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LOS CUATRO

TEMPERAMENTOS
GUÍA PARA SABER
IDENTIFICARLOS Y
ACOMPAÑARLOS
Los cuatro
temperamentos

¿Sabías que existen cuatro temperamentos?

Conocerlos y saber identificarlos te puede ayudar a

entender muchas cosas de un niño (y de un adulto),

a saber qué cualidades le vendrán de serie para

poder desarrollarse en determinados ámbitos de la

vida, aprender a compensarlos cuando sea

necesario, conocer qué tipo de alimentos le

convienen más... y hasta a conocerte a ti misma/o

y aprender a conquistar los cuatro para poder

utilizarlos a tu favor.
De dónde
provienen
El filósofo de la antigua Grecia y padre de la medicina

moderna, Hipócrates, veía en el cuerpo humano un equilibrio

entre 4 humores: sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla.

Cuando una persona enfermaba era debido a un desequilibrio

entre sus humores, y se daba un tratamiento para recuperar el

estado de equilibrio entre ellos. Los cuatro humores formaron la

base del tratamiento médico hasta la Edad Media.

Años más tarde, Rudolf Steiner abordó la naturaleza del ser

humano desde el punto de vista de los cuatro temperamentos

en una conferencia titulada El Misterio de los Temperamentos

Humanos (1908).

De dónde
provienen
A grandes rasgos, se podrían describir así:

1. Colérico – Sangre: vehemente, entusiasta, voluntarioso, toma


el mando.

2. Flemático – Glándulas: acuoso, ecuánime, constante.

3. Melancólico – Huesos: relacionado con la tierra, sensible,


meditabundo, reflexivo.

4. Sanguíneo – Nervios: ligero, social, creativo, artístico,


espontáneo.
Como adultos todos tenemos la posibilidad de

desarrollar las cualidades propias de los cuatro

temperamentos, pero la mayoría de nosotros presenta

uno o dos temperamentos predominantes.

De hecho, todos tenemos la semilla de los cuatro

desde que nacemos y a pesar de que siempre habrá

esos dos que nos caracterizarán como parte de

nuestro ser, si queremos ser seres humanos conscientes

y equilibrados, debemos tender a poder dominar los

cuatro y utilizarlos a nuestro favor en cada situación

que nos traiga la vida.

"Deberíamos pensar tan

afinadamente como un

MELANCÓLICO , practicar la

vida contemplativa como un

FLEMÁTICO , estar abiertos para

apreciar la belleza de la vida

como un buen SANGUÍNEO y

actuar con la eficacia y la

energía propias de un

COLÉRICO ."
Aplicable a padres y maestros, cada temperamento,

cuando aparece con demasiada fuerza y en

desequilibrio con los otros, puede tener un efecto

notable en los niños. El adulto está en una posición de

poder.

En los niños no podemos hablar de temperamentos

hasta el segundo septenio. A partir de los siete años,

después de la primera dentición, se desarrolla el

principal temperamento y predominante.

Es importante mantener una


mente abierta sin prejuicios
acerca de los temperamentos.
Colérico "Son los que
mueven el mundo"

Información básica
Elemento: Fuego
Cuerpo sutil: Yo
Tiempo: Futuro
Animal: León
Órgano: Corazón

Características generales

Son como el fuego: se encienden con mucha fuerza, pero la llama es efímera. Hay que tener cuidado

cuando intentamos apagarles, ya que todavía pueden encenderse más.

Cuando se apagan, se apagan totalmente, no queda rencor después de su exaltación.

Están totalmente orientados al futuro.

Son gente de acción, les gusta mucho ver resultados.

Tienen cualidades de líder y no les gusta nada que les manden.

Trabajan en proyectos, son emprendedores, pero no son de ejecutar.

¿
Son personas prácticas, que buscan la utilidad a todo. Su pregunta es " para qué sirve esto?". No suelen

filosofar.

Son poco sensibles.

Son impulsivos.

Les encantan las aventuras y los grandes retos.

Les gusta la novedad, pero no la repetición.

Son muy exigentes consigo mismos y también con los demás.

Son apasionados, emocionales, comprometidos, activos.

Son impacientes.

No suelen pedir perdón, pero siempre intentan compensar con algo a nivel práctico.
El niño colérico
Raramente lloran, excepto para hacer una rabieta.

Son los que empiezan un juego, por iniciativa propia.

Tienen una gran fuerza de voluntad, son personas decididas.

Pueden ser los sabiondos de la clase y a veces pueden mostrarse un poco

tiranos.

Tienen mal genio.

Pintan con colores muy vivos, especialmente el rojo.

Muestran su afecto de manera un tanto brusca.

Son independientes, les gusta hacerlo todo solos desde bien pequeños.

