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LOS CONTRATOS
PARTE GENERAL]
1 GENERALIDADES
1
Esta obra se ocup* sólo del contrito de Derecho Privado. En lo con
cerniente al contrato de Derecho Público o contrato administrativo, cuya « t e
mática sigue forjándote, discurriendo casi permanentemente a partir de 1*1
nodoces y principios de la contratación privada, aunque tea a fin de propone»
IU reemplazo o SU flexibilidad, ver Andre de Laubadere: Traite Thioríqve et
Pmtique des Contmts Admmittrattfs, 3 tomos, París, L.C.D.J., 1956. Cfr. Fe-
quignot; Théorie Cénenle dti Contrat Admintitrattf, teda, MontpelUer 1944.
Ver, especialmente, los traba tos del profesor chileno Osvaldo Oeldoers Camuí;
En tomo al concepto de contrato odmitHitTativo; Loe RTMGFW y el equivalent
económico en el contrato administrativo de obra pública; Lo* principio! infot-
madottt de la contratación administrativa, publicado* eo la Revista de Derecho
de la Universidad Católica de Valparaíso, tomo* III (1979), pag. 135; IV
(1980), p4g. 179; VII (1983), pags. 151 y ». En estos tre* ensayo» el lector
interesado en el contrato administrativo podra encontrar amplias referencias
bibbograficaí sobra este tema.
autonomía de la voluntad se bate en retirada y ha dejado o « t i
dejando de ser el telón de fondo del Derecho de los contratos.
E n la perspectiva voluntarista, la formación del contrato apa-
rece dominada por dos ideas que constituyen subprincipíos de la
autonomía de la voluntad: el consensualismo y la libertad contrae-
tual. ~
En cuanto al contrato como relación jurídica ya creada, como
estructura jurídica y económica en actual funcionamiento, las ideas
fundamentales de la fuerza obligatoria y del efecto relativo de lo»
contrato* también se bailan impregnadas del dogma de la autono-
mía" BeTa voluntad,
'Si se trata de interpretar el contrato, es decir, de fijar su alcan-
ce para precisar sus efectos, el juez interprete es llamado a buscar
la intención que tuvieron las partes al contratar;' considerándose
que una pesquisa en el fuero interno de tos contratantes es apta
para desentrañar las controversias entre ellos que condujeron a
la necesidad de interpretar.
a E L E M E N T O S D E LOS CONTRATOS
3
El articulo 1137 del Código Qvil argentino, redactado por Vtíez San-
ftald y promulgado en 1869, al respecto ««tablees qoe "hay un contrato cuan-
do vartas personas te ponen de acuerdo tobre una declaración de voluntad
común, a reglar na derecho*". No obstante la extensión semántica
de esta norma, la doctrina del pal* tratan diño se mantiene en disputa mtre ¡a
tesis amplia (que considera ^ I M I las voces contrato y convención) y
la tesis restringida del concepto del contrato. Cfr. Fernando Lopes de Zavalia:
9
Teoría á* lo* Contratar, Buenos Airea, 1871, N 1. Afirma el profesor Jorge
Mosset Itumupe: Teoria Central dd Contrato, Rosario, 1970, pág. 45, que
el artículo 1137 precitado fue tomado al pie de la letra de Savigny.
6 LOS 0 0 M T U T D 8 (FAKTK CENDAL)
< al raspéete el trábalo del sociólogo del Derecho Stemrt Macaulay: Non - Con-
tractual RMÍOHOIU tn Busto***. En American Sodoiogical Review. VoL 28, N ' 1,
i paga. 55-69. También el libro de este autor y de Lawrence Friedman, Late and
Ú* Bmhaciorol Scimctt, Ed. Bobbs-MerriU, USA, 1969, paga. 143 y s.
t
* El fenómeno de la •¿ht^W' contractual y el surgimiento del contrato
dirigido y del contrato colectivo o contrato tipo bilateral, como algunos de los
remedios o los inconvenientes de la adhesión, serán ulteriormente anali»^
0
en detalle. Ver, especialmente, U *- 28 al 30. Sobre el contrato forzoso, ver
N» 33.
Desde un punto de vista más técnico, ta función social del
contrato se relaciona directamente con"el principio de la buena f¿7
el cual impone a cada parte, según se examinará pormenorizada^
mente más adelante, el deber de lealtad y de corrección frente a
la otra durante todo el íter contractual. O sea, desde las conversa-
ciones preliminares o fase precontractvial, pasando por la celebra-
ción, basta la ejecución del contrato y las relaciones pQstcontrac-
t uales.
T
Ver sobre el particular, Emilio Betti; Ttoria General d* la» Obligacicnet,
Edít. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1070, Tomo TJ, pigs. 2 y s.; 93 •
110. Cfr. Mosset Itumupe, ob. cü. eo nota 2, peg. 99.
1
Muy interesante es la fundos de garantía que cumple, en la compra-
venta con pago del precio a plazo, ta déunda d* nmroa a* ta propiedad. El
vendedor, no obstante la entrega de la con vendida, sigue siendo dueño mien-
tras no le satisfagan completamente el precio. Hasta hoy esta e&dente caución
no se utiliza, en Chile, a pesar de hallarse contemplada por el legislador en el
artículo 880-2 del Código Civil. Impide su empleo eficax el trucólo 1874 del
mismo Código. En el Derecho Comparado, en cambio, ta clausula de reserva
LOS CONTRATO* (FAHTK GENERAL)
6. GENERALIDADES
7. PERSPECTIVA D E L CONTRATO EN E L D E R E C H O
G R I E G O D E LA ANTIGÜEDAD
M
Jean Carbonnier, ob.ctt. en nota 12, pag. 123.
u
*>*» La kMoria del Derecho Griego: ta función y potíbdidodes, en Re-
vista de Estudios Histórico-Jurídicos, año 1876, Ediciones Universitarias de
Valparaíso, págs. 136 y a. Según el autor (pág. 138) las categorías jurídicas
griegas fueron muy diversas de Us romanas; en particular en et contrato griego.
Ta obligación de una parte se explica o surge de lo que la contraparte ha
entregado, lo que "no es muy distinto de la conMdarotkm del Common Law".
14 LXX CONTRATOS (PAUTE GENUAL)
1 1
Cfr. k contribución del connotado profesor de la Universidad de Co-
hnnbJa K. N. LleweDyn: Contnct. en Encyclopaedia of the Soda] Sdencea,
Val. 3, 1951, pig». 328 y 330. A t i t a órgano* de actuación del atrecho, el autor
los «Unfwn<». law offidoU.
1 7
** y Roacoe Found: Contnct. Legal doctrine and hittory, e s Eacyclo-
pudiftjrf the Social Science*, VoL 3, 1851, pig' 325.
algún roL sin embargo, será accidental o accesoria en el intercambio;
famas el acuerdo de voluntades constituye la esencia del sinalagma.
La atenta observación de la naturaleza de los negocios, tal cual se
desarrollan objetivamente en el mundo, impide colocar en primer
1
plano ni al acuerdo de voluntades ni a la ley" *.
M
Aunque Aristóteles dice que "el contrato es una ley privada y pardal*^
hace otras aseveraciones que revelan el poco desarrollo técnico del oon trato
1
de «wtonow, V, gr„ afirma qué se mésenla lea contratos como dignos de fe
cuando están a nuestro favor; y lo contrario cuando favorecen al adversarlo.
Lo qoa hace que "toa contrato* serán dignos de fe según fuesen sus signatarios"
(de).(El Arta dé IB Rttórica, Eudeba, Buenos Aires, 1966, pág. 135 corres-
pondi 'Jents al Libro Primero, primera parte, capitulo XV, intitularlo "Las Prue-
bas EExtiavtécnicas". En este capitulo, además de los contratos, Aristóteles trata
de las confesiones obtenidas por medio del tormento, de tos testigos, de las
leyes y de los juramentos).
*> Ób. ctt. en nota 8 pág. 337.
t
8.1. Hay quienes opinan que para fijar el concepto del con
trato es inútil recurrir al Derecho Romano, ya que éste no nos ha
9
transmitido ninguna verdadera definición del contrato *. La cir
cunstancia de que el Derecho Romano represente el momento cum
bre del quehacer jurídico a lo largo de los siglos nos obliga a in
quirir en él los perfiles de cualquiera institución clasica del De
recho Privado que deseemos entender. No es excusa para evitar
esta búsqueda el que los juristas romanos clasicos no hayan pro
piamente desarrollado una teoría sistemática de lo que boy llama
mos contrato * pues de lo que se trata es de aproximarse al fun
cionamiento de las figuras o moldes jurídicos que servían para las
transacciones y no de investigar "teorías", las que fueron ajenas, y
no sólo en el terreno contractual, al Derecho Romano prejustinia-
neo, Iniciando esta breve búsqueda, pueden evocarse las palabras
de Rudolf von Ihering: Tres veces Roma ha dictado leyes al mun
do...: por la unidad del Estado, por la unidad de la Iglesia y por
la unidad del Derecho**.
En el Derecho Romano, durante los doce siglos que van desde
la fundación de Roma basta la Compilación de Justíniano, una de
las ideas centrales en materia de contratos es que "nudum pactum
obligationem non partí": el pacto desnudo o sin formas no genera
obligaciones. Los contratos, al menos durante la época histórica co
rrespondiente al Derecho Romano clásico, fueron siempre riguro
samente formales.
** V.gr., Juan Ossorio y Morales: Nota* para una Tloria General del Con
trato, en Revista de Derecho Privado, Madrid, tomo 49, pág. 1072.
3 1
Esta ausencia en Roma de una "teoría del contrato", aceptada por la
mayoría de los especialistas {v.gr., Fritr Schulz: Derecho Romano Ciático,
traducción del inglés. Sosco, Barcelona, 1980, N? 7 9 6 ) , es períet-Umente com
prensible d se tiene en cuenta que el intelecto del Lacio era eminentemente
practico. Sólo cuando la sede del Imperio se traslada de Roma a Bizmado (boy
Estambul), la Influencia helenística determina la aparición del intelecto teó
rico o especulativo en los juristas.
El primer intento de los Jurisconsultos romanos por construir un ftstrrnf
jurídico, lógicamente coherente y armonioso, recién se encuentra en la* lnstitutas
de Cayo. Cfr., sobre el particular, Alejandro Cmman Brito: Dialéctica, ca-
mittica y tUtemáiica en la jurisprudencia romana, en Revista de Estudios
HUtórico-Juridicos, tomo V, ano 1960, Ediciones Universitarias de Valparaíso,
pigs. 17 y a.
** Se hace alusión, ea el texto, a las palabras iniciales de la celebre obra
de Dtering El Espíritu dtt Derecho Romano, cuya versión original alemana,
conocida como el Geitt, fue publicada en volúmenes aparecidos entre 1852 y 1665.
18 OS CONTRATOS (PABTZ CENKHAL)
M
Vivamente recomiendo, en especial a los estudiantes, la lectura del
trabajo del profesor ítalo Merello: Lo rtlactón fitrirprudente. pretor en la eé-
tm*U del Derecho Romano ciático, en Semanas de Estudios Romanos, volu-
men 1 (L973-1Q76), F ^ ™ " " Universitarias de Valparaíso, paga. 137 a 148
22 LOS CONTRATOS (FAATX G E N U A L )
1 7
Vicenal Arengio-Ruiz, ob.ctím nota 9, pág. 69.
** lUdem, pág. 70.
** Mfcbel Villey: £1 Derecho Romano, Eudeb», Buenos Aires, 1963, pigs,
K y 56.
NOCIÓN DEL CONTRATO 23
lio* actos que generan acciones ex bona fide, va a ser puesta en relación,
en el derecho tardío, con el contensu», es decir, la voluntas concordante
de los contratantes, por cuanto este elemento aparecía con mayor rele-
vancia en los contratos mis importantes, y gradualmente se cambia el
punto de vista unificador para la categoría, desde la bilateralidad fun-
cional (reciprocidad de obligaciones) basta la bilateralidad genética
(consentimiento, acuerdo de voluntades)" *•. La clasificación cuadripar-
tita de los contratos, formulada por Cayo, "no aparece en ninguna fuente
propiamente clásica*'. Para Cayo es el consentimiento, y no la bona fidet
clasica, el elemento fundamental de la noción de contrato, ya sea el
acuerdo desnado de voluntades, en los casos de los cuatro contratos
consensúales, ya sea el acuerdo vestido por una dación u otra solemnidad,
en todos los otros casos.
Al lado de los cuatro grupos contractuales inventados por Cayo,
también pasa e integrar la categoría contrato un quinto grupo, el de los
contrato» innominados. Es natural que en época postclásica se incluyan
en el contrato, ahora concebido como acuerdo de voluntades, otras actos
convencionales distintos a los tipos tradidonslei.
Todos los contratos mnominados llevan aparejada la causa data; en
tal sentido, son siempre contratos reales: en virtud de un daré o de un
faceré, surgen el contrato y la prestación correspondiente. Mas como no
se reducen ni subsumen en los cuatro contratos reates típicos (mutuo,
comodato, prenda y depósito), simplemente se tes pasa a TI amar contra-
ios innominados. Ejemplos de ellos son la permuta, la transacción, la
donación modal o con carga para el donatario, la constitución de dote
con obligación de restituirla al término del matrimonio, etc.
"Inexplicablemente el derecho póstelas ico deja fuera de la categoría
contractual a ciertos negocios que por ser convencionales y engendrar
obligaciones deberían englobarse dentro del nuevo concepto; asi sucede
con W pactos, cuya diferenciación respecto de los contratos, explicable
-en el derecho clásico, es mantenida en la época tardía como un puro
arcaísmo", Al lado de los pactos tradicionales, que exelusivamente gene-
raban excepción, aparecen ahora otros pactos, que además se tutelan
con acción y cuya diferencia con los contratos postclisicos "se hace Im-
posible de determinar''« W»,
Entre las tantas explicaciones, a nuestro juicio equivocadas, sobre el
surgimiento en el Derecho Romano del contrato concebido como acuerdo
de voluntades, podemos mencionar, a vía de ejemplo, la del distinguido
civilista español, profesor Lacruz Berdefo, también consagrada en el
Tratado de Castán Tobeñas: "Los contratos formales y los reales basta-
ban para las reducidas operaciones jurídicas precisas de la vida de una
pequeña ciudad que no había sobrepasado el estadio de la economía
agraria de unos grupos, familiares encerrados en si mismos y antosufi-
cáeutes. Pero merced a sus conquistas, Roma llega a ser ruego una gran
dudad comercial, en contacto con todo el Mediterráneo; el antiguo sis-
tema se revela insuficiente para hacer frente a las combinaciones jurídicas
que exige una economía industrial y comercial desarrollada y en la que
a veces los contratos' deberán concluirse entre personas aletadas la una
de la otra; y para responder a las nuevas necesidades se introducen unos
contratos que ya no precisan de ninguna formalidad... Se acepta pues
4 1
Elemento* de Derecha Civil, Tomo II, Vol. 2", Barcelona, 1977, pág
17. Esta expticadón es recogida en la decimotercera edición del Tratado de
José CASI»n Tobefias: Derecho Cfoál Erponoi Común y Ford, tomo 3, pág. 456.
Reus, Madrid, 1963.
*• CU. cti. en nota 28.
28 LOB CONTRATOS (PASTE GENKKAL)
M
En este sentido, lo contrapartida, como signo distintivo del contrato
romano según Roubette, tiene enorme parecido con la rtodón anglosajona de la
consideratioru en el Common Lato un grano de pimienta es suficiente contra
partida de un Rolls-Royce. Cfr., sobre el tema, en relación con la causa como
elemento necesario del acto jurídico, nuestro trabajo Cauta y consideración en
lo* contrato*, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 78, 1991. primera
parte, pags. 71 y s.
LO* CONTRATOS (PARTE CKNSHAU
, l
E l primero, en El Espirite del Derecho Romano, tomo I, pags. 108 y s.
IE3 segundo, en Principies oj Román Law, cap. VUI, pags. 140-163,
n
i Micho! VtQey, en particular: Lecont dHUtoits de la Fhüotophie du
DroU, Dallos, Parfs. 1962. -
1
* Alvaro d"Ors, en particular: Aspectos obfetioo* y tubjetivot en ei con-
cepto de tus, en Studl AÍbertario, II, 377-299.
** Sobre el rrodemismo de la noción derecho subjetivo, ver Michel Vi-
fjeyi Estudio* en tomo a la noción de derecho tubfehvo, Ediciones Uníverrit»-
riM ée Valparaíso, 1976, 248 paarnas.
NOCIÓN DEL CONTRATO 33
T
* La pervivencU en Oriente del Corpus iurts tiene lugar a través de
fubroodelos parciales del mismo, redactado* en griego, como el BatÚtíai, et
£oiogo, el Promptvtium.
NOCIÓN DEL CONTRATO 37
bidas) fueron deformado* por loi interpretes, igualmente los pasajes del
Corpus luris CioÜit, recibirán interpolaciones a través de las exégesis de
los glosadores y de los comentaristas.
"Como corolario del trabajo interpretativo realizadb por los juristas
del medioevo, el contenido de la compilación bizantina se va a proyectar
con Ímpetu avasallador, como derecho común, sobre gran parte del
continente europeo, de donde, y como secuela posterior, Uega hasta el
Código de Bello en este vértice de Hispanoamérica. Tan increíble irra-
diación del Derecho Romano como tus commune, en un amplio ámbito
eográfico, ha llevado a que su mas destacado artífice, el glosador Bartolo
e Sassoferrato, sea considerado como el jurista mas influyente de la
historia''.
Se designa como "Recepción" el fenómeno en cuya virtud se toma
o se admite en Europa el Corpus luris CkHlit, comentado, y glosado.
Pero, ademas de este último, también integraban el derecho común el
derecho canónico y, en menor grado, el derecho feudal italiano de la
Lombardía, "El tus commune no penetra en el continente sin previa lucha
con los derechos locales, de bajo nivel cien tífico, pero creados en gran
medida por ta propia comunidad a través de la costumbre y de las
sentencias de sus jueces, a los cuales doblega sin hacerlos desaparecer
por completo, pero los que, en definitiva, no pudieron resistir el impacto
de un derecho culto y de principios de validez general Sólo en Inglaterra
el tus commune encontró el obstáculo de un derecho de juristas, el
common lata; de ahí que en las Islas británicas no se puede hablar con
propiedad de Recepción del Derecho Romano, sino apenas de su in-
fluencia''.
Sólo a partir del' siglo XV, los juristas, con auxilio de la filología
y de la técnica del cotejo, inician la ardua tarea de hallar los textos
legales genuinos, legados por el pasado, despojándolos de las interpola-
ciones que en el camino les habían agregado los intérpretes. "El humanis-
mo jurídico, congruente con la actitud vital del hombre renacentista,
somete la obra justinianea a un proceso de critica histórica, con et objeto
de descubrir el exacto contenido clásico cubierto por la mancha pere-
grina de la interpolación. La búsqueda de las interpolaciones, con un
valor a menudo conjetural, representa una postura ante el Corpus luris
Ctvtiít radicalmente distinta a la adoptada por los glosadores y comenta-
ristas, determinada cada una por la diferente modalidad espiritual que
asiste a la Edad Media y al Renacimiento: la sumisión al principio de
m
autoridad y la posición crítica respectivamente* .
M
Quien se interese por profundizar en el fenómeno de la recepción o
renacimiento del Derecho Romano en Europa, ha de distinguir la etcuela de
los glosadores, que empleara el método dogmátíco-eiegético (escuela encabe-
zada por I me rio y vinculada al nacimiento de la Universidad de Bolonia), de
la ttoueia de tos comentarittat, cuyo método se ha calificado como djaléctico-
escolioJco (ink4ahnente vinculada a la Universidad de París y cuyo más
conspicuo expooente fue Bartolo, nacido en 1314 y muerto en 1357). Sobre
el particular, y ademas sobre IB violenta reacción del humanismo jurídico en et
siglo XVT, ver el ameno trabajo del profesor Alejandro Cuzmán Brito: Mas
ItaUcu* y tío* Gaüicus, en Revista de Derecho, Universidad Católica de Val-
paraíso, año 1978, págs. 11-40.
38 LOS CONTRATOS (PASTE CENE&AU
m
Francesco Mesrineo, ob. cH., en nota 44, pigs. 7 y 8.
** Salvo el planteamiento de Mestineo relativo a la influencia en el
cotuertsuallsmo de las ideas iusnaturalistas formuladas durante la Ilustración, en
los lisios XVII y XVI11, el cual es valido, en cuanto esas ideas condujeron
efectivamente a que entonces se proclamare la autonomía de la voluntad y el
cowentuajismo contractual. Empero, parece estar demostrada la mediocridad
de loa raciocinio- de la* escuelas del derecho natural de esos siglos, y la in-
consistencia del dogma de la autonomía de la voluntad.
*> Ver Enciclopedia del Diritto. EdiL Gluffre, Milán, tomo IX, 1981, vox
Contratto-Dirttto intermedio, págs. 7 5 9 a 7 8 4 , y obras aqui citadas por el autor.
Otro importante trabajo de Aatuti en k materia es: / principi fondamenUU
dei contrata neUa storta del diritto italiano, en Annali di Storia del Dirítto, 1957.
« En igual sentido, Ceorge* Rouhette: Contribvtion d féfud» crirtqu*
de la notím de contra, tesis, París, 1965, pégs. 568 a 588.
** Hanx Flanitz, en su obra Principio! de Derecho Privado Germánico,
traducción de la 3* ©A alemana, Ed. Boich, Barcelona, 1957, pigs. 212 y 235
40 LOS CONTRATOS (PAHTK GENEBAL)
w
A este respecto. Corta, pág, 47, tomo I , se remite a la obra de Schup-
ter, H dirtíto príoato dei popeti germanici.,. , en la cual aparecen como con-
tenidos de contratos attpfcos medievales, por ejemplo, los siguientes; promesa
de no celebrar oficios divinos sin licencia del rector de una iglesia; promesa de
gobernar bien una iglesia; promesa de liberar a dos prisioneros, etc.
tido jurídico, o sea, con derecho a exigir su cumplimiento, o si solo
ha querido contraer una obligación en el plano de las relaciones so-
ciales, morales, de cortesía, de amistad? La cuestión queda resuelta
, si se adoptan los criterios de la forma o de la res, aunque esta sea
simbólica. La obligación queda plenamente contraída, sin limita-
ciones derivadas de motivos o presupuestos no expresados. Por
ejemplo, si al día siguiente A tiene necesidad urgente e imprevista
de su caballo o si ha perdido todo su dinero liquido, no podrá invo-
car estos hechos para sustraerse a la promesa diciendo que la ha-
' bía hecho con el presupuesto de que esto no hubiera sucedido, o
bien alegando que no es justo constreñirle a mantener una promesa
en semejantes condiciones, tan onerosas para él, sin recibir nada a
cambio. Mas si se abandonan los criterios de ta forma o de la re*,
, como ocurre en el civÜ law moderno, habrá que averiguar los mo-
tivos, presupuestos y circunstancias del caso c o n c r e t o . . . Esa ave-
riguadón de la voluntad y de sus motivos y presupuestos requiere
> una refinada técnica de interpretación y aun poseyéndola, queda
siempre un margen de incertidumbre. En efecto, supongamos que
A hubiere hecho las promesas no con una pura finalidad de bene-
ficencia, sino por un interés particular; por ejemplo, porque quería
ver si su caballo era capaz de hacer el viaje de Alejandría a El
Cairo, o porque no quería hacer solo el viaje (cosa muy explicable
1
en la Edad Media), o porque sabía que con las mil libras B ha-
bría emprendido un negocio en competencia con C, enemigo de
A. ¿Podrá sostener que no ha querido obligarse sino en tales
' hipótesis o que no es justo constreñirle a mantener su promesa ni
a indemnizar los daños a B ? . . . El derecho medieval y los sistemas
análogos, medíante los requisitos de la forma y de la res, han tra-
tado de resolver o de eliminar, según su capacidad interpretativa,
su mentalidad y sus intereses, todas estas cuestiones y otras seme-
jantes. Con ello, mas o menos conscientemente, tales sistemas tra-
tan de satisfacer la necesidad de lograr la seguridad de las relacio-
nes jurídicas".
Prosigue Corla advirtiendo que el sistema medieval se man-
tuvo por muchísimo tiempo en Europa. Puede decirse que para
encontrar el principio de nudo coiisentinúento hace falta llegar hasta
el siglo X V I y aún más adelante en Italia; en otros países hasta el
, siglo XVII y aun el XVIII; y siempre con limitaciones. Durante
toda esta época, la re* vel factum (la contraprestación cumplida)
continuó siendo un requisito para la formación del contrato, incluso
para los típicos contratos romanos consensúales, como la venta y el
arrendamiento, Pero especialmente se generalizó ta charta o itwtru-
mentum: asi, para contratos de cierta importancia aunque fueran
NOCIÓN DEL CONTRATO 43
" Para un analista histórico sobre los forntulismos de lo* actos Jurídico*
en lo* viejo* pueblos hispanos, vislumbrando el ulterior consensualfsmo español,
cfr. el trabajo del catedrático Alfonso García-Gallo: Los documental y lo*
formulario* jurídico) en Etpafta hasta «1 siglo X / / , en Estudio» de Historia del
Desecho Privado, Publicado** Universidad de Sevilla, 1082, pig*. 345-408.
n
La Idea moderna que hace reposar la formación y la obligatoriedad
del contrato en el mero acuerdo de voluntades de las partes se sintetiza en la
Erase de Loysel: ce lie le* boeuft par le* come* et le* homtne* par le* parole*;
otttant vout une simple promeue ave le* ttiptiation* da drott romatn. (A los
bueyes se le* une por los cuernos y a los hombre* por la* palabras; vale igual
una mera promesa que tas estipulaciones rígidamente formales del derecho
NOCIÓN DKL CONTRATO 47
T 4
Eaor et décodence du oolontariime fitridique, en Archives de Phflo-
soprde du Droit, tomo ano 1957, págs. 87 a 92. Cfr. Michel Villey, Prtjoce
htetorUrue é Tetuda det notiont de contra*, en los mismos Archives, tomo 1668.
En las páginas 3 y 4 de esta última publicación leemos: "Nuestra teoría del
contrato es un regalo que nos hizo, a nosotros turistas, un cierto grupo de
filósofos de la Europa moderna. Toda ciencia del derecho es bija de alguna
fllosnfia, La historia demuestra la dependencia de nuestras definid cines técni-
oas respecto a grandes sistemas generales de filosofía. La desgracia es que
en materia contractual debemos nuestra actual ciencia jurídica a pensadores
ignorantes del derecho". En relación con el derecho natural aristotélico-tomista,
que habría estado presente en la búsqueda racional y tópica de lo justo por
tos romanos {se entiende la búsqueda de lo fusto para los problemas con-
cretos de la vida diaria; de lo justo "aquí y ahora"), en corrtjapostdón con el
positivismo individualista y voluntarista ínsito en la moderna escuela del
derecho natural, entre muchos otros trabajos del mismo VHIey, ver, por ejemplo:
Le nteorviement furidlque dan* Thistok*' droti romam et mouen-áge, en ARSP,
citado en nota 34; Centre fhummime juridlqve, en Archives de FbiloKrphJe
du Droit, tomo 1968, págs. .199 y •.; Modet clasMques cTinterprétaHon du
droit y Ño* phiotophe* en face du droit, estos dos últimos en Archive* de
PnüosophJe du Droit, tomo 1972, págs. 71 y s. y 285 y s.
7 1
The Juritprudence of HoUond. Libro IU, Cap. 1, N«- 12, 21 y 25.
*• Cfr. el articulo de Superviene en Hevoe Intematiooale de Droit
Compare, Paria, julic-seprjembre 1952. págs. 570 y 571.
establecer por primera vez la idea según la cual fcJu* ctmtemu* obliga»,
que se consagra como un principio dogmático de derecho natural Al
mismo tiempo, se podrá formular un nuevo sistema contractual fundado
sobre una concepción unitaria del contrato como acuerdo da voluntades.
Estas ideas aparecen ya expuestas en la obra de Pufendorf sobre la base
de postulados anteriormente enunciados por Grocio. No es ajena tam-
poco la formación de este moderno concepto de contrato al influ{o de
las ideas del pensamiento filosófico-poUtico, que, para justificar el poder
político, lo asisten sobre el consensúa o consentimiento de los ciudadanos
mediante la figura del contrato social (Locke, Rousseau).
Se llega de esta manera a la concepción moderna del contrato. Con-
trato es todo acuerdo de voluntades por medio del cual los interesados
se obligan. El contrato asi concebido se convertirá en la institución cen-
tral, en la piedra angular, no sólo del Derecho Civil, sino de todo el
ordenamiento jurídico.
Esta concepción moderna del contrato tiene su más profunda raíz
y su más profundo fundamento en una serie de presupuestos ideológicos
y sociológicos que conviene tener en cuenta y no perder de vista.
El primero de estos presupuestos es el presupuesto económico de
una economía liberal fundada en el lema del laümr faite y en la idea
de que tas leves del mercado y el egoísmo individual actuando en el
propio interés son, como dice Adam Smith, los mejores motores de la
felicidad y de la prosperidad de las naciones.
El segundo de los presupuestos ideológicos de la concepción mo-
derna del contrato se encuentra en la idea de la sustancial igualdad de
las partes contratantes. El contrato es el medio mejor de arreglo de los
intereses privados, porque es una obra común de dos contratantes que
se encuentran en igual situación y en un mismo plano económico. Es un
arreglo entre iguales.
El tercero de los presupuestos ideológicos y socioeconómicos se
encuentra en una época que rinde culto a tas ideas de ta preponderancia
de !a libertad individual y que en definitiva es una época de predominio
burgués sobre la economía. Puede decirse que esta concepción del con-
trato es un instrumento idóneo para un señorío de la burguesía sobre el
mercado de capitales y de trabajo y, en definitiva, para un tenorio sobre
7 7
la economía considerada en su conjunto" .
n
Luí* Diez-Picazo: Pundamsnto* del Derecho Civil patrimonio. Edil.
Tóenos, Madrid, vol. 1, reimpresión 1972, paga, 88 y 89.
T
* Sin embargo, Domat y Pothler se contradicen con frecuencia e incurren
en s^nerallzadones «busivat. Cfr. Gino Corla, ob. ctí., en nota 49, págt. 77 >
94; Ceorgn Roubette. ob. cét., en nota 19, pías. 691 a 594,
¡0
n
En Igual sentido definirán el contrato el art 1101 del Código Civil
francés y, posteriormente, el art. 1438 del Código chileno de Bello.
NOCIÓN DEL COXTSATO 51
0
Inspirándonos de preferencia en Sir William Anson* y en Rene
w
David , sin perjuicio de otros preclaros autores **, presentamos abo-
M
Law of Contract, 2 4 ' «lición por A. C. Cuest, profesor de La Univer-
sidad de Landres, Clarenton Press, Oxford, 1975, 683 páginas.
1 1
Les contrata en Drotí angiais. Libra irte Genérale de Drott et de Juruv
prudence. Paria, 1973, 482 paginas.
** Joaé Pvdg BnrUu, primera de tus obtms dtadat en nota 41, pega. 17
y a; Ciño Corla, ob. cit., en nota 49, págs. 373 y a.; Rosco* Pound, oo. Ctí.,
54 LOJ CONTRATOS (PASTE CENBJtALJ
en nota 18, pica, 326 y i.; Francesco Messineo, ob. ctt., en nota 44, págs.
19 y *., y ademas voz controtto, dtrttto prioato N«* 8 y 7, en Enciclopedia
del Dirítto, Ciurfré, Milán, tomo IX, 1961.
NOCIÓN DEL CONTRATO 55
16. E L CONTRATO EN E L D E R E C H O S O V I É T I C O
m
•* Georget Rouhette, en su ob. ctt., en nota 10, consagra los N - 198
a 217 al estudio de la noción del contrato en el Common Law. En la pagina
600 asevera que "desde su primera edad, el Derecho ingles de los contratos
presenta un rasgo que oonservwi a b largo de toda su historia: ignora el
pacto desnudo". "La contideration es el corazón y el irodeo del contrato ingles".
El autor condbe el contrato ingles (salvo los contratos bajo sello) como
bargain; c o n » un negocio objetivo celebrado por las partes. Este negocio
pertenece al mundo sentible y no al mundo sicológico de las intenciones.
"Desde 1478, el Cfoef /turtos Brian declaraba que las intenciones del hombre
no deben ser indagadas, pues incluso el diablo las ignora". El criterio que
sirve para determinar ti se celebró el bergain y cual es su alcance, es el
criterio objetivo del hombre razonable (Imagen antropomórfka de la justicia).
Es decir, que las dudas sobre la existencia y/o sobre lo* efectos del contrato
las dilucida el jaez preguntándote como un hombre razonable habría enten-
dido el intercambio oe voluntadas de k t partes.
colectivismo de los medios de producción o propiedad estatal (y
cooperativa) de la tierra, de las minas, de las aguas, de los bosques,
de las fábricas e industrias, del transporte, de los bancos, de los
seguros, de las empresas agrícolas y comerciales, etc. Además, la ac-
tividad económica está rigurosamente estructurada en tomo a un
plan imperativo. Se habla, por ello, de una dirección planificada o
centralizada de la economía. Estos dos hitos fundamentales de la
vida en la U.R.S.S. (propiedad colectiva de los Instrumentos pro-
ductivos y planes estatales imperativos a los que debe adecuarse la
actividad económica) tienen, evidentemente, importancia decisiva
en la concepción soviética del contrato.
Luego del período Iniciado con la revolución de octubre de
1917, tiene lugar la fase denominada Nueva Política Económica
(1022 a 1927), que, a diferencia de la anterior, es prolífera en
novedades jurídicas: formación de la Unión de Repúblicas Socia-
listas Soviéticas en 1922 y promulgación de la Constitución de 1924;
entrada en vigor de los nuevos códigos civil, agrario, forestal,
minero, de la familia, veterinario, del trabajo, penal y de proce-
dimientos. Paralelamente al Código Civil ruso de 1922, se promul-
garon los códigos civiles de las demás repúblicas soviéticas. Des-
pués de lo cual se inicia el período de los "planes", de ordinario
quinquenales o septenales, que teóricamente debería durar basta
que termine la edificación del comunismo.
El 8 de diciembre de 1961, el Soviet Supremo de la URSS
aprobó la ley de Bases de la Legislación Civil, la cual impone a
las quince repúblicas federadas la elaboración de nuevos códigos
civiles, que vengan a refrendar la evolución en la marcha hacia
el comunismo. Así, por ejemplo, en los años 1920, en los sectores
rurales predominaba la pequeña producción campesina, por lo cual
entonces se toleró, bajo el control estatal, la actividad empren-
dedora privada. En cambio, ahora, la agricultura se ha estruc-
turado de manera "ortodoxa", siendo desplazados de esa y de las
otras actividades productivas los empresarios privados o particulares.
