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Derecho de Daños
Manual
La responsabilidad civil
en el Código Civily Comercial
Derecho de Daños
Manual
La rcs|)oiisabilidad civil
fu f¡ C.ádt^o (‘ivily ('.anifrtiol
Marceijo J. Lóiuz Misa
PrnÍHior Titubr efe Dw echo Civil (CJüligiriftnM)
Unmmcfed «fe tWifpanú
Az^l étnico de La Azudetma Nacional de Derecho y
GtnciM Sociales de Husies Arm
Derecho de Daños
Manual
La responsabilidad civil
en el Código Civily Comercial
Con la colaboración de
Facundo Martínez Paz
Pluíuui aduiptu de Orache Pvrv »do Vil (Oirdio de Odios)
* 1
Univei udod N de CiWdoGi
2019
Prólogo............................ X]
Capitulo I
LA RESPONSABILIDAD OVIL.
NOCIONES INTRODUCTORIAS
Introducción.................................................................................... 1
1. La responsabilidad civil...................................................... 2
2. Antecedentes y evolución histórica do la
responsabilidad civil................................................... 7
3. Sistema de responsabilidad civil del Código Civil y
Comercial argentino (arta. 1708 a 1780] ........................... 10
4. Funciones de la responsabilidad civil en el Código
Civil y Comercial....................... 17
5. La perspectiva cansí itucion al de la responsabilidad
civil.......................................................................................... 30
6. Presupuestos de la responsabilidad civil...................... 34
Capitulo I)
PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD
CIVIL: EL DAÑO RESARCIBLE
7. El darte en le rcapoiiHabllidad civil. Concepto............. 37
8. Cinara de daño resarcible..... ,........................ . ................. 49
9. El darte patrimonio) y sus especies o rubros
resarcitcrios .......................................................................... 56
10. I-as 'consecuencias no * patrimoniales |d daflo
extra patrimonial]................................................................ 70
11. Los daños punitivas............................................................ 78
12. Los nuevos daños en el Código Civil y Comercial:
daña al proyecto de vida, daño psíquico, daño a La
vida de relación. Su carencia de autonomía...............
13. La prueba de] daño.............................................................. 88
vin MarckijO López Mesa
Capítulo ][]
PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD
CIVIL: LA ANTIJUR1DICÍDAD
14. La antijuridicidad en la responsabilidad civil............. 91
15. Eximentes de lu untyitridicidnd: Lus causas de
justificación.......................................................................... 103
Capitulo IV
LA RELACIÓN CAUSAL
16. La causalidad en La responsabilidad civil........ ............ 121
17. Eximentes de La relación causal en el CCCN............... 132
Capitulo V
PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD
CIVIL: FACTOR DE ATRIBUCIÓN
18. El tactor de atribución de rcaponsabllidad en el
Código Civil y Comercial de la Nación.......................... 143
19. Los factores subjetivos de atribución............................. 145
20. Loa factores objetivos de atribución............................... 155
Capítulo V!
RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL
Y POSCONTRACTUAL
21. Responsabilidad prccontraclual c m enniniAcnrio..... 165
22. Rea pon nubilidad poscontructuol...................................... 172
Capitulo Vil
REPARACIÓN CONVENCIONAL DEL DAÑO
23. Cláusula penal................ .................. ...................... ............ 176
24. Señal o arras...................... 186
25. Compensación del lucro con el daño (romperesa fio
hicri cum dannoj...................................................... 193
Capitulo VIH
RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO
26. Re« pon nubilidad por el hedió {íiupiú............................. 199
27. Deberes positivos y negativos: el hecho ilícito por
amisión........................... 201
ÍNDICR IX
Capitulo IX
RESPONSABILIDAD DEL TRANSPORTISTA
28. Responsabilidad civil en el transporte oneroso de
pasajeros................................................................................. 209
29. Transporte benévolo de personas.................................... 221
Capitula X
RESPONSABILIDAD DE LOS PROFESIONALES
30. La responsabilidad profesional................................ 231
31. Análisis de la responsabilidad civil de ciertas
profesiones........................................... ............ 236
32. La apreciación de la diligencia de loa profesionales .. 250
Capitulo XI
RESPONSABILIDAD POR
EL HECHO DE OTRO
33. responsabilidad indirecta, refleja o por el hecho
de otro........................................................................... 271
34. Responsabilidad de! principal por hechas del
dependiente............................................................................ 281
35. Responsabilidad de las podres par i lechos de sus hijee.. 292
36. ReKpnnsnhilirlnd ríe los (litares y curadores................. 299
37. Otras supuestos de responsabilidad refleja................. 3CM
38. La minoridad como problema........................................... 305
Capítulo XH
RESPONSABILIDAD DE LOS TITULARES
DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS
39. La responsabilidad de loa titulares da
establecimientos educativos en el CCCN...................... 3)1
Capitulo XIH
RESPONSABILIDAD DEL HOTELERO
40. La responsabilidad de] hotelero en el Código Civil y
Comercial................................................................................ 331
Capítulo XIV
DAÑOS PRODUCIDOS POR LAS COSAS
V ACTIVIDADES RIESGOSAS
41. Lo responsabilidad derivado del riesgo a vicio de Ins
cosas y actividades riesgosas ...................... 351
42. Daños cnusadoN por animales........................................ 370
X Manera o Lúpkz Mesa
Capitulo XV
RESPONSABILIDAD EN LOS
ACCIDENTES AUTOMOVILÍSTICOS
43. Rcepomuilnlidad derivada de los accidentes de
tránsito........................................................ . 373
Capítulo XVI
RESPONSABILIDAD DE LOS
MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN
44. Respon Habilidad de los medios * !
masivo de
comunicación........................................................................ 395
45. Responsabilidad de los motores de búsqueda de
Internet................................................................................... 409
Capitulo XVII
DAÑOS POR AFECTACIÓN A LA INTIMIDAD
E INTROMISIÓN EN LA VIDA PRIVADA
46. Responsabilidad derivada de la afectación a la
intimidad e intromisión en la vida privada de las
personas............................. 419
Capitulo XV] H
OTROS SUPUESTOS ESPECIALES DE
RESPONSABILIDAD CIVIL
47. La responsabilidad de las personas jurídicas.............. 431
48. La responsabilidad de clínicas y sanatorios................ 436
49. l^i responsabilidad de los depositarios.......................... 449
50. Responsabilidad derivuda de Leus relaciones entre
vecinos y el exceso en Ln normal tolerancia................ 450
51. La responsabilidad colectiva y la responsabilidad
anónima........................................ 458
Capituló XIX
EJERCICIO DE LA ACCIÓN INDEMNÍZATOR1A
52. Legitimación activa: damnificado directo c indirecto . 461
53. Reparación del da fio. Cuantlficación ............................ 4f>4
Capitulo XX
REIJkCJONRS ENTRE LA ACCIÓN CIVIL
Y LA PENAL
54. Relaciones entre la acción chal y la criminal.............. S09
PRÓLOGO
IterRooucoOM
En 1985, cuando estudié Derecho de Isa Obligaciones en la
Universidad Nacional de Un Plata, la responaabllldad civil era un
capitule mis de esa disciplina; uno importante, pero no tanto
como la extinción de las obligaciones o La clasificación de ellas
o su estructura.
El programa tradicional de Obligaciones de la cátedra pín
tense, que habla redactado Acdeel Salas originalmente, y luego
actualizaran quienes lo sucedieron, iiaignalut sólo siete u ocho
bolillas, de veintinueve, a la ras pon Habilidad civil.
Y el énfasis de los profesores, y de nosotros los alumnos de
entonces, estaba puesto principalmente en institutos como la
prescripción, Lia obligaciones pecuniarias, las deudas de valor,
las fuentes de los obligaciones, los intereses, ele. La respon
sabilidad era víala como una cuestión más bien sencilla o, al
menos, mucho más accesible que esas temáticas que acabo de
mencionar.
Treinta y cuatro años después de haber rendido libre la ma
teria en la cátedra del Dr. Félix A. Trigo Represas, cuya prepara
ción me insumió nueve meses de estudio denodado y que fue l.'i
asignatura que cambió el curso de mi vida y definió mi vocación
posterior, las ensila han cambiado mucho.
En muchas universidades la responsabilidad civil se ha inde
pendizado de su madre, el Derecho de Obligaciones, y ha con
formado un nuevo retoño, el Derecho de Daños, con un pro
Brumo propio y hasta una visión dislinta. Incluso, en algunos
extremistas, hasta con una ideología definitoria: la ideología de
2 Marcelo López Mesa
1. La USPWSAHimMD OVIL
derecho privado, aquellos sobre los que más se escribe, loa que
ocupan la mayor parle del tiempo de nuestro» tribunales civiles,
los mas debatidos, conciernen generalmente a cuestiones de da
ños y perjuicios.
En agudísimas palabras del maestro Busnelil: "La responsa
bilidad es tai vez la institución que en mayor medida ha at raído
la atención y suscitada las fatigas de las civilistas italianos en
las últimas décadas. De] mismo modo, ha estimulado la fanta
sía de nuestros estudiosos, ai se tienen en cuenta los indistin
tos planteamientos y profecías sobre el 'triunfo', el 'eclipse', c!
‘ocaso’ y hasta la 'muerte' de la responsabilidad civil. Por otro
lado, en el esbozo de las etapas esenciales de su desarrollo se
ha recurrida a la figura de la * paradoja', a se ha concebido *una
suerte de coniedin’. Cnnm ha anulado algún autor, las metáforas
*
le sientan bien n La responsabilidad 3.
Conociendo su brillo actual, debe uno preguntarse ¿qué es la
respansahihdnd cíihTI A lo que cabe responder que "la responsa
bilidnd es La obligación de reparar el daño causado a otra par un
acto contrario al orden jurídico. Ella tiende a borrar las conse
cuencias del hecho perturliador, de ese desorden"’. Responder
significa dar cada uno cuenta de sus actos.