No les gusta reconocer sus errores.

Son energía que hay que poner en acción, no se pueden reprimir.


Complexión
física Son de complexión física compacta.
Suelen ser bajitos, o no muy altos, y tienen
poco cuello.
Tienen la espalda ancha, los miembros
cortos, están fuertes y musculados.
Su paso es corto, recto, rápido, caminan de
tacón y son de reflejos rápidos.

Alimentación
Les va muy bien todo aquello que tenga un efecto calentador.

Así les podemos dar frutos madurados al sol, aceites, condimentos caloríferos (mostaza y comino) y

raíces picantes como el rábano.

Los coléricos necesitan masticar: esto les procura placer.

Necesitan azúcar para su actividad, pero no se lo damos como producto terminado sino del

almidón del grano integral, a partir del cual el organismo produce el azúcar.

Steiner señaló que de esta activación resulta un significativo incremento de la fuerza vital,

teniendo en cuenta que el azúcar es la sustancia por medio de la cual el Yo arraiga en el

organismo.

El cereal de los coléricos es la avena, grano preferido en el norte de Europa. Podríamos asociarlos

a los vikingos. Es recomendable alternar la avena con cereales del grupo medio: centeno, cebada

y trigo, que tienen efecto armonizante y nivelador y no pertenecen a un temperamento particular.

Les gusta probar cosas nuevas.


Estilo de
paternidad
colérico
El padre/madre colérico es el centro de la familia.

Todo lo que sucede está, de alguna manera,

relacionado con sus necesidades o intereses. El resto

de la familia tiende a renunciar a sus deseos al servicio

del cabecilla colérico de la casa.

Cuando se empieza algún proyecto todo el mundo

tiene que tomar parte. Nada se hace a pequeña

escala. Cuando no es equilibrado, el padre colérico

domina a través de su poder personal; su agenda se

¡
antepone a todo lo demás: “ Se hace a mi manera!” Las

consecuencias están claramente expuestas y se

cumplen sin negociación. A menudo el padre o la

madre (según sea el caso) y los niños acaban

soportando los estados de ánimo y el mal genio del

padre colérico, cumpliendo sus exigencias.

El padre/madre colérico corre el riesgo de maltratar al

resto de la familia, y convertirse en un tirano en vez de

en un líder admirado.
Melancólico "Son los más
sensibles"

Información básica
Elemento: Tierra
Cuerpo sutil: Físico
Tiempo: Pasado
Animal: Koala
Órgano: Pulmón

Características generales

Son los que saben ponerse muy bien en la piel del otro.

Son buenos médicos, terapeutas, psicólogos, asistentes sociales. También son los poetas, escritores,

pintores y artistas en general.

Tienen una vida interior muy rica.

Son profundos y solitarios.

Tienen una expresión seria, caminan mirando al suelo.

Son muy víctimas ("nadie me entiende", "nadie sabe lo que yo he pasado...").

Les cuesta adaptarse a los cambios.

Son inflexibles, a veces.

Son buenos pensadores, les gusta investigar, profundizar, no les gustan las explicaciones superficiales.

Lo estructuran todo: llevan una buena agenda, se hacen muchas listas...

Les gusta pasar desapercibidos.

No les gusta demasiado el ejercicio físico.

Sienten mucho el dolor físico, son un poco hipocondríacos.

No les gusta el frío.

Les encantan las historias tristes, es muy sanador para ellos escucharlas ya que así relativizan un poco su

propio sufrimiento.
El niño melancólico
Son niños rígidos, a los que les cuesta adaptarse.

Les cuesta reír.

Tienen una fantasía muy activa, piensan mucho (antes de actuar).

Son tímidos y sensibles.

Están muy bien solos.

Pintan con colores pastel. Tienen la letra pequeña.

Les encanta sentirse útiles, por eso siempre quieren ayudar.

Pueden ser enfermizos.

Tienden a tomárselo todo personalmente, les cuesta olvidar.

Los problemas pueden parecerles más grandes de lo que son en realidad.


Complexión
física Son altos y delgados. Esbeltos.
De formas angulosas.
Tienen una expresión seria.
Suelen llevar la mirada hacia abajo.
Van un poco encorvados.
Comen pero lo queman todo en seguida.

Alimentación
Tienen afinidad con todo aquello que tiene que ver con la tierra, con lo salino y con lo amargo.

Les van muy bien los alimentos con raíces, preferiblemente raíces con sabor y color: zanahoria,

remolacha..., para llevar luz y dulzura a sus profundidades.

También les conviene el dulce, por ejemplo la melaza o la miel.