En conformidad a la exposición de los doctores en Ciencias
Jurídicas B ra rus, Fleishits y Jalfina", profesores los dos primeros,
las empresas estatales actúan en el mundo económico como personas
de Derecho Civil. A cada una de ellas se le asigna una parte
determinada de los bienes del Estado, que administra con relativa
autonomía, dentro de los límites legales y de las tareas del plan.
** Ob, cU., en nota 93, págs. 94 y 95. Cabe advertir que tanto en el
Civil Law, como en el Common Law, existen diferente» initJtuciooei ciática*
que podrían Uevaí a iguala rVaultado* para el acreedor, sm que aea menester
recurrir a h ejecución dtrwcta d*l contrato'por un tareero, que, entre otros
ipoonvenimlea, da al traste con el principio del efecto relativo del contrato
(privUy of contract en el Common Loto). Corno ejemplos de dichas mttitu-
cíones pueden inerxáonarse la novación, la cesión de créditos, la cesión de
contrato, el mandato, y sobre todo el subcontrato. Sobre este último ver infra
N* 36. Además, en el Ctcil Law y en el Common Law lo* contrato* de tuml-
nistro* de intuinos a la industria normalmente prosiguen celebrándose en el
marco de la autonomía de la voluntad, cea amplia o total libertad contrac-
tual, pos lo cual, a diferencia de lo que acontece en una economía rígida cerno
la soviética, es inconcebible que el legislador sea quien beterónomanente esta-
b l e r a la persona responsable, en caso de " " T ' * " ' f de una operación
l 1 w t
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS
CONTRACTUALES
17. GENERALIDADES
1 0 8
Al parecer para evitar confusiones, por el doble empleo de la mitro*
terminología ("unilateral" y "bilateral" aplicados, por un lado, a los actos
jurídicos en general y, por el otro, a los contratos en particular}, el Código
Civil italiano de 1942 evita hablar de contratos uni y bilaterales, clasificán
dolo», en cambio, como contratos con prestación a cargo de una de las partes
y contratos con prestaciones reciproca*.
LOS C O N T R A T O S ( P A R T S G E N E R A D
74
t m
Messineo: Doctrina general del contrato, traducción ti castellano,
Buenos Aires, 1948. Tomo 1, pigs. 34, 64, 78 y T í .
E a sentido diverso, el autos chileno Jubo Olavarrla, en su Manual
de Derecho Comercial, tomo 2, 2* ed.. Editorial Jurídica de Chile, 1858,
174, expresa: Las partes que forman el contrato pluruateral o de organl-
aadoa "están » n f ™ « * * T por Intereses contrapuestos, como ocurre con los
•ocios que deben llegar a un acuerdo para definir su posición reciproca dentro
de la sociedad, pues cada socio no se encuentra frente a otro socio, sino frente
a todos los demás, pera al mismo tiempo están animadas por una finalidad
eosnon, que permita la conjundáo de sus voluntades".
CLASIFICACIONES T CATEGORÍAS CXJNT1UCTUALES 79
, r T
En Chile, don Ramón Meza Baños equivocadamente afuma que los
contrato* bÜattraUt ton rtempre onerosos ("Manual de Derecho CtviL De tu
Fuentes de la* Obligación**, tomo 1. N* 9, 3* ed., EdrL Jurídica, 1960).
En igual sentido, entre otros. Rene Abelluk {Lat ObUgacionei, N» 62, Edit.
López-Viáticos, 1971) y Rafael Mery (Derecho Hipotecario, N» 63, Edit.
jurídica de Chile, 1858). Este ultimo sostiene, citando a Messtneo y a Beau-
dant, que cuando el contrato es con prestacione* reciprocas ea también nece-
sariamente oneroso. Don Manuel Somarríva dice que "no se concibe que un
contrato sea bilateral y gratuito a la vez" (Tratado de fot Caucione*, N* 371,
Edit. Nasdmento, 1943).
>** Seria preferible que el articulo 1440 del Código Civil se limitare a
señalar que el contrato ea gratuito u oneroso exclusivamente en función de
la utilidad, sin mencionar e l factor gnsoomen de una o de ambas partes. A
veces hay utilidad para ambos contratantes y sin embargo el gravamen ea
para sólo uno de ellos. Tal es el caso de la hipoteca, contrato en que hay
utilidad clarísima para el acreedor hipotecario, pero también la hay para
el constituyente quien logra, por ejemplo, el crédito de dinero que precisa
gracias a que hipoteca un bien raíz. Empero, exclusivamente el último sufre
un gravamen.
También ion uiulaterales-ouerosos el contrato de depósito cuando
se faculta al depositario para usar la cosa en ru provecho (artículos 2 2 2 0
y 2 2 2 2 N» 2 del Código Civil) y el contrato de comodato celebrado en
ro d e ambas partes (artículo 2 1 7 9 del mismo Código). Don Ramón
E laza Barros proporciona a sus lectores una graciosa hipótesis de como-
dato en provecho d e ambas partes, al referirte al préstamo de un perro
M a
de caza con obligación del comodatario de amaestrarlo .
Las cauciones otorgadas por terceros a fin de garantizar obliga-
dones ajenas suministran nuevas posibilidades de inventariar casos de
contratos unilaterales-onerosot. Si el tercero se obliga con el acreedor
de la obligación principa] en virtud de una prestación (generalmente
una remuneración) realizada o prometida en su favor por el deudor prin-
cipal, el contrato accesorio de hipoteca, prenda o fianza tendrá carácter
oneroso, pues tiene por objeto la utilidad de ambas partes, es decir, re-
dunda en provecho tanto del acreedor de la obligación principal, cuanto
del garante. Sin embargo, tal hipoteca, prenda o fianza es contrato unila-
teral, ya que la obligación de retribuir o de efectuar otra prestación por
el deudor principal en beneficio del fiador o del constituyente de la
prenda o de la hipoteca, es una obligación ajena al contrato de garantía,
totalmente independiente de los efectos de este último
Otro ejemplo, mas problemático, lo ofrece el contrato de corretaje
o de mediación. Calificado como una especie de mandato por el artículo
2 3 4 , inciso final del Código de Comercio, profesores de Derecho Mer-
u l
cantil le niegan tal carácter , Los artículos 7 6 y 100 del mismo Código
ds Comercio tampoco se compadecen con la presentación del corredor
fatermediario corno un mandatario de los interesados. E s incierto, por
I U
otro lado, el carácter del corretaje como contrato preparatorio o como
contrato definitivo.
E n lo que aquí interesa es evidente que la correduría es un con-
trato oneroso, pues desde un punto de vista económico tiene por objeto
tanto la utilidad del cliente, cuanto la del corredor mtormediario, quien
recibirá el honorario prometido ti en virtud de sus servicios se llega a
celebrar el contrato proyectado. Aunque algunos, como es el caso del
11
profeeoT Fueyo Laneri * se pronuncian por el carácter bilateral del co-
rretaje, parecería más acertado rotular este contrato como unúateral, ya
que el único que resulta técnicamente obligado es el cliente o comitente,
quien deberá pagar la retribución estipulada o usual al corredor, si se
1 1 4
Julio Olavama Avila define la mediación como "el contrato untiatetal
a virtud del cual una parte promete a la otra el pago de una comisión,
participación u honorario para el cato de que ésta consiga hacerte celebrar
un determinado negocio con un tercero " (ob. cit., en nota IOS, Tomo 1,
N» U S ) .
lis En conformidad al articulo 1986 del Código Napoleón, en Francia
el mandato civil por naturaleza es gratuito.
bü> Sobre estipulación por otro, tft/ni N* 55.
62
r ' tttiMO oneroso trarmitió derechos, o dividió bienes con otros, responde por
evicción... Agregando mis adelante: Son vicios redhibitorios los defectos
oculto* de ta cota, cuyo dominio, uto o goce se trasmitió por titulo oneroso...
(articulo* 2088 y 2164).
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 83
1 1 T
El Instante del íter contractual pertinente a la configuración del vicio
de la lesión enorme puede ser ulterior a la formación del contrato, en los
casos de la cláusula penal contemplados en el articulo 1944 del Código Civil.
86 LOS CONTRATOS (PAUTE GENERAL)
1 1 4
Sánchez Román, dtado por Caftán Tobefaw (Derecho Ctot eroañol,
Común y Ford. Tomo 3, 10* exl, Madrid, 1967, pág. 3 8 7 ) .
l l
* Excepricnalrnente la condición no es una cosa accidental, tino que
d» la aaturúUxa (v.gr., la condición resolutoria tácita en lot con traten búa-
tárales), o Incluso de la etencia del acto (v.gr,, la condición y/o e! plazo
que debe contener el contrato de promesa, a fin de fijar la época en que
te celebrará el contrato definitivo; la coadktón en ta propiedad fiduciaria).
CLASIFICACIONES V CATEGORÍAS CONTRACTUALES ffl
l a
* En et Derecho eran parado, eseepcionalroerjte ae ha admitido que un
contrato aleatorio pueda rescindirte por lesión enorme. Asi lo han fallado
los tribunales franceses respecto a una renta vitalicia en pago del inmueble
recibido por el deudor, cuando la renta periódica estipulada era más baja que
la renta normal de arrendamiento. Si bien la primera tala civil de la Corte
de casación, el 7 de octubre de 1957, pronunció la nulidad del contrato alea-
torio en razón del vicio de lesión enorme, la doctrina gala ha dicho que más
bien habla nulidad en razón del objeto: el vil precio equivale a taha de
precio. Frente a nuestro articulo 2268, en Chile una situación sünüar jamás
daría lugar a lesión.
1 3 1
En el régimen chileno, muy restrictivo de la lesión enorme, los único*
contratos ea que puede presentarse el vicio son: la compraventa de bteoet
raices (art*. 1888 y siguiente* del Código Civil), la permuta (art 1900), el
mutuo con interés (art. 2206 y ley N* 18.010), el depósito irregular (art
£221 y ley N» 18.010), la aoticrerá (art 2443). Cabe agregar la partición,
con frecuencia asimilada a un contrato ( a r t 1348), y las tres situaciones de
lesión en la cláusula penal (art. 1544). El único acto típicamente unilateral
en que cabe la lesión enorme es la aceptación de la* asignaciones hereditarias
(art. 1234). En lo* contrato* mercantiles nunca puede existir lesión enorme
( a r t 126 del Código de Comercio).
1 3 9
Sobre la teoría de la lmpTevUón, cfr. nuestro trabajo: "Problemas
Actuales en el Derecho de los Contratos", en Estudio* de Derecho CtoÜ en
Uemoria del profesor VMorio Peído, Edevál, Valparaíso, 1976, espedalmenU
paga. 66 a 72 y 99 a 107. También tafra, N"- 48 y 48.
XAStnCAQONES T CATTCOHIAS CONTlACTTJilii 89
u >
M> Detpoéi de escritas estas paginas hemos tenido noticia de la re-
dente publicación del trabajo de Fiancoi* Grúa: Le* efjeu de ratón «t la
dutinctíon de* contras* aleatotíe* ei de* contrats commutattf*. En Revue
Trimestrieile de Drcdt Civil, N? 2, 1983, Ed. Sirey, París, págs. 283 « 287.
1 3 1
Aunque k solidaridad pasiva convencioral, y la cláusula penal cons-
tittttda por un tercero, también son caucione* personales, con frecuencia no
resultan de un contrato accesorio, ya que surgen del único contrato que se
celebra, el cual crea tanto la obligación principal cuanto la obligación accesoria.
90 LOS CONTRATOS (FABTB GENERAL)
m
Cfr. infie, respecto al principio del corwmtoafísmo y tu deterioro a
través de los diversos grupos de fonmBdades, N* 42.
Ver infro N* 41.
• (Salvo que esta compraventa te celebre a plazo, conforme a la ley
N* 4.702, pues entcoces es solemne).
m
Sobre contrato* solemnes, cfr. el libro de Marle-Antoinette Cuentero;
L'Act* /uridlqu* aotennei, premiado con medalla de oro por la Academia de
Legislación franca**, L.C.D.J, parto, 1975, 520 pp.
CLASTFICACIONES T CATEGORÍAS CONTRA CTUA.UCS 93
m
tos reales unilaterales, en contratos consensúales b i l a t e r a l e s . Asi
la entrega a datio rei dejaría de pertenecer a la fase de formación
del contrato, irguiéndose en el primer acto de cumplimiento o eje-
cución del mismo. Rompiendo esta corriente, el profesor Jacques
1M
G h e s t í n ha demostrado que la longevidad de los contratos reales
no es un mero conservadurismo jurídico. En palabras suyas y de su
compatriota Carbonnier: lo que en verdad pertenece al pasado es la
hostilidad a la teoría del contrato real; dicha hostilidad pudo com-
prenderse en la época en que el individuo fue considerado rey, a
través del con sensualismo y de la autonomía de la voluntad, mas
no hoy, cuando tales concepciones están en decadencia. La catego-
ría del contrato real responde a una concepción menos intelectual,
pero mucho más concreta y por lo mismo más verdadera, de las
relaciones contractuales. La datio rei es un elemento materia] irre-
ductible y no un arcaísmo. Ello explica la mantención de los con-
tratos reales en los Códigos más recientes, como en el italiano de
1942 o en el Proyecto, actualmente en estudio, de Código Civil del
Canadá francés. En el Derecho alemán, el préstamo de consumo
m
sigue siendo contrato r e a l .
m
Salvo la antlcresúi que, por recaer sobre un famrueble, pesaría a ser
un contrato solemne bilateral.
1S
* En su libro Le* ObUgattoru. Le Contrat. L.C.D.J., París, 1960, N» 342.
*** Al terrnmar estas explicaciones sobre el contrato real, dos precisiones
son convenientes. La primera, a fuer de elemental acaso pueda ai car de tu
confusión a algún estudiante: nada tienen que ver los conceptee "contrato
reaT y "derecho real". La segunda, conderne a una clasificación foránea,
que separa loa contrato» con efectot reáUt de los contrato* con efecto* pertc-
M I M . Hay países, cotno Italia y Francia, que, apartándote de la tradición
romana, omiten distinguir en tus Derechos el titulo traslaticio del dominio
del modo de adquirir llamado tradición. En ellos, entonces, et posible que se
opere la adquisición de la propiedad por el solo efecto de algunos contratos.
A éstos se les conoce como contratos con efecto* reales. Así, por ejemplo, el
aunóle ««sentimiento de vendedor y comprador, en esos países, aunque no
te haya entregado la cota, basta para que el comprador de una especie
mueble te baga dueño de ella. En Chile no existen los contratos con efectos
reales; todos los contratos exclusivamente tienen efectot personales Para que
en Chile te incorpore al patrimonio de alguien un derecho real, es siempre
necesario que intervenga la tradición u otro modo de adquirir.
OTRAS CLASIFICACIONES D E LOS CONTRATOS
5
i* Cfr. la Memoria de Prueba, con calificación sobresaliente, de Renato
Maino Schiavetti: £1 Contrato de iguala. U. de Chile, Santiago, 1930.
I M Un contrato determinado, como la compraventa, la fianza, el mandato,
etc., puede ICT en Chile o contrato comercial o contrato civil. Para ello se
atiende, preferentemente, a la calidad de las personas que lo celebran (comer-
ciante o no) y a la enumeración de los actos mercantiles efectuada por el
art. y del Código de Comercio, con especial referencia al N ' 1, inciso 2 de
este precepto- También puede ocurrir que un contrato tenga doble carácter,
98 LOS CONTRATOS (PARTE CBNKRAL)
1 , 1
Cfr., por «(duplo, Jaime Santas Brtz: La contratación privada. Sin
problema» en «¿ tráfico moderno. Editorial Montecorvo, Madrid, 1066, p i ó .
88. F. C u b o Litcinl; Los negocios fiMdlco* atípicot. En Revista e*paftola d e
Derecho notarial, 8? semestre, 1974.
m
Sobro contratos de distribución de bienes y de servidos, en particular
respecto a la técnica del frmcbMna, ver la interesante Memoria dé Prueba
de Sonia M aldorta do Calderón, en l a cual por vez primera se expone eata
materia contractual eo Chile, además reladooándola coa la legislación protec-
tora de la libre competencia: La comercialización de producto* y servicio? a
trece* del contrato d* /rancAirfng, Universidad Católica de Valparaíso, 1963.
*** Sobre el contrato d e know-houj, cuya gigantesca apUcadóo en el muodo
industrial en loa último* anos está relegando a segundo plano a lo* regirneaes
tradicionales d e patente* o propiedad indiutrial, menciono coma bibliografía
elemental el libro de J. M. Mouoeroo: "Le know-how", editado en Francia,
en 1072, por Cahkra de Droft de i'Entreprlse. También la obra colectiva
NoweUe* Techrdqm* Contractuales, Librairie* Techmque*, Monrpeluer, 1970.
que corresponde a la verttóo escrita de laj tercera* jornada* d e actuali-
dades del Derecho de la ernprett, celebrada* eo 1070, en k a cuales se hizo
hincapié en loa oontxatos de engeneering, frcmchitlng, Itattng y know-fww.
14* Sobre el contrito de leasing, la bibliografía es vasta. Para clrcunacri-
hÍTDos a tres reciente* Memorias rhllena* de Prueba, mendonarenio*: Carlos
Carmona Callo, Controlo de leasing financiero, 1979, publicada por la Edi-
torial Jurídica de ChÜe; María Angélica Olgul Dinator: La nodón del leasing
pttro lot efectos de ra divulgación en Chile, 1976; Ricardo Aboauad Dagach:
Frimcipeies aspectos tributario» del contrato d e leasing, UCV, 1082.
100 LOS CONTRATOS (PAUTE GENUAL)
1 4 1
A cajo la equidad juegue también un papel real, aunque oculto, en la
ztfn de oontrawniai contractual**, por la vía de k interpretador! del caa-
> (ana coa* ** la apariencia y otra la realidad de lo* fanón). Sobre l u re-
«XAStrie*aoNM r CATEGORÍA* CONTRACTUAL» \Q\
m
T. C. She&lng: Wfcaj ti gome thmoty?, en C o n t e n pormry Pofctical
AnalysU. james Cbarlenrorth, editor, USA, 1987, p 213.
U 1
Shubik, Martin: Tht uses of garnt theory, en Contemporary Política]
Analysis, James Cbarlesworth, editor, USA, 1907, p. 240.
T. C. SbeHmg ob. cU, en nota 150, p. 280.
:
íes Véase Costantlno, MJcbel; Regola di gioco t tutela del piú díbcU
MU* appnauione dd contrattudle, en HJvista di Dirltto CivÜe,
taño XVII, 1972, paga. 68 y ti., como un esfuerzo reciente de etpllcacián rea-
lata dei contrato, a la lux de la teoría de los fuegos. El autor señala, por ejem-
Jo, q u e tratándose de centraros estandarizados, el proponente dicta las con-
idooes de la contratación de tal modo que puede contar coa U seguridad
su empleo masivo. Existen, al efecto, técnicas de publicidad que llegan
a veces, a crear el reflejo condicionado del contrato pertinente al con-
'/smptslrJo* *úU).
O A S m C A C I O N t * . T CATEGORÍAS CONTRACTUALES \(f¡
Tnríté da Flaniol, Tomo 2, París, 1957, N* 53. Ripert: ha regto moróle dan*
ta* obligatU»* civil**, Paria, 4* edición, 1949. N» 55.
íoe LOS CONTRATOS (FABTE CXNX&ÁLJ
m
NATURALEZA J U R Í D I C A D E LA A D H E S I Ó N ,
REGLAS E S P E C I A L E S PARA I N T E R P R E T A R
EL CONTRATO D E ADHESIÓN
m
Ceorges Dereus: Os lo natura jurldlqu* de» cvnlnai iadhéiion, ar-
ticulo eo Revista Trimestral de Derecho Civil francesa. 1910, pag. 512. Este
traba)o, traducido al castellano, se publico en Chile eo el tomo 7 de la Revista
de D e t e c t o y Jurisprudencia, pag*. 165 y s.
' * Ceorges Dereui, ob. cü. en nota anterior, paga. SIS y 519.
uo J0f CONTRATO* (PAHTK CKNKHAL1
30. S O L U C I O N E S A LOS I N C O N V E N I E N T E S D E
LA A D H E S I Ó N
m
' Cfr. Rnitto da Derecho Privado, Madrid, mano 1969, p i g . 226. El
nuevo Código Q r i ] del Perú, refiriendo»» a las condicione* genérale* de la
contratación (arta. 1382 y * . ) , contempla su homologación por la autoridad ad-
ministrativa.
m
Respecto a condiciones generales de la contratación masiva, cfr. Ma-
nuel C a r d a Amigo; Sobre la naturalizo jurídica dé hu condicione i generala da los
contrato», en Revista de Derecho Privado, Madrid, septiembre 1965, p i p . 701¬
7 3 4 Luis Humberto Cl»veris: La predirpcuición del contenido contractual, en
Revista *le Derecho Privado, Madrid, tullo-agosto 1979, pigs. 667-687. Le oon-
dbúoni genansU di contratte. obra colectiva, Ciuffré, MÜan, VoL 1, a s o 1979;
VoL 2, ano 1961.
CLAStnCACIONES T CATEGORÍAS CONT*ACTUALXl
1 7 7
Esta concepción amplia de la lesión te incorporó al Código Civil ar-
gentino con ta reforma de la ley N* 17.711 del afio 1968. Ahora el artículo 954
del Código del pal* trasandino establece: T a m b i é n podra demandarse la nu-
lidad o la modificación de los actos Jurídicos cuando una de las parte* explo-
tando la necesidad, ligereza o Inexperiencia d e la otra, obtuviera por medio
de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justi-
ficación. Se presume, salvo prueba en contrario, q u e existe tal explotación OD
caso de notable desproporción de las prestaciones...". £1 nuevo Código pe-
ruano de 1884 también ha consagrado la concepción amplia de la lesión íarts.
1447 y s.).
m En ta exposición de esta clasificación, nos hemos inspirado preferen-
temente en el profesor Femando Fue yo Lanerl, autor chileno que mas y mejor
se ha ocupado de ta materia. Cfr. su Derscho Ciotl, Tomo 5, VoL U-l y VoL
11-2, segunda edición. Santiago, 1964.
120 LOS CONTRATOS (PASTE CXNUUÜJ
i n
Según definición del profesor Fueyo, el contrato de opción "es un
contrato preparatorio general que consiste en la oferta unilateral de contrato
que formula una d e las partes, de manera temporal. Irrevocable y completa,
en favor de la otra que de momento se limita a admitirla, reservándose libre-
mente la facultad de aceptarla". La opción de el arrendatario o
usuario de k cosa, e* tiplea en el contrato de leasing. También es bastante
frecuente en los charlen marítimos o arrendamientos d e naves.
Ver supm N* 21 y nota 112.
u t
Durante largo tiempo se sostuvo que la diferencia entre el compromiso
y la clausula compromisoria residía en el carácter actuó/ o /ururo, respectiva-
mente, de la contienda que las partes sometían a arbitraje, sustrayéndola del
conocimiento de la furriela ordinaria. Hoy parecería claro que la diferencia
no está allí, sino que exclusivamente en la circunstancia de que la persona del
lucí arbitro sea determinada o indeterminada. E n la cláusula compromisoria
se somete un litigio, actual o eventual, a la jurisdicción arbitral sin designarse
todavía el arbitro; mientras que en el compromiso se somete un litigio, también
actual o futuro, a la decisión de un determinado arbitro, de modo q u e si este
no puede o no quiere aceptar el cargo, caduca el arbitraje, debiendo conocer
del pleito el tribunal ordinario que sea competente según las reglas generales.
Cfr. el fallo recaldo en la causa Sociedad Saa, Vid y Cía con Cemento Mstón,
publicado, con nota de Patricio Aylwfn, en Revista d e Derecho y Jurispruden-
cia, tamo 44, acedan 2, pág». 33 y s.
CAPÍTULO TKRGEBO
CATEGORÍAS CONTRACTUALES
M
Sintomático es el considerando previo, con el cual se promulgó el
Decreto Ley N* 993. Dice así: "Que, dadas las caracteristkcas propias de los
predio* rústicos, resulta necesario que las normas sobre arrendamiento, medle-
r t i s y otrai formas de explotación por terceros sean infidentemente flexibles,
d e manera que permitan un flujo tanto d e espítale* como de capacidad em-
presarial h a d a el sector agropecuaria. Que lo anterior eg una condición nece-
saria para que la agricultura se transforme en una actividad que pueda con-
tribuir efictautemeote al desarrollo económico y social del país. Que la legisla-
ción vigente sobre la materia e* excesivamente restrictiva y, por tanto, incon-
veniente".
Sobre el contrato dirigido, cfr. el trabajo del mismo nombre, d e Arturo
AJesaandri Rodríguez, publicado eo la Reviita de Derecho ti ¡utUprude+cta,
tomo 38, 1941, primera parte, paga. 5 y i.
CLASIFICACtONCS Y CATEGORÍAS CONTRACTUAL**. 127
l t 7
33, E L CONTRATO FORZOSO
1 , T
Para un análisis más completo del tema, cfr. nuestro trábalo El con-
trato fonoso o Impuesto, publicado en Revista de Derecho Privado, Madrid,
España, junio 1975, pags. 491 a 510-, en Revista de Derecho y Jurispru-
dencia, tomo 75. 197B, primera parte, paga. 17 y *.; y en Revista de Ciencias
Sociales, Universidad de Valparaíso, N* 7, págs. 51 y s Para un resumen de
este N* 33, nuestra ponencia predtada en nota 8 bis. N » - 6 at 11.
'** Otros casos de contratos forzosos en el Código Civil: el articulo 654,
relativo a la medianería, permite exigirle al vecino la w n t a del cincuenta por
d e n t ó de los derechos cuotativo» en la cerca o pared divisoria. El articulo 669
inciso primero, relativo a la secesión de mueble a inmueble, por edificación o
plantación en terreno aleño, a u t o r í a al duefio del suelo para exigir al edlfi-
28 LOS CONTRATO» IPABTS CINKRAU
1 M
Decreto Supremo N* 458, de Vivienda y Urbanismo, publicado en el
Diario Oficial del 13 d e abril de 1970.
l l a
Leyes especiales han ampliado los casos de arbitraje forzoso que esta-
blece el articulo 227 del Código Orgánico de Tribunales. Véate, por «templo,
el articulo 23 indso 1, in fine, de la ley sobre almacenes genérale* de deposito
o warrants, cuyo teito refundido fue ajado por el D.S. N* 178, publicado en
el Diario Oficial del 29 de agosto de 1961.
Ch. Meeataeo, ob.cü. en nota 44, capítulo X, N* l .
farillo* a n i mandante, mediante un contrato posterior que, aunque tóa-
la yado por el Código Civil, es u n contrato forzoso. Así lo na reconocido
tM
reiteradamente la jurisprudencia n a c i o n a l .
Para no recargar la casuística del contrato forzoso ortodoxo con casos
M
demasiado h e t e r o g é n e o s , baste aquí añadir que son muy frecuentes
las hipótesis d e esta figura o categoría contractual en la legislación ban-
caría reciente. Et articulo 55, indio 2, de la Ley General dé Bancos, en
virtud d e lo dispuesto e n el articulo 1* letra o) del Decreto Ley N* 3.345,
do 1680, impone, para los casos d e liquidación o quiebra d e instituciones
han carias, la obligación d e transferir o ceder sus créditos hipotécanos a
otras instituciones financieras, públicas o privadas. La misma ley, e n tus
artículos 83 N» 15 y 84 N* 8, en virtud d e las reformas introducidas por
el articulo 1* letra* í) y h) de la ley N» 18.022, d e 1981, obliga a los Ban-
cos nacionales a enajenar las acciones d e bancos extranjeros; y e n general
a enajenar cualesquiera acciones y derechos que adquirieren por da-
ción «a pago. L a ley N ' 18.041, de 1985, sobre nonruuización d e los
lr7
bancos y f t n a n d e r a j , comienza diipociendo que la Corporación de
Fomento de la Producción adquirirá del Banco Central d e Chile, en el
plazo d e tres años, los créditos que este organismo tenga en contra de las
empresas bancarias y sociedades financieras que estén sometidas a admi-
nistración provisional. El articulo 4-1 d e la ley 18.041 contempla otro
caso do contrato forzoso ortodoxo: "La Corporación de Fomento de la
Producción deberá enajenar las acciones d e cada una d e las instituciones
fin anderas a que se refiere el articulo 1*, adquiridas e n conformidad a
esta ley, en un plazo máximo d e cinco anos, en parcialidades anuales n o
inferiores al 20% Un último ejemplo: la ley N* 18.412, publicada el 14
de mayo d e 1985, dispone en su articulo 4° que eL Banco d e l Estado d e
Chile adquirirá d e las instituciones financieras en actual liquidadón for-
m
zosa , sus carteras d e mutuos hipotecario*, haciéndose cargo el Fisco
de loa créditos que resultaren incobrables.
•as Véanse los fallos extractados al pie del ardeulo 21S1 en Repertorio ds
LtgUoció* v Jurisprudencia Chumas, Código CtviL tomo VUJ, Editorial Ju-
rídica de Chile, 1977.
1 M
Sobra algunos de esos cajos, cfr, ta p u b l k a d ó n predtada al inicio de
la nota 187. Agrego, como nuevos ejemplos, el del articulo 5* del Decreto Ley
N* ZM7, de 1978, que establece que los adqulrentes de los predios rústicos
enajenados por onaxA (ex Corporación de la Reforma Agraria), dehsnfn con-
tratar por tiempo Indefinido a los asentados de las tierras que se adquieren
(contrato forzoso de trabajo); y el del articulo T> transitorio de la ley N* 18.046.
nueva ley u b r e sociedades anónimas, que exige a las sociedades ena)enai, den-
tro del plazo que nfiala, los activos de sociedades filiales y coligadas a que se
refiere el articulo 88.
**? Esta es la llamada ley del "capUalismo popular".
*** V. gr., Banco Unido de Fomento, Raneo de Fomento de Valparaíso,
Banco de Fomento de Bio-Blo, BHC, Finansur, Financiera de Capitales.
• * Otros cara en el articulo citado en la nota 187. A tales casos es posi-
ble agregar varios m i s . V j r , el contrato fbrtoao heterodoxo de mandato mer-
cantil, oonferido por et naviero o armador al capitán del buque, atn que sea
CLASIFICACIONES V CATEOOiUAS COWTIIACTUALES 131
las quiebras y de la enajenación d e los bienes del fallido como una sola
unidad económica, a fui d e evitar que las empresas en falencia se desin-
tegren, por la liquidación atomizada de los activos, tanto el articulo 10
del Decreto Ley N? 1.509, de 1976, cuanto el articulo 129 de la ley
N* 18.175, nueva ley de quiebras de 1982, establecen que, por el solo
ministerio de la ley, los inmuebles enajenados se entienden constituidos
en hipoteca, y los muebles en prenda especial sin desplazamiento, para
garantizar las obligaciones del adquirente, como el pago de los saldos
insolutos del precio de compra de la unidad económica. Se trata, pues,
M
de contratos de hipoteca * o de prenda que se perfeccionan ipto ture,
sin intercambio alguno de voluntades.
El articulo 71 del Código Tributario dispone: "Cuando una persona
natural o jurídica cese en sus actividades por venta, cesión o traspaso a
otra de sus bienes, negocios o industrias, la persona adquirente tendrá el
carácter de fiador respecto d e las obligaciones tributarias correspondien-
tes a lo adquirido que afecten al vendedor o c e d e a t e . . . " . Una persona,
el adquirente, pasa a tener el carácter de fiador del vendedor o cedente,
141
sin que medie consentimiento a l g u n o .
L a ley N* 18.401, publicada en el Diario Oficial de 26 de enero de
1985, destinada al saneamiento de los bancos actualmente intervenidos,
que ha comenzado a operar mediante sucuientoi aumentos de capital en
él Banco de Santiago y en el Banco de Chile, contempla varios casos
de contratos forzosos heterodoxos. El articulo 4-2 se refiere a la transfe-
rencia automática, sin intercambio de voluntades, de las acciones que
hubiese adquirido CORFO, en beneficio de los accionistas que hayan
suscrito acciones preferidas, correspondientes al aumento de capital El
articulo 4-7 y el articulo 5*, eo su penúltimo inciso, contemplan contratos
de prenda de las nuevas acciones, en favor d e CORFO o del banco emi-
sor de ellas, que se perfeccionan "por el solo ministerio de la ley".
* • Cfr. tupra, primer» parte, capitulo dos, sobre una aproriinaclón his-
9 9
tórica al concepto del contrato, en especial N 8.1., N 9.3. y N* 13.
*•* Kelsen, Han»; Théorie Fure rfu Drotí, Dallo*, Paria, 1982, págs. 346
y 347, al tratar del coa trato como eslabón d e La estructura piramidal del orden
jurídico, tefiala que hay que distinguir d a ra mente el contrato como hecho crea-
dor de derecho y las normas contractuales; el procedimiento o acto conven-
donaL y el orden convencional resultante. Cfr., del mismo autor: La théorie
fatidiqu» da la conosnlicn, en Archives de Philotophie du Droit, 1940, Sirey,
Paria, paga. 33 y s.
como se diferencia el proceso d e elaboración d e u n producto del
p r o d u c t o ya elaborado.
SI bien iwrrnalrneote existe relación causal entre ambas, siendo
la relación jurídica la consecuencia del acto d e constitución, es un
error, b o y por boy, pretender q u e el acto d e constitución sólo pueda
consistir en un acuerdo d e voluntades. Para ilustrarlo, se impone
recurrir a la heurística clasificación d e las fuentes d e las obligacio-
nes formuladas por Antonio Hernández-GiL
A la luz d e dicha clasificación, las fuentes d e las obligaciones
son tres: a. La voluntad con la cooperación de las normas legales.
E n este grupo la relación jurídica es expresión d e la autonomía d e
la voluntad implementada por la reglamentación legal heterónoma.
L a n o r m a protege, completa o encauza a la voluntad, con el fin de
10
lograr, e n obra d e colaboración, determinados efectos *. Figuran
en este lugar los contratos nominados o típicos; los contratos inno-
minados o atipicos, y la promesa unilateral b. Las normas lególe*
a partir de un presupuesto de voluntad, g r u p o en q u e no hay coo-
peración de la norma con la voluntad, como acontecía en el prece-
d e n t e . Aquí el ordenamiento impone la relación jurídica desde el
m o m e n t o que los individuos observan una conducta voluntaría. Se
incluyen en este g r u p o los contratos dirigidos; los actos ilícitos q u e
e n g e n d r a n responsabilidad civil, y la gestión de negocios ajenos,
c Las normas legales con prescindencía de un presupuesto de vo-
luntad. Ahora el ordenamiento jurídico impone obligaciones, al mar-
gen d e la voluntad, sobre la base d e un estado de hecho o de una
situación cuyos efectos se trata d e corregir. Integran este ultimo
g r u p o la responsabilidad objetiva o responsabilidad sin culpa; el
0
enriquecimiento sin causa, y los contratos impuestos o forzosos* *.