Ln responsabilidad civil no es magia, aunque para muchos a
veces ha sido ilusión: la ilusión de que ella podía extenderse al
infinito, para cubrir Lado daña ocurrido en el mundo. La desilu
sión posterior suele ser enorme.
El art. 1716 del Código Civil y Comercial de la Nación (en ade
lante CCCN] indica: ‘Deber de reparar, 1.a violación del deber de
no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación, da lugar
a la reparación del daño causado, conforme con las disposicio
nes de cate Código
.
*
En cualquier caso, la responsabilidad se traduce en el deber
de reparar o resarcir ios perjuicios causadas; la responsuihilidud
presupone un deber jurídico (del cual debe responder el individua);
sin embarga, no debe crmfundirse con él. El deber jurídico es la
3| Desde la culpabilidad
como paradigma
2) Dota excluyen te hacia un 4| Dd daño
causalidad esquema bipolar donde injustamente
mulcnol a la la cul|>a comparte d causado al daño
eacensno con el nesgo injustamente
«UbJctIVR creado y loa otros ¡actores sufrido.
objetivos de alribuoóu.
5) Desd* una
Dado que no es esta una obra de interés histórico, quien quiera ¡vu-
*
fundiznr d lema puede ver Traen Pmrr Félix A_ — Lúmcc Mías, Marrado,
Tintada de la rrsponmhtNdad aud, Ia ed., La Ley. Buenos Airea, 2004, L 1,
Capitulo 1 e Idem. 2* cd . Buenos Airea. 2011, L I. Capítulo i.
10 Mahcklo López Mesa
774; 787; 793 y 794; 819; 838; 899, inc. d)¡ 991; 1009; 1033
a 1043; 1044 a 1050; 1051 a 1058; 1082; 1243; 1273 a 1277;
1288 y 1291; 1309 a 1317; 1328; 1369 a 1375; 1376; 1414;
1459; 1476 y 1477; 1520 y 1521; 1563; 1786 a 1788; 1826;
1846; 1936; 2096; 2250; 2317 y 2321; 2517 y 2527 CCCN.
Y Lodo ello, sin contar los arta. 2656 y 2657 CCCN, que es
tructuran a su vez otro "sistema" de responsabilidad civil en
materia de derecho internacional privado.
De los numerosos conjuntos normativos reseñados varios es
tablecen verdaderu-s micrusistemas de reparación del dañn, ma
yormente en materia de responsabilidad contractual, que en los
casos específicos deberán armonizarse con el ‘sistema" general
que culabloccn los artH. 1708 « 1780 CCCN.
Aspectos tan importantes como la faz preventiva y resarcí to
na de la violación de la dignidad de la persona (art. 52 CCC) y
lu res]x>nsabilidud en el leasing |arL 1243 CCCN] son regulados
aporte del 'sistemo'’; lo propio ocurre con la responsabilidad de
rivada de obras y servicios (arta. 1273 a 1277], con la responsa
bilidad en ci transporte (arla. 1288 y 1291], la responsabilidad
durante el transporte de cosas (ails. 1309 a 1317), Jos daños
en el mandato (art. 1328], la rrsjxinsiibilidHd del holclrru («rts
1369 a 1375], la responsabilidad en el depósito (srl. 1376), la
responsabilidad bancana ]X>r el uso de cajas de seguridad (art.
1414), los daños en la franquicia (arta. 1520 y 1521], por citar
solamente loe casos más notables.
De ello deriva que el legislador, pese a manifestar que el, no
ha suprimido del Lodo las diferencias entre responsabilidad con
tractual y aquiliann, y ha mantenido una regulación disociada
de Las mismos, introduciendo un factor de confusión en el aná
lisis del nuevo texto legal; cUo exigirá que nuestros jueces estén
especialmente formados y atentos, para no omitir normas direc
tamente aplicables a un caso.
Una HutóiticH "confesión" de asistematicidad puede encon
trarse en el texto del inicio del arl. 1082 CCCN: "Reparación del
daño Lo reparación del daño, cuando procede, queda trújela o es
tas disposiciones: a] el daño debe ser reparado en los casos y con
los alcances establecidos en este Capitula, en el Título V de este
Ubro, y en las disposiciones exjieciales para cada contrato.
En dicho texto, amen de remitir a todo el Título V, que incluye
tanto la nespon (oibilidad civil como los cuas icón Lnitus -que nuda
tienen que ver en la regulación de la respnnsabilidnd «xinlruclual,
LZ MHSPONSAD1 LIBAD OVIL...
ufd«m, p. 107
M ídem, p. 9.
24 Marcelo López Mjcaa
ie FVntAMO, Jorge W., 'Wá.t sabré lo acoAn preventiva", LL, 20J6 A I221
La RESPONAaIMUIMÚ CIVIL,.. 29
2,5 Ib ídem
La REsroNSABiunAU civil... 35
Relación de.
Antgundiciital
dci daAo
adecuada
RESPONSABILIDAD
_ CIVIL —
Cnñn otuecozlc
RelaciAn causal
* Calvo Cxxtta, Carina A., 'R1 significado y las capeciei de daAo resarci
ble", en Nevisca de Derecho de Datos, L 2012-3, Rubinzal-Cutioni, Sanio
Fe. diciembre 2012, pp. 193-227.
44 Marcfui Lcipkz Mrsa
8. C1A8SS DE DA A O KSSARCWLB
a) Dtuio emergente
El darlo emergente está contemplado en la primera parte del
art. 1738 CCCN fia pérdida o disminución del patrimonio de la
víctima”) y versa sobre la diferencio (negativa), que se refleja en
el patrimonio de la víclima, entre el estado de este, antes y des
pués de sufrir el hecho antijurídico En los hechos, refiere prin
cipalmente al costo de la reparación necesaria del daño causado
y a los gastos en que se incurre con ocasión del dnño.
Si el perjuicio derivada del hecho lesivo produce un desem
bolso pecuniario, un gusto o una aminoración del patrimonio
del perjudicado, ello configura un daño emergente. En efecto,
cala especie de daño engloba los gastos ocasionados, o que se
vayan a ocasionar como connccucncia del evento dañoso, y que
el perjudicado -o un tercero- tiene o tuvo que asumir.
Adviértase que, conforme a la clasificación de daños actuales
y futuros, son resarcibles tanto las erogaciones ya efectuadas
como las que deberán efectuarse en adelante, siempre que me
die una relación causal con el hecho dañoso.
La prueba de este daño es sencilla: el puede acreditarse a tra
vés de los correspondientes comprobantes de gasto o, en cosos
especiales, si no existieran tales recibos, a partir de otras prue
bas, que deben ser serias y convincentes En caso de no haberse
efectuado aún, pero que necesariamente serán realizados en el
futuro, su cuantía podría ser también probada por La opinión de
un experto en la materia fvgr. pericia de un ingeniero mecánico
frente a la destrucción de un vehículo que todavía no fue repa
rado al momento de demandar).
Por otra parle, el Código establece una presunción de la exis
tencia de ciertos daños, buscando proteger a la víctima, exi
miéndola del deber de probarlos, flan presunciones juris tanturn,
o relativas, que pueden ser desvirtuadas por el sindicado como
responsable. Tal ca el caso, por ejemplo, de los gastos médicos
derivados de una lesión litucu: la enorme mayoría de las lesio
nes que deben ser atendidas en un nosocomio generan gastos
en concepto de medicamentos, mimantes honorarios profesio
nales de médicos intervinientes, tratamientos de rehabilitación
Phkhupukstoh d® rjk RFJPONHArtiLiDzD crvn.... 59
°CAm ft* Clv. Com Córdoba, S/1O/11, *Britaaa, Haydee Ameba c/Mann
A. Onoínn S R.L «/ordinario - da tíos y perjuicios - otras formas de res
pona ex Ira contractual - tice. de apelación’
Presupuestos de la krrapoNSAHiunAn civil . <j 1
b) Lucra cesante
El lucro cesante es el rubro t esa re ¡torio más complejo dcnlto
de las especies de daña patrimonial, y el que mayares contra ver
sica lio generada en la doctrina y jurisprudencia, sobre todo en
lo que hace a su cuan tifie ación
A diferencia del daña emergente, que imparta un empobreci
miento del pulrimunia (perdida o disminución], el lucro cesante
implica la privación de un enriquecimiento. El lucro cesante Iin
duce la frustración de un enriquecimiento palrimunial: u raíz
del hecho lesivo se impide a la victima que obtenga determina
dos beneficios económicos.
El Código Civil y Comercial, en su art. 1738, define el lucro
cesante como el beneficio económico esperado, de acuerdo a la
probabilidad objetivo de au obtención. En consecuencia, el rubro
está constituido por Jas ganancias concretas que el damnificado
se vio privado de percibir, u raíz del hecho lesivo.
Si bien al conccptuali-zar el rubro se alude a la pendida de
“gti ruin cías", el termino “beneficia económico" es más amplio.
Por lo tanto, no alude exclusivamente a la privación de ingresos
pecuniarios o remuneraciones, sino, con mayor amplitud, a la de
ventajas materiales que podría haber alcanzarlo la víctima.
Volviendo u la noción de certeza del daño, no resultan cesar
cibica las utilidades meramente conjeturales o eventuales que
aquel podría haber ganado coa posterioridad al siniestra, en
caso de no haberse producido; y siempre habrá que estar a la
“probabilidad objetiva de su obtención
.
* A propósito de ello, cabe
destacar que, lógicamente, ceta especie de daño tiene un grado
de certeza más relativo que el daña emergente, pero más firme
que la perdida de chance.
