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para el
alma.
365 PILDORAS PARA
REFLEXIONAR
DISTRIBUICION GRATUITA.
Prólogo del Autor
Sin duda alguna hasta el árbol más grande y fuerte que existe empezó siendo una
pequeña semilla y cada proyecto comienza con una pequeña idea.
Este libro que, aunque es pequeño en tamaño, es grande en valor, en palabras y
sobre todo en consejos. Empezó cuando una persona que prefiere que lo
conozcamos como MHMDHLI empezó a enviar cadenas en idioma árabe con
mensajes muy bonitos, cortos pero concisos y es que los grandes mensajes no se
caracterizan por la longitud sino precisamente por lo resumido que puedan estar,
esos mensajes causaban un efecto esperanzador en mí y pensé: “si me gustan tanto a
mí, ¿no sería bueno compartirlo con las otras personas?”
Nace la idea, nace el sentimiento y conversándolo con mi amigo, le propongo que
me permita editarlos de manera que sean más amigables para el lector de habla
hispana y sobre todo que sea útil para musulmanes y no musulmanes; que me
permitiera agregar contenido de mi parte y en muchas ocasiones escribirlas yo, pero
siempre mencionándolo a él, con la mayor humildad que puede tener una persona
me dijo claro que sí, solo no menciones mi nombre y así comenzó este proyecto. Se
traducían las reflexiones y veía que el resultado era mucho más bonito del esperado
por lo que decido colocarlas en redes sociales para que no se pierdan si los
mensajes se borran y por último vino la nueva etapa de compilarlas en este pequeño
libro que llamaremos “Vitaminas para el alma”.
No puedo sino agradecer inmensamente a Dios por darme la oportunidad de
entregar algo a su causa, al hermano MHNDHLI que Dios le siga dado la habilidad de
poder expresar mensajes tan bonitos como estos, a las personas que han colaborado
gentilmente en la preparación de este libro y sobre todo a las miles de personas que
los leen y dan un sincero y muy valioso gracias.
Este libro es sin fines de lucro y lo único que buscamos en la complacencia de Dios
y que estas palabras sigan haciendo efecto en lo corazones de las personas.
Suleyman Zebib
2024
¿Qué te quedó del hambre, cansancio y
sed del Ramadán pasado? Todo eso se fue,
todo eso pasó. Pero lo que si queda son las
buenas obras, los bonitos recuerdos. Este
Ramadán será igual, solo te quedarán las
obras y los recuerdos por lo tanto
constrúyelos día tras día y esfuérzate por
hacer tantas obras buenas como puedas ya
que estás serán tu futuro.