H a b r í a que agregar las obligaciones legales en sentido estricto.
r f
ie tributación, etc. * . Esta manera d e proceder se justifica plena
mente p o r las ventajas prácticas q u e resultan d e la flexibilidad que
posee e l contrato y no la ley, como, asimismo, por razones psico
lógicas; e n la gran mayoría d e los casos, los deudores d e obligaciones
contractuales las cumplen oportunamente, lo q u e no ocurre con las
obligaciones legales.
Conforme a los artículos 1437, 2284 y 578 del Código Civil, es-
i n d u d a b l e que existen obligaciones q u e nacen d e la sola disposición
d e ta ley. El Código menciona en esos artículos las obligaciones
q u e existen entre padres e hijos d e familia y la obligación alimen
ticia. Sin embargo, como lo ha puesto de relieve Ceorges Ripert,
la obligación estrictamente legal se reduce, en el terreno del D e r e
c h o privado patrimonial, a u n a declaración d e principios. Ni si
quiera los Códigos le consagran algún capítulo p a r a normar su
comportamiento. Fuera d e las relaciones familiares, cuesta bastante
encontrar ejemplos d e obligaciones legales. Y si los autores citan
la obligación d e pagar impuestos al Fisco, el vínculo jurídico a q u e
a l u d e n cae de lleno en el Derecho público. La relación constituida,
de carácter legal, ofrece serias dificultades. A diferencia del contrato
q u e involucra un gran poder d e precisión tanto respecto a las partes
c u a n t o al objeto, la ley, disponiendo un mandato, prohibición o
permisión genérica y abstracta, encuentra tropiezos para conseguir
determinar al acreedor o e) objeto. Cierto, en la obligación alimen
ticia existe un acreedor bien preciso, pero no ocurriría fácilmente
lo mismo, desde su nacimiento, con otras obligaciones si fuesen
simplemente legales, v. gr.: la obligación d e v e n d e r d e los comer*
cien tes; la obligación d e contratar un seguro contra incendio q u e
pesa sobre las comunidades d e copropietarios d e edificios divididos
por pisos o departamentos; ta obligación de t o d o conductor d e un
vehículo motorizado d e asegurarse contra los riesgos q u e p u e d e
ocasionar a tas personas, etc., serían todos casos d e obligaciones
legales, en que la determinación del acreedor, si b i e n posible, podría
g e n e r a r tropiezos o arbitrariedades. E n cuanto al objeto d e las mis
m a s obligaciones, la ley sólo p u e d e colocar reglas generales o, d e
recurrir se a la vía reglamentaria, es menester revisar periódicamente
la o b r a d e detalles; en'cambio, el contrato se presta d e m o d o natural
p a r a las especificaciones q u e cada caso particular requiere. Las
razones q u e preceden explican, al menos en p a r t e , p o r q u é el legis-
80
Organismos internacionales, como el Consejo d e E u r o p a * y el Consejo
2 2 1
Económico y Social de las Naciones U n i d a s , desde hace una década
están vivamente interesados en el tema. L o mismo que destacados centros
a a a
d e investigación jurídica .
Al margen de la uniformación del contenido o efectos d e los contratos
que se celebran masivamente, por medio de la redacción anticipada de
los formularios correspondientes, en los que se establecen las condiciones
generales de la contratación, otro fenómeno distinto de estandarización
en los contratos .se presenta a propósito del alcance d e determinadas
palabras n términos de uso frecuente en ellos. Así, por ejemplo, en
838
materia de compraventa internacional, los Incoterms establecidos en
1 9 5 3 por la Cámara de Comercio Internacional, con sede en París, han
uniformado el significado de expresiones tipo como venta CIF, venta TOB,
94
venta ex muelle, venta ex fábrica, e t c . * . Este fenómeno no es exclusivo
35. EL CONTRATO-LEY
3 3 1
La Corte Suprema ha admitido expresamente la ta tangibilidad de
los beneficios del plan habitacional, amparados en el contrato-ley al que se
refiere el art. 18 del D F L N» 2. Véase, por ejemplo, la sentencia del 25
de abril de 1074, publicada en Fallos del Mes, N««- 184-185, pág. 1.
El contrato del art. 18 del D F L N* 2 evoca la figura del contrato
p
forzoso heterodoxo. Sobre el contrato forzoso o impuesto, cfr. supra N 33.
* • Sobre los bonos-dólares, y sobré el recurso de inaplicabilidad por
inoonstitucionahdad del art 131 de la Ley N* 15.575, que gravó con impuesto
a la renta los beneficio; producidos por los bonos-dólares, recurso acogido
por la Corte Suprema el 3 de octubre de 1906, ver Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo 63, sección primera, págs. 353 y s. El fallo se publica
con una nota critica de Eduardo Novoa MonreaL
*>° Nuevo texto fijado por el Decreto Ley N» 1.748, publicado el 18 de
9
marzo de 1977. Recientemente modificado por la Ley N 18.474, publicada
en el Diario Oficial del 30 de noviembre de 1985, la que refuerza los bene-
ficios del contrato-ley, en especial para quienes efectúen inversiones superiores
a 5 0 millones de dólares, de carácter industrial o extractivo.
w t
El art. 14 del primitivo texto del Decreto Ley N" 600 contemplaba
otra hipótesis de contrato-ley. A los titulares de inversiones extranjeras desti-
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 145
I í
* Considerando 3* de la sentencia del Tribuna] Pleno, citada en nota
229. Entre otros fallos de la Corte Suprema, que han apoyado la figura del
contrato-ley, cfr., por ejemplo, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 61,
tea 1, pág. 60 y tomo 62, sea 1, pág. 122.
2 8 3
La aludida opinión del Consejo de Defensa del Estado sobre los
contratos-leyes, se contiene en la Circular N* 2, de mayo de 1967, suscrita
por su Presidente y elaborada, según nuestra información, por Guillermo
Pumpin Belloni, brillante profesor de Derecho Civil.
146 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
9
"** Tales incisos finales, agregados al artículo 10 N 10, por el articulo
¿ . « t í a d ) de la L e y N* 17.450, publicada el 16 de julio de 1971, establecían:
los casos en que el Estado o sus organismos hayan celebrado o celebren
1* debida autorización o aprobación de la ley, contratos o convenciones
de cualquier clase en que se comprometan a mantener en favor de particulares
determinados regímenes legales de excepción o tratamientos administrativos
Mpcciales, éstos podrán ser modificados o extinguidos por la ley cuando lo
«cija el interés nacional".
En caaos calificados, cuando se produzca como consecuencia de la aplicación
del inciso anterior, un perjuicio directo, actual y efectivo, la ley podrá dis-
poner una compensación a los afectados".
Aplicando esta normativa adversa a los contratos-leyes, la Ley N* 17.910, del
* • [ d e febrero del ano 1973, declaró extinguidas las disposiciones de excepción,
«obre régimen legal, jurisdiccional y administrativo, pactadas entre el Fisco
de Chile y la Compañía de Teléfonos ( I T T ) y aprobadas por k Ley N» 4.791.
Sin embargo, en los trabajos preparatorios de la Constitución de 1980
consta ]a voluntad d e eliminar los incisos finales, sobre los contratos-leyes, que
se habían agregado al articulo 10 N» 10 de la Constitución de 1925, pues
atontan contra la afirmación categórica, según la cual la Constitución asegura
el derecho d e propiedad en i w divenai etpecies. Cfr. Informe, del 26 no-
viembre de 1 9 7 5 , de la Subcomisión de Reforma Constitucional sobre el
derecho de propiedad; y Actas de las sesiones N°« 170 y s., de la Comisión de
Reforma Constitucional
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 147
36. EL SUBCONTRATO
2 8 8
Se da la figura del subcontrato en el mandato civil, cuando siendo
factible la delegación del mandato se celebra un submandato entre el dele-
gante y el delegada No hay submandato en la hipótesis del articulo 2137 del
Código Civil, o sea, cuando en el contrato de mandato el mandante autorizó
la delegación designando nominativamente al posible delegado. Entonces, si el
mandatario delega en favor del designado, quien acepta, en lugar de un
submandato se constituye lisa y llanamente un nuevo mandato entre el pri-
mitivo mandante y el delegado.
3 4 0
Destaca en la literatura castellana reciente, el libro del catedrático
Ramón López Vilas: El subcontrato, Edit. Tecnos, Madrid, 1073, al igual que
su articulo publicado en la Revista de Derecho Privado, Madrid, 1064, págs.
615 y a. Cabe agregar la monografía argentina de Héctor Masnatta: El sub-
contrato, Abeledo-Perrot, Buenos Abes, 1066. Dos obras chilenas novísimas
son: Lo subcontratación, de María del Pilar Baeza Campos, Edit. Jurídica de
Chile, 1081; y el libro del profesor Leslie Tómaseuo Hart, precitado en la
nota 2 2 5 , págs. 129 a 181. Por otra parte, la doctrina extranjera también se
ha ocupado del subcontrato a propósito de las cadenas o grupos de contratos,
o simplemente de la pluralidad de contratos vinculados unos con otros. Cuando
se celebra un convenio con una agencia de turismo, a fin que el cliente dis-
CLASIFICACIONES T CATEGORÍAS CONTRACTUALES 149
8 4 1
Los italianos suelen denominar al contrato base, contrato padre, y «J
subcontrato lo llaman contrato hijo.
150 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
44
El subcontrato puede distinguirse de otras figuras afines* .
Distinción que asume especial interés respecto a la cesión de contrato.
La cesión de contrato es el traspaso por uno de los contratantes
a un tercero de su íntegra posición jurídica en un contrato deter
minado. Con la necesaria concurrencia de la voluntad de su co-
contratante primitivo, el cedente traspasa al cesionario todos sus
derechos y todas sus obligaciones derivados de un contrato particular.
El cesionario pasa a ocupar la misma situación que tenía el cedente,
como si hubiera sido contratante inicial, desapareciendo definiti
vamente el cedente del escenario del contrato.
En la cesión de contrato se opera un traspaso total del haz
de los derechos y de las obligaciones del cedente. Por eso es sine
qua non no sólo el consentimiento del cedente y del cesionario, sino
que también el del cocontratante del cedente. Este cocontratante,
en virtud de la cesión pasa a ser contraparte del cesionario.
En el subcontrato, en cambio, el primer contratante no está
directamente concernido, siendo innecesaria su voluntad. El segun
do contratante o intermediario celebra el subcontrato con el tercer
contratante, empleando sólo una parte de los derechos y obliga
ciones derivados del contrato base. El primer contratante no queda
desvinculado ni desaparece de la escena jurídica, a la inversa de lo
que ocurre con el cedente./El primer contratante conserva sus de
rechos y obligaciones emanados del contrato base. El segundo con
tratante, usando su posición jurídica, encomienda al tercer contra
tante, quien acepta, que efectúe parte de su tarea económica o que
asuma parte de sus responsabilidades, para lo cual se crean mediante
el subcontrato nuevos derechos y obligaciones. Estos derechos y
obligaciones vinculan a las partes del subcontrato, mas no al primer
contratante.
Hay entre el contrato base y el subcontrato una relación de
simultaneidad, compuesta de dos unidades jurídicas, que, aunque
dependientes, tienen cada una, al mismo tiempo, identidad y exis
tencia propias. En el caso de la cesión de contrato, la relación es
substitutiva, sin que existan simultáneamente dos entidades jurídicas
con existencia propia, sino que una sola, que después es reempla
zada por otra. Por eso el subcontrato es propiamente una categoría
contractual, carácter que no reviste la cesión de contrato. Esta
última institución donde mejor se ubica es en el tema de la tras-
*** López Vilas, ob. cit., en nota 240, paga. 262 a 298, distingue el
subcontrato de la delegación, de la asunción de deuda, del contrato en favor
de tercero o estipulación por otro, y de la cesión de contrato.
152 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
37. EL AUTOCONTRATO»«
• •ii
9 4 4 b l
* Sobre la cesión de contrato, ver: j . Becqué: La cesston de contrats.
En Etudes de Droit Contemporain, tomo II, Sirey, Paria, 1059, págs. 89 y s.
Manuel Garcia Amigo: La catión de contrato» en el derecho español. Madrid,
1964. Philippe Malaurie: La cession de contrat. Les Cours de Droit, París,
1976. Gonzalo Figueroa Y.: La asunción de deudas y la cesión de contrato.
Ed. Jurídica de Chile, 1084.
*** Sobre el contrato consigo mismo, la principal bibliografía chilena es
la siguiente: Arturo Alessandri R.: La autocontratación o el acto jurídico con-
sigo mismo, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 28, 1031, primera
parte, págs. 5 y *.; Luis Claro Solar: Explicaciones de Derecho Civil Chileno
y Comparado, tomo X L 1037, págs. 436 y s.; Avelino León Hurtado: La
voluntad y la capacidad en lo* acto* jurídico*. Editorial Jurídica de Chile,
3* edición. 1070, Cap. VI, págs. 263 y s.; David Stitchldn Branover: El man-
a
dato civil. Editorial Jurídica de Chile, 3 edición, 1975, N°>- 140-150; Leshe
Toma se lio Hart: ob. ctt., en nota 225, págs. 80 y s.
*** En otros países estos casos se encuentran por lo general relacionados
;
—*-* -' — n i a l mm «nnara el estatuto de los
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 53
3 5 3
Después de algunas vacilaciones, la jurisprudencia chilena ha admitido
la doctrina de la representación-modalidad. Cft. Revista de Derecho y Juris
prudencia, tomo 48, sea 1, pág. 171; tomo 53, sea 1, pág. 112. Corrobora
esta tesis el propio tenor literal del art. 1448 del C.C.: los efectos del acto
se producen respecto del representado, como si hubiese contratado él mismo
(aunque no lo ha hecho).
5 5 4
Según el profesor Luis Diez-Picazo (ob. clt., en nota 77, N* 1 2 4 ) ,
el autocontrato es un contrato, conclusión para la cual bastan las razones de
orden práctico, máxime que la doctrina del acto unilateral es incapaz de
aclarar por qué algo que no es contrato produce los mismos efectos que el
contrato. Considera él, sin embargo, que es una ficción sostener que el autor
del negocio jurídico pueda manifestar dos voluntades o que la voluntad única
implique dos declaraciones de voluntad o que la voluntad pueda tener dos
direcciones diversas. Sin entrar a polemizar sobre lo último, no está de mas
dejar constancia de que las ficciones abundan en el Derecho. La representación
en materia sucesoria es definida como una ficción legal por el art. 984 del
Código Civil. No pocas presunciones de derecho o iure et de iure suelen
revelar ficciones cuando en ellas se subsumen casos concretos que las des
mienten. Frente al art. 76 del Código Civil existen casos frecuentes de per
sonas cuya concepción duró menos de 180 o más de 3 0 0 días. El art. 514
N ' 9 del Código Civil cuenta a los muertos entre los hijos v i v o s . . .
1 5 3
Ver tupra, especialmente en N* 9.3., la llamada concepción romana res
tringida del contrato o del contrato como tdtro citroque obligari.
*** Sobre el contrato forzoso, «upra N» 33.
156 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
3 , 7
Discrepamos, por lo mismo, con Alessandri, cuando sostiene, en su
interesante trabajo precitado en la nota 245, que deberían aplicarse por ana-
logia las normas prohibitivas del autocontrato, a fin de privar de eficacia a
todo acto jurídico consigo mismo en el cual pueda existir conflicto de intereses
entre los titulares de los dos patrimonios concernidos.
3 6 8
Respecto a algunas perspectivas particulares de la autocontratación,
cfr. nuestro Informe en derecho tabre compro de acciones por el (¿bocea de
la sucesión vendedora, en Revista de Derecho, Universidad Católica de Valpa-
raíso, tomo VIH, 1984. págs. 129 y s.
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 157
*** Sobre el particular, José Castán Tobeñas, ob. cit. en nota 47, pag. 487.
Sobre ellas, José Puig Brut&u: Fundamentos de Derecho Civil, tomo
II, val. 1, Bosch, Barcelona, 2* e d , 1978, págs. 500 y s.
" i Ob. cit., en nota 2, pág. 227.
158 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
3 8 3
Otra alternativa para proceder, en esta misma hipótesis, seria la del
mandato sin representación. El mandatario simplemente finge ante el vendedor
que está actuando a nombre propio, comprando para si, lo que está permitido
por el articulo 2151 del Código Ovil.
a
** Ob. cit., en nota 144, pág. 70.
*** Sobre la exposición de Messineo relativa al tema en estudio, cfr.,
ob. cit., en nota 44, págs. 501 a 509.
CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS CONTRACTUALES 159
2 8 6
Contrato per contó di chi spetta, según la doctrina italiana. La expre
sión es empleada por el Código de 1942 a propósito de los contratos de venta
(art. 1513) y de seguro (art. 1891). En el caso del transporte (art. 1 6 9 0 ) ,
el Código italiano se refiere al contrato per contó deü'avente diritto.
160 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
y ••
CLASIFICACIONES T CATEGORÍAS CONTRACTUALES 161
L A AUTONOMÍA DE L A VOLUNTAD
3 8 7
Cfr. Juques Flour: Cours de Drotí Civil. Ed. Les Cours de Droits,
París, 1964-1965, págs. 79 y s. También Flour y Aubert: Le» Obligations, vol.
1, Ed. Colin, París, 1975, N°». 94 y s. En este libro se recoge el enfoque del
Covn; enfoque sobre la autonomía de la voluntad que preferentemente ha
inspirado el presente capítulo.
3 ( 1
En la hoy amplísima bibliografía sobre la autonomía de la voluntad,
conserva plena vigencia la magistral tesis doctoral, defendida por Emmanuel
Gounot en' 1912, en la ciudad de Dijon: Le principe de l'autonomie de la
volante en drotí privé. Contrtbution a l'étude critique de l'individuaUsme
juridique. Algunos párrafos de esta tesis, títfra N* 46.2.
166 LOS CONTRATOS (PARTS GENERAL)
2 , 9
Algunas ccnsxderackmes tobre la nacionalización en relación con los
antecedentes legislativos de la reforma constitucional. En Ettudioi Jurídico»,
Universidad Católica de Chile, volumen enero 1972, pag. 91.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 167
S T 0
En este sentido, entre nosotros Manuel Somarriva: Derecho Sucesorio,
versión de Rene Abeliuk, 2* edición, Editorial Nascimento, Santiago, 1961,
N* 6: "Al reglamentar la sucesión intestada el legislador trata de interpretar
la voluntad del causante; se pone en el caso de que éste hubiere hecho
testamento".
2 7 1
El intento que sigue debe entenderse complementado con las aproxi-
maciones histórica y comparada al concepto del contrato, supra, primera parte,
9
capítulos dos y tres. El lector falto de tiempo podría limitarse ai N 13.
168 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
«* Ob. e
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 169
2 7 8
Inmarmel Kant: Principios metafisicos de la doctrina del Derecho.
Ed. Universidad Nacional Autónoma de México, 1068. pig. 80.
170 LOS CONTRATOS (PARTS GENERAL)
2 7 4
Célebre es la expresión acuñada por A. Fouillé, en su obra Scienc*
Sociale, 2» ed., pág. 410: Qut dtt contractueüe, dtí fuerte.
m
Flour y Aubert, ob. cit. en nota 267, N» 108.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 171
2 7 9
La Iglesia y la realidad social. Carta apostólica, en conmemoración
del 80? aniversario de la Encíclica nerum Novarum del Papa León XIII, 1871,
N<». 26 y 35.
CAPÍTULO SECUNDO
EL PRINCIPIO D E L CONSENSUALISMO
C O N T R A C T U A L Y SU DETERIORO
4 7 7
Sobre manifestación de voluntad y formación del consentimiento,
entre los libros chilenos sobre acto jurídico, ver, por ejemplo, el del profesor
Domínguez Águila: Teoría General del Negocio Jurídico. Editorial Jurídica de
M
Chile, 1977, N - 17 al 30.
m
Ver tupra N" 7, en especial la parte final.
« • Ver tupra N « . 8.1., 9.1. y 9.3.
**° Ver tupra N« 12.2.
* « Ver tupra N» 12.3.
«*» Ver tupra N? 13.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 175
M
* Cfr. nuestro informe Prescripción de las acciones cambiarias y extra-
9
cambiarlas. Ley N 18.092. Citación del deudor a reconocer firma o confesar
deuda, publicado en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 82, N ' 1,
1985, primera parte.
** Cfr. Fallos del Mes, abril 1976, pag. 37.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 177
3 8 8
Otra formalidad habilitante, divena a una autorización previa, es,
por ejemplo, la exigencia legal de que determinadas enajenaciones se efectúen
en publica subasta. Ch. arta. 394 y 1294 del C. Civil.
as» Esta nulidad relativa tiene su base legal en el art 1682-3 del C. Civil,
corroborado por el art. 1757 en lo que se refiere al incumplimiento de forma
lidades habilitantes en la administración ordinaria de los bienes de la sociedad
conyugal.
2 , 1
La Exorna. Corte Suprema califica el pacto de separación total de
9
bienes como un contrato, en la sentencia N 6 publicada en Fallo» del Mes,
N* 144. Podría considerarse que en el caso del art. 1723, la subinscripción
reviste el carácter de formalidad ad soUmnitatem.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 179
2 9 8
Cfr., sobre la inoponibilidad, como sanción resultante en este último
caso por el incumplimiento de la forma de publicidad, Julio Olavarria Avila,
ob. cit. en nota 106, tomo 1, N* 161.
*** Cfr., sobre esta distinción de las formalidades de publicidad, Víctoi
Vial y Alberto Lyon: Derecho Civil. Teoría General de lo» Actos Jurídicos y
de las Personas. Ediciones Universidad Católica de Chile, 1985, N°» 146 y 150.
2 9 4
Para un análisis más completo de los casos en que el legislador patrio
exige el cumplimiento de formalidades de publicidad, cfr. la excelente Memoria
180. LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
3 K
Esta exigencia no rige en el ámbito de los contratos mercantiles, en
virtud de lo dispuesto en el art. 128 del Código de Comercio. Pero se vuelve
al criterio del Código Civil, que establece la necesidad de preconstituir por
escrito k prueba del contrato, cuando en materia mercantil el legislador exige
escritura pública. Lo mismo ocurre, con matices probatorios que aquí omiti-
remos, cuando se rechaza la testifical. V . gr., art. 618 del C de Comercio.
- ***-En octubre de 1986 el valor de la unidad tributaria es $ 5.564. En
marzo de 1983 era de 1 2.673.
a T
' • ' • * * Durante 120 anos, desde la promulgación del Código de Bello hasta
la dictación del Decreto Ley N* 1.123 publicado en el Diario Oficial del
4-8-1975, se mantuvo -inalterable el guarismo de doscientos pesos viejos que
indicaba el art 1709, los que después pasaron a ser insignificantes 0,2 escudos.
Sólo desde 1975, año del reemplazo del escudo por el peso actual, el art 1709
indica una unidad de cuenta, la unidad tributaria, que va periódicamente
camhiando su equivalencia en pesos, según los vaivenes de la inflación. Si el
legislador durante tanto tiempo no reajustó los doscientos pesos indicados en
el art 1709, fue en virtud del deseo de que cada vez más contratos se exten-
diesen por escrito.
" *** Jean Etieane Portalis: Discurto preliminar del Proyecto de Código
CivÜ francés. Paria, 1801. Traducción y Prologo por Manuel de Bivacoba. Ede-
vaL Valparaíso, 1978, pág. 92.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE A CONTRATACIÓN 181
3 0 9 ?
Artículo 9», inciso final, del Decreto Ley N 2.200. Antes art 119-3 del
Código del Trabajo. La Corte Suprema ha, sin embargo, declarado que la pre-
sunción de veracidad de las declaraciones del trabajador sólo rige en un ám-
bito de verosimilitud y lógica, pero no ante hechos que por si solos desauto-
rizan lo afirmado en la demanda (Fallos del Mes, abril 1976, pág. 5 0 ) .
8 0 0
Articulo 5» del Decreto Ley N? 993. En materia de locación de in-
muebles urbanos se aplica el mismo criterio, pero únicamente respecto al monto
de la renta, lo que resulta del artículo 2 0 de la Ley N« 18.101, del año 1982.
8 0 1
Pero este art. 14 debe interpretarse en armonía con el art. 12 de la
misma ley (y 798 del C. de Comercio), según el cual "la gratuidad no se pre-
sume en las operaciones de crédito de diñero. Salvo disposición de la ley o
pacto en contrario, ellas devengan intereses corrientes...". Opino que si el
contrato en que se estipuló la operación de crédito de dinero no consta por
escrito, el acreedor puede exigir intereses corrientes, pues éstos son una cosa
de la naturaleza en dichas operaciones. Sólo para que se devenguen intereses
convencionales ' o ningún interés es indispensable que la cláusula accidental
correspondiente conste por escrito.
182 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAL)
* » Tomo Tercero, págs. 180 a 230. Traducción del Cefer al español, por
Enrique Príncipe y Santones. Madrid. Edit. Bailly-Baillire, 5* ed. sin fecha.
186 JOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
EL PRINCIPIO DE LA L I B E R T A D CONTRACTUAL
Y SU DETERIORO
3 0 9
Tal es el caso de Arturo Alessandri R., en su trabajo precitado en la
nota 186.
*io Sobre el orden público y las buenas costumbres, ambos conceptos
válvulas o nociones indeterminadas o en blanco, ver, por ejemplo, Fernando
Fueyo Laneri: Interpretación y Juez, Santiago, 1976, págs. 117 y s.
188 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
n 9
• Sobre estos contratos, supra N 25.
u
* Arion Contract Lato, libro editado por Melbouroe Universfty Press,
Australia, 1969, págs. 118 y s.
u
* Este aspecto positivo de la libertad contractual, que destaca el De-
cano de la Universidad de Tasmania, a nuestro entender concierne a la fuerza
obligatoria del contrato y no al principio jrtmdom of contract.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 180
principio de la buena fe es una noción del dril law y no del sistema del
common law, también ha venido a limitar la libertad contractual en mu-
chas naciones orientales. Por ejemplo, en Japón, donde ya antes d e la
ley de 1947 los Tribunales se inspiran en los criterios alemanes y suizos
sobre la buena fe contractual.
1 1 4
Por otro lado hay que tener presente que en la civilización de con-
sumo en que vivimos, el contrato aislado, decidido y configurado libremente,
ha dejado de ser el prototipo del acto jurídico convencional. Uno de los rasgos
que caracterizan a nuestra vida social es la incitación al consumo. Los medios
de comunicación y las agencias de publicidad, al servicio de los productores,
crean en la gente deseos y necesidades de contratar. Se trata de suscitar en
el público la necesidad irresistible de comprar o consumir el producto pu-
bbatado. Especialmente en las naciones ricas, pero también en alguna me-
dida en nuestros paises capitalistas del Tercer Mundo, a la libertad contrac-
tual ha sucedido una suerte de "dominación contractual". Este fenómeno eco-
190 tOS CONTRATOS (PARTE CENERAD
si* Luis Claro Solar, ob. cit. en nota 245, tomo XI, 1937, pág. 470, N*
1.029.
M
* Sobre esta última distinción, que no compartimos, matizada por la
Corte Suprema con el aditamento de que, sin embargo, los jueces de las ins
tancias no pueden desnaturalizar las cláusulas claras y precisas de los contra
tos, cfr. nuestro trabajo: Interpretación y calificación de lo* contratos frente al
recurso de casación en el fondo en materia civil. Editorial Jurídica de Chile,
1986. 133 páginas. Ver además infra cuarta parte, capitulo tres.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 193
1 , 7
Sobre la concepción voluntarísta del contrato, cfr. supra, en especial
N* 13, N ' 39 y N ° 40.
l a
* Francesco Messineo, voz Contratto. DirUto prioato. Teoría genérale.
En Enciclopedia del Diritto, voL IX, Giuffré, Milán, 1961, N» 13, pág. 808.
194 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAD
S 1
* Gounot, ob. ctí. en nota 268, extractos de sus págs. 128, 129 y 122.
2
* * La libertad de contratar y tus fustas limites, en Semanas Sociales de
Francia. Tomado de Gonzalo Figueroa Yáfiez: Curso de Derecho Civil. Tomo
9
IL Editorial Jurídica de Chile, 1975, N 168, quien tradujo el texto francés,
traducción de la cual se seleccionaron los dos párrafos que siguen.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 195
K
x a
'mi del patío violar la santitate, sur lor capo cadran tnorti e ruine .
anterior no se opone, sin embargo, a la exigencia de que la filosofía
del Derecho investigue las razones ultimas d e la regla pacta sunt servan
do. Giorgi, quizás demasiado sintéticamente, agrupa en varios sistemas las
principales ideas en este tema:
3 3 1
Teoría de las Obligaciones. Traducción de la 7» ed. italiana, Ed. Reus,
Madrid. Volumen ni, 1929, !*>•• 14-18, págs. 29 a 35.
3 2 3
Cfr. Giorgi, ob. cit. en la nota anterior, vol. III, pág. 30 y su nota 2,
donde se remite a la litada.
196 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAD
1
'urídicos históricos no se dotó d e acción ni a las promesas informales ni a
os simples pactos. Para comprobar lo segundo es suficiente tener en
cuenta que cuando el ordenamiento jurídico exige unos determinados
requisitos, por ejemplo d e forma, para la eficacia del contrato, no basta
la palabra dada ni la confianza suscitada para que la obligatoriedad en
el orden jurídico se produzca. En tales casos, en el orden moral el. deber
d e respetar la veracidad subsiste, pero en el orden jurídico no hay ver-
M
dadera obligatoriedad" * .
3 2 7
Théorie Puré du Droit, traducción al francés de Eisenmann, Dalloz,
París, 1962, pág. 346.
m
La Théorie juridique de la convention, publicado en Archives de
PhilosophJe du Droit et de Sociologie Juridique. Sirey, París, volumen especial,
año 1940, págs. 33 a 76.
**• Ob. cit. en nota precedente, pág. 36.
**> Ibidem, págs. 47 y 48.
8 3 1
Sobre la norma fundamental del ordenamiento jurídico piramidal, cfr.
ob. cit. en nota 327, en especial Título V, págs. 255 a 369. Ver también la
colaboración del profesor Graham Hughes Validez y norma básica, en el N* 6
de la Revista de Ciencias Sociales, precitado en nota 325, págs. 199-223.
198 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
M T
Hemos visto, sin embargo, al examinar la clasificación de los contratos
en conmutativos y aleatorios, que todos los contratos implican correr un albur.
Ver tupra N» 22.
**» Ob. ctt. en nota 133, N°«- 181 a 187.
**• Sobre lo objetivo y lo subjetivo en los contratos, cfr. el trabajo del
profesor Hébraud, en el libro colectivo Mélanges offertet a Jacque* Maury,
Dalloz-Sirey, París, tomo 2, 1060, págs. 410 y s. También la tesis doctoral de
Ha use r: ObjecHoume et subjectMsme dam Tóete fvridlque, L.G.D.J., París,
1971.
M 0
mpuesto M) es asi en las situaciones de contratos forzosos he-
9
loxo jre éstos, a N 33.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 201
M 1
Cierto que el subjetivismo es menor en el caso de determinar si hubo
o no culpa, que cuando el sentenciador decide si hubo o no dolo. Lo que de-
riva de que la culpa se aprecia en abstracto y el dolo, en Cambio, se aprecia
en concreto. Para decidir si hubo o no culpa, el juez compara la conducta del
demandado con la conducta que habría debido desplegar un prototipo abstrac-
to de hombre en iguales circunstancias. Para decidir si hubo o no dolo, el juez
compara la conducta del demandado con la que a ¿1 mismo, hombre de carne
y hueso, le era exigible. Cfr., sobre este atractivo tema, la obra de Noel Dejean
de la Batíes, Appreciation in abstracto et appréciation in concreto en Droit Civil
Francais, L.G.D.J., París, 1965.
M 1 b i a
Este planteamiento implica preferir el sistema objetivo o realista
0
de interpretación contractual. Ver infra, Cuarta Parte, N »- 64 y s., respecto a
los sistemas de interpretación de los contratos.
t í
* José Puig Brutau, ob. cit. en nota 260, pág. 18.
¡02 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
*** También los artículos 2003, regla 2*. en el ámbito del contrato de
construcción; 2227, en tema de depósito; 1496, en tema de caducidad legal
del plazo, todos del C. Civil, permiten que se pase por encima de lo inicialmente
convenido, en virtud del advenimiento de nuevas circunstancias.
*** Cfr. Ceorges Briere de l'Isle: Le maintien par voie davtorité du rap-
port contractuel aniñé á son expkation. En el libro colectivo "La Tendance a
la Stabilité du Rapport Contractuel", L.C.D.J., París, 1960, págs. 301 y s.
204 IX» CONTRATOS (PARTE GENERAL)
M
Entonces art. 10 N» 10 de la Constitución de 1925.
206 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
U l
Ismael Ibarra Léniz: Ley de octubre de 1861 sobre efecto retroactivo
de las leyes. Edit. Universitaria, Stgo., 1960, pág. 31.
9
*n Hoy art. 19 N 24 de la Constitución de 1980. Si bien en el Acta
Constitucional 3 y en la actual Constitución desapareció la frase que esta-
blecía la inviolabilidad de todas las propiedades, la Corte Suprema ha puntua-
lizado que esta circunstancia es irrelevante y que hoy, más que antes, subsiste
la imposibilidad de que el legislador dicte leyes retroactivas que afecten el
9
derecho de propiedad. Ver Fallos del Mes N 215, pág. 231, considerando 12.
s n
Cfr., por ejemplo, cuatro sentencias del Pleno de la Corte Suprema,
publicadas en Fallón del mes, N» 182, pág. 273; N? 186, pág. 54; N* 188, pági.
113 y 118.
208 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
8S7
ridos, que dictara en 1974 , rechazó los recursos de inaplicabÜidad
en razón de este argumento y admitió, expresamente, que el legis-
lador podía modificar contratos vigentes, pues la garantía constitu-
cional de la propiedad de las cosas incorporales no es una garantía
absoluta. El inciso primero del artículo 19 N° 24 se encuentra res-
tringido por el inciso segundo del mismo precepto constitucional.
Por último, no está de más recalcar que la fragilidad de la fuerza
obligatoria de los contratos frente al legislador, se compadece
perfectamente con la recta primacía del interés general sobre el
interés individual; como lo pone de manifiesto la historia del Derecho.