Entre las plantas, les van bien las infusiones de mejorana, tomillo, salvia..., hierbas aromáticas que

suministran un elemento lumínico con efecto terapéutico

También es importante el contenido de sílice en su alimentación. Los cereales se distinguen por su

peculiar dinamismo silíceo.

El cereal más adecuado para el melancólico es el maíz, que demuestra su pesadez en sus gruesas

mazorcas. Los pieles rojas se alimentaban preferentemente de maíz, y eran un pueblo

caracterizado por la melancolía.


Estilo de
paternidad
melancólico
Los padres/madres melancólicos tienden a ser

demasiado intelectuales, analizando cada suceso.

A menudo son fríos, poco afectuosos y pueden

desalentar el alma alegre de un niño.

Tienden a no olvidar y a aferrarse al pasado. El aspecto

negativo de la melancolía puede ser que los padres

conviertan cada situación en una cuestión personal y

focalicen toda la energía emocional en sus propias

necesidades, no en las de sus hijos o las de la familia al

completo.

Esto es agotador para los hijos, y puede gradualmente

acabar en una conducta depresiva.


Flemático "Son los felices de
la vida"

Información básica
Elemento: Agua
Cuerpo sutil: Etérico
Tiempo: Pasado
Animal: Vaca
Órgano: Hígado

Características generales

Les encanta comer y dormir.

Son lentos y tranquilos.

Les gusta la rutina, son de ritmos marcados, de repetición, de hábitos, no les gustan las sorpresas.

Son muy soñadores.

Son muy leales, sobre todo en las relaciones.

Son ordenados y constantes.

Son muy perseverantes, nunca pierden la paciencia.

Tienen una gran capacidad analítica.

Son obedientes, conformistas y les cuesta poner límites a los demás.

Se adaptan a todo (como el agua) sin protestar.

Son introvertidos, poco exigentes y estables.

En el trabajo, son buenos investigadores, buenos mediadores y gente que realiza trabajos sistemáticos.

Tienen buena memoria.

Corren el riesgo de ser perezosos o de no esforzarse, de tener sobrepeso, de no acabar nunca nada y de

rehuir el trabajo.
El niño flemático
Son aquellos niños tranquilos que se entretienen solos.

Solo comen y duermen.

Pueden estar largo rato sentados, contemplativos, soñadores.

Son muy ordenados, hacen siempre los deberes pero de forma lenta.

En sus dibujos y redacciones incluyen muchos detalles.

No se enfadan fácilmente.
Complexión
física Tienen mucha agua en su cuerpo, pueden
acumular mucha grasa.
Su caminar es lento, arrastran los pies.
Tienen un tono de voz muy monótono.
Irradian mucha calma.
No les gusta nada el deporte.

Alimentación
Es el prototipo del buen comedor.

A su esencia le corresponde el área de la planta en que se manifiesta el elemento acuoso, que es

ante todo la hoja, pero también frutos acuosos como por ejemplo el pepino.

Al flemático le debemos dar hojas condimentadas, como por ejemplo lechuga o col, con

condimentos estimulantes como el limón o el comino. La cebolla es un ejemplo de raíz foliácea

picante y dulce.

Además del picante, el ácido hace reaccionar al flemático.

En este temperamento evitamos la leche.

El cereal que se cultiva en el elemento acuoso y que tiene fuerte relación con el flemático es el

arroz, el grano de Oriente.

La cultura oriental es en cierto modo flemática (contemplación-meditación).


Estilo de
paternidad
flemático
Este tipo de padre/madre actúa o bien encerrándose

en sí mismo o bien ocupando todo el espacio.

Despreocupado, sereno, le gusta la comodidad y la

comida, satisfacer sus necesidades diarias, ningún

problema es demasiado grave.

Este temperamento puede llegar a la pereza y la

pasividad apática, por un lado, y hasta a la

obstinación, constancia y meticulosidad, por el otro.

Es el temperamento opuesto al colérico. Aunque,

cuando se presiona demasiado a un flemático,

responderá con ferocidad colérica.

Otro rasgo negativo es el de la autosatisfacción. El

flemático se esfuerza poco por hacer el trabajo

necesario como maestro, en el colegio o en la familia,

en el hogar.

Es importante recordar que, en la sociedad actual,

todos necesitamos ser algo flemáticos por nuestro bien,

así como por el de nuestros hijos.

Paciencia y tranquilidad interior son los rasgos de un

flemático verdadero; la tortuga que gana la carrera

gracias a su perseverancia inexorable y su seguridad en

sí misma.
"Son como una mariposa,
Sanguíneo de flor en flor"

Información básica
Elemento: Aire
Cuerpo sutil: Astral
Tiempo: Presente
Animal: Mariposa
Órgano: Riñón

Características generales

Son el temperamento más social de todos. Son “el alma de la fiesta”, y a menudo los que las organizan.