En una escala de certeza, se encontraría un escalón par
debqjo del daña emergente y una por encima de la perdida de
chance. Se trata de un rubro intermedia entre ambas, por la que
su procedencia requiere una alta probabilidad, u diferencia de la
pérdida de chance que requiere una probabilidad comprobable y
el daño emergente que requiere lisa y llanamente de certeza de
su existencia y cuantía.
En esta linea, en un voto indiqué que el dnflo emergente es el
más cierto de todos los dañan patrimoniales; ello, por cuanto se
parte de la base de un desembolso efectivo a de un menoscabo
tangible, sabré el que se calcula, en el primer casa, un valar
de reintegro de) gasta efectuado y, en el segundo, un valar de
62 Marcelo López Mesa
c} Pérdida de chance
La pérdida de chance es un concepto jurídico indeterminado;
tina figurn jurídica intermedia, a medio camino entre el reaulla
do final y la ausencia de relación causal. En términos simples,
consiste en la desaparición de Ui probabilidad de un evento favo
rable, si dicha chance aparece como suficientemente seria.
La perdida de chance es el perjuicio que resulta de la desapa
rición o frustración de la probabilidad de un evento favorable,
cuando este aparece como suficientemente serio o altamente
probable, de na ser por el hecha que interrumpiera su cursa13.
En la pérdida de chance existe incertidumbre sobre el perjuicio
efectivo, pero certidumbre en cuanto a su posibilidad, si la víc
tima hc encontraba en Una situación Táctica o jurídica idónea,
pora aspirar a convertir esa chnncc en realidad efectiva,a.
Bien dicen Temé, Simler y Lequette que *ea cierto, por definí
ción, que la realización de una chance no es Jamás cierta, no lo
es menos que el perjuicio causado por la perdida de una chnncc
presenta un carácter directa y cierto cada vez que se constate la
desaparición de la probabilidad de un elemento favorable
* para
que persona obtuviera una ganancia o ventaja’ M.
Los elementos que constituyen una chance perdida indcmni
zablc son los que enunciaremos seguidamente:
1] la existencia efectiva de unn chance, ocasión u oportuni
dad probable y futura de obtener una ganancia o de evitar una
pérdida;
d) Daño directo
La reforma a la ley 24.240 de Protección de) Connumidar, in
troducida sucesivamente por las leyes 26.993 y 26.994, modi
ficó el art. 40 bis que oportunamente introdujera la ley 26.361,
que recéptala el llamado "daño directo", muy diferente del que
describimos supra, al tratar las clases de daño, lo que nos exige
deslizar aqui algunas ideas sobre quó comprende ese concepto,
en el sentido que le da eso norma.
El art. 40 bis do la ley 24.24C define al daño directo como
"todo perjuicio o menoscabo al derecho del usuario o consumi
dor, susceptible de apreciación pecuniaria, ocoBionado de ma
nera inmediata sobre sus bienes a sobre su pernona, raima con
secuencia de la acción u omisión del proveedor de bienes o del
prestador de servicios
.
*
68 Marcelo Lo pez Mesa
5lCám Civ Com. Azul. Snlfl II, 18;2jl]5. ‘RtJdAn e/V. M. Transportes
Cruz del Sur 3.A_". RCyS, 2015 VIH, 16).
76 Marcelo López Musa
b} Legítima defensa
El inc. b) del art. 1718 CCCN declara justificada el hecho le
sivo realizado en legitima defensa propia o de terceros. Recepta
una figura parecida al art. 34, inc. 6, del Código Penal, aunque
a diferencia de esta recepta expresamente el requisito de propor
cionalidad entre defensa y agresión, que na es requisito explícito
en el ordenamiento penal.
Podemos definirla cama una causal de exoneración de res
ponsabilidad que actúa ante el resultado dañoso de una reac
ción, frente a uno agresión ilegitima y na provocada.
cj Es fado de necesidad
El art. 1718, Inc. c, recepta esta causa de justificación. I-a
norma reza: “Está Justificado el hecho que causa un daño |...) e]
para evitar un mol, actual o inminente, de ol.ro modo inevitable,
que amenaza al agente o a un tercero, si el peligro no se origina
en un hecho suyo; el hecho se hnJla justificado únicamente si el
mal que se evita es mayor que el que se causa. En este caso, el
damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en
que el juez la considere equitativo
.
*
Orgnz define el estada de necesidad como “una situación en
que ac halla una persona que, para apartar de si o de otra un
peligro inminente que amenaza sus bienes personales o patri
moniales, causa legítimamente un mal menor a un tercero que
no es autor del peligro"3’.
Por su porte, Trigo Represas afirma que esta causa de justi
fieación se da “...ante la existencia de una situación táctica de
peligra grave c inminente que amenaza a unn persona o a sus
bienes y que sólo puede ser conjurada para salvar a Jos mismos,
ocasionando un daño a otra o a un tercero
* 90.
Son requisitos para que se configure esta causa de justificación:
Lfrtn situación o estada de necesidad, representado por una
amenaza actual de un mal inminente- Se fruta de una amenaza
de menoscabo, que es justamente io que se intenta repeler me
diante el accionar dañoso. Debe tratarse de una amenaza real,
no conjetural actual y de cierta gravedad.
El vocablo 'mal', de una excesiva vaguedad, debe ser inter
pretado Mimrt “doña" en un sentido amplío. Consideramos que el
legislador pudo haber optado por un termino más preciso.
Es fundamental destacar que el bien o interés amenazado
puede ser tanto del agente como de un tercero. Asimismo, no es
menester que se trate de derechos o intereses personalisimos,
por lo que también puede ser de contenido patrimonial.
La que debe ser actual y grave es lu amenaza o peligro de que
el mal suceda, no el mal en si, por cuanto este puede ser futuro,
pero sí debe ser inminente. Sin embargo, no es necesaria que el
mal sea inevitable, por cuanto cao importaría una petición de
principio, que inclusa tornaría infructífera la defensa.
ti) El peligro debe ser extraño ni autor del hecha dañosa. La
norma alude a este requisito cuando dice que el peligra no debe
originarse "en un hecho suyo”.
iii) Inexistencia de otros medias inocuos a manas Leswos: La
norma habla de que el mui debe ser “de otro modo inevitable
,
* lo
que parecería exigir que el accionar lesivo fuera la única mane
ra de evitar d daño cuya amenaza se pretende repeler. Entcndc
mos que ello no es asi. Importaría una exigencia desmesurada y
contraria a la propia finalidad de la nonna exigir que el agente
haga un juicio valoralivo basta concluir que el accionar daño
bo sea 1h única y exclusiva manera de evitar el mal. No puede
pretenderse que el agente realice un análisis exhaustivo de to
das y cada una de las posibilidades que existen para sorte¿ir la
amenaza, y recién allí accione. No debe perderse de vista que
dj Concausahdacl y coeausaaón
Pueden existir casos de causalidad plural, donde intervengan
dos o más causas -y por ende, dos o más causantes-, como se
ria el caso de los accidentes de tránsito mal llamados de 'culpa
,
*
concurrente cuando en realidad son de causalidad concurren
te, En estos HiipucHlOS, debe analizarse ln incidencia causal de
cada contribución y asignársele el porcentaje de responsabili
dad acorde a ru cficacin causal.
La situación luí sido reglada por el art. 1751 CCCN, c! que
estatuye: 'Pluralidad de responsables. Si varios personas parti
cipan en la producción del dnfla que tiene una causn única, se
aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad
deriva de causas distintas, ae aplican las reglas de las obligacio
nes concurren tea”.
Esta diferenciación da lugar a dos conceptos de creación doc
trinaria, cuya denominación -por demás similar- genera confu
siones: concnusalidad y cocausacian; y sus respectivos deriva
das: concausa y co-causa.
La concausa actúa de manera independiente de la condición
puesta por el sindicado como responsable El daño, entonces, es
el resultada de una pluralidad de hechos causales. La concau&a
puedo preexistir ni hecho del agente al que se le atribuye el re
sultado lesivo, ser concomitante con este (ambas causas actúan
de manera simultáneo] o sobrevenirlo.
Lo fundamental para que hoya concausa lid ad es que el hecho
del agente sindicado como responsable no haya sido suficiente
para provocar el dado sino que, para que este haya acaecido, fue
128 MarChlc) López Mksa
b) Caso fomritñ
El caso fortuito es el paradigma o arquetipo de la causa qjena.
Sabida es que cuando se produce la ruptura <1cl nexo causal por
136 Marcrlo Loprz Mesa
cj Hecha de un tercero
El tercer supuesto de la denominada "cnuan qjena * está con
templado en el art. 173 I CCCN, que reza: 'Para eximir de respon
aabilidad, total o parcialmente, el hecho de un tercera por quien no
se debe responder delre reunir ¡os caracteres del coro fortuito”.
Tercero es toda persona ajena al sindicado como responsable
(demandada) y del damnificada (víctima]. Puede tratarse de una
persona física o jurídica, pública o privada*. Sin embargo, para
eximir total o parcialmente al agente, dehe trata rae del hecho
de un tercero por quien no tiene el deber de responder. De lo
contrario, estamos en presencia de un LipiOú caso de responsa
bilidad refleja, que estudiaremos en el Capítulo XI6 7.
Riesgo criado y
vicio de Ib cosa
Inri. 17S7OCCN]
■* Nos rrfrrímr
* s les firtn. 124.1. 12Hó. 1685, 2" pArr.; 17M y )76fl CCCN.