Refiriéndose a lo acontecido en la evolución del Derecho Roma-
no, Ihering afirma que un respeto absoluto de los derechos existentes
más bien ofende a la idea del derecho. Los derechos adquiridos no
son derechos eternos. Sin la abolición de los derechos existentes,
cuando desaparecen las ideas a que deben su existencia, no es posible
el progreso del Derecho.
A pesar de que la irretroactividad de las leyes estaba formal-
mente establecida, la promulgación de las novae tabulae (leyes mo-
ratorias), aunque trajo evidente perjuicio a los acreedores, fue un
acto de profunda justicia social. También se revisaron contratos en
curso, en el Derecho Romano, a favor del Estado deudor, cuando
858
durante las guerras púnicas se rebajaron los intereses .
En los últimos años se han dictado en Chile diversas leyes
modificatorias de contratos en curso, las que han sido toleradas por
los afectados, quienes no han luchado en defensa de sus intereses
3 6 7
Sentencias individualizadas en nota 353. En otra sentencia más re-
9
ciente ( 7 agosto 1984, en Fallos del Mes N 309, pág. 3 8 4 ) , pronunciada en
la causa Comunidad Galletué con Fisco, la E. Corte sostuvo que las limita-
ciones que establezca la ley al derecho de propiedad (limitaciones distintas a
una expropiación. En este caso: impedir la explotación forestal de la especie
9
denominada pehuén o araucaria araucana) en conformidad al art. 19 N 24,
inciso 2, de la Constitución de 1980, no impiden ni son incompatibles con el de-
9
recho del afectado a ser indemnizado de los daños sufridos. Si el art. 41 N 8
de la Constitución consagra el derecho a la indemnización por las limitaciones
al derecho de propiedad durante los estados de excepción constitucional, "con
tanta mayor razón, por evidente equidad, la indemnización será procedente
si la limitación al dominio es dispuesta por la ley o las autoridades en estado
9
normal constitucional y no de excepción" (considerando 1 2 ) . En esta sen-
tencia se acoge la tesis de la indemnización por acto licito de la Administra-
ción (cfr. sobre este particular, la ponencia a las Jomadas de Derecho Público,
presentada en Santiago, el 2 2 de noviembre de 1985, por el profesor Osvaldo
Oelckers Camus, la que será publicada próximamente), la cual podría inspirar
el derrotero de admitir que el legislador pueda modificar contratos en curso
(limitando asi la propiedad del acreedor sobre sus derechos personales), pero
indemnizando la lesión o daños que la revisión cause.
3 6 8
El Espíritu del Derecho Romano, traducción al castellano citada en
9
nota 308, tomo 2, N 32.
210 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
*•* Esta norma está vigente. El art. 11-1 del Decreto Ley N° 993 sobre
arrendamientos rústicos, modificado por el D.L. N* 2.567, se remite al Titulo
del Código Ovil en el cual se ubica dicho articulo 1983.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 215
9 7 0
Trátase de la cláusula contractual expresa, conocida como cláusula
hardship. Cfr. sobre ella infra N» 50.1.
9 7 1
La grada del enriquecimiento sin causa está en los casos en que actúa
directamente como fuente de la obligación restítutoria del deudor que se en
riqueció injustamente. Con frecuencia, sin embargo, se acude a esta institu
ción sólo "a mayor abundamiento", o sea, para explicar efectos (como las re
compensas en la sociedad conyugal) que de todos modos se producirán, pues
existen normas legales que los establecen.
" 3 Dictamen N* 40.153, de 12 de julio de 1068.
LOS CONTRATOS (PARTE. GENERAL)
218
m
En La Contraloria General de la República, libro en conmemoración
del cincuentenario de h institución. Santiago, 1977, pág. 220.
"* Ceorges Ripert: La Regle Moróle dan» le* ObÜgations CivÜet París,
L.C.D.J., 4* ed. 1949, N<». 142 y 144.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONTRATACIÓN 219
3 7 8
En su célebre obra Méthode d'lnterprétation et Sources en Droit
Privé PosUif, 1» ed. 1899. 2* edición, nuevo tiraje en dos volúmenes, L. C. D.
)., París, 1954. Para una explicación breve sobre el método de la libre inves-
tigación científica, cfr. Antonio Vodanovic (basado en las clases de Alessandri
y Somarriva): Curso de Derecho Civil, tomo 1, vol. 1, 3* ed., Nascimento,
Stgo. 1961, N« 151.
t T oa
* Más abajo, N - 60 y s., se estudiará con detención el principio de la
buena fe, distinguiendo entre la buena fe subjetiva y la buena fe objetiva.
222 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL]
887
L'adaptation des contrata intemationaux aux changements de
constances. La clause de hardship, publicado en Journal du Droit Internatio
nal (Clunet), París, 1974, págs. 794 a 812. Sobre este terna ver además el
reciente trabajo de Régis Fabre: Les clauses ¿"adaptation dans les corara
en Bevue Trimestrielle de Droit Civil, N« 1, año 1983, Ed. Sirey, París, págs.
1 a 30.
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
230
5 8 8
A diferencia de lo que ocurre con la cláusula de fuerza mayor, en la
cual se individualizan con detalles las posibles situaciones de caso fortuito, que,
si tienen lugar, obligarán a las partes a negociar.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
231
3 8 8
Ver artículos 242 a 251 del Código de Procedimiento Civil chileno.
3 9 0
La concepción del arbitro considerado no como un juez, sino que como
un tercero que reemplaza a las partes y que decide como si él fuere las partes,
se inspira en el Derecho suizo. Sobre este punto, y en general sobre el tema
de la naturaleza de la intervención del arbitro en la modificación del contrato,
cfr. oh. cit. en nota 384, págs. 156 y s.
232 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
8 9 1
V. gr., Acuerdo 1517-01-830620, adoptado el 20 de junio de 1083, pu-
blicado en el Diario Oficial del 22 del mismo mes.
8 8 2 9
V.gr., ley N 18.385, publicada en el Diario Oficial del 30 de no-
viembre de 1984.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
233
3 9 3
El ejemplo se circunscribe a los préstamos a largo plazo, con garantía
hipotecaria, y de ordinario con emisión de letras hipotecarias. Estos préstamos
fueron generalmente concedidos para permitir a los mutuarios el acceso a la
vivienda propia. En otros sectores, también vastamente endeudados con el
sistema financiero nacional, como es el caso de los transportistas, que moder-
nizaron el parque de camiones y de autobuses que ruedan en Chile, todavía
no se ha producido la renegociación que claman los deudores, pues siguen
sin dictarse las normas generales que la permitirían.
*** La expresión "resciliación" no se emplea habitualmente en otros paí-
ses de habla hispana, ni en las traducciones españolas de autores de otras
lenguas. En Chile, en cambio, es frecuente el empleo de este neologismo jurí-
dico, v. gr., Manuel Somarriva Undunaga: Derecho de FamÚia, Ed. Nasci-
mento, Santiago, 1983, N* 134.
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
234
3 9 8
Lecciones de Derecho Civil, traducción del francés, Ediciones Jurídi
ca» Europa-América, Buenos Aires, Parte Segunda, tomo III, 1960, N» 729.
" * Estimamos que la nulidad civil exclusivamente dice relación con el
incumplimiento de los requisitos del acto jurídico contemplados en el art. 1445
del Código Civil o con el incumplimiento de las solemnidades ad tolemnitatem
o de las formalidades habilitantes.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
235
9 9 7
Empero, el Código Civil, en una perspectiva distinta, a menudo em
plea la voz rescisión (o sea, nulidad relativa) a propósito de contingencias que
tienen lugar después de celebrado el contrato o que, al menos, no conciernen
al incumplimiento de los requisitos del acto jurídico, contemplados en el art.
1445 especialmente. Asi ocurre en materias de acción pauliana o revocatoria
(art. 2468); de acción para el saneamiento de los vicios redhibí torios (arts.
1857 y 1860); de acción de inoficiosa donación (arts. 1187 y 1425), etc. Inclu
so, lo que es indiscutiblemente errado, en los arts. 93 y s. del Código Civil, al
reglamentar la ineficacia del decreto judicial de posesión definitiva por la
reaparición del desaparecido, se refiere a la rescisión de dicha resolución judi
cial. En el caso del art. 2127 del Código Civil, se declara nulo lo actuado
separadamente por un mandatario, cuando los dos o más apoderados estaban
obligados a actuar conjuntamente. Esta nulidad, según la palabra inexacta del
legislador, es consecuencia de la infracción a una prohibición convencional y
no resultado del incumplimiento de los requisitos exigidos para la formación
del acto jurídico.
** Cfr. supra, N» 49.3.
8 8 8 9
Cfr. infra, la teoría de los riesgos en los contratos bilaterales, N 93.
LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
236
4 0 0 9
Se resume a continuación el capitulo III, párrafo 4 , de nuestra Me-
moria de Prueba citada en nota 141.
1(01
En este sentido, cfr. la excelente Memoria del ex Decano de la Fa-
cultad de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso José Flo-
rencio Infante Díaz: Causales de casación de fondo en materia civil, Imprenta
y Litografía Universo, 1933, pág. 106.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E L A C O N T R A T A C I Ó N 237
4 0 0
En Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 7, pág. 463. En igual
sentido, Luis Claro Solar en ob.cit. en nota 245, Tomo XI, N* 1033, en espe-
cial págs. 480 y 481.
4 0 7
La interpretación de los contratos ante la doctrina y la furisprudencia,
Memoria de Prueba, 1941, pág. 44.
4 0 0
Sobre las sentencias de la Corte Suprema, en su gran mayoría favo-
rables en los últimas tiempos a la procedencia del recurso de casación en el
fondo por infracción de la ley del contrato, ver Repertorio de Legislación y a
Jurisprudencia Chilenas, tomo IV, Código Civil, Editorial Jurídica de Chile, 2
ed., 1969, págs. 173 y s.
4 0 0
Casación Civil, traducción del italiano, Ediciones Jurídicas Europa-
América, Buenos Aires, pág. 93. En igual sentido, entre los autores chilenos.
Cario* Anabalón S.: Tratado Práctico de Derecho Procesal Civil, tomo 2, págs.
268 y s.
« ° Ver infra, N°« 87, 88 y 89.
CAPÍTULO QUINTO
53. GENERALIDADES
« » Articulo 1156 del Código Napoleón; «rU. 1257 del Código español;
1372-2 del italiano; 1195 y 1196 del argentino; artículos 1329 del Código pe-
ruano de 1936 y 1363 del nuevo Código Civil del Perú, de 1984.
a
* En ámbito* específicos, el Código Civil chileno establece el principio
en comentarlo. E l lo que ocurre, respecto al contrato de transacción, en el
art. 2461. También, en favor de lo* acreedores hereditarios o testamentario*,
para quienes lo* acuerdos entre lo* herederos son r*j ínter attiot acta; no
obligan » los primero* según lo* arU. 1340-2 y 1526 N» 4 del Código.
El Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chilenas, Código Ci-
vil, tomo IV, segunda ed., 1969, paga, 167 y 168, N* 6, cita dlex centeocUi de
la Corte Suprema en este sentido. *
242 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 1 4
C. Suprema, 28 junio 1976, en Fallos del Mes, N» 211, pág. 120 (con-
sids. 2 a 4).
4 1 6
En este sentido, Louis Josserand: Derecho Civil, traducción del fran
cés, Ed. Jurídica Europa-América, Buenos Aires, Tomo 2, Vol. 1, 1950, N* 250.
El efecto relativo de las sentencias lo establece, claramente, el art. 3, inciso 2,
del Código Civil chileno.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
243
4 1 4
Cabe advertir que el llamado efecto absoluto del contrato, que per-
mite su oponibilidad a terceros, no es propiamente una excepción al principio
del efecto relativo. Todas las excepciones al efecto relativo implican casos en
que un contrato crea derechos u obligaciones para un tercero. Tratándose del
efecto absoluto eso no ocurre. Simplemente un contrato es invocado por un
tercero o le es opuesto a un tercero en cuanto hecho. Cfr. sobre esto, infra
N» 57.
L O S C O N T R A T O S (PARTS G E N E R A L )
244
4iT £1 articulo 1122 del Código Civil francés dispone que la persona que
celebra una convención, se reputa que estipula para si y para sus herederos y
causahabientes, salvo que lo contrario haya sido expresado o resulte de la
naturaleza de la convención. Por su parte, el Código Civil uruguayo dispone
en el articulo 1202: "Los efectos de los contratos se extienden activa y pasi-
vamente a los herederos y demás sucesores de las partes, a. menos que lo
contrario resulte de una disposición especial de la ley, de una cláusula de
convención o de la naturaleza misma del contrato".
« • Sobre los legatarios, ver, por ahora, arts. 951, 954 y 1104 del Código
Civil.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
245
4 1 9
Según Messineo, la figura del sucesor a titulo singular no es neta, ni
puede siempre distinguirse de las partes y de los terceros absolutos (Enciclo-
pedia del Diritto, tomo IX, Ed. Giuffré, 1961, voz Contratto. Dirtíto privato.
Teoría genérale, N» 117, pág. 972).
4 2 0
Hemos analizado el problema del valor de las cláusulas de no enaje-
nar o prohibiciones voluntarias de enajenar, en nuestro informe en derecho
246 LOS C O N T R A T O S ( P A R T E G E N E R A L )
4 2 4
Cfr. Decreto Ley N» 211, de 1973, modificado por el Decreto Ley
N' 2.760, de 1979. El articulo 1' de esta actual legislación antimonopolios es
muy amplio: "El que ejecute o celebre, individual o colectivamente, cualquier
hecho, acto o convención que tienda a impedir la libre competencia dentro del
país en las actividades económicas, tanto en las de carácter interno como en
las relativas al comercio exterior, será penado con presidio menor en cualquiera
de sus grados. Cuando el delito incida en artículos o servicios esenciales, talss
como los correspondientes a alimentación, vestuario, vivienda, medicina o
salud, la pena se aumentará en un grado". Además, la Comisión Resolutiva
tiene como deber y atribución: poner término a los actos, contratos, convenios,
9
sistemas o acuerdos contrarios a las disposiciones del Decreto Ley N 211 (art.
17, letra a, N» 1).
248 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 8 8 ?
La ley N 3.918 del año 1923, derivada de una moción de Luis
Claro Solar, a la sazón Presidente del Senado de la República, en apenas cinco
parcos artículos, reglamenta, de modo insuficiente, las sociedades de respon-
9
sabilidad limitada. En conformidad al art. 4 inciso 2, en lo no previsto en esta
ley, ni en el pacto social, las sociedades de responsabilidad limitada se rigen
por las reglas de las sociedades colectivas. Tratándose de una sociedad civil
de responsabilidad limitada, es pertinente el Titulo XXVIII, del Libro IV del
Código Civil.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
249
4 8 1
Cfr. Julio Dassen: Contratos a favor de terceros, Ed. Abcledo-Perrot,
Buenos Aires, 1960, págs. 29 y 30. Amplia bibliografía especializada en el
tema, al final de esta monografía.
4 1 3
José Castán Tobeñas, ob. cit. en nota 429, pág. 639 y apostilla N» 3.
252 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 8 3
1 contrati a favore dei terxi, Ed. Francesco Vallardi, Milán 1912. Tra-
ducido al español, Madrid, 1948, pág. XVIII. Otras definiciones pueden en-
contrarse en la Memoria de Prueba de Héctor Salas Neumann: La estipulación
9
por otro, Concepción, 1941, en especial N 6. Este trabajo fue calificado con
nota sobresaliente. -
4 5 4
Es cierto, sm embargo, y asi lo pone de relieve la definición del con-
trato de transporte del articulo 168 del Código de Comercio, que el expedidor
o cargador puede ser la misma persona que el consignatario, pero ello no es
habitual.
4 3 8
Contrariamente a lo que se ha sostenido, en especial por los civilistas
españoles contemporáneos, y en nuestro pais por Ramón Domínguez Águi-
la (Los terceros y el contrato, Revista de Derecho, Universidad de Concep-
9
ción, N 174, 1983, pág. 165), me parece que el contrato en favor de persona
que se designará o contrato por persona a nombrar no es una variante o caso
de estipulación en favor de un tercero. Normalmente el contrato por persona
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN £53
4 9 0 9
Josserand, ob. cit. en nota 415, N 304, inspirándose en sus compa
triotas Colín, Capitant y -De La Morandiére, expresa: "La estipulación por
otro es una de las raras aplicaciones de la declaración unilateral de voluntad
en nuestro derecho francés; el tercero beneficiario es acreedor en virtud de un
acto jurídico unilateral, situado en un cuadro contractual que le da vida y le
asegura eficacia". Obviamente, este cuadro contractual es la convención entre
estipulante y prometiente, en la que se injertaría la obligación en favor del
beneficiario, creada por la voluntad unilateral del prometiente.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
255
4 3 7
En el tríptico legal concerniente a las fuentes de las obligaciones,
compuesto por los arts. 1437, 578 y 2284 del Código Civil, no figura la volun-
tad unilateral del deudor. Sobre esta posible fuente de las obligaciones, en la
bibliografía nacional destaca el capítulo segundo del libro de Victorío Pescio:
Comentario acerca de ¡as fuentes de las obligaciones, de la voluntad unilateral
y la teoría del contrato en el Derecho Civil chileno y comparado, Valparaíso,
Prensas de la Escuela de Derecho, 1961. La jurisprudencia, a propósito de las
obligaciones que contrae quien acepta una letra de cambio o suscribe un pa-
garé, en varias ocasiones ha declarado que ellas nacen de un acto unilateral
del deudor. Cfr. Corte Suprema, 22 octubre 1980, en Boletín del Colegio de
Abogados, Valparaíso, N» 82, pág. 11. Corte de Santiago, 7 enero 1981, en
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 78, sec. 2, pág. 16.
JOS C O N T R A T O S ( P A R T E G E N E R A L )
256
4 n
Ob. cit. en nota 435, pág. 164. El autor se remite al trabajo de R. Ra
mos P.: Algunos aspectos de la estipulación en favor de otro, Colección Estu
dios, Universidad de Concepción, N' 4, 1981, págs. 72 y s.
A estos efectos triangulares, respectivamente Ramón Domínguez los
denomina relación de cobertura, relación obligatoria y relación de valuta. Ob.
cit. en nota 435, pág. 164.
'*•* A este respecto, dispone el art. 1461 del Código peruano de 1984: "El
estipulante tiene derecho a exigir el cumplimiento de la obligación por el pro
mitente'*. El mismo derecho le corresponde al tercero beneficiario una vez que
haya aceptado, o a sus herederos.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
257
4 4 1
El art. 1464 del Código peruano concede al estipulante el derecho de
revocar unilateralmente el contrato en favor del tercero. En Chile esta revoca-
ción es, en cambio, convencional. Supone acuerdo de voluntades entre estipu-
lante y prometiente.
LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
258
4 4 2
Al lector interesado en un estudio más detallado de los efectos de la
estipulación por otro se le recomienda la obra de Héctor Salas Neumann, pre-
citada en la nota 433, capitulo séptimo.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
259
44
caso de doña Erika Díaz Muñoz, en su reciente libro *. Pero la
llamada promesa de hecho ajeno no es excepción al principio del
efecto relativo, ya que el contrato no crea ningún derecho, y menos
una obligación a caigo del tercero absoluto. El único que resulta
obligado, en virtud del contrato a cargo de tercero, es el prome-
tiente, quien se compromete a obtener que otra persona acepte
efectuar una prestación en favor del acreedor. Esta obligación de
hacer del prometiente deriva del contrato celebrado y nada tiene
de excepcional.
El contrato a cargo de tercero o promesa de hecho ajeno con-
funde por la terminología que se emplea para identificar la figura.
En verdad, lo que el deudor promete es su hecho propio: conseguir
que otro consienta en dar, hacer o no hacer algo al acreedor. Mien-
tras el tercero no exprese su voluntad, aceptando, éste no contrae
obligación alguna.
De la llamada promesa de hecho ajeno únicamente surge la
obligación de hacer del prometiente, la que consiste en que el
tercero ratifique. Si el prometiente fracasa en su intento de lograr
la voluntad del tercero, deberá indemnizarle al acreedor los per-
juicios que se deriven de su incumplimiento. Así lo indica la parte
final del precitado artículo 1450. En igual dirección, menciona-
remos, entre las normas extranjeras, el artículo 1381 del Código
Civil italiano: "El que hubiere prometido la obligación o el hecho
de un tercero queda obligado a indemnizar al otro contratante si el
tercero se negare a obligarse o no cumpliere el hecho prometido".
Claro que este último efecto no tiene lugar en Chile, pues la obliga-
ción del prometiente sólo consiste en que el tercero acepte. Si esto
ocurre, y después el tercero no cumple la prestación prometida al
acreedor, se aplican las reglas de los efectos de las obligaciones
entre estas dos personas, sin que el acreedor pueda demandar al
primitivo prometiente. A menos que este último se hubiera obligado
solidaría o subsidiariamente o a través de otra caución, como una
cláusula penal, punto que es ajeno a la institución reglamentada
por nuestro artículo 1450.
Obviamente que si el tercero no ratifica, al acreedor sólo le
queda el camino de la ejecución forzada por equivalente en contra
del prometiente, es decir, exigirle la indemnización contractual de
los daños sufridos. La alternativa de la ejecución forzada en natu-
raleza es improcedente, pues el sistema jurídico es impotente para
obtener el asentimiento del tercero, si éste lo rehusa.
9
** El Efecto Relativo de los Contratos, Edit. Jurídica de Chile, 1985, en
especial, respecto a su error, págs. 62 y 83.
260 LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 4 5
Esta expresión, ser el contrato un hecho social, como lo acota Ramón
Domínguez, fue-acunada por los civilistas franceses Marty y Raynaud.
4 4 4
El autor cita y critica la sentencia de la Corte de Concepción, del
16-9-1983, pronunciada en la causa rol 86-83.
4 4 7
Tuve ocasión de referirme al tema en nd trabajo citado en nota 122,
págs. 72 a 82, en el contexto general del principio del efecto relativo. Estos
desarrollos los utilizó doña Erika Díaz, en su ob. cit. en nota 443, algunas ve-
ces citando la fuente.
4 4 8
Situación que, existiendo dolo, bien puede configurar el delito tipifi-
cado en el art 473 del Código Penal. Cfr., por ejemplo, la sentencia de la
9
Corte Suprema de 16 mano 1971, en Pollo* del Me; N 148, pag. 23.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
263
4 4 0 9
Sobre el subcontrato, ver tupra N 36. Sobre la creación de relacio-
nes contractuales por la vía de "acciones directas", en el ámbito de cadenas
de contratos vinculados unos con otros, ver Bernard Teyssie, ob. cit. en nota
09, N«- 476 y s.
4 5 0
De acuerdo al art 43 del Decreto Ley N* 964, sobre arrendamiento
de bienes raices urbanos, el subarrendatario tiene excepción directo para ener-
var la acción de terminación del contrato por no pago de la renta, entablada
por el arrendador en contra del subarrendador.
4 5 1
Sobre contratos en perjuicio de terceros, cfr., por ejemplo, Ramón Do-
mínguez, ob. cit. en nota 425 bis; Francesco Messineo: Doctrina General del
contrato, traducción del italiano, Ed. Jurídicas Europa-América, tomo 2, Bue-
nos Aires, 1952, págs. 186 y 187.
< 5 2
Hay que separar los contratos en perjuicio de terceros de los contra-
tos sobre el patrimonio de terceros, como la venta de cosa ajena y demás
contratos sobre cosa ajena, ejemplos de los cuales encontramos en los artículos
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L
264
1815, 1916-2 y 2390 del Código Ovil En las situaciones de contratos sobre
cosa ajena, en principio no tiene lugar el efecto expansivo del contrato, pues
ellos son inoponibles al dueño de la cosa mientras no se extinga su derecho
real de dominio en virtud de la usucapión del poseedor.
*•» bis Dice Manuel Somarriva: "Los actos de familia son de efectos
absolutos en el sentido de que el estado civil a que ellos dan origen puede
.oponerse a cualquiera persona" (Derecho de Familia, Edit. Nasdmento, San-
tiago, 1963, N» 1, pág. 9).
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN 265
4M
• Oh. cit., en segundo lugar en nota 41, pag. 267.
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
266
4 5 4
Con leves variantes, hemos tomado el último párrafo de nuestro texto
de Ramón Domínguez A., ob. cit. en nota 435, pág. 155, quien menciona di-
versas sentencias nacionales y también el trabajo de su padre, el ex catedrático
Ramón Domínguez Benavente, sobre el precario. Este trabajo fue publi-
cado en Revista de Derecho Español y Americano, año VI, N* 25, Madrid 1971.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S DE A CONTRATACIÓN £67
4 5 5
Ver, por ejemplo, cuatro sentencias sobre inoponibilidad publicadas
en la Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 39, sea 1, pág. 12 y pág.
439; tomo 40, sea 1, pág. 304; tomo 62, sea 2, pág. 1.
486
Essai dune Théorie Genérale de l'Inopposabilité, tesis doctoral, Pa-
rís, 1929.
487
Ensayo de una Teoría General de los Actos lnoponibles. Memoria de
Prueba, Universidad de Chile, 1935, Imprenta Dirección General de Prisiones,
9
330 páginas. Según Abeliuk, ob. cit. en nota 144, N 149, nota 126 bis; y se-
gún la obra de Alessandri y Somarriva por Vodanovic, citada en nuestra nota
459, N' 377 in fine, la Memoria del Sr. Baltra es una simple adaptación de la
tesis de Bastían.
«* Ob. cit. en nota 456, pág. 3.
LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
268
45fl
• Cír. su libfo basado en las explicaciones de Arturo Alessandri R. y
Manuel Somarriva U.: Curso de Derecho Civil, tomo 4, Vol. 1, Editorial Nas-
cimento, Santiago, 1942, N°>- 358 y 359.
459 bis No pretendemos, en la agrupación que sigue de los motivos de
inoponibilidad, agotar las hipótesis en que esta sanción tiene lugar. Por ejem-
plo, hemos deliberadamente omitido comentar aquí los casos de inoponibilidad
contemplados en los artículos 407 y 256 del Código Civil, los que se estudian
en Derecho de Familia, contraponiéndolos a los casos semejantes de los artícu-
los 1749-3 y 1756, en que sin embargo la sanción es la nulidad relativa, con-
forme al articulo 1757.
4 6 0 9
Sobre las atenuantes al consensualismo, ver supra N 42.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
289
2513 del mismo Código: l a sentencia judicial que declara una pres
cripción hará las veces de escritura pública para la propiedad de
bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos; pero no
valdrá contra terceros sin la competente inscripción'. Esta ins
cripción en el Registro del Conservador de Bienes Raíces obvia
4 1
mente no es tradición * ; sólo constituye una formalidad de publi
cidad, destinada a mantener la historia del inmueble del cual se
trate. Mientras no se practique la inscripción, la prescripción es in-
oponible a terceros.
Para que la medida precautoria de prohibición de celebrar
actos y contratos sobre un inmueble o para que el embargo trabado
en bienes raíces afecten a terceros, es sine qua non que la corres
pondiente resolución judicial se inscriba en el Registro de Prohibi
ciones e Interdicciones del Conservador de Bienes Raíces respec
tivo. Si no se cumple con esta exigencia, formulada en los artículos
297-1 y 453 del Código de Procedimiento Civil, la prohibición o el
embargo son inoponibles a terceros.
b) Inoponibüidades por falta de fecha cierta.
Las instrumentos privados son susceptibles de antedatarse o
postdatarse por los otorgantes, por lo cual carecen de certeza en
cuanto a su fecha; es decir, que son inoponibles a terceros respecto
al día en el cual aparecen suscritos. Pero esto no podría ser abso
luto, ya que existen circunstancias que a partir de su acaecimiento
acarrean plena claridad de la fecha de los documentos privados.
Hay, entonces, seguridad que la fecha real no es posterior, desapa
reciendo este motivo de inoponibilidad.
Por ello, el artículo 1703 del Código Civil dispone: "La fecha
de un instrumento privado no se cuenta respecto de terceros, sino
desde el fallecimiento de alguno de los que le han firmado, o desde
el día en que ha sido copiado en un registro público, o en que conste
haberse presentado en juicio, o en que haya tomado razón de él o le
haya inventariado un funcionario competente, en el carácter de
tal"*».
Cabe tener presente que el artículo 346 del Código de Proce
dimiento Civil establece cuatro casos en los cuales un instrumento
privado emanado del litigante contra el cual se presenta se tiene
4 4 1
Pues los derechos reales se radican en el patrimonio del titular en
virtud de un solo modo de adquirir. En el caso del art. 2513, el modo de ad
quirir es la prescripción o usucapión.
4 4 2
- Sobre la última de estas circunstancias, cfr. los artículos 419 y 430
9
del Código Orgánico de Tribunales, modificados por el art. I de la ley \">
18.181, de 1982.
270 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
«•* Corte Suprema, 27 de abril de 1076, en Fallos del Mes, N* 209, pág. 37.
*** Muchas otras normas legales se relacionan con la hipótesis de venta
y tradición de cosa ajena. V. gr., los artículos 683 y 1837 y siguientes del Có-
digo Civil. El primero dice que la tradición da al adquirente el derecho de
ganar por la prescripción el dominio de que el vendedor-tradente carecía aun-
que el tradente no haya tenido ese derecho. Los otros artículos regulan el
saneamiento de la evicción: si el comprador es demandado por el verdadero
dueño, debe citar de evicción a su vendedor, para que judicialmente comparez-
ca a defenderlo. Si gana el pleito el actor, entonces el vendedor de la cosa
ajena debe indemnizarle al comprador los daños derivados de la evicción o
pérdida del todo o parte de la cosa por sentencia judicial.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
271
4 8 5
Esto último nt> ocurre en el ámbito del mandato judicial. Pues el art.
9
7 , inciso 1 in fine, del Código de Procedimiento Civil, contempla entre las
facultades ordinarias de los procuradores judiciales, salvo prohibición expresa,
la de delegar el mandato.
4 6 8
Suélese añadir entre las excepciones al efecto retroactivo de la nulidad
a
frente a terceros, la hipótesis del art. 04, regla 4 del Código Civil. Pero aquí
no hay, propiamente, nulidad civil de un acto jurídico, sino que caducidad o
ineficacia de la resolución judicial que había concedido la posesión definitiva
de los bienes del desaparecido. Ello, en razón de la reaparición del muerto
presunto En todo caso, éste recupera los bienes en el estado en que se en-
cueiiuen, sin que él pueda oponer la "rescisión" del decreto de posesión defi-
nitiva a los terceros en cuyo favor se había enajenado bienes o constituido
derechos reales desmembrados del dominio, como una hipoteca n un usufructo.
XX C O N T R A T O S ( P A R T E G E N E R A L )
272
4 6 8
Sobre la inoponibilidad y sus- causales, cfr. Carlos Ducci Claro, ob. cit
en nota 288, Nos. 379 a 383 y N° 392.
LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
274
469
La Simulación en los Negocios jurídicos, traducción de la quinta edi
ción italiana, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1031. Reimpre
sión 1960, 462 páginas. En el Derecho francés destaca el libro de Michel Da-
got: La Simulation en Droit Privé, Librairie Genérale de Droit et Jurisprudence,
París, 1965, 382 páginas.
4 7 0
Sobre la base de su Memoria de Prueba, defendida en 1944 en la
Universidad de Chile, Raúl Diez Duarte es autor del libro La Simulación
de Contrato en el Código Civil Chileno. Teoría Jurídica y Práctica Forense,
Imprenta Chile, 1957, prólogo de Eduardo Novoa Monreal. Nueva edición,
Editorial Fallos del Mes, 1982. La aportación de Ramón Meza Barros, titulada
La simulación en los negocios jurídicos, se contiene en el libro Estudios de
Derecho Civil en Memoria del Profesor Victorio Pescio, Edeval, Valparaíso,
1976, págs. 265 a 324 La contribución de Enrique Paillas se intitula: La Si
mulación. Doctrina y Jurisprudencia, Editorial Jurídica de Chile, 1981.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
275
4 7 1
Ob. cit., en nota 470, págs. 265 y 266.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
277
4 7 2
Según sentencia de l'-6-1972 de la Corte Suprema (considerando 3»),
el delito ele otorgar en perjuicio de otro un contrato simulado es una figura
penal propia de nuestro Código Punitivo. No se contemplan en su estable-
cimiento únicamente elementos civiles, y así los hechos que configuran la
simulación pueden perfectamente ser acreditados dentro del juicio criminal
por los medios de prueba que la ley contempla para tal juicio (Fallos del Mes,
N» 165, pág. 196).
4 7 8
Francesco Ferrara, ob. cit., en nota 469, reimpresión 1960, págs.
47 y 48.
4 7 4
Corte de Apelaciones de Valparaíso, 12 junio 1935. En Revista de
Derecho y Jurisprudencia, tomo 33, sec. 2, pág. 17 y nota de Francisco
Carrera.
278 LOS C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
a) Simulación absoluta.
y El acto ostensible no oculta realidad alguna. Tras el acto simu-
lado existe la no contratación. Ejemplo' estereotipado es el del deu-
dor que ante la amenaza de ver sus bienes raíces perseguidos por
sus acreedores y embargados judicialmente, simula enajenarlos a
un tercero. Se extiende la escritura pública de venta, y luego se ins-
cribe en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces
a nombre del tercero, o sea, a nombre del testaferro u "hombre de
paja". Además puede otorgarse una escritura privada o resguardo,
en la que se deja constancia de la verdad: de que no se celebró
475
venta ni acto jurídico alguno .
b) Simulación relativa.
Se celebra un acto jurídico real, pero ¡as partes lo disfrazan o
disimulan bajo una apariencia distinta. Ora alterando la naturaleza
jurídica del contrato, por ejemplo, aparentando una compraventa,
47 4 7 7
cuando en verdad existe donación * , ora modificando una o
más cláusulas, por ejemplo, indicando en la escritura un precio de
venta inferior al efectivo.
4 7 S
Sobre un caso de simulación absoluta declarada por los tribunales
del fondo, y la casación en la forma por la Corte Suprema del fallo de segunda
instancia, pues en las demandas se había invocado simulación relativa, lo que
implicó el vicio de ultra perita, ver Revista de Derecho y Jurisprudencia,
tomo 48, sección 1, pág. 737.