Todo les atrae y se entusiasman con mucha facilidad.

Les encanta probarlo todo, pero no profundizan.

Son simpáticos, optimistas, positivos, vitales, alegres.

Son espontáneos y viven el momento.

Son muy buenos comunicadores.

Son los que hacen las bromas en los grupos de amigos.

Les atrae mucho la belleza.

Son caóticos, les falta dirección: igual que se entusiasman, se cansan en seguida.

Son dispersos y suelen ir estresados.

Tienden a ser inconsecuentes y desorganizados.

Les cuesta mantener rutinas o ser puntuales.

Con frecuencia no muestran constancia.

Son fácilmente irritables pero olvidan con mucha facilidad.

Corren el riesgo de no terminar ningún proyecto.

Suelen ser buenos comerciales, trabajan en comunicación o de cara al público.


El niño sanguíneo
Siempre están contentos y activos.

Suelen ser niños muy dispersos.

Se distraen con facilidad.

No paran quietos ni un minuto, siempre están en movimiento.

Saltan, suben, bajan, bailan.

Les encanta jugar con el elemento aire: los columpios, las colchonetas, los

globos, las cometas...

Son rápidos y hablan muy rápido.


Complexión
física Son muy armónicos y bien proporcionados.
Son rápidos y ligeros.
Andan como de puntillas, brincando,
flotando, volando.
Son esbeltos.

Alimentación
Se mueven en el espacio aéreo de la planta: la flor. Para atraer el interés del sanguíneo es

necesario halagar el paladar y el ojo.

Debemos, frente al niño, degustar despacio para que los órganos internos (en especial el hígado)

se interesen por el alimento.

Se trata de guiar al sanguíneo de la periferia al interior: para ello tratamos de conseguir que

acepte un sabor picante, incluso amargo.

En contraste con el melancólico, evitamos el dulce. A más dulce menos profundidad en la vivencia.

Dosificando los condimentos con cautela, conseguiremos que el sanguíneo se entusiasme por ellos.

A los sanguíneos les van muy bien la leche y los productos lácteos.

El cereal que mejor le corresponde es el mijo, grano originario del sur de África, donde la gente es

muy ágil, alegre y su cuerpo se mueve con mucha ligereza y facilidad.


Estilo de
paternidad
sanguíneo
El padre/madre sanguíneo es divertido, creativo,

atractivo, sociable, ocupado y amable.

Este mismo padre/madre puede crear caos y

confusión, puede ser superficial y atento pero sin

profundidad.

Mantiene pocas promesas, lo que causa ansiedad en

los niños, que necesitan básicamente constancia y

rutina.

A veces puede gastar más energía en gente y

proyectos fuera del hogar que en la familia. Con

frecuencia lleva y recoge a los niños tarde del colegio.


Estilo de
paternidad
EQUILIBRADO
El padre/madre equilibrado se responsabiliza de la

paternidad/maternidad, es el “Yo” en la casa y la persona al mando.

En él o ella no predomina ningún temperamento, pero es capaz de usar

los rasgos característicos de cada temperamento para responder

adecuadamente ante distintas situaciones.

Acepta incondicionalmente a sus hijos, aunque mantiene una disciplina.

Es capaz de crear y mantener rutinas diarias y semanales saludables

para toda la familia.

Se esmera en no mentir nunca a sus hijos, en ser veraz y honesto.

Establece límites saludables para sus hijos y su familia a través de

rutinas diarias y ritmos, y los hace respetar a través de intervenciones

concretas, efectivas y apropiadas.

Se observa a sí mismo/a antes de culpar a los demás.

Es capaz de escuchar, aun cuando le resulte difícil.

Tiene capacidad para educar, es disciplinado/a y ayuda a sus hijos a

serlo.

Es un buen modelo de conducta para los hijos y para la pareja, digno de

ser imitado.

Está dispuesto/a a cambiar por su propio bien y el de los demás.

Pasa tiempo con los hijos individualmente y con la familia al completo.

Establece metas accesibles para sí y para sus hijos.

Se esfuerza por mantener una relación honesta y cariñosa con su

pareja.

Si es padre/madre solo/a establece relaciones saludables con la

familia y los amigos, que les sirvan de apoyo a él/ella y a sus hijos.

Es capaz de pasarlo bien con sus hijos.


"Equilibrar los
temperamentos es un
proceso que lleva toda la
vida y requiere dedicarle
tiempo personal para
renovar fuerzas y
mantener la perspectiva."

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

Steiner, Rudolf. El misterio de los temperamentos. Buenos Aires: Ed. Antroposófica,

2010.

Ross, Rachel C. La aventura de ser padres. Barcelona: ING Edicions, 2012.

Disponibles en www.ingedicions.com

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