156 Marc&lo Lzircz Mrsa
RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL
Y POSCONTRACTUAL
*Triú. Cotrg. Retqj. Civ. Ex Ir Siniln t'e n’4. 19/5/92. “Hertma. Marín H
J. e/Kederico. Tomaso'. IX. 1993 C 95 y fU. 1993 2 237
172 Mahckixj Lópkz Mesa
a) Concepto
Podemos conceptual izar la cláusula penal como una convención
accesoria de un contrato, por medio de la cual se asume el compro
miso de cumplir la prestación allí establecida, en caso de no satisfa
cer la prestación principal del contrato en tiempo y forma.
Si no se satisface lo debido, o se lo hace tardía o irregular
mente, ella constituye una modificación del derecho común pac
tada para precaverse de las consecuencias que se derivan del
incumplimiento y favorecer la percepción sencilla de tal acreen
cia, al no tener que probar nada más que el incumplimiento.
El Código Civil y Comercial de la Nación la recepta en su art.
790, que reza: -La cláusula penal es aquella por la cual una
persona, para asegurar el cumplimiento de una obligación, se
sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar
la obligación". La norma conceptualiza la figura desde la pers
pectiva del deudor.
En esencia, consiste en una prestación complementaria de
hacer o no hacer (y normalmente de dar sumas de dinero), a
cuya satisfacción se obliga al deudor para el caso de incumpli
miento de su obligación principal o de cumplimiento defectuoso
o incluso retraso.
También denominada “pena convencional", está reglada por
los arts. 790 a 803 CCCN.
Insistimos: se trata de una prestación, generalmente el pago
de una suma de dinero por parte del deudor en favor del acree
dor, para el supuesto de que aquel incumpla o cumpla defectuo
samente su obligación contractual, y se da con mayor frecuencia
en contratos como los de locación de cosas, obra y servicios.
El codificador previo una gran amplitud en lo que respecta a
su objeto. Conforme al art. 791 CCCN: "La cláusula penal puede
tener por objeto el pago de una suma de dinero, o cualquiera
otra prestación que pueda ser objeto de las obligaciones, bien
sea en beneficio del acreedor o de un tercero".
La cláusula penal configura una predeterminación del dui>o re
sarcible efectuada por Las partes con antelación a su acaecimiento.
Por el principio de la plena e integral reparación, de raigambre
constitucional (art. 19 C.N ). aquel que sufre un daño debe ser
resarcido integramente. Sin embargo, este principio -que es como
una especie de unicornio azul, porque muchos lo nombran pero
RBMKAC1ÓN CONVENCIONAL ÜKL ÜANU 177
cj Requisitos de mnfií¡>¡niaán
Los requisitos para la extgibilidad de la pena son tres:
i) incumphinienta en la prestación principal Ipucdc ser absn
lulo o relativo);
ii) mora del obligado, c
iii| irnpuUibilüIad de lo wic/ccucída. Cuando hablamos de
mora, estamos hablando de impuiahilidad. porque si no hay im-
putabilidad no hay mora sino, a lo sumo, demora, lo cual es una
cosa distinta. Mora significa inejecución culpable, inejecución
voluntaria de la obligación, mientras que ln simple demora, si na
es imputable al deudor, puede configurar caso fortuito.
184 Mawcklu Lúpkz Ml'NA
g) Parma de la cláusula
La ley na ha previsto forma especifica para la clausula pe
nal, |>or lo que son aplicables lus principio» generales del Código
Civil y Comercial, pudicndu esa convención ser acr<-ditada per
todos los medios de prueba, incluso los específicos que cansa
gran distintas ramas del ordenamiento en función de los hechos
y circunstancias que tipifican.
b) Clases de arras
Existen diferentes tipos (Ir nrniR. Ion que pueden cumplir di
versos funcionen. Enln diversidad de supuestas dificulta brindar
un concepto que incluya a IimLis los especies del genera.
A prepósito de dio. se hn dicho: “Los arras confirmalnrias no
alteran el contenido del contrato. sino que por el contrario eviden
cian su conclusión, mientras que las de dental i miento o pcnilcn
cíales, introducen un elementa destructor en potencia, conRistcn
le en la posibilidad que tienen los conlniUintcM de desistir Imisatín
ello en el principio de ln autonomía de ln voluntad
.
*
Prescindiendo de matices y yendo a lo más corriente, cube de
cir que las arras que se suelen ver entre nosotros se encuadran
en una de crios dos categorías:
I. Arras rnnfirmatañas. que persiguen asegurar el cumpli
miento del contrato. Si se trata de arras confirmatorias penales,
nn existe ins pornítenrli, por lo que el deudor no puede desligar
Mr del contrato abandonando lo entregado, o en el otro extremo,
devolviéndolo doblado.
En este supuesto, nnte un incumplimiento de quien dio las
arras, el que las tiene puede elegir reclamar la ejecución del con
trato o hacer suyas Ihh arras. que -en tal caso- cumplen el rol de
indeinriizaciuri prrcu.iritificjida por las propias partes. En cambio,
nnte el incumplimiento de quien las recibió, el tradms podría de
mandar la ejecución o la devolución de las nrrns con otro tanto.
RePAHACÍÓN CONVENCIONAL DRL DAftO 189
c) El arrepttnlifnientn
El arrepentimiento en la celebración del contrato es un acto
no formal, por ln qur no requiere estar revestido de formas sa
cramentales, pudiendu manifestarse expresa o tácitamente,
pero siempre a través de una expresión de voluntad inequívoca
por parte de quien ejerce tal prerrogativa (arl. 284 CCCN|.
El contraíante que, mediando arias |>enilenciiil«
s,
* no realiza
lu prestación principal y decide ubundanar la que entregara u
modo de arrus -u ofrece el doble de lo que recibió- no está in
cumpliendo el contrato, sino ejercitando unu facultad de desistir
de el, contemplada en el acuerdo mismo.
La facultad concedida por el art. 1059 CCCN in fine a quien
ha recibido una seña de arrepentirse del contrata, devolviendo
lo percibido más otro tanto, puede manifcsinrsc expicsa o táci
tamente, pero siempre de numera u|xjrluna, dura, inequívoca y
de modo incondicionada.
RblPARACróM CONVBNCIOMA1. OKI. BAÑO 191
K) deudor na puede cxirtlitM: lie l:i Quien ha entregado <1 recibkltt Uiut
prestación pagando ln pena. tu.-rl.~i puede eximirse de cumplir la
prestación devolviendo ti oto Inda la
Lu penn a mulla se disfame pnrti el neón o perdiéndola ai fue quien ln
rrrsn de retardo 0 inejecución de ln eniregú.
presunción prometido. de uno de los
oonlríitanlrs. Ln sema es un mecanismo pcira po
der arrepentirse y íuncioiui para
Ln cláusula |»en.-il sirve pnm valuar cualquiera de la» canUuluiilca.
perjuicios, imliciparLimente y íun
CKHiundo >1 miz y deade lu i-onulilu- Parn hacer valer el Mirepcnlimlcntn
ción en mora es necesario que se maniftesle nn
les de beber incurrida en mom y
dentro de un La peo razonable paro
la dcsannculación del negooo.
J) Observación
El régimen del nuevo Código sobre esta figura es elemental,
rc consume m¡ís que noria en a «pecios nn esenciales y deja li
brado a lo voluntad de las parles establecer el régimen de la
entrcgn de arras.
Mientras las parles pación un régimen razonable, nn habrá
inconveniente, pero si el misma encubre un nhusa a nprovcehn-
inienlo de una parle por la otra, el juez deberá intervenir pura
volver el contrato a la regularidad, como lo hace con otros figu
ras jurídicas que cumplen similar función de fortalecimiento del
cumplimiento, verbigracia, la cláusula penal excesiva.
Reparación convkncionai. del iwfla 193
1 Cnm. Civ. Cnm. Azul, Snln II, 16/5/ 16, *T. A. A. c/Prrronur Roen S A.
y Galasur S. A.“, RCyS 2016 IX, 57.
204 Mahchijq Ijrtesa Mksa
pero son empleados coma tin media par» delinquir, exima par
ejemplo el caso del gunrdio de seguridad de un cotmfry que
se ausenta de su lugar de trabajo por un lapso, para permitir
que delincuentes amigos suyos entren sin inconvenientes ni
lugar a robar.
’ C. Apela. Trelew, Sata A, M/Ó/OS. 'Padniti", Ixi l>ey nnlinr, voto f)r.
LApcz Mean
216 Makcelí) Lcipti'. Micha
lioü aéreo, por carreteras, etc.| -lo que en nuestro país engloba
La enorme mayoría de los casos-, es obligatorio para el t rana por
tÍHÍH. Este no puede negarse a I ran apartar al requirente, si no
existen causas objetivas que le permitan rechazar la solicitud de
transpone o ln aceptación de oferta a persona indeterminada que
implica el establecimiento dr Hita linea de Iramqxtrte público.
tírasela Poní hu puntualizado que *cl porteador está úbbgado
no solo a portear al viajero pur el itinerario y plazo pactados,
sino también a poner a su disposición pira hacerlo una plaza de
lu clase, categoría y condiciones pactadas o fijadas por las dis
posiciones que le sean de aplicación Debe, además, transportar
mu equipaje. La obligación fundamental del viajero consiste en
pagar el precio del transporte (lijado por Lariiua aprobadas poi
lu Administración] y en respetar la adecuada utilización y com
postura en el viaje. Mas el billete no lo autoriza pura vLujar por
cualquier medio, itinerario y fecha, sino exclusivamente por los
fijadas en él'
Cabe recordar otras normas del Código Civil y Comerviul que
son aplicables a este contrato:
- Arl. 1290: Obligaciones del pasajero. El pasajero está obli
gado a:
a) pugar el precio pactado;
h] presen turne en el lugar y momentos convenidos para ini
ciar el viaje;
c] cumplir lus disposiciones administrativas, observar los u:-
glamcnlos establecidos jxir el transportista pira el mejor orden
durante el viaje y obedecer Jas órdenes del porteador o de sus
representantes impartidas con la misma finalidad;
d| acondicionar su equipaje, el que debe ajustarse a Las me
didas y peso reglamentarios.