47
* Diversas razones podrían explicar (aunque no justificar, pues la
simulación es ilícita) que se finja una compraventa, cuando la realidad de las
cosas es una donación. V.gr.: evitar la diligencia ad soiemnitatem de la apro-
bación judicial previa de la donación, denominada insinuación, pues se teme
que el tribunal rechace la donación proyectada, por ser excesiva en relación
a la fuerza del patrimonio del posible donante (arts. 1401 del C. Civil; 889
y 890 del CPC). Evitar que los herederos del donante, una vez fallecido este,
cuestionen la donación, exigiendo la formación de los acervos imaginarios y
entablando, en su caso, la acción de inoficiosa donación, con lo cual quedaría
sin efecto la donación y frustrado el propósito de un contratante de favorecer
al otro. En lugar de donarse con este riesgo o peligro, simúlase vender. Esta
simulación relativa es ilícita, pues se concluye en fraude de los herederos
forzosos. Evitar el pago de impuestos, pues, a través de múltiples reformas
a las leyes tributarias, se comprueba que en distintos momentos el impuesto a
las donaciones ha sido mas alto que el impuesto de transferencia de un bien
raíz, en razón de compraventa u otro titulo onerosa
4 7 7
Sobre un caso de simulación relativa, en que se aparentó una compra-
venta de trigo cuando en realidad la voluntad de las partes fue celebrar un
contrato de mutuo de dinero con intereses, cfr. el fallo de la Corte de Temuco,
de 7 de diciembre de 1955, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 52,
sección 2, pág. 00 .
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN 279
4 7 8
Sentencia de 29 de noviembre de 1929, en Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo 27, sección 1, pág. 656 y nota de Gonzalo Barriga E.
4 7 9
Lo mismo ocurre en Francia y en la mayoria de las naciones.
4 8 4
El párrafo 117 del BGB es más que sorprendente. Consagra una solu
ción que puede ser perjudicial para los terceros, inspirada en un respeto estricto
a la voluntad subjetiva interna de las partes contratantes. Esto es una contra
dicción del Código Civil, célebre por el triunfo de la Erklarungstheorie sobre
las Wtílenstheorie, por el predominio de la voluntad declarada respecto a la
voluntad subjetiva de las partes, por el afán de proteger a los terceros de
buena fe. Estos parámetros habrían tenido que llevar a dar primacía al acto
aparente y no al secreto, respecto a los terceros.
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L
280
4 , 1
Sobre los presupuestos de admisibilidad o requisitos de la acción
de fhmil»M¿«\ cfr. ü sentencia de la Corte Suprema citada en la nota 475.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E L A CONTRATACIÓN
281
4 8 3
Sobre esta ultima hipótesis, cfr. la sentencia de la Corte de Temuco
citada en la nota 477.
*** Nótese que el articulo 1707 chileno, contempla dos causales de
inoponibilidad. El inciso primero establece una inoponibilidad por simulación
y el inciso segundo una inoponibilidad por incumplimiento de la formalidad
de publicidad que el mismo precepto establece.
L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
282
*** Este adagio ha sido recogido y consagrado por el articulo 1817 del
Código Civil, zanjando las desavenencias entre los compradores sucesivos de
un mismo bien: "Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos
personas, el comprador que haya entrado en posesión será preferido al otro..."
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
283
rr
* Ob. cit., en nota 469, reimpresión de 1960, págs. 383 y 384.
RINC1PIOS F U N D A M E N T A L E S DE LA CONTRATACIÓN
285
4 8 8
Sentencia de 29 de octubre de 1956, que hemos tomado de Puig
Brutau, ob. cit., en nota 260, págs. 488 y 489.
EL PRINCIPIO DE LA BUENA FE
CONTRACTUALQ
- '=*f
bey precitadp en lo aato 385.
QO Sabm el m6todo exegéüco. surgido el siglo pasado como pecullar
car el Cbdlgo Napoleón, de 1804. ver sspedrlmeate el i i h
del profeair
de e h UnivmidPd de Burdam. J. Bamsare: La ESMI& da la
Exúgaíu en Dsmcha Cid, tradud6n del fiancás, Ed. José M. Cajica. Puebla,
México, 1944, 283 págs.
288 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 9 1
Ob. cit., en nota 2, pág. 322.
4 8 1
Pero la buena fe objetiva regia las materias contractuales desde antes
de la Ley N* 17.711. Según Salas-Trigo Represas, Código Civü Anotado, tomo
9
2, Buenos Aires, 1976, nota N 3 al articulo 1198: "La jurisprudencia era
uniforme en cuanto a que los contratos debian celebrarse, interpretarse y
cumplirse conforme a sus dictados (los de la buena fe), pues no puede
admitirse que tal omisión (el que la norma de la buena fe no figurase todavía
en el Código Civil) significara un repudio a la regla clasica, ya que ello
hubiese importado prescindir de una de las normas fundamentales de la con-
vivencia social, principio aplicable a toda clase de contratos". (Citado por
José A. Galván, ob. cit., en nota 365, pág. 105).
4 9 8
El ejemplo de la reajustabilidad de las indemnizaciones de perjuicios,
contractuales y extracontractuales, dispuesta por los tribunales chilenos sin
necesidad de reforma legal alguna (sobre este tema, cfr. nuestro libro: Obliga-
ciones y Contratos frente a ta inflación, Edit. Jurídica de Chile, 2* edición,
1980), bien podría terminar resultando un hito, o un ejemplo digno de
imitación, en la renovación del Derecho patrio por la obra conjunta del
legislador, de los jueces y de los abogados, pues nada justifica, hoy por hoy,
la pretensión de que dicha renovación sólo incumba al legislador.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
289
o
el artículo 7 del Código Civil español, luego del Decreto N° 1.836,
de 1974, que sancionó el Nuevo Título Preliminar de ese Código.
o
Prescribe el articulo 7 , apartado 1: "Los derechos deberán ejer-
citarse conforme a las exigencias de la buena fe".
Trátase de un principio general del Derecho, heredado de los
romanos, como tantos otros, que se proyecta en las más variadas
disciplinas jurídicas. Así, por ejemplo, sirve de asidero al principio
4 4
de la probidad procesal * ; coarta, en el campo de los negocios, la
competencia desleal; sustenta la inadmisibilidad de la pretensión
incoherente con el hecho o conducta anterior, venire contra factum
4 5
proprium non oaief * ; e incluso se manifiesta en el Derecho
4
Tributario **.
4 9 4
En el Código de Procedimiento Civil son concretas manifestaciones
del principio de la buena fe-probidad procesal, las disposiciones de los artículos
84-1, 85-1 y 88 sobre incidentes, y el articulo 773 sobre preparación del recurso
de casación en la forma.
4 9 8
Sobre la doctrina de los propios actos o estoppel, que impide a un
litigante ser contradictorio con sus hechos precedentes, cfr. la parte final de
nuestro informe en derecho: Intereses devengados por indemnización contractual
de perjuicios. Doctrina de los actos propios. Estoppel, publicado en Revista
de Derecho y Jurisprudencia, tomo 82, N* 2, 1985, primera parte.
Cfr. artículo 26 del Código Tributario.
4 0 7
Cfr. Andreas von Thur: La buena fe en el Derecho romano y en el
9
Derecho actual. En Revista de Derecho Privado, N 146, Madrid, 1925,
pég. 337.
290 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
4 8 8
Cfi. los artículos 907, 006 y 909 del Código CiviL
4 8 8
Ver articulo 122 del Código Civil.
R1NCIPIOS FUNDAMENTALES D E LA CONTRATACIÓN 291
6 0 9
Sobre este último estándar, es pertinente el articulo 9* de la ley
N» 18.045, sobre el Mercado de Valores, publicada en el Diario Oficial del 22
de octubre de 1981: "La inscripción en el Registro de Valores obliga al emisor
a divulgar en forma veraz, suficiente y oportuna toda información esencial
respecto de sí mismo, de los valores ofrecidos y de la oferta. Se entiende por
información esencial aquella que un hombre juicioso consideraría importante
para sos decisiones sobra Inversión.
•**• Sobre apreciación m concreto y apreciación m abstracto, ver supra, en
nota 341, un breve comentario a propósito de la apreciación por el juez de
la culpa y del dolo, el que es también aplicable a la buena fe. Al igual que
la culpa, la buena fe objetiva se aprecia en abstracto por el sentenciador. Al
igual que el dolo, la buena fe subjetiva se aprecia en concreto.
«mCmOS FUNDAMENTALES D E L A CONTRATACIÓN
293
605
Tendencia» moderna» en el Derecho de Obligaciones, en Revista de
Derecho Privado, Madrid, tomo 44, 1960, pág. 569.
M
* Los Principio* Generales del Derecho, 3* edición, Bosch, Barcelona,
1971, pág- 121.
4 0 7
Sentencia citada por Santos Briz, en su libro La Contratación Privada,
pág. 288.
«• Ob. cit., en nota 497, pág. 341.
294 L O S C O N T R A T O S (PARTS G E N E R A L )
* " Cfr. artículos 1847, 1849 y 1850 del Código Civil, los que, sin
embargo, han sido vinculados con la buena y la mala fe subjetivas.
9 1 6
Estos casos son los siguientes: compraventa y permuta civil de in-
muebles, aceptación de una asignación hereditaria, clausula penal, partición,
mutuo con interés y antícresis (arts. 1888-1896, 1900, 1234, 1544, 1348, 2206
y 2443 del Código Civil).
« • Artículos 138 del BCB; 1448 del C. Civil italiano; 954 del C. Civil
argentino reformado; 1447 del C. Civil peruano de 1984, etc.
298 L O S C O N T R A T O S (PARTS G E N E R A L )
6 1 7
Cfr. artículos 1455, 1525 y 1564 del Código italiano de 1042. Sobre
la jurisprudencia española en este sentido, ver Jaime Santos Briz, ob. cit., en
nota 505, pág. 570.
< u
Asi se llama a la excepción de contrato no cumplido opuesta por el
demandado, sobre la base de que el demandante ha dejado sin cumplir una
parte mínima o insignificante de sus obligaciones. A la luz del articulo 1460-1
del Código Civil italiano, esta excepción es contraria a la buena fe y, por lo
tanto, debe ser declarada sin lugar por el juez. En igual sentido, el articulo
320 del BGB.
8 1 9
Santos Briz, ob. cit., en nota 505, pág. 571.
PRINCIPIOS F U N D A M E N T A L E S D E LA CONTRATACIÓN
299
5 4 0
Cfr. el articulo de Fernando Fueyo Laneri, publicado en Revista de
Derecho y Jurisprudencia, tomo 55, primera parte, págs. 95 y 155.
8 2 1
Sobre la teoría de la imprevisión, que postula la revisión judicial de los
contratos o su resolución, si el cumplimiento se transformare en excesivamente
gravoso para una de las partes, ver supra, N* 48 y N* 49.
5 2 2
Sobre el particular, cfr. la cuarta parte de este libro. En verdad,
posible habría sido examinar en este lugar las proyecciones de la buena fe
objetiva en la interpretación del contrato, estadio del íter contractual distinto
al del cumplimiento. Pero, a fin de evitar repeticiones, preferimos remitimos
a la cuarta parte, que vendrá a continuación en el texto. Con todo, citaremos
aqui una sentencia alemana del 29 de junio de 1927, la que es ilustrativa del
alcance de la interpretación de buena fe del contrato. La hemos tomado de
Francisco Fariña: Derecho Comercial Marítimo, 2* edición, tomo 2, Bosch,
Barcelona, 1956, pág. 106 y nota 3. El buque Hansa fue fletado para un viaje
de Stettin a un puerto danés, estipulándose que si no se encontraba listo
para recibir la carga el 30 de diciembre a mediodía, el fletador o cargador
podría rescindir el contrato. El buque estuvo dispuesto el día convenido, pero
a mediodía y 20 minutos según el armador, y entre las 12,30 y las 13,00 horas
según el fletador, quien invocando la cláusula estipulada, declaró que res-
cindía el contrato y reclamó el pago de los 2/3 del flete, como falso flete.
El tribunal de Stettin accedió a la pretensión. Apelada la sentencia ante el
tribunal del imperio alemán, éste anuló las decisiones anteriores, declarando
que cuando el buque se encuentra listo para la carga media hora después de
lo estipulado, el fletador no puede rescindir el contrato a causa de este
retardo, pues una interpretación tan rigurosa está en oposición con la buena
fe que debe siempre presidir la interpretación de los convenios entre las partes,
y es evidente que un retardo sólo de algunos minutos no ha podido ocasionar
perjuicio al fletador, siendo lo más probable que el invocar esta cláusula sea
"solamente un pretexto por su parte.
«*» Publicado en Fallo» del Mes, N* 173, pág. 31.
300 L O S C O N T R A T O S (PARTE G E N E R A L )
63.5. Conclusión
El principio de la buena fe, entendido con la amplitud que le
pertenece, y aplicado efectivamente por los tribunales, representa
un instrumento morigerador de la autonomía de la voluntad en
materia contractual, ya que permite, cuando corresponda, apartarse
del tenor literal del contrato, ora ampliándolo, ora restringiéndolo,
en virtud de las circunstancias propias al caso que los tribunales
son llamados a ponderar. La buena fe objetiva permite equilibrar
el respeto debido a la palabra empeñada (la fuerza obligatoria del
contrato) con los requerimientos de la justicia, máximo desiderá-
tum del Derecho.
CUARTA l'AHTE
INTERPRETACIÓN SUBJETIVA
DE LOS CONTRATOS
5 3 1
Sobre los fundamentos de la fuerza obligatoria de los contratos, ver
tupra N» 46.
LOS C O N T R A T O S ( P A R T E G E N E R A L )
310
8 8 8
"On doit daos les conventions rechercher quelle a été la commune
intention des parties contractantes, plutdt que de s'arréter au sens littéral des
termes".
«" COUTÍ de Droit Civil, precitado en nota 267, pág. 387.
INTERPRETACIÓN D E LOS CONTRATOS 311
4 8 4
Théorie des Obligattons, Presses Universitaires de France, París, 1963,
pág. 251.
8 3 8
Cristian Talamon: Le pouvoir de controle de la Cour de cassation sut
l'interprétatUm et l'application des contrats, Tesis, 1926, pág. 24.
312 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAL)
6 3 6
Valverde. Citado por Carlos Rojas Blanco: Estudio crítico de la juris-
prudencia del articulo 1560 del Código Civil chileno. Memoria de Prueba,
Ed. Universitaria, Santiago, 1962, pág. 68.
0 7
Rojas Blanco, oh. CU. en nota anterior, pág. 84.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 313
M 1
Ceorges Dereux: De VÍnterpritalion áet actes furidiques privé*, Tesis,
Parts, 1905, pág. 310. La importancia de la aportación de este autor en materia
contractual, condujo a que la Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo VII,
primera parte, paga. 165 y s., publicase uno de sus trabajos.
6 4 2
Para un análisis exhaustivo de la historia de la distinción entre
clausulas claras y cláusulas obscuras, en la interpretación contractual, Edouard
de Callatay: Etudes sur l'interprétation des conventions, París, Bruselas, 1847.
El origen de los artículos 1158 frruich, y de alU el del 1360 chileno,
ra monta a un texto de Papinirmo: In c m m d b d h contrdmtium
..
oduntcrkm,
titulo le, el"
gubm uerhn placu#. (Dipsto, libro 50,
En d derecho romano encontramos, sin emb o, otro texto, de
Pa&: mC, aut & h SSJO w n ~ w ndato: p o ~ s r l 4w, ab utro d ,
pekm. C m In owMa nullcr unbígU#m e.&, na &bet admüti wluntaifr
quueatb (Digesto, libro 32, 25).
a de estas leyes da predominio a ia intención. La sepnda
"S""
i la de arad6n de los contratantes, en cuanto se repudia la posibilidad
d e interpretarla si ella es clara o sin ambigüedd. A trav6s de los siglos,
esta diwrganda b tido a los fdstas, mimudo uno u otro de dichos
J.
tsxtoa de la comp d6n de JwtLitano, sostener opiniones de lo más
dffsreatss.
Tujas, estdhdo la ley U& out &, en comentarlo del Digesto,
-da a
dMde las palabras en palabras claras y en aiabras runbigaas. En p m
de palabras claras, estima que con ene atenerse a ellas y no
.
preocuparse de buscar la intendón ni la equidad. . En presenda de
palabras ambiguas, considera ue es necesario atenerse a la intención
a las p a i a b m n ~%ellím esta p o s i h que r o i ~ y ala h
r Pa tniano, d d texto de la convendón es eLm no cabe
hit re& y ef debe sim lemente apiicar 1. d d i n d ó n .
d o , Ip.i. atmción respecto a las o k r -
d o? nm
ep y Pothier, pues fueron enos quienes fnspiramn los
s e Domatsobre
textos del C6digo C M francés en &a materia.
Entm Los reglas para la interprsCld6n de laa cantmtos fondadas
Domat, ' debemos. retener la primara y la cuarta: mPrfmem redo:
las ccnvendo~mdeben f o m e por el mutuo consentimiento de
quienes contratan, ceda uno debe licar en ellas, sincera y claramente,
lo que m e t e y lo que ietenda?la mmtin bitend6n de dloa explica
P el-'
lo ue a convenci6n pn e tener de obscuro o de dudosow."Cuarta rsglo:
Si %S h f w < de una con-ción poraa contraria a la intmci6n. por
dm4s evidente, de los contratantes, w predso seguir esta intencibn
antes que los términos" M.
Segb la primera reda, si ioa términos de la convención san obscnm
m deben explicar por la kitencibn común. Según la cuarta, si los términos,
JPros u obscuros, m contrarios a la intend6n de los contratantes, 1.
intención debe predominar sobre los términos. Vale dedr, que todo
contrato, claro u obscuro, es susceptible de sm interpretado.
5 4 7
Cows de Code de Napoleón. Volumen correspondiente al Traite de*
contrat* ou des obligations oonventionnelles, tomo 2, segunda edición, 18
N» 4.
«» Principes de DroH CivÚ Francais, 3* ed., 1878, T. 16, N* 502, pág
581. Exponiendo el método tradicional de interpretación, el decano Cény (oh.
dt., en nota 378, 2* ed., 1954, tomo 1, N» 10, pág. 26 y nota 1) expresa:
"Se puede decir que el prestigio indiscutible de que ha gozado, tanto en la
doctrina como en la jurisprudencia francesa, al momento de su aparición, la
gran obra de F. Laurent, marcó el apogeo de este método, que desde entonces
parece perder terreno, sin cesar, empero, de ser preponderante".
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 319
5 4 8
Courj de drotí civil franeáis daprés la méthode de Zacharie, 6* ed..
por Bartin, T. IV, N» 347.
5 5 0
Marcel Planiol y Georges Ripert: Traite pratique de droit civil franeáis.
2» ed., 1952, T. VI, N« 373.
6 5 1
Jean Boulanger, en Encyclopédie Juridique DaUoz, Répertoire de Droit
0
CivÜ, T. 1, 1951, voz: Contrats et conventions, N »- 91 y 94.
8 8 3
En igual sentido al sustentado en 1951 por el profesor Boulanger,
existen algunos textos legales como el articulo 1378 del Código Civil holandés
("cuando los términos de una convención son claros, no cabe separarse de
ellos por vía de interpretación") y el articulo 150 del Código egipcio.
5 5 3
En materia de interpretación de tratados internacionales, la Corte
Internacional de Justicia de La Haya ha adoptado un punto de vista similar.
Cfr. Emilio Betti: Cours de droit civil comparé des obligations, Ed. Giuffré,
Milán, 1958, pág- 85.
5 5 4
Caen, 28 enero 1827. Dalloz, Rép. prat-, voz obligations 849.
Un fallo más reciente: Corte de casación, sala civil, 14 dic. 1942. DC. 1944,
112, reitera la misma doctrina: "...La Corte de Apelaciones no ha podido,
sin contradicción, decidir que la cláusula litigiosa era clara y precisa, licita,
y negarse a aplicarla literalmente. La cláusula clara no tolera interpretación
alguna".
320 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
*** Dalloi 1892. II, p. 39. Cfr. Corte de Burdeos, 10 dic. 1928. Dalloz,
1929, 2. 81.
*•* Los fallos: Gaz. Pal, 1948. 2. 41. El Comentario: Revue Trun.
Droit Qv. 1948, pág. 468*.
Dalloz 1854 I. 82.
*** El profesor Gabriel Marty es el autor de esta doctrina que permite
la interpretación de un contrato cuyo texto sea claro y preciso. Cfr. especial-
mente: 1) su tesis: La dirtinction du fait et du droit, Toulouse, 1929. 2) Le
rile du juge danx Vinterprétation des contrats, en trabajos As. H. Capitant, T.V.,
1949, págs. 84 y ss., y 3) voz cassation, en Enciclopedia Jurídica Dalloz,
Repertorio de Derecho Civil, T. 1, 1951. La doctrina de G. Marty ha sido,
por lo demás, consagrada en algunos fallos. Ver, por ej., Réq. 15 abril 1926.
S. 1926. 1. 151; y Soc. 11 junio 1942. D.C. 1943, 135, con nota del profesor
Flour.
NTERPRKTACIÓN DE LOS CONTRATOS 321
5 4
intención de los contratantes..." * . Igualmente la Corte Suprema,
al estatuir, en fallo de 8 de agosto de 1956: "Según el artículo 1560
del Código Civil, que establece la regla fundamental sobre la inter-
pretación de los contratos, el contrato es lo que expresa la decla-
ración salvo si se llega a comprobar que los contratantes querían
865
estipular una cosa determinada diferente" .
Obra en favor de esta última doctrina la existencia del artículo
19, inciso 1 del Código Civil, el que, iniciando el parágrafo relativo
a la interpretación de las leyes, prescribe: "Cuando el sentido de la
ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de con-
sultar su espíritu". Si los redactores del Código Civil, después de
haber prohibido la interpretación no literal de las leyes claras, no
reprodujeron la norma en el parágrafo dedicado a la interpretación
de las convenciones, es precisamente porque a los contratos claros
666 b U
no se les aplica el mismo criterio que a las leyes claras .
Bajo términos aparentemente claros y precisos puede ocultarse
una voluntad diversa, por lo que no debe impedirse, a priori, el
desenvolvimiento de la interpretación. Es lo que ha subrayado con
acierto la Corte de Apelaciones de Santiago: "En la interpretación
de los contratos, a la inversa de lo que ocurre en la interpreta-
ción de la ley, la norma fundamental que el legislador señala al
intérprete consiste en buscar, antes que nada, la intención de los
SM
contratantes, aun por encima del tenor literal de las palabras" .
Las ideas según las cuales el contrato claro no debe ser inter-
pretado, exigirían, para delimitar el dominio de la interpretación,
distinguir perfectamente los contratos claros de los contratos obs-
8 9 7
Traite de procédure civÜe, T. 1, pág. 490: "Ce qui est pour celui-c
une lumiére éblouissante ne présente aux yeux de celui-lá qu'un jour vague
et incertain".
324 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
**• Véate el articulo 574 del Código Civil, contraponiendo sus dos incisos.
**• Hemos condenado la distinción entre contratos claros y obscuros. No
extrañe, sin embargo, que ella sea traída nuevamente a colación, pues nuestro
propósito no es, aqui, sino el de describir el sistema subjetivo, y en éste
ocurre que la distinción, para bien o para mal, continúa empleándose.
326 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
"0 En tal sentido: Corte de Douai, 12 marzo 1900. Sirey 1904. 2. 130.
Trib. Qv. Seine, 11 junio 1934. Gaz. Trib. 16 dic. 1934. No obstante la cues
tión de la validez de las cláusulas de estilo es discutible. Cfr. sobre esta ma
teria, nuestra ob. cit. en nota 209, N» 51.
«™ Véanse los artículos 1927 y 1940 del Código Civil.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 3Z7
6 7 2
Caso tomado de De Callatay, ob ctt. en nota 542, N* 22, p. 46.
6 7 3
Caso tomado de la jurisprudencia gala: cámara de requites de la Corte
Suprema, 31 oct. 1934. Sirey 1935. 1.7.
LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
7L DEFINICIÓN Y GENERALIDADES
8 7 4
Corte de Santiago. Fallo publicado en Revista de Derecho y Juris
prudencia, tomo 42, sección I, pág. 388.
8 7 6
Domat, ob. cit. en nota 544, N» 12.
m 9
Pothier, ob. cit en nota 545, N 96, formuló así la regla de la armo
nía: "Una cláusula debe interpretáis© por las otras cláusulas contenidas en
el acto, sea que ellas la precedan o la sigan". La regla de la armonía de las
cláusulas figura en el articulo 1161 del Código Civil francés y en el articulo
1363 del Código Civil italiano.
332 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
8 7 7
Ob. cit. en nota 545, N» 92.
8 7 8
Que también se encuentra en los artículos 1157 francés y 1367 ita-
liano.
8 7 9
Cfr. Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chilenas, Código Ci-
vil, tomo IV, 1954, pág. 263, N» 10.
0 8 0
Las disposiciones de los artículos 1158 francés y 1369 italiano se ubi-
can en idéntica perspectiva.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 333
1
en el sentido más conveniente a la naturaleza del contrato"** ; re-
dacción que pasó al 1158 del Código Napoleón y que siendo diversa
en la forma a la regla chilena, no lo es en su significado. Ejemplo:
si se fija la renta de un arrendamiento urbano en % 25.000, a la
sola luz de los elementos intrínsecos del contrato bien puede con-
cluirse que esa suma no es por el período completo de duración
del contrato (15 meses); tampoco por un año, sino que por cada
mes, pues es de la naturaleza de los arrendamientos urbanos des-
tinados a la habitación que los cánones se paguen mensualmente.
Aplicando esta regla de interpretación, la Corte de Santiago re-
solvió: "si se estipula que al final del arrendamiento se abonarán
al arrendatario los álamos y demás árboles frutales que plantara,
en estos últimos no se comprenden las plantas de viña. Estas últi-
mas no caen dentro del término árboles, atendiendo a lo que expresa
el Diccionario de la Lengua y la práctica uniforme de los agricul-
tores, que siempre en sus contratos acostumbran distinguir entre las
83
plantas de viña y los árboles frutales"* .
8 8 3
Traite ThéoHque et Pratique de Droü Civil, Obligations. T. 1, 3* Ed.
1906, págs. 573 y 574.
*u Introduction au Htre XVI de la Coutume d"Orléant, N» 154. Mencio
nado por Cauguier, ob. cit. en nota 539, págs. 195 y s.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 335
8 8 8
Dalloz Hebdomadaire 1924, 1. Otros fallos admiten también la inter-
pretación extrínseca de los testamentos. Réq. 29 abril 1907. D.P. 1907. 1. 376;
Réq. 19 ful. 1939. J.C. P. 1940. 2. 1460; Civ. 19 fev. 1952. Bull. 1952. 1. 61,
N» 77; París, 4 nov. 1955. G.P. 1956. 1. 153; Civ. 28 jun. 1956. Bull. 1956.
9
1. 221, N 274. Encuéntrase en estos fallos la fórmula siguiente: "Si las in-
tenciones del de cuita deben, antes que nada, ser buscadas en las enuncia-
ciones del testamento, les es también permitido a los jueces en el caso que
ellas no les parecieren suficientemente claras para revelar la verdadera vo-
luntad del testador, inspirarse en los documentos presentados como en los he-
chos exteriores susceptibles de esclarecerlas". Nos parece que lo mimo vale
en Chile, pues si bien las memorias testamentarias no forman parte del testa-
mento según el art. 1002 del Código Civil, ello no impediría que sirvan para
interpretar la voluntad del difunto.
8 8 8
Sobre la interpretación del testamento, en la bibliografía nacional des-
tacamos el trabajo de igual nombre del profesor Ramón Domínguez, publicado
en la Revista de Derecho de la Universidad de Concepción, N* 151-152, 1970,
págs. 3 y s. En la bibliografía extranjera, el trabajo de Manuel García Amigo,
publicado en la Revista de Derecho Privado, Madrid, diciembre 1979, págs.
931 a 971; v el libro de Juan Jordano: Interpretación del Testamento, Ed.
Bosch, Barcelona.
Í36 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
8 8 7
Gaz. Pal. 1948. 2. sorranaires, 4. Cfr. Gabriel Marty: Le role du juge
dan* finterprétaHon des contrato, en trabajos As. H. Capitant, Tomo 5, 1949
págs. 88 y 89. No hay que confundir la interpretación y la prueba; es lo que
plantean G. Marty y P. Raynaud (DroH Civil. Tomo 1, 1961, N? 216):
"Probar un contrato es establecer su existencia y el tenor de sus cláusulas; esta
prueba debe rendirse conforme a las reglas legales y en principio por escrito.
Interpretar un contrato —una vez establecidos su existencia y su tenor— es, en
el marco de su tenor, precisar su sentido, su alcance y las obligaciones que él
genera; ahora bien, esta interpretación obedece a reglas diferentes de las de
la prueba".
8 8 8
Idéntica es la regla del articulo 1364 del Código Civil italiano.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 337
Claro Solar, ob cit. en nota 245, tomo XII, N* 1291, pág. 20.
8 9 8 9
Tomo del Repertorio citado en nota 579, pág. 268, N 15. Otra apli-
cación por el Tribunal Supremo del articulo 1564-3 en sentencia muy reciente,
de 30 de enero de 1985, en Fallos del Mes N* 314, pág. 786, en especial consi-
derando N» 13.
8 9 8
En efecto, el artículo 1362-2 del Código Civil dispone: "Per deter-
minare la commune intenzione delle partí, si deve valutare il loro comporta-
mentó complessivo anche posteriore alia conclusione del contrato".
340 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAL)
5 9 7
Luego que el inciso final del artículo 1134 francés prescribe que las
convenciones deben ejecutarse de buena fe, el articulo 1135 establece: "Las
eonvendooes obligan "no sólo a b que en ellas se expresa, sino que también a
las consecuencias que la equidad, los usos o la ley atribuyen a la obligación
según su naturaleza".
* " b'« Cfr. tupra nota 490.
*** Amplios detalles sobre los usos y la equidad como elementos subsidia-
rios de interpretación contractual en Francia, en relación con la regla de la
buena fe, pueden encontrarse en nuestro libro citado en la nota 209, N°*- 19 a
oa
21 y N - 35 a 42. En tales números describimos la postura exegética inicial y
la reacción francesa, digna de encomio, que ha tenido ulteriormente lugar, du-
rante el siglo XX.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 341
*** No hay una regla similar en el Código Civil italiano. Sin embargo,
ella puede deducirse del artículo 1374, que expresa: "II contratto obliga le
partí non solo a quanto en el medesimo expresso, ma anche a tutte le con-
seguenze che ne derlvano secondo la legge, o in mancanza, secondo gli usi e
la equitá".
342 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
fllt
• Derecho Civü, traducción del francés, Ed. Jurídicas Europa-América,
f Buenos Aires, tomo 2, vol. 1, 1950, N* 241, pag. 176.
^ Revista de Detecho y Jurisprudencia, tomo 46, pág. 566.
Ibidem, tomo 51, sección 1, pag. 265.
Ib,,
346 LOS CONTRATOS (PARTS GENERAL)
la misma razón tendríamos que negar este carácter a toda una serie
14
de normas del Procedimiento Civil"* .
"Según una doctrina moderna, formada bajo la influencia de
los juristas franceses, las normas interpretativas serían simples reglas
técnicas destinadas a actuar como criterios directivos del prudente
arbitrio del juez. Según otra más reciente doctrina, se trata de ver-
daderas normas jurídicas de carácter imperativo, cuya inobserva-
ción por parte del juez puede ser impugnada en casación. Esta más
va
reciente posición es, en nuestra opinión, la única justa" .
Participamos plenamente de las dos últimas opiniones señala-
das. Ellas laten en la mayoría de los fallos de nuestros tribunales.
"A las disposiciones legales sobre la interpretación de los contratos
debe sujetarse el juez para resolver toda cuestión en que se necesite
conocer la voluntad de los contratantes en los puntos en que estu-
vieron en desacuerdo. La doctrina de que la interpretación de los
contratos constituye un hecho de la causa que los jueces del fondo
pueden apreciar con facultades privativas, no se opone a la obliga-
ción que tienen de someter a la ley su criterio jurídico en esta ma-
teria, aplicando las reglas especiales establecidas por la propia ley
para determinar, en desacuerdo de los contratantes, el verdadero
alcance de la convención que ha de surtir efecto entre ellos y que
tiene por objeto regular o avaluar su derecho. La infracción de
estas reglas puede dar motivo a un recurso de casación en el fon-
do"««.
1 4
* Erich Danz: La Interpretación de los Negocios Jurídicos. Traducció
del alemán, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1955, pág. 135.
5
« Emilio Betti: Teoría General del Negocio Jurídico. Traducción del
italiano, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1959, pág. 246. En igual
sentido, en nuestra patria, Claro Solar, ob. cit. en nota 245, tomo XII, pág. 15.
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 17, sec. 1* pág. 444. E
igual sentido, Emilio Rioseco Enríqüez (La Prueba ante la Jurisprudencia,
Edit. Jurídica de Chile, 1958, pág. 78) cita otras nueve sentencias de la Corte
Suprema.
4 1 7
En lo que viene a continuación, hemos seguido especialmente a Fran-
cesco Camelutti: Estudios de Derecho Procesal. Traducción del italiano, Edi-
ciones Jurídicas Europa-América, 1952, págs. 425 y s. sobre interpretación de
los contratos ante el recurso de casación.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 347
Consecuencia: Hay que buscar una forma para que las mismas nor-
mas de experiencia utilizadas por las partes lo sean también por el intér-
prete. Y para ello, nada mejor que imponer al magistrado la utilización
<le estas o aquellas reglas legales de interpretación.
Si lejos de dejarse a la prudencia del intérprete la elección de la
)remisa mayor, de la regla de interpretación o experiencia, se le impone
[a utilización de alguna, resultará que las partes, en conocimiento de lo
anterior, procurarán expresarse en la forma que más se avenga con las
reglas señaladas por la legislación, para asi precaverse ante .el evento de
una posterior interpretación, frente al cual, evidentemente, gustarían
de ser bien entendidas. Por lo mismo que lo más probable es que las par-
tes adecúen la fórmula a las reglas de interpretación vigentes; el intér-
rete, llegada la ocasión de actuar, tendrá mucho mayor posibilidad de
S egar a lo que realmente quisieron las partes si utiliza las reglas de expe-
riencia que ellas tuvieron presentes, antes que si emplea las que en el
momento le parezcan más oportunas, teniendo las señaladas por el legis-
lador como una mera sugerencia.
Al fijarse imperativamente las reglas de interpretación se elimina la
variabilidad de soluciones que, frente a un punto concreto, acarrea la
doctrina opuesta. Así, si el legislador decide que no pudiendo aplicarse
otras reglas se interpretarán las cláusulas ambiguas a favor del deudor,
resulta la'desaparición de la posibilidad de multiplicidad de criterios, des-
de que ahora el intérprete no las podrá interpretar a favor del acreedor
ni tampoco buscar términos medios.
