prójimo es uno de los mandamientos con más

poder (San Mateo 22:39), no olvidando que el primer mandamiento es Amarás al Señor tu Dios

con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, este es el primero y gran

mandamiento (San mateo 22:36-37) y si en verdad le amamos, entonces, será más fácil amar y

respetar a nuestro prójimo. Por lo tanto, el Señor Jesús es nuestra Guía, o debe serlo, clara es

su Palabra cuando dice que “Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza” (Génesis 1:26-28)

y desafortunadamente hasta el día de hoy nos enfrentamos a muchos cambios que no

podemos evitar, pero si tenemos la libertad de escoger nuestra familia, de expresarnos, de

dialogar con confianza. Puesto que de eso dependerá muchas cosas para el buen

funcionamiento de nuestro hogar o cualquier otra relación o persona que consideremos familia,

la comunicación y el buen lenguaje corporal hacia los demás es de vital importancia para una

buena relación. Cada uno debe poner su granito de arena para que esto funcione de manera
ecuánime y armoniosa, trabajando en equipo y delegando responsabilidades, así como tomar el

papel que nos corresponde siempre y cuando se haga de manera amorosa y respetuosa,

siguiendo siempre los lineamientos ya establecidos en la santa palabra de nuestro Dios y de

esa manera seremos fortalecidos espiritualmente.

Referencias

 Biblia Online. (s.f.). Obtenido de https://www.biblia.es/biblia-online.php

 Maldonado, J. E. (1995). Fundamentos bíblico‐teológicos del matrimonio y la familia. Michigan:

Libros Desafio.

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