Está en la página 1de 2

LA VIDA CRISTIANA ES COMO UN PARTIDO DE FUTBOL

La copa de la Historia de la Salvación ha comenzado. Dios Padre ha formado un el equipo


llamado Club de Futbol Pueblo de Israel. La primera etapa del campeonato ha durado mucho
tiempo, el equipo del Padre no siempre ha sido fiel y ha perdido algunos partidos. Durante el
campeonato ha habido situaciones difíciles, pero el Padre ha creído siempre en su equipo.

Un día el Padre decidió reformar su equipo. Pensó: “Es el momento de que mi equipo tenga un
delantero centro artillero de primera categoría”. Y puso toda
su confianza en el mejor de los artilleros: Jesucristo.

Todo buen equipo necesita un técnico experto. Para


entrenar a su equipo, el Padre contrato, con la ayuda del
Hijo (el artillero), al mejor de los técnicos, el Espíritu Santo.
El Padre contrato a un grupo de jugadores para jugar con
Jesucristo. Y a el equipo se le llamó Club de Futbol Iglesia.
En este equipo, Jesucristo marca la mayoría de los goles y el
Padre es el primero que vibra de alegría. El técnico, Espíritu
Santo, organiza su equipo, marca las estrategias y da
orientaciones: “Juega a la derecha”, “cruza el área”, “pasa el
balón a Jesús”. Sin el Espíritu Santo el equipo estaría perdido en el campo. Tú también formas
parte de este equipo desde el día de tu bautismo.

El Club de Futbol Iglesia entrena mucho todos los días: el entrenamiento es la oración. Los
jugadores reciben información táctica todas las semanas: esa formación es la catequesis. Los
jugadores necesitan una alimentación especial para tener las fuerzas necesarias en cada
partido: este alimento es la Eucaristía.

El Club de Futbol Iglesia es un equipo vencedor en el campeonato de las Historia de la


Salvación. Pero será un equipo victorioso en la medida en que cuente con todos sus jugadores.
La Iglesia necesita a todos. Te necesita a ti.

A propósito, se acerca un día especial. Es el día en que un gran trio de este equipo hará una
nueva apuesta por ti. El Padre dirá: “Tu eres un jugador valioso”. Jesucristo dirá: “Quiero que
juegues siempre conmigo”. Y el Espíritu Santo dirá: “Hoy recibes una fuerza especial para jugar
en la Iglesia y podrás ser siempre titular de este equipo”. Este es el día de la Confirmación, en el
que será necesario hacer una opción: ¿quieres jugar de verdad en este equipo?

No hay peor cosa que un jugador falso; el que se gana la confianza del presidente, del técnico y
de los compañeros; dice que hará todo lo que este de su parte y después no aparece ni siquiera
para entrenar.

Tu no quieres ser un jugador así, ¿verdad? Tienes que pensarlo bien porque quien no está
dispuesto a jugar, es mejor que no aparezca para hablar con la Trinidad e l día de la
Confirmación.

Cree en el equipo de la Iglesia. Confía en la gracia que recibirás el día de la Confirmación y


marca un gol en el campeonato de la Historia de la Salvación para que un día levantemos la
copa en el Reino de Dios.
Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias

Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia.

Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor,

Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas

Y nos acompañas. Y nos acompañas. Y nos acompañas.

¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu

¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser

Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos

Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras

Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento.

Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias

Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia.

Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor,

Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas

Y nos acompañas. Y nos acompañas. Y nos acompañas.

¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu

¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser

Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos

Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras

Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento.

Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias Señor amado, muchas gracias

Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia. Por tu bendición sobre nuestra familia.

Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor, Gracias por tu cuidado y tu amor,

Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas Porque cada día nos despiertas

Y nos acompañas. Y nos acompañas. Y nos acompañas.

¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu ¡Queremos vivir siempre bajo tu

¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser ¡Bendición! Ayúdanos a ser

Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos Obedientes a tus mandatos

Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras Y a dejar que tu guíes nuestras

Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento. Decisiones en todo momento.

También podría gustarte