La solución propuesta, de fijar coercitivamente las máximas interpre-
tativas de los contratos, no elimina la posibilidad de que el intérprete
yerre en su cometido de arribar' a la exacta voluntad que constituyó el
contrato, en especial dado que la multiplicidad de casos susceptibles de
presentarse hace imposible una completa determinación de dichas máxi-
mas, pero es indudable que disminuye en forma apreciable los márgenes
de error que pueden atribuirse a la doctrina de las reglas consejiles.
2. Se ha dicho que las reglas de interpretación importan reglas de
experiencia. Cabe preguntarse: ¿acaso estas reglas de experiencia consti-
tuyen Derecho?
Sí que lo constituyen; y para demostrarlo basta con recurrir a la
distinción entre norma jurídica tf proposición. Todos los artículos de las
leyes envuelven proposiciones, pero no siempre normas jurídicas, de lo
que resulta, frecuentemente, que ésta, la norma jurídica, suele estar cons-
tituida por varias proposiciones dispersas en diferentes artículos.
Y lo que en la materia que examinamos ha llevado a afirmar que las
reglas de interpretación no son obligatorias, es la consideración de que
ellas no implican normas jurídicas, máxime que a estas últimas nadie
puede negarles su carácter coercitivo, ya para los particulares, ya para los
órganos judiciales.
Pero sucede que si nosotros conformamos la norma jurídica por la
unión de las proposiciones dispersas, veremos que las reglas de interpre-
tación integran aquélla, y que, por ende, son obligatorias.
Así el 1438 debemos vincularlo con el 1560 y decir: "contrato o
convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar,
hacer o no hacer alguna cosa, tal como resulta de la común intención
de ellas más que de lo literal de las palabras". Más aún, ni siquiera el
1438 contiene una norma jurídica, sino que sólo una proposición que
INTERPRETACIÓN DX LOS CONTRATOS 349
w
* Oh. cit en nota precedente, pAg. 438.
l
* * Fuera de las dos doctrinas examinadas sobre la naturaleza jurídica de
las reglas legales de interpretación de los contratos, existe una postura ecléc-
tica, ;¿(¡p cíuisident que ucnsf teclas soo imperativ.-u y otras meros consejos
del Jcgjdadnr u los jueces. Sobre h doctrina ecléctica puede verse oh. cit. en
nota M i , pags. 41 a 43.
•*> Artículos 1564-2, 1564-3 y 1566-2.
350 LO* CONTRATOS (PARTE GENERAL)
8 , 4
VOLUNTAD: "Del latín Volunta». Potencia del alma, que mueve a hacer
o no hacer una cosa. 2. Acto con que la potencia volitiva admite o rehuye una
cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. 3. Decreto, determinación
o disposición de Dios. 4. Libre albedrío o libre determinación. 5. Elección de
una cosa sin precepto o impulso extemo que a ello obligue. 6. Intención, ánimo
o resolución de hacer una cosa. 7. Amor, carino, afición, benevolencia o afecto.
8. Gana o deseo de hacer una cosa. 0. Disposición, precepto o mandato de
una persona. 10. Elección hecha por el propio dictamen o gusto, sin atención
a otro respecto o reparo. 11. Consentimiento, asentimiento, aquiescencia".
*** Fernando J. López de Zavalia, ob. ctí. en la nota 2, pág. 162.
352 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
8 2 7
Antonio Hernández-Gil: La Función Social de la Posesión, Artes Grá-
ficas Benzal, Madrid 1067, pág. 118. Esta obra corresponde al discurso de
incorporación de Hernández-Gil a la Real Academia de Jurisprudencia y Le-
gislación. Sobre el tema central de su discurso, en fecha más reciente se ha
publicado otro libro suyo, más amplio e igualmente notable: La posesión, Ed.
CMtas, Madrid 1980, 758 páginas.
«• Ob. cit. en nota 587. T. II. Vol. 1, 1962, N» 218. En sentido similar
se pronuncia el profesor H. Batiffol (La crise du contrat et sa portee, en Ar-
chives de Fhilosophie du Droit, Ed. Sirey, París, tomo XIII, 1968, p. 17): "La
pretendida búsqueda de la intención implícita de las partes, de la cual se
coloran siempre los considerandos de los fallos, es una falacia, pues si dichas
partes hubiesen tenido una intención al respecto, la habrían expresado ante la
incertidumbre de la solución".
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 353
6 2 9
Traite de Droit Civil cTaprés le Traite de Planiol. Tomo 2, 1957,
455.
8 8 0
Cfr. ob. cit. en nota 534, N* 151, pág. 257.
354 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
4 8 8
Jacques Flour, ob. cit. en nota 267, págs. 9 5 y 96.
8 9 8
Michel Villey, primero de sus trabajos citados en nuestra nota 74, pág.
68 m fine.
CAPÍTULO SECUNDO
8 , 7
Vm definición corrientemente citada de la noción objetiva de la de-
ckncjón de voluntad es la de Itay, formulada en 1899: "aquella actitud de
358 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
\
la que, basándose en las experiencias del comercio y teniendo en cuenti twki .
las circunstancias, se puede deducir normalmente una voluntad dcfinidik, tatu
que quepa preocuparse en un caso concreto si es» voluntad corresponde i K ;
realidad" (Fritz Bossbart: L'interpréUUton des contrats. Tesisriftciorul,G
bra, Suiza, 1939, pág. 49). A pesar del criterio objetivo de h. normalidad, qi
se destaca en la definición, todavía prosigue: imfiTuíüQda de reminiscencias da:^
la Wtilenstheorie, siendo por lo menos imprecisas las referencias a la voluntsA
639
los contratos . Si sólo una disposición prescribía directamente algo
40
similar a lo establecido por el artículo 278 del Código de Comercio* ,
no es menos cierto que los regímenes jurídicos estaban, todos, marcados
por el sello subjetivo. La doctrina, igualmente, se manifestaba profun-
damente partidaria de la WÜlenstheorie
Sin embargo, al momento de la redacción del BGB, la ErklSmngs-
theorie había ya hecho vigorosa aparición y acababa de publicarse la
primera edición de la célebre obra de Erich Danz sobre la interpretación
2
ae los actos jurídicos ** . Así las cosas, no es de extrañar que un conflicto
se produjese en el seno de la Comisión Redactora entre las tendencias
subjetiva y objetiva de interpretación. La exposición de motivos, o me-
mo-. í a, que acompañó al primer proyecto de Código Civil para el imperio
alemán, permite apreciar que tal conflicto se zanjó en favor de la con-
cepción tradicional que da el favor a la voluntad sicológica por sobre la
voluntad declarada.
El parágrafo 73 del proyecto reproducía casi literalmente el articulo
£78 del antiguo Código de Comercio: "Para juzgar e interpretar los
setos de comercio, el juez buscará la voluntad de los contratantes sin
suJEt.ifsf al sentido literal de la expresión", manifestando asi que se
deseaba permanecer fieles a los antiguos principios subjetivos. No obstan-
te algunas proposiciones formuladas para suprimirla, esta norma se
mantuvo T¡u el parágrafo 133 del texto definitivo del BGB, actualmente
vigente; En la interpretación de una declaración de voluntad, será nece-
sario investigar la voluntad real sin atenerse al sentido literal de las
<M3
palabras .
El BGB sólo contiene dos disposiciones sobre la interpretación de
los contratos. El artículo 133 recién transcrito, y el artículo 157 que
res cribe: Loa contratos deben ser interpretados como lo exige la buena
Í ! en correlación con los usos sociales. Este último texto figuró original-
6 , 1
Savigny, Pucbta, Windscheid, Brinz, Zitelmann estaban contestes:
el juez JLLTI'^-III'K' debe buscar la intención de los contratantes. Cfr. Alfred
Ríes: Le role de la volante dans Vade juridique en droit civil francais et alie-
manrf, Edit. L.G.D.J., París, 1961, N» 376, pág. 369.
**- Erich Danz, Die auslegung der rechisgerchafte. lena, 1897. Nuestras
nierencLts a este libro han sido tomadas de la traducción española, precitada
ta h nota 614.
^ Traducción de García Moreno: Texto y comentarios al código civil
dd IMPERTO alemán. Madrid, 1897.
360 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
f
*** Motivos. T. II, $ 359. Cita tomada de Rieg, ob. cit en nota 641, N
377.
•** Meynial: La déclaration de volante. Articulo aparecido en el primer
número de la Revue Trimestrielle de droit civil, 1902, págs. 556 y » . , como
comentario a la obra de Saleilles publicada bajo igual título.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 361
¿Cuál es, entonces, el alcance actual del artículo 133 del BGB?
La disposición dispone, en verdad, que el intérprete debe buscar
"la voluntad real" sin detenerse en el simple sentido literal de las
palabras; pero la expresión "voluntad real" no es sinónima de vo-
luntad interna. Las intenciones sicológicas de los contratantes care-
cen de importancia en la fijación del significado de las convenciones
dudosas. Todo lo relativo al proceso mental que ha tenido lugar
en el fuero interno de las partes contratantes es indiferente para
41
la interpretación* '.
Pero, además de repudiar la interpretación subjetiva, el artículo
133 envuelve una condena de la interpretación puramente grama-
tical o literal, una condena de la interpretación de la declaración
contmcíual considerada aisladamente.
Debemos disipar aquí un malentendido en el que han incurrido
autores que oponen el sistema subjetivo a un sistema objetivo que
¡6h tomaría en cuenta el tenor del contrato. Así, Josserand expresa:
"para efectuar la interpretación de los contratos, se han concebido
dos métodos que proceden de diferentes espíritus y que conducen
a resultados divergentes: es posible preocuparse únicamente de
buícar la voluntad real de las partes (voluntad interna) por todos
los me [líos posibles; es posible también considerar aisladamente la
fórmula empleada, la declaración de voluntad, e interpretarla a la
luz de los usos, de los hábitos sociales, del medio en el cuál ha
sido proyectada. El primer sistema, puramente individualista y sub-
jetivo, es el de nuestro Código Civil francés; el segundo, más o
48
menos social y objetivo, es el del derecho alemán"* . Estas frases
contienen un error: en el sistema alemán, la fórmula, la declara-
ción, no es considerada aisladamente, pues, si así fuera, la inter-
4 5 1 9
Lo que fue analizado supra, N 66.
*** Saleóles, ob cit. en nota 650, pág. 221.
364 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
Qtado por Alfred Rieg, ob. ctí. en nota 641, N* 385, pág- 380. Cfi.
las explicaciones del profesor Santoro Pasarelli, principal autor del nuevo
Código Civil italiano: Doctrinas Generales del Derecho CivÜ. Traducción es-
pañola, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, págs. 277 a 279.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 367
« " En este sentido, cfr. Danz, ob. ctt. en nota 614, págs. 96 y 97.
• * Tomo primero, pág. 128.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 369
6 8 2
Sobre esta temática ver Franoois Gény, ob. ctí. en nota 378. Nueva
edición 1954, tomo 1, N°>- 109 y s.
M S
El parágrafo 157 dispone: "Los contratos deben ser interpretados
como lo exige la buena fe en correlación con los usos sociales" y el 242 esta
blece: "El deudor está obligado a cumplir la prestación según lo exige la
buena fe en correlación con los usos sociales".
372 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
"editar", que engloba todos los compromisos que otrora era preciso
4
estipular por separado** . Es casi superfluo señalar que el intér-
prete no puede desconocer tales evoluciones del lenguaje; de otra
manera, la interpretación probablemente será incorrecta. Y éste no
es más que un aspecto, entre tantos otros, que demuestra que el
intérprete debe siempre estar atento a las menores evoluciones de
la realidad social que de suyo es cambiante y dinámica.
La formación consuetudinaria del lenguaje se traduce, con fre-
cuencia, no sólo en el nacimiento del uso social correspondiente
sino que también, más tarde, en la promulgación de una norma po-
sitiva de derecho escrito. Ello no debe asombrar, pues es un hecho
irredargüible que el derecho legal tiene su más sólida base de apoyo
en el derecho consuetudinario, que es el que mejor expresa, en el
terreno jurídico, un poco vagamente es cierto, las aspiraciones, ne-
cesidades y sentimientos de un pueblo. Así, cuando las leyes regla-
mentan los principales contratos, prescriben poco de novedoso; a
menudo se llegaría a las mismas soluciones legales a través de la
aplicación del derecho consuetudinario. Por el contrato de arren-
damiento de cosa, el arrendador se obliga a ponerla a disposición
del arrendatario, manteniéndola en el estado de servir para el fin
por el cual fue arrendada, y el locatario se obliga, en contrapartida,
a pagar el precio o renta estipulado; esto podría ser determinado
por el intérprete aunque ninguna norma legal lo prescribiera, pues
tales resultados se producen, en todos los países civilizados, como
consecuencia del empleo de determinadas palabras cuya constante
utilización ha generado la regla consuetudinaria que les atribuye
un sentido preciso y obligatorio.
Al margen de toda norma escrita, el empleo del lenguaje suele
ser decisivo en la interpretación. Si un individuo envía un mensaje
a un amigo íntimo pidiéndole que le "pase" veinte mil pesos, el
juez, para decidir más tarde si el que solicitó el dinero debe o no
devolverlo, para decidir luego de la interpretación si hubo prés-
tamo o donación, deberá recurrir a los usos y concretamente a la
significación del lenguaje amical. Asi, luego de considerar todas las
circunstancias de la especie, el intérprete podrá decidir que cuando
un amigo le pide a otro que le "pase" una suma de dinero, se en-
tiende que es bajo el compromiso de restituirla. La solución podría
ser diferente entre miembros de una misma familia.
Los usos sociales susceptibles de guiar la interpretación obje-
tiva constituyen normas jurídicas cuyo valor práctico está expresa-
mente reconocido en los parágrafos 157 y 242 del Código Civil
alemán. Sin embargo, como los usos específicos que debe utilizar
el intérprete no se hallan descritos en las leyes, debe comenzar por
fijar cuáles conciemen a la especie. £1 uso social surge y se desa-
rrolla en el seno de comunidades más o menos vastas de un modo
espontáneo, siendo el juez quien debe materializarlo, quien debe
destacar la regla popular, a proposito de los litigios concretos que
le corresponda dirimir.
Esta función del juez tiene puntos de contacto con la del le-
gislador. El uno y el otro suelen establecer reglas fundadas en la
tradición consuetudinaria; sólo que el primero lo hace a propósito
y para un caso particular, mientras que el segundo lo hace mediante
la dictación de una norma de carácter general. Por lo demás, el com-
parar el rol del legislador con el del juez es tradicional en la doc-
trina favorable a la interpretación objetiva. Este pasaje de Saleilles
lo refleja con meridiana claridad: "El juez tiene la misión de hacer,
con respecto al vínculo jurídico concreto creado por la declaración,
lo que la ley hace, de manera abstracta, respecto a la reglamenta-
ción de los contratos, o sea, colmar las lagunas de la voluntad de
las partes mediante deducciones interpretativas o supletorias de sus
voluntades. Tiene un poder reglamentario o supletorio que consiste,
respecto a las dificultades que surgen entre las partes..., en efec-
tuar la reglamentación de los intereses en causa, en el sentido más
acorde al fin perseguido, a los usos y a la buena fe recíproca".
"Este poder reglamentario y supletorio del juez es análogo, desde
el punto de vista de su misión concreta, al poder interpretativo de
85
la ley, en su función abstracta"* .
En la materialización de los usos vinculados a la especie, el
intérprete debe tener en cuenta diversas consideraciones que ata-
ñen a las circunstancias de tiempo, territorio y grupos a los que se
aplican los usos.
Respecto a las circunstancias de tiempo, los usos sociales váli-
dos son aquellos en vigor al momento de la interpretación •**. En
4 7 1
Ejemplo, el ultimo, de Ehrlich. Citado por Danz, ob. cit. en nota 614,
pág. 281.
376 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
Los artículos 156 y 242 del BGB reenvían no sólo a los usos
sociales, sino que también a la buena fe. Preguntémonos entonces
qué significa la interpretación según la buena fe.
4 7 3
Sobre algunas aplicaciones jurisprudenciales de la buena fe en la
interpretación objetiva de los contratos, cfr. N* 67 de la ob. cit. en nota 209.
8 7 8
Sobre los estándares, reglas legales flexibles o conceptos válvulas, en
tre los que sobresalen los parámetros de la buena fe contractual y del hombre
razonable, ver supro N' 62. El estándar es una regla legal dócil, que en lugar
de formular una solución rígida concede poder discrecional al sentenciador.
378 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
4 7 7
Sobre una novedosa percepción de la equidad, susceptible de apli-
cación en Chile, ver los recientes y creativos trabajos de Alejandro Cuzmán
Brito: El juez entre la equidad y la ley y El significado histórico de las ex-
presiones equidad natural y principios de equidad en el Derecho chileno,
publicados respectivamente en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 78,
1981, primera parte, págs. 1-15, y en Revista de Ciencias Sociales, Universidad
de Valparaíso, N' 18-19, 1981, págs. 111 y s. La sentencia arbitral ejecuto-
9
riada (en particular el considerando 19 ), publicada en Revista Chilena de
Derecho, Universidad Católica de Chile, vol. 9, N? 3, 1982, págs. 623-639,
acogió la concepción del profesor Guzmán.
6 1 8
La influencia del Código italiano de 1942 parece indiscutible. No
obstante el carácter subjetivo de la interpretación en Italia, el artículo 1366
señala que "el contrato debe ser interpretado según la buena fe".
4 7 9
Sentencia pronunciada en Buenos Aires, el 28 de julio de 1980, por el
13* Juzgado Nacional en lo Comercial, en la causa "Mujica Juan Carlos con Caja
Prendaria S. A.", publicada con el comentario de Ernesto R. B. Polotto (inti-
tulado Sobre la interpretación de las cláusulas uniformes de contratación), en
Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, Ed. Depalma, Bue-
9
nos Aires, N 86, 1982, págs. 231 a 285.
4 8 0
Polotto, Ob. cit. en nota 679, págs. 265, 266 y 269.
380 u# COiUnUM8 (PARTE m)
8 8 8
La escuela normativa, cuyo jefe es Hans Kelsen, sostiene, en cambio,
que el Derecho, para llegar a ser una verdadera ciencia,-, debe prescindir de
todo razonamiento de política jurídica. Por este camino, dicha escuela ha lle-
gado a reducir el Derecho únicamente a la descripción de las normas jurídicas,
Justificando así la validez de cualquier ordenamiento jurídico y confundiendo
al Derecho con el Estado.
8 8 6
Paul Roubier señala: "El derecho, cierto, tiene necesidad del con-
curso de numerosas ciencias: ciencia económica, ciencia social, ciencia política,
etc....; pero, en sí mismo, el derecho es un arte y no una ciencia; y no sólo
cuando se trata de aplicar o interpretar las reglas, sino que incluso cuando'se
trata de establecerlas. Este arte denominase política jurídica. Supone elegir,
puesto que no obedece a leyes naturales que operen mecánicamente". (Théorie
Genérale du Droit, 2* ed., Recueil Sirey, París, 1951, pág. 192).
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS
Resulta casi trivial afirmar que mientras mayores sean los talentos
de los jueces de una nación, mucho más glorioso y fecundo será el
Derecho vigente en ella.
C
•T Gounot, Ob. cu. en nota 268, pág. 109.
LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
*» Ob. cit. en nota 378, 1954, tomo 2, N° 172, pág. 159 y su nota 3. Sobre
la equidad, depurada de la percepción subjetiva de quien la aplica, ver supra
nota 677.
«*» Coumot, citado por Gény, ob. cit. en nota 378, 1954, tomo 2, N*
178, pág. 198 y su nota 1.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS
87. C O N S I D E R A C I O N E S PREVIAS: C A L I F I C A C I Ó N D E L
C O N T R A T O . ES POSTERIOR A L A INTERPRETACIÓN.
CUESTIONES D E H E C H O Y D E D E R E C H O
«** Tomo del Repertorio citado en nota 579, págs. 239, 240 y 244. En
igual sentido, Corte Suprema 4 agosto 1981. En Faltos del Me* N» 273, pág.
388 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
atribuciones. No puede, por tanto, entrar a rever los hechos. Estos que-
708
rían definitivamente establecidos ante los tribunales de instancia .
Es preciso procurar esclarecer, hasta donde sea posible, la distinción
entre cuestiones de hecho Y cuestiones de derecho.
"Sencillo en apariencia, ofrece, sin embargo, a veces, su aplicación
en la práctica del foro, dificultades de tal manera graves, que en los países
donde existe el recurso de casación en el fondo desde antiguo, ha pro-
ducido discusiones verdaderamente seculares, y puede afirmarse que,
hasta la fecha, los jurisconsultos y los magistrados no han llegado a
ponerse de acuerdo sobre algunas situaciones jurídicas susceptibles de
presentarse. La discordia ha provenido de lo difícil que suele ser el sepa-'
rar los hechos del derecho, o sea, de indicar el término preciso que dis-
tingue a aquéllos de éste, habiéndose llegado a sostener que semejante
distinción es una pura abstracción y que, en la realidad, es imposible
70
separarlos" *.
La jurisprudencia, por desgracia, no es conceprnfllmmitft AHÍ. Cuan-
do la Corte Suprema ha tenido que fallar si una cuestión determinada
pertenece a una u otra categoría de las que nos preocupan, «¡o ha wm. •
tentado con decidir esto o aquello, contradiciéndose a menudo. Pero no
ha buscado uegar a detinlr las cuestiones de hecho y de derecho.
En un sentido lato, todo lo que sucede en este mundo es un hecha
Mas, estrictamente, en lo relativo a nuestro tema, debemos buscar la idea
del punto de hecho en relación con el proceso. Lo mismo que respecto
al punto de d e r e c h o . ^ ~ 7 ,
Para Escriche, "la palabra hecho\significa el caso o la especie de
que se trata en una discusión o litigio; y el hecho es entonces exposi-
ción de las circunstancias de que se compone el negocio contencioso,
en cuya acepción suele llamarse punto de hecho, por oposición a punto
de derecho. El punto de hechoV en un proceso, consiste asimismo en lo
que se ha ejecutado, y muchas veces en lo que se ha dejado de ejecutar;
eí punto de derecho, ert'ía aplicación y acomodamiento de la ley o de
L 704
i reglas de la justicia al "punto de h e c h o " . '
Según Ramírez Frías, quien se ha preocupado especialmente del
tema, son hechos del juicio: "Las circunstancias o acontecimientos que
sirven de base al litigio, de tal manera que, sin ellos, este litigio no se
nnnribft, CTMN asimismo los que dentro de él. ocurren Lo demás, en los
r
7 0 2
Bxc«ctopalmente. si se acoge por la Corte Suprema un recurso de
casación en el fondo por violación de las leve» reguladoras A* la pnwrn, k
«entencja de reemplazo se dictará sobre la base de hechos distintos a los que
había dado por establecidos el tribunal de segunda instancia. No profundizare-
mos este punto, dado que en este capítulo no se pretende efectuar un es-
tudio procesal del recurso mencionado.
7 0 8
Tomás Ramírez Frías: El recurso de casación en el fondo y las cues-
tiones de hecho. Imprenta Cervantes. Santiago 1004, pág. 6.
7 0 4
Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia. Acepción
de la voz "HECHO".
705
OB. cit. en nota 703, págs. 17 y 18.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 391
7 0 8
Henri Capitant: Vocabulario Jurídico, 1961. Acepción II de la voz
"HECHO".
L
302 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
hechos implica una cuestión efe hecho Toda'Xa qui! conejero, e a este primer
l
1 0 9
Ob. ctt. en nota 703, pág. 12.
« • Ver supra N» 52.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 393
7 1 1 9
A esta conclusión se llegó en el análisis efectuado en el N 52, es
decir, qim <<] Brticsilo 15-15 del Código Ovil puede incluirse en la voz "ley" del
irtículo 767-1 del C.P.C.
m
Sobre contratos nominados o típicos, cfr. suvra N» 25.
394 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
Jurisprudencia chüena
"Es facultativo de los jueces del fondo apreciar que el vinculo ju
rídico que une a las partes es un contrato de construcción de obra ma-.
7 1 S
terial y no .un comodato precario" .
"La calificación de un contrato, hecha por un Tribunal sentencia
dor en uso de sus facultades de juzgar, no puede dar lugar a una casa
ción sino a otros recursos"™.
"No habiéndose exhibido en los autos el contrato que sirve de base
a la demanda, es una cuestión de hecho la de determinar si es o no una
cuenta corriente, y esta calificación corresponde privativamente a los
7 I T
jueces de la causa .
"Establecido por el tribunal sentenciador, analizando el conjunto a
las probanzas rendidas, que las partes consintieron en un contrato de
compraventa, esta conclusión es consecuencia natural, necesaria y di
recta de la apreciación de los jueces del fondo que no puede ser modi
71
ficada o enmendada por la vía de la casación'* *.
"La calificación material del hecho controvertido sólo importa la
fijación del mismo hecho, ya que el tribunal, para llegar a ella, no efec
túa una interpretación técnica de la ley, sino que aprecia el mérito com
parativo de las declaraciones y demás comprobaciones de las partes, en
ejercicio de la facultad soberana que a este respecto consagran las dis
TV>
posiciones del C.P.C." . Luis Claro Solar, con razón, criticó k doc
trina de este fallo, que estima como un simple hecho el atribuir a un
xmtrato el carácter de arrendamiento de servidos inmateriales y no el
7S0
de un mandato mercantil .
En un segundo grupo, transcribimos a continuación fallos que han
reconocido la buena doctrina en materia de casación por errónea califi
cación de los contratos.
"La interpretación de los contratos no cae bajo la censura del tri
bunal de casación. Esta regla sufre excepción únicamente cuando los
jueces del fondo, al interpretar el contrato, entran en el terreno del de
recho, como cuando se califica erróneamente su naturaleza jurídica o se
731
lace producir al contrato efectos diversos de los designados por la l e y " .
T5s error de derecho calificar un contrato de cuenta corriente mer
728
cantil como contrato de mutuo" .
"Es casable la sentencia que califica erróneamente un convenio, ha
ciéndole con ello producir efectos diversos de los que legalmente co
7
rrespondía" **.
7 1 1
17 mayo 1935. Sentencia citada por Roberto Defic: Causales de Ca
sación en el Fondo en Materia Civil. Memoria. Talleres Gráficos Horizonte,
1945, pág. 61.
7 1 4
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 5, sección 1, pág. 39.
7 1 7
Ibídem, tomo 3, sección 1, pág. 1. '
7 1 8
Ibidem, tomo 35, sección 1, pág. 382.
7 1 9
Ibidem, tomo 1, sección 1, pág. 13.
7 3 4
Noto de Claro Solar, en Revista i* Derecho y Jurisprudencia, tomo
4, pág. 135.
™ Revisto de Derecho y Jurisprudencia, tomo 15, sección 1, pág. 75.
7 2 2
Ibidem, tomo 24, sección 1, pág. 678.
7 8 8
Ibidem, tomo 18, sección 1, pág. 446.
396 LOS CONTRATOS (PARTE CENERAL)
7 2 9
Sobre semejante estimación, que hemos rebatido, ver supra N' 76.
7 8 0
En contra, ver supra N* 52.
7 8 1
Sobre los tres períodos de' la evolución de la jurisprudencia francesa,
en el tema del control de la interpretación de los contratos por la Corte Su-
prema, al través del recurso de casación, ver una síntesis en nuestro libro
citado en la nota 209, págs. 209, 210 y 211.
398 OS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
Jurisprudencia chilena
™ Citado por Tomas Ramírez Frías, ob. cit. en nota 703, pág. 53.
™ Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 7, sección 1, pág. 461 y
nota de Luis Claro Solar.
™ Ibidem, tomo 44, sección 1, pág. 361.
7 » IWcfem, tomo 42, sección 1, pág. 166.
T** Ibidem, tomo 35, sección 1, págs. 202 y 276.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 399
"La decisión de los jueces del fondo al fijar la intención de los con-
tratantes podrá ser errónea, su criterio para juzgar al respecto podrá ha-
ber sido equivocado, y, en suma, la resolución final de ellos podrá cons-
tituir una mala sentencia; pero en ningún caso podrá dar motivo a una
7 7
casación por violación de la ley" * .
Esta postura, absolutamente adversa a la injerencia de la Corte Su-
prema, vía casación de fondo, en la interpretación contractual, sigue mani-
festándose en muchas sentencias posteriores. Asi, en las de 20 de mayo
7W
de 1954 y 9 de octubre de 1 9 5 9 . Y en fecha bien reciente, en la
sentencia de 19 de marzo de 1984: "La facultad del tribunal de casación
se encuentra limitada a enmendar los errores de derecho que hayan te-
nido influencia substancial en lo dispositivo del f a l l o . . . , pero no se
encuentra dentro de esa facultad el revisar si se ha establecido debida-
mente la intención o voluntad de los contratantes, deduciéndola de lo
expresado por ellos en una cláusula del contrato. La operación intelectual
de interpretación dirigida a indagar la intención que aquéllos realmente
tuvieron, y las conclusiones a que se arriba en este proceso valorativo,
en presencia de los elementos de juicio que suministra aquel acto u
otros antecedentes de la causa, es una cuestión de hecho que no puede
ser revisada por el tribunal de casación, como sucede en el caso de
7
autos* ».
7 8 7
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 27, sección 1, pág. 736.
™ Publicadas en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 51, sec-
ción 1, pág. 142, y tomo 56, sección 1, pág. 340. El Repertorio del Código
Civil, varias veces citado, en sus dos ediciones y en el tomo Suplemento, de
1083, extracta la doctrina de numerosas sentencias en igual sentido.
9
™ En Fallos del Mes, N 304, pág. 20, sentencia 9, considerando 12*.
LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
!
400
**• Garre, citado por Ramírez Frías, ob. ctí. en nota 703, pág. 44.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 401
7 4 1
Claro Solar, ob. cit. en nota 245, tomo XI, N« 1035, pág. 484.
7 4 9
Claro Solar, nota al fallo de 12 noviembre 1926. En Revista de De-
recho y Jurisprudencia, tomo 24, sección 1, pág. 303. En igual sentido, en su
ob. ctt. en nota 245, tomo XL págs. 481 y 485.
7 4 3
Citado por Claro Solar, ob. cit. en nota 245, tomo XIL pág. 12.
402 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
~ « Claro Solar, ob. cit. en nota 245, tomo XI, N* 1032, pág. 472.
™> Ibidem, tomo XII, N» 1282, pág. 7.
INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS 403
Jurisprudencia chilena
7 4 4
Con la doctrina de Claro Solar, fuera de la contradicción que signi-
fica postular, por un lado, que la interpretación es cuestión de hecho, y, por el
otro, que es procedente el recurso si se desnaturaliza cualquier contrato (claro
u obscuro), pierde toda coherencia la casación en el fondo, pudieodo la Corte
Suprema actuar en cada caso como se le ocurra o parezca. Asi, la seguridad
jurídica queda hecha añicos.
7 4 7
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 10, sección 1, pág. 536.
7
« Ibidem, tomo 21, sección 1, pág. 391.
404 LOS CONTRATOS (РАНТЕ GENERAL)
3 u e s e d e s e n t i e n d e d e é s t e , o l e d a un s e n t i d o m a n i f i e s t a m e n t e diverso
e l q u e las p a r t e s t u v i e r o n e n v i s t a , o l e e x i g e u n a c o n d i c i ó n q u e los
c o n t r a t a n t e s n o fijaron, o d e s c o n o c e e l v a l o r d e un h e c h o e s t a b l e c i d o en
relación con el c o n t r a t o " ™ .
r e c e r d e q u e e l l a es i n c o n s i s t e n t e . A d h i r i e n d o a l a s f u e n t e s p r i m i g e n i a s
e n e s t e t ó p i c o , o s e a , a los p o s t u l a d o s d e D o m a t y P o t h i e r , principales
inspiradores d e l C ó d i g o N a p o l e ó n , c o n c l u i m o s q u e l o s t r i b u n a l e s p u e d e n
i n t e r p r e t a r c u a l q u i e r c o n t r a t o d i s c u t i d o p o r las p a r t e s , sin q u e d e b a
a c e p t a r s e e s a artificial d i s t i n c i ó n . N o s r e m i t i m o s a q u í a l o a l l í e x p u e s t o ,
d e k > q u e s e c o l i g e n u e s t r a d i s c r e p a n c i a c o n l a d o c t r i n a d e l a jurispru-
dencia francesa, inspirada en el señor Carré. P er o t a m p o c o compartimos
la jurisprudencia chilena, inspirada e n L u i s C l a r o Solar, l o q u e jus-
9
tificamos en el N 8 9 . 2 . q u e a n t e c e d e .
Por otra parte, hemos sostenido que la ley del contrato, e l articulo
1 5 4 5 d e l C ó d i g o C i v i l , e s t á c o m p r e n d i d o e n l a e x p r e s i ó n " l e y " d e l ar-
tículo 7 6 7 - 1 d e l C ó d i g o d e P r o c e d i m i e n t o C i v i l ™ . T o d o c o n t r a t o legal-
mente celebrado ex una ley pora loe parte», e x p r e s a c o n v i g o r e l a r t i c u l o
1 5 4 5 . O sea, q u e el contrato es u n a ley desde q u e n a c e y n o desde que
se interpreta por e l juez. L a interpretación, s o b r e todo la subjetiva q u e
se efectúa e n Chile, se limita a r e c o n o c e r las obligaciones q u e las partes
habían creado. L a sentencia interpretativa es genuinamente declarativa,
ya q u e únicamente reconoce una situación preexistente.
T o d a equivocada interpretación infringe la ley del contrato. A l m e -
n o s los a r t í c u l o s 1 5 4 5 y 1 5 6 0 d e l C ó d i g o C i v i l c h i l e n o . S ó l o e l p r e t e x t o
d e q u e l a i n t e r p r e t a c i ó n d e l c o n t r a t o s e a cuestión de hecho, h a p o d i d o
c o n d u c i r a l a j u r i s p r u d e n c i a d e l a EL C o r t e a r e h u s a r c o n t r o l a r l a inter-
pretación contractual realizada por los tribunales d e las instancias.
¿Por qué no estimar la interpretación de los contratos como una
6
cuestión de derecho?'' *.
D e responder afirmativamente, se nos vendrían encima cientos d e
fallos d e n u e s t r o s t r i b u n a l e s y n u m e r o s í s i m a s o p i n i o n e s d e los a u t o r e s ™ .
C o r r e r e m o s , n o o b s t a n t e , e l r i e s g o y p r o c u r a r e m o s d e m o s t r a r q u e l a in-
t e r p r e t a c i ó n d e los c o n t r a t o s n o e s u n a quaestío facti.
