Está en la página 1de 1

¡Hola caracola!

Hace unos días me escribió La Jefa (sí, tu mami Lola) contándome esta idea
tan chula que han tenido en el retiro en el que estás. Obviamente no podía
negarme a contárselo a todos estos para que pudiéramos mandarte cartitas
de amor, recordándote todo lo bueno que tienes dentro y todo lo bueno que
haces por nosotros y por el mundo.
Porque sí, eres pura luz, ese rayito de sol (como los que nos gusta taaanto
tomar) que te da en la cara mientras te estás tomando una buena cerveza fría
(estas también nos gustan muuucho) en una terraza después de clase con tus
amigos.
No sería capaz de calificarte con una sola palabra porque eres como un
torbellino que arrasa: energía, fuerza, alegría, amor (porque obviamente es
un torbellino bonito) … Eres el raíl de nuestros caminos, siempre pendiente
de no desviarnos y guiarnos (a mí me gusta mucho decir que eres la voz de
nuestra conciencia).
No sabes lo agradecida que estoy con la vida porque te haya puesto en mi
camino. Considero que tengo mucha suerte de tenerte y poder disfrutar de ti
(aunque siendo realistas, la tiene todo el mundo al que le das un poquito de
amor). Y si me preguntas por qué pienso esto, podría darte muchas razones,
pero la más sincera es que contigo puedo ser sin ningún tipo de filtro.
Tenemos mentalidades muy parecidas y sé que no me vas a juzgar nunca, y si
algo no te parece bien vas a decírmelo sin problema porque sabes que te voy
a entender, igual que yo a ti (algún día el zapato lo lanzaré yo…) (ojalá) (en
verdad sé que no). Además, una de las mejores cosas que me han podido pasar
es que las dos seamos un desastre juntas, porque me siento comprendida y,
eso me da mucha confianza y tranquilidad.
Después de toda esta chapa, decirte que te quiero mucho mucho. Ojalá pueda
disfrutar de ti todo lo que nos queda de vida, me dejes verte crecer y me hagas
participe de tu bonita y loca vida.

Te quiero muchísimo.

Lu Macías :)

También podría gustarte