- Art. 1291: Extensión de Ln rcs|Kinsjil)ilidnd. Además de su
responsabilidad por incumplimiento del contrato o retraso en su
ejecución, el transportista responde por los simcstrus que afecten
a ki persona de) pasajero y par la averia o pérdida de sus cusas
- Art. 1292: Cláusulas limitativas de la responsabilidad. Uis
cláusulas que limitan La responsabilidad del transportista de per -
sanas ]xjr muerte a dañas enrístrales ae tienen por no escritas.
11 Cám CC t" Iji Piala. SnL-i 3'. 24/3/Ó8, 'Flores. Dora c/Angelani,
Cnrloa y oíros*, en Juba suni. B2O1624
Rxsi-OMiAniunAD drl transportista 221
EJ deudor «ln oíd ¡gado tan sata a ac Fjilajnns en preemeia de una de na
huir <«n «iilafy'nrLa. n cnndurirw ron tal nblif^rirmes, cunnrlo el deber de
ItrudettcLi |u>rn intentar obtener el re- pimlnrlán •Upeme !« necnuriH con-
Hiillndn eap«-r.ida El acreedor, pora nerunün de un ilclerminndu electo o
deonoslrar que la ohligarkwl no *e ha consecuencia
■ nrn|ilKlo. itelir protxir «jue el deudor nn En rilas, rl multarla se uirorpo
mt Ili cinmpnrlArio r *m ln prudencia y I» m *11 cora par umi «coto y, por imito,
diligencio m taa que enlalMi obligada 'ttrtki liny cilmplirriimto « aqur| ae
El deudo
* me eaenprumeir n imliz-nr uim kifrn. can irtdrprmIrn-in ilrl Iridia
cmdiu la dihgrvile. ocien lado a La nhiro ja n lirmpn que luiya sido nremaría
crtm <V mi leaiillnrki. eupemdn y «jueiiiln pMc.i mnwf’iiirki | 1. en eslr caso,
par el nrreedor. pero no uxeEiiraílo. Kxui ■u H rreulturki rxi se produce habnl
le, si oe quiere, un doble juego de inlere incurríplunirn'.a. a na ncr que rt «leu
■ea lina de caniclrr primaria. que se sil dar rlcmursire ln existencia de un
listare en lanía el deudor despliegue nnj roso ludílito"
cnrulucin diligmic inienlwdn h akuinzaj Iji nlilqyirmu dr traí 11 indo ea Hquclta
ln Tmnliilnd Mlisfaclivn del n creedor, y en Ln que *ln prestación obbpnda por
otra dr enráner alentaría (el resultado), rl deudor es preráin. ilrterminnd.'i,
cuyo ciHicreckoi no depende exdimivn gmiinliublr, rs un fin en sj misma
*iiie
tn« de |a rrawlucti'i del <leiid«u oírlo de y ln nn ctwucturión drl resultada en
utror (helares contingentes o axnrasai pruebo suficiente del Incumplimicn
En rtfni «¿áigpt umn, ln naunrinn de ni ib ta de| «Irudnr Kl rrtniHada ra el
gpcúmra <r üniitn al denemprrtn a «soplen niifrln drt nefnria jiiridien y se pre
de drlrrriuimkhn rre-rbún II aanocinumliin Hiinu
* un iraní lado lela |inn|Ur de lo
evpcixláxei. ptta-tHias icxxMnt'iHtadtis, díli iixiltiuki d paciente no hubiera cutí
gene i n lotnl, un prnccilimírnto etulrfimiln sentido cotí la contrnlneión'.
y técnica Se anhelo alcanzar un resulta IMc resultado se debe entender una
dn, peni nn ir gflrontmi el mama «lelri iuihiuIh <sinfi|»iirn«'i«'i|i de una
En citas rl inlrrxn drl acreedor kc en- nulidad fixicti y jundicti. respis:lo
cuemlra m alili|piliane, pero na celó, endel moda mitin rala ce eticcinlndiii
cambio, in snliitiane: en un interés rúenen el tnrimetiin anterior n ln «iruli
tocia n nilll illgrine, y el deudor |M|yilucirwi dr ln rrlacirwi nlili^unrin
*
<ur-
(cumple) deK|iir|7uid<i ihmplemrrita ta Se |iri
* un fin piccicn y deteimi
conducía tur prometida. nado y no hay pmihiLdml de eximir
En rolas obligacinnes, obviamente, ciesn se tnosl r.-inrki la CnlLt ile culpa Ijii
pre que se eonnigue el multada el rtau ahí apir iones de rrsiiltarUi dan lugar
dar se libera. pera no siempre que rale na a un régimen de imputación obje
«C obtiene el deudur conga con la rtspon tiva, con la sola esimrnle del cano
labilidad Si el deudor demostraría haber fortuita.
puesta inda lu pericia, riiidadri y mpari ln nblifyirihn de mu hada rtimpli-
dad en la ryccuciún de au obligación u au mcnlH el uileitn drl mrvrike. culi ta
uiuluciúti a ctxvjervuciún de lu mluu
tnqRu, nu puede arl icsputuiubilizzidu por
la nu cibtencu'MI del r muí Indo chin de hecha inicial. Rl deudor ilelie
La simple miseiwin drl fin pceleiilido nocumplir ron un íncluili prefijado y ta
lince infmlr ifw el drtukir incumplió su píen Inerte! erdá delrt'iniiL-M la desde
au rLicimirnlo Lo prvetnción o lám
prveUicMjn. Estate üicxire plímiraila cuando
*J;it
rl lleudar anule jxi" deludo consiste m ta sjtuLwruvi riel
ta conducía r.nlifi
pknn interdi del arnnedrr, ln rytr nn
cndi que le rom pele, siendo indiírr«-nlr ln
mi nhSrnertn drl rmih/wki rrqsmsdo para se ngnin rnrl rj rom pnrt .tmienl n o la
proelru m rwqmniuiliilitL-Ml rrairartunl difigMtria. «nn erm su nrsultTMki útil.
236 Marcelo López Masa
*.
" CNCiv., Saki U. 28/0/85. "Kolkcr y KoJkrr, suc. JX, 198S O 308
*.
MSC Mendosa. 20/10/92. -Portabclla. Oscar LL, 1993 U 172 y 1JU.
1993-J-817
lc CSJN, 13/8/98. 'Colegio <Je iLacribuncm de ta Capital Kcdcrui
*. LL,
1999-E- 22. voto de Ui mayoría
246 MaKCHU) Lóí'HZ MkSA
17 Cúrri. Civ. y Com San Martín, Sulu I*, 29>12/03, ‘AJ burén que, Mi
guel A. c/Con sarcia Galería Ihtscu del Centro Av. Pie. Perón s/ootiro de
pesna*, Juba siim. H195094A.
'“Conf ANOorari, Luis O., ‘RcMpanMibilwhid dr los flbngadoA*. en Den1
dio de dalias, pp 478 y ss.; ‘Cuiiclusióii Jornadas Sonjuaninas de Ocre
cho Civil*, Cuiniaiún ri“ 5.
” Tinao RrruisiAH. Félix, NesponsabíJídad aul dei abogado. Colección
Responsabilidad Civil, Il.immurutoí, p. 122; Alifjiini LófttZ *k*rs
ponanbilidnd pmíraitinal: el experto frente al prníniwi*. LL, 1*189 K H-17.
Vazijuti Euoceuui. Roberto. ‘Res pon fiabilidad Civil de los pru festona] es inc
dicciH y Hbugpdüu", JA. 19S9 111 931.
J0CNCiv . Subí K, *ü., G. M y otro c/C . M A *. 7 dr mnrm de 2012.
250 Mauciüu Lúpk¿ Mema
de negocios
* se halla la de conservar los bienes dd activo de ln
sociedad, la que significa mantener esos bienes en el patrimonio
Aocifil y justificar ln enajenación o transmisión de los mismas,
manteniendo tru producida en el activo a bien dando cuenta de
su destino 0 aplicación por medio de su registra en la contabi
lidad legal».
Derivada de esta obligación surge la de adoptar las medidas
de seguridad que la explotación, au índole y circunntnncLas tor
nen imprescindibles. Claramente, no se configura el concepto
cuando no se cumple lu ley; clin, pues la primera exigencia de
él es el cumplimiento de Isa normas aplicobles a la actividad
onmercini acometida.
Lo segundo pauto míin trascendente ch la actuación en oan-
oordnncin con el Ínteres social, si nt trata de unn sociedad y an
tepon iendo el Ínteres social al interés personal del empresario.
La tercera es ln obligación de actuar honestamente y rendir
cuentas, que vienen n ser dos obligaciones que confluyen en
una, puesta que quien obra honestamente nada tiene que es
conder, y quien administra dineros o bienes tal al o parcialmente
ajenas está obligado n rendir cuentas documentadas de lo ac
tuado (nrt. 860, inc. a, CCCN],
La idoneidad que se le exige n] buen hombre de negocios es la
de un empresario término medio, pero de una cierta capacidad
y solvencia en SU especialidad.
Cuando se exige la diligencia de este paradigma que ha acogi
do la ley 26.994, el juez debe o preciar la debida diligencia del co
merciante, administrador o director de sociedades en el desem
peño de sus funciones, significando tal pauta una precisión de
ln obligación que el nuevo Código impone al obrar empresarial.
Cabe hacer otra aclaración: es evidente que el estándar del
buen hombre de negocios ch más exigente que el arquetipo pro
tana o medio de la persona razonable y prudente o del buen
padre de familia, que antes regia entre nosotros. El empresario
no puede pretender un nivel de indulgencia con sus actos raya
no en La inocencia; Juatuinenti' porque el tiene -o debiera tener
para acr tal- un nivel de formación y experiencia mucho mayor
que el de un ciudadano común, promedio, profano. Etro, la dili-
33 Idem, p. 182.
262 Maxckuo Ldraz Mksa
RESPONSABILIDAD POR
EL HECHO DE OTRO
b) Requisitas de configuración
£1 art. 1753 CCCN ha tornado el criterio m^yoritario de que lu
responsabilidad del comitente queda comprometida cuando se
conforma unu tetralogía de presupuestos; toles los 8¡guientes:
1. Existencia de un daño antijurídico imputable al depen
diente.
2. Que medie unn relación funcional entre el autor del hecha
y quien deba responder.
3. Que se cause un daño a un tercero o terceros, que no tenga
el deber de soportarlo.
4. Que d daño se provoque "en ejercicio' o *oon ocasión" de
las funciones.
Más allá de ello, cabe decir aquí que ella ba dado cobijo a ln
jurisprudencia de los tribunales nacionales que, de hecha, pese
a interpretar uno norma escrita y pensada en clave de respansa
bílidad subjetiva (urt 1116 del anterior Código Civil), lo hacían
can un marcado tinte objetivista, ya que constituía un milagro
que las padres pudieran exonerarse probando la ■vigilancia ac
tiva’* de sus hijos, estándar estrictísimo que no se alcanzaba
nunca, lo que implica que ya existía una objetivación judicial de
hecho, de la responsabilidad de los progenitores, que ahora se
ha plasmado legalmcntc.
A diferencia de lu responsabilidad del principal por el hecho
del dependiente, el codificador ha establecido que la responso
bilidad de los padres par hechos de sus hijos sea solidaria, con
laa implicancias prácticas que ello conlleva.
A fin de concluir esta sintética introducción al tópico, diré
mos que el fundamento que subyacc u esta responsabilidad es
el deber de protección, cuidado y vigilancia que el ordenamien
to jurídico les impone a los padres sobre sus hijos menores de
edad, en su educación y formación integral
Por lo tanto, los padres podrán responder aun cuando -al ha
cerlo— su hijo ya sea mayor de edad (vgr. parque durante el pro
ceso judicial donde se juzgó su reaponsAbilidad el hijo -que era
menor al acaecer el hecho lesivo- cumplid dieciocho años]
Por regla general, la situación cronológicn de minoridad como
presupuesto de rcsponiujbiljdad de los podren por loe hechos del hijo
implico que los podres se liticrnn de toda responsabilidad cuando
sus hijos dejan de ser menores por adquirir ln mnyorin de edad, el
día que cumplen diecioclx) años Peno existe otra forma o supuesto
en el que los podres se liberan de responsabilidad por rus hijos: la
emnndpaciárt de los moicrrfl por matrimonio (art. 27 CCCN).
Conforme establece esta norma, lu celebración del matrimo
nio antea de los dieciocho años emancipa a la persona menor
de edad. Ln persona emancipada rom de plena capacidad de
ejercicio, con los limitaciones previstas en el CCCN. La eman
cipación ca irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin
efecto la emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala
fe para quien cesa n partir del día en que La sentencia pasa en
autoridad de cosa juzgada.
Cabe puntualizar que, además de los padrea, también res
ponderá el menor par las dañas que cause. Certeramente, se ha
dicho que “a pesar de que el Código Civil y Comercial de ln Na
dón señale la edad a la que se adquiere el discernimiento para
las actas ilícita» y lícitos (diez añas, conf. art. 261, ines. b y c),
novedosamente el art. 1750 impone responsabilidad aun jx>r los
daños causados por actos involuntarios por el factor de atribu
ción objetiva equidad', equiparándose este supuesto al de daños
causados por ocios voluntarios, entrando ujugar la posibilidad
de que se reduzca la indemnización conforme al nrt. 1742. Cla
ramente, se advierte que si un menor de diez años, que carece
de discernimiento para las actas ilícitos, responderá de todas
formas de manera directa y jxir el daña causado por el hecho
propia, de moda que, en tal supuesto, la responsabilidad de los
padres también será indirecta. El nueva Código sienta la regla
genera] de la reparación de los daños causados tanto por actos
voluntarias coma involuntarias, siendo en ambos supuestas in
directa la responsabilidad de los padrea”n.
17 Lktva, Claudio P., “Responsabilidad de loa podres por loa daños cau
sados por sus hijos menores
*, ¡J., 2017A-908
296 Marceizj López Mesa
“ibidem
300 Marcela Izipkz Mhsa
24 Czwvuk», L
*li|>í, “ResprNisatHlilá per fflim allnii
* en Dipesfo detle
Dccdjjhne Prinatislú'.fie. Seríeme Civik. val. XVII, UTET, Tlnin, IQ0&, val.
XVII. p 390
35ídefn. val XVII, pp 390-391.
HKNPíMHAniunAn gnu ra. ukciiu dk irrun 309
“Idem, pp 3BM y M.
CAPtrui.a XII
RESPONSABILIDAD DE LOS TITULARES DE
ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS
dj Exoncmcióri de responsabilidad
El arl. 1767 CCCN no admite que rl propietaria del estable
cí mienta educativo se exonere prolxmdo su (hita de culpa, al
haberse instaurado un régimen de respoiitkibílklud objetiva
agravada. 1.a nueva norma menciona como eximente especifica
mente al caso fortuito solamente.
Aun cuando la norma nu menciona expresamente el hecho de
un tercero como causal de exoneración, ella igualmente opera
cuando ese hecho es abstractamente imprevisible y absoluta
mente inevitable en ciertos casos
Si bien la expresión utilizada en el art. 1767 CCCN puede no
ser la más correcta, de ella surge sin demasiado esfuerzo que
el hecha de un tercero, en ln medida en que sea imprevisible
o inevitable, excusa al propietario. Ello, simplemente, porque
en nuestro sistema jurídico lo que ex inevitable y/o imprevisible
configura caso fortuita, lo que esta específicamente previsto en
la norma como causal de exoneración de responsabilidad.
Útil es advertir que no hace falta la acumulación de las dos
caracteres del cusus, inevilabilidud c imprevfaibilkhid, ya que la
norma no lo exige y, por ende, Ixixta con lu acreditación de uno
solo de ellos partí exonerar de responsabilidad al demandado
Unciendo ello n un laclo, calle preguntarse si ocurre lo mis
mo con el hecho de la victima: ¿es el hecho de la victima tam
bién una causal de exoneración del propietario? En cate caso, la
respuesta no es Inn simpli1, juatnineiile {Maque esta causal de
exoneración en alguno de lox supuestos colisiona con el sistema
establecido en la norma
El propósito del legislador fue impedir La excusación liviana
del rcs|xins¿jblc, fundada en trivialidades atinentes a la presun
ta culpa de niños menores. Por ello, creemos que dclw> hacerse
una distinción entre dos supuestos' en ln atinente a los dañas
causados por alumnos y sufridos por terceros ajenos a la aeli
vidud educativa, consideramos que el hecho de la víctima es un
factor cxcujuilorio pleno, como ocurre en cualquier otro supues
to, a mérito de lo dispuesta en el >irt. 1729 CCCN. primera parte,
que es la regla general en la malcría.
En cambia, si los daños son sufridos por un alumno menor,
el hecho de la víctima no cxcusn salvo que fueni imprevisible o
inevitable, justamente porque ln norma extrae el caso del ám
bito de aplicación de la regla general del art. 1729 CCCN sobre
hechos del damnificado, dándole una regulación especifica en
el art. 1767 CCCN.
RlOUONSAliliJIMI1 ni< LOS TITULARES... .127
n Anas Cmi, EüLeban Javier y Nifto, Maltas Lcatui rdo. come o I «rio al
arl. 13&9 en Cddjpa Civil y (lamercial Je ln Nación mmcnlnrin, nroriela
Medina ■ Julio C. Rivera (clirn. |, Mariana Esper |rr>nrd |, Iji Ixry, Rivtin
*
Aires, 2014. ]* txl.. I. IV. pp. 25é y xa.
340 Mapceio Lói’ttz Musa
g (laxCAU'tK, Curio
* Robería, Re-s^iíinsabilidadr’ eiwl, Editara Snraivs,
Sáo Paulo. 2005. p. 444
344 Marcelo Iza*:/ Mrsa
9 Marhn S
*>inm»tAK. Sonla. EJ depésiro y ln responsobilidnd del deposi
tario, Arnnzadi, Nnvnrrn, 2002, p. 1M.
RESPr»NaArai.in*]> utL hotelfwi .345
empicada o ‘bolones
* del hotel, u otra persona, como podría ser el
remitutro, un laxista, un abrrpuertas o un simple comedido.
El principio es que no se requiere que el viajero pinga formal-
mcrile en conocimiento de) hotelero la introducción de efectos
en el hotel, siendo suficiente que tales bienes sean ingresados al
establecimiento a la vista del propietario o de su * dependientes
y no en forma clandestina ,u Como excepción a tal regla general,
cuando el viajero introdujera a la poxnda efectos de grao valor,
si tendrá una especial obligación de comunicación (nrt. 1372
CCCN], so riesgo de exonerar al hotelero por la perdida o hurlo
de ellos. en caso ele nu avisarle.
En cuanto n la finalización temporal de esta lesponsubilidad,
está dada por el fin del contrato de hospedaje mismo. Cuando
el pasajero desaloja la habitación, extrayendo hus efectos de la
minina, y se murthu del hotel cesa la responsabilidad prevista
por lus urts. 1370 a 137S y cunes, CCCN. Cabe destacar que,
aun luego de abonada integra mente la estudia y realizado el
check ouf, lu obligación de segundad del hmclrm se mantiene
en todo el predio del alojamiento, hastH que los pasajeros han
abandonada rompidamente el recinto
A mayor abundamiento, recordamos que puede ocurrir, y de
hecho cornil rímenle ocurre, que a iin de no abonar un día mfts
de alojamiento, como las habitaciones deben desocuparse nor
malmente alrtdcdnr de las diez de ki inuñana y los medios de
transporte usualmcntc parten varias horas después, rl viajera
abone su cuenta y retire sus efectos antes de esa hora, dcjrtn
dolos en custodia en algún lugar del hotel habilitado para ello
y retornando a retirarla
!
* luego. En este último caso, el hotelero
continuará siendo responsable dr los efectos dejados en custo
dia, pero ya no en los términos de los artículos analizados aqui,
sino que su responsabilidad equivaldrá a lu de cualquier depo
sitario (arta. 1376. 1377 y cunes. CCCN|.
10 Idetn, p jf»
*
346 Máncelo López Mema
" CNRed CC, Snln II. 12; 10/95. “M.« J. G. y otius e/Ministerio tic
Educación y Justicia Socrcluj'üi de Educación-
*. IX, I9U7-E-1Ü22
|3€.823-S).
348 Marcelo Lói^z Musa
sas par su naturaleza, par las medios empleados o por las cir
cunstancias de su realización.
"Lu responsabilidad es objetiva. No son eximentes La autori
zación adininuilruliva pura el usa de Lu cosa a la realización de
la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención".
Vemos que el ordenamiento jurídico ha regulado la responso
bilidad par el riesgo de las cosas y por las actividades riesgosas
en un único articula, y si bien presentan varios puntos en co
mún, debemos analizarlos -al menos en sus nociones básieas-
de manera diíercncuidu.
i) Darlos producidos par el riesgo o vicio de las cosas-. En pri
mer lugar, debernos destacar que el texto legal alude ul daño
provocado "por el riesgo o vicio de la cosa
.
* Cabe aclarar de ante
mano que se trata de dos supuestos dislintos Asi lo lm resuelto
La Corte Suprema, juzgando que los conceptos de riesgo y vicio
no son asimilables, pues el primero presupone la eventualidad
posible de que una cosa llegue a causar daño y el segundo un
defecto de fabricación o funcionamiento que lu hace impropia
para su destino normal3.
Así también lo hn precisado prestigiosa doctrina, que ha ex
puesto que "el daño nunca deriva del solo riesgo de la cosa,
requiriendose su conjunción con un hecho distinto que agrave
o concrete ese peligro, aunque dicho suceso puede permanecer
ignorado. Ed cambio, el vicia puede na necesitar ningún plus
para que de él derive un daño, sea por la mera utilización, en si
misuia correcta. de lu cosa vicioso, sen por la acción de Las fuer
zas naturales que desenvuelven ln potencialidad dañosa que en
*
cierra el defecto de la cosa 3.
*
El vocablo ‘riesgo que utiliza el art 1757 CCCN implica
ln operntividad probable de un objeto en cuanto generador de
daños, y si bien pareciera no existir objeto peligroso, con abs
tracción de dichas circunstancias, existen determinadas cosas
que si bien no san riesgosas en su esencia, al ser impulsadas
por unn fuerza importante generan peligrosidad capuz de pro
■* En «imitar sentido. C¿m. CC Trnh y Fhmil lacle Cruz del Eje, 27/11/97,
“Peralta, Sctvn c/9an Ramón, Guillermo
*, LL, 1999C-731 (41.472S] y 1XC
1999247.
s Fizad do, Ramón Daniel - VAUxsraos, Carlos {Justavo, Coenpenzfúi de
Derecha de Dañas, llatnmurobi, Uucnoa Aires, 20)4, p. 402.
CNCiv , Sala 1, 27/S/9B, '0., R R. c/PDT S .A *, LL, 2000-A. SSO
[42 264-8], DJ. 1999-1-434.
356 Marcrlo Lóncr Mesa
b) Légitinuidós pasmos
El art. 17S7 CCCN, verdadera eje del sistema de responsa
bilidad civil del nuevo Código, que abjetiviza al extremo la res
ponsabilidad, se corresponde con el art. I75H, que establece los
sujetos responsables de los daños que el anterior establece. Esta
última norma dispone: *E1 dueño y el guardián son responso
bles concurrentes del daño causado por loa cosas. Se considera
guardián a quien ejerce, por si o por terceras, el uso, la dirección
y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El
dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue
usado en contra de su voluntad expresa o presunta.
'En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la
realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros,
excepto lo dispuesta por la legislación especial".
Se evidencia asi que la responsabilidad por ios daños causa
dos por «I riesgo o vicio de las cosas recae en el dueño o guar
dián. Son dos, entonces, los conceptos a analizar:
i) El de dueño: Conccplualizar al dueño no genera mayores
inconvenientes. Dueño es aquel que es titular del derecho real
de dominio, es decir, quien tiene todas las facultades de uso,
goce y disposición material y jurídica de la cosa, dentro de los
limites de la ley (art. 1941 CCCN]. Trasciende las fronteras de
esta obra ahondar en dicho concepto, por lo que nos limitare
mos a afirmar que, respecto de los bienes inmuebles y muebles
registrables, es dueño aquel que figure inscripto como titular
registra! de ellos.
La cuestión resulta más controvertida en lo que toca a auto
motores. pues existe alguna jurisprudcticiu que denomina due
ño a quien sólo es poseedor, al no haber transferido registra!
mente el dominio del vehículo n su nombre. Y recuérdese que
tratándose de cosas registrabics, el dueño regularmente deberin
ser quien tiene el bien inscripto a su nombre «n el registro res
pectivo. Pero, como ac han establecido procedimientos adminis
Lrutivus tules como lu denuncia de venta, hoy en dia la titulari
dad registro! de un automóvil no siempre denota el carácter de
dueño de él, que bien puede haberlo vendido a otra, que a su vez
pudo haberse también desprendida. Y alguien pudo haber hecha
la denuncia de venta, en cuyo caso yn no ac le puede reclamar
resarcimiento como dueño de este ñuto, ni cobrarle patentes o
multas atinentes a él. Es un régimen muy peculiar.
362 Marcklo López Mesa
Conf. Plumo - Vai L&SHN06, Compendia d* Dmte/ui dr. Dañas, cil, p 399.
Daüoh produuuos Km las cobas y ArrnvuMDKa «bsoosas 36 S
q) Eximrmíes
Trotándose de un claro supuesta de responsabilidad objetiva,
las eximentes son aquellas que establecen la ruptura -total o
parcial- del nexo causal entre el riesgo o vicio de la cosa o aeli-
Daños protiucidos por las cosas v acttvidadbs riesgosas 369
“ 1 bidón.
M Cír. Corte de Casación Iranctaa, 2 * Sala clv., 8/2/89, en Ctixzailti du
Patais, l 1990 1, sec. Somm. p. 9, con nota de Cmadas, Frnncoin Daoorn»
Laisw, Yuiinivk. 'Le ptuptÍL-lairc dhine chusc nc erase dtn etic le gardien
que ni le tiers ú qui >1 l’a confite h recu Imite poitaibililil de prevenir Jui-
mfime le prújuduie quilla peni caiucr", en Recucil Dallo?., 1. 1*39'1, scc.
Jurisprudcncc, p. 80; Jourtmim, Phtrice, "RebponHabilité du uiaguain cu
Ubru-ttervice, giirdien d'une bou te i lie qu'un clicnt fait tomber", JteajcíJ De
Haz, i 199?, ace. Sonunalruti oOmruculus, p. 29.
Daños producidos por (AS cosas Y AcnvmAnw hikstidrah 371
6 SCBA, 8/7/97, 'Contarte de Drago c/Newton', AyS 1997 11). S28; ídem,
23/12/02, 'Vázquez c/Rnmero’, Juba sum. B24052.
6 CNCom., Sata D, 11 /4/01, “T., J. O. y otro c/G., A. A y el roe
*, DJ, 2002
1-29: Cóm. CC Córdoba, 2“ Nom., 10/10/80, 'Martínez García c/Mflttos *,
LLC 1991-153; Cñm. CC Comente# n' 1, 12/3/97, 'González e/Nurtez', LL,
Litoral 1998-1-626, Cám. Panul Venado TUerto, 10/7/01, “Spaita, Antonio',
LL. Litoral, 2002-421; CAm. Apela. Trelaw, Sata A. 28/2/14,'Bar! tch, C. A.
c/Beltrán, D O.*, uat. Rtireka; voto Dr. IzSpez Mesa.
ssn Marckid IZirez Mksa
11 C. Ctv. y Com San Martín, Sala Ia, 10/S/05, 'Brian de Clennr c/t.os
C antiluye ti tea S.A *, en Jüba sute 01951213.
384 Marchxi Lórez Mboa
12 Sup. Corte Juat Mendoza, Sala ]*, 2S/3/06, "Villar c/Nitío Dnmfn-
guwt', jm. 2no6 ii aon.
*.
“ C Civ y Coai La Matanza, Sala 1 24/4/04, 'Comida c/Saunetti’,
Juba sum H3350673.
M CNCrv , Sala K, 14/6/00, 'Salcm c/PW, JW, 2002-lV-alntesu.
* Ntim., 26/5/42, 'Kazan c/Nind", ¿¿C
” C Civ. y Com. Córdoba, 1
1993-3S2
141 C. Civ. y Com. Mercedes, Sala 2', 3/11/OS, Santana c/Rco, Leáis
Nexis I/7MM3974.
Rhspowsahujiíau kn los Acansamcs AUTOMOVILÍSTICOS 385
d) Legitimadas pasivos
Como destacamos, el nrt. 1757 CCCN reza "El dueño y el
guardián son responsables concurrentes del daño causado por
las casas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por
terceros, el uso, Im dirección y el control de la cosa, o a quien
obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no respon
den R¡ prueban que la cnan fue usada en contra de ru voluntad
expresa o presunta.
“En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la
realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por si o por terceros,
excepto lo dispuesto por la legislación especial
.
*
En esta lógica, diremos que. en primer lugar, lo responsabili
dad del conductor de un automóvil |en sentido amplio, compren
diendo también las motocicletas, camión, ete.j cr objetiva, por
tratarse de uno actividad riesgoso. Por lo tanto, no es necesario
probar hu culpa para tomarlo responsable. Sera el conductor
quien deba acreditar la ruptura de) nexo causal para liberarse
de responaabilidnd; y es allí donde ganan terreno Ina normas
negulntorias del tránsito.
Por otra parle, a los concepto» de dueño y guardián les son
aplicables los lincamientos expuestos en el capítulo anterior.
RESPONSARIUriAD RN LOS ACtlDRNTES AUTOMOVILISTICOS 389
d] Eximentes
El art. 1769 CCCN recepta lo que la doctrina ya aceptaba pa
cíficamente: 'Los artículos referidos a la responsabilidad deriva
da de la intervención de cosas se aplican a loa daños causados
por la circulación de vehículos
.
* El automóvil es una evidente
'cosa riesgosa", por lo que le son aplicables todas los afirma
ciones incorporadas en el capitulo anterior. En materia de exi
mentes, el dueño, guardián y conductor deberán acreditar la
ruptura del nexo causal entre el riesgo de Lu cosa yjo actividad,
y el perjuicio provocada.
Ademán de las eximentes generales, respecto de esta especie
de responsabilidad, existen ciertas jrarticularidndes (que deri
van de la casuística] que merecen ser analizadas.
390 Mancklo López Misa
13 Conf. PtzAuao - *
V luhí«oí, Compcrvhc de ricr&cho da Mafias, ríL
RfSPONSAlflUÜAD Uft IX» MRTK1S MASIVOS nr COMUNICACIÓN 403
31 [Hdem
Rkspomsaimudmj de LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN 407
“Tríh. Cnlog. R£m]j. Extracon Ir. Rnnario, 27/1 1/2017, “P., J. D. C/Edi
tonal Diario la Capital', cu LeJifitCi.com, ckic L) DXXXVUJ-381.
M Trib Suprema de España, Sala I* . * 913/2002.
1/10/02, senr o
ponente: Sr. Almagra Natsetc, en nial, tnform Et Derecho (Rnp |, caso
2002/371S4
418 Marcrizi IZhicz Mioja
* Crv. y Coro. Mar del Plata, Sala 2“, 26/10/95, JA, 1996 m-22fi.
1 C. 1
3 thktrm.
DaAOS POR APUNTACIÓN A LA INTIMIDAD K INTROMISIÓN KN LA... 421
* En similar sentido, respecto de) art 1071 bis CC, C. Ch. y Com. Ma
rón, Saín 2-, 2/4/92, JA, 199.1 III 49.
• Ibklem.
6 C. Civ. y Com. San Isidro. Sala 1“, 15/Ó/99, LUIA, 1999-1225, voto
Dra. Medina
424 Marcrix) LóPM Mfju
b) Acusación calumniosa
Ligada u esta temática se encuentra La de Las acusaciones ca
lumniosas. La acusación calumniosa es uno de los pocos delitos
civiles que el legislador que dictó la ley 26.944 ha mantenido,
de los vanos que tipificaba el Código de Velcz, en este caso pun
tual, en el art. 1090 CC
426 Marcíxu LZkz Mura
4
Otros supuestos uspbciales oe ruscxonsahiudad civn. 435
dos que afectan a la sahid tj seguridad de las perdonas, dirigido por Antonio
Ord Vollejo, Thzimann-Arnnaurii, Navarra, 2006, Caji. 6, puntu IV.
Otros sufursty» rsfroiai.es dc rrsponsadilidad civil 443
uCNFed OC, Sala 10, 26/9/97, ‘F., ti. ü. y otros c/PnJie]1nicc Barcario
y *.otros LL, 19990 847, J. Agrup., crua 13 6S6 - DJ, 1998-1-561.
14 Ctr Bes, Piare - TkK«frti», Philippe, 'Paule du wrvirc hosprtalicr
rAaultant de lltililtrntion accidenta lie iI* ilu produit Luxique tlrum les ycux
dán patient au Milu d'tiiie opération eliirurgicalc justifiant l'iudemiilaa-
tion de ce dcmicr des ccnséqucnces de la afeite tunsi provoquée
*, ftacuiid
DaUuz, I. 1991, are. sarnnunres coro mentí 8, p. 292.
Otros supuestos espbcialrs dr rrsponsa btmba d civil 447
bj Las “inmisiones"
La doctrina nací anal, la jurisprudencia y ahora la legislación
(arl. 1973 CCCN] utilizan el poco frecuente vocablo "inmisiones"
para referirse a las perturbaciones cn el pacifica goce de la pro
piedad, causadas por actividades de inmuebles vecinas. El casa
es que se Lralii de un concepto que, en el ámbito jurídico, difiere
de su acepción puramente técnica.
Este vocablo, empleado por diversos ordenamientos extran
jeros y el nuevo art. 1973 CCCN, es un concepto jurídico com
puesto de elementos diversos. Jurídicamente, "inmisiones" tie
ne un significado particular. Egca Fernández conccptualiza las
inmisiones como "Jas injerencias perjudiciales que se producen
mediante la introducción de materias imponderables proceden
tes de la finca causante del perjuicio que son conducidas mecá
nicamente o físicamente, por tierra o por aire, sobre una finca
vecina (en sentido amplio)"1®.
Cabe aclarar que, para ser tales, las inmisiones deben tra
tarse de actos realizados mediante la intervención humana cn
*<rit)üi¿é
31 BmiN, J?esptin. * cxl, clt. p. 310, n
eiuttf ertraecnlruíiuíJlí. 2 * 493.
M Fabhe;-Mmman, Muricl, Erort des obkpfllions, Thémts PUF, Pane,
20M. L2,p 273, n" 117.
456 Marcelo López Mesa
53 Ibídem
M BvmLM Lrnúwí, Yvalne - LAnnauxu T»hktuc, Vírginie, Amit atril f-c-¡
Obliffaiions,
12' cd., Sircy, Parle, 2010, p. 659, XIa 1922.
Otros supuestos especíales de RESPOHSAruunAn ovil 457
1 CNCiv. y Cúm. Fed , Sola 2*. S/5/06, 'Barco cy Estada NúcianaJ". Al1
onlinc.
Ejercicio db la acción indemnczatoria d63
8 LCAMnlxa, ‘Ln vidzi huinima critno valor económico*, JA, 1974, Dodri
na, p. 630, n* S-aJ. Kuihlmajzr üe Caulucci, cu Código Cnnl. , EJelhjscio-
Zanncm (din.), ciL, t. S, pp 197 y ss , § 9-n] y pp 212 y ss, § 6; Trio o Re-
PMSAS - LxXcl Mksa, Thatado de la responsohtlirioA civil, rít., ♦. IV, p. 744
Ejbrcicjo nr ia acción iNnKMtozATnkiA 473
lc CNCiv , Sala .1, fUJ/íl/99, “C., J. L. jr dlm e/Pnrrnca l-rilcn Argén linos
*,
LL, 1599 F-522yZJJ, 20M 1-721; ídem, 11/12/97. "O., Q B c/FWrtJcnm-
lea Metropolitanas S.A. y G., 2. c/Ferracarrika MclropaUtunee S A." LL,
1998-E-IO.
484 Marcklio LóikzjMesa
M CSJN, 21/5/02, ‘Cu margo, Mar tina y otros c/San Luis Provincia de
y otra a/dufiou y perjuiciua', di.
44 CSJN, 10/8/17, "Ontivcroa, Stclla Maris c/l'rcvrneión ART S.A. y
otros s/accidente
*, CSJ 85/20 M(50 0|/C31.
494 Mahcrixi Lópkz Mkba
4* llanos tomndo lo-, vnlorcs del Portal del Poder Judicial de 1a Provin
cia de Córdoba |urwwjur.ticinrxirdnho pjb ar.] por su ptecásión. También
puede utilizarse la tabla Incluida en lu obra de Zavau de Oonzalkz. Kesoz-
etmuznlr. rfc Dorios, t. 4, cit., pp. 498 y 499.
Ejercicio d« la aocióm ndemmzatoria 503
C = $ 36.000 x 15,0463
C - t 541 666
m Ibldem
33 Rkouioia,
Claudio M., ‘Acción chdl en el proceso penal: los Interesas
*,
Semanario Jurídico n° 1219.3/12/98. Lt, 1998-Ü-617
506 Mmcrij3 lz)rfz Mhsa
aj Prejudidalidad: concepto
Seguidamente veremos con mayor detalle los fundamentos
de) sistema de prejudicialidad y las principales caractcristicaB
del mismo.
Ks llamada cuestión prejudicial puede definirse cama una
prefación que tiene un fuero judicial sobre otro en el juzgamien
to de un mismo hecho que es, a la vez, generador de responsa
bilidad civil y penal
La prejudicialidad implica un orden predeterminado rio juzga
miento, que confiere un privilegio a Injusticia penal sobre la civil,
o viceversa, poní dictar con antelación a lu otra una arntcncái
sobre un mismo hecho, sentencia que luego condiciona lit reso
lución n dictarse en el otro fuero. Como mencionamos, la instau
ración de este sistema de prejudicialidad parte de una necesidad
concreta, 1» de evitar pronunciamientos contradictorios.
S12 Marcfio Lopkz Mesa