9
a) E n p r i m e r l u g a r , al f i n a l d e l N 8 7 , l u e g o d e p l a n t e a r e l dis-
tingo e n t r e c u e s t i o n e s d e h e c h o y c u e s t i o n e s d e d e r e c h o , a l u d i m o s al
texto c l a s i c o d e las P a n d e c t a s f r a n c e s a s , s e g ú n e l c u a l h a y t r e s e t a p a s
e n los j u i c i o s q u e p e r m i t e n s e p a r a r l o s p u n t o s d e h e c h o d e los d e d e r e c h o .
U n a p r i m e r a : e n q u e los j u e c e s a v e r i g u a n si l o s h e c h o s q u e sirven
de base al proceso existen o no. U n a s e g u n d a : e n q u e los j u e c e s califican
7 8 9
Ob. ext. en la nota 6 1 4 , págs. 6 9 y 2 4 3 .
408 LOS CONTEXTOS (PASTE CENSUAL)
7 8 7
La Candan Civil, E d . Revista d e Derecho Privado, Madrid, 1 9 4 4 ,
pág. 2 5 5 .
7 5 4
Derecho Procasal Civil, E d . Talleres d e C r i t i c a s González, tomo 2 ,
Madrid 1 9 8 2 , pág. 1 4 5 6 .
QUINTA PARTE
EFECTOS PARTICULARES
DE LOS CONTRATOS SINALAGMÁTICOS
En mayor o menor medida, los distintos tópicos que integran
el tema general de los efectos especiales de los contratos bilaterales
se encuentran expuestos en los textos de consulta habitual en ma
teria de Derecho de Obligaciones. En la cátedra correspondiente,
los estudiantes ya se familiarizaron con ellos. Esta explicación jus
tifica que en la quinta y última parte que aquí iniciamos sólo abor
demos a grandes rasgos materias más o menos conocidas por el
lector, siendo nuestro propósito principal ofrecer una visión de
conjunto de temas que habitualmente se examinan dispersos o di
seminados.
ш
Salvo la resolución por inejecución, fundada en la condición resoluto
ria tácita del artículo 1 4 8 9 del Código Civil, q u e exclusivamente opera en los
contratos bilaterales, las demás instituciones podrían, según algunos, recibir apli
cación en materia d e contratos unilaterales. Pero esta hipótesis, si fuese valida,
es excepcional y sin gran interés teórico ni practico. Ello justifica el tgrupa-
miento y análisis de todas estas instituciones bajo el título de efectos particu
lares de los contratos sinalagmáticos.
™ Cfr. Marty et Raynaud: Drotí CtoÜ, tomo 2, volumen 1, París, 1982,
№»• 2 8 4 y a ; la obra de los tres hermanos Maxeaud: Lecciones de Derecho
Civil, Parte Segunda, VoL 1, traducción del francés, E d Europa-América, Bue-
nos Aires, 1 9 8 0 , N* 2 8 6 ; Plantel y Ripert, Traite Frotiqve de Drott CMl Fren-
gais, T o m o V I , por Esniein, 2 ed., 1 9 5 2 , N* 4 1 0 ; entre nosotros, por ejemplo,
a
7 8 8
Capitant, ob. ctí. en nota anterior, nags. 2 8 a 3 0 .
414 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
7 7 1
Corte Suprema, 2 9 julio 1 9 3 1 . E n Revista de Derecho y Jurispruden
cia, tomo 2 8 , sección 1, pág. 6 8 9 , en especial considerandos 2 0 al 2 3 .
420 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
7 7 3
L o que se examinó en el № 9 1 que antecede.
™ Cfr. Abeliuk, ob.cit en nota 1 0 7 , N* 5 3 2 , y las sentencias nacionales
por ¿1 mencionadas al pie de la pág. 3 3 0 .
7 7 8
Ver tupra N* 6 2 y N* 6 3 , en particular 6 3 . 3 .
EFECTOS PARTICULARES DE LOS CONTRATOS SINALAGMÁTICOS 4OJ
7 7 7
E n materia extra contractual, la. expresión rietgos se vincula con la
responsabilidad civil objetiva o sin culpa. Quien pone en movimiento fuerzas
peligrosas en su provecho d e b e indemnizar los daños q u e ocurran, sin que se
precise juicio de reproche alguno en contra del demandado. E s t e tiene o so-
porta los riesgos de la actividad emprendida. L a responsabilidad basada en el
riesgo es excepcional, pero la tendencia es su paulatina ampliación. E n Chile
existe responsabilidad extxacontractual objetiva, basada en el riesgo, por ejem-
respecto de los danos derivados del uso pacifico de la energía nuclear;
los daños causados por objetos espaciales; de los daños causados por una
aeronave a personas ubicadas en la superficie de la Tierra. T a m b i é n en caso
de daños personales causados en accidentes del transito, en e l ámbito de la ley
N* 1 8 . 4 9 0 sobre seguro automotriz obligatorio (artículos 6, 1 1 , 3 0 ) . Aunque
se discute, la jurisprudencia h a declarado que existe responsabilidad civil ob-
jetiva en materias de abusos de publicidad ( C o r t e de L a Serena, 3 mayo
1 9 7 8 ) y de responsabilidad extra contract uaj de las municipalidades (articulo
6 2 - 3 del Decreto L e y N« 1.289, ley Orgánica d e Municipalidades). Un último
ejemplo: daños causados por aplicación de pesticides o fumigaciones (respon-
sabilidad objetiva clarísima en el articulo 6» de la L e y № 1 5 . 7 0 3 ; hoy dudosa
e n e l articulo 3 6 del Decreto L e y N* 3 5 5 7 ) .
7 7 1
Históricamente la voz "riesgo", vinculada con pertovium, tuvo un al
c a n c e más a m p l i a Cfr. Patricio Núfiez F i n o : Los riesgos en el Contrato Bi
lateral, Memoria de Prueba que tuve el agrado d e dirigir en 1 9 7 3 , en la Uni
versidad Católica de Valparaiso, págs. 1 a 3.
E n su excepcional Memoria de Prueba (De la Compraventa y de la
7 7 9
7 9 0
V . gr., F e m a n d o F u e y o Laneri, ob. ctí. en nuestra nota 1 7 8 , tomo 4 ,
VoL 2 , 1 0 5 8 , N* 6 3 2 , pág. 2 2 1 ; Jorge Feirano F a c e t o : La Teoría de los Ries-
gos, en Revista de la Facultad de Derecho y Ciencia* Sociales, Montevideo,
N* octubre 1 9 5 2 , pág. 1 1 8 2 .
426 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
7 8 1
V e r supra N* 19. E n igual sentido, Patricio Núfiez, ob. cit. en nota 7 7 8 ,
N» 7 , paga. 2 3 a 2 5 , y Hernán Matus Valencia: El problema de lo» riesgos en
el contrato. Memoria de Prueba, Editorial Universitaria, Santiago 1 9 5 5 , pág.
9
3 6 7 . E n contra, Rene Abeliuk, ob. ctí. en nota 1 0 7 , N 1 2 0 9 , pág. 7 8 6 .
9
™ Alessandri, ob. cit. en nuestra nota 7 7 9 , N 7 7 7 , pág. 7 5 6 del tomo 1.
Meza Barros, ób.cit. en nuestra nota 7 7 6 , N 3 8 2 , pág. 2 7 9 .
9
16
Breve explicación histórica *
7 8 5
Sobre la evolución histórica del problema de los riesgos, cfr. Patricio
Núñez, ob. cit. en nota 7 7 8 , capítulo segundo.
7 M
E n este sentido, por ejemplo, Marty y Raynaud, ob. cit. en nota 7 6 1 ,
N* 2 8 9 ; Mazeaud, ob. ctt. en nota 7 6 1 , parte segunda, vol. 3 , N ' 1117.
EFECTOS PARTICULARES DE LOS CONTRATOS SINALAGMÁTICOS 429
7 ( 7
Hay quienes atribuyen a un error del legislador chileno la implanta-
ción del criterio del articulo 1 5 5 0 . Asi por ejemplo R e n e Abeliuk, ob. cit. en
Q
nota 1 0 7 , N 1 2 1 2 , pág. 7 8 8 . Por nuestra parte, creemos q u e simplemente
Andrés Bello prescindió del Código francés y se inspiró en el Derecho romano.
Los efectos reales que el contrato de compraventa produce en Francia eran y
son radicalmente incompatibles con los efectos personales q u e genera en Chile,
acorde a la tradición romana.
7 8 4
Igual regla formula el artículo 1 5 0 4 - 1 en materia de obligaciones al-
ternativas, lo que es comprensible en la medida que en estas obligaciones se
considera q u e existe una condición.
430 LOS CONTRATOS (PARTE GENERAL)
7 W
Dice con acierto Antonio Vodanovic H . (Derecho de Obiigacionet,
Ediciones Periodísticas y Estadísticas, Santiago, 1 9 7 0 , N* 1 5 5 , pág. 1 4 2 ) : " L a
importancia de distinguir la obligación de género corriente y la de género limi-
tado consiste en que muchas normas de las primeras no son aplicables a las
segundas. Por ejemplo, la pérdida d e la cosa por caso fortuito no es un modo
d e extinguir las obligaciones genéricas, sino l a s d e especie o cuerpo cierto
(artículo 1 6 7 0 ) ; sin embargo, resulta evidente q u e si perecen por caso fortuito
todas las cosas del género delimitado, la obligación del deudor se extingue
como si se t r a t a n de la deuda de un cuerpo cierto".
T
. * L a verdad es que la situación del articulo 1 9 5 0 N* 1 frente a la teo-
ría d e los riesgos es ambigua. Todo el complejo h a z d e las obligaciones de
ambas partes se extingue en virtud de la destrucción fortuita d e la cosa arren-
dada. E l acreedor de la obligación d e dar la especie o cuerpo cierto es, al
instante d e sobrevenir el caso fortuito, el arrendador, a quien el arrendatario
tendría q u e restituirle el bien una vez expirado el contrato. Como el riesgo lo
soporta el arrendador ( y a q u e perderá la cosa y nada recibirá d e la contra-
parte: ni las rentas, ni indemnizaciones), la norma en lugar d e excepcional
estaría confirmando la regla chilena de que el riesgo es para el acreedor. Entre
los autores que ubican el articulo 1 9 5 0 N* 1 como excepción a la norma del
artículo 1 5 5 0 se encuentra Rene Abeliuk, oh. cit. en nuestra nota 1 0 7 , N* 1 2 1 2 ,
pág. 7 8 8 .
781 U n a visión más completa del Derecho chileno sobre los riesgos en las
obligaciones de dar exigiría analizar los artículos 1 4 2 y 1 4 3 del Código de
Comercio. E l articulo 1 4 2 corrobora la norma de los artículos 1 5 5 0 y 1 8 2 0
del Código Civil. E l articulo 1 4 3 , en cambio, entre las seis excepciones en
que atribuye al vendedor el riesgo de la pérdida de la cosa vendida, contempla
novedades en los cuatro primeros números. L o s № • • 1 al 3 del artículo 1 4 3 se
vinculan con particularidades de la venta mercantil. E l N* 4 , relativo a la venta
a plazo, sienta una solución inversa a la del artículo 1 8 2 0 del Código Civil
t** Ob. cit. en nuestra nota 1 0 7 , N* 1 2 1 3 .
ITSCTOS PARTICULARES DE LOS CONTRATOS SINALAGMÁTICOS 431
7 9 8
E n nota de Dalmacio Vélez SarsfJeld al pie del articulo 5 7 8 del Có
digo argentino se lee un sabroso comentario, q u e parecería estar dirigido contra
el Código de Bello, ciertamente tenido a la vista por el ilustre codificador
trasandino: " . . . parece ilógico q u e nuestras leyes q u e declaran q u e no se ad
quiere el dominio de las cosas con sólo el titulo, si no es seguido de la tradición,
dispongan que el peligro de la cosa, que es el objeto de una obligación de dar,
sea de cuenta del acreedor, aun antes de la tradición, fundadas en el principio
de que el deudor de cosa cierta se libra de la obligación de entregarla cuando
perece sin su culpa. Esto es confundir el derecho personal con el derecho
real. E l derecho personal q u e se constituye por la obligación no da derecho
alguno en la cosa, y sin embargo se le constituyen las consecuencias del dere
cho real; para él perece la coca, para él se aumenta, y de su cuenta son la
mejora o deterioro".
432 LOS CONTRATOS (FARTE GENERAL)
A -
ABELIUK. René notas 1 0 7 y 1 4 4 ; N» 3 8 y nota 2 6 3 ;
notas 3 0 4 , 3 6 5 , 3 7 7 , 4 5 7 y 7 6 1 ; N»
9 1 y nota 7 6 8 ; notas 7 7 4 y 7 8 1 ; N»
9 3 . 2 . y notas 7 8 7 y 7 9 0
2. A B E R R A N E , Hasserì nota 4 2 1
3. A B U A U A D , Ricardo nota 1 4 0
4. AHRENS N» 4 6 . 3 .
5. A I M O N E , Enrique nota 2 1 4
6. ALARICO N* 11
7. ALDUNATE N» 5 2
8. A L E G R I A , Mario nota 1 6 4
9. A L E S S A N D R I B . , Arturo nota 2 9 4
10. A L E S S A N D R I R., Arturo 9
notas 1 8 6 y 2 4 5 ; N 2 7 y nota 2 4 8 ;
9
notas 2 5 7 v 3 0 9 ; N 4 9 . 1 . y notas
3 7 5 y 3 7 6 ; N» 9 3 y notas 7 7 9 y 7 8 2
11. A L E S S A N D R I R., J o r g e N» 3 5
12. A L L A N , David N» 4 4 y nota 3 1 2
13. A L P A , Guido nota 2 1 6
14. A N A B A L O N . Carlo» notas 4 0 9 y 7 0 8
15. A N S O N , William N* 14 y notas 8 0 , 8 3 y 8 6 ; N» 1 5
16. A R A N G I O - R U I Z , Vicenzo nota 9 ; № 7; notas 3 7 y 3 8
17. ARISTOTELE S N» 7 y notas 1 8 y 2 1 ; N» 8.2.; N»
13; N « . 4 0 . 1 .
18. A S C A R E L L l , Tulio N» 2 0
19 A S T U T I . Guido № 8 . 1 . y nota 2 8 ; N» 9 . 4 y nota
4 8 ; N* 4 2 y nota 3 0 3
20. A U B E R T , Jean-Luc notas 1 7 2 , 2 6 8 y 2 7 5 ; N» 4 9 . 2 . y
notas 3 8 0 y 3 8 1
21. AUBRY N« 6 8 y nota 5 4 9
22. AYLWIN, Patncio nota 1 8 1
B -
- c -
1. C A L A M A N D R E I , Piero N* 5 2 y nota 4 0 9
2. C A L V O , Gonzalo N» 3 3 . 3 .
3. CAPITANT nota 4 3 6 ; N» 8 7 y nota 7 0 6 ; № 9 0
y notas 7 6 2 y 7 6 3 ; notas 7 6 5 y 7 8 4
4 CARBON N I E R , Jean notas 12 y 14; N» 10; N* 2 4 ; nota
1 6 3 ; N» 6 5 y nota 5 3 4 ; N» 7 8 y
nota 6 3 0
5. CARMONA, Carlos nota 1 4 0
6. C A R N E L U T T I , Francesco N* 7 6 y notes 6 1 7 y 6 1 8
7. C A R R E R A , Francisco note 4 7 4
8. CARRE N* 8 9 . 2 . y note 7 4 0 ; N» 8 9 . 3 .
a C A S TAN T O B E N AS N» 9.4. y nota 4 7 ; note 6 7 ; N» 1 2 . 4
y note 6 9 ; notas 118, 2 1 9 , 2 5 9 , 4 2 9
y 432
10. C A S T E L B L A N C O , Mauricio note 1 3 0
11. CASTRO LUCINL F. nota 137
12. CATÓN N» 1 0
la C E A , José Luis note 1 2
14. CICERÓN N* 10; № 3 0 ; № 4 7 . 2 . y nota 3 5 4
15. C L A R O SOLAR, Luis N» 3 7 y notas 2 4 5 y 2 5 2 ; nota 3 1 5 ;
N» 5 2 y notas 4 0 5 y 4 0 6 ; nota 4 2 5 ;
INDICE DE PERSONAS CITADAS 435
9
N 6 8 y nota 5 6 3 ; N» 7 4 y nota 5 9 4 ;
notas 6 0 8 , 6 1 5 y 7 0 8 ; N» 8 8 y nota
7 2 0 ; nota 7 3 3 ; N» 8 9 . 2 . y notas 7 4 1 ,
7 4 2 , 7 4 3 , 7 4 4 , 7 4 5 y 7 4 8 ; N» 8 9 . 3 .
18. CLAVERIA, Luis nota 1 7 6
17. COLIN nota 4 3 6
18. C O N S T A N T I N O, Michel nota 1 5 3 ; N* 11
19. C O N T R E R A S , Mario N» 2 9
20. C O R N I L , Georges nota 4 2 8
21. COURNOT nota 6 8 9
22. CUJAS N» 6 7
- D -
D A G O T , Michel nota 4 6 9
2. D'AMBROSIO nota 2 1 8
3. DANS, Erich 9
nota 6 1 4 ; N 8 0 y notas 6 4 2 y 6 4 7 ;
N» 8 1 y notas 6 5 3 y 6 5 4 ; notas 6 5 7 ,
659, 660, 664, 667, 671, 6 7 4 y 6 9 1 ;
N* 8 9 . a y nota 7 5 6
4. D A S S E N . Julio nota 4 3 1
5. DAVID, René 9
N 1 4 y notas 8 1 y 8 5 ; N* 1 5 y nota
8 9 ; nota 1 0 1 .
6. DAVY, M. G. N« 6 y nota 1 3
7. D E C A L L A T A Y . Edouard notas 5 4 2 , 5 4 3 , 5 4 6 y 5 7 2
8. D E FRANSCICI 9
N 10
9. D E I K , Roberto nota 7 1 5
10. D E J E A N D E L A B A T I E , Noël nota 3 4 1
11. D E L A MAZA, Lorenzo nota 3 6 5
12. D E LA M O R A N D I E R E nota 4 3 6
13. D E L A PLAZA, Manuel 9
N 8 9 . 3 . y nota 7 5 7
14. D E L A U B A D E R E , André nota 1
15. D E L O S M O Z O S , José nota 4 8 9
18. D E L V E C C H I O . Giorgio N ' 6 2 y nota 5 0 6
17. DEMOLOMBE N« 6 8 • nota 5 4 7 ; nota 6 1 0
18. D E R E U X , Georges 9
notas 1 5 9 , 1 8 0 y 1 6 5 ; N 7 5 y nota
541
19. DESCARTES 9
N 13
9
20. D I A Z , Erika N 5 6 y nota 4 4 3 ; nota 4 4 7
9
21. D I E Z D . , Raúl N 5 9 . 1 . y nota 4 7 0
9 9
22. D I E Z P I C A Z O , Luis nota 1 2 ; N 1 3 y nota 7 7 ; N 3 1 4 .
y nota 2 0 2 ; nota 2 5 4 ; № 4 6 . 3 . y
note 3 2 4 .
23. D'OCCAM 9
N 13
24. D O MAT 9 9
N 1 3 ; N 6 7 y nota 5 4 4 ; N 6 8 ; 9
9 9 9
N 6 9 ; N 7 0 ; N 7 3 y nota 5 7 5 ;
9
N 89.3.
25. DOMÍNGUEZ A., Ramón nota 2 7 7 ; notas 4 2 5 b i s y 4 3 5 ; N 9
?
55J5. y notas 4 3 8 y 4 3 9 ; N 5 7 . 1 .
y notas 4 4 4 , 4 4 5 y 4 4 6 ; notas 4 5 1 ,
454 y 5 8 6
26. DOMÍNGUEZ B., Ramón nota 4 5 4
27. D'ORS, Alvaro 9 9
N 8 . 1 . ; N 1 0 y nota 5 3
28. D U C O , Carlos notas 2 8 8 y 4 6 8
2 9 . DUGUrr 9
M 29
30. DURKHEIM 9
N 8.1.
436 INDICE DE PERSONAS CITADAS
- E -
1. EHRLICH noto 6 7 1
2. E 1 S E M A N N , Frédéric noto 2 2 4
3. E L I A C H E V I T C H ; Basile noto 101
4. E O R S L G. noto 2 1 8
5. E S C I P I O N , Publio N» 1 0
9
6. ESCRICHE N 6 8 y noto 5 5 9 ; N9 8 7 y noto 7 0 4
7. EURICO № 11
- F -
1. F A B R E , Régis nota 3 8 7
2. F A R I N A , Francisco noto 5 2 2
a F E R R A N D I S , José N» 1 2 . 4 . y notas 7 0 y 7 1
4. F E R R A D A , Francesco N« 5 9 . 1 . y notes 4 6 9 y 4 7 3 ; N* 5 9 . 2 .
y nota 4 8 7 .
5. FICHTE N« 1 3
6. F I G U E R O A , Gonzalo notes 2 4 4 bis y 3 2 0
7. F I G U E R O A , Javier N» 5 2 y note 4 0 2
8. FLEISHITS N» 1 6 y note 9 3
9. F L O U R , Jacques N» 1 0 ; N« 2 4 y note 1 2 7 ; N» 3 0 y
note 1 7 2 ; notes 2 6 7 , 2 7 5 y 3 0 2 ;
9
N» 4 9 . 2 . y notes 3 8 0 y 3 8 1 ; N 6 5
y nota 5 3 3 ; notas 5 5 8 y 6 3 5
10. F O U I L L E , A. nota 2 7 4
11. F R I E D M A N , Lawrence nota 5
12. F U E Y O , Fernando N» 21 y notas 1 1 2 y 1 1 3 ; notas 144,
178, 179, 3 1 0 y 3 6 5 ; N ' 6 3 . 3 . y
nota 5 2 0 ; nota 7 8 0 .
- G -
1. G A L D A M E S , Daniel notas 4 0 4 y 7 0 8
2. C A L V A N , José Antonio notes 3 6 5 , 3 6 9 , 4 8 9 , 4 9 2 y 5 0 2
3. GANDARULLAS N' 52
4. G A R C I A A M I G O , Manuel notes 1 7 6 , 2 4 4 bis y 5 8 6
5. GARCIA D E ENTERRIA,
Eduardo note 2 0
6. G A R C I A - G A L L O . Alfonso note 7 2
7. GARCIA MORENO note 6 4 3
8. G A R R I G U E S , Joaquín note 2 0 2
9. CAYO N» 8 . 1 . ; N» 8.2.; N» 9 . 2 . ; N» 9.4.
9
y N 10
10. GAUDEMENT note 6 1 0
11. C A U G U I E R , Jules notes 5 3 9 y 5 8 4
12. GAUFP-STEIN note 6 6 0
9
13. C E N Y , François N 4 9 . 2 . y note 3 7 8 ; notas 5 4 8 , 6 0 3
9
y 6 6 2 ; N 8 6 y notes 6 8 8 , 6 8 9 y 6 9 3
9 9
14. GHESTIN, Jacques N 2 4 y note 1 3 3 ; note 2 1 6 ; N
46.5. y notes 3 3 3 , 3 3 4 , 3 3 5 , 3 3 6 y
338
15. G I B N E Y , Frank N« 5 0 . 1 . y note 3 8 6
9
18. GIORCI N« 4 6 . 3 . y nota 321 y 3 2 2 ; N 7 4
17. GISCARD D'ESTAING,
Valéry note 8 7
INDICE DE PERSONAS CITADAS
437
- H -
1. HAMURABI N ° 6 y nota 9
2. HAURIOU N» 2 9
3. HAUSER nota 3 3 9
4. HAZARD, John nota 1 0 1
en
HEBRAUD nota 3 3 9
CD
- J -
1. JALFINA № 1 6 y nota 9 3
2. OLOWICZ № 9.2. y nota 4 1
3. ORDANO, Juan nota 5 8 6
4. J O S S E R A N D , Louis notas 4 1 5 y 4 3 6 ; № 7 6 y nota 6 1 1 ;
N ° 8 0 y nota 6 4 8 ; nota 7 1 4
5. JUGURTHA N° 1 0
6. JUSTINIANO N° 10; № 11; N° 2 4 ; № 67
438 INDICE DE PERSONAS CITADAS
- K —
- L -
1. LAB EON N° 8 . 1 . ; N ° 1 0 ; N ° 9 . 3 . y N° 1 5
2. LACRUZ BERDEYO N° 9.4. y nota 4 7
3. L A B E N Z , Karl N° 4 8 y notas 3 5 9 y 3 6 0 ; N° 6 3 . 4 . ;
N° 8 2 y nota 6 5 5
4. LAURENT N ° 6 8 y nota 5 4 8
5. LEAKE nota 8 6
6. L E O N XIII nota 2 7 6
7. L E O N H., Avelino N ° 3 7 y notas 2 4 5 y 2 4 9
8. LEVI-STRAUSS nota 1 5 4
9.' L I R A , Jose Bemardo N° 5 2
10. L I R A U . , Pedro N° 47.1.
11. LOCKE N° 13
12. L O P E Z D E ZA V A U A ,
Fernando notas 2 , 3 8 3 , 5 1 3 y 6 2 6
13. L O P E Z SANTA MARIA Jorge notas 8 bis y 5 0 ; N ° 1 5 y notas 9 0
y 9 1 ; notas 1 2 2 , 1 2 5 , 1 3 6 , 1 4 1 , 1 8 7 ,
209, 236, 237, 258, 283, 284, 316,
3 5 8 bis, 4 0 0 , 4 2 0 , 4 4 7 , 4 8 9 , 4 9 3 , 4 9 5 ,
530, 570, 598, 682 y 731.
14. L O P E Z V., Ramón notas 2 4 0 , 2 4 3 y 2 4 4 .
15. LOYSEL nota 7 3
16. L Y O N , Alberto nota 2 9 3
17. L Y O N - C A E N , Gerard note 5 0 0
- LL -
L L E W E L L Y N , K. N. note 15
- M —
1. M A C A U L A Y , Stewart note 5
2. M A G A S I C H , Jorge note 2 2 6
3. M A I N E , Henry nota 1 0
4. M A I N O , Renato nota 1 3 5
5. M A L A U R I E , Philippe notes 1 0 1 y 2 4 4 bis
6. M A L D O N A D O , Sonia note 1 3 8
7. M A R T Y , Gabriel notes 4 4 5 , 5 5 8 , 5 8 7 y 6 0 3 ; N° 7 8
J y nota 6 2 8 ; notes 7 4 3 , 7 6 1 y 7 8 6
8. M A S N A T T A , Héctor notes 1 0 1 , 2 4 0 , 3 8 3 y 7 6 4 bis
9. M A T U S , Hernán note 7 8 1
10. M A Z E A U D , Henri N° 5 1 y nota 3 9 5 ; N ° 6 8 y note 5 5 6 ;
11. M A Z E A U D , Jean N ° 8 8 y note 7 1 3 ; notes 7 6 1 y 7 8 6 .
NDICE DE PERSONAS CTTADAS 439
- N -
9
1. NAPOLEON N 13
9
2. NOVOA, Eduardo N 3 5 y nota 2 2 9 ; nota 4 7 0
3. N U N E Z , Patricio notas 7 7 8 , 7 8 1 y 7 8 5
- o
9
1. ODOACRO N 11
2. O E L C K E R S , Osvaldo notas 1 y 3 5 7
ri
OERTMANN nota 6 4 7
4. OLAVARRIA, Julio notas 1 0 6 , 1 1 1 , 1 1 4 , 2 9 2 y 6 0 0 bis
5. O L C U L Maria Angelica nota 1 4 0
9
6. O P P E T I T , Bruno N 5 0 . 1 . y nota 3 8 7
7. OSSORIO Y M O R A L E S , Juan nota 2 4
- p
9
1. PABLO VI N 4 9 . 2 . y nota 2 7 6
9
2. P A C C H I O N I , Giovanni N 5 5 . 1 . y nota 4 3 3
9
3. P A I L L A S , Enrique N 5 9 . 1 . y nota 4 7 0
4. PALANDT nota 6 4 7
9
5. P A N T O J A , Rolando N 4 9 . 1 . y nota 3 7 3
es
P A O L I N E L L I , Italo nota 2 0 1
9
7. PAPINIANO N 67
CD po
P A T T I , S. nota 2 1 8
9
PAULO N 67
10. P E I R A N O , Jorge nota 7 8 0
11. PEQUIGNOT nota 1
9
12. P E R E L M A N . Cbaim nota 2 0 ; N 8.2. y notas 3 2 y 3 5
9
13. PERNICE N 10
9
14. P E S C I O , Victorio N 4 7 . 2 . y nota 3 5 6 ; nota 437.
15. PLANCK nota 6 4 7
9 9 9
16. P L A N I O L , Marcel N 3 7 ; N 6 8 y nota 5 5 0 ; N 8 9 . 1 . ;
nota 7 6 1
9
L7. PLANITZ, Hanz nota 6 3 ; N 12.3. y nota 6 8
9
8. PLATON N 7
440 INDIOS DE PERSONAS OTADAS
10. PLUTARCO N» 1 0
9
20. P O L L O C K . Frederick nota 8 6 y N 1 5
21. PO L O T T O , E m e t t o notai 6 7 0 y 6 8 0
22. POMPONIO N» 1 0
9 9
23. P O R T A L 1 S , Jean N 1 3 ; N 4 2 y nota 2 0 8 .
9 9 9 9
24. POTHIER N 12^.; N 13; N 14; N 67 y
9 9 9 9
nota 5 4 5 ; N 6 8 ; N 6 9 ; N 7 0 ; N
7 3 y notai 5 7 6 , 5 7 7 y 5 8 1 ; N » 7 4 y
notai 5 8 4 , 5 9 0 y 5 0 3 ; N« 7 7 y notai
9 9
621 y 622; N 80.3. y N 0 1 .
9
25. P O U N D , Roscoe notai 18, 17 y 8 2 ; N 4 8 . 3 .
26. PUCHTA nota 6 4 1
9 9
27. PUFENDORFF N 13 y N 93.2.
9
28. P U I C BRUTAU, Jote nota 4 1 ; N 9 . 2 . y nota 4 3 ; notai
8 2 , 2 6 0 y 3 4 2 ; N« 5 5 . 1 . y nota 4 3 0 ;
9
N 5 7 . 2 . y nota 4 5 3 ; notai 4 8 8 y 5 0 1 ;
9
N 6 3 . 4 . y nota 5 2 4 ; nota 7 6 4 bis
20. P U M P I N , Guillermo nota 2 3 3
- R
1. RAU 9
N 6 8 y nota 5 4 0
2. RAMEREZ, T o m à i 9
N 8 7 y notai 7 0 3 , 7 0 5 y 7 0 0 ; notas
732 y 740
3. R A M O S , R. nota 4 3 8
9 9
N 1 0 ; nota 4 4 5 ; nota 5 8 7 ; N 7 8 y
4. R A Y N A U D , Pierre nota 6 2 8 ; notas 7 6 1 y 7 8 6
9
5. RECASENS N 4 6 . 3 . y nota 3 2 3
9
8. RICCOBONO N 10
7. R I E G , Alfred notas 6 3 8 , 6 4 1 , 6 4 4 , 6 4 7 y 8 5 5
9
8. R I O S E C O , Emilio nota 6 1 6 ; N 8 7 y nota 7 0 7 ; nota 7 5 1
9
0. R I P E R T , Georges notas 127 y 1 5 6 bis; N 2 0 y nota
9 9
1 6 1 ; N 3 3 . 5 . y nota 2 0 8 ; N 3 7 ;
9 9
N 4 9 . 1 . y nota 3 7 4 ; N 6 8 y nota
9
5 5 0 ; N 7 8 y nota 6 2 9 ; notas 6 8 4 y
781
9
10. RISOPATRON N 68
11. R I S U E Ñ O , Manuel nota 1 4 9
9
12. R O D I E R E , René N 10
13. R O J A S , Carlos notai 5 3 6 y 5 3 7 ; N 6 8 y nota 5 6 0 ; 9
nota 6 9 7
14. R O S S E L , Enrique 9
N 8 7 y nota 6 9 7
15. R O S E N D E A., Hugo notas 1 4 9 y 5 1 2
9
16. R O S E N D E S., Hugo N 3 9 y nota 2 6 9
17. R O U B I E R , Paul nota 6 8 6
18. R O U H E T T E , Georges 9
N 7 y notas 1 9 y 2 0 ; N 1 0 y nota 9
5 0 ; notas 6 2 , 6 8 , 7 8 y 9 2
10. R O U S S E A U , Jean J a c q u e i nota 1 0 y N 1 3 9
S -
9
1. SABINO N 8.2.
2. S A L A S N.. Héctor notas 4 3 3 - 4 4 2
3. SALAS-TRICO nota 4 9 2
9
4. S A L E I L L E S , Raymond nota 1 5 5 ; N 2 9 y
9
6 4 5 , 6 5 0 , 6 5 2 ; N 8 2 y nota 6 5 6 ;
INDICE DE PERSONAS CITADAS 441
nota 6 6 1 ; № 8 4 y nota 6 6 5 ; N* 8 8
y nota 6 9 0
5. SALLE D E LA MARNIERRE N* 2 9 y nota 1 6 2 ; nota 166
6. S A LV I O J U L I A N O N* 9.a
7. S A M P E R , Francisco notas 4 5 , 4 6 y 4 6 bis
8. SÁNCHEZ ROMAN nota 1 1 8
9. SANTORO PASSATELLI nota 6 5 5
0. S A N T O S BRLZ, J a i m e nota 1 3 7 ; N* 8 2 y notas 5 0 5 y 5 0 7 ;
notas 5 1 7 y 5 1 9
11. SAVIGNY nota 2 ; N» 6 2 ; nota 6 4 1
12. SCAEVOLA, Mudus N* 1 0
x
ia S C O T T , Dun» N* 1 3
14. S C H M I D T . Joanna notas 1 4 9 y 5 1 2
15. S C H U L Z , Frita nota 2 5 ; N* 8 . 2 . ; N» 1 0 y nota 5 1
18. SCHUPTER nota 6 5
17. SENECA N» 1 0
18. S H E E L L I N G , T . C. notas 1 5 0 y 1 5 2
la S H U B I K , Martin nota 1 5 1
20. S L A W S O N , W . David nota 4
21. S M I T H , Adam N* 1 3 y N« 5 0 . 1 .
22. S O M A R R T V A , Manuel notas 1 0 7 , 1 1 0 , 2 7 0 , 3 9 4 y 4 5 2 bis
23. S Q U E L L A , Agustín notas 2 0 5 y 3 2 5
24. STAUDINCER-RIEZLER note 6 4 7
25. S T T T C H K I N , David N* 3 7 y notes 2 4 5 y 2 5 0 ; nota 2 8 6
- T -
1. T A L A M O N , Cristian nota 5 3 5
a TEODORICO N« 1 1
3. TEOFILO N* 1 0 y note 5 5
4. T E R R E , Francois notes 1 1 y 1 5 4
5. T E Y S S I E . Bernard notas 9 9 , 2 4 0 y 4 4 9
6. THOMASIUS N* 1 3
7. TOMAS D E AQUINO N* 1 3 y № 4 9 . 2 .
& T O M A S E L L O , Lesile notas 2 2 5 y 2 4 0 ; N« 3 7 y notas 2 4 5
y 251
9. T O P A S I O , Aldo nota 3 5 4
10. T R E I L L A R D , Jacques nota 7 7 0
11. T U N C , André nota 5
- u -
1. ULPIANO N* 8.I.5 N* 1 0 y N* 1 1
a U R E N D A Z.. B e l t r i n nota 3 6 3
- V -
1. VALLIMARESCO N ' 3 7 y nota 2 4 6
a VAL V E R D E note 5 3 6
a V Á R E L A , Raúl nota 1 1 1
4. VASSEUR note 1 4 5
5. VELA, Femando nota 4 0
CD
- W -
1. W A L I N E , Marcel nota 6 3 3
2. WINDSCHEID nota 6 4 1
3. W O L F F , H. J . N° 7 y nota 1 4 bis
z -
1. ZTTELMANN nota 6 4 1
INDICE D E CONCEPTOS
— A—
1. Acción
a) assumpsit N 9
1 4 págs. 5 5 a 5 7
b) covenant N 9
1 4 pág. 5 5
c) debt N» 1 4 pág. 5 4
9
d) deceit N 1 4 pág. 5 5
e) detinue N« 1 4 pág. 5 4
9
f) directa N 5 7 . 2 . pág. 2 6 3
g) ex bona fides N» 9 . 3 . pág. 2 5
9
. n ) in personam N 1 0 pág. 3 2
9
i) pauliana N 2 1 pág. 8 3
9
j) praescriptts verbis N 9 . 4 . pág. 2 7
9
k) de simulación N 5 9 . 2 . pág. 2 8 0 y nota 4 8 1
9
1) trespass N 14 pág. 5 5
2. Acciones
a) del procedimiento formulario N ° 1 0 págs. 3 2 y s.
9
b) revocatorias concúrsales N 2 1 pág. 8 3
3. A c r e e d o r e s de l a s p a r t e s N 9
5 4 . 4 . pág. 2 4 8
4. Acto
9
a ) colectivo N 2 0 pág. 7 8
b) Jurídico unilateral N 9
1 8 pág. 7 3
c) jurídico bilateral N 9
1 8 pág. 7 3
5. A c t o s propios, d o c t r i n a de l o s N» 6 0 pág. 2 8 9 y nota 4 9 5
CD
Adhesión 9
nota 5 ; N 2 8 págs. 1 0 5 y s. N ;
9
9
págs. 1 0 8 y s.i N 3 0 págs. 1 1 5 y s.
7. Ambigüedad kn e l contrato N 9
7 0 pág. 3 2 5
8. Analogía, e l e m e n t o regula
9
d o r DEL CONTRATO INNOMINADO N 2 5 pág. 1 0 0
9. Aplicación restringida d e l
TEXTO DEL CONTRATO N 9
7 4 pág. 3 3 6
10. Apreciación en c o n c r e t o t en
ABSTRACTO N 9
6 2 pág. 2 9 2 y nota 5 0 4
11. Armonía de l a s c l á u s u l a s d e l
CONTRATO N 9
7 3 pág. 3 3 1
444 INDICE DE CONCEPTOS
12. A s o c i a c i ó n o c u e n t a s bn
participación N ° 5 9 . 1 . pág. 2 7 6
13. Autcoontrato N° 3 7 págs. 151 y s.
14. A u t o n o m í a de l a v o l u n t a d ,
doctrina
a ) c o m o enfoque tradicional
d e la contratación N ° 3 9 págs. 1 6 5 y s.
b ) fundamentos N° 4 0 págs. 1 6 7 y s.
B -
1. Bargas* nota 9 2
2. Beneficentia N° 1 0 pág. 2 9
3. BrjLATKRAXJDAD GENÉTICA Y
ratCSOKAL « N ° 9 . 3 . pág. 2 5 ; № 9 . 4 . pág. 2 6 ;
N ° 1 5 pág. 6 0
4. B o l s a s de s u b o o k t r a t a o ó n N ° 3 6 pág. 1 5 0
5. Boma pides N ° 9 . 3 . pág. 2 5 ; N° 9 . 4 . pág. 2 6
6. Buena PK
a ) en la interpretación N ° 8 5 págs. 3 7 6 y s.
b ) en la función social del
contrato № 4 pág. 9
c) objetiva N<». 6 2 y 6 3 págs. 2 9 1 y s.
d ) principio d e la contratación N ° 3 9 pág. 1 6 6
e ) principio general del D e r e c h o N ° 6 0 pág. 2 8 8
f) subjetiva N° 6 1 págs. 2 8 9 y s.
7. Buenas c o s t u m b r e s nota 3 1 0
- c -
1. Caupicactón de l o s c o n t r a t o s
a) concepto N ° 8 7 pág. 3 8 7
b ) es posterior a la interpreta
ción N ° 8 3 pág. 3 6 9 ; N ° 8 7 pág. 3 8 8
c ) frente a la casación en e l
fondo N ° 8 8 pág. 3 9 2 y s.
d ) relación con el contrato
atfpico o innominado № 2 5 pág. 1 0 0
2. C a r t e l ( v e r contrato tipo
unilateral)
3. Casación en e l fondo
a ) cuestiones d e hecho y de
derecho N° 8 7 pág. 3 9 0 ; N ° 8 9 . 3 . pág. 4 0 5
b ) por errónea calificación del
contrato N ° 8 8 págs. 3 9 2 y s.
c ) por errónea interpretación
del contrato N ° 8 9 págs. 3 9 8 y s.
d ) por infracción de la ley del
contrato N ° 5 2 págs. 2 3 6 y ».
e ) y buena fe N ° 6 2 pág. 2 9 4
INDICE DE CONCEPTOS 445
9
4. CAUCIONES N 2 3 pág. 8 9
5. C A U C I O N E S OTORGADAS P O R
TERCEROS № 2 1 pág. 8 0
9 9
6. CAUSA N 1 5 p á g . 8 0 y nota 9 1 ; N 4 8 . 6 .
pág. 2 0 1 ; № 9 0 p á g . 4 1 2
9
7. CAUSA DATA ( O contrapartida) N 9 . 4 . págs. 2 6 y s.; N» 1 0 págs. 3 1
9 9
y 3 5 ; N 12.2. págs. 4 0 y s.; N 14
9
pág. 5 4 ; N 1 5 p á g . 6 0
8. CAUSAHABIENTES A TÍTULO
SINGULAR № 5 4 . 3 . págs. 2 4 4 a 2 4 8
0. CELEBRACIÓN D E L CONTRATO Y
9
B U E N A re N 6 3 . 2 . pág. 2 9 7
9
10. CESIÓN D E L CONTRATO N 1 8 pág. 7 5
9
IBIDEM Y S U B C O N T R A T O N 3 6 pág. 1 5 1
9
11. CIRCUNSTANCIAS D E L A E S P E C I E N 6 4 p á g . 3 0 7 ; No 6 6 págs. 3 1 3 y
9 9
s.; N 7 4 págs. 3 3 3 y 3 3 9 ; N 8 0
9 9
pág. 3 6 2 ; N 8 1 págs. 3 6 3 a 3 6 6 ; N
83 pág. 3 6 8 a 3 7 0
12. CLÁUSULA
9
a) compromisoria N 3 1 p á g . 1 2 1 y nota 1 8 1
9
b) d e aceleración N 2 8 pág. 1 0 3
9
c) d e garantía general N 2 3 pág. 9 0
9
d) d e n o competencia N 5 4 . 3 . pág. 2 4 7
e) d e n o enajenar nota 4 2 0
f) d e reserva d e la propiedad nota 8
9
g) hardship nota 3 7 0 ; N 5 0 . 1 . págs. 2 3 0 a 2 3 9
13. CLASULAS
9
a) d e estilo N 7 0 pág. 3 2 8
b) d e readaptación e n los con-
9
tratos internacionales N 5 0 . 1 . págs. 2 2 9 a 2 3 2
9
c) usuales N 7 5 págs. 3 4 1 y s.
14. COMENTARIO ( d e l Corpus Iuris
9
Civilis) N 1 1 pág. 3 6
9 9
15. COMMCM L A W N 11 pág. 3 7 ; N 1 4 págs. 5 4 a 5 7
y note 8 7
16. COMODATO ( D e r e c h o romano
9
clásico) N 1 0 pág. 3 1
9
17. COMPRAVENTA SIMULADA N 5 9 . 1 . pág. 2 7 8 y notas 4 7 6 y 4 7 7
18. COMPROMISO, CONTRATO D E n o t e 1 8 1 ; N ' 3 3 . 1 . p á g . 1 2 9 y nota
193
19. CONDICIÓN, C O M O MODALIDAD E N
9 9
CONTRATOS N 2 2 pág. 8 6 ; N 9 2 págs. 4 2 0 y s.
20. CONDICIONES G E N E R A L E S D E LA
9
CONTRATACIÓN N 3 4 págs. 1 4 1 y s.
21. CON S E N S U A L I S M O
9
a) e n e l D e r e c h o español N 1 2 . 4 . p á g . 4 4 y nota 7 2
9
b) e n los tiempos modernos N 1 3 págs. 4 8 y s.
9 9
c) principio d e l consensualismo N 3 9 p á g . 1 6 8 ; N 4 1 págs. 1 7 3
a 176.
Ibídem, excepciones y
9
atenuantes N 4 2 pág. 1 7 6 a 1 8 4
446 ÍNDICE DE CONCEPTOS
d) restricciones al consensua-
lismo N« 13 pág. 5 0 ; № 2 4 pág. 9 2
e) tesis de la espiritualización
del contrato N ' 12.2. págs. 3 9 y s.
22. CONSBNTIMDEN'ro
a) formación del
consentimiento N» 4 1 pág. 173 y nota 2 7 7
b) importancia en el Derecho
romano primitivo N» 9 . 1 . pág. 2 2
c) importancia en el Derecho
romano postclasico N» 9 . 4 . pág. 2 5
d) relevancia en el contrato de
.adhesión N« 2 9 pág. 1 0 9
e) solus consensus obligat N« 1 2 . 1 . pág. 3 8
83. GoNsnmtATiON notas 1 4 BB y 5 0 ; N» 15 pág. 5 8 y
notas 8 8 , 9 1 y 9 2
24. Consumidor, p r o t e c c i ó n del nota 8 7 ; N» 3 4 pág. 141
25. CarrrtENnA e n t r e pautes
a) requisito de la interpreta
ción contractual N« 6 9 pág. 3 2 4
b) causas de ella N» 7 0 págs. 3 2 4 a 3 2 7
26. Contractos № 10 págs. 3 3 y *.
27. Contrato
1 ) a cargo de'tercero ver promesa d e hecho ajeno
2) accesorio N« 2 3 págs. 8 9 y s.
3) administrativo nota 1
4) aleatorio N» 2 2 págs. 8 4 a 8 9
5) bajo sello (contract under
seal) N* 1 5 págs. 5 8 y a.
6) bilateral ( o sinalagmático
perfecto) N» 1 8 págs. 7 3 a 7 5
7 ) bilateral-gratuito N« 2 1 págs. 8 1
8) civil y mercantil nota 1 3 6
9 ) claro N» 6 8 págs. 3 1 8 y s.
10) colectivo N» 4 pág. 8 ; N» 2 7 págs. 103 y i.
1 1 ) como acuerdo de volunta
des N» 1 2 . 1 . pág. 3 8
1 2 ) como acto genético de la
relación jurídica y como ve
lación (uridica ya consti
tuida N» 15 pág. 5 9 ; N» 3 3 . 4 . págs. 1 3 3 a
135; N« 3 7 pág. 1 5 5 ; N» 4 8 . 4 . págs.
9
1 9 6 y s.; N 4 6 . 6 . págs. 2 0 0 y s.;
N« 7 8 pág. 3 5 4
13) como acto privado N« 10 pág. 3 1
14) común (simple contract) N* 1 5 págs. 5 8 y s.
15) concepto moderno (concep
ción subjetivista) N« 12.1. págs. 3 8 y s.
16) con efectos reales y con
efectos personales nota 1 3 4
17) condicional ver condición
18) conexos o interconectados nota 9 9
19) conmutativo N» 2 2 págs. 8 4 a 8 9
20) consensual N« 9.4. págs. 2 5 y a.
N» 2 4 uígs. 9 1 a 9 3 ; N» 4 1 págs. 173
a 176
ÍNDICE DE CONCEPTOS 447
49.4. contrato en la E d a d
Media N« 12 págs. 3 8 a 4 6
49.5 contrato en los T i e m
pos Modernos № 13 p i g s . 4 6 a 5 1
50) individual № 2 7 págs. 1 0 3 a 1 0 5
9
51) innominado ( o a t i p i c o ) N» 9.4. págs. 2 6 a 2 8 ; N 1 0 pág. 3 5 ;
N» 2 5 págs. 9 7 a 1 0 0 .
9
52) intuito personae N 2 1 pág. 8 2
53) l e y (contrato-ley) N* 3 5 págs. 1 4 3 a 147
9
54) libremente discutido N 2 8 pág. 1 0 5
9 9
55) Btteris N 8 . 1 . pág. 1 8 ; N 9 . 3 . pág. 2 4
9
56) necesario N 3 3 pág. 127
9
57) nominado ( o típico) N 2 5 págs. 9 7 a 1 0 0
58) normado ver contrato dirigido
9
59) obscuro N 6 9 págs. 3 2 2 y s.; N » 7 0 pág. 3 2 5
9
60) oneroso N 2 1 págs. 7 8 a 8 4
9
61) plurilateral (asociativo) N 2 0 págs. 7 6 a 7 8 y noto 1 0 6
9
62) por adhesión N 2 8 y N » 2 9 , págs, 107 y s.
82.1. reglas de interpre
9
tación N 2 9 págs. 1 0 8 y s.
62.2. soluciones a sus in
9
convenientes N 3 0 págs. 1 1 5 a 1 1 9
63) por cuente de quien c o
9
rresponda N 3 8 págs. 1 5 9 a 161
9
64) por persona a nombrar N 3 8 págs. 1 5 7 a 1 5 9
9
65). preparatorio N 3 1 págs. 1 1 9 a 121
9
68) principal N 2 3 pág. 8 9
9
67) real N 9 . 3 . pág. 2 4 ; N» 9 . 4 . págs. 2 6 y
9
s.; N 1 2 . 3 . pág. 4 4 ; N« 2 4 págs. 9 1
9
a 9 5 ; N 4 2 oágs. 1 7 8 y s.
9
68) sinalagmático imperfecto N 1 9 págs. 7 5 y s.
9
89) sin voluntad . N 4 6 . 6 . pág. 2 0 0
70) sobre el patrimonio de un
tercero noto 4 5 2
9 9
71) solemne N 12.2. pág. 3 9 ; N 2 4 págs. 9 1 a
9
9 5 ; N 4 2 págs. 1 7 6 y s.
9
72) soviético N 1 6 págs. 6 2 a 68.
73) tipiddad
9
73.1. D e r e c h o Romano N 1 0 pág. 3 2
9
73.2. E d a d Media N 1 2 A pág. 4 1
9
74) Upo N 3 4 págs. 1 3 8 a 1 4 0
74.1. unilateral o cártel N° 3 4 pág. 1 3 9
9
74.2. bilateral N 3 4 págs. 1 3 9 y s.
74.3. c o m o solución a la
9
adhesión N 3 0 pág. 1 1 8
9
75) unilateral N 1 8 págs. 7 3 a 7 5
9
76) unüateral-oneroso N 2 1 págs. 7 9 a 8 1
9 9
77) verbis N 8 . 1 . pág. 1 8 ; N 9 . 3 . pág. 2 4
9 9
28. CONVENCIÓN N 2 pág. 4; N 1 8 pág. 73
32. C U M P L I M I E N T O D E L CONTRATO
a) directamente por un tercero N" 1 8 pág. 6 5 y nota 9 8
b) y buena fe N» 6 3 . 3 . pág. 2 9 8 a 3 0 0
33. CUMPLIMIENTO REAL DE LAS
OBLIGACIONES CONTRACTUALES E N
LA U R S S N» 16 pág. 65
— D
1. DAMMATSO N» 6 pág. 12
- E
1. EFECTO:
a) absoluto o expansivo de los
contratos N» 5 3 p á g . 2 4 2 y nota 4 1 6 ;
So 5 7 págs. 2 6 1 a 2 6 6 .
b) relativo d e los contratos N> 3 9 p á g . 1 6 6 ; N* 5 3 y
N» 5 4 págs. 2 4 1 a 2 4 9 .
excepciones al efecto rela
tivo N» 2 7 p á g . 1 0 3 ; N» 5 5 págs. 2 4 9 a 2 5 8
2. EFECTOS:
a) de los actos jurídicos N» 83 pág. 368
b) particulares de los contratos
bilaterales N* 1 8 pág. 7 4 ; №>•• 9 0 y ». págs. 4 1 1
y a.-, ( v e r además: excepción d e con-
450 INDICE DE CONCEPTOS
5. FORMALIDADES
N9 8 3 págs. 3 6 8 a 3 7 0
a) a d solemnitatem
NO 4 2 pág. 1 7 7
ÍNDICE DE CONCEPTOS 451
b) atipicas N° 4 2 pág. 1 8 3
c) convencionales N° 42 pág. 1 8 2
d) de prueba № 4 2 págs. 1 8 0 a 1 8 2
e) de publicidad N ° 4 2 págs. 1 7 8 y s.
№ 6 8 pág. 2 6 8
f) habilitantes № 4 2 pág. 1 7 8
g) limitantes al principio de la
autonomía de la voluntad № 24 pág. 92
FORMALISMO
a) D e r e c h o griego N° 7 pág. 1 6
b) D e r e c h o romano № 9 . 1 . págs. 2 1 a 2 3
c) E d a d Media № 1 2 . 2 . págs. 3 9 y s.
d) D e r e c h o germano № 1 2 . 3 . págs. 4 3 y s.
e) D e r e c h o español № 1 2 . 4 . págs. 4 4 y s.¡ nota 7 2
f) D e r e c h o inglés N° 1 5 págs. 5 8 y s.
g) ventajas N° 4 3 págs. 1 8 4 a 1 8 6
7. FRANCHISEMC, C O N T R A T O D E N ° 4 pág. 7 ; N ° 2 5 pág. 9 9 ; nota 1 3 8
8. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
a) clasificación de Hernández-
Gil y aplicación a los con-
tratos N ° 3 3 . 4 . págs. 1 3 4 y s.
b) en el D e r e c h o soviético № 1 6 pág. 6 4 y nota 9 5
9. FUERZA OBLIGATORIA DEL CON-
TRATO N° 45 págs. 1 9 1 y s.
a) fundamentos № 39 págs. 1 6 6 y s.;
N° 46 págs. 1 9 3a 2 0 1
b) frente al juez № 48 y № 4 9 págs. 2 1 1 a 2 2 5
c) frente al legislador № 47 págs. 2 0 2 y s.
d) frente a las partes № 50 págs. 2 2 5 y s.
- G
HOMBRE R A Z O N A B L E , C R I T E R I O DE
INTERPRETACIÓN CONTRACTUAL
OBJETIVA N ° 8 2 págs. 3 6 6 a 3 6 8 ; № 8 5 págs.
3 7 7 y s.
2. H O M O L O G A C I Ó N D E UN C O N T R A T O
N° 3 0 pág. 117
3. HOTELERÍA U HOSPEDAJE, CON
TRATO D E
№ 25 pág. 99
I -
IMPREVISIÓN, DOCTRINA D E LA № 1 8 pág. 75; № 48 págs. 2 1 3 a
2 1 6 ; № 4 9 págs. 2 1 6 a 2 2 5 ; № 63.3.
pág. 2 9 9
a) y el contrato conmutativo № 2 2 pág. 8 8
b) y el contrato d e tracto suce
sivo № 2 6 pág. 1 0 2
452 ÍNDICE DE CONCEPTOS
2. Indemnización p o r a c t o l í c i t o
de l a a d m i n i s t r a c i ó n nota 3 5 7
3. individualismo j u r í d i c o N» 1 3 "pág. 4 8 ; N» 4 0 . 1 . pág. 1 6 9 ;
N* 7 9 págs. 3 5 4 y s.
4. Inexicebiudad d e l c u m p l i m i e n
t o DEL CONTRATO BASADA EN LA
BUENA r N« 6 3 . 3 . pág. 2 9 6
5. Inoponuuxjdad № 5 8 págs. 2 6 7 a 2 7 3
6. Inscripción d e l c o n t r a t o , c o
mo FORMA DE CUMPLIRLO N« 2 4 pág. 9 3
7. Intamcibujdad d e l contrato N» 4 7 . 1 . págs. 2 0 2 y s.
8. Interdependencia de l a s obli
g a c i o n e s EN EL CONTRATO BILA
TERAL N» 1 8 pág. 7 4 ; N« 9 0 pág. 4 1 1
9. Intereses. Escrituración del
p a c t o que l o s e s t a b l e c e e n
o p e r a c i o n e s d e c r é d i t o de di
nero N9 4 2 pág. 181 y nota 3 0 1
10. Intehpolacnnes, de los in
terpretes N* 11 pág. 3 8
11. Interpretación del contrato No»- 6 4 y s., págs. 3 0 5 y s.
a) autentica N° 7 4 págs. 3 3 8 y s.
b) basada en la buena fe N° 6 3 . 1 pág. 2 9 9 y nota 5 2 2 .
c) casos d e interpretación legal N« 7 2 pág. 3 2 9
d) cuestiones de hecho y de
derecho N« 8 6 págs. 3 8 4 y s.; N« 8 9 . 2 . pág.
4 0 2 ; Ñ» 8 9 . 3 . págs. 4 0 5 y s.
e) literal N« 8 0 pág. 3 6 1 ; N° 8 1 pág. 3 6 3 ;
N ° 8 3 pág. 3 7 0
f) prueba e interpretación № 7 4 pág. 3 3 4
g) reglas de interpretación N ° 6 5 pág. 3 1 1 ; N ° 7 1 págs. 3 2 8 y
s.; N» 7 3 a N« 7 7 págs. 3 3 0 a 3 5 0
h) requisito de la interpreta
ción N ° 6 9 pág. 3 2 4 ; N° 7 0 págs. 3 2 4 a
327
i) sistemas d e interpretación
1.1. subjetivo N« 3 9 pág. 1 6 6 ; N« 6 5 a N« 7 9 págs.
309 a 355
1.2. objetivo N9 3 9 pág. 1 6 6 ; N9 8 0 a N9 8 5 págs.
357 a 3 8 0
1.3. conclusiones sobre sis
temas d e interpretación N9 8 6 págs. 3 8 0 a 3 8 6
12. I n t e r p r e t a c i ó n de l a d e c l a r a '
9
cbón N 8 3 pág. 3 7 0
13. Interpretación del testamento N9 7 4 págs. 3 3 4 y s.; notas 5 8 5 y 5 8 6
14. Irresponsabilidad, p a c t o s de N9 6 1 pág. 2 9 0
15. I u s COGENS N9 4 0 . 2 . pág. 1 7 0
Justicia c o n t r a c t u a l N9 4 6 . 5 pág. 1 9 9
INDICE DE CONCEPTOS 453
— K—
- L -
1. L E A S I N G , CONTRATO D E N° 2 5 p á g . 9 9
2. LENGUAJE, EN L A INTERPRETA
CIÓN OBJETIVA № 8 4 págs. 3 7 1 a 3 7 3
3. LESIÓN
a) c o m o solución a la adhesión.
Visión e n D e r e c h o compa
rado № 3 0 págs. 1 1 8 y s.
b) enorme, e n e l common law № 1 5 pág. 6 2
c) y buena fe № 6 3 . 2 . pág. 2 9 7
d) y contrato conmutativo № 2 2 pág. 8 8
4. L E Y , CONCEPTO GRIEGO N ° 7 pág. 14
7. L I B E R A L I S M O ECONÓMICO, FUNDA
M E N T O D E L A D O C T R I N A DE L A
AUTONOMÍA D E L A VOLUNTAD № 4 0 . 2 . págs. 169 a 171
— M —
1. MANDATO
a) c o n representación № 3 8 pág. 1 5 8
b) e n el D e r e c h o romano № 1 0 pág. 3 1
c) n o remunerado o gratuito № 21 pág. 81
d) relación c o n e l contrato por
persona a nombrar N ° 3 8 pág. 1 5 7
e) sin representación N ° 3 8 p á g . 1 5 8 ; № 5 9 . 1 . pág. 2 7 6
2. MANTENCIÓN P O R E L LEGISLADOR
DE CONTRATOS EXPIRADOS N ° 4 7 . 1 . pág. 2 0 3
3. MODIFICACIÓN P O R E L LEGISLA
DOR D E CONTRATOS E N CURSO № 4 7 . 1 . págs. 2 0 2 a 2 0 7 ; № 47.2.
págs. 2 0 9 y s.; y nota 358 bis
— N—
2. NATURAL EXTENSIÓN D E L A D E
CLARACIÓN N° 7 4 pág. 337
454 INDICE DE CONCEPTOS
9
3. Nexum N» 9 . 1 . pág. 2 2 ; N 1 0 pág. 3 2
4. Norma fundamental del or
9
den jurídico N 4 6 . 4 . p i g . 1 9 7 , y nota 3 3 1
9
5. Normas supletorias N 7 2 págs. 3 2 9 y s.
6. nudum pactum obucationxm
NON PARir N« 8.1. pág. 1 7 ; N 1 0 pág. 3 3 ; N
9
9 9
Obligaciones:
9
a) ambulatorias (propter r e m ) N 5 4 . 3 . pág. 2 4 6
b) condicionales № 9 2 págs. 4 2 0 y 4 2 1
c) de garantía, en los contratos
9
onerosos N 2 1 pág. 8 2
9
d) legales y el contrato forzoso N 3 3 . 5 . págs. 1 3 5 a 137
9
e) res ti tutorías N 2 4 pág. 9 4 y nota 1 3 0
Obscuridad d e l c o n t r a t o , c o
m o requisito de l a interpre
9
tación № 67 a № 6 9 págs. 3 1 5 a 3 2 4 ; N
8 9 . 2 . págs. 4 0 0 y s.
. o p o n i b n j d a d de un c o n t r a t o
e n vía r x t r a o c n t r a c t u a l
a ) Por terceros a las partes N»' 5 7 . 2 . pág. 2 6 4
9
b) Por las partes a terceros N 5 7 . 2 . págs. 2 6 5 y 2 6 6
I. Orden publico nota 3 1 0
9
P a c t a , sunt servanda N 8.2. pág. 1 9 y nota 3 0 ; N» 4 5 pág.
191
9
2. P a c t o comisorio N 9 2 pág. 4 2 1
9
3. Pactos, en Derecho romano N 9 . 4 . pág. 2 6 ; N» 1 0 pág. 3 3
4. Palmata N' 1 2 . 3 . pág. 4 4
5. Parte
a) concepto №54. pág. 2 4 3
b) formal, en . e l contrato por
cuenta de quien corres
9
ponda N 3 8 págs. 1 5 9 y s.
c ) fungible, en el contrato por
persona a nombrar N 9
3 8 pág. 1 5 8
8. Plazo, caducidad convencio
9
n a l DEL N 2 6 pág. 1 0 3
7. Poder d i s c r e c i o n a l d e l juez N 9
6 2 pág. 2 9 1
8. Posesión
9
a ) de cosa ajena N 6 1 pág. 2 9 0
9
b ) de derechos N 4 7 . 2 . pág. 2 0 8
INDICE DE CONCEPTOS 455
14. PROHIBICIÓN, D E D I C T A R N O R M A
RETROACTIVA RESPECTO A L DERE
CHO D E PROPIEDAD N« 4 7 . 1 . pág. 2 0 7
15. PROMESA GERMANA D E FIDELIDAD N« 1 2 . 3 . págs. 4 3 y s.
17. PROPIEDAD
a) privada N ' 9 . 1 . pág. 2 1
b) sobre derechos personales № 3 5 pág. 1 4 7 y n o t a s 2 3 6 y 2 3 8 ;
№ 4 7 . 1 . págs. 2 0 5 y s. N« 4 7 . 2 p á g s .
;
207 a 2 1 0
18. PRUEBA
a) d e la convención o contrato N» 4 2 pág. 1 8 2 ; N* 7 4 pág. 3 3 5
b) d e las circunstancias d e la
especie N» 7 4 págs. 3 3 5 y s.
- Q -
— R—
6. RESCIUACIÓN N* 5 1 p á g s . 2 3 3 y s.
7. RESCISIÓN nota 3 9 7
9. RESOLUCIÓN
a) efecto e n el contrato de
tracto sucesivo № 2 6 pág. 1 0 2
b) por excesiva onerosidad so
brevenida ver imprevisión
c) por inejecución N« 1 8 pág. 7 4 ; № 9 2 págs. 4 1 9
423
456 NDICE DB CONCEPTOS
1. SEGURO
a) contrato de № 2 2 pág. 8 7
b) obligatorio N° 3 3 . 1 . pág. 1 2 8 y nota 1 9 0
2. SENTIDO NATURAL D E L A S CLAU
SULAS ( i n t e r p r e t a c i ó n ) N ° 7 3 págs. 3 3 2 y s.
3. SIMULACIÓN № 5 9 págs. 2 7 4 a 2 8 5 ; № 1 0 pág.
30
4. SINALACMA nota 2 7 ; N ° 9 . 4 . p á g . 2 8 ; № 1 0 pág.
35
a) e n Aristóteles N ° 7 pág. 1 6
b) en e l contrato griego N ° 7 . pág. 1 4
c) relación con la consideration N° 1 5 pág. 6 0
5. SOCIEDADES CIVILES, DISOLUCIÓN
T LIQUIDACIÓN N ° 5 4 . 3 . pág. 2 4 8
6. STIPULATE) № 9 . 3 . pág. 2 4 ; N ° 9 . 4 . pág. 2 8
7. SUBCON T R A T O N« 3 6 págs. 1 4 8 a 1 5 2
8. S U B MANDATO CIVIL O DELEGA
CIÓN N° 3 6 pág. 1 4 8
9. -SUJETOS
a) concernidos por e l principio
d e l efecto relativo d e l o s
contratos N ° 5 4 págs. 2 4 3 a 2 4 9
b) multiplicidad d e sujetos
(contrato plurilateral) N ° 2 0 pág. 7 6
NDICE DE CONCEPTOS 457
- T
1. TEORÍA
a) d e los juegos N ° 2 8 págs. 1 0 5 y 1 0 6
b) d e los riesgos ver riesgos
2. TERCEROS ABSOLUTOS (penitus
extranei) N° 54.2. pág. 2 4 4
3. TERMINACIÓN D E L CONTRATO N ° 5 1 págs. 2 3 3 a 2 3 5
4. T O R T (delito) № 1 4 pág. 5 4
T O R T O P INTERPERENCE № 5 7 Í . pág. 2 6 5
- ü
1.' U L T R O CTTROQUE O B L I G A R I № 8 . 1 . pág. 1 8 ; № 9 . 3 . pág. 2 5 ; №
10 pág. 3 4
2. Usos, E N L A INTERPRETACIÓN
CONTRACTUAL № 7 5 pág. 3 4 1 ; № 7 8 pág. 3 5 3 ; №
8 4 págs. 3 7 1 a 3 7 6
3. U T I L I D A D , C O M O C R I T E R I O PARA
DIFERENCIAR A L CONTRATO GRA
T U I T O D E L C O N T R A T O ONEROSO № 2 1 pág. 7 9 y nota 1 0 8
- V
- W -
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
"~1. Generalidades 3
^2. E l concepto del contrato en el Código Civil 4
—3. Elementos de los contratos 5
4. Funciones económica y social de los contratos 6
^5. Subfunciones de los contratos 9
CAPÍTULO SEGUNDO
6. Generalidades 11
7. Perspectiva del contrato en el Derecho griego de la antigüedad 13
8. Perspectiva general del contrato en el D e r e c h o R o m a n o . E l mé-
todo jurídico en Roma 17
' 8.1. E l contrato como relación jurídica bilateral ya formada . . 17
8.2. Ideas de Michel Villey 19
9. Perspectiva particular del contrato en el D e r e c h o R o m a n o . . 21
9.1. El consentimiento no es la base de las obligaciones contrac-
tuales 21
9.2. ¿Surgid primero el delito o el contrato? 23
9.3. Concepción amplia y concepción restringida del contrato en
la época clásica 24
9.4. E l contrato en la época postclásica 25
10. E l contrato en R o m a , según los estudios de Rouhette 28
¿Cuál es la concepción del contrato que tuvieron los jurisconsultos? 30
460 INDICE DE MATERIAS
CAPÍTULO TERCERO
SEGUNDA PARTE
X CLASIFICACIONES Y CATEGORÍAS
CONTRACTUALES
—J7. Generalidades 71
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO SECUNDO
Capítulo Tercero
^ CATEGORÍAS CONTRACTUALES
TERCERA PARTE
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA
CONTRATACIÓN
Capítulo Primero
LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
Capítulo Secundo
CAPÍTULO TERCERO
EL PRINCIPIO D E LA LIBERTAD C O N T R A C T U A L Y
SU D E T E R I O R O
CAPÍTULO CUARTO
. CAPÍTULO QUINTO
t * 3 . Generalidades . . 241
. A. Sujetos concernidos por el principio del erecto relativo de los contratos 243
INDICE DE MATERIAS 463
CAPÍTULO SEXTO
CUARTA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO SEGUNDO
CAPÍTULO TKRCEHÜ
INTERPRETACIÓN Y CALIFICACIÓN D E LOS
CONTRATOS F R E N T E A L R E C U R S O
D E CASACIÓN E N E L F O N D O
QUINTA PARTE
EFECTOS PARTICULARES DE LOS CONTRATOS
SINALAGMÁTICOS
j 90. Panorama de los efectos particular» y fundarnostadón . . . . 411
¿sjjcH. LA excepción del contrato no cumplida . . . . . . . . . 414
Requisitos para que se acoja la excepción del contrato no cumplido 41fl
Efectos de la excepción de contrato no cumplido 418
92. La resolución por inejecución , , . 419
^¿3)3, La teoría de los riesgo* 424
83.1. Planteamiento del prolAema de los ríesgot «ti materia con-
tractual 424
93.2. Teoría de los riesgos en caso de extinción de una obligación
de dar » , . 427
Breve explicación hlttórica 428
93.3. Teoría de los riesgos en caso de extinción de una obligación
de hacer o de no